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Recesión vs. nearshoring: ¿quién ganará?

Las autoridades monetarias continúan poniendo un freno a la economía global, pero la relocalización de cadenas de suministro sigue manteniendo a flote a países como México

Por Staff Latitudex

Ni el Banco de México, ni la Reserva Federal, ni el Banco Central Europeo han bajado la guardia. Las principales autoridades monetarias del mundo siguen obstaculizando el crecimiento económico con altas tasas de interés y advierten que no podemos relajarnos ante el riesgo de que la inflación se vuelva a disparar.

Para suerte de México, parece que el salvavidas económico llamado nearshoring no es sólo una moda, sino que llegó para quedarse. Por lo general, las empresas suelen evitar endeudarse cuando las tasas del banco central son altas ya que encarece el financiamiento. Pero con tan sólo dar un vistazo a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) podemos ver que estamos ante una excepción a la regla.

El año pasado, la BMV reportó un nuevo récord histórico de colocaciones de deuda a largo plazo. A cierre de 2023 se tenían más de 270 mil millones de pesos financiados, muy por encima de los 160 mil millones que se reportó en 2022.

El motivo de esta aparente contradicción de tasas y endeudamiento alto es el nearshoring . Las empresas, especialmente las que tienen actividades vinculadas con el comercio exterior, han preferido amortiguar el alto costo del financiamiento para no quedarse fuera de la coyuntura actual.

“Sabiendo que pudiera venir una mayor volatilidad en los mercados en temas coyunturales, también las empresas se están anticipando y están diciendo, yo quiero tener dinero porque sé que habrá oportunidades, aunque sea un poco más caro o tengo que sacrificar oportunidades de tasa ya que las oportunidades que están saliendo en México son suficientes y lo justifican”, señaló José-Oriol Bosch Par, director de la BMV en el podcast Norte Económico de Banorte.

De acuerdo con el especialista, se espera que los mercados continúen con esta tendencia el próximo año. Sin embargo, hay buenas y malas noticias.

Por el lado positivo, todo parece indicar que las tasas del Banco de México y la Reserva Federal van a empezar a bajar pronto. De hecho, se espera que nuestro país empiece antes con los recortes debido a que fue el primero que empezó con los aumentos. Esto podría acelerar el nivel de inversiones en el país.

El lado negativo gira en torno a la volatilidad. Tanto México como Estados Unidos tendrán elecciones presidenciales este año, lo que puede tener un impacto en los mercados. Al mismo tiempo, todavía hay grandes incógnitas a nivel mundial por conflictos como el de la guerra en Ucrania y la Franja de Gaza.

La inestabilidad, además de provocar cuellos de botella en el comercio mundial, tiene el potencial de espantar a los inversionistas que tradicionalmente se refugian en los bonos del Tesoro estadounidense. Además de una depreciación del peso mexicano, esto podría significar menos inversiones.

Para 2024 creo que la ventaja competitiva de México, principalmente por el nearshoring, va a seguir; no es un tema de corto plazo. Creo que ya empezó desde hace mucho tiempo y creo que es algo que va a seguir y ojalá lo podamos maximizar y aprovechar lo mejor que podamos porque creo que para México está siendo una oportunidad única y eso debería ayudar en las expectativas de los próximos años

José Oriol Bosch Par, Director General en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)

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