Empresas y empresarios
REFRESCANTE NEGOCIO
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Concentrados Deliciosos del Sureste S.A. de C. V es una empresa que durante 16 años se ha abierto camino y ha permanecido en el mercado, a pesar de la enorme competencia y los retos del sector
asados en valores de honestidad, seriedad y respeto a sus clientes, Xavier Sierra Fojo encabeza un empresa que durante 16 años ha sabido sobrellevar las peripecias del sector y, aunque hoy el negocio está frenado por la pandemia, tiene plena confianza que Concentrados Deliciosos del Sureste nuevamente saldrá adelante, pues ha logrado ganarse un lugar entre sus clientes de la hotelería. Con 33 años de haber llegado a Quintana Roo, procedente de la Ciudad de México, cuando las grandes cadenas hoteleras extranjeras, principalmente españolas, estaban iniciando su proceso de expansión en Cancún, don Xavier supo ganarse un espacio, primero en la venta de máquinas de hielo, y, paulatinamente, se volcó hacia el lado de los concentrados y jarabes, que eran productos demandados por estos complejos. “El negocio nació y fue creciendo conforme fue llegando el capital, principalmente de Palma de Mallorca; cuando llegó Barceló, Bahía Príncipe, Riu, Iberostar. Me fui por ese lado (del negocio) por la misma demanda, porque esos hoteles ya se manejaban con concentrados, tanto para comedores como para los bares”, dijo.
ALIANZA COMERCIAL
De inmediato, don Xavier hizo contactos para que le proveyeran estos productos. Refirió que hizo alianza con una empresa que se dedica a distribuirles jarabes y concentrados a grandes compañías
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Agosto 2020
maquiladoras en el centro y norte del país, principalmente der ramo automotriz. “Esa empresa es de mi socio, lo fabrican, me lo envían y yo lo tengo almacenado en una bodega en la zona industrial de Cancún. De ahí, lo distribuyo en camiones; también tengo un almacén en Cozumel”, refirió.
CLIENTES DELIMITADOS
Aunque al principio su visión de expansión del negocio lo llevó a querer ampliar su cartera de clientes, pronto la práctica le enseñó que, si quería continuar generando utilidades, debía concentrar su venta en un campo de acción más reducido. “Me fui haciendo chiquito”, dice Xavier Sierra. Y a continuación explica sus motivos: “Yo doy los equipos en comodato, al igual que hacen empresas refresqueras o cerveceros; damos el equipo para que nos compren. Entonces resultó que al principio fuimos creciendo junto con las cadenas, cada año iban haciendo un nuevo hotel, me daba tiempo de obtener el retorno de inversión. Pero después el ritmo de crecimiento de hoteles se fue acelerando y de repente ya tenía que usar hasta siete camiones, 40 técnicos y varias bodegas para poder abastecerlos en Cancún, Playa del Carmen, Cozumel o Isla Blanca. Crecíamos mucho pero metía mucha inversión, así que todo lo que ganaba lo volvía a reinventir y nunca tenía utilidades”, explicó.
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