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Radisson Guatemala
el Modelo de negocio
Ahora, voy a hablar de 3 diferentes modelos de negocio los cuales considero más representativos: los recintos en México, Estados Unidos y Europa. Siendo importante destacar que son los casos más representativos, ayudará a entender las expectativas de un organizador contra las del dueño del recinto.
La diferencia entre un recinto operado por el gobierno y otro por la iniciativa privada.
Para ello, parto de la premisa de que el objetivo de un Centro de Convenciones es fomentar el desarrollo económico de la ciudad. Por lo que se requiere de una gran inversión, dependiendo claro, del tamaño. Pero un recinto promedio en México de 9,000m² de exposición y 2,500m² para convenciones aproximadamente tiene un costo “estimado” de 500 a 600 millones de pesos.
Pero cuya diferencia comienza desde su planeación, para ello he buscado a diversos secretarios de turismo para ofrecerles los servicios de asesoría desde la planeación y construcción hasta la comercialización y desarrollo de la estrategia de destino. Y se me ha cansado el dedo de tanto marcar el teléfono, mandar correos de lunes a viernes durante casi un mes; donde los secretarios particulares de éstos, siempre me dicen “que ya recibieron el mensaje, que les mande correo y que están muy interesados”, y al igual que “El Son de la Negra” me dicen que sí y que sí, pero no me dicen cuándo. Pareciendo que construir un edificio público fuera secreto de estado, pues luego que ya lo construyeron ¡nos llaman para hacerlo que funcione! Siendo que para entonces, la dinámica del mismo ya cambió, y de nunca tomarte la llamada, ahora no te dejan ni dormir, pues todo es urgente una vez que ¡ya está construido! Y los errores que se pudieron haber corregido en papel entonces, requieren de otro tipo de soluciones. A este respecto, muchos colegas hemos platicado sobre hacer un “taller para dueños de recintos en IP y gobierno”. Ya que el tiempo pasa y las decisiones no las toman, hasta que llega el día de la inauguración, sin eventos, con poco personal pero con un gran concierto. Siendo que el que lo va a contratar es el organizador, no el visitante, entonces ¿para qué hacen un concierto…? (el clásico escaparate político en su máxima expresión).
De modo que durante los primeros años, el recinto opera con déficit e índices de ocupación muy bajos, ya que lo que se requería era una estrategia de destino (hoteles, transportación aérea, alimentos y bebidas, prestadores de servicio, etc.),
puesto que la inversión en la construcción no se recupera a menos que se cuente con apoyos como la donación del terreno o donativos para la obra.
Para ello, independientemente de la recuperación de la inversión, el recinto podrá alcanzar su punto de equilibrio para operar de manera autónoma en un promedio de 3 a 5 años, periodo en que el recinto opera con pérdidas y generalmente, el gobierno es quien subsidia los gastos de operación hasta que el recinto puede cubrir sus propios gastos mientras se posiciona.
Derivado de lo anterior, hay una gran diferencia entre un recinto de propiedad privada a uno operado por el gobierno. Pero hasta aquí, esta primera aproximación al desarrollo de estos importantes centros, para posteriormente continuar y abundar más en las pequeñas-grandes diferencias que entrañan las políticas y gestiones de usos y costumbres de quienes crean y manejan centros de convenciones a nivel nacional e internacional. Y para ello los invito a continuar platicando sobre el tema en mi próxima entrega.
Rodolfo del Valle diRectoR Regional de Ventas de sMg diRectoR geneRal de 4 eleMents