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La integración e innovación de la inteligencia artificial en el comercio internacional

El impacto transformador de la tecnología en el comercio internacional ha crecido de forma ineludible en la última década y, junto con la gran cantidad de datos, augura una nueva era para el comercio.

Por Paola Copka, International Business Development de Sifty ML

¿Quién iba a imaginar que la última década fuera una de las más trascendentales del comercio y la tecnología?

El comercio exterior es lo que mueve al mundo. El 90 por ciento de todos los productos que usamos en nuestra vida diaria viajan por mar a través de miles de rutas que los buques de carga realizan a más de los 800 puertos existentes.

En 2012 me mudé a Nueva York con el reto de abrir Frutikas Distributing LLC e importamos contenedores de mangos ataulfos originarios de Chiapas y Oaxaca cruzán dolos por Laredo para llegar a la central de abastos en el Bronx y los centros de distribución en NJ. El mayor desafío, además de abrir el mercado y vender, fue afrontarnos con los procesos demasiado tradicionales y complejos del comercio internacional y su gran área de oportunidad para evolucionar e innovar.

Diez años después, la implementación de la inteligencia artificial (IA) ha crecido de forma ineludible. Llegó a revolucionar la industria desde el proceso en la cadena de suministros al mejorar los costos y los tiempos de recolección, de empaque y de entrega, así como eficientar el enrutamiento según las condiciones climáticas en cada puerto, la optimización de inventarios y la simplificación de procesos aduaneros.

Imaginemos la IA aplicada a los más de 17 millones de TEUs que se mueven anualmente en el mundo con pantallas digitales que puedan predecir tiempos, origen y destino y con un detector de fracciones arancelarias. Es posible que suceda este escenario rumbo a 2030, aunque aún existen cientos de retos.

Uno de ellos, es la colaboración entre los puertos y los proveedores de tecnología como el blockchain, el internet de las cosas (IoT), IA y big data. Algunos de los puertos ya se encuentran en vías de convertirse en smart ports, los nuevos puertos digitalizados que gestionan de forma sostenible los servicios portuarios.

Un ejemplo de smart port es el puerto de Rotterdam en Holanda. Con un tráfico de 140 mil barcos al año, ha implementado un ecosistema de IoT que agrupa los datos de los sensores en una plataforma única, donde los datos se validan mediante un análisis en tiempo real que añade información geográfica.

No cabe duda que la digitalización está marcando el futuro de la infraestructura logística y si todo esto pasó en 10 años, ya nos podremos imaginar qué pasará en la siguiente década.

Las navieras innovarán con los buques del futuro autónomos y los contenedores podrán tomar decisiones como si ellos fueran los clientes con sensores y transmisores, los cuales estarán interconectados con un sistema logístico. Y los contenedores actuales tendrán otro uso (ya vimos en el Mundial de Qatar el primer estadio desmontable hecho a base de contenedores).

Aunque aún no estemos viendo coches voladores y viajes por el espacio como en las películas de los años 80’s, vamos por buen camino facilitándole el trabajo a nuestras futuras generaciones enfocándolos en los datos y su implementación en el mundo cotidiano y empresarial.

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