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Por Marcela Villafuerte
un día en san Miguel de allende
Por: Marcela Villafuerte Directora General Meet In Polanco Tomando carretera muy temprano y dos horas y media después me encuentro llegando al maravilloso centro de San Miguel de Allende, sus calles empedradas, su aroma a pasado, sus casas antiguas, un olor a frutas de los naranjales que hay por la ciudad. Llegando al hotel El Santuario del centro, construido en 1500, la entrada a la recepción a través de un portón viejo, un escritorio porfiriano y una sonrisa enorme y cálida para dar la bienvenida, la llave antigua para abrir el portón de dos hojas, una cama con cabecera de metal forjado, un escritorio de madera apolillada, un ramillete de hojas de lavanda fresca en el buró de madera que le da un aroma singular, un ropero enorme, sí de esos, como los de la abuelita, con llave de metal y todo, el baño con talavera antigua y una tina hermosa llena de burbujas para relajarnos del viaje; sin embargo la modernidad de manera discreta le da un toque diferente, la televisión de plasma en frente de la cama, así como el teléfono y la secadora para el pelo. Caminando por la calle empedrada encontramos la fachada de la parroquia de estilo neogótico, en donde en su interior podemos encontrar piezas que datan del siglo XVII y de estilo neoclásico, fue construida en 1880. El centro y sus portales nos remontan a un México antiguo, la comida Mexicana tiene un toque diferente en Casa Allende con el Chef Ozuna, con una plática de cocina mexicana y de premios internacionales por sus deliciosas comidas. Para descansar un buen masaje en uno de los muchos SPA´s que tienen en San Miguel de Allende, ahora si listos para la noche en donde podemos desde cenar una buena pasta a la italiana o unos deliciosos mariscos o pescado hechos de todas las formas, hasta bailar salsa en Mama Mía, un lugar donde se junta lo moderno y lo clásico de una casa antigua. Hacer en cuatrimoto un recorrido todo terreno, visitando lugares espectaculares de historia y aventura, terminando por la noche en una muestra de cine de terror en un cementerio real remodelado para sentir el terror hasta la médula y, para terminar, un delicioso Tumbagón, dulce típico de San Miguel de Allende totalmente artesanal. Regresando a la Ciudad después de disfrutar un hermoso viaje a San Miguel de Allende ¿Qué tal... se animan? Es un excelente viaje de incentivo y placer en un destino muy cerca de la Ciudad.