El lagartón y siete poemas inéditos por José Luis de la Vega

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EL LAGARTÓN y SIE TE POE MAS INÉ DITO S José Luis de la Vega



Textos José Luis de la Vega. Ilustraciones Manuel Bañuelos “El Pulpo Santo”. Edición Mario Eduardo Ángeles. La Testadura, una literatura de paso. www.latestadura.blogspot.mx latestaduraliteraria@gmail.com elgallodeletras@gmail.com México, Marzo 2015. Síguenos por Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. La Testadura, una literatura de paso, hecha para olvidarse en los lugares públicos o salas de espera.



EL LAGARTÓN Y SIETE POEMAS INÉDITOS José Luis de la Vega

Ilustraciones por Manuel Bañuelos “El Pulpo Santo”



El lagartón* Para Mario Eduardo Ángeles, Verónica G. Arredondo, Manuel Bañuelos, Miguel Escamilla, Paula Muñoz Inclán, Eduardo Rendón, Jesús Reyes y Erick Tang, poetas todos.

I

Intocable es la materia del pasado mas su fuego e intensidad norma el sentido de mis días hace propósito regocijo miseria

En verdad veo a mi bisabuela Josefita y la escucho contar su historia sagrada Por supuesto están en el patio sombrío las macetas con malvones

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y la flor de la azucena floreciendo en abril Los helechos cuelgan sus hojas a lo largo del pasillo y hasta el fondo donde la alcanzan los rayos del sol sueña sus flores una nochebuena Aún escucho cantar a los canarios al cenzontle De nueva cuenta ante mis ojos brinca la urraca la parvada de tordos cruza el crepúsculo y el árbol de moras brinda a mi boca el sabor agridulce de su cárdena frutilla Con todos los recuerdos que regresan como un largometraje a mis neuronas se que respiro

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II

¿Qué? ¿Quiénes? ¿Con qué razón?

Quizá porque leí Residencia en la tierra o El cumpleaños de Juan Ángel ¿Por qué leía de más? La memoria tira una cuerda interminable -y yo quiero pisar el sueloel Museo Nacional de Antropología la marcha silenciosa esa patria suave que no muere jamás Tal vez sólo fue que no encontré orilla ni lugar con sombra y que aspiré en los libros el perfume de una flor que huele a piedra ah y el mar lejano en la irreconocible fotografía de un infante con un calzón que le llega a las rodillas de pie y retador sobre la dorada playa de Puerto Marqués

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III

¿Cómo llegué a este imparable tumulto de palabras? Para qué?

Mientras más escudriño más indescifrable Mi pequeña historia y la de varios vanidad infantil tozudez de la juventud camaradas con los que compartí el gusto y las costumbres como hermanos de la misma camada Las preguntas sin respuesta que arrastro en el camino (y no me queda claro qué es correcto) mis errores que tanto me pesan tal si una cicatriz que no se borra me dieron este oficio y sólo el recuerdo de una Olivetti

Lettera

me conforta


IV

Todo

todos son una perspectiva del ayer

Yo mismo (redivivo) en esos momentos pasajeros que no cesan (ese tiempo que se entreg贸 al triunfo y al fracaso como ilusorio punto de apoyo en mi rebusca) despu茅s de tanto siglos soy memoria

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V

No hay fijón

su contrario gané esta claridad con la que escribo En el centro del tiempo que se impone (cuando el placer me muestra su borde sus fauces el lagarto de mis pesadillas) doy un paso adelante en el antojadizo devenir y sin agravios frente al brutal sistema mantengo mi opinión adversativa (y la disfruto) Todavía

permito que la luz me ilumine en tanto dure y convoco a la voz de mi conciencia para estrujar tu corazón con mis palabras

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*Una primera versión de estos versos se publicaron con el título de El lagarto en la Última concentración lírica (2002) y En voz de sus autores (2004). Lectores curiosos encontrarán los cambios.

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LOS SIETE INÉDITOS 1 El grito de las hormigas Con información de un articulo de Sergio Ramírez, publicado en el periódico La jornada.

Lo encerraron en un pozo estrecho y profundo. Tan aislado estuvo que su única compañía eran ranas diminutas a las que alimentó con migas de pan y una fila de hormigas. Ahí descubrió, con tiempo, paciencia y aguzando el oído, que las hormigas gritan. Cuando lo liberaron,

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después de sumar quince años en prisión, mediante el voto popular, el viejo guerrillero llegó a la presidencia de la República Oriental del Uruguay. Ahora gobierna sin deseos de revancha, como sólo lo pueden hacer quienes logran descifrar, en los pozos del hombre, lo que gritan las hormigas.

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2 El mar que no toca fondo Una gota es un inmenso mar para un microbio Torrente interminable de aguas navegables El mar es una l谩grima que alguna vez rod贸 por tu mejilla

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3 Guadalajara

Para A. Vargas, R. Bañuelos, A. Santana y E. Lumbreras.

Te llamaré llanura pan a tus voces florecientes y noche estrellada a tu mercadería El día que regreses a mi vida llamaré Guadalajara al rayo que retumba en la barranca y serás tú misma Entre un chingo de cosas te encontré y las vivimos con ardor en carne viva

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No obstante caminé tu geografía hecha de plaza y azoteas en tus sectores (Un camino luminoso construido con deseo) A más San Juan de Dios Tlaquepaque Zapopan las formas que te ciñen tu memoria en mis manos enemigas Sin piedad te llamaré ciega y desde ahora soy tu lazarillo y me darás tu mano nuevamente y en mis ojos serás la ciudad calcinada por radiantes cerebros cual centellas

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4 El Miniño

Para Los estropajos

Chingao qué cosa ¡carajo! Cuando lo conocí masticaba peyote con deleite y cinismo entre recios resplandores Fuerte y joven su ser de gavilán anarquista blandía una mirada que le sienta al mote y a sus amigos invitaba con furia

Vamos a organizar un gran desmadre Siempre dispuesto para la pachanga la sangre en su cuerpo no encontraba reposo

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y no se lastimaba La vez que le vi por vez primera no lo olvido era un diamante negro que no dejaba de brillar a media noche Lo perdieron mis ojos camaradas una fuerza centr铆fuga se lo llev贸

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5 Viajero Para Leslie Dolejal

Como sea que fuere fue el mar y la forma de negar sus orillas La gaviota voraz tal vez los pececillos. El enigmático vino de los sueños bebido por el hombre y la inquietud de su oleaje las mareas. El barco en la tempestad es lo que busca o aquel brillo de la luna sobre el agua. Lo que le dio este viaje lo sé fue el calor y el frío ahí donde el amor cumplido

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recomienza siempre y nos regresa la energĂ­a vital. QuĂŠ cantarĂĄ el poeta de aquella luz en prismas que con su voz se rompe un barco alucinado de cristal

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6 Responso por un poeta perrón

...te auguro una vida mortal nutriéndose de estrellas y un madero flotando en tu naufragio.

Hugo Gutiérrez Vega

Un día las personas dirán que el poeta Salvador Alcocer vivió en esta ciudad Sus amigos de La otra banda señalarán la casa de la calle de Otoño en la que vivió y que todavía existe (Más allá de la vía del ferrocarril lo recuerdan como El chino) Con el sarcástico humor que desplegaba entre los camaradas persistirá su risa casi infantil sobre las mesas del Café del Fondo

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Los jóvenes que tanto lo admiran ya recuerdan en voz alta su poesía perrona puntiaguda y rescatan la esclarecedora ironía de sus versos la ternura el rudo amor (En tanto una mujer suspira algunos queretanitos levantan las cejas o tuercen la boca) Y claro está ciudadanos que el rapsoda no regresará de entre los muertos mas en la memoria de su amada ciudad

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vivirĂĄ por siempre la digna rebeldĂ­a de su voz

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7 La Bahía de Maruata Siempre quise ser un beach boy y vaya que lo intenté con vehemencia Las horas frente a grupo me anclaron tierra adentro Ahora veo a mis hijos cuando juegan con las olas en Maruata y yo todavía gozo la resaca del mar que me lleva tirado panza al cielo de aquí para allá sobre la playa No he saciado esa sed de agua salada ni pierdo la esperanza

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CONTENIDO

El lagartón

Los siete inéditos El grito de las hormigas El mar que no toca fondo Guadalajara El Miniño Viajero Responso por un poeta perrón La bahía de Maruata





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