Expiación por Julio César Cervantes "El Diablo"

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Expiación Julio César Cervantes “El Diablo”

Ejemplar gratuito Prohibida su venta :



Dirección editorial: Mario Eduardo Ángeles. Imagen de portada: (Sin título) por Julio César Cervantes “El Diablo”. Fotografía de contraportada: Fernanda Vilares. Ilustraciones: José Manuel Bañuelos “El Pulpo Santo” Textos: Julio César Cervantes “El Diablo” Edición: Mario Eduardo Ángeles.

La Testadura, una literatura de paso. www.issuu.com/latestadura latestaduraliteraria@gmail.com México. Octubre, 2018. Síguenos por Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. La Testadura, una literatura de paso, hecha para olvidarse en los lugares públicos o salas de espera.



Expiación Julio César Cervantes “El Diablo”


Expiación

Esta edición fue patrocinada por Roberto Soto y Lourdes Pérez. La Testadura les agradece su cariño por nuestro amigo Julio, y su generosidad para que este ejemplar llegue a más personas.

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CONTENIDO Dedicatoria 9 Prólogo 11 Expiación diurna 15 Oda al viejo policía 16 ¿Cuál diferencia? 18 Vamos a pedir fiado a otra cantina 19 Paisaje casi japonés 21 Tengo un momento para ti 22 Entre nubes de hebritas los cielos 23 pierden su color. (erótico) Algo en ti 25 No lo creo 26 I, II, III 27 Y pá donde? 28 Tiempo 29 (Sin título) Con el sol a mi lado 30 Sin título 33



La Testadura, una literatura de paso

Dedicatoria Esta pequeña plaquet está dedicada a los amigos de Julio y Ale: todos esos verdaderos amigos que nos acompañaron, nos quisieron, que celebraron nuestro amor, todos ustedes que fueron felices con nosotros, que rieron en casa, en el estudio, en el taller, en las fiestas, en las cantinas, en las hermosas calles queretanas, los que nos vieron bailar por las plazas y las fuentes, y bailaron con nosotros, los que nos cuidaron en nuestros momentos de debilidad, los que llamaron o visitaron para saber cómo seguían las cosas tras una operación, un viaje, un regreso a casa por carretera… los verdaderos amigos. Les entregamos aquí algunos poemas publicados en diversos compendios y otros inéditos, iniciando con el tema de las fiestas y el alcohol, pasando por sus peculiares poemas que mezclan un tierno romanticismo con toques de erotismo, para terminar con un par de textos que de forma peculiar quedan fuera de todos los temas de los que él solía escribir: la edad, la madurez y la muerte. Con el profundo amor y la admiración que he sentido por Julio tras casi veinte años de co-

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Expiación nocerlo, les comparto esta selección, misma que, al recorrer sus páginas nos permite recordar su original forma de transitar la vida, así como escuchar su ronca, alegre y peculiar voz. Ale Lobato

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La Testadura, una literatura de paso

PRÓLOGO Querido Julio: Te cuento que me han considerado para escribir el prólogo de esta Testadura que desafortunadamente no podrás leer. En ella se incluyen una serie de escritos de tu puño y letra. Me han hecho el tremendo honor... Debo confesarte que anteriormente hice el intento de escribir este prólogo pero el resultado fue una historia de cómo nos conocimos y al parecer eso no era precisamente la misión que se me había encomendado. Pues bien, aquí estoy de nuevo. Déjame decirte que esta compilación incluye algunos de tus clásicos como el del VIEJO POLICIA; muchos de los que tuvimos el placer (o el disgusto algunos) de conocerte lo ubicamos perfectamente, aunque debo decir, era infinitamente más placentero escucharte recitarlo con ese estilo que sólo tú poseías. También está TENGO UN MOMENTO PARA TI, mismo que tuviste a bien compartir con tu queridísima Rumorosa Blues Band para que tomara lugar como la rola numero 8 del disco Tómese Poco a Poco. Particularmente en ésta quiero agradecer tu confianza y desprendimiento que tuviste para permitirme meter la cuchara y hacerle modificaciones a la letra el día que la transformamos en canción. Gracias por de-

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jarme añadir esa frase (a la canción) que, sin que lo supiéramos ese día, hoy se ha convertido en tu slogan: MI MOMENTO, ES TU ETENIDAD. Haré de tu conocimiento que debutan un par de escritos que tenías inéditos (soy testigo de ellos, ya que los vi y los leí a unas semanas de tu muerte) llegaron aquí porque después de tu partida tu amada "niña" Ale Lobato, seleccionó algunos poemas que encontró regados en su estudio, y que ahora son parte de tu legado... letras "perdidas" que habías botado por ahí, igual que hacías con los cigarros y la cordura en las borracheras. Mi entrañable y eterno Maese, no soy quién para hacer análisis, comparativas y esas cosas raras que hacen los que saben de literatura cada vez que hablan del trabajo de alguien más. Sólo soy tu amigo, tu hijo del camino, tu compañero de guerra en la música. Soy alguien que te quiso profundamente y que te admirará por el resto de mis días. Te conocí a mis 7 años y te despedí a mis 37, te vi caminar por la ciudad y te vi partir en una urna que contenía tus cenizas, sólo soy el que te llamaba "la armónica carcelera" y que ahora llora tu ausencia. Soy tan sólo uno más de tantos a los que les dejaste unos zapatos muy grandes por llenar. Tu música, tu cocina, tu serigrafía, tu escritura, tu obra, tu vida en sí, hablan por sí solas,


no necesitas de mĂ­ ni de nadie para hablar de ello. Tiemblen corazones, ensordezcan oĂ­dos mamoncitos, cierren los ojos delicados, a la chingada los persignados... Se ha desatado EL DIABLO. Con amor, Pek.


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Expiación diurna Temprano y de mañana encontré cerrado el templo toqué la puerta de la sacristía, abrió el sacerdote me permitió pasar y fuimos al área de los sacrificios. Estaba oficiando misa de tres ministros, uno picaba el hielo otro le ponía el limón y el superior la sangre de Cristo para conjurar los pecados concebidos crudos. (Publicado en “El vino, una historia que se cuenta a tragos” , Eólica Grupo Editorial. 2013)

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Oda al viejo policía ¡Oh! Viejo policía ¿recuerdas aquellos tiempos en que andabas por estas calles donde todos se conocían y reconocían tu aptitud para localizar al ratero al marihuano al robachicos a los violadores a esa parte de esta sociedad que le gusta andar entre las sombras y con tu ojo de águila los descubrías? ¡Oh! Viejo policía ¿recuerdas los domingos cuando pasaba la gente se quitaba el sombrero te llenaba de salutaciones y regalos? ¡hasta te parecías al párroco! ¡Oh! Viejo policía. ¿recuerdas?

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La Testadura, una literatura de paso Todos te llamaban Para bajar al gato del tejado, para calmar la riña entre las putas, para ponerle un quedito Al cabrón del marido que había masacrado a su vieja, (eras mejor que el párroco pues no tenías que andar escondiendo la macana). ¡Oh! Viejo policía. Ahora existe un pequeño cambio: Tus compañeros, son unos hijos de puta Y los párrocos, Ahhh los párrocos… Siguen igual: escondiendo la macana.

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¿Cuál diferencia? Dicen que el alcohol Promueve los instintos Que las historias viejas Están plagadas de beodos Que casi todos mis amigos Son unos borrachos Que las paranoias son inestables Que la vida es un churro Recubierto de azúcar Solamente si fuera español Lo tragaría para bajarme la cruda.

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Vamos a pedir fiado a otra cantina Como dice Mike Laure “Caminando por las calles sin parar…” Pasamos casi a ciegas Por ese lugar Pero el pudor La sensación de eso Nos llama Lentamente, suavemente Sin prisas Hasta la barra ¿Está el patrón? Si, No, Vale madres Ahí me las apuntas…

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Vamos a pedir fiado a otra cantina

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Paisaje casi japonés Tarde pero justo a tiempo, los nuevos brotes estaban listos: ahora había que tener paciencia, ya que… cuando el chilito está en flor, todos aguantan por el fruto.

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Tengo un momento para ti Tengo un momento para ti Para qué deseas más si con eso tienes todo si te doy de más te empachas y te pierdes. Yo soy como los buenos tragos Que se toman poco a poco Que no llegan a hostigar Ni saturar tu paladar Y la prueba es Que me pides más y más Tengo un momento para ti Un solo sólo momento No me pidas más De veras no Que con eso existirás.

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La Testadura, una literatura de paso

Entre nubes de hebritas los cielos pierden su color Mmmmmm Qué rico hueles Meterme entre tus cabellos Y aspirar Mmmmmm Concentrarme En tu fragancia Dejar correr el momento Mmmmmm ¡Qué pinche vida! Mmmmmm ¡Qué esto o lo otro vale madres! Mmmmmm Que qué tengo que hacer

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Expiación O deshacer Estar así contigo Es un buen viaje Solamente olerte Hssshssshsssh Llenarme de ti Hssshssshsssh A veces pienso… Que me faltan manos. (Publicado en Revista Crótalo, Querétaro. Mayo 1998)

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La Testadura, una literatura de paso

Algo en ti Existe algo en ti Que me llena Hace que estĂŠ completo (casi) cuando los tengo entre manos o entre las piernas o sencillamente frente a mis ojos: ÂĄTus pechos!

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No lo creo Apenas te olí anoche, y no pude dormir. Tu olor llenó todos los poros de mi cuerpo. Me levanto con sueño y pensando en ti me baño, y tu olor lo traigo en la punta de la nariz.

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I Se mueve por La casa Meciendo el viento Que vuelve a entrar Por la puerta

II Y ella Caminando…

III Despierto Con el día Es tarde Recuerdo ¿mi sueño? Cubro mi cuerpo Con la tela Y sorprendido Descubro El regalo Que me ha hecho

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Y pa´dónde…? Yo sé que no mientes cuando me dices “te quiero” Yo sé que no… Mientes (¿?) ¿Qué te hace decir que me vaya o que regrese?

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Tiempo DĂŠjame tocar Tu cuerpo, Para hacerte vibrar En una nota Sostenida Y dulce Hasta el fin De la noche.

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(sin título) Con el sol a mi lado He dejado atrás muchos caminos Muchos Muchos caminos En donde cientos de árboles Le procuraron sombra a mi cansancio. Las estrellas por miles En el camino a casa Han revelado que mis sueños En vez de desfallecer Camino a casa Florecen. El viaje está hecho La travesía ha terminado Mis manos te tocan Y duermo tranquilo. Quedaron atrás las penas Que nublaron este largo camino Para tenerte conmigo. Te tengo, nena, te tengo Ya todo quedó muy lejos.

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Te tengo nena, te tengo Al final de este largo Largo camino a casa.

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La Testadura, una literatura de paso

(Sin título) Salgo a la noche cerrada por la obscuridad, las sombras rondándome obstruyen la vista, hacen más inaccesible a la noche, levanto la vista e intento ver que hay más allá [de mis narices, lo oscuridad es casi (casi) total. Mi mano extendida frente a mí se pasea cual [invidente en una fiesta de disfraces, a nadie reconoce, sin embargo sigue buscando [donde apoyarse, necia de toda sabiduría: el [[instinto la lleva y sabe que me lleva, no sé a [[[dónde pero me lleva siempre actuando así: ella por adela y yo [detrás… Parece que acabamos de salir a alguna calle, venimos desde allá, ahora intentaré ver qué me depara el destino. Las sombras se hacen más densas, los parpadeos de los arbotantes son más [intensos. De entre las nubes se cuela un haz de luna, e [intenta alumbrar mi camino. Todo es una calma casi dicha… Alguien me sigue, estoy seguro. Camino más rápido (o eso creo), trato de llegar a la avenida principal donde las [luces son estables,

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Expiaciรณn lo estoy logrando, estoy por llegar, es un hecho que llego, la luz de aquellas lรกmparas es mi fin, es mi fin y revoloteo a su alrededor hasta que [muero. Jcc. 2015-17?

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Julio César Cervantes 04 Abril 1953 - 02 Julio 2018 Cada palabra escrita en esta compilación es el reflejo claro de la gran personalidad de Julio César Cervantes “El Diablo”, queretano de corazón y amante de su tierra, nos deja escuchar en su poesía irreverente y sincera, llena de indudables acentos rasposos como su voz, con un extraño tono chilango (ese de barrio) y una cadencia en los finales de sus frases cuando un tema lo apasionaba, logra envolvernos en su locura, en su sinceridad, en su arrojo por la vida. Es muy grato reconocer en sus palabras un buen trago, el consejo de un amigo, la ternura de su ser, la ironía constante, el Diablo nos lleva a conocer sólo un poco de su personalidad. Carente de métrica y ritmo, cada poema es especialmente caótico e intrigante, suena cotidiano y lo es, tal cual el autor fue siempre; la sabiduría de disfrutar cada momento se deja ver en la desfachatez de los siguientes escritos, tan sinceros, tan diabólicos, tan Julio, únicos. Flor Moreno


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