Los motivos del ogro y ... por Alma Consuelo Hernández Olguín

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Los motivos del Ogro y O t ra s i n s t a n t á n e a s Por Alma Consuelo Hernández Olguín

Donativo: 30 pesos



Textos: Alma Consuelo Hernández Olguín. Pintura de Portada: Salvador Huerta Mora.

Edición Mario Eduardo Ángeles.

La Testadura, una literatura de paso. www.issuu.com/latestadura www.latestadura.blogspot.mx latestaduraliteraria@gmail.com elgallodeletras@gmail.com México, Mayo 2016.

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o

Los motivos del Ogro

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Alma Consuelo Hernández Olguín

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o

Prólogo Ahora sí, en oscuridad total y absorto en dolor, Polifemo no atina a alcanzar el cuerpo de la estaca y poder retirarla de la masa que ahora es su ojo. Engañado por segunda vez por Ulises, lanza la maldición a simplemente Nadie, el alias del de Itaca, y en nada queda su venganza. En la soledad de su cueva, el ovejero se pregunta qué hizo mal. En otra fantasía, y mientras el gigante cae al vacío, ya no piensa en la gallina robada, en el monedero que no se vacía nunca, en el castillo en las nubes. De camino a la muerte sólo piensa que es todo un sueño y que va a despertar. Se pregunta qué pasó. Luego nada. Y un Goliath atolondrado por la pedrada ve con horror cómo el pequeño hombre le quita su espada y siente el jalón en su cabello, y al tiempo que su cuello se abre, casi no recuerda cómo arengado por sus generales en medio de la valla humana le animan a matar al elegido de Yahveh, más bien recuerda al Egeo, su padre y hermanos pescadores, la comida de su madre y se pregunta qué ha pasado, cómo es que ha llegado a ese punto. Y así desfilan el orco, el gigante, el cíclope, el troll, el oni, el titán; desde el folclore hasta la onírica pluma de Perrault, Andersen, Grimm, Tolkien o la actual pero nunca superior Rowling, siempre caminan a mismo destino: son la otredad. No merecen más que el

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Alma Consuelo Hernández Olguín exilio, a veces autoimpuesto, y esa distancia prudente para poder olvidarlos. Son los apestados, los brutos, dignos de estar en la primera línea de infantería o en la jaula del circo. Segregado a ese topos del imaginario: cuevas, bosques, pantanos, barrancos, zonas prohibidas, el ogro puede continuar su miserable existencia sin ofender la vista o la vida de quienes lo han discriminado. Pero no nos distraigamos: son ogros, hacen cosas de ogros. No sé si sea porque les fue negada la civilidad y educación del hombre o simplemente es su naturaleza bruta. Gruñen, maldicen, apestan, escupen, arrancan, golpean, tragan, andan en cueros, no rinden cuentas. Y ¡oh maravilla!, son capaces de socializar entre ellos, hacer armas y herramientas sencillas y complejas, hacer fortalezas y pociones mágicas, dependiendo de la región y época donde los hallen. Y de pronto de nuevo el humano. Alguien habló y regó el rumor que tenían tesoros. Alguien encontró al monstruo mientras viajaba. Alguien sabe que a la otredad es mejor desaparecerla. O exhibirla como ejemplo de lo que no hay que ser. Es el pensamiento humano el que necesita de una antípoda para saber su ubicación y de un contraste para poder notarse, por eso caemos en la tentación de tildar al otro con el defecto que desaprobamos pero que reprimimos desearlo (por favor, qué ello no desea no rendir cuentas, andar en cueros, tragar, golpear, arrancar, escupir, apestar, maldecir, gruñir). Habiendo seres tan desagradables es fácil suponernos como la proporción áurea. Así, el mismo hombre necesita del ogro como excusa a su pequeñez. Aunque el ogro sólo pretenda vivir y sobrevivir en ese topos restringido al hombre, siempre va a existir el argumento que lo lleve a encontrarse con su némesis. Y siempre,

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o pobre despojo, será derrotado. No es un ogro, pero la paráfrasis de este título es válida: el lobo de Gubbia, el terrible lobo se lo explica a Francisco: es el hombre el que lo hace lobo. Es el hombre el que lo hace ogro. No es el verdugo. Es la víctima. ¿Y me preguntas cuáles son sus motivos? Creo son bastante claros: son la miseria y las miserias del hombre. La autora ha creado varios relatos que a poca distancia de la superficie guardan una segunda vista, un velo que descorrido muestra el miedo a vivir de los personajes, el miedo a la soledad, a la resignación o peor aún al avance. Es un desfile de miseria que se disfraza de virtud aunque es sencillo desenmascararlo. La autora pone en los labios del personaje una frágil confianza que vista con escepticismo enseña una vulnerabilidad casi de párvulo, donde se atisba una ineludible confrontación con la violenta realidad, inminente frustración. Carne de cañón, materia prima para la miseria. El entorno que pretenden dominar y conocer desde un mediocre y débil autoengaño y que de continuar en un par de párrafos más les estallaría en las manos. Es en el perfil de cada personaje donde se esconde la semilla de su miseria. Los motivos del ogro. La génesis del ogro.

Raúl Servando Caracheo Rodríguez

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Alma Consuelo Hernández Olguín

Los motivos del ogro Pensar no es una acción espontanea, aunque muchos opinan lo contrario. No somos seres pensantes. En realidad los ogros controlan nuestra realidad; tu aceptas lo que quieren ellos que consideremos como aceptable, pero la barrera que divide lo real y lo imaginario nadie sabe dónde se encuentra, y los que creen saberlo se lucran de sabiondos. La absoluta libertad es una fantasía del cautiverio que vive el que esta encadenado a sus infiernos. Los ogros controlan todas y cada una de tus decisiones. Te dictan lo que debes hacer, lo miserable que debes sentirte… Esos monstruos no se ofrecen de voluntarios, no. Es necesario invitarlos. Sólo necesitas escuchar sus gruñidos y, ellos, gustosos, vienen a ofrecerte cuchicheos mentales. Son tan hábiles que ni siquiera te das cuenta que tus pensamientos ya no son sólo tuyos. Es entonces cuando se han apoderado de tus facultades mentales, de tus razonamientos… de tus fundamentos. Los ogros habitan en un tiempo indeterminado del universo; tienen potestad para adueñarse de las mentes más débiles, de los que son fáciles de sugestionar y de adoctrinar. Exponen al infortunado a controles obsesivos, como hacerlo escuchar sonidos estridentes y repetitivos, también les someten a ver imágenes que les demuestran que es un ser inservible e indefenso. Cuando se despierta de un sueño le arran-

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o can el deseo de expresarse, porque sin palabras es más fácil sentirse vulnerable. Los ogros existen desde hace milenios, en los relatos que encajan en la categoría de fantásticos pero, en realidad, son tan verdaderos como los diez mandamientos. Se manifiestan y se desplazan por el tiempo, conquistan desde obreros hasta jueces, se agrupan por legiones y por grados; tienen un plan maestro para las nuevas generaciones, en él se aplica la eugenesia: El paulatino desmantelamiento de la libertad. Los ogros tienen fauces furiosas y escalofriantes. Han devorado ingenuos pero también culpables. Han devastado galaxias-ciudades y son cuantiosas sus ansias y atrocidades. Han mutado genéticamente desde tener cola y piel de diversas tonalidades, hasta poder ver con los ojos cerrados. El ogro Pelos era el más guapo, el más valiente. Las visitas en la gran urbe le llenaban de orgullo pues tenía a una ogra que gozaba de gran fama pues sus garras las afilaba en los salones de prestigio. Mantenía un estilo de vida ostentoso. Le gustaba peinarse de una manera única. Usaba una pasta grumosa que le daba un toque bastante singular. En la ciudad vivían muchos ogros pero ninguno tan influyente pues, este ogro provenía de las familias exclusivas. Se dedicaban a hacer pactos y alianzas entre partidarios de los lunares rojos. Este grupo decidía que tanta libertad gozaba un ciudadano, si le facilitaban el acceso al control de la seguridad y del tesoro o si se le destinaba a ser parte de una burocracia limitada.

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Alma Consuelo Hernández Olguín El ogro Pelos, había perdido popularidad: Cuando unos ogros alienígenos sufrieron el estallamiento de su nave, se le culpó por ser el responsable del cuidado de la seguridad, y porque se especuló que unos ogros malvados los habían carbonizado en una barbacoa donde cometieron canibalismo, lo cual estaba completamente penado dentro de las leyes ograles. Sin embargo, nadie les hizo juicio porque temían de sus influencias con seres que vivían en una galaxia donde los seres eran más monstruosos que las pesadillas más abominables. Los ogros son una mezcla de bestias y seres extrasensoriales con poderes que incluyen el de organizarse y lograr grandes barras de contención mental, lo que les permite rebelarse contra los ogros que los organizan según sus condiciones hereditarias. Si alguno no satisface sus expectativas en cuanto a desempeño y lealtad, se le inyecta un líquido viscoso que le aturde, de tal modo que sufre de personalidades múltiples que lo ponen a merced de su vigilante personal. Hay muchos de ellos en el mundo del espectáculo. Usan pelucas moradas y hacen signos para sordomudos con las manos. Pueden comunicarse con las manos sin decir ni una sola palabra. Les cansa mucho hablar con ese sistema, así como les disgusta que el resto de los ogros se enteren de sus planes. Otro ogro - que merece hablar sobre él -, es Cabeza de trompo, un ogro que gobierna una ciudad-galaxia en crecimiento. Él, contrató a unos zopilotes que vigilan todo el día a la población y les rocían un humo que contiene venenos que a la larga causa enfermedades degenerativas. Los pobladores están furiosos pues les cuesta pagar excesiva carroña

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o para subsidiar la vigilancia. Por otra parte, los artistas están siendo aniquilados con sustancias alucinógenas lo que provoca que no distingan entre sus visiones y las bestialidades que suceden. Los centros de arte se saquean y se venden, por no causar ganancias con el I.V.A. Cabeza de trompo clona una casta privilegiada de cebras que dan rondines por los túneles de la galaxia-ciudad para asustar a los ogros más mansos y para alardear que mantienen a las bestias bien temerosas. “Dales miedo y van a agradecerte que los mantengas a salvo”. Las cebras tienen el poder de morder las venas y causar la muerte fulminante. Sus colmillos contienen una sustancia más mortal que el mismísimo cianuro. Cabeza de trompo tiene gran rivalidad con su homónimo, Domingos apestosos; ambos se sabotean para hacer quedar mal al otro. Sin embargo en persona se dan abrazos y se juran ser leales hasta la misma tortura. A cabeza de trompo, como a cualquiera, le gusta la buena vida y, a cambio de un buen ingeniero espacial, vendió los servicios comunitarios a empresarios que buscaban ganancias estratosféricas. Impuso el pagar impuestos por el servicio de recibir información gratuita y del orden y limpieza. Ahora se tiene que pagar por ser vigilados y espiados en su propia casa. Además por tener el derecho a manifestarse y expresarse libremente. Cada ogro tiene sus motivos, ni la hoja del árbol se mueve por nada; hay planes sublimes y planes siniestros. Los motivos del ogro son difíciles de afirmar o negar, porque cada mente tiene su dueño. Ni siquiera se puede alegar que

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Alma Consuelo Hernández Olguín todo lo que aquí se ha dicho es legítimo porque, más allá de lo aparente, está lo que tal vez jamás llegaremos a conocer. El acceso a las verdades absolutas nos es negado por miedo o por conspiración o, seguramente, porque no hay nada definitivo. Todo está en constante cambio; hasta las palabras que digo, en un par de segundos serán extrañas para el conocimiento. Los motivos son misteriosos, como la mente misma. Morfeo tuvo motivos para infundir los sueños reales y ficticios, Perséfone tuvo motivos para instalarse en el inframundo. La estrategia que recomiendo es quedarse callado: es el mejor método para evitar ser enviado a la residencia de los desencarnados. De todas formas vas a olvidar el pasado y el presente. ¿Quiénes recuerdan a los mártires? Es muy difícil saberlo en la situación en la que estamos, donde los recuerdos son sólo una visión orientada para ver solo matices. Tú, lector, también tienes tus motivos, por algo escondes tu rostro bajo las sábanas y gritas cuando te salen canas; te seduces con una voz provocadora y con el intenso grito de un llamado a la guerra. El ogro tiene motivos, el futuro y los espacios inanimados tienen motivos…

Mentadas y esencias herbolarias 14


L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o En una ocasión estaban los ogros celebrando el día de los sueldos caídos. Ellos recibían un pago más que todo simbólico por su apoyo físico en las labores ograles. Se organizaron para desfilar frente a las autoridades pero los ánimos se subieron y comenzaron a aventar cascaras de plátano a los del pódium y a mentarles la ogra madre. Por supuesto que los otros ogros contestaron a la provocación y se armó un zafarrancho tremendo. Unos a otros se gritaban traidores ya que las autoridades habían descuidado ciertos aspectos que los ogros consideraban reprobables. Los ogros autoridades se habían hecho de la vista gorda, sabían que sus estrategias estaban mal pero les preocupaba más llenarse los bolsillos que las pocas o muchas mentadas y cascarazos que les propinaran. Esa noticia circuló por todos los medios de comunicación, lo que causó la furia de los partidistas de la autoridad, juraron vengarse con una descarga de leyes y acuerdos absurdos para ponerles un estate quieto a los revoltosos. Al fin y al cabo si los ogros se manifestaban en contingente pequeño no pasaba a mayores pero si eran grandes conglomerados entonces si podían perderse balas reales con algunas de goma. Como en toda historia había los presos ogriticos que eran los que se oponían a toda política, a toda ley o norma que atentara contra los menos favorecidos o los que defendían algún ideal como el de formar escuadrones ograles donde se premiara o se destituyera a los honestos y los corruptos. Que lejos estaba de convertirse en realidad pues a todo ogro soñador se le dotaba de un tanque de oxígeno contami-

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Alma Consuelo Hernández Olguín nado que le asegurara una corta vida y con espantoso sufrimiento, su corta existencia estaría plagada de bacterias que se reproducían de manera exterminante en su sistema óseo. Cuando se veía a un ogro caminar con fatiga, se intuía que era un luchador ogral, de esos que sueñan utopías y se fuman de una pipa una cantidad privilegiada de esencias herbolarias. Las esencias las conseguían a precios elevados, tenían que pagar impuestos por consumirlas porque las exportaban de ciudades- galaxias un tanto problemáticas. Ahí se elaboraban aromas de todo tipo, las había para relajarse, para escuchar el sonido se los animales mitológicos, para recibir inspiración y escribir textos sacros. Los ogros disfrutaban mentarse la ogra, eso les aseguraba una fuerte rabieta a sus adversarios. Pero eran sumamente peligrosos algunos ya que solían desollar al que los insultaran o trataran de hacerse distribuidores de esencias. Con los olores no se juega, ese es negocio de los ogros tridimensionales, esos que pueden viajar por tierra, por aire y por mar. Además de contar con el privilegio de morirse jóvenes. La lucha entre organizaciones ograles era tan frecuente como temible. Solo bastaba con elegir la vía rápida para que comenzara el juego con el inframundo, donde ni los seres más viscosos y putrefactos se atrevían a inmiscuirse.

Flashback En un flashback se descubren una serie de imágenes cruelmente destinadas a repetirse, a darnos la dosis mortal contra lo absurdo. Así sutil, cabizbajo, te avergüenzas por el

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o deseo de darte sentimientos agotados. Esa monotonía que cuelga en las cortinas y te despedaza cuando cierras la ventana. Esa es la misma que te motiva a pasearte frente al checador todos los días, cantar letanías y memorizar las letras de las canciones. ¿Has tomado una mirada y tratado de desviarla a un lugar donde se desgarren las emociones?, pero lo que encuentras son medicamentos de dosis alteradas que enervan los días hasta dejarte en un lapso lacerado. Un lapso de ruinas, casi desechos de un putrefacto e inestable desconcierto. Le dijo ella entre murmullos mientras se acomodaba al borde de la azotea. De momento recordaste que las vacunas son más necesarias que las letras. Las letras recitan sandeces, mientras las primeras previenen el tétanos y las incredulidades, en hospitales repletos. También te diste cuenta que los estadios llenos son prueba de que los de calzoncillos cortos son más monumentales que la Diana Cazadora y el mismo Ángel de la Independencia. En un flashback recuerdas que el agua estancada apesta pero el agua en los labios infunde una lucidez que no proporciona ni las dudas ni las cicatrices. De nada te sirve leer las notas de sociales, ni amasar frases llamativas para escupir de cuando en cuando en las bohemias. De nada sirve asomar y entrometerse en las teorías demasiado infortunadas entre las categorías de lo despreciable. ¡Mira los libros! son armas que molestan y acosan a los desahuciados, a los que yacen en coma. No molestes a los que han de venir después de ti, ni a los que ya perdiste...

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Alma Consuelo Hernández Olguín Una vez que inicias con una mirada suspicaz y reveladora, los elementos necesarios para confundirte se activan, entonces necesitas de tu adversario, ¡él sabe todas tus jugadas¡ No es necesario volver a la cama tan tarde pero si es necesario apagar las luces. En la sombra es más fácil reconocer el camino porque no hay destellos, ni tragaluces. En un flashback recuerdas que el recetario no siempre es indispensable, a veces si se cocina de autómata resulta mejor. A fin de cuentas es un estado mental y anímico tan repetitivo que ni las leyes mexicanas lo legalizan. Caminamos en filas y en filas nos alineamos al inodoro. Nos guiamos con semáforos de tres colores. Alargamos los pies con el amarillo, con el rojo sacamos la lengua y en el verde lanzamos tarascadas. ¿Ves que recuerdas muy bien? Afirmó, alargando sus torneadas piernas hacia el abismo. No hay secretos detrás de lo que se oculta. ¡Si tienes más de treinta canales para sentarte y vivir la vida! Con tantas opciones tienes tiempo hasta de fumarte un cigarro y relajarte. En un lapso, recuerdo que el lunar de tu hombro es postizo. Dijiste que así te podías sentar sin molestias, que el dolor de ser igual no te agotaba. También recordé que en un tributo a los malditos te conocí y tratamos de escribir algo miserable. Entonces hablamos de nuestras vidas, entonces traté de recordarte…

La pérdida de la memoria: alzheimer Me acosté en el sillón de su consultorio, tenía la impre-

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o sión que estaba gastando mi dinero en nada. Esa sensación se acrecentó cuando la vi sentada con su laptop tecleando desde mi llegada. Pensé que la pondría a prueba y si me convencía podría regresar la siguiente semana. Esta fulana tiene que ganarme, pensé. Ella me indicó que tenía una hora. Me recosté y tomando pose de audaz comencé mi discurso: Sin excepciones nos nublamos hasta quedar totalmente cubiertos por la espesura de los injertados días. Esos que a colectas nos fueron adjudicadas. Voy a contarle algo que me mantiene sin sueño, ni el Valium ya me hace efecto. Le quiero contar de la estafa, la que voy a contarle no es material, más bien es una difícil de recuperar, es más no se recupera jamás ¿Cuál es la estafa?, ¿lo sabe? Acomodó su silla, se ajustó los lentes sin responder mientras seguía tomando notas y proseguí: La pérdida de la memoria, esa es la infame situación que quiero explicarle. Es necesario recuperarla, encontrar el testimonio, las reliquias, los datos que nos conduzcan a la fecha exacta, no a la simulada. Sin exactitud, en verdad no tenemos nada. Invoquemos sin exceso a los difuntos, ellos saben bien que la historia es espiritual y no hace ajustes de cuentas en el más allá. En cada relato elocuente y sin prejuicios de los libros fechados y repletos de eventos, se conserva el arte de la ficción. A mí me gusta la ficción, sabe. No hay nada más reconfortante para una mente cansada que un relato que mitigue sus dudas. ¿Usted tiene dudas?, no debe tenerlas. Las preguntas sin respuestas son mejor ni formularlas. Las dudas pueden ser mortales si se invocan con frecuencia. Yo le recomiendo dejar que los muertos entierren a sus muer-

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Alma Consuelo Hernández Olguín tos. Y los vivos recurran a los terapeutas. ¿Es bueno ser modesto respecto a la historia? Le pregunté inquisitivo. Si es bueno, respondió. No siempre se gana la verdad con halagos. A veces es necesario empeñarse en la labor de la transición de las verdades. En cada siglo ha habido transmisores modestos y fieles a su labor. ¿Se debe recordar a los transmisores? Me cuestionó, seguro de que ahora era ella quien me probaba. De cierto le digo: la memoria colectiva es la más preponderante en estas cuestiones. Cuando conmemoramos la memoria de un transmisor se cava un hoyo más en esta zanca en el tiempo. Esa parte que nos fue arrebatada desde la infancia. Es la parte esencial para recuperar la memoria. ¿Se debe ser benevolente respecto a los héroes?, le lancé otra pregunta más. Si la benevolencia la proporcionas con lucidez es apropiado, me respondió. Los héroes reciben lo que les des entre silencios e historias creadas por los genios. Es bueno crear de cuando en cuando nuevos héroes, que sean buenos ciudadanos y paguen sus impuestos. ¿Sabes que el Alzheimer es una enfermedad extremadamente vieja?, me remató con esa sonrisa clásica de los terapeutas. Lo sé pero en realidad no me inquieta la enfermedad lo que realmente me sobresalta, es lo que se olvida, aquello que se nos arrebata de las entrañas, de nuestro mundo. Que es un mundo que va más allá de cualquier verdad o realidad. Lo que hemos olvidado o que nos han hecho olvidar los años. ¡Que infame situación! Pensar que se puede perder la memoria individual y colectiva en cualquier instante, en

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o cualquier libro. Esa es la gran estafa, no tener dinero para comprarse unos cuantos recuerdos. Solo tener lo que yace escrito en los cuentos, relatos con más ganas de olvidar que las mentes infectadas de olvido. El olvido se pierde, la memoria se muere...

Imbecilidades en cuatro acuerdos Asintió con la cabeza mientras se enjugaba las lágrimas. Todo iba bien y sin embargo esa noche sentía el deseo de inmunizarse contra la soledad y el desatino. Se había enlistado en las filas de un periódico como reportera hace 25 años, ahora se ayuda de un bastón para caminar y de una preocupación para mantenerse con vida. En el cajón guarda unos delicados y unas ganas intensas de devorar el tiempo. Con cara recién lavada se dispuso a escribir sus nuevos preceptos: 1.-Las miradas son más desdichadas si se envían sin remitente. Nunca cedas a los caprichos de la indiferencia. 2.-El ADN y el SAT cobran deudas en el más allá y a las nuevas generaciones. 3.-Nunca mires a un muerto a los ojos porque puede hacerte creer que está vivo, enlistarte a su partido y heredarte sus genes.

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Alma Consuelo Hernández Olguín 4.- Las grandes verdades no están al alcance de las películas y cortometrajes. Las verdades están codificada en la células vale madres. Así mismo leyó entre líneas que escribir preceptos es el trabajo más furtivo porque la sordera se paga bien y la ceguera gana premios en currículo.

Mientras escribía se arrojó a una tina con hielos, para tener más ganas de desnudarse, sin ropa se percibe mejor lo insano. Ella se inmortalizó con un libro sobre acuerdos. Ganó algunos premios de literatura y menciones honoríficas. Impresionar a los académicos resulta una cuestión de calma y de saber organizar las palabras para ganarse al gremio. Todo escritor debe estar dispuesto a arrojarse a los brazos de las discusiones placenteras y sin sentido. Antes de medianoche, se sumergía entre las sábanas, asustada de los ruidos nocturnos de su memoria. Le asaltaban palabras sueltas, sin forma. Ella trató de escribir columnas en su almohada pero el sueño la dejó tendida como esperpento con bata blanca. Mientras dormía escribió lo siguiente. “Duérmete ya, duérmete mi niña que ya viene el tas tas tas, a la rueda, rueda del tas tas, van a darte por delante y por detrás tas tas y por donde te quepa más, más… Una mexicana que mes tras mes pagaba, de noche y de mañana, le daban por delante y por detrás tas, tas, tas”.

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o Zeuz contemporáneo Bueno…hermosa?, mira, quiero agradecerte por tu twitter, eso de que confías más en mi me dejó muy contento, neta. Sabes es la primera vez que me siento tan halagado por una mujer, que digo mujer; ¡por una reina! Y además estás bien chula. Bien sabes lo que es este medio aunque lo sabes por la pantalla chica ¿qué no? Ambos no la hemos jugado hermosa, en los medios que nos desenvolvemos estamos arriba y estamos abajo no hay de otra. Aunque puedo decirte que a mí me ha tocado estar arriba la mayoría de veces. ¿Qué te puedo decir? Me gustan las alturas, aquí se mueven las nubes más espesas y tienes oportunidad de decidir que días quieres que haya lluvia y cuando solo truenos. Desde el Olimpo ¿sabes? puedo abrir también las puertas del Hades. Soy algo así como el Zeus contemporáneo. Te platiqué que me vino a visitar un güero? Me hizo unas cuantas preguntas, la mayoría de tiempo se la pasó tomando tequila, botaneando guacamole con totopos y pedorreandose. Hermosa, ¿ya te aburrí? ¡No!, qué bueno mi niña porque quiero que tú también vengas a visitarme, mira que voy a contratar un mariachi para que te reciba y tu nada más dime si contrato a los mismísimos Tigres y que tal un corrido?, ya sabes que yo no escatimo cuando se trata de darme gusto. Ya que entramos en confianza voy a contarte un secretito. Me han visitado un chingo de gente de la farándula, este bato no es el primero ni el único. Ni tu tampoco eres la única. Claro que ninguna tan bella como tú. Entre quienes han venido a echarse unos tequilas con-

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Alma Consuelo Hernández Olguín migo es Paquita la del Barrio, a no manches como chupa no ma… yo creo que la canción de la Chona la compusieron para ella. Esa vieja si es chida y además me confesó a quién le dedicó la canción de rata de dos patas. ¿Quieres saber a quién?, ¿ahora no? , bueno cuando vengas te cuento. También me ha visitado un tal Juan Barrios de Querétaro, lo conoces?, pero mejor no lo volví a invitar porque se niega a tomar chelas con alcohol y me invitó a que se me bajara la cruda acompañándolo a correr al maratón. Sabes, soy un hombre tranquilo pero tengo una vida interesante. Podrías hasta escribir una película de mi vida. No te quiero contar de mis “bussiness”, yo quiero contarte de mis dotes de artista, sé tocar el acordeón y tengo la habilidad de aprenderme de memoria las partituras. Te voy a tocar una buena rolita cuando vengas. Te gusta la de: ¿“si nos dejan”?. No te preocupes chula, yo nunca te voy a dejar, te voy a cuidar más que a mis ojos. No creas que es choro eh? Yo cuando saco mi chivo, hago una buena barbacha de hoyo. ¿Alguna vez imaginaste que te respondería por tu mensaje en las redes sociales? o ¿solo quisiste pensar en voz alta? Bueno no importa, lo que se dice se sostiene y yo sostengo desde ahora tú serás quien me lleve a la luz, ya estoy cansado de caminar por las cloacas; ya es momento de que tenga mi propia estrella no crees? Hasta el más humilde quiere que se vea su nombre entre luces de colores. Yo no soy la excepción, belleza. También soy fan de las novelas y también busco mi lugar en las pantallas y no las pantallas de humo que se echan los que se pedorrean. ¿ Ya sabes lo que dijo mija? Bueno mis poderes se ha usado para apoyar a

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o otras deidades, sabes en el Olimpo los dioses nos escapamos por túneles, los mortales permanecen tras las rejas.

Me gustan los excesos Me encuentro de visita en casa de mis primos en Guadalajara, preparamos unos sándwiches antes de que lleguen los invitados al aniversario de bodas de plata de los abuelos. Destapamos unas cocas de lata y nos echamos en el sofá. El primo menor comienza a hacerme burla con mi ex novia, “la grande”. Así le decían por su enorme trasero y su enorme papada. Siempre les intrigó el motivo por el cual salí con ella por alrededor de dos años cuando estudiábamos la secundaria en la Federal No.1. En realidad a mí nunca me pareció una mujer fea, pese a que su papada se estrellaba violentamente cada que se acomodaba en el pupitre. La maestra le había designado un mesabanco para ella sola, debido a que sus nalgas se desparramaban ocupando todo el espacio. Los compañeros solían burlarse de “la grande”; Eso me molestaba sobremanera, por lo que me convertí en su defensor y el que se sumergía entre enorme masa. Mis papas cuando se enterraron que “la grande” era mi novia me obligaron a tomar sesiones con el psicólogo de la escuela argumentando que mi cerebro estaba bastante deteriorado. Me diagnosticaron síndrome de Beauchef, que es una alteración en la percepción psíquico-visual que se manifiesta en una disminución paulatina del estándar de belleza de las mujeres. Por considerarla bella me llamaron de todo.

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Alma Consuelo Hernández Olguín En ese entonces con tanta presión lograron convencerme de dejarla y comencé a salir con la Chayo, una chica pequeñita con labio leporino. Pero no fue su acento lo que más me atrajo de ella, lo que me enloqueció fueron sus patas, más grandes que las mías. Siempre me han gustado los excesos, debo confesarlo.

Ni pies ni cabeza Me dijo abre las piernas, hagamos arte, de esa forma que te deja las ganas de repetir y de enfrentarte a la realidad simbólica, esa que a sarta de conceptos define lo que es lo bello y lo horrendo. Yo le dije que me esperara que al fin el arte es abstracto, no tiene una línea sostenible ni absoluta. El arte no me interesa, ¡que se vaya al carajo!, no soporto las biografías ilustres de los artistas, las reuniones en las que se ensalzan objetos que no son más que ilusiones de un mundo pasajero, envuelto en una sombra que trastorna la realidad de lo aparente porque en realidad el arte es temible y horrendo. Tan oscuro como legiones de seres infernales. Así a paso de fuego se puede lograr que un objeto o un producto se instituya como realidad que toca fondo en la misma ruta que conduce al deformismo. No seamos injustos, le respondí, ¿qué culpa tiene lo insensato de sujetarse a lo indefinible? Por eso te digo, la carne es arte, porque es el medio por el que experimentamos lo inimaginable, si te toco la carne inmediatamente experimentas un escalofrió, una sensación de alivio, ¡eso es arte! No

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o me vengas con pendejadas, le grité. El acto de abrir las piernas no es arte, el arte es mantenerlas cerradas, ¡eso si es arte! Aguantar las descargas eléctricas y los efectos sudoríficos es el arte más violento que se libra en la existencia. Mira, entiende, me dijo mi compañero; la fragilidad de las piernas es arte porque si se te aflojan las piernas de ver tanta simetría apetitosa, experimentas lo que los mayas definían como el estado de “sincronía” porque se te sincronizan los vellos de tal manera que el cuerpo es un canal de fuerzas eléctricas. El arte por tal es una mentalidad abierta. Está bien, tus argumentos son muy válidos pero sigo pensando que te vayas tú y tu arte mucho a la rueda de la vida y espero no regreses de aquí a cinco reencarnaciones. No me interesa divagar en un tema que en lo absoluto tiene pies ni cabeza.

Somníferos contra la añoranza Se miraba en el espejo con la crisis de una generación decrepita que escribe los recuerdos en 68 páginas, que salpican pintura rojiza por los pasillos de lo que fue la plaza de los caídos. Se acomodó el pelo con la soltura de un contingente de guantes blancos y zapatos dorados. Que recuerdos aquellos en los que luchaba por una causa, ahora para sobrevivir hacia la lucha, se tomaba diario una dosis de somníferos para mantenerse durmiendo. En los sueños los errores no tienen efectos catastróficos y siempre tenemos segundas

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Alma Consuelo Hernández Olguín oportunidades. En este reflejo en el espejo solo veía el contenido de un abecedario indescifrable de cuarenta y tres letras, que han desaparecido en los códices más violentos por tratarse de letras que no forman ninguna palabra solo nombres de personas desdichadas que yacen en el olvido. Qué triste es la añoranza, tan triste como los secretos que se esconden en esta caja de pastillas. Que ingrato resulta pensar en aquellos que recurren a los somníferos para inmutarse. Dopado es más fácil olvidar a los que se han ido. Los que por su vida recibieron una tumba en las tristezas. En los bordes de los libros que no serán best seller ni jamás serán leídos ya que no puede escribirse sobre las historias decadentes. Relatos con personajes en ruinas y miradas caducadas. Después de ingerir dos pastillas, se recostó de costado pues no se atrevía a acostarse de frente. De lado los recuerdos no se quedan callados, son tan habladores que enmudecerlos resulta espeluznante. Tan trágicamente realista como las deudas que pesan sobre la nostalgia.

La magia del crimen Tenía que acomodar un cadáver de tal manera que la sangre tuviera su mejor ángulo además que su rostro luciera más horroroso, así todos los que trabajamos en el Alarma tenemos que concursar en eso. Quién va a lograr sacarle al muerto su peor mueca, la más terrorífica. Día día nos peleamos por cubrir la riña callejera, el ajuste de cuentas, el filici-

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o dio y lo primero que preguntamos es ¿cuántas puñaladas le dieron?, ¿esta desmembrado? , ávidos de sadismo tal y como lo requiere la nota roja. Tal vez por debilidad o por cansancio vemos el crimen como algo común y el placer de la sorpresa se ha escapado de nuestro oficio. Al sentarme a redactar el drama o melodrama tenía que alegar a favor de la violencia; con el propósito que los lectores no olviden la magia del crimen. No puedo permitirlo, mi deber es preservar el pánico que anida en toda gran ciudad. Tenía más de una década trabajando a favor del culto a la grotecidad . Mi auditorio es toda una legión de sanguinarios, adictos a la teatralidad que culmina en hachazos o estrangulamientos. Me considero auténtico a pesar de manipular los hechos a las órdenes de nuestros editores. “Démosle brutalidad a la información, hagamos de este crimen toda una leyenda”. De esas que por su monstruosidad se quedan en la mente colectiva por muchos años. Cuando me encontraba junto a las victimas me sentía ya parte de los muertos y me quemaba un deseo diabólico de causar pánico. Si!, que los lectores tengan miedo, eso les complace. En el puesto de revistas se detienen solo si logras despertar en ellos lo macabro, con palabras como Matola, violola, mocharonle y los adjetivos escabroso, tétrico atroz, abominable…son los que me han popularizado y es entonces que mi labor sale victoriosa. Mi trabajo es honrado aunque haga cambios y hasta meta las manos para deformar la expresión en el rostro de los finados. Desde siempre la nota roja tiene su gloria, el crimen si paga y paga bien. Mi labor es describir el escenario y desatar efectos fisiológicos en los lectores, que suden, ¡que

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Alma Consuelo Hernández Olguín se caguen de miedo!.

Los tiempos cambian Desde pequeño me dijeron que el rosa era para las mujeres, el azul para los hombres y el amarillo estaba permitido para ambos. Las muñecas típico juego de niñas y los carritos para los niños. Quien se atreviera a cruzar esa frontera estaba en riesgo de ser llamado puñal por usar rosado o camisas estampadas. En mi caso estaba prohibido usar perfume, practicar deportes para debiluchos como el ballet y el nado sincronizado. A mí me atraía la gimnasia olímpica pero por el solo hecho de usar shorts y zapatillas mancillaban mi honor de macho. También me gustaba mucho el color morado pero mi padre un día se mofo tanto del cantante Juan Gabriel que llevaba una camisa morada brillante. Sus comentarios me alteraban, no podía concebir que la vida fuera tan selectiva. Me sentía como con un estigma, el de macho indomable e indoblegable ya que mis progenitores se hartaron de transmitirme lo que era bueno y aceptable y lo que era malo y reprobable. ¡Carajo! ¿Quién chingados dictó estas leyes? , me siento como animal de circo siendo latigueado por un domador de mierda. Que me digan quien fue para irle a partir su puta madre, que ya estoy a punto de pegarme un tiro de tantas mamadas. Cuando tuve novia me dijeron que me chingara a todas las viejas, y que me agarrara por novia la más pendeja con cara de santurrona. Al resto las clasificara como objetos desechables porque eran fáciles para abrir las piernas. Es por

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o ello que terminé casado con una vieja con la que no tuve sexo hasta el matrimonio y el día de la noche de bodas me di cuenta que no era quinto, me carga, preferí quedarme callado para evitarme la vergüenza de que mis hermanos me calabacearan. Tuve que hacerme el pendejo pero le daba sus madrazos para vengarme de su engaño. Además comencé a salir con una chava que conocí camino al trabajo. Nunca le mencioné que era casado, además no usaba el anillo, le argumentaba a mi vieja que esas eran pendejadas. La verdad que nunca me gustó que a mi hermana la traían como sirvienta lavando trastos y tallando el excusado. Pero nunca dije nada porque yo me la pasaba bien chingón acostado en el sofá viendo los partidos. Me gustaba esto de ser hombre a pesar que me limitaba a hacer ciertas cosas, por ejemplo cuando vi la película del rey león me dio un chinga madral de sentimiento cuando mataron a Mufasa y debo aceptar que se me escaparon unas lagrimillas y hasta tuve que aventarme el refresco encima para evitar que me vieran mis compas. Los hombres que lloran no son bien vistos bueno al menos en mi generación en las que ser joto era una vergüenza pública. Corrías el riesgo de ser apuñalado o apedreado por uno de los tantos defensores de los derechos de los heteros. Aquí en Querétaro varios perdieron la vida por quererse infiltrar en las zonas femeninas. Quien lo iba a creer que ahora hay gais por todos lados y les gusta publicar sus fotos besándose en el Facebook y muy orgullosos hacen del conocimiento público que están en una relación. Si me padre viviera, menos mal que ya está muerto o correría sangre. A mí no me incomoda juntarme

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Alma Consuelo Hernández Olguín con ellos pero que no se me insinúen o les parto su madre. De algo me ha servido la educación de mi padre a la antigüita aunque no hemos cambiado demasiado, seguimos en la familia correspondiendo a los patrones de siempre. Por ejemplo yo obligo a mis hijos a ir a misa todos los domingos a las 9:00 en punto. Mis hijos refunfuñan pero yo soy quien los mantiene y tiene que aguantarse. Por su puesto que se la pasan pajareando y cuando no alcanzamos lugar y nos quedamos en la puerta de la iglesia hasta yo me la paso mirando a los camiones que pasan y a las chicas sexis, solo las poquísimas que usan falda. La mayoría anda en pantalones aunque haga un chingo de calor. Si yo tuviera la oportunidad de enfriarme un poco los huevos me pondría unas de esas minifaldas para orearme. Pero las viejas no aprovechan las oportunidades, les gusta andar sudando la nalga con sus pantalones entubados. Lo que carecí de niño fue de abrazos, mi papá solo me daba una palmadita en mi cumpleaños y me llevaba a tomarme unos tragos en la cantina. La bebida se lleva bien con los charros, mi jefecito era todo un mariachi que se reunía en el jardín de los platitos con sus compañeros. A él siempre le gustaron los cigarros Raleight y el Don Pedro. Todavía cuando falleció se tomaba unas cubas. De algo me voy a morir decía mientras cantaba unas rancheras. Ahora que soy padre me siento incomodo cuando mi hijo me abraza. Mi mamá era la única que de cuando en cuando me apretaba fuerte con sus brazos. Ella también estaba limitada a la cocina, al lavadero y la plancha. Nunca la escuché quejarse pero de solo verle la mirada adivinaba que no se sentía satisfecha,

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o de vez en cuando la miraba sobándose las piernas de tanto estar parada. Mi plan de vida como me lo inculcaron mis progenitores era el de casarme, tener un trabajo donde ganara mucho dinero, el suficiente para tener una o dos amantes. Yo soy católico, es la fe que me inculcaron y no le busco en otras. Más vale conocido que malo por conocer, para que meterme ideas raras en la cabeza. Me han invitado a practicar yoga pero yo creo que esas cosas no son buenas para mí lo bueno es lo que conozco. Lo desconocido pues mejor ni le entro, no me gusta arriesgar, con lo que tengo estoy contento. Tengo una pantalla plana, un auto del 2014 , una casa de interés social y una mujer un poco guanga pero me lava mi ropa y atiende bien a los niños. No me acuesto con ella pero tengo quien me consuele cuando quiero. Hay ciertas cosas que siguen sin gustarme pero pienso que son más las ventajas, a pesar que a mí como hombre me tocó el trabajo rudo. Mi época fue de muchas restricciones y esta época de muchas distracciones. Los chamacos se la viven con los dedos en los teléfonos. A mí ni me dejaban ver la tele y en cambio ahora está permitido estar conectado todo el día. Hay Wi fi hasta en los parques públicos. Lugares que estaban destinados al descanso y a la convivencia de pareja; ahora se la pasan mandando mensajes por el whatsapp. Como han cambiado los tiempos, pero a la vez son similares. Seguimos aplaudiendo en los estadios, nos persignamos, obligamos a nuestros hijos a sacar buenas calificaciones y les damos permiso de irse de antro los sábados. A mí me gusta que los tiempos cambien, yo también soy al-

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Alma Consuelo Hernández Olguín guien diferente, nunca me ha gustado cambiar las reglas pero obedezco como buen ciudadano que es fiel a su patria.

Servilleta Guardó su cajetilla de mentolados al llegar al Tenampa, no quería ennegrecer su apariencia de hípster. Con los trazos de sus trenzas bien definidas se dispuso a beberse dos chelas, dos poemas que llevaba en una hoja arrugada y ensangrentada porque se pinchó al buscar en su bolso unas pulseras. Se acomodó en la mesa del fondo muy cerca de un estudiante de la facu de sociología. Dejó las chelas de lado; pensó en las formas de la tela del que recitaba en una esquina, formas tan similares a las caricias que recibía en la pierna mientras reía. No te pongas calzones, le decía, ella se engentaba de tanta adrenalina. ¡No pares!, pensaba mientras se sacudía. Uno, dos, tres…La cuenta de sus versos se traslucía entre su saliva, que mágicamente y sin razón se le escurría. Empapada, sus palabras parecían ahogarse en el trasfondo de un gemido intenso, genuino; tan rebosante que bien podría describirse como un alarido, como ese que se exhibe cuando se acuchilla algún marrano. Los oyentes se convulsionaron de solo verle; entonces sacó sus mentolados y el humo de su cigarro la dejó más verde, más divina. Las nubes de cigarro trastornan y más si se trata de cigarros ecológicos sin transgénicos. Ella fumaba

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o copiosamente, el movía la mano muy convincente. La mesa de pronto dio un salto desobediente. Ella trató de agujetarse los botines, el trató de aguantarse los espasmos. Ambos se empinaros otras chelas, ella se limpió con una servilleta. Ella olvidó una frase, el olvidó sonrojarse… ella miraba ligera, él se fundía en caricias. Salieron a las 11:40, ella pedía un taxi, él le acomodó los leggins . Él se fue caminando acomodándose la cartera. Entre recuerdos de la noche llevaba una servilleta. Compa, ¡que revueltas están las cosas! ¿Quieres desayunar unos huevitos revueltos? , revuelto estas de la mente cabrón, a ver, ¿ Cómo esta eso de que te vas de mojado?. ¿Acaso no tiene lo suficiente pa echarte un taquito y tus guamas?. ¿No ves que aquí están tu jefecita y tus chilpayates? , ¿ Pa qué te vas a cumplir el sueño americano?. El dólar sube y sube pero ta canijo con la migra y ya ves que quieren agrandar el muro. Además ya dijo la Leculeca que aquí no nos afecta que suba el dólar. Si ¿di?, claro, aguanta que las cosas van a estar mejor. Mira te voy a contar que a mí me visitaron aquellos tú ya saben quiénes y voy a sembrar en mis terrenos lo que me piden, así se hace harto varo, pos de que los tenga abandonados a ganarme una lanita yo le entro a lo que sea. La tierra tiene que servir para algo. Me ha dicho mi tata que es peligroso pero pienso que más peligroso es quedarnos sin nada, y yo la puritita verdad si me da miedo cruzarme la frontera. Pero lo que más miedo me da es que me den las

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Alma Consuelo Hernández Olguín ganas de largarme. Si he sentido deseos pero me aguanto porque no he juntado para pagarle a un coyote sino a lo mejor si me iba contigo. Que revueltas están las cosas José, tengo hasta revueltas las tripas, pero aguanto vara. Ya lo decía mi santa madrecita: Los fuertes no se jalan pal norte. Aquí se quedan a ver morir sus gallinas, a sus hijos a manos de los xyz por meterse en lo prohibido. Si te quedas voy a contarte algo…todo esta revuelto, revueltos los pastores con las hienas, revueltas las siembras de fruta con la yerba… Si te vas al otro lado seguro va a gustarte, pero vas a sufrirle porque a los feos no nos quieren los güerotes. No, ya al chile ¿te cuento porque me quedo? Pues porque estoy patas pa arriba pero ya que. Machín que da miedo pero ya soy el único de la familia que faltaba por entrarle, ¡ya soy miembro de los valientes! Mira compa, supiste de los albañiles, los que se torcieron, todo por ponerse a construir unos túneles, mejor ni le entres, vente pal gabacho conmigo. Allá podemos comprarnos una troca, no podremos salir a muchos lugares pero pues las cosas ya están revueltas, no podemos ni quejarnos.

Para tener dulces sueños con un ogro Había una vez un país habitado por ogros y humanos. Los ogros gustaban por infundir siniestras intenciones en las mentes de los humanos. Durante la noche se metían a voluntad en los sueños y organizaban los recuerdos de tal manera

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L a Te s t a d u ra , u n a l i t e rat u ra d e p a s o que parecieran ciertos; algunos los eliminaban para hacer perder todo sentido de arraigo. Arraigarse a la tierra les permitía olvidar. Entonces no recordaban su verdadero origen. El lugar de donde provenían no eran las antiguas civilizaciones, todo era una maquinación bien organizada. Se trataba de recuerdos insertados.. Los ogros tenían misiones especiales dentro de una jerarquía. Había quienes se encargaban de insertar y/o fabricar recuerdos o eliminarlos, otros se manifestaban en los pensamientos para ordenar al adepto qué hacer, qué sentir o qué decisión tomar. Era una vocecita que se manifestada en todo tiempo. Otros simplemente aniquilaban a sus adversarios y mantenían el control de los seres en vías de certificarse como maestros de los temas jamás revelados. La orbita se controla con energía ellos emiten y la que extraen de las conglomeraciones, En cada mitin, manifestación o reunión con un movimiento bien conocido por ellos pueden absorber la energía de los asistentes, así se mantienen joviales y también les sirve para revertir la entropía. La furia, codicia y otros agregados los controlan y por ello su rostro se transfigura con el tiempo en más horrendo. Los ogros no se miran al espejo por temor a sus propias culpas que los asaltan solamente cuando no toman su medicina. Un sorbo de frutas calientes les mantenía la conciencia libre de remordimientos aunque al grado en que la mayoría se encontraba no había necesidad de apaciguarse. Su condición ya estaba instalada en la violencia y el caos. Basta cerrar los ojos y deslizarse por el mundo onírico para ser visitado por los ogros, Mordo y sus secuaces quienes

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Alma Consuelo Hernández Olguín están al mando de ordeñar las mentes, dejarlas vacías para después llenarlas con conceptos igualitarios, todos deben pensar lo mismo. Deben tener el mismo código moral, el mismo Dios, usar la misma ropa, desear la misma nave espacial, tener el mismo modelo ideal de ogra y de ogro. El concepto de belleza es universal y los sueños también son universales, soñamos con un mismo propósito, el de salvaguardar la permanencia de los 13 ogros y sus familias. Sueña con ellos, prepárate para encontrarte de frente con sus enseñanzas y a olvidarte de todo cuando despiertas, no van a permitirte un solo recuerdo, pero disfruta el viaje mientras puedas. Si deseas tener dulces sueños, ponte en guardia, no duermas con las luces apagadas porque vienen y están listos para mantenerte distraído, hacerte navegar por un mundo que es muy real, pero cuando despiertas en la cama ya te habrán hecho olvidar.

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Alma Consuelo Hernández Olguín ( Alma Chely) Egresada de la Licenciatura en Lenguas Modernas en Inglés de la Universidad Autónoma de Querétaro. Estudia la maestría en creación educativa. Fue columnista en la revista electrónica Cinco centros de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en el 2012. Ponente en el Encuentro Nacional de estudiantes de Literatura y lingüísticaTijuana 2012 y del 2o. encuentro Nacional de Talento artístico. Artes Literarias. Región centro sur de la ANUIES, Tlaxcala 2013.Participó en el XXIII Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes en la mixteca oaxaqueña 2015 y en el foro Internacional "El mundo literario contemporáneo - Literatura y todas las artes en defensa de la paz y la conservación de la tierra" 2016. Ponente en la segunda mesa de las Jornadas de Poesía en Querétaro 2016 en el SUPAUAQ.


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