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Impacta sequía histórica al Canal de Panamá ¡y al comercio exterior!
La falta de lluvias a causa del fenómeno de “El Niño” están provocando una crisis sin precedentes en el traslado de mercancías, a través de esta importante ruta comercial
Por Néstor Hernández
Una sequía histórica está poniendo en jaque al Canal de Panamá y al comercio internacional.
El culpable: el fenómeno de “El Niño”. Y es que esta condición está provocando un clima más cálido y seco en la región.
Según datos de la administración del canal y del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, Panamá está experimentando uno de los dos años más secos en 143 años.
El lago Gatún, el depósito principal de lluvias y que hace flotar a los barcos a través del sistema de esclusas, registró mínimos históricos en julio del año pasado.
Por consecuencia, las mediciones del cruce marítimo están marcando un 30 y 50% por debajo del nivel normal. El Canal de Panamá requiere de una gran cantidad de agua para operar, unos 193 millones de litros por cada buque.
Esta alarmante situación está obligando a la autoridades panameñas a restringir el tránsito de navíos.
En la actualidad, solo está autorizado el paso de 22 buques diarios, frente a los 36 o 38 que se permiten en condiciones regulares.
Pero, si la sequía continúa, se podría restringir aun más el cruce a tan solo 18 unidades por día.
Este hecho no solo afecta al número de buques que pueden navegar por la zona, sino que también les obliga a reducir la carga que pueden transportar.
Esto se debe al calado, el cual determina la profundidad de agua que necesita una embarcación para navegar de forma segura.
Es decir, un barco con más carga tendrá un calado mayor que uno con menos carga.
Los que tienen un calado mayor no pueden navegar en aguas poco profundas.
Aunque ya se habían impuesto restricciones al calado en otros años, durante temporadas pasadas de “El Niño”, las pérdidas monetarias por causa de esta medida ahora podrían ser peores.
Impacto a las finanzas
El Canal de Panamá es una importante ruta comercial que conecta los océanos Atlántico y Pacífico. Y a través de él pasa el 6% del comercio mundial, lo que equivale a más de 12 mil barcos cada año.
Por tanto, su operación es fundamental para la economía de ese país y para el intercambio de mercancías internacionales, pues de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aporta el 6.8% del PIB panameño.
Es así que esta sequía representa un severo peligro económico para las finanzas de Panamá.
De hecho, la administración de la ruta prevé una caída en sus ingresos de hasta 200 millones de dólares en 2024 a causa de restricciones al tránsito marítimo.
Dicha previsión se basa en la cantidad de lluvia y el nivel del lago Gatún, según las autoridades.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Panamá ha asegurado que los retrasos en los envíos han provocado pérdidas de hasta 500 millones de dólares en los últimos meses.
Estos retrasos están afectando a una amplia gama de productos, incluidos los alimentos, los productos manufacturados y los combustibles.
En cuanto a las pérdidas económicas a nivel mundial por esta sequía aún son difíciles de cuantificar, pues la llegada de la nueva temporada de lluvias es incierta.
Un estudio publicado por la revista Science calculó que anteriores fenómenos de “El Niño” han costado a la economía global más de 4 billones de dólares.
A río revuelto…
México podría aprovechar esta crisis para impulsarse como una alternativa rentable en el traslado de mercancías internacionales, a través del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Cabe señalar que este proyecto, inaugurado el pasado mes de diciembre, une a las costas del Pacífico y el Golfo de México por medio de una red ferroviaria avanzada, capaz de transportar una gran variedad de mercancías a lo largo de su recorrido.