Barro y Mangos Y Astronauta por Tzolkin Montiel Ugalde
#56
Las plazas y sus hĂŠroes Por Fernando Zesati
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Dirección General: Mario Eduardo Ángeles. Textos: Tzolkin Montiel Ugalde y Fernando Zesati. Fotografía: Mo. Eduardo Ángeles y Gingermo Lara. Consejo Editorial: Bardo Garma, David Morales, Miguel Escamilla, Cristian Martín Padilla, Salvador Huerta, Pedro M. Serrot, Erich Tang, Mo. Eduardo Ángeles y Jesús Reyes. Agradecimientos especiales a Roxana Jaramillo, Diana Isabel Enríquez, Paulina Romero, Flor de Liz, Tzolkin Montiel. Contacto: latestaduraliteraria@gmail.com México, Febrero 2014. Síguenos por
Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. Cuida el planeta, no desperdicies papel.
CONTENIDO
Barro y mangos Astronauta Tzolkin Montiel Ugalde
Las plazas y sus hĂŠroes Fernando Zesati
Barro y mangos Tzolkin Montiel Ugalde
Barro y mangos Una gordita en Bernal Olas y olas de montañas y barrancos sube sube sube no hay que marearse Bosque El puente de Dios caminar caminar caminar nadar en cascadas y ríos de agua fría, de [esa que te entume las piernas y te hace [sentir agujas en las manos duras La Testadura
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foto: Mo. Eduardo ﾃ］geles
belleza Camino de la Sierra para llegar a un [albergue es de noche nos vieron arribar desde el cerro de [enfrente salamandras hombres y niĂąos jugando como los [ancestros purĂŠpechas, hockey con palos [de madera y pelota de fuego en la [oscuridad Dormir a la intemperie rodeados de [estrellas LevĂĄntate a las 4:30 am pues las mulas La Testadura
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Sube Sube Sube ¿Escuchas a los perros que están [ladrando? señal que estamos vivos diría [Rulfo bosque mixto, no te pierdas, descansa un [rato piedras piedras piedras llega a la junta de dos montañas y [encuentras un acantilado de 400 m. de [profundidad ¿Escuchas el sonido? guacamayas azules y verdes van saliendo bajar con las piernas a punto de [quebrarse La Testadura
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ÂżVes los escarabajos peloteros? otro rĂo, otra cascada no recuerdo el nombre agua fresca rodeada de mangos mĂĄs ricos nunca Jalpan fumar un cigarro grato, mentolado pero [sin filtro, helado de garambullo, la feria [familiar del pueblo, casarse en la [kermese duerme espera el transporte poza de agua transparente llena de peces [que te hacen pedicure gratuitamente La Testadura
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foto: Mo. Eduardo ﾃ］geles
buenos días camina por la carretera y pide autostop otro río donde se junta el agua caliente con la fría enchiladas con cecina, mojarra fresca [asada duerme a la orilla del río sobre la arena refrescarse para seguir el camino volver a casa
La Testadura
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Astronauta Tzolkin Montiel Ugalde
ASTRONAUTA Anoche mientras llovía soñé contigo Te veía en un video de 8 milímetros, [estabas feliz, sano, joven. Eras un astronauta. Dentro de mi sueño también llovía, [trataba de arreglar la casa y hacer algo [orgánico para recuperar el agua y regar [las plantas, tus plantas. La Testadura
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Me desperté llorando y seguía lloviendo. Sigo lloviendo Te extraño papá.
La Testadura
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foto: Gingermo Lara
Las plazas y sus hĂŠroes Fernando Zesati
Las plazas y sus héroes Sólo es por sus pasos que se forman los [caminos, por sus voces de fuego y de sátrapas [desdentados, voces que cortan el aire, la noche y el [vuelo de las moscas, mientras ellos caminan con verdades en [la solapa: un héroe para cada plaza, zapatos nuevos, espuma de afeitar, La Testadura
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foto: Gingermo Lara
[cabezas rapadas, y sobre todo sus pasos, levantando los [caminos, si no van cansados, si han bebido poco y si el tiempo es bueno en sus noches de concreto (s贸lo si quedan cigarrillos, si no han [hervido los frascos y si la madrugada los deja respirar en paz); se embriagan los h茅roes y les lloran las [plazas; les besan la oreja, La Testadura
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la mano o la entrepierna, porque son sus [héroes, sus titanes de éter con cabezas de león, luces oscuras que se encienden al alba, iridiscencia negra que duerme cuando [está despierta: los héroes, borrachos de pacotilla que ardieron sin [pensarlo cuando la solidez se volvió una tumba, [otra mentira del tiempo; ellos bailaron y se cortaron las lenguas, sangraron sus fuentes, se desmadraron los ríos, y al final del día La Testadura
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uno de ellos tuvo que lavar las copas [cuando regresó a casa, sucio y estúpido pero con el estómago [lleno; recorrieron las plazas barbados por [mandrágoras, con la camisa en la mano y el esqueleto [expuesto, el cráneo abierto, los laureles en llamas, babeando por lunas dulces que nunca [bajan del cielo, aunque los héroes escurran lágrimas de [mármol La Testadura
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foto: Gingermo Lara
y les lleven flores y les canten canciones, gritadas a pulmón y a golpes de culata, una serenata oxidada al fondo de un [abismo; y la cantan ellos, los héroes, que con sólo pensarlo caerían fulminados por un incisivo [recuerdo: jabalíes azul y negro los sorprenden en [una autopista, con una luna en la cajuela, los [calzoncillos abajo y una botella en la boca; ahora los héroes descansan bajo las La Testadura
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nubes y los árboles de vidrio, de ese vidrio tan sucio que rompieron [para pagar la renta, para que permaneciera callada la cuenta [del revólver y para que la pesadilla púrpura se alejara [de sus ventanas: esa noche violácea que huele a muerte y [a humo de segunda mano, a cánceres petrificados, a galanterías de papel y de hachís y de [hambre – y también La Testadura
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de silencio, del mĂĄs grande silencio, que resuena en sus labios como un perro ladrando a media [borrachera; ellos soltaron a los parques profecĂas de [planetarios, de estrellas negras coronadas por una [resaca, un desayuno barato o un billete doblado en la bolsa del [pantalĂłn, que no sirve para comprar nada porque los tenderos son todos lagartos, policĂas y milicos La Testadura
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y no dejan objetar ni levantar las manos, [así que uno termina esposado a una sombra, [temblando y sacudiéndose, y sin poder sacarse el humo del cogote; pero estos héroes siempre son [rescatados por ángeles helicóptero y por amazonas [descaradas – sus mujeres, sus dilatadas mujeres, heroínas líquidas que se esconden en [poemas y prosas y farmacias abiertas un martes a la medianoche – La Testadura
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cuando se lamentan las calles con [autobuses en la garganta y los héroes se entregan a pálidos [martirios de salario mínimo, de sufrimientos ilegales, de pavorosos dedos de policías corruptos y de conversaciones interminables con máquinas de carne y hueso: esta es la vida de los héroes en su [bastardía sin llamas, sin escapes de pocos meses a un hospital [de lechuzas, sin vasos de leche que se entibian junto La Testadura
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[a caricias felinas, sin resurrecciones inesperadas cuando [los muertos han muerto, sin sentimientos de derrota ante el ojo [del segundero, sin explosiones escolĂĄsticas que no [significan nada y sin sinfonĂas orgĂĄsmicas que les [devuelvan el pasado, la juventud derramada como de un grifo [abierto, un trago de ron, cualquier cosa, un [abrazo; La Testadura
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foto: Gingermo Lara
estos son los héroes que orinaron [lágrimas, que se secaron al sol y le humedecieron [las flamas, que salieron a las calles para besar sus [cadáveres y que lamieron de los libros una música [incomprensible, una vida de pocos pasos y un ebriedad [constante que los aleja del suelo, inmortales, [inmorales y pájaros sin alas, destinados a la pobreza de unos versos La Testadura
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[olvidados, de unas puertas cerradas, de sonrisas electrónicas y de café diluido en vasos de poliuretano, [en los que gotea el techo con ironías de marihuana y de cervezas a [mitad de precio, mientras ellos beben, augustos, sus mediodías de [polvo, si es que los beben y si la locura aún no [llega para taladrar sus cráneos; vivan los héroes de las plazas con sus La Testadura
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foto: Gingermo Lara
testĂculos desorbitados; vivan las noches ebrias que acarician con [sus manos largas; vivan la juventud y los vientos francos con [el culo al aire; vivan las vaginas libres y sus sirenas sin [retoques; que vivan los hĂŠroes, los insatisfechos y [los borrachos, pues de ellos son los plazas, las calles y [las hazaĂąas: estas hazaĂąas que no apuntan a nada y que nadan en el mundo como recuerdo La Testadura
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[y monumento, gloria y miasma de una vida una [imposible, de un sentimiento imposible y de un camino que s贸lo conocen quienes lo han andado.
La Testadura
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TZOLKIN MONTIEL UGALDE. Septiembre, 1977) . Estudios en sociología, danza contemporánea, danza hindú, diplomado en creación literaria por la SOGEM. Autora de Las Testaduras 12, 32, 38. Fernando Zesati. 24 años, estudios en filosofía por la UAQ, ha sido seleccionado en diversos certámenes y publicado en diferentes revista. Autor de La Testadura no. 25.
De mano en mano, de pantalla en pantalla
¡Que la voz corra!