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Somelier Presidente InterContinental
coMproMiso y responsaBilidad
con sus clientes
t-organiza
T-Organiza es una empresa en donde creces todos los días, el mantenernos actualizados y capacitados nos ayuda a brindar un servicio de mayor calidad a nuestros clientes. Así como atraer nuevos prospectos. Nuestro éxito y crecimiento están basados en el compromiso de cada uno de quienes formamos T-Organiza, y quienes cotidianamente nos esforzamos al máximo para entregar mejores resultados en nuestras áreas”
PAmelA lunA Zermeño CoordinAdorA ComerCiAl Conformada desde su fundación como una empresa 100% mexicana profesional e innovadora T-Organiza es el organizador profesional de asesoría y acompañamiento en sus eventos.
La empresa fue constituida formalmente desde el año 2001. Después de casi 14 años hemos manejado Congresos y Convenciones de 10 y hasta 4 mil personas, con presencia de 25 mil visitantes en exposiciones especializadas, seminarios, lanzamientos, foros, entre otros.
Integrada por profesionales de la industria de reuniones dedicados a brindar asesoría a empresas organizaciones e instituciones para la realización de sus eventos, generando una coordinación integral y profesional para cada uno de nuestros clientes. Actualmente nuestra cartera de clientes cuenta con Industrias como:
• Empaque • Farmacéutica
• Bancaria
• tele comunicación • Alimenticia • logística
Afiliados a las asociaciones más importantes de la industria nacional e internacional como
• MPi
• AMProFEC
• PCO Meetings • SiSo
Alcanzando la implementación del Distintivo M, programa de gestión de mejoramiento de calidad otorgado por la Secretaria de Turismo.
Para el equipo T-Organiza, la palabra profesionalismo significa entrega, compromiso y responsabilidad; considerando a cada elemento de nuestra empresa un pilar esencial para el funcionamiento efectivo de las diferentes áreas. Tomando en cuenta los conceptos de nuestros clientes, y asesorándolos en todo momento a realizar grandes eventos.
Pues aún en un mundo lleno de tecnología, no podemos evitar nuestra necesidad de reunirnos, aprender, negociar, convivir, exhibir, y de mantener nuestra necesidad básica de contacto humano cara a cara, por lo que el trato personalizado se vuelve un requisito indispensable para satisfacer las expectativas del cliente; pues no bastan las buenas ideas, ya que el organizar este tipo de eventos exige sean realizados por profesionales y empresas experimentadas y certificadas, que integren todos aquellos elementos que puedan marcar diferencia.
Sin duda una de nuestras ventajas competitivas comienza en nuestro capital humano; al contar con un staff capacitado y certificado como CMPs y CEMs. Constituímos un joven y dinámico equipo experimentado y con una elevada cultura de servicio, que nos permite garantizar la calidad total en todos nuestros eventos, haciendo de la excelencia el valor fundamental.
Nuestra visión está fija en mantener liderazgo en la industria de reuniones, organizando eventos nacionales e internacionales con excelente calidad.
En T-Organiza tenemos como diferenciador fundamental convertirnos no solo en un proveedor, sino en asesores y aliados de cada uno de nuestros clientes, colaborando en el éxito de las empresas a través del éxito de sus eventos. La satisfacción es nuestro principal objetivo y nuestra mejor carta de recomendación, en las encuestas aplicadas a nuestros clientes el 100% afirma que nos volvería a contratar y que nos recomendaría. Lo que nos permite ser actualmente una de las empresas líder en el mercado.
En mi labor como consultor de organizaciones, pero especialmente como una persona que tiene conscientemente abierta una capacidad mental que te invita a “encender” el llamado Sistema de Activación Reticular (ARS por sus siglas en Inglés) o en español coloquial “traer las antenas encendidas”, para captar lo que la gente dice, siente, oye o replica; he ido documentando de forma empírica y científica un “fenómeno social” desde agosto del 2014 a la fecha, con enfoque especial en México como país de estudio.
El fenómeno social al que me refiero se centra en un “incremento” subjetivo sobre la capacidad de externar descontento, malestar, inconformidad sobre la situación económica y social de México. ¿Tienes la misma perspectiva que yo sobre lo que comento?; en los cafés, personas hablan de la extraña situación del dólar a la alza, la incomprensible situación sobre el recorte presupuestal del Gobierno Federal, los aumentos de la gasolina y con gran resentimiento los problemas sociales vinculados al Estado de Guerrero.
En nuestra labor como “provocadores” del cambio en personas, organizaciones y del tejido social del país, hemos creado una hipótesis que hoy les comparto con la formalidad de un investigador y la esperanza de un niño como lo es “Manito”.
Si los sucesos que ha vivido el país en los últimos 6 meses en materia social y económica, han causado una huella emocional en el tejido social capaz de crear un efecto de desmoralización, apatía y desconfianza que impacte en la productividad de las organizaciones y en los niveles de bienestar de las familias”.
Considero que plantearnos esta hipótesis como mexicanos, pero especialmente como organizadores de expos, eventos y de momentos de recreación, es un “llamado” a crear soluciones de mayor trascendencia e impacto en las personas o clientes que reciben un servicio o producto de nuestra parte.
Quizá el título ha llamado tu atención y creo debemos comenzar justamente en la forma como concebimos nuestras organizaciones y por ende al ofrecer nuestros servicios a través de colaboradores o empleados eventuales o permanentes respecto a la forma en cómo encaramos la situación.
¿rentas un espacio para un evento?, ¿organizas un evento? o ¿Satisfaces una necesidad crítica en el contexto de apatía o tristeza que viven nuestros clientes?
El “sentido de la vida”, tema apasionante abordado por autores como Víctor Frankl y que personas ignoran y por tanto organizaciones enteras, hace la gran diferencia entre “quien ofrece un café o crea una experiencia al paladar”; “el que proyecta una película en una sala o crea una experiencia emocional inolvidable”; “entre un parque de diversiones con juegos o los espacios de fantasía que transforman la tristeza en alegría para sus asistentes”.
Algunos críticos de las corrientes de pensamiento sobre las cuales sustento mis opiniones, suelen atacar bajo el siguiente argumento: “Manito, la realidad es una y es la que es, te guste o no”, otros más me citan frases como: “Qué peligro es tener en un país tan derrotado como el nuestro, optimistas que evaden la situación y engañan a otros de que no pasa nada”.
El principio de este pensamiento que hoy te comparto y con el que te invito a crear una alianza de transformación, se basa en dos pilares: realidad y esperanza.
Me declaro el realista más ortodoxo del país. Efectivamente el “realismo”, que no deja de ser una “percepción” individual de la persona, consiste en analizar el problema desde la perspectiva más objetiva del mismo, alejando el “drama mediático” que en la mayoría de los casos nos presenta una realidad virtual con tremendas distorsiones que conviertan el suceso en “algo que venda” y se haga una noticia.
No pretendo, hagamos una lucha mediática contra los “distorsionadores” de la información, como tampoco una campaña a favor de lo “indefendible”, sino más bien, hacer lo que nos toca hacer como “provocadores de felicidad”, al darle
sentido a la tremenda oportunidad que la industria a la que perteneces y la mía nos ofrece, tenemos como un deber cívico el aprovecharla y crear nuevos espacios de percepción a la persona.
Aceptar la realidad y enfrentarla, nos da el enfoque como personas y empresarios para convertir un problema en oportunidad, para convertir un servicio, en una impactante experiencia que quede grabada en algo más que la mente de tus clientes y es justamente, dichos recuerdos memorables, los que se han descubierto como parte fundamental de la lealtad de un cliente ante la persona que le ha brindado un servicio más allá de lo esperado.
Pero ¿por qué menciono la esperanza como un segundo ingrediente? pues bien; al aceptar con realismo un momento de crisis, la esperanza es el anteojo que nos hace ver la circunstancia presente como “temporal” y “pasajera”; elemento que al parecer hoy, los mexicanos se resisten a ver como algo temporal, enfocados en el tremendo dolor presente y la apatía de no hacer más.
¿Qué pasaría si al decaer la esperanza, tus clientes recurrentes o potenciales decidieran dejar de apostar a organizar eventos de índole personal para sus
colaboradores? Quizá para algunos sonaría como un planteamiento “imposible” de suceder; mas para otros, es un suceso que comienza a convertirse en argumento de reducción de recursos en los presupuestos de organizaciones que solían invertir cifras importantes en sus colaboradores, para “consentir” sus logros o motivarlos a alcanzar los nuevos objetivos.
Para un “provocador de la felicidad”, el momento es hoy, enfrentando con realismo el contexto y alimentado por la promesa de que su negocio transforme la renta del recinto de exposiciones en un “oasis” de alegría y esperanza.
Este pensamiento no solo es cuestión de afirmaciones o decretos. Hay personas con una profunda tristeza o desánimo por los resultados de sus negocios y su vida en general, que han escuchado que el solo hecho de afirmar la “abundancia”, les generará una serie de sucesos a favor de ellos; mismos que en algunos casos ocurren, pero otros se desmotivan aún más hasta abandonar sus proyectos o su vida misma. ¡Esto va más allá