Dirección editorial: Mario Eduardo Ángeles. Edición: Mario Eduardo Ángeles. Textos: Alberto Avendaño, David Álvarez, Doroteo Chango, Vagabunda, Jenaro Trujillo González, Mario Eduardo Ángeles, David Aleph Chavero, Iván R. Delgadillo y Diego Isassi. Portada: “Hemorragia” (óleo sobre tela) de Salvador Huerta Mora.
La Testadura, una literatura de paso. www.issuu.com/latestadura Www.latestadura.wordpress.com latestaduraliteraria@gmail.com México. Mayo, 2019. Síguenos por Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. La Testadura, una literatura de paso, hecha para olvidarse en los lugares públicos o salas de espera.
CONTENIDO • SERENATA PARA QUE NO TEMAS —-7
Alberto Avendaño • SUPONGAMOS… —-8
David Álvarez • BITÁCORA 33: DESCRIPCIÓN
DEL CRUJIR ESTOMACAL —-11 • CARAMBOLA —-12 • BAJADA POR ATRÁS —-12 • LOS ENCANTES (MARÇ, 03) —-13 Doroteo Chango • POÉTICA —-14 • ESPERA —-15 • EL ENGAÑO —-15 • PIEZA —-16
Vagabunda • DRAMA PEATONAL (ACOSO FRUSTRADO) —-17
Jenaro Trujillo González • UNA CHARLA EFICIENTE CON
ALCÓHOLICOS ANÓNIMOS —-19 • LA MORAL DEL TRAFICANTE —-22
• AMANTES CON MALA SUERTE —-24
Mario Eduardo Ángeles • CUERPO —-26 • AMOR, PASIÓN Y VIOLENCIA —-27 • LO DE MENOS —-28 • SANGRE, SEMEN Y SALIVA —-29
David Aleph Chavero • PENSAMIENTOS VAGOS, NADA MÁS —-30 • DICEN QUE TE VAS —-31 • VACANTE —-31
Ivan R. Delgadillo • DISCURSO DE REBELIÓN A MI SER —-32
Diego Isassi FICHAS BIOGRÁFICAS —-35
La Testadura, una literatura de paso
SERENATA PARA QUE NO TEMAS Alberto Avendaño Cuando quedemos en silencio y una a una se apaguen la estrellas. Cuando las galaxias hayan colisionado y el universo se contraiga, te llevaré a dar un paseo por lo que resta del cosmos y rogaremos acabar como fósiles en algún asteroide, para que las civilizaciones hoy ignotas, ante el fin de los tiempos, se deleiten al estudiar nuestra procedencia. Cuando esté cerca el momento y tú y yo no seamos más que dos esqueletos y en nuestras cuencas aniden luciérnagas tal vez el tirano se arrepienta y cumpla su promesa de resucitar a los muertos, será preciso que decore tu esternón con perlas. Pues, ¿quién quiere ser juzgado mal vestido? ¿quién asiste en andrajos a su funeral? Cuando la humanidad se haya mudado a las cavernas y estemos solos tú y yo, mi amada. Te recostaré en mi pecho para contemplar el smog del firmamento, mientras esperamos contaré una historia para que duermas.
Cuando lluevan calamidades
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7° Aniversario. La Gala Nostra sobre nuestra casa y una peste oscura caiga en la tierra, te abrazaré con tal fuerza que nos fusionaremos, provocaremos una gravedad tan intensa que crearemos el gran hoyo negro. Será un final precioso, el amor habrá acabado con el multiverso. Cuando la luna se desmorone y caiga sobre nuestras cabezas. Cuando el maligno jale de tus pies mientras tomas la siesta. Cuando los polos se inviertan o el planeta estalle aquí estaré tomando tu mano, susurrándote al oído esta cantaleta. (Del libro en la habitación a oscuras, Rey Chanate ediciones, 2019)
SUPONGAMOS… David Álvarez Supongamos que te miro directamente a los ojos y te digo lo que nunca me atreví a decirte. Supongamos que te preguntas sobre la veracidad de lo que aquí se dice, algo que dejo a tu criterio dependiendo lo que concluyas. Quizá la respuesta es obvia, ya que me he tomado la molestia de escribirte, no obstante, existe la posibilidad de que sea un juego, un recurso creativo
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La Testadura, una literatura de paso para ver tu reacción ya que estoy seguro que no te ofenderá. Supongamos que tú no eres tú o, más bien, que no te llamas como tú. Supongamos que te llamas F y que te has quedado sin apellidos, aunque no sin historia. Supongamos que me llamo D y que en realidad no soy yo, sino una abstracción a la cual puedes darle forma con solo decirlo. Supongamos que escoges imaginarme con un cuerpo de elefante y cabeza de avestruz y que soy una figura extraña, aunque graciosa para ti. Supongamos que te gusta responder en demasía, que me dejas de escribir tan cortante como sueles hacerlo y entonces formulas tratados o manifiestos por cada pregunta que te hago. Supongamos que ya lo hiciste y que, en resumidas cuentas, me dices que no pasaría nada entre nosotros. Supongamos que mi respuesta es que, en realidad, yo no quería nada sino contarte mi situación. Supongamos que después de leer esto lo olvidas y me invitas a pasar un rato juntos, comer algo, escuchar música y comprar cerveza. Supongamos que me cambias la forma y vuelvo a ser yo, porque, ¡qué miedo sería caminar con un elefante con cabeza de avestruz por tu calle!, además de que no tendría dinero porque los animales no reciben salario y ni siquiera tienen pantalones para guardar la cartera. Supongamos que te digo que me gustas y no pasa nada, que todo alrededor no es más que una desfachatez producto de la alteración cerebral después de años de consumo de sustancias nocivas. Supongamos que te encuentras en algún lugar en el mundo en el que quisieras estar desde siempre. Que todo tiene sentido, que estemos en el lugar soñado para cada uno y que no exista mayor felicidad que esa. Supongamos que todo perece, quede en ruinas y volvamos a ser nosotros, que regresamos el tiempo a cuan-
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7° Aniversario. La Gala Nostra do nos conocimos y supongamos, más aún, que recordamos el día exacto porque ni siquiera lo sabemos. Supongamos que nunca llegamos a conocernos y que nuestras vidas siguen siendo las mismas, tan patéticas como nuestras circunstancias nos lo permitan. Supongamos que estamos condenados a la simpleza, a no importarnos más de la cuenta, ni significar más que lo que otras personas significan para nosotros. Supongamos que volvemos a casa y ponemos música y sin darnos cuenta tenemos la misma canción. Supongamos que el insomnio nos llega a la misma hora junto a los temores y que compartimos, sin saberlo, las mismas miserias. Supongamos que por azar nos encontramos, pero como no nos conocemos, pasamos de largo apenas mirándonos. Supongamos que escribo acerca de un personaje parecido a ti y que eres tú, en esta realidad. Supongamos que tú nunca escribes sobre mí sino sobre otras personas que te enamoran, que los describes de tal o cual manera y que soy el resultado de la ausencia, de cada palabra que no pusiste. Supongamos que hay mundos existentes a partir de lo que no nombramos y que yo exista ahí, sentando en un café escribiendo sobre lo increíble que sería vivir en otro mundo. Supongamos que lo que escriba en ese otro mundo se manifieste en el tuyo; que describa unas hojas azules y aparezcan afuera de tu casa sin ninguna explicación. Supongamos que insistes en no escribirme y que yo escriba insistente en lo que no existe, pero puede existir. Supongamos que entre tantas letras entremos a una paradoja y que hallemos sin querer el punto exacto en el que atravesamos dimensiones y que me encuentre escribiendo esta carta en mi cuarto mientras tú lo lees quizá con una sonrisa o una sensación extraña
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La Testadura, una literatura de paso porque de quien hablo es de ti. Supongamos que de esta paradoja, el universo implota y vuelve a explotar hasta expandirse y nos regresa a donde estamos situados. Y que siempre ha sido así. Supongamos que nada recordamos y que estamos cada uno en su lado, sin ninguna diferencia. Supongamos que pensaste en una posibilidad de lo que te conté y que ese instante lo guardas para tus soledades. Supongamos que hago lo mismo y que entonces tenemos un mundo que no es y, sin embargo, existe. Supongamos que te miro directamente a los ojos y te digo lo que siempre quise decirte…
BITÁCORA 33: DESCRIPCIÓN DEL CRUJIR ESTOMACAL Doroteo Chango Nunca he servido para nada no puedo dormir hasta que amanece con asteriscos * sueño cuando despierto e intento escurrir mi sueño mojado ay, madre puta seré narco plantar & cosechar ¿vender nunca ha sido tan fácil ? & ahora/ en tiempos de #s y revoluciones glandulares: os traigo la droga venid, pagad, huid (le doy al F5 pero no germina nada) % de las ganancias en honor a mis muertos
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7° Aniversario. La Gala Nostra ya vi apocalipsis now/ conexión interrumpida dentro de poco lloverá durante milenios {jálale bien, por si acaso }
CARAMBOLA Doroteo Chango Imposibles anotes para hoy cuando cae el sol doradito el camarón así como las pestañas & las barbas Rondas el mezcal del cerebro, las marihuanas secretas de los intestinos te estiras en vano para alcanzar el papel de baño mojado & caes con una sonrisa de frijol mientras sorbes café negro como tus pensamientos Ollín gastado & reciclado se forma en tus tímpanos, te mofas de tus ácidos placeres buscas la embriaguez, quieres lo que te imaginas y te salvas de la muerte cada vez.
BAJADA POR ATRÁS Doroteo Chango “There's a non-existent peace in the uncertain quietness” F.P.
El atardecer rojo de Querétaro a través del vidrio polarizado de la ruta 64: El atardecer rojo de Querétaro que me hace tiritar cual beso tronador al tímpano: todo Yo por el camino de las nubes color de mi sangre : temblor de alma y de cojones = quel escapulario de ésta ruta a oscuras
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La Testadura, una literatura de paso (por la ventana me veo pasar corriendo sin mirar atrás) ¿Quién libera al aire que las gentes esconden en las jaulas de sus azoteas? ¿En qué ferretería ése pegamento para robarlo y darme en casi toda esquina y fijar unas palabras hasta el zumbido o la sombra nocturna (secreto liberador) y salir corriendo sin mirar atrás?
LOS ENCANTES (MARÇ, 03) Doroteo Chango El caminar, las ideas, los sitios para sentarse, las caras con que te cruzas y tus muecas. Un bebé, el anciano, un mendigo con el brazo torcido, un violento, las palabras de las prostitutas del Raval, la conversación casual de los policías que pasean en pareja, los piratas de la calle, el paseo por los encants, los trastos viejos, los velos de las musulmanas, su caminar agarradas del brazo, el olor a bar de mediodía, a calamares fritos y cervezas derramadas, las colillas, la mezclilla vieja, los abrigos baratos, bragas, churros, sostenes, refacciones varias, porno de todo tipo, folletines, gafas, muebles, posters, libros viejos, fotografías, sellos, chapas, webcams, audífonos, colecciones de discos, enciclopedias malas y viejas, gorros, pulseras, peines, cafeteras, discos, toallas, utensilios de cocina, caras arrugadas, sonrisas de la calle, moda ecléctica, pantalones rosas, botas a la rodilla, gafas enormes, flecos, carteras desgastadas, lanzas, katanas, cuchillos, ropa militar, bande-
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7° Aniversario. La Gala Nostra ras, paños, maquillaje, neveras, bicicletas, día de mercado, de trueque, d’enfonsament en la multitud, de búsqueda pequeña en lo grande, de céntimos y regateos, de ajustes de cuentas y curas de resaca, de bocadillos sabor a billetes, de techos listos para la lluvia que viene o no viene o cae cuando se le antoja, todos juntos amorfos anormales caminamos y encontramos el ritmo escamoteado por la ciudad, volvemos a vernos las caras, las verdaderas caras de las gentes reales que tienen pelos y a veces no se afeitan o se cambian la ropa un día no otro día tampoco, y eructamos sin pudor, pedimos un palillo y escupimos haciendo a un lado al perro y nos abrimos paso apretujándonos sin que sea personal pero con rabia de sábado, ariscos y carnales, prontos a disfrutar hasta el último puesto, el último jalón, la última mirada dura por saber o no saber juntarnos para calentarnos un poco, hacer chocar las ondas y remover los deseos.
POÉTICA Vagabunda I Ecos banales en medio de las dunas nocturnas, lejos, muy lejos en el cielo estrellado se oye el cantar cadencioso de una melodía triste irradiada de una de las luces del creador. Vagabunda escucha, medita e intenta escribir. II Entre sonidos rotos, voces entrecortadas, cielo gris, tierra húmeda,
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La Testadura, una literatura de paso la soñadora viajera escribe las bonanzas y desventuras del estepario desierto. En esa mano cubierta de esperanzas, sueños y virtudes, se hallan como tatuajes, letras danzarinas, que encuentran espacio y voz en las hojas emanadas de la corteza de los árboles.
ESPERA Vagabunda El viejo poeta siempre pregunta: ¿qué es la espera? ¿oficio? ¿una habilidad? ¿gurú? La vida le responde: -Hombre la espera no es una bola de cristal. No es guardar un algo, ni mucho menos es algo que se encuentre. La espera es algo simple y quizá fugaz, un ocaso, un pensamiento, ente volátil y que no todos poseen. Cualidad disfrazada de verdad, existencia cegadora y ensordecedora. Es la negación al impaciente, al frustrado, al necio. Universo o la nada…
EL ENGAÑO Vagabunda
Hálleseme a tres cervezas de la realidad
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7° Aniversario. La Gala Nostra tres cervezas de ti… Hablo de todo y de nada converso con la sombra de las botellas, una o dos frases que te evocan. Si los oídos que me oyen, saben escuchar entienden que solo eres tú en mi cabeza; esa mirada embelesante, sonrisita amiguera. Mundo reducido a noches insomnes, sentimientos inmanejables, ¡Aprisionada a un enamoramiento ciego! Vaya necedad la mía… Reincidente quimérica que al mejor postor entrega el ser sin reserva. Asida de un querer sin correspondencia. Madrugadas delirantes, en que me falta tu abrazo; inquiriendo en el sueño, donde todo tu estas y me creo que te quiero y me adoras ilusión pueril anidada en mi mente.
PIEZA Vagabunda Nido ilusorio, cubo de pensamientos, cual humo de cigarrillo vuelan revueltos. Rincón de arrumacos falaces, advenedizos amores que ahora fantasmales habitan este lugar.
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La Testadura, una literatura de paso ¡Eteriedad residente! Morada para noches de vigilia, obscuridad silenciosa evocante añorante de tiempos perdidos.
DRAMA PEATONAL (ACOSO FRUSTRADO) Jenaro Trujillo González Las botas de Miguel que andan seguras; el pantalón de mezclilla que se mueve con decisión rítmica, pintando de color azul el aburrido jueves de este septiembre ventoso, medio nublado. Las botas siguen por el parque, llegan a la esquina, calculan el tiempo y cruzan la calle, suben a la banqueta, siguen andando; Miguel es un experto peatón. Las piernas de Blanca saludando al mundo bajo la falda, los pies esbeltos pisando con fuerza en las sandalias de piel que los resguardan. Una Blanca adorable, sabedora de lo suyo, ufana pero discreta; anacrónica, en su indumentaria primaveral. El morral al hombro, el escote holgado, el collar y las gafas negras, sus labios y su lipstick: Blanca, todo un portento de coquetería. Semáforo en verde. Blanca doblando la esquina frente al parque. Silbidos, bocinas, rumores de multitud; Miguel, al otro lado, recibe un folleto de publicidad. Blanca espera el siguiente cambio de luces. El sol que se asoma, la falda negra en un juego malicioso con el viento. Miguel distraído en su folleto, muy cerca, a unos pasos de Blanca. Los ojos de Miguel que se levantan. Mirada al frente. Impacto visual, aguja de luz en la retina. Los ojos de Miguel que han encontrado las piernas de Blan-
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7° Aniversario. La Gala Nostra ca y se desvanecen, noqueados por la sorpresa de carne frente a ellos. La mueca de Blanca, la saliva de Miguel que se acumula bajo el paladar, las bocinas, los pasos, la multitud que atraviesa. Cambio de luz. Los pies de Blanca en dirección al norte. Miguel, absorto, la mira sin parpadear. Blanca que no se detiene; Miguel de una pieza, atolondrado e inofensivo, achicado, pequeñito. Blanca se aleja. Gente que choca y se interpone, letargo que se apaga y la prisa, urgencia que corre tras las sandalias y los pies esbeltos. Un par de bellísimas piernas extraviadas. Los ojos que se desesperan, la ansiedad de la libido que se derrama por toda la avenida; el diminuto horizonte frente a Miguel no revela algo de esas sandalias, ni de la blusa de tirantes o la falda negra. Ciudad que se contrae, que devora, que es una mierda: ¿Dónde diablos se metió? Miguel mesándose los cabellos, avanzando lentamente, mirando al norte con urgencia, estirando el cuello sobre la gente a su alrededor. Blanca en la pequeña boutique, mirando con desapego las prendas en exhibición; luce aún más bonita con las gafas en el escote, las pestañas largas y el brillo en la mejilla. Hay un poco de sudor en su hombro derecho, un sudor tan hermoso como femenino, toque involuntario de sensualidad. Las gafas que regresan a su lugar. Blanca se acomoda la cabellera, da las gracias y vuelve a la calle. Miguel que sigue en la búsqueda, que hurga entre la gente. En un desliz, su cuello gira y Blanca está frente a sus ojos; la simetría de las piernas bajo la falda negra, la blusa de tirantes, las sandalias de piel; Miguel inmóvil, incrédulo porque, de hecho, esas sandalias se dirigen hacia él. Blanca distraída, indiferente, salerosa. El tiempo
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La Testadura, una literatura de paso se queda quieto y Miguel es un muñeco de plástico, un cero a la izquierda, una cosa inútil que no deja de mirarla; impacto visual: escote, piernas, sandalias; Miguel que quiere decir algo, la saliva que se hace bolas, la lengua que no responde, sonido gutural y deforme que no articula palabra. Las hermosas piernas junto a él, pasos de fuego sobre la banqueta, los cabellos rozando su hombro al pasar. “Uy, que bonito huele”; espinas de aroma en la nariz de Miguel. Tontera, abstracción, silencio. Blanca sigue de largo, se aleja, se pierde en la multitud y encuentra otra boutique. Miguel se siente un tanto estúpido mientras continúa con la mirada al frente, las manos en los bolsillos, la media sonrisa del ya ni modo y la cara de pendejo. La gente que lo empuja, el mundo que no se detiene. “Es que estaba bien buena”, murmura Miguel, mientras da la vuelta y se aleja.
UNA CHARLA EFICIENTE CON ALCÓHOLICOS ANÓNIMOS Mario Eduardo Ángeles Ahora que ya estamos aquí, reunidos todos, en una situación incómoda para los que somos nuevos, habitual para aquellos que no lo son. Quiero, o creo que debo, comenzar con mi historia, me llamo Mario Eduardo Ángeles y soy alcohólico, a los doce años me tomé media botella de tequila por el desaire de una mujer, a los quince me escapé de mi casa y me reunía con varios amigos, diario comprábamos un cartón cerveza, al mismo tiempo que buscábamos fiestas, que, aunque no estuviéramos invitados, siempre nos dejaban entrar. Regresé a mi casa y a los dieciocho, me salí nuevamente de manera definitiva de mi casa, llegué a vivir, pri-
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7° Aniversario. La Gala Nostra mero solo, después con otros amigos, todos estudiaban psicología y a diario teníamos fiesta en casa, la bebida de la casa era Uruapan; unos estaban apenas en el propedéutico, los otros ya llevaban media carrera y los últimos casi se graduaban; yo aún seguía estudiando en la preparatoria. No estoy seguro que fueran mis mejores años, pero se parecen mucho, los extraño igual a que si lo fueran. Después viví un par de años con mis abuelos mientras mi abuelo se moría, en esos años fui lavatrastes de un famoso restaurante, luego cocinero y mesero; obviamente, siempre hubo alcohol, es raro conocer a alguien que se dedique a esos menesteres y no sea aficionado al alcohol. Apenas murió mi abuelo y volví a vivir sólo, cada que llegaba a mi cuarto, ya estaba un amigo esperándome, con los envases de cervezas familiares, esperando mi consentimiento para ir por ellas. Cuando dejé el oficio gastronómico me fui a trabajar a las comunidades, daba clases por las tardes, por las mañanas fumaba mariguana y, en ocasiones, tomaba pulque, cuando terminó el ciclo escolar me dieron un reconocimiento por haber sido una de las personas que supo manejar mejor las artes de la enseñanza. No sabían lo de la mariguana y el pulque, pero según su criterio, era merecedor de ese reconocimiento. Regresé después de dar clases con una beca para estudiar, por lo que me metí en Antropología, yo pensaba que era una decisión original, por lo mismo, única, pero resultó que mis mejores amistades se inscribieron en esa licenciatura. Dejó de ser emocionante para mí y terminé, después de varias borracheras, abandonándola. Volví a trabajar para la dependencia que se encarga de la educación, e igual seguí de borracho, me acuerdo que en esos tiempos le entraba duro al tequila, principalmente al final de cada día de capacitación,
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La Testadura, una literatura de paso o celebración, y si no, bastaba con que me tocara hacer visitas a comunidades para tener un pretexto; después comencé a trabajar de encuestador en la sierra, Jalpan de Serra, ahí era diario aguardiente, traía dos botellas de agua, una contenía agua y la otra agua ardiente; regresé a mi ciudad, y era mayormente cerveza, diario, solo descansaba sábados y domingos, y eso, si acaso; después volví a ir a la sierra y era una cosa entre cerveza y topos de Tonayan, es decir, vasos de mezcal barato. Regresé nuevamente a Querétaro y a las jornadas de cerveza diario, descansar los fines de semana. Luego me divorcié y ya tenía nuevos motivos para seguir empedándome. Ahora enfermo me da más pretexto de ser un borracho incorregible, soy un desahuciado al que lo mínimo que se le puede permitir, es embriagarse. Aquí, estando frente a ustedes, que han tenido a bien escucharme, les tengo una mala noticia, no me arrepiento de nada, después de hacer el recuento me he enterado, que, a pesar de nacer infeliz, y de que en ese sentido ya no haya nada qué hacer, nunca me ha faltado el alcohol, mismo que ahora puedo considerar mi fiel compañero, él me ha simulado durante toda mi vida la felicidad que necesito. Espero que no se dejen llevar por lo dicho según mi experiencia, y sigan en lo suyo, yo lamentablemente me tengo que retirar, me he dado cuenta que no quiero cambiar mi vida, he tenido más momentos felices que infelices, a pesar de ser como soy, y eso ya significa mucho para mí; aunque los felices digan ustedes que no son reales, me gusta la irrealidad, así que gracias por su atención y su preocupación, espero no haberlos confundido… tal vez, no confundirlos más de lo que ya estaban.
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7° Aniversario. La Gala Nostra
LA MORAL DEL TRAFICANTE Mario Eduardo Ángeles Recordé que se me hacía tarde para ir a comprar eso, ya tenía el dinero y la dirección, dejé la chela a medio tomar y abandoné la fiesta; saliendo de la casa lo primero que hice fue marcar para avisar que ya iba para allá, sino lo hacía, capaz que nadie me abría, así de calientes están las cosas por esos rumbos, no se confían de nadie, la verdad, ni yo lo haría. Nos vimos en la esquina de la casa del dealer, era mi antiguo barrio, le compré mil pesos de piedra, la revisé que tuviera buen color y me la guardé en el bolsillo secreto, me despedí de mis cuates, el dealer y sus compinches era mis cuates, y me regresé a la fiesta; en la fiesta aun no notaban mi ausencia, tal vez si me hubiera tardado más se hubieran desesperado, les hubiera comenzado a hacer cosquillas la ansiedad, poco a poco cada vez más, a tal grado que apenas pasadas un par de horas estuvieran mentando madres de mí y se estuvieran preguntando entre ellos quien se animaba a salir a buscarme. No hubo ninguna necesidad de llegar a eso, abrí la puerta y me fui directo a la cocina, prendí varios cigarros para juntar la ceniza, me hice de al menos tres encendedores, dos latas vacías de cerveza, les di forma y les hice los agujeros necesarios, a manera de respiradero. Ya teniendo todo a la mano, con un alfiler comencé a cortar las piedras en pequeños pedazos, los puse encima de la ceniza y les fui llamando de uno por uno, como la cocina estaba angosta, conforme iban fumando tenían que salirse, por lo mismo que tenía dos latas las cosas eran más o menos ágiles, aunque la mayor de las veces tenía que hacer presión para que se movieran de la cocina, después de fumar les daba por hacer sobre mesa, y eso provocaba cierto congestionamiento y todos
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La Testadura, una literatura de paso querían fumar. Yo cada que podía me guardaba algunas piedras para mí, también fumaba cada que me tocaba mi turno, pero además de esas, tenía mi guardadito, a veces, ya al final, con los pocos que quedaban, lo compartía, pero prefería no hacerlo; cuando más descuidados estaban me les desaparecía para fumar el guardadito y casi siempre terminaba todo pasoneado recostado solo en el piso y sin querer ver ni hablar con nadie. Había otro dealer al que también le comprábamos, y hasta creo que era mejor material y muy bien servido, con él tenías que esperarlo a que pasara en su carro y te subiera, el problema es que luego te tocaba esperarlo a altas horas de la madruga, en avenidas semidesérticas, donde los únicos vehículos que pasan eran patrullas y sin ningún lugar para esconderte. El último día que le compré fue cuando me dio un sermón porque le platiqué que mi novia iba a abortar, le decía que yo no estaba muy de acuerdo, que siempre he querido un hijo, pero que si ella así lo quería yo la apoyaba, también le decía que a pesar de ser ilegal el aborto donde vivíamos, iba abortar en un sanatorio de monjas, y que tanto el doctor que iba a realizar el procedimiento como las monjas que administraban el lugar estaban de acuerdo. Después de decirle eso me empezó a dar un sermón sobre la vida y el derecho a vivir de los fetos, y bueno, yo sí quería el hijo, pero ella no y no me quedaba más que apoyarla, no podía obligarla a tenerlo… la cosa es que salí bien regañado de su auto, pero con la dosis de piedra para todos mis amigos, eso sí, en eso no tenía reparos, en drogarnos a todos. A veces pienso que no es porque tuviera un buen corazón y amara a los bebés, como quería hacerme creer; sino que, en realidad, le daba miedo quedarse sin clientes.
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7° Aniversario. La Gala Nostra
AMANTES CON MALA SUERTE Mario Eduardo Ángeles Tenía varios días que la veía sospechosa, sabía que algo me escondía; seguíamos teniendo sexo cada fin de semana, queríamos aprovechar el día y nos levantábamos sólo para lo necesario, a veces teníamos mi casa como escenografía, otras eran hoteles de la sierra, estos últimos eran los mejores, en ellos solo salíamos a comer a lugares lujosos y siempre regresábamos ebrios a seguir con lo nuestro, a darnos amor y, al mismo tiempo, a darnos placer; eso la mayor de las veces era divertido. Se podría decir que lo tenía casi todo, casi porque ya era mi ex esposa, siempre dicen que el recalentado siempre sabe mejor, y era lo que nos estaba pasando, el problema era que ella no podía evitar hablarme de sus nuevos amoríos, para mí que era una especie de perversión que tenía, cada que nos veíamos comenzaba por platicarme sus encuentros amorosos de la semana antes de que tuviéramos sexo, a mí no me gustaba eso, me gustaba ella, la seguía deseando como cuando recién la conocí, y el sexo era mucho mejor. Yo estaba casi ya comprometido, casi porque no era formal, a mi nueva novia la veía entre semana, ella ya sabía que yo veía a mi ex los fines de semana y parecía no importarle mucho, fueron mis mejores tiempos, también tenía mucho sexo con ella, con ambas, como si supiera que llegaría el día, antes de lo previsto, que tener sexo, para mí, sería casi imposible; me limita demasiado no tener en función la parte derecha de mi cuerpo, además nadie quiere tener relaciones con un inválido, así me ven los demás, y por consecuencia, así me veo yo. Cuando por fin llegó el momento de formalizar, a nuestro estilo, nuestra relación; eso quería decir, irnos
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La Testadura, una literatura de paso a vivir juntos; nos venimos a vivir a la sierra, acá pasamos nuestra luna de miel en unas cabañas, una semana después nos instalamos cerca de la Misión y de varios nacimientos de agua. Nuestra primera noche, ya en casa, no fue como hubiéramos querido, primero en pleno acto sexual le llegó a ella una llamada de su mejor amigo, ella contestó y este le decía que acababa de romper con su novia, que qué hacía, cuando por fin cortó la llamada me marcaron a mí, era mi ex, sólo para comentarme que la persona con la que se estaba acostando lo acababan de diagnosticar con SIDA, eso sí me preocupó, se me hundió el piso, soy de las personas que al no ser muy promiscuo; digo, sólo tenía sexo con mi novia y con mi ex, mucho tal vez, pero solo con ellas dos; no cojo con condón, pero no contaba con la vida sexual de ellas; en lo personal, a mí, en realidad, no me preocupaba contagiarme de enfermedades venéreas, siempre he sido un kamikaze con mi vida, pero en este caso, estaba a punto de fastidiarle la vida no sólo a mi actual mujer, sino a quienes recién hubieran tenido sexo con ella; yo sabía en lo que me metía, sabía claramente que ella sí era promiscua, y eso no me había importado, no hasta este momento. Nosotros, mi mujer y yo, decidimos jugárnosla y no hacernos exámenes, no sé los amigos de mi mujer. La pareja de mi ex murió, ya estaba en fase terminal cuando todos nos enteramos, yo, mi novia y mi ex. Pobre de mi exmujer, no tenía ni un par de meses que se le había muerto otro amante; este, un día antes de su muerte, había estado tomando con uno de sus amigos, estaban en un municipio del estado, era el lugar de trabajo del amante, a tres horas de la capital del Estado, por lo que cuando decidieron que era hora de dormir el amante decidió llevar al amigo a su casa, en la capital, y al regreso perdió el control, la camioneta dio varias
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7° Aniversario. La Gala Nostra volteretas antes de detenerse, cuando por fin se detuvo comenzó a incendiarse, eran las altas horas de la madrugada, por lo que lo único que recuperaron del susodicho fue el puro tronquito, con todo y cabeza, pero ya sin cara, hecho carbón. Recién le había dicho a la esposa que se viniera a vivir con él, la esposa era de Puebla; a mi ex mujer le gustaba andar con puros hombres casados, antes y después de mí, no sé como tuve la suerte de juntarme con ella, después de separarnos y de volver a juntarme, ya era uno de los casados. Me tocó acompañarla a llevarle flores a la ermita del amante y, fácilmente, fueron alrededor de cien metros los que rodó la camioneta. En fin, eso es tener mala suerte, lo digo por ella, uno se le muere quemado en un accidente y el otro de SIDA, no sé si yo soy parte de su mala suerte, porque no tiene mucho que estuve desahuciado, y aunque ya tengo cura, es algo impagable para mis recursos económicos, los míos y los de mi familia.
CUERPO David Aleph Chavero Cuerpo no te resistas, desintégrate ¿No entiendes que fracasamos? ¿Acaso pretendes burlarte de mí? El corazón pulverizado inhalado por el amor es motivo suficiente para morir. Cuerpo, arráncate los poros, agrietado, lágrimas corrosivas lamen tus cicatrices.
Cerebro fulminado, ímpetu sosegado,
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La Testadura, una literatura de paso las noches son insoportables, es verdad, a veces, la extraño. Cuerpo, la agonía no es una opción, la vida amenaza con devorarnos, sutil reposas ahogado en fluidos. En ocasiones arremetes contra el tiempo, te disuelves en la luz del universo, como si fueras eterno. ¿Cuerpo acaso pretendes burlarte de mí?
AMOR, PASIÓN Y VIOLENCIA David Aleph Chavero
Abriste los ojos, ya que estamos aquí es imposible callar, constante soledad el silencio no es normal. Caemos despacio sin percatarnos del abismo que nos abraza, en un instante aprendemos a volar. Besarnos es ofensivo, amar, odiarnos es un placer, arrancarte las alas me transformó en reptil.
¿Qué pensabas al darme tu corazón?
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7° Aniversario. La Gala Nostra Ahora estamos perdidos, devorando nuestros despojos, con el cerebro seco, con las fauces entumidas. En nuestros cuerpos, que se resisten a morir, habitan fieras hambrientas, es fácil confundir amor, pasión y violencia.
LO DE MENOS David Aleph Chavero Hace tiempo no rasgo el asfalto con mi voz, no sonrío suspicaz ante el amanecer, tampoco he bebido orgasmos en manantiales de sangre. A veces grito simulando euforia, éxtasis, ira, tal vez olvidé la dignidad en un lugar inolvidable, a estas alturas ser o no ser es lo de menos. Hace tiempo no beso una lengua sedienta, molí los residuos del placer en un baño público mientras inhalaba nebulosas sobre un culo insondable. Derretí mis nervios en una central de autobuses, ahora la noche pulveriza mis miembros, llegar al destino previsto es lo de menos. Hace tiempo no me aferro a la pluma, balbucear es fácil, balar, rimar es una afrenta, el talento crece en los insectos que roen las neuronas de los árboles. Vivo excitando mentiras que ya no me satisfacen, la poesía en este siglo es lo de menos.
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La Testadura, una literatura de paso Hace tiempo no salgo al encuentro de la muerte, no muerdo nubes en sus pezones, casi destruyo, con un estornudo, los pilares capilares de su cuerpo. Derramo fuego sobre sus labios, a estas alturas el tiempo es lo de menos.
SANGRE, SEMEN Y SALIVA David Aleph Chavero Cuando se termina la última línea de cordura, la noche presenta su rostro sutil, las botellas brillan al ritmo de la inteligencia fulminada y nadie, ni nada, tiene razón de ser. Se puede escribir borracho al límite de la indolencia, añadir peldaños al sendero de Sísifo, arrojar los ojos a las nubes que se carcajean de los que se arrastran, pero la vida sigue siendo la misma, sangre, semen y saliva. Ahora bien, todos se creen artistas, fingiendo frente a un grupo insensible de cerdos, codornices y asnos, pusilánimes que consideran la felicidad como lo más importante porque su vida es demasiado triste para soportarla, ser feliz es evadir la realidad. Una sonrisa dura un momento, el rictus de la muerte es eterno. ¿Todo eso qué importa? Los gusanos seguirán arrastrándose en los ataúdes vacíos, las aves continuarán volando despreciando el suelo, los perros jamás hablarán y los aullidos de los sordos anegarán los cielos estruendosos como de costumbre. Aquí sentado sólo puedo esperar la tormenta, un infarto no agendado o una golpiza contundente de algún extraño bien intencionado. Sin embargo, no espero. No puedo cambiar el mundo, el amor es un invento para los desahuciados, el dinero tiene valor adjudicado, como todo va-
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7° Aniversario. La Gala Nostra lor, y la salud es tan relativa que aún creo pertinente lo que un buen amigo sentenció hace unos años: la vida es una enfermedad terminal. Por mi parte he terminado, decidí ser silencio, agua evaporándose, cenizas en el fondo del océano, polvo en el viento. Abandonaré mi cuerpo, sin ese organismo no existo, permitiré que me seduzcan otra vez sucias rameras, sidosos y sifilíticos, donaré mis oquedades a los pervertidos. No tengo más, mi corazón está seco y estoy cansado de vagar. Dejaré este mundo hipócrita. Conciso y directo, si escribo esto es porque nadie se atreve, alguien tiene que hacer el trabajo sucio. Quédense con su espectáculo y saturen sus ansias de porquería. Ni dios ni amo, ni esposa ni partido, la vida sigue siendo la misma, sangre, semen y saliva.
PENSAMIENTOS VAGOS, NADA MÁS Ivan R. Delgadillo En estos días que han pasado y que seguirán pasando en los que te he pensado y te seguiré pensando, me vi en la necesidad de ya no pensarte más pues pensar que eres o que no estás me lleva a pensar que pensarte está de más y para que no creas que lo digo por decir
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La Testadura, una literatura de paso escribo sin pensar en ti.
DICEN QUE TE VAS Ivan R. Delgadillo Se quedará sin lugar el paraíso sin llamas el infierno y sin no natos el purgatorio. Se quedará sin arena el desierto, sin sal el mar, sin piedras los ríos. Se verán las nubes al nivel del piso y habrá que cuidarse de los relámpagos. Se quedará sin peste el muerto, sin dolor la muerte ni la herida. Se quedará sin frío el alma y sin ti mi vida.
VACANTE Ivan R. Delgadillo Será que irse a dormir sin haber deseado las buenas noches vuelve más complicado el acto de descansar.
O que dormir a la orilla de
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7° Aniversario. La Gala Nostra la cama sin nadie que te descobije en la madrugada quita sentido a ese sueño placentero. Parece imposible conciliar mejor sueño al de abrazado a su presencia temiendo su ausencia y necesitando su tacto siempre. Despertar con su mal aliento y su cabello despeinado todo ese falso postureo se evapora cuando uno dormita. La nada de ese espacio vacante en el resto del colchón sume en pensamientos de abandono de caricias muertas, y arrumacos olvidados por necesidad. Las vueltas jalan las sábanas, tiran al suelo el edredón o desacomodan todas las almohadas que igual terminan en el piso.
DISCURSO DE REBELIÓN A MI SER Diego Isassi Esta vez no le voy a hablar a la libertad, me ha traicionado, ni al amor que me ha decepcionado. Le hablo a la rebeldía que es lo único que me queda y yo sé que parece imposible mi objetivo, pero encuentro más empatía por la rebeldía que por algunas personas. ¡Voy a hacerme justicia por mi cuenta! A gritar por mí mismo, porque sé que soy grande, pero en ocasiones
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La Testadura, una literatura de paso es necesario suprimir la grandeza a los demás para brillar para ti. Me amo, tanto que soy capaz de romperme y destruirme, solo para reinventarme, mi propósito es olvidar todo lo que sé y comenzar a ser yo. ¡Oh señorita libertad! Usted ya no me seduce, ya no voy en busca de su asquerosa moral. Me he enamorado, pero no de las normas que usted propone, si no del caos que produce la rebeldía. ¡Sí ese soy! Ese que busca la rebelión antes que la libertad, porque la libertad es mera ilusión.
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FICHAS BIOGRÁFICAS •Alberto Avendaño (Zacatecas, 1990). Es poeta y traductor. Ha publicado Para cantar bajo la lluvia (Rey Chanate ediciones, 2017) y En la habitación a oscuras (Rey Chanate ediciones, 2019). En este año publicará las cenizas del día (Literatelia). En la habitación a oscuras es un libro que plasma el terror a la noche y los fantasmas que la habitan, en donde el lector se encuentra de frente a su proprio rostro, pues es en nosotros mismos donde nacen los demonios. •David Álvarez. Estudió la licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma de Querétaro. Ha publicado Vulgatría (Herring Publishers, 2017) y 4:14/ Insufflare (Gold Rain, 2018). Participó en la antología de escritores queretanos nacidos en los noventa Mis primeros dientes (Mamá Dolores Cartonera, 2015), Página 1. Antología de poetas y narradores de Querétaro (Revarena Ediciones, 2017) y Por qué escribo (Gris Tormenta, 2017), así como en distintos medios locales y nacionales. Actualmente es director de la revista Saltapatrás. revistasaltapatras.com Facebook: RevistaSaltapatras Doroteo Chango (1984, Querétaro) recia lluvia de las botellas & el clarín que sueña: bailemos paso-dobles hasta la mañana aquella
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Lizeth Rodríguez Gómez, alias la Vagabunda, cuyo oficio es callejear y en cada andar entrelazar versos. Enamorada de su profesión y apasionada por la relatoría popular. Jenaro Trujillo González (37) se dedica al periodismo y al rockandroll. Publicó cuentitos y bazofia hasta ahora en La Testadura, Voz Zero, Enchiridión y Panóptico. Mario Eduardo Ángeles (1978, Querétaro) Director y editor de La Testadura, una literatura de paso. Escritor reformado y poeta apático, sin chiste, con pocas esperanzas en el ser, la única fe que profesa es creer en la nada y en el sin sentido. https://elescritoriodemario.home.blog/ https://latestadura.wordpress.com/ https://issuu.com/latestadura David Aleph Chavero.- Santiago de Querétaro, Querétaro. 33 años (1985). Egresado de la licenciatura en filosofía, FFi, UAQ. Ensayista, poeta, artista independiente y autodidacta. Colaborador en los programas de Radio UAQ 89.5fm: LA PUERTITA, con el productor Eduardo Contreras “Lalok” (2006 a la fecha) y HUMO EN EL AGUA, con el productor y poeta, José Andrade Urbina. En este último programa debuta como joven poeta en el año 2006. Ha participado en eventos literarios realizados en Santiago de Querétaro, San Juan del Río, San Luis Potosí y Zacatecas, también ha tenido la oportunidad de colaborar en revistas literarias y culturales: LA TESTADURA: Poemario, Hoffmanoide. #21, 2012. Manifiesto corto a la conciencia. #40, 2013.
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La Testadura, una literatura de paso Destellos desprendidos. #60, 2014. En algún rincón de polvo. 4to. Aniversario, 2016. Antología de autores testaduros. Edición 0, 2017. SUPLEMENTO CULTURAL PANÓPTICO: Factores de la desobediencia civil. #52, 2012. REVISTA DE ESTUDIANTES ENCHIRIDION: Las cosas, las criaturas y los días (fragmentos). # 02, 2014. Selección de poemas. #05, 2015. SUPLEMENTO CULTURAL VOZ ZERO: Otro homenaje a Bukowski. #19, 2015. REVISTA MYMUS POLYGLOTTOS: Yo es otro. Crónica sobre un instante decisivo en la poesía moderna. #01, 2016. (Ensayo) Iván R. Delgadillo. Nacido el 4 de Julio de 1997 y originario del Distrito Federal, (actualmente CDMX), llegó a Querétaro para vivir parte de su niñez, toda su adolescencia y comienzos de su vida de adulto joven. Interesado desde la secundaria en la escritura de relatos. Inspirado por Edgar Allan Poe, Stephen King y Juan Rulfo, historias a destiempo y de terror fueron sus inicios en la escritura. Más adelante nuevas inspiraciones como Bukowski, Camus y Rimbaud, lo impulsarían para sumergirse en la poesía y ciertas filosofías más profundas alejadas ya de la ficción.
Diego Emilio Velázquez Isassi (19/10/1999; Querétaro, Qro.) Nivel de estudios: aspirante a entrar a universidad. Mi motivación como escritor en una primera instancia, fue Albert Camus. Fue uno de los que ha marcado cada uno de mis escritos con su filosofía absurdista, que se acopla bien a mi filosofía. Mi sueño personal es ganar un premio Nobel de literatura.
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