Sobre Slavoj Zizek
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Para entender el mundo.
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Portada: Queralt Blanco
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La Trivial Para entender el mundo
Colaboradores Frederic Sala Lena Macau Pedro Barata Víctor Tarruella Queralt Blanco Jordi Romano Roc Solà Joan Montana Enric Parellada Alán Barroso Arrufat Romina Torrealba
Compartimos libros Está a disposición del lector cualquier libro reseñado por La Trivial. No tiene más que pedirlo en: latrivialrevista@gmail.com. Le llegará en un periquete y sin que se deba preocupar nada.
Envíanos tus textos a: latrivialrevista@gmail.com www.latrivial.org facebook.com/latrivial twitter.com/latriviale Tirada más bien austera. Septiembre 2016 Edición La Trivial Diseño y maquetación: Roc Solà Fundada en 2015 Los artículos son responsabilidad de sus autores Especial agradecimiento a la ilustradora de la portada por su trabajo. Tuvimos la idea de plasmar la cara del autor, para llamar la atención, como él bien hace, y a su vez, trazar los pliegues de su cara y su silueta con sus propias frases y títulos de sus obras. En este número 13 de La Trivial hemos dado un giro copernicano a nuestro enfoque, tomando así la revista un aspecto más compacto de monografía. El carácter del autor que introducimos, Slavoj Zizek, nos ha obligado moralmente a llenar el número de chistes y referencias a películas del Hollywood más infantil. La redacción de la mayor parte se ha hecho bajo el son de la lista de Spotify llamada: Giovanni Sartini, núm 6.
Portadas que al final no fueron...
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Presentando a Slavoj Žižek
L
a Trivial presenta una serie de revistas en las que introducirá un autor del panorama actual que creemos que puede servir para interpretar la realidad que nos envuelve. La estructura de la revista constará de un dosier con artículos sobre Slavoj Žižek y también habrán otros escritos de temas más variopintos.
Editorial
Entremedio de las páginas que irán desgajando, se podrán encontrar interludios en forma de chistes del autor o comentarios que se han hecho también sobre el controvertido y siempre sujerente filósofo. Pues, como verán, toda la obra del pensador está trufada de chistes que ejemplifican sus puntos de vista. Slavoj Žižek nació en Liubliana, Eslovenia en 1949. Estudió filosofía en la Universidad de Liubliana y psicoanálisis en la Universidad de París, y es filósofo, sociólogo, psicoanalista y teórico cultural. Es director internacional del Instituto Birkbeck para las Humanidades de la Universidad de Londres, investigador en el Instituto de Sociología de la Universidad de Liubliana y profesor en la European Graduate School. Es uno de los ensayistas más prestigiosos y más leídos de la actualidad, y ha publicado más de cuarenta libros de filosofía, cine y psicoanálisis. Ha defendido la intolerancia (como crítica a la hipocresía), ha defendido causas perdidas, ha exhortado a la gente que quiere cambiar el mundo a dejar de actuar y parar a pensar, ha discutido con todo el mundo, como Judith Butler y Ernesto Laclau, ha criticado las películas de Batman de Critopher Nolan, ha alentado al mundo a amar sin cálculos, ha citado a Oscar Wilde, Peter Sloterdijk y a Groucho Marx en la misma página y, por si fuera poco, ha defendido que la felicidad se la suda, que es mejor estar apasionado. Este monografico pretende que se conozca a un hombre muy curioso, pero a la vez, una filósofo que puede ser de gran ayuda para entender el mundo actual. p
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Sumario Dosier
Pág. 6
¿Quién es Slavoj Zizek? por Roc Solà
Pág. 10
Bibliografía de Slavoj Zizek
Pág. 12
Apuntes sobre la sesión #10. Slavoj Zizek, por Germán Cano
Pág. 14
Reseña: “La nueva lucha de clases”, Slavoj Žižek por Ferran Wesselo
Pág. 17 Chiste
Pág. 18
El pensamiento de Slavoj Zizek. Idealismo alemán: Materialismo de lo real. Repetir Zizek de Kant a Hegel. Desde Lacan. por Jordi Romano
Pág. 26
Viviendo sin pasarse por Lena Macau
Pág. 28
Zizek sobre El Caballero Oscuro
Pág. 30
5 “If you have reasons to love someone, you don’t love them”. Slavoj Zizek
Cómo Zizek entiende el Poder por Víctor Tarruella
Pág. 32
Gabriel Ferrater, crítico de la ideología por Ferran Wesselo
Pág. 34
Zizek sobre Kung Fu Panda
Entrevista
Pág. 36
Entrevista a César Rendueles
Colaboración con
Pág. 42
El invento del amor: cuándo, cómo y por qué por Romina Torrealba
Series TV
Pág. 46
Mr. Robot es una mierda por Alán Barroso Arrufat
Desde Portugal
Pág. 48
La dictadura de la opinión dominante y la paradoja de la distancia por Pedro Barata
Pág. 50
Para saber más Libros La trivial - #13
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E
s hijo único de una familia de clase media dedicada a menesteres burocráticos y administrativos. Nació el 21 de marzo de 1949 en Liubliana, la capital de Eslovenia, que en aquel entonces formaba parte de la Yugoslavia de Tito(1892-1980), uno de los estados más “liberales” entre los países comunistas en el Bloque del Este. No obstante, como destaca Zizek, las libertades que que se permitían a sus ciudadanos eran más bien ambivalentes, pues se permeaba en las mentalidades una especie de autorregulación y autolimitación. Uno de los aspectos que fue bastante importante para el filósofo fue la ley que obligaba a a las compañías cinematográficas a dar una copia de la película a las universidades. De este modo, Zizek tuvo la oportunidad de ver todas las películas Estadunidenses y Europeas y establecer este modo de análisis tan peculiar a partir de ejemplos de películas de Hollywood. Esta fascinación por las películas de Hollywood surgió en Zizek sobretodo por el desinterés hacia el arte de su país ya que, o bien estaba contaminado por la ideología del Partido Comunista o por el nacionalismo de
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¿Quién es Slavoj Zizek? por Roc Solà @Roc10237
derechas. El joven Slavoj se dedicó en su adolescencia a leer solo literatura en inglés, sobretodo ficción detectivesca. Siguiendo sus propios intereses culturales, Zizek desarrolló un precoz interés por la filosofía y ya a los 17 años sabía que quería ser un filósofo de mayor. Estudió en la Universidad de Liubliana y publicó su primer libro cuando tenía 20 años. Se graduó en Filosofía y Sociología en 1971, y terminó en 1975 su especialización en Filosofía. Su tesis de 400 páginas se titulaba Relevancia política y práctica del Estructuralismo francés, un trabajo donde estudiaba la creciente influencia de Jacques Lacan, Jacques Derrida, Julia Kristeva, Claude Lévi-Strauss y Gilles Deleuze. Aquí ya empezó la polémica. Su tesis le costó el trabajo que le habían prometido en la universidad por ser políticamente sospechoso. Le dieron su trabajo a otro doctorado con una línea de investigación más próxima a la línea del partido. Según el filósofo esloveno Maiden Dolar, amigo de Slavoj, las autoridades estaban convencidas de que el carisma a la hora de impartir lección de Zizek podía influir inapropiadamente a los estudiantes. Decepcionado por el rechazo de sus talentos, Zizek pasó los siguientes dos años buscándose la
vida, en el servicio militar en la armada yugoslava y dando soporte económico a su mujer e hijo traduciendo ocasionalmente filosofía alemana. Aun así, en 1977 algunas de sus conexiones influyentes le consiguieron un sitio en el Comité Central en la Liga de los Comunistas eslovenos donde, a pesar de sus supuestas posiciones disidentes, escribió discursos para los lideres comunistas. En esos años, Zizek empezó a formar parte de un grupo de estudiosos eslovenos de las teorías del psicoanalista francés Jacques Lacan (1901-1981). Con ellos fundó la Sociedad para el psicoanálisis teórico en Liubliana. Él lo llama gang, que sería algo así como una pandilla o banda. Este grupo, entre los que estaban Dolar y la primera mujer de Zizek, Renata Salecl, empezó a tener más influencia editorial sobre un periódico llamado Problem! (en el que Zizek escribe críticas a sus propios libros o incluso escribe reseñas de libros que no existían) y empezó a escribir una serie de libros llamada Analecta. Zizek aún no es capaz de detectar el motivo de la gran cantidad de lacanianos en Liubliana en comparación con la densidad de estos en otras zonas de la antigua Yugoslavia. Todavía con la prohibición de ejercer en la UniLa trivial - #13
En esos años, Zizek empezó a formar parte de un grupo de estudiosos eslovenos de las teorías del psicoanalista francés Jacques Lacan (1901-1981).
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Asimismo, Miller se convirtió en su psicoanalista con sesiones de no más de 10 minutos. Se desconocen las razones de su corta duración pero se sospecha que pueda tener que ver con el carácter del barbudo esloveno.
versidad, en 1979 los amigos de Zizek le procuran un trabajo mejor como investigador en la Universidad del instituto de sociología de Liubliana. En aquel tiempo, Zizek pensó que esa plaza fuera un cul-de-sac intelectual en el que había sido mandado por el régimen comunista. Esta posición, no obstante, supuso para Zizek la calma necesaria para poder estudiar sus cosas e intereses libre de las presiones del tener que impartir clases y de la burocracia. Allí, en 1981, terminó su primer Doctorado en Filosofía. También en 1981, viajó a París por primera vez para encontrarse con todos aquellos escritores de los que había estado escribiendo todo este tiempo (por ejemplo, tiene algunos libros de Jacques Derrida dedicados). Aunque Lacan murió en 1981, su yerno, Jacques-Alain Miller, sería decisivo en el desarrollo de Zizek en este campo. Miller condujo discusiones abiertas sobre Lacan en París(y aún lo hace), y también organizó un seminario más exclusivo, para 30 estudiantes, en la Ecole de la Cause Freudianne, en la que examinó los trabajos de Lacan página por página. Como únicos representantes de la Europa del este, Zizek y Dolar fueron invitados al seminario y fue allí donde Zizek desarrolló su comprensión de los últimos trabajos de Lacan, que aún influyen sus pensamiento a día de hoy. Asimismo, Miller se convirtió en su psicoanalista con sesiones de no más de 10 minutos. Se desconocen las razones de su corta duración pero se sospecha que pueda tener que ver con el carácter del barbudo esloveno. Este período terminó cuando Zizek completó su segundo doctorado, esta vez en Psicoanálisis, en la Universite Paris-VIII durante 1985. Miller, con quien Zizek había defendido su tesis, era el jefe de una editorial pero demoró la publicación de
la disertación de Zizek sobre Lacan. De este modo, Slavoj tuvo que buscarse una editorial fuera del círculo de Lacanianos. Esta segunda gran decepción en la carrera de Zizek lo devolvió a Liubliana. Allí se convirtió en un columnista para un diario llamado Mladina. Mladina era una plataforma para la creciente oposición democrática al régimen comunista, un régimen que iba viendo disminuido su poder a lo largo de la segunda mitad de los 80. En 1990, las primeras elecciones democráticas tuvieron lugar en Eslovenia y Zizek optó a un puesto en el gobierno. Salió quinto. A pesar de que fuera como candidato Demócrata Liberal, su posición fue más estratégica que por convicción ya que la intención era derrotar a la alianza conservadora entre los nacionalistas y los excomunistas. A Zizek, como dice, no le importa ensuciarse las manos con la política en la realidad. Tampoco le importó convertirse en Embajador de Ciencia de la República de Eslovenia en 1991. En los primeros años 90, Zizek se dedicó a expandir y comunicar las difíciles ideas de Jacques Lacan ilustrándolas con ejemplos de la cultura popular, con películas de Hollywood. Escribe, en 1992, Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se atrevió a preguntarle a Hitchcock y ¡Goza tu síntoma! Jacques Lacan dentro y fuera de Hollywood. En 1997, su fama mundial empieza a crecer después de que Terry Eagleton le reseñara algunos libros. Empieza a atraer a grandes cantidades de jóvenes intelectuales, hasta el punto que se tiene que llamar a la policía en una conferencia suya en Lower Manhattan art gallery porque un gran grupo de jóvenes reclamaba la entrada. A pesar de que continua proveyendo con consejos al gobierno esloveno, sus energías
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siempre se han orientado a la investigación y el estudio. De hecho, desde 1989 y la publicación de El sublime objeto de la ideología ha publicado más de 15 libros en inglés. También ha escrito libros en Alemán, Francés y Esloveno, además de la traducción de sus obras al Japonés, Coreano, Portugués, Español, Eslovaco, entre otros. La prolífica e intensa producción de Zizek tiene que ver con el éxito internacional de su obra al transcribir de forma fidedigna las corrientes del mundo actual. Tiene que ver también con la combinación de la palabra escrita en el papel de sus libros y con la palabra pronunciada en los seminarios y reproducciones en Youtube.
Escribe, en 1992, Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se atrevió a preguntarle a Hitchcock y ¡Goza tu síntoma! Jacques Lacan dentro y fuera de Hollywood
En 2005 se casa con la modelo argentina Analía Hounie, ex del cantante Andrés Calamaro y que fuera inspiradora de la canción “Flaca”. En 2007 entra en la facultad de European Graduate School, un instituto internacional de teoría de la comunicación. En el mismo año empieza un inusual largo trabajo, Visión de Paralaje, un luengo tratado filosófico que intenta redefinir la idea dialéctica, utilizando películas, la guerra contra el terror o la neurociencia. Para cuando se publicó este último, ya estaba trabajando en la siguiente, En defensa de causas perdidas, donde debate el legado cristiano y los conflictos de clase del mundo actual. En 2013 se casa con Jela Krečič, quien fue alumna de su gran amigo Mladen Dolar en la Universidad de Lubliana. Su último gran trabajo es Menos que nada. Hegel y la sombra del materialismo dialéctico, escrito en 2012 pero que fue publicado en español en 2015, donde proclama que la modernidad empieza y termina en Hegel. Finalmente, a nivel político, el proyecto de Zizek podría tener tres puntos básicos: en primer lugar, la identificación de las contradicciones en el capitalismo contemporáneo, junto con su ideología liberal demócrata, en segundo lugar, el problema global del goce como factor político, y tercero, un trabajo teórico de una nueva forma de orga-
Jacques Lacan
nizar la sociedad. p La trivial - #13
10 Dosier 2000. Contingencia, Hegemonía, Universalidad,
Bibliografía de Slavoj Zizek
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2003, 329 pp. (con Judith Butler y Ernesto Laclau)
por el orden cronológico de su publicación original pero con las ediciones en castellano
1997. El acoso de las fantasías, Siglo XXI,
2000. El frágil absoluto o ¿por qué merecer la pena luchar por el legado cristiano?,
1999. El espinoso sujeto, Paidós, Buenos
México, 1999, 262 pp.
Paidós, Buenos Aires, 2001, 432 pp.
Aires, 2001, 432 pp.
1999. Reflexiones sobre el multiculturalismo, Espacio del saber(con Fredric Jameson).
1994. La metastasis del Goce, Paidós, Buenos Aires, 2003, 327 pp.
1996. El resto indivisible, Godot,
1993. Todo lo que usted siempre quiso saber de Lacan y nunca se atrevió a preguntarle a Hitchcock, Manantial,
Buenos Aires, 2016, 390 pp.
Buenos Aires, 1994, 204 pp.
1993. La permanencia en lo negativo, Godot, Buenos Aires, 2016, 392 pp.
1991. Porque no saben lo que hacen. El goce como factor político, Paidós, Bue-
Cro nol og í
a
nos Aires, 1998, 370 pp.
1992. ¡Goza tu síntoma! Jacques Lacan dentro y fuera de Hollywood, Nueva visión, Buenos Aires, 1994, 236 pp.
1989. El sublime objeto de la ideología, Siglo XXI editores, 1992, México, 302 pp.
11 Dosier 2014. Contragolpe absoluto. Para una refundación del materialismo dialéctico,
2001. ¿Quién dijo totalitarismo? Cinco intervenciones sobre el (mal) uso de una noción, Pretextos, Valencia,
2016. La nueva lucha de clases. Los refugiados y el terror, Anagra-
Akal, Madrid, 2016.
ma.
2014. Acontecimiento, Ensayo
2002, 299 pp.
2015. Islam y modernidad, Herder,
sexto piso, 2014.
2001. Repetir Lenin,
2015.
2012. ¡Bienvenidos a tiempos interesantes!,
Akal, Madrid, 2004, 157 pp.
Txalaparta, 2012.
2012. Menos que nada. Hegel y la sombra del materialismo dialéctico, Akal,
2013. Pedir lo imposible, Akal, Madrid, 2013.
2012. El dolor de Dios, Akal,
2012. El año que soñamos peligrosamente, Akal,
Madrid, 2012.(con Boris Gunjevic)
Madrid, 2015.
2002. Bienvenidos al desierto de lo real, Akal, 2008. Sobre la violencia. Seis reflexiones Madrid, 2005, 125 pp. marginales, Paidós,
Madrid, 2012.
2010. Viviendo el 2010. La final de los tiem- idea de comunismo, pos, luego como farsa, Akal, Madrid, Akal, Madrid,
Buenos Aires, 2008.
2011.
2011.
2009. Primero como tragedia, luego como farsa, Akal, Madrid, 2011.
2007. En desensa de la intolerancia, Sequitor, Madrid, 2007.
2003. El títere y el 2003. Órganos sin cuerpo, Pre-textos, Valen- enano. El núcleo perverso del cristianismo, cia, 2005, 241 pp.
2008. En defensa de causas perdidas, Akal, Madrid, 2011, 125 pp.
2006. Cómo leer a Lacan, Paidós, Buenos
2006. Visión de Paralaje, Fondo de Cultura
Aires, 2008.
Económica, Buenos Aires, 2006, 475 pp.
Paidós, Buenos Aires, 2005, 235 pp.
2007. Virtud y terror. Textos sobre Robespierre, Akal, Madrid, 2008.
2007. Terroriso y comunismo. Textos sobre Trotsky, Akal, Madrid, 2008.
2007. Sobre la práctica y la contradicción. Textos sobre Mao, Akal, Madrid, 2008.
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Apuntes sobre la sesión #10.
Slavoj Zizek, por Germán Cano Notas sobre una conferencia del curso “Pensamientos Radicales Contemporáneos: de Gramsci a nuestros días”, organizado por la Asociación Universitaria Contrapoder en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM (febrero-mayo 2016).
— Zizek tiene un inglés macarrónico. Por eso se le entiende. — La presencia de Zizek en el panorama político contemporáneo es chirriante por las formas. — Para definir a Zizek se ha usado de lo más variopinto, incluso se le ha nombrado el Elvis de la teoría cultural(cosa que no le gusta un carajo). — Zizek es un estajanovista que nos regala un libro cada dos meses. — El marxismo de Slavoj Zizek es sui generis. — Su fuerte reivindicación del idealismo alemán y del sujeto, le lleva a polemizar incesantemente con su gran bestia negra: el pensamiento posmoderno. — El sujeto no es nunca una entidad soberana, no podemos hablar de una subjetividad cerrada. — Un tercer rasgo, que no me parece menor, es la forma en la que se apodera de la cultura popular. El hecho de que haya tantos videos, que haya hecho tantos documentales. El hecho de que los ejemplos que el utiliza pro-
vengan de Hollywood fundamentalmente, y sobretodo del Hollywood menos interesante en términos intelectuales o elitistas, le lleva a comprender que cualquier forma de hacer política hoy en día tiene que tener en cuenta los medios de comunicación de masas. — Zizek conectaría con la interpretación del marxismo aportada por Althusser en los años 60. — Conviene encuadrar el pensamiento de Zizek en el marco de lo que Fukuyama denominaba el fin de la historia. — Alain Badiou es un gran amigo suyo. — Una hipertrofia ética, o una manera de entender cuestiones políticas desde parámetros exclusivamente éticos. — Zizek destaca otra hipertrofia, que podríamos llamar el culturalismo. Es decir, si el eticismo habría abusado de la ética para anestesiar la política, el culturalismo habría hecho lo mismo pero en el ámbito de la cultura. — Zizek entiende que los 60, y concretamente el mayo del 68, fue un momento de parte aguas porque las nuevas reivindicaciones culturales que se pusieron en juego ponían
13 Dosier de manifiesto la necesidad de una reforma o de una transformación cultural, donde los nuevos placeres sexuales, donde la emancipación femenina, los nuevos goces y las nuevas sexualidades pudieran tener un espacio. Al mismo tiempo, el elemento libertario que se escondía detrás del acontecimiento, propuso una desjerarquización y una crítica a la burocracia de partido que fue asimilada y absorbida por las necesidades del capitalismo.
salir de él.
— Zizek entiende que el velo ideológico existe, que es casi universal y que es muy difícil de erradicar, porque hay siempre una tendencia humana, inherente psicológica y antropológicamente al ser humano, hacia la ideología, hacia lo que llama estructura imaginaria de la realidad.
— Zizek llama pospolítica a la mera gestión administrativa, la reducción de la política a gestión. La idea de que no necesitamos políticos, sino técnicos.
— Zizek entiende que el desenmascaramiento ideológico, en la era de la sociedad de masas, es inoperante. Ya no podemos convencer a la gente interpelando a su sentido común o a su racionalidad, porque lo que nos ata a la ideología, a nuestros prejuicios racistas, antisemitas, machistas, es un determinado goce. — Podríamos tener la tentación de interpretar ésta tesis en un sentido activista: dejemos la ideología, dejemos la filosofía, y pongámonos manos a la obra, entremos en un partido o organización, con 33 grupos de telegram y hagamos cosas. — Marx no es ni un voluntarista ni un economicista. Éste es el problema que llega a nuestra actualidad bajo el debate entre Laclau y Zizek. — La lucha del ecologista que quiere tener manzanas ecológicas termina siendo funcional y estructural del sistema.
— Zizek entiende que todos estos nuevos movimientos sociales y culturales, y todas sus reivindicaciones, al ser reivindicaciones de estilos de vida ya enmarcados por el sentido común del capitalismo, no ayudan a La trivial - #13
— En este contexto se entiende la crítica de Zizek al populismo, porque entiende que el populismo, en sus diferentes variantes, es reactivo, es parasitario. — Para Zizek esto es positivo en la medida en que las reglas del juego, que ha planteado la política en los últimos tiempos, han sido siempre reglas pospolíticas.
— Zizek entiende que en la medida en que el tablero pospolítico pueda ser pateado, este populismo puede ser interesante. —Zizek entiende que la política emancipatoria pasa más por conectar con las demandas de los votantes de Donald Trump, y la tesis es fuerte, que con los votantes pijos de Nueva York a Hillary Clinton. —¿Qué es el cabaret? El cinismo, la decadencia de costumbres, la ridiculización. Ese ambiente cínico era el ambiente de la república de Weimar de los 30. — Por eso a Zizek le llama la atención el paso de esa sociedad decadente, descreída, que se ríe de si misma, que ya no cree en nada, y de repente el paso a creer en algo. Como se ha pasado de una situación de cinismo total a una situación dónde Hitler se hace con el poder. —Populismo, según Zizek: “todos conocemos al viejo chiste del hombre que busca las llaves bajo la farola. Cuando le preguntan donde las ha perdido admite que en un sitio mal iluminado. Entonces, ¿por qué las busca allí, justo debajo de la farola? Pues porque allí se ve mucho mejor.” Texto completo en www.latrivial.org Conferencia en Sesión #10] Slavoj Zizek (Germán Cano) — https://www. youtube.com/watch?v=uzq2JpsUkEc
14 Dosier
Res eĂąa
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Re s e ñ a
“LA NUEVA LUCHA DE CLASES”. SLAJOV ŽIŽEK Anagrama. Traducción: Damià Alou. 112 pg. 14,90€. Barcelona, 2016.
por Ferran Wesselo @feweco
Y
a en los inicios del capitalismo John Locke teorizaba una distinción entre el ordenamiento de la metrópolis inglesa –un estado de derecho de hombres libres– en contraste con el ordenamiento de las colonias americanas –un estado de guerra, creado por los colonizadores para poner orden en medio del desorden–. Para Žižek, años después, el ordenamiento mundial sigue anclado en esta distinción lockeana. Por un lado tenemos lo que él llama “la Cúpula”, un sistema perfectamente ordenado, “climatizado artificialmente” y donde el terrorismo aparece esporádicamente, perturbando la vida normal de la gente corriente. Por otro lado tenemos todo aquello externo a la Cúpula: «un mundo que, para nosotros, los que estamos dentro [de la Cúpula], aparece sobre todo en reportajes televisivos acerca de lejanos países violentos que no forman parte de nuestra realidad». El mundo exterior a la Cúpula es para nosotros incomprensible políticamente. A la vez, sin embargo, presuponemos su desorden y su terrorismo diario como si de algo natural se tratara. Se considera un sitio en el cual, en el mejor de los casos, podemos gestionar su miseria intrínseca, hacer de su vida algo menos doloroso. Partiendo de este esquema mental Žižek hace una crítica voraz al humanitarismo. La sociedad europea ha hecho lo que creía que era mejor para los refugiados, es decir, recibirlos con las manos abiertas, mostrar simpatía y generosidad. No obstante, el humanitarismo ha conseguido gestionar la miseria y poco más. Cree Žižek que no debemos aceptar la violencia de Oriente como algo inmutable, sino analizar críticamente el ordenamiento internacional para buscar modificarlo: «Con respecto a los refugiados, esto significa que nuestro objetivo justo debería ser intentar reconstruir la sociedad global de tal modo que los refugiados ya no se vieran obligados a vagar por el mundo. Utópica como puede parecer, esta solución a gran escala es la única realista, y la exhibición de virtudes altruistas nos impide, en última La trivial - #13
instancia, lograr ese objetivo». La política contra el altruismo, podríamos resumir. Entonces, faltaría explicar, ¿cómo se articula tal reconstrucción de «la sociedad global»?
La lucha de clases La «apuesta marxista», nos dice Žižek, parte del presupuesto de que la lucha de clases es el antagonismo que “sobredimensiona” buena parte de los conflictos a los que el problema global remite, el significante último de la sociedad actual. No podemos entender la crisis alimentaria de buena parte del Tercer Mundo sin pensar primero en el efecto devastador que provocaron la globalización de la agricultura en las prácticas agrícolas tradicionales. Tampoco podemos entender guerras como las del Congo sin reflexionar sobre el impacto de la explotación del coltán, materia prima de los materiales de nuestra tecnología más común (móviles, ordenadores, videoconsolas). Buscar cambiar el ordenamiento mundial es a su vez buscar cambiar el capitalismo. Así Žižek nos propone modificar radicalmente la relación que tenemos con los refugiados. No deben ser tratados como seres débiles y oprimidos con los cuales no podemos discrepar, sino que deben ser tratados como compañeros de lucha. Debemos eliminar los tabús heredados del humanitarismo y empezar a buscar caminos conjuntos en la lucha revolucionaria: «La tarea es construir puentes entre «nuestra» clase trabajadora y la «suya», para que se unan en una lucha solidaria. Sin esta unidad (que incluye la crítica y la autocrítica por ambas partes) la lucha de clases propiamente dicha se convierte de nuevo en un choque de civilizaciones». Es importante destacar que para Žižek la lucha de clases se identifica con un momento hegeliano: el reconocimiento(erinnerung). Por vía de la lucha de clases la distinción “interior de la Cúpula”-“exterior de la Cúpula” se disuelve y se abre un espacio de reconocimiento mutuo.
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Res eña
La violencia divina Otro de los conceptos interesantes del libro es la actualización del concepto “violencia divina”. Sacado de Para una crítica de la violencia, de Walter Benjamin, el término se define como una violencia sin un objetivo político concreto, violencia como objetivo en sí mismo. Mucha de la violencia actual se explica en estos términos. Por ejemplo, «los atentados de Oklahoma o el 11-S. En ambos casos, nos enfrentamos a un odio puro y simple: la destrucción del obstáculo –el Edificio Federal de Oklahoma, las Torres Gemelas– era lo que importaba realmente, no alcanzar la noble meta de una sociedad de veras cristiana o musulmana. Esa fascistización puede ejercer cierto atractivo sobre la juventud inmigrante frustrada, que no encuentra su lugar en las sociedades occidentales ni un futuro con el que identificarse. La fascistización les ofrece una manera fácil de dar salida a sus frustraciones: una vida de riesgo y aventura disfrazada de dedicación religiosa sacrificial, además de placeres materiales (sexo, coches, armas)». La violencia divina es vista por Žižek como el producto de la falta de alternativas de nuestra sociedad; es una rabia pura, sin ningún uso revolucionario. De la violencia no salen lecciones, repite Žižek sin cesar, de la violencia solo surge más violencia. De una generación producto de la violencia del colonialismo y los guetos urbanos ha nacido una rabia creciente. Cuando en 2005 ardieron los suburbios de París la izquierda buscó traducir esa rabia, analizando las supuestas razones y propuestas de cambio. No las había. «¿Qué clase de universo habitamos, capaz de celebrarse como una sociedad con libertad de elección, pero donde la única opción disponible ante el consenso democrático impuesto es una rebelión ciega?». La izquierda, una vez más, no debe buscar justificar la “violencia divina” de los terroristas y los marginados de los guetos, sino que debe crear una alternativa realista.
“
“
De la violencia no salen lecciones, repite Žižek sin cesar, de la violencia solo surge más violencia
* Con menos de cien páginas de lectura el libro da la sensación de ser un coagulo de artículos. Es posible que el lector sienta estar leyendo un refrito de las distintas colaboraciones de Žižek en The Guardian recogidas con más vocación editorial que no filosófica. Otro de los puntos flacos del libro es la no compensación entre promesa y contenido. Žižek predica durante todo el libro sobre la necesidad de una análisis y una propuesta basada en la lucha de clases, pero siempre se queda en meras generalizaciones sin concreción alguna. Siguiendo tal patrón de generalización el filósofo termina el final del libro con la respuesta del esperado “¿qué hacer?”. El esloveno pide la militarización de la crisis de los refugiados, la necesidad de establecer unos criterios de conducta civil comunes y la crítica al modelo económico que causa la crisis actual. La relación de sus respuestas con la lucha de clases es poco argumentada. Sin embargo el libro adquiere sus puntos fuertes allí donde Žižek se aleja de la política concreta para hablar de temas más estrictamente filosóficos. El texto toma cuerpo en la reflexión política y ética sobre la subjetivación política contemporánea, en relación con el capitalismo global. De lectura interesante y no especialmente complicada. * El traductor, Damià Alou, ha decidido traducir el titulo original del libro –Against the Double Blackmail- por un título más épico: La nueva lucha de clases. Es necesario precisar que para Zizek la lucha de clases no tiene nada de “nuevo”; la lucha de clases que él piensa es la que teorizó Marx en el s. XIX y no otra. s
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Chiste
ENCONTRAMOS A CRISTO ocupando la posición del hijo en el maravilloso chiste acerca del rabino que se dirige desesperado a Dios, y le pregunta qué puede hacer con su malvado hijo, que lo ha decepcionado profundamente; Dios le contesta con tranquilidad: “Haz lo mismo que yo; escribe un nuevo testamento”. Mis chistes, mi filosofía, Slavoj Zizek, Anagrama, 2015, página 92.
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El pensamiento de Slavoj Zizek Idealismo alemán: Materialismo de lo real. Repetir Zizek de Kant a Hegel. Desde Lacan. por Jordi Romano @JordiRomanoiCas
Cuando uno se adentra en el pensamiento de Slavoj Zizek se encuentra un hilo que atraviesa y estructura toda su obra, a saber: una dura crítica al pensamiento izquierdista post-68, encarnado por autores tales como Foucault, Deleuze, Derrida, Negri, Laclau... Para el filósofo esloveno la herencia de este pensamiento, que podemos llamar “posmoderno”, supone el abandono y el olvido de una noción central para pensar cualquier política emancipatoria: el sujeto trascendental. Zizek se niega a aceptar las ideas de que no hay nada absoluto, todo es producto de un proceso histórico, el sujeto es una construcción de los mecanismos de poder... Este historicismo radical ignora una dimensión ontológica que explique la dominación, la exclusión o el antagonismo. Zizek no solo quiere desmarcarse de esta tendencia, sino que la sitúa como su principal enemigo al marcarla como principal culpable de la mutación del capitalismo, a saber, la constitución del neoliberalismo. Zizek no tiene problema en decir que el pensamiento de Deleuze
1 S. Zizek. Repetir Lenin 2 S. Castro Gomez. Revoluciones sin sujeto
“es la ideología de la nueva clase dominante emergente”1. La crítica zizekiana al pensamiento posmoderno no es tanto el hecho de que se haya abandonado la centralidad de la lucha de clases a favor de otros movimientos, así sean feministas, ecologistas, antiracistas..., que derivan, según Zizek, en demandas culturales que no cuestionan al capital y que son perfectamente integrables dentro del multiculturalismo neoli-
beral. El problema nuclear sería algo así como que en su intención de abandonar un pensamiento dialéctico se deja de lado el antagonismo inherente al sujeto y se buscan subjetividades alternativas. “Por eso, toda empresa teórica zizekiana buscará mostrar que la subjetividad no se reduce a la subjetivación”2, es decir, que hay algún elemento no histórico que explicaría la dominación. En este sentido Zizek critica las prácticas genealógicas de Foucault, la teoría de la hegemonia de Laclau, el Imperio de Negri... Para mostrar los problemas ontológicos del pensamiento posmoderno, Zizek propone una lectura muy particular y atrevida de Hegel, siempre desde una interpretación lacaniana. En cierta manera Zizek pretende recuperar la conexión entre sujeto y verdad que ha sido rota por el relativismo cultural posmoderno y que impide pensar una política capaz de hacer frente al Capital. La manera en que Zizek piensa el sujeto tiene una marcada influencia de Lacan, a saber, no se trata de imaginar un sujeto en su unidad, sino en su división constitutiva. Puede parecer una locura, pero Zizek retorna a Descartes y lo defiende para exponer su tesis. En ningún caso busca la figura del sujeto soberano y transparente. Lo que le interesa es el hecho de que el sujeto cartesiano trasciende todos los procesos históricos de subjetivación, esto es, ningún atributo histórico puede ocupar plenamente a ese sujeto. Según Zizek, la importancia de Descartes para la historia de la filosofía no radica en haber
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postulado al sujeto como conciencia transparente y unificada, sino en haberlo entendido como un sujeto dividido. Descartes tuvo que descender primero a los infiernos de la duda y entender que allí podía confundir el sueño con la vigilia, o ser engañado por algún “genio maligno”. Es precisamente este momento de locura el que Zizek rescata de Descartes. Su tesis es que la característica básica del sujeto cartesiano no es el abandono de la duda mediante la certeza
de que, en otro nivel, desde otra perspectiva, yo soy un mero trozo de mierda”.4
(“piense lo que piense, hay al menos algo que no puede ser puesto en duda y es el hecho de que estoy pensando”), sino la certeza de la duda (“dude lo que dude, al menos hay algo que es cierto y es que estoy dudando”)3.
En la revisión del idealismo alemán desde el psicoanálisis lacaniano5 el esloveno detecta que es Kant quien concreta seriamente la noción de sujeto que inicia Descartes.6 Por eso Kant es considerado por Zizek como “el primer filósofo de la historia”:
Lo que caracteriza al sujeto es, pues, que la duda es insuperable, a saber, no se puede alcanzar el objeto de su deseo. Podríamos decir, en términos lacanianos, que Descartes descubre la pulsión de muerte que estructura el sujeto. De tal manera que el propio sujeto se funda no en el pensamiento, sino en el deseo, un deseo cuyo objeto es imposible. Lacan dirá que el sujeto no es aquel que desea, sino aquel deseado por el deseo de los otros. La lectura que hace Zizek del sujeto cartesiano es la de un sujeto que siempre está perdido, que nunca es soberano: no soy una “cosa pensante” sino que soy el “deseo del otro”. Este vacío constitutivo del sujeto es previo a cualquier determinación histórica en la que sea subjetivado. Para Zizek, Descartes es el primer anti-humanista de la modernidad al evidenciar la imposibilidad de superar el vacío: La subjetividad moderna no fue anunciada en la celebración del hombre por los humanistas del Renacimiento, para quienes el ser humano “coronaba la creación”; la subjetividad moderna no se anunció en la tradición de Erasmo y otros, sino en el célebre enunciado luterano de que el hombre es el excremento que cae del ano de Dios. La subjetividad moderna no tiene nada que ver con la idea del hombre como la criatura superior de la “Gran cadena del ser”, como punto final de la evolución del universo: la subjetividad moderna surge cuando el sujeto se percibe como “dislocado”, como excluido del orden de las cosas, del orden positivo de las entidades. Por esta razón, el equivalente óntico del sujeto moderno es intrínsecamente excrementicio: no hay ninguna verdadera subjetividad sin la idea
Lo que intenta contradecir Zizek es la idea, que ya está en Nietzsche, de que el sujeto es algo así como una suerte de ficciones o metáforas que él mismo produce sobre su propia vida. Si esto fuese así el sujeto coincidiría plenamente con el orden Simbólico, a saber, la subjetivación podría cerrarse en si misma.
Todo comienza con Kant, con su idea de la constitución trascendental de la realidad. De algún modo, se puede decir que es sólo con esta idea de Kant que la filosofía alcanza su terreno propio. Antes de Kant, la filosofía era percibida como una ciencia general del ser en tanto que ser, como una descripción de la estructura universal de la realidad entera, sin que hubiese una diferencia cualitativa frente a las ciencias particulares. Fue Kant quien introdujo la diferencia entre la realidad óntica y su horizonte ontológico, la red de categorías a priori que determina el modo en que entendemos la realidad, la forma en que ésta se nos aparece como realidad.7 Nos encontramos, otra vez, con una propuesta de interpretación de Kant que puede sonar como una locura en la academia. Pero es realmente interesante la idea de la ruptura que hace Kant al pensar no en representar al mundo, sino en representar las maneras en las que representamos el mundo. No es que Kant haya hecho girar el mundo alrededor del sujeto, sino que hizo girar al sujeto alrededor de sí mismo. Kant fue el primero en mostrar que el sujeto rota alrededor de su propio vacío, pues el “yo que acompaña todas mis representaciones” no es una cosa pensante, sino que es una grieta que rasga el tejido del ser y no se asimila a él .8 Es decir, la cuestión no es tanto buscar una verdad detrás de la ilusión, sino partir de las iluLa trivial - #13
3 Ibid. 4 S. Zizek. El espinoso
sujeto 5 La tesis de Zizek es que sólo a partir de la revolución del psicoanálisis lacaniano es posible comprender, en retrospectiva, en qué consistió la revolución filosfófica llevada a cabo por el idealismo alemán 150 años antes 6 Zizek afirma que aunque Descartes fue el primero en introducir una grieta en el universo ontológicamente consistente del pensamiento clásico, con su reducción del sujeto a res cogitans remendó la herida. Sólo Kant sacará todas las consecuencias del pensamiento revolucionario de Descartes, al evidenciar la imposibilidad de ubicar al sujeto como un eslabón más de la gran cadela del ser. S. Castro-Gómez. Revoluciones sin sujeto 7 S. Zizek. Menos que nada 8 S. Castro-Gomez. Revoluciones sin sujeto
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9 Ibid 10 Ibid. 11 S. Zizek. El espinoso
sujeto 12 S.Castro-Gómez. Revoluciones sin sujeto 13 Ernesto Laclau, estudioso del neoplatonismo, analiza de qué manera el pensamiento de John Scotus Eriugena ha llegado hasta Hegel, pasando por el misticismo nórdico, Nicolás de Cusa, Spinoza... 14 Real, Simbólico e Imaginario, constituyen en lacan tres registros que en el comienzo ordenan la lógica internade la lectura que se realiza del texto freudiano. Lo Simbólico como una cadena significante que funciona como el orden donde el sujeto se constituye. En suma, el sujeto siempre es un efecto de lo que se articula en la cadena significante. Lo Imaginario es el registro correspondiente a la formación de las “imagos” e “identificaciones”, que en una alienación primordial, constituyen al yo en una dependencia radical con la imagen del Otro. Por último, lo Real es aquello que en principio está excluido del espacio simbólico, es lo imposible que no es alcanzado ni está regido por las leyes del sifnificante: pulsiones, satisfacciones libidinales, el goce más allá del principio del placer. J. Aleman En la Frontera. 15 S. Castro-Gómez. Revoluciones sin sujeto
siones mismas. Lo que obtenemos al final del proceso cognoscitivo no es la verdad que se sobrepone a las ilusiones, sino la ilusión misma9. Se podría decir que el punto de vista de Zizek, heredado también de Althusser, en referencia a la ideología como algo inseparable de todo proceso de conocimiento e insuperable, tiene su origen en Kant. Pero Zizek encuentra una limitación en la obra de Kant ya que, al afirmar éste que no es posible obtener una representación directa de la realidad, está diciendo que ésta existe de manera independiente de la conciencia. Ésta división según la cual la cosa en sí existe, pero no podemos saber nada de ella impide entender que la cosa en sí, para Zizek, también es una ilusión. Al final de su vida, Kant huye de su propio descubrimiento y realiza una operación similar a la que hizo Descartes: simbolizar lo Real, contenerlo a través de la moral para domesticar esa dimensión trascendental y monstruosa de la existencia humana.10 Para el filósofo esloveno la operación kantiana de recuperar en la Crítica de la razón práctica lo incognoscible en la Crítica de la razón pura, es una muestra de neurosis. Kant no puede soportar el encuentro con lo Real e intenta limitarlo con la simbolización11. Lo que para Descartes y Kant era una limitación epistemológica, para Zizek es una limitación ontológica. A saber, la propia realidad, al igual que el sujeto, tiene una falla imposible. De modo que no tiene sentido pensar la dicotomía apariencia / cosa en sí como un problema de la relación entre sujeto y noúmeno. Lo que intenta Zizek al someter al idealismo a un examen lacaniano es precisamente desarrollar algo así como una ontología de la incompletud, esto es, pensar en que la falla se encuentra ya en el orden nouménico. Aquí Zizek empieza su particular interpretación de los pensadores poskantianos. Para el esloveno un paso fundamental que empieza a ir más allá del limite de Kant es el que hace Schelling. Este autor alemán es considerado uno de los pilares del idealismo. Zizek afirma que las obras de Schelling son la máxima expresión del materialismo. El texto principal que le interesa a Zizek es “Las edades del mundo”, donde el alemán se pregunta qué cosa hacía Dios antes de crear el mundo. La respuesta sería, mas o menos, la siguiente: Dios se estaba convirtiendo en Dios. El proceso de creación no es algo que proviene de un
Dios completo, sino que comienza con un Dios que todavía no es sujeto. Antes del comienzo del mundo, Dios existía como potencialidad pura, todavía indiferenciada, sumido en un oscuro y tenebroso fondo sin fondo (Urgrund) donde no había espíritu, ni razón, ni historia. Dios no era más que pulsión, voluntad pura sin objeto de deseo. Pero en algún momento Dios pasó de no desear nada, a desear algo específico: Dios quiere crear el mundo para poder reconocerse en él. Sin embargo, al dar este paso, Dios abjura de su condición indeterminada para convertirse en un sujeto capaz de crear el mundo a través del lenguaje (para San Juan, es sólo cuando aparece el Verbo, cuando Dios pronuncia la palabra, que comienza la historia y la tragedia del mundo).12 Este tipo de debates, que históricamente han sido fundamentales en la teología, e influidos claramente por el neoplatonismo y, sobretodo, de John Scotus Eriugena13, pueden parecer un sinsentido. Pero precisamente Zizek se caracteriza por revisar y reorientar hacia un sentido contrario buena parte de los grandes temas de la historia del pensamiento. El esloveno remarca un detalle entorno al que construirá, en buena parte, su ontología de la incompletud. A saber; en el vacío hay voluntad pura que no desea nada. Zizek se pone sus gafas lacanianas para pensarlo desde el psicoanálisis: la creación del mundo es el paso de lo Real a lo Simbólico14. Dios se hace sujeto en tanto que se elige a sí mismo, esto es, cuando reprime la pulsión. La repetición de este acto es el acto primordial del humano. La represión se hace solamente desde el Verbo (lo simbólico). En el sentido propio de Freud: la transición del mundo indeterminado de los instintos hacia el mundo determinado de la cultura. Solamente hay inscripción en el orden Simbólico cuando hay represión del instinto. Para Zizek, así sea para Lacan, es en esta imposibilidad donde habita el sujeto. Lo que quiere Zizek es trazar una analogía entre la tragedia de la auto-alienación de Dios narrada en Las edades del mundo y la tragedia de la alienación ontológica del sujeto descrita por Freud y Lacan15. Esto tiene una implicación directa. Lo que se pone encima de la mesa es el hecho de que previamente al proceso de subjetivación histórica existe ya un sujeto. Un sujeto constituido por la división, alienado, irreconocible. Aquí fun-
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16 Ibid 17 No en vano, la con-
ciona lo que Freud propone en “El malestar en la cultura”, a saber, el retorno de lo reprimido. Es decir, la represión primera sobredetermina la represión histórica. Aquí el supuesto clave, de orden meta-historiográfico, es que existe un acontecimiento fundador de la neurosis que se ubica en un tiempo mítico, en un tiempo antes del tiempo que irrumpe violentamente en la historia.16 Para Lacan: lo Real como dimensión que se sustrae a la historia17. Encontramos una clara distinción entre lo histórico y lo no histórico. La distinción de Freud entre la represión “normal” (Verdrängung) y la represión primordial (Urverdrängung) provee una clave para ello: la primera presupone la segunda. Este gesto de la represión primordial, cuyo nombre psicoanalítico es instinto de muerte, no puede ser historizado, ya que es la condición no histórica de la historicidad misma18. Mucho antes, pues, que el efecto de la subjeti-
vización histórica actúe en el individuo ya encontramos la represión primordial. Es decir, siempre hay una referencia inconsciente a algo así como “un pasado eterno” donde el sujeto, como Dios, se auto-aliena. Aquí debemos repensar una diferencia crucial entre Zizek y la ontología foucaultiana del poder. A saber, el poder es percibido por Foucault como una red imbricada entre formas de opresión y expresiones transgresivas que actúan como contrapeso. En cambio Zizek defiende que el poder se constituye a través de una fractura inherente que divide su edificio ontológico desde la raíz.19 En efecto, el poder no puede ser plenamente comprendido a través del estudio histórico de las relaciones sociales, para dar cuenta de su funcionamiento se tiene que pensar en que hay poder en la medida en que existe la grieta original de la estructura del sujeto. Zizek elabora minuciosamente esta reflexión en El resto indivisible, su principal texto a la hora de repensar Schelling. Allí vuelve a usar Las edades del mundo para demostrar que la libertad es la negación hasta las últimas La trivial - #13
cepción psicoanalítica de la historia despierta sospechas entre la comunidad de los historiadores. El problema no es tanto la necesidad de preservar la diferencia histórica (una cosa es el pasado y otra el presente) sino, por encima de todo, de remitir el sentido histórico a una instancia que nunca es susceptible de ser historizada sino recurriendo a mitos como el de la Creación, el asesinato del padre o la Castració. S. CastroGómez. Revoluciones sin sujeto 18 S. Zizek. El acoso de las fantasías 19 V. Tarruella. Cómo Zizek entiende el poder
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Para Zizek la revolución filosófica de Hegel es el hecho de mostrar que no es la razón sino la locura el elemento constitutivo de la realidad misma consecuencias de la cadena significante de lo Simbólico. Dice: Al experimentar la libertad, en el vórtice que percibimos por un breve momento al enfrentarnos a un acto de la libertad sin fundamento, nos “reunimos con lo Absoluto”, esto es, restablecemos el contacto, incluso nuestra identidad, con el origen primordial fuera de la realidad temporal, con el abismo de la eternidad antes de caer al mundo de las criaturas. A pesar de no coincidir plenamente, ésta idea es parecida a la Soledad Común que plantea el psicoanalista Jorge Alemán, a saber, la libertad necesita que el orden Simbólico se altere desde una negatividad exterior, esto es, que no pertenezca al orden. Es decir, es la irrupción de lo no histórico en la historia. Zizek plantea precisamente la política en este marco. La conocida crítica que hace él, y muchos otros pensadores (véase Chantal Mouffe) a la pospolítica se plantea en estos términos. La “política” actual es un olvido (idealista) de la negatividad, de la imposibilidad constitutiva de las relaciones. Esta dimensión es la misma condición de lo político, es decir, de la presencia del poder y del conflicto en la vida social. (...) Frente a esta mirada idealista, una postura materialista se haría cargo de que toda posición diferencial está atravesada por una negación primordial, por el antagonismo que bloquea desde dentro la posibilidad de una totalidad.20
20 J. Enrique Ema
Posthumanismo, materialismo y subjetividad. Política y sociedad, 2008, Vol,45 Num3: 123-127. 21 S. Castro-Gómez. Revoluciones sin sujeto 22 Ibid
Sin el fundamento trascendental de lo Real, vale decir, sin el vacío ontológico que caracteriza al universo ( y que según Zizek es el quid de todo el idealismo alemán), la libertad no tendría oportunidad alguna de realizarse en el mundo. La libertad ( como el poder) existe porque el mundo es ontológicamente incompleto. El descubrimiento de que la negatividad opera como condición de la libertad es justo lo que Zizek tanto admira del idealismo alemán21. La idea zizekiana de libertad es pues, en cierta manera, contraria al sentido común. A saber, podemos
actuar libremente precisamente porqué es imposible que tengamos control total sobre nuestras vidas. Esto es, al aceptar que el espacio simbólico nunca podrá cerrarse, esto es, nunca habrá algo así como una ley moral kantiana, se abre espacio para la libertad. Este mismo espacio es, precisamente, el de la oscuridad, imposibilidad e indecibilidad. Pero todo esto significa que el acto de libertad es traumático, que conlleva una buena dosis de horror y terror, en tanto que supone la irrupción de lo Real en la historia. Ya Schelling mismo anotaba cómo la mayoría de la gente teme la libertad y huye de ella. Preferimos refugiarnos en la seguridad que nos ofrece el mundo simbolizado de la historia antes que ser libres, pues ello significa re-actualizar el acto dramático y a-histórico del Entscheidung primordial.22 La libertad es el despliegue del instinto de muerte. No existe la posibilidad de conocer previamente que una decisión acabe como esperamos, si fuera posible, no sería una decisión libre. La decisión, en este sentido, es en
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sí misma imposible. A saber, el sujeto nunca decide, es la decisión quien sujeta. El acto revolucionario, lo inesperado en la historia, el acontecimiento, es el factor que emerge del fracaso de lo Simbólico23. Zizek conecta el pensamiento de Schelling con el de su rival Hegel, quien explica las consecuencias políticas del pensamiento de Schelling. El esloveno, como hace con Kant y Schelling, lee a Hegel desde una óptica lacaniana24 Descartes introduce la grieta en el sujeto, que siempre está dislocado, pero comete el error de pensarlo como res cogitans. Kant hace girar al sujeto sobre sí mismo y radicaliza la aportación cartesiana, pero cuando se encuentra con el problema de la negatividad se refugia y afirma que es un problema del sujeto, mientras que el mundo es harmonioso. Schelling hace un paso más que Kant y muestra que es el mundo quien está marcado por la negatividad. El primer paso y más importante que hace Hegel es pensar la negatividad como antagonismo, a saber, como barrera que niega toda posibilidad de realización plena porqué es condición ontológica de la existencia. El antagonismo pertenece al ser y no sólo al conocimiento. No se trata de una contradicción epistemológica, así sea kantiana, sino ontológica.25 Leído desde la óptica de Lacan, Hegel aparece como el filósofo de “lo Real”, como aquel que inscribe el instinto de muerte en el seno de la realidad misma. (...) Mientras que todos los anteriores modos de conocimiento buscaban vías de escape a la contradicción, razón por la cual caían de nuevo en ella, el conocimiento absoluto26 reconoce la naturaleza antagónica del ser y adopta la contradicción como su principio definitorio.27 Para Zizek la dialéctica hegeliana no tiene nada que ver con las lecturas que hace la academia, que entienden que Hegel propone una teleología del desarrollo inevitable de la contradicción en una síntesis cualitativamente superior. Para Zizek la revolución filosófica de Hegel es el hecho de mostrar que no es la razón sino la locura el elemento constitutivo de la realidad misma28. Zizek repite, una y otra vez, que la negación de la negación no tiene nada que ver con un retorno del sujeto a su identidad, a saber, la superación del antagonismo, sino todo lo contrario, esto es, la radicalización de la negación. En otras pala-
bras, la aceptación de que el esfuerzo del sujeto por realizarse, por reconocerse, no es superable: la sustancia social, una y otra vez, desbarata ese proyecto y lo pone cabeza abajo29 Por tanto, en la matriz de la célebre “tríada hegeliana” nos encontramos una identidad fundamental que se pierde y luego se recupera en un movimiento de reconciliación del sujeto consigo mismo. Mas bien, lo que encontramos es la inevitabilidad del antagonismo, pues en él radica la posibilidad que tiene el sujeto de “ser”. Así las cosas, Hegel no sería un pensador de la necesidad absoluta, sino de la negatividad absoluta.30 La reivindicación zizekiana del paso de Kant a Hegel como culminación de un logro en la historia del pensamiento consiste, en última instancia, en sacar las ultimas consecuencias que Kant se negó a aceptar en su descubrimiento, a saber, no existe un mundo nouménico fuera del sujeto, el mundo es plenamente fenoménico. La falla del sujeto y la falla del mundo son lo mismo. En esto se basa el materialismo de lo Real que pone en circulación Slavoj Zizek. Desde esta perspectiva podemos releer el articulo de Víctor Tarruella en donde se compara la noción de poder en Foucault y Zizek. El esloveno está en desacuerdo con Foucalt precisamente porqué el francés piensa que las relaciones entre poder y resistencia se basan en que no es posible encontrar nada más allá del discurso, esto es, las técnicas del poder (históricas) no permiten una resistencia desde fuera, a saber, el poder lo puede todo. Para Zizek la subjetividad del prisionero nunca es solamente la constituida por la norma carcelaria, de tal manera que hay siempre “algo más”, propiamente ontológico, así sea la negatividad del ser. La radicalidad antihistoricista de Zizek le llevará a decir que el acto revolucionario sólo vendrá cuando los sujetos experimenten que no tienen parte en el mundo heredado históricamente (...) el impulso no proviene de la historia, sino de su negación.31 La política revolucionaria debe negar la historia, destruirla y comenzar de nuevo, debe Repetir Lenin. Esto, según Zizek, es lo que no entiende la actual “izquierda posmoderna”, empeñada en combatir el poder desde las coordenadas definidas por el poder mismo. Si queremos la libertad, tendremos que destruir esas coordenadas y atravesar el camino del terror. El precio de la libertad, como bien vio Schelling, La trivial - #13
23 Para Zizek, como para Lacan, existe la oportunidad de que se de a lugar un “acto autentico”, un acontecimiento o evento que rompe la cadena causal que vinculaba al poder con sus formas de resistencia que surge de la nada y que actualiza de algún modo lo imposible, configurando así retrocausalmente las condiciones que lo hicieron aparecer. El ejemplo más claro de este acto autentico me parece que es el 15M, donde de la nada surge una rearticulación de todo el campo simbólico a través de un acto radical. V. Tarruella. Cómo Zizek entiende el poder. A diferencia de lo que opina Tarruella, yo no pienso que el 15M fuese, en sentido estricto, un “acto revolucionario auténtico” en el sentido lacaniano. 24 La tesis doctoral de Zizek se centra en la figura de Hegel. El esloveno siempre reivindica la necesidad de retornar a Hegel, así sea “reactualizar la dialéctica hegeliana con base en el psicoanálisis lacaniano 25 Ernesto Laclau estudia detalladamente las diferencias, y los limites, entre la Realrepugnanz kantiana y la contradicción lógica, así sea dialéctica, en Hegel. No son pocas las consecuencias políticas de este tipo de debate dentro de la tradición marxista, sobretodo después de las aportaciones de Galvano Della Volpe y Lucio Colleti. Para más información léase Ideología y posmarxismo, de Ernesto Laclau, en https://instituto25m.info/ ideologia-y- posmarxismo-ernesto-laclau/ 26 Para Zizek, siguiendo a Lacan, el “conocimiento absoluto” es la aceptación de que el camino hacia la verdad solo puede ser la ilusión. A saber, la verdad es la necesidad de la ilusión. Sin ilusión perderíamos la verdad. Detrás de la ilusión no se esconde la cosa en sí, como propone Kant, sino que la ilusión es condición constitutiva del ser. Para decirlo como Lacan, la realidad es fantasmática. 27 S. Castro-Gómez. Revoluciones sin sujeto 28 S. Zizek. Menos que nada 29 S. Zizek. El espinoso sujeto 30 S. Castro-Gómez. Revoluciones sin sujeto 31 S. Zizek. El espinoso sujeto
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necesita de la destrucción de todo orden positivo.32 A lo largo de su obra Zizek se muestra cada vez más reacio a la democracia liberal como instrumento capaz de transformar realmente el orden, en este punto es donde critica la noción de hegemonía de Ernesto Laclau o la idea de democracia radical de Chantal Mouffe. A saber, este tipo de planteamientos, a ojos del esloveno, nunca cuestionan el capitalismo, se mueven dentro de los marcos creados por éste. Esto es, la democracia liberal queda atrapada como el Otro del Capital.
32 S. Castro-Gómez.
Revoluciones sin sujeto. 33 Ibid. 34 S. Zizek. El acoso de las fantasías
Hasta el momento hemos acompañado a Zizek en el camino de Descartes a Hegel. Dedicaremos la ultima parte del artículo para esbozar la manera en que Zizek lee el paso de Hegel a Marx. Hay que advertir al lector que, como no podía ser de otra manera, la lectura del esloveno es difícilmente aceptable por los marxistas tradicionales. El paso de Hegel a Marx es planteado a fondo en la que es, seguramente, la mejor obra de Zizek: Menos que nada. Hegel y la sombra del materialismo dialéctico. En este libro Zizek dirá que todo lo que dice Marx ya está en Hegel, el problema es que Marx no pudo entender a Hegel. Para Zizek la transición de Kant a Hegel, que se conoce como máxima expresión del idealismo alemán, se trata, en verdad, es el proceso de desarrollo del materialismo de lo real. El materialismo radical de Hegel es la aceptación de que el hombre no se puede reconciliar consigo mismo, a saber, el antagonismo es ontológico. En este sentido Marx vuelve a plantear una teoría idealista de la historia, a saber, es posible superar el antagonismo recuperando una armonía que se perdió en tiempos remotos. Para Zizek, el verdadero idealista no era Hegel sino el propio Marx. Habrá entonces que leer a Marx desde el materialismo ontológico de Hegel para radicalizar su crítica a la economía capitalista. Hay entonces que repetir a Marx sin ceder a la tentación de postular una comunidad sustancial premoderna. Recordemos que ésta fue la tentación que logró superar Hegel cuando abandonó la utopía juvenil de recuperar la polis griega. Es por eso que el retorno a Marx por la vía de Hegel es importante para imaginar el mundo más allá (y no más acá) del capitalismo.33 Zizek, en una conferencia que no logro recuperar, hablaba de lo que dijo Lacan sobre Marx. Para el psicoanalista francés Marx hizo, funda-
mentalmente, dos aportaciones importantísimas, que en el fondo son una. A saber, por un lado permitió completar la estructura del discurso capitalista con la publicación de El Capital, y, a su vez, inventó la noción de “síntoma”. Al igual que Zizek, Jorge Alemán también encuentra muy interesante esta aportación lacaniana. El síntoma, para Lacan, es un elemento inconsciente que irrumpe para dislocar el funcionamiento “normal” del sujeto. (Irrumpe de forma encriptada, a saber, sueños, chistes,....) La idea sería más o menos la que sigue: Marx estudia el paso del feudalismo al capitalismo. En principio, el capitalismo supera y elimina las relaciones feudales, esto es, la servidumbre (en sentido estricto). De tal manera que las relaciones capitalistas de producción se basan en el intercambio libre entre personas libres que acuden al mercado para ofrecer su mercancía... Pero, Marx descubre algo así como que en medio de la economía capitalista irrumpe constantemente la servidumbre feudal, de manera latente y encriptada, a saber, como síntoma. Esto es, siempre hay un retorno de lo reprimido. Pero, según Zizek, Marx comete un grave error al pensar que el síntoma se encuentra camuflado detrás las cosas, a la manera de una máscara (falsa conciencia) que caerá cuando el proletariado tome la conciencia de su estado de servidumbre.34 En este punto el esloveno nos dice que la manera de resolver el problema es, una vez más, recuperar a Hegel: el síntoma no podrá superarse jamás, porqué no es algo que esté detrás de las cosas sino en las cosas mismas. En el mismo texto Zizek apunta que Hegel descubrió el fetichismo de la mercancía, pero no como algo que le pertenece a la mercancía, sino que es propia de la condición humana en tanto que existencia hablante, sexuada y mortal. El hecho de creer en que la servidumbre feudal es condición superada y borrada de la historia es, y esta tesis es marcadamente lacaniana, lo que nos permite gozar del mundo capitalista. A saber, solo reprimiendo el síntoma constitutivo del capitalismo podemos vivir de manera capitalista. Si esa ilusión, ese fantasma que sostiene nuestras prácticas fuese atravesado, entonces la trama de nuestra realidad se desintegraría y tendríamos que confrontar el núcleo traumático de nuestra condición finita. Por eso no estamos dispuestos a abandonar la ilusión fetichista. Hacerlo, equivaldría a reconocer el carácter trágico de nuestra existencia; reconocer que no existe garantía alguna de que
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El hecho de creer en que la servidumbre feudal es condición superada y borrada de la historia es, y esta tesis es marcadamente lacaniana, lo que nos permite gozar del mundo capitalista
nuestras acciones son buenas, verdaderas o bellas, porque el mundo se halla ontológicamente incompleto. Tendríamos que renunciar al goce que nos proporciona la simbolización capitalista, pero eso es algo que muy pocos están dispuestos a hacer35. Otra vez, volviendo a Schelling: tememos a la libertad. En asumir tal cosa consiste precisamente la concepción materialista. No se trata de que los hombres reproducen las condiciones materiales de su vida según el determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, ni de que la producción de la vida material determine la producción de la conciencia. De la misma manera, una concepción materialista no tiene nada que ver con que la conciencia determina el ser, ni en que sean las ideas las que produzcan condiciones de vida. A saber, el máximo exponente del idealismo sería Lenin. En cierto sentido: El leninismo, fase superior del idealismo. Precisamente porqué en la teoría del reflejo que el revolucionario ruso expone se afirma que hay una realidad material fuera de la conciencia, a saber, el conocimiento se acerca a esa realidad exterior, pero sin poder experimentarla de manera inmediata. El problema de la “teoría del reflejo” de Lenin reside en su idealismo implícito: su propia insistencia compulsiva en la existencia independiente de la realidad material fuera de la conciencia debe interpretarse como un desplazamiento sintomático, dirigido a ocultar el hecho esencial de que la propia conciencia se postula de manera implícita como exterior a la realidad que refleja. La propia metáfora del infinito acercamiento a cómo son realmente las cosas, a la verdad objetiva, delata este idealismo: lo que esta metáfora deja fuera de consideración es el hecho de que la parcialidad (distorsión) del reflejo subjetivo se produce precisamente porque el sujeto está incluido en el proceso que refleja36. A saber, el materialismo no se trata de la existencia de una realidad exterior al sujeto (propuesta de Marx y Lenin) sino en que es el sujeto quien
está ahí fuera (Hegel). Esto es, el conocimiento objetivo no es posible, porque el sujeto forma parte de la realidad. Esta tesis, reelaborada en Menos que nada llevada a sus últimas consecuencias implica aceptar que el mundo, en el fondo, no es nada. Cuando Bohr incorpora el principio de complementariedad durante la interpretación de Copenhage o cuando se demuestra el salto cuántico, a parte de negar el Natura non facit saltu de Newton, se contradice, ante todo, a Lenin. El materialismo dialéctico es para Zizek un materialismo cuántico, a saber, lo material surgió de la nada. Aquí recomiendo al lector leer Visión de paralaje del esloveno, una obra que, por lo poco que he leído de ella, se centra en las implicaciones políticas del desarrollo de la física cuántica.37 En cierta medida hemos tratado de mostrar de una manera poco exhaustiva las interesantes lecciones que saca Zizek del idealismo alemán. Es evidente que debido a: 1. la extrema complejidad de la cuestión 2. la incapacidad del autor que, sin conocer a fondo la obra de Zizek ni la de los otros autores, le impide explicarse de manera clara y 3. el hecho de que el esloveno escriba más rápido sus libros que la rapidez en la que yo puedo leerlos, el presente artículo muestre contradicciones, incongruencias, vacíos, argumentaciones sin sentido y carezca de algo así como un marco metodológico que ordene las distintas tesis. Pido mis disculpas al lector por el tiempo perdido. En definitiva, el psicoanálisis muestra, entre otras cosas, que la ideología no se vence desde una crítica racional, sino que necesita la confrontación directa del hombre con su síntoma, aceptando que esto implicará su Castración. Para Zizek este es el papel de la filosofía, a saber, mostrar los mecanismos de goce, desplazar la fantasía. p La trivial - #13
35 S. Castro-Gómez.
Revoluciones sin sujeto 36 S. Zizek. Repetir Lenin 37 Elabora algo así como una política perspectivista, a saber, siguiendo el “efecto observador” de la física cuántica, Zizek dirá que la realidad política de lo observado dependerá enteramente del modo de observación. Si se retira la perspectiva, se pierde también el objeto
@MacauLena
por Lena Macau
Viviendo sin pasarse 26 Dosier
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eer mitología griega te lleva a encontrar respuestas alternativas a casi todas las preguntas referentes al mundo que nos rodea. El nombre Apolo puede sonarnos a muchos, Dios de las artes y la música, hijo de Zeus y víctima de Eros -Cupido- desde que éste le maldijo por burlase de él cuando le vio jugar con un arco y unas flechas. Por eso Eros le lanzó una flecha a Apolo obligándole a quedar perdidamente enamorado de Dafne; que a su vez fue víctima de Eros recibiendo una flecha cargada de odio hacia Apolo. Así se inició la persecución. Apolo, inflamado de pasión, perseguía a Dafne y ella pasaba los días sin poder dedicar su tiempo a otra cosa que a escapar. Hasta que un día, cansada de esta vida y a punto de ser encontrada, pidió ayuda a su padre y quedó convertida en laurel; dándole a Apolo la única opción de abrazar su tronco o tomar alguna de sus hojas. En este mito, como en muchos otros, se aprecia la intensidad en las vidas de los protagonistas. Una intensidad tan cautivadora que hace que deje de importar cualquier otra cosa que no sea el momento presente. La vida futura pierde valor y ni siquiera se sabe si se llegará a ella. Una sensación similar a la que tuvieron los espartanos durante la batalla de las Termópilas, a la idea del Sublime que buscaron los Románticos o, quizás, a sentarse con los ojos cerrados y dejarse llevar por la música de Wagner. Sobre este sentimiento de entrega a los hechos que nos pasan en la vida habla el filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno Zizek, o más bien dicho, sobre la falta de este en la sociedad actual. Será porque nos levantamos cada mañana con una larga lista de cosas que hacer y tenemos que interrumpir una para llegar a la siguiente sin parar de correr detrás del reloj. Pues solo pensamos en el tiempo que a nosotros nos toma hacer algo, pero no en el tiempo que las cosas necesitan para ser hechas. Quedamos con alguien y en el momento en que la conversación empezaba a ser interesante, ¡zas! “Ostras, que tarde se ha hecho, lo siento pero tengo que ir a bla bla bla”. Y todo lo que podría haber pasado, la confianza adquirida o el intercambio de conocimiento tiene que quedarse en el aire. Dormimos poco, comemos demasiado rápido y como no tenemos tiempo de relacionarnos, usamos plataformas en internet que no necesitan de nuestra presencia física y que rellenan nuestro tiempo en vez de dormir o mientras comemos. Resulta que hasta las necesidades básicas del ser humano, que solo son tres, las hacemos mal por la falta de tiempo o la idea de que hay que hacer tantas cosas en un día como se pueda para sentirse bien y ser útil. Vivimos, quizás, en un mundo de superficialidades donde la vida es un juego de apariencias y, como dice Zizek, queremos las cosas sin la parte negativa que éstas puedan tener: queremos cerveza sin alcohol, azúcar sin calorías y amor sin sufrimiento. Que nada nos afecte mucho, que tenemos demasiadas cosas que hacer. Aunque ya nos advierten desde hace años: quién mucho abarca, poco aprieta. p La trivial - #13
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Zizek sobre El Caballero Oscuro Imagen: https://www.flickr.com/photos/rigg419
Fragmento extraído de el documental The pervert’s guide to ideology
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¿QUIÉN ES EL JOKER? ¿CUÁL ES LA MENTIRA A LA QUE SE OPONE? Lo verdaderamente inquietante de El Caballero oscuro, es que eleva la mentira a un principio general social. Al principio de organización de nuestra vida social y política, como si nuestras sociedades solo pudieran permanecer estables y funcionar si se basan en una mentira, como si decir la verdad, y este “decir la verdad está encarnado en el joker”, significara destrucción, desintegración del orden social
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Cómo Zizek entiende el Poder Notas sobre una conferencia del Dr. Jorge Fernández Gonzalo en la UCM Texto: Víctor Tarruella @VctorTarruella
Imagen: https://www.flickr.com/photos/kamilot/
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no de los debates teóricos más longevos de la izquierda reside en responder a la cuestión; ¿qué cosa sea el poder, y cómo enfrentarlo? Muchos filósofos y/o teóricos de la izquierda han dado respuesta a esta cuestión. Pero este texto se va a centrar en dos lecturas bastante particulares y a la vez contradictorias de la concepción de poder y de su consiguiente metodología para enfrentarlo; la visión de Michael Foucault y la del filosofo esloveno Slavoj Zizek. El poder es percibido por Foucault como una red imbricada entre formas de opresión y expresiones transgresivas que actúan como contrapeso (concepto de resistencia foucaultiana) en cambio Slavoj Zizek, muy heredero de la obra de Jacques Lacan y de su propuesta del psicoanálisis, defiende que el poder se constituye a través de una fractura inherente que divide su edificio ontológico desde la raíz. Para éste cada institución o forma de gubernamentalidad ofrece también una superabundancia, un flujo de ilegalidad inseparable de la legalidad que actúa a modo de excedente obsceno. El poder genera siempre un plus que debe ser contenido policialmente. Frente a la intuición foucaultiana según la cual a todo expresión de poder le corresponde una forma de resistencia Zizek apuesta por la versión lacaniana que nos permite poner en relación política y economía libidinal, de este modo la formula del filósofo esloveno para definir la encrucijada entre el poder opresor y sus replicas sería que a toda forma de poder le corresponde
una forma de goce. Así pues, el poder según Zizek se separa de la concepción foucaultiana en la que hay una forma de poder enfrentada a otra (foucaultianas formas de resistencia Poder-Resistencia), sino que hay un poder atravesado desde su raíz, el poder presenta siempre un exceso, una manifestación obscena que debe controlar policialmente o mantener en secreto. En “Primero como tragedia, después como farsa”, Zizek utiliza un ejemplo recurriendo a la película “Algunos hombres buenos” de 1992, donde se retrata la investigación de la muerte de un soldado a causa de una paliza propinada por sus propios compañeros, durante el juicio militar que se lleva a cabo en la película, descubrimos que en realidad las palizas habían sido permitidas e incluso alentadas por los oficiales en mando como parte de una secreta rutina de adoctrinamiento ideológico de la cual nadie habla abiertamente por un tácito pacto de silencio llamado código rojo, aquí tenemos el suplemento obsceno que viola abiertamente las leyes de la comunidad pero que es intrínsecamente necesario para representar las particularidades de la misma, esto es, una forma de transgresión de la ley que define el espíritu de la comunidad en el que esta ley es posible. El castigo hacia el soldado es consecuencia de que este había desenmascarado el paradójico nudo ético de la institución al no identificarse con las acciones ilícitas de algunos de sus compañeros, lo que en última instancia contravenía la oscura dualidad del ejercicio de poder institucional. Zizek utiliza otros ejemplos, como las relaciones entre miembros de comunidades blancas en los estados del sur de Estados Unidos durante la década de los años 20 en que la ley permitía que los blancos cometieran varias infracciones menores como exceso de
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Michel Foucault
velocidad, retrasos al pagar las deudas... Pero se mostraba implacable cuando se faltaba a la forma de transgresión especifica que definía su espíritu comunitario, es decir, cuando alguien renegaba de las formas de violencia parainstitucional contra los negros, linchamientos nocturnos, etc Así pues, el poder genera su propio exceso que debe aniquilar en una operación que ha de imitar aquello contra lo que lucha, es decir, repudia públicamente determinadas practicas no inscritas pero las abala subrepticiamente (transgresión inherente). El concepto de transgresión inherente se adaptaría perfectamente al concepto foucaultiano de resistencia, una serie de practicas que rompen o que interfieren con los efectos de un determinado ejercicio de poder, la diferencia sustancial entre ambos autores estriba en que Foucault apuesta por estas formas de interrupción y contrapoder, mientras que Zizek afirma que las formas de transgresión inherente refuerzan el mismo poder ante el cual parecen enfrentarse, legitiman aquello mismo que repudian, constituyen una suerte de reverso en el que la ley se sostiene. Esto es, quemar coches policía legitima la actuación desenmascarada de poder por parte de la institución policial. Lo que nos propone el mismo Zizek para superar este “atolladero” foucaultiano sería lo siguiente: 1. Sobreidentificación: Para explicarnos este concepto Zizek nos habla en varias ocasiones del grupo Rammstein, un grupo que utiliza la iconografía nazi en sus conciertos. Zizek nos dice que la sobreidentificación de determinados símbolos y tics ideológicos del nazismo es capaz de revertir La trivial - #13
el potencial ideológico original, vaciarlo y apropiárselo para dar como resultado una forma de goce aséptica. Se trataría entonces de substraer a la iconografía nazi todo su potencial ideológico y llevarlo hasta un punto preideológico en donde solamente esta funcionando el goce en su pura dimensión prepolítica. Así pues, la forma más efectiva para alterar su funcionamiento regular, seria quedarse con el discurso oficial del poder y actuar como si aquello que promete fuera verdadero. 2. Interrupción del circuito poder/resistencia: Para Zizek, como para Lacan, existe la oportunidad de que se de a lugar un “acto autentico”, un acontecimiento o evento que rompe la cadena causal que vinculaba al poder con sus formas de resistencia que surge de la nada y que actualiza de algún modo lo imposible configurando así retrocausalmente las condiciones que lo hicieron aparecer. Para Foucault en cambio no hay lugar para esta noción de acontecimiento. El ejemplo más claro de este acto autentico, o como dice Lacan, acto revolucionario auténtico, me parece que es el 15 M, donde de la nada surge una rearticulación de todo el campo simbólico a través de un acto radical. Probablemente la visión de Foucault acerca del poder y sus formas de resistencia es más intuitiva y reduccionista que la apuesta de Zizek por el psicoanálisis que, qué duda cabe, nos abre una nueva ventana de posibilidades, pero a su vez, su complejidad me hace preguntarme: Sometiendo estas dos concepciones a su utilidad práctica, cuál de ellas seria más eficaz? Juzguen ustedes. p
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Gabriel Ferrater, crítico de la ideologia por Ferran Wesselo @feweco
Z Poesía para leer al final
Cerca de los diecinueve A doce días, Julia, de que cumplas diecinueve años, quiero apuntarte tres o cuatro cosas (diecinueve no las sé) que digan la verdad. Mujeres y hombres componen todo el mundo. Muy simple, me respondes. Mas recuerda el mito de la cueva. Quien rebusca en el muro, fiebre de sombras, no puede sentir a su lado el tacto inocente que le tiende alguna ciega mano. Mujeres y hombres. Manos entrecruzadas. Oscuridad de una tarde que muere. En la cueva se puede vivir, Julia. Mejor, si no hay recuerdos. Pero al crecer te crece la memoria. Mira que crezca bien. Que no la tuerzan miedos. Que no sangre por un injerto cruel. No escuches a quien te hable de egoísmo: te has de atrever a amar. Y si tiemblas un día (he de decirte que un día así vendrá), y estén lejanos los diecinueve, recuerda: tuyo solo es todo don. Así ya sabrás dar sin pedir prenda, como dan los buenos. Y sabrás recibir, como mereces, un don sin retorno. Ciegos, atamos, en la cueva, Julia, fuerte el nudo del mundo.
izek ha reavivado una tradición del pensamiento que parecía muerta: la crítica de la ideología. Como decía en un artículo reciente Gregorio Luri, la filosofía es el arte de dormir con el enemigo. “El filósofo se mal compañero de mesa. A su lado siempre corre uno el riesgo de que se le atragante el sentido común”. Zizek ha querido traspasar la primera capa de la cultura de masas para preguntarse qué se esconde tras ese simple beso de cine, qué cableado de deseo se mueve en la ecología o la solidaridad de la era posmoderna. Sean cuales sean nuestras consideraciones sobre sus análisis concretos, lo cierto es que el filósofo ha conseguido su tarea primera: que la cultura ya no sea por nosotros sólo cultura, sino también duda.
En Cataluña la tradición de la crítica de la ideología topó con los muros de la dictadura. Gabriel Ferrater decidió recuperar esta tradición europea tardíamente y en el momento más impertinente posible. La dictadura se iba debilitando y las viejas ideologías previas a la guerra se iban sacando poco a poco del armario. No es de extrañar, pues, que Ferrater fuera para el antifranquismo -tan el de izquierdas como el catalanista- una figura incómoda, un interrogante con patas. De hecho, cuando el poeta publicó su poema “In memoriam”, sobre la Guerra Civil, un boletín del PSUC se quejó de que el poema no dejaba claro si Ferrater era favorable a los republicanos o los nacionales. El arte, para este militante, debía ser vehículo de una posición política predeterminada. Ferrater pensaba todo lo contrario: el arte es una herramienta contra la ideología.
Arte contra ideología Nosotros, modernos, somos conscientes de ello: el mundo cambia. Grandes sociedades han caído y otros nacen. La política se encuentra dentro de la historia y lo que es más grave, la estabilidad de un orden político se encuentra en las manos de su población. Según Ferrater, la novela nace de la necesidad de pensar este cambio, de producir un relato del movimiento social, es decir, hacer historia contemporánea. ¿Cómo? Reflexionando sobre los diferentes grupos sociales que mantienen a la sociedad en una fragilidad permanente. Señores feudales y campesinos, burgueses y proletarios, blancos, negros, hombres, mujeres... “Stendhal, o Balzac, o todos los rusos, o Dickens vieron que la sociedad se transformaba y eso significa que tienen conciencia clarísima que se encontraban en un conflicto de diferentes sociedades. Es la misma noción de que, en el orden puramente teórico, tenía Marx y que le permitió escribir El Capital que, justamente, es una historia maestra de historia contemporánea, de historia de la Revolución Industrial”. Pensar el movimiento del presente a través de los antagonistas de la sociedad. Esto, nos dice Ferrater, lo realiza magistralmente Ruyra en un cuento llamado “La parada” . En este cuento se nos describe una sociedad rural a través de dos chicos: Lluís, hijo de un propietario rural, y Xaneta, hijo de pescador. Los dos muchachos se encuentran en lugares antagonistas dentro del modelo productivo, pero juegan como niños cualesquiera. La división social murmura mientras los niños corren, ríen y
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“un intelectual en principio es esto(…): una persona que somete a crítica las posiciones espontáneas que encuentra en su mundo”. Gabriel FERRATER
cuando atrapan pájaros. El clímax de la obra estalla cuando el momento productivo aparece en la obra: Xaneta coge los pájaros que han ido atrapando durante la tarde y los mata. Los dos niños han comido pájaros otras veces. Pájaros que, evidentemente, han tenido que matar primero. Pero para Lluís, tan alejado del trabajo físico, el hecho de ver a su amigo matando pájaros sin ningún tipo de escrúpulos le horroriza. Así pues, el cuento nos ha mostrado el carácter ideológico de su relación con la violencia: para Xaneta un pájaro solo es un plato en potencia y la violencia un simple medio; para Lluís la violencia es algo extraño, incomprensible, lleno de carga moral. La sociedad rural del Ruyra nos muestra escindida. Dos sociedades, dos formas de entender el mundo y una sola violencia, hecha por los hombres. Desnudas las ideologías, el cuento nos permite una relación moral con la violencia. Se nos permite pensar la violencia directamente, es decir, pensar el problema del mal. Ferrater termina la reflexión con una analogía muy interesante. Como Lluís, la gente urbana es ingenua y ha perdido la capacidad de pensar las lógicas más elementales del poder. La población de las ciudades ya no sabe que si Xaneta va a cazar pájaros es para hacer un arroz. Del mismo modo no ven que si los militares han hecho bombas, las han hecho para lanzarlas. “Por ejemplo, leyendo las revistas norteamericanas, que están obsesionadas, las revistas intelectuales, para la lucha contra la guerra de Vietnam, hay dos elementos. Uno, las ganas de acabar con la guerra de Vietnam, lo que es muy respetable y todos estamos de acuerdo. Pero, por otra parte, hay un elemento que a veces a uno le desconcierta, que es la sorpresa, el hecho de que nos vengan de nuevo que los políticos son políticos y hacen guerras de Vietnam y las han hecho siempre y las harán siempre“. No podríamos decir que la ingenuidad hacia el poder haya disminuido en absoluto. p La trivial - #13
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Zizek sobre Kung Fu Panda
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Al mismo tiempo la película es totalmente irónica, riéndose de su propia ideología. Lo que es verdaderamente fascinante es que, aunque la película se ríe de su propia ideología todo el rato, la ideología sobrevive. Así es como funciona el cinismo
“Slavoj Zizek on KUNG FU PANDA” — https://www. youtube.com/watch?v=xCD3hg6OEQw
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César
Rendueles por Jordi Romano y Roc Solà @JordiRomanoiCas / @Roc10237
“Esa fe en el mercado se basa en cierto tipo de pesimismo antropológico muy característico de nuestra época”
Creció en Gijón pero vive desde hace casi veinte años en Madrid. Es doctor en filosofía y trabaja como profesor en el departamento de teoría sociológica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. También ha sido profesor en la Universidad Carlos III de Madrid y conferenciante invitado en varias universidades españolas y latinoamericanas. Fue miembro fundador del colectivo de intervención cultural Ladinamo, que editaba la revista del mismo nombre, y durante ocho años se encargó de la coordinación cultural y la dirección de proyectos del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ha escrito sobre cuestiones relacionadas con la epistemología, la filosofía política y la crítica cultural en diversas revistas especializadas. Ha publicado dos recopilaciones de obras de Karl Marx: una antología de El capital y una selección de textos sobre la teoría del materialismo histórico. También se ha encargado de la edición de ensayos clásicos de autores como Walter Benjamin, Karl Polanyi o Jeremy Bentham. Ha desarrollado una extensa labor como traductor y en 2011 comisarió la exposición Walter Benjamin. Constelaciones. Escribe habitualmente en su blog Espejismos Digitales.
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“Los neoliberales creen que la democracia y, más en general, la deliberación política racional es imposible en nuestras sociedades de masas, complejas y culturalmente diversas”
Hay corrientes, sobretodo después del 15M y las primaveras árabes, que centran sus análisis en la centralidad de las redes sociales como detonadoras del cambio político en nuestra época. En numerosos textos, artículos y conferencias, muestras una actitud crítica al respecto. ¿Por qué aparece este utopismo tecnológico? Creo que el ciberutopismo es el resultado de nuestra impotencia política. Nos cuesta reconocerlo, pero el neoliberalismo ha sido un proyecto muy exitoso. No tanto porque haya logrado enriquecer a unas cuantas personas como porque ha privado a la mayoría de la capacidad de intervenir sobre su vida compartida, ha limitado mucho la soberanía colectiva. Esa es una enorme fuente de frustración política para las personas comprometidas con el cambio social. Y una tentación permanente es buscar atajos, en este caso tecnológicos. La ideología digital transmite la sensación de que en las redes sociales se dan dinámicas virales que simplifican los procesos de transformación. O sea, que pequeñas acciones marginales y poco relevantes pueden tener resultados explosivos gracias al efecto multiplicador de la tecnología. En el fondo, es una forma de neoidealismo, se trata de un razonamiento muy similar al que mantenían los hegelianos de izquierda de los que se reía Marx en La ideología alemana. En la introducción de “Los límites del mercado” de Karl Polanyi hablas de lo excepcional que es nuestra sociedad respecto a la historia. Destacas que nuestra sociedad ha confiado a la competencia mercantil la organización de ámbitos de vida común que antes habían estado regulados por normativas conservadoras de la estabilidad. ¿Cómo es posible que se siga creyendo en la utopía de los mercados? Esa fe en el mercado se basa en cierto tipo de pesimismo antropológico muy característico de nuestra época. Hayek y Friedman lo explicaron muy bien. Los neoliberales creen que la democracia y, más en general, la deliberación política racional es imposible en nuestras sociedades de masas, complejas y culturalmente diversas. Llegar a acuer-
dos entre millones de personas es demasiado complicado y los intentos de deliberación a menudo concluyen con la imposición de las mayorías sobre las minorías. Por eso piensan que es preferible que intentemos organizarnos a través de un mecanismo de coordinación no impositivo que no requiere consenso ni deliberación, es decir, el mercado. El problema es que esta perspectiva está basada en una concepción del funcionamiento de los mercados completamente irreal. Los mercados generalizados históricos no han sido alternativas a la política sino herramientas de dominio de clase. La sociofobia entendida como miedo a la democracia se fundamenta sobre la potente y convincente tesis, incluso interiorizada por la izquierda, de que en el fondo es normal que las decisiones sean tomadas por los que más saben. ¿Cómo se combate esta visión? Creo que basta con estudiar un poco de historia. La intervención de los expertos a menudo ha sido catastrófica, y no sólo en economía. Un ejemplo tristísimo es el del hospitalismo. A principios del siglo XX en los hospitales de Estados Unidos los niños a menudo padecían una extraña afección que desarrollaban al cabo de un par de semanas de ingreso y que tenía una alta tasa de mortalidad. En realidad, aquella enfermedad era el resultado de la obsesión por la asepsia de los médicos y el desprecio de los pediatras –varones, en su mayoría– por los cuidados maternos. Los niños eran separados de sus madres y se les mantenía aislados en cubículos sin contacto humano. Al final morían de privación emocional. En es especial en el ámbito político hay que desafiar la expertocracia. Tenemos que aprender a reivindicar que la democracia es una idea escandalosa. Significa que sólo podemos llegar a entender qué leyes son justas o injustas razonando en común, no a través de una mera agregación o negociación de ideas individuales. Ahora recién ha hecho fortuna entre las ciencias sociales el concepto de liquidez en donde muchos conceptos tradicionales reciben el adjetivo de líquidos. ¿Hasta qué punto sirven estas teorías para des-
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cribir nuestra realidad social? Creo que es un eslogan que capta un problema importante relacionado con la fragilización de las relaciones sociales en nuestras sociedades, un asunto muy menospreciado por la izquierda durante al menos un par de décadas. Pero también es cierto que se ha abusado mucho de esa expresión hasta volverla inservible. Es conocido que los debates sobre Marx en ciertas galaxias de la izquierda siempre terminan en un enfrentamiento de quién es más revisionista y quién menos. Esto en el fondo es producto del uso como religión de estado de la URSS y en los partidos comunistas, y desgraciadamente ha terminado por desprestigiar el marxismo como método de análisis de la realidad. Tú propones no tomar los textos de Marx como un evangelio y sobretodo destacas sus producciones periodísticas. ¿Qué partes de la obra marxiana
pueden ser útiles para pensar el presente? Más que la obra marxiana en sí, que es interesante sobre todo para la gente que nos dedicamos a la historia de las ideas, creo que se puede reivindicar una ya larguísima tradición intelectual que se remonta a Marx y que está llena de polémicas, puntos de vista enfrentados y tensiones. El elemento que me parece insustituible en el enfoque de Marx es el acento que pone en la teoría de la explotación, es decir, su capacidad para detectar procesos políticos de dominación de clase tras lo que parecen dinámicas económicas automáticas y neutras. Alguna vez has apuntado que Marx deja en blanco lo que debe ser el mundo después de la revolución. Este mismo vacío lo vemos tradicionalmente en la izquierda que nunca se ha planteado seria y concretamente la estructura institucional de una sociedad emancipada. En un mundo donde no La trivial - #13
“Zizek me parece un filósofo muy sutil. Nunca me he sentido tan interesado por Hegel como en su presentación”
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existe un imaginario postcapitalista, ¿qué rumbo debería tomar una república para institucionalizar la radicalización de la democracia y la gestión de lo común? Para empezar, mirando al pasado. A lo largo del último siglo hemos acumulado un enorme bagaje de experiencias en distintos lugares del mundo en torno a la democracia, la participación, la lucha contra la desigualdad… Una de las grandes victorias de los neoliberales ha sido convencernos de que todo eso ya no sirve, que ha quedado perdido para siempre y que tenemos que empezar desde cero. Suelo poner siempre el mismo ejemplo, pero es que me parece útil de puro obvio: hasta hace muy pocos años en este país la telefonía era pública. ¿Os imagináis lo que supondría hoy desprivatizar la telefonía móvil y la conexión a Internet?
Slavoj Žižek tiene una imagen de personaje excéntrico y bufonesco y por eso a veces se duda de sus razonamientos y no se lo toma en serio. ¿Qué opinión te merece a ti el filósofo esloveno? En su último libro editado por Anagrama, “La nueva lucha de clases” plantea, para el tema de los refugiados, la solidaridad global como solución. ¿Estás de acuerdo?
“Trump o Le Pen han sabido interpelar a grandes masas de trabajadores que sienten que, en cambio, las organizaciones de izquierdas hablan de asuntos que no tienen que ver con sus vidas”
Zizek me parece un filósofo muy sutil. Nunca me he sentido tan interesado por Hegel como en su presentación. En cambio, me parece que sus análisis políticos concretos son un poco de trazo grueso. La solidaridad global no es una solución es un resultado, un objetivo. El problema precisamente es cómo llegar a ese resultado. Infravalorar lo increíblemente conflictivo y complicado que es llegar a esa meta no hace más que alimentar la intolerancia.
En los tiempos actuales, el cine y la literatura más mainstream hablan de zombis, meteoritos y situaciones postapocalípticas. ¿Podría ser esto de ayuda para entender el mundo actual, más o menos, como la metodología que usas en “Capitalismo canalla” en el que utilizas la literatura para estudiar distintas fases
del capitalismo? Creo que las teorías que aspiran a tener capacidad crítica tienen que ser capaces de engranar de alguna manera con la sensibilidad, con las formas de vida de la gente a las que van dirigidas. Eso se puede conseguir de muchas maneras. Una de ellas es, en efecto, incorporar elementos de la cultura popular. Pero no es la única vía ni necesariamente la mejor. Lo que me parece esencial es hacer el esfuerzo de explicar las cosas con la máxima claridad. Y cuando se hace ese esfuerzo suele ocurrir que resulta natural y sencillo recurrir a ejemplos de la vida y la cultura cotidiana
En cuanto a la actualidad política ¿Qué opinas de Donald Trump? Las épocas de crisis suelen ser momentos de movilización en los que se produce una reacción a la mercantilización en forma de politización. Lo que la gente de izquierda no siempre entiende es que el sentido de esa movilización puede tener muy distintas expresiones ideológicas. Es decir, pueden ser democratizadoras e igualitarias o reaccionarias y elitistas. El 15M fue una reacción a la mercantilización generalizada, pero también lo es el fundamentalismo islámico o el Frente Nacional. Creo que el éxito de Trump es un fenómeno similar, es lo que Gramsci llamaba una revolución pasiva: un proceso de movilización que deja inalterados los privilegios de las clases dominantes. La pregunta importante es por qué esos personajes han tenido éxito en esa movilización y la izquierda no. Y la respuesta es muy antipática. Trump o Le Pen han sabido interpelar a grandes masas de trabajadores que sienten que, en cambio, las organizaciones de izquierdas hablan de asuntos que no tienen que ver con sus vidas. Owen Jones lo ha comentado en ocasiones para explicar el apoyo de la clase trabajadora inglesa al Frente Nacional y otras organizaciones de extrema derecha. Esos partidos dan respuestas moralmente repugnantes a los problemas de los trabajadores pero al
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menos no fingen que esos problemas no existen ni los tratan como escoria. Existe una posibilidad real de reorientación del proyecto de la Unión Europea después de los fenómenos del Brexit, la gestión vergonzosa del tema de los refugiados y el ascenso de la derecha antinmigración? Sí, esa posibilidad siempre ha existido, aunque la ventana de oportunidad se está cerrando. Lo que estamos viviendo es la descomposición del proyecto de la Unión Europea como un espacio de mercantilización generalizada que se remonta a la época de la reunificación alemana y la caída de la URSS. En cualquier caso, lo que debería preocuparnos no es tanto que sea posible esa reorientación como que es completamente imprescindible. Para impulsar proyectos de democratización anticapitalista a escala nacional necesitamos una paraguas institucional continental.
Por último ¿Qué libros o autores en general recomendarías para seguir entendiendo el mundo que nos rodea? Últimamente me ha gustado el libro de Paul Mason, Postcapitalismo. Más en general, creo que estamos viviendo una época muy buena del pensamiento ecologista (lo que no deja de ser inquietante). En ese sentido, el ensayo de Rutas sin mapa, de Emilio Santiago Muiño me ha parecido excelente. p
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El invento del amor: cuándo, cómo y por qué Publicación original: https://8ctubre.wordpress. com/2016/02/14/el-invento-del-amor-cuando-como-y-por-que/
por Romina Torrealba @Torretorremoto
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ientras Odiseo sufría por su lejana tierra, Penélope suspiraba, ingeniándoselas para retrasar el terrible día en que tendría que volver a casarse. No quiere a nadie que no sea Odiseo, sus pretendientes nuevos son incivilizados, brutos, glotones y groseros. Penélope no echa de menos a Odiseo por una pasión romántica o un profundo enamoramiento, como podrían hacernos creer nuestros ingenuos ojos del veintiuno contaminados por una larga tradición de historias de amor, novelas rosas, chickflicks, Disney, Marvel y demás, sino porque era un buen marido, que se ocupaba bien de las tierras y de los asuntos que atañían a los maridos. Claro que era un plus que fuera fuerte, buen guerrero, rico y muy noble de sentimientos; desde luego era el mejor partido de Ítaca. Pero el matrimonio no tenía ningún fin que no fuese práctico y estaba completamente desligado del amor. En la mitología griega, el amor —el que nos imaginamos cuando escuchamos nombrarlo— estaba puramente relacionado a lo erótico. Los dioses y héroes se muestran celosos, caprichosos e inmensamente fértiles, y viven el amor de una forma meramente carnal. El otro amor, el «romántico», en realidad no se «descubrió» hasta muchos años después, mucho después de que cayera el imperio romano y mucho después de que se formaran las lenguas romances. Su aparición se debe únicamente a que ya existía otro tipo de amor, uno casi idéntico al que surgiría en Europa en torno al siglo XII —en la cultura árabe ya existían trazas de algo parecido—, un amor que también tuvo que ser inventado y creado a base de fantasías, devoción, entusiasmo en demasía y métodos propagandísticos: el amor a Dios, uno más que, si bien pudo haber nacido de forma genuina, claramente adoptó finalidades prácticas dentro de
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las comunidades acechadas por inviernos fríos, pestes, pobreza, hambruna y desigualdad. Dice C.S. Lewis que el amor cortés del que somos herederos directos, creado en los ámbitos más cultos y nobles de las sociedades, no es otra cosa sino un calco del modelo de la religión cristiana, cuyos ejes centrales serían sustituidos por estos nuevos: 1.
Dios deja de ser el ser absoluto y adorado del cual el hombre depende. En su lugar, la dama ocupa su puesto. 2. Los papeles sagrados dejan de representar el código ético-moral, y son reemplazados por las propias obras literarias, un auténtico archivo de «educación sentimental» nuevo, creado por los trovadores. 3. La retribución ya no es el cielo ni la vida eterna, sino la unión sexual con la dama. El amor cortés, además, debía ser humilde, con protagonistas pertenecientes a la clase cortesana—la dama, sin embargo, con una mejor posición que el trovador— y adúltero. Después, con el tiempo, se volvió a moldear, a reajustar a los valores cristianos, y nació la mujer fría que desdeña al trovador que ama apasionadamente, pero solo de forma espiritual y platónica —el «buen amor»—, ya que la cortesana, a pesar de ser tan desalmada, nunca traicionaría a su marido, por lo que el trovador estaría destinado a sufrir por siempre —ese «siempre», además, sería corto, pues estas historias suelen tener finales trágicos—. La supervivencia de este modelo de amor es francamente impresionante. De estos poemas cantados nació la prosa sentimental
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Al fin y al cabo, la mitad del siglo XX y lo que lleva del XXI son los siglos de la deconstrucción de todo lo deconstruible
que luego daría lugar a más géneros que continuarían la idealización del amor romántico. Se usa dentro de los libros de caballería, los verdaderos bestsellers del XVI, y después pervivirá, disfrazado, camaleónico, pero en esencia igual, durante el XVII, XVIII, XIX, XX y… XXI.
nina también serán intérpretes de la degradación del amor romántico. Serán, esta vez, ellas las que amarán pero serán fuertemente castigadas por sus autores y por sus comunidades ficcionales, víctimas del cruento y aplastante cotilleo de las clases altas del siglo XIX, y destinadas a finales trágicos.
Como todo rotundo éxito, este amor, en auge durante nuestros siglos de Oro, perpetuado durante el XVIII —y lo digo así porque el XVIII, en cuanto a literatura, no parece auge de nada, sino una especie de mancha en la historia de la materia, culpa de ese afán de que todo fuese didáctico, útil e ilustrado—, caerá en un estado de degradación continua a partir del XIX. Pero no me refiero a su poder, ni a la fascinación que provoca a sus lectores, sino a que la ilusión, la idea, del amor como perfección última terminará por derrumbarse y ser abordada de nuevas formas.
Como de tantas otras cosas, el siglo XIX marca el inicio de algo de lo que somos herederos directos —la libertad absoluta en las manifestaciones y formas del arte, el inicio del capitalismo, el materialismo, los primeros pasos de la alfabetización de las grandes poblaciones, la inserción de la higiene como base de una buena salud, etc.— y la degradación del amor romántico literario, vivo y latente durante tantos cientos de años, comenzará un declive más drástico, más inclinado y más terrible.
Emily Brontë renovará las novelas sentimentales victorianas, introduciendo personajes malvados, crueles y egoístas que terminarán con la tradición de los amantes como seres moralmente perfectos. Heathcliff y Catherine serán personajes vengativos, egocéntricos y despiadados en sus afanes por conseguir lo que se propongan dejando tras de sí un veneno oscuro que se apoderará de las familias Earshaw y Linton, y de sus viviendas.
El amor se va, poco a poco, desdeñando cada vez más, las obras que lo tratan pasan a ser despreciadas por los lectores que presumen ser los más críticos, y pasan a una subcategoría que no se puede seguir llamando literatura. Las obras que sí presentan amor serán, a su vez, cada vez más escépticas, cada vez más cuidadosas de evitar los clichés, los finales felices y las fórmulas antiquísimas. Se hará, en fin, un gran esfuerzo por renovar ese universal, ese motivo «eterno», explorando sus nuevas caras, sus nuevas naturalezas, otras ambiciones. Al
Por otro lado, las adúlteras Emma Bovary, Ana Ozores y Anna Karé-
45 Colaboración con
Hollywood ha disminuido considerablemente el contenido romántico de sus películas, incluso de las comedias románticas
fin y al cabo, la mitad del siglo XX y lo que lleva del XXI son los siglos de la deconstrucción de todo lo deconstruible —y más—. A partir de las revoluciones sexuales, el boom de la liberación sexual —un profesor mío decía que en épocas en las que el sexo es reprimido, aumenta el interés por la muerte, y viceversa, y ponía como ejemplos la época victoriana y la actualidad— y, en fin, a partir de la sexualización de todo —el arte, los medios, la publicidad, las relaciones amorosas, el bikini, el descenso de la natalidad y de los matrimonios, etc.—, el amor se termina enfocando principalmente al sexo, dejando en segundo plano las emociones o lo sentimental. La prueba final es que aquellos espacios que habían mantenido la idealización del amor romántico, espacios consumidos por las poblaciones más humildes y menos educadas —comúnmente los últimos espacios en adaptarse a las nuevas tendencias— han comenzado ya, lentamente, a dejar al amor también de background: el superhéroe de la película de turno ya no tiene que tener a la boba enamorada que lo admira, suspirante, desde la ventana de su alcoba; las princesas de Disney ya no se entregan al primer príncipe que se les presenta sin siquiera conocerlo; Hollywood ha disminuido considerablemente el contenido romántico de sus películas, incluso de las comedias románticas, que ahora presentan finales
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inesperados en los que el final feliz no es sinónimo de historia de amor exitosa; y las series de televisión, la nueva revolución de entretenimiento, se ocupan poco de las historias de amor. Este abandono del interés por el amor en los espacios de entretenimiento, sin embargo, tomará un poco más de tiempo en reflejarse en las mentalidades de las personas, pues se nos ha sido suministrado como medicina, día a día, durante muchos años. Es por eso que no concebimos a una Penélope que no sufra por amor, o que nos dé rabia que Odiseo vaya por ahí acostándose con todas las diosas que deciden darle una mano. Pero solo, tal vez solo, estas nuevas generaciones, nacidas en un nuevo milenio, desarrollarán una concepción totalmente distinta del amor, y será esta una de esas diferencias generacionales entre ellos y nosotros, tal y como ahora lo es el matrimonio gay, el veganismo y la permacultura entre nosotros y los que vinieron antes. ¿Hemos vuelto a los viejos tiempos, en los que el amor era puramente erótico? Al menos ya nadie piensa que el matrimonio sea necesario por fines prácticos, puesto que las mujeres —por fin— podemos trabajar y abrir cuentas bancarias propias. p
46 Series TV
es una mierda por Alán Barroso Arrufat @osorrabb
M
r Robot es mierda. Nunca es agradable ser tan directo y escatológico, pero siempre llama más la atención. Algunos se ofenden, a otros les entra la curiosidad; pero no pasa desapercibido. Además, por suerte o por desgracia, te pone en la incómoda posición de tener que desarrollar tu afirmación a riesgo de poder parecer un amargado que busca la descalificación rápida y simple para aislarse en su opinión de élite lejos del mundano populacho. Que igual sí. Pero si algo es mierda se dice, coño. No hace falta enrollarse mucho con la presentación de la serie. Si estás leyendo esto probablemente la conozcas, la estés viendo, la hayas visto o tengas pensado hacerlo. Y si no: Mr. Robot es mierda, pero mírala. Sirve para pensar, para pensar en contra suyo; pero pensar de todas formas, que es lo útil. Hay que ver que ir desnudo por el polo norte no genera nada bueno para pensar formas alternativas de transitar ese lugar inhóspito. Hay que ver que lo que ocurre en Mr. Robot no es nada bueno para pensar formas alternativas de transitar ese lugar todavía más inhóspito que es nuestro mundo moderno. Todo está jodido, la ambientación es bastante real en ese sentido. Deuda, desempleo, abuso de grandes corporaciones. Ahí está Evil Corp, como antagonista impersonal, representando el máximo exponente ideal de la empresa transnacional que ha trascendido la importancia de cualquier otro ente de gobierno democrático y que ya se sitúa por encima de cualquier estado-nación, subordinándolos al completo a sus intereses. En este caso han adelantado a la realidad, pero no por muchos años: el viaje hacía esa distopía terrorífica hace años que comenzó. Más motivos para mostrar interés por esta serie. Se nos presenta un escenario genial para comenzar una serie ge-
nial. El conflicto está servido, la situación es insostenible: antes o después algo debe surgir para cambiar está realidad que debe, como todas, llegar a su fin. Qué desgracia la nuestra cuando lo que surge es Elliot Alderson y su panda de frikis. Hacer un retrato psicológico de Elliot seguro que es muy interesante para un psicólogo, pero yo me voy a limitar a simplificar su condición en una breve definición: esquizofrénico con trastorno paranoide y desdoblamiento de personalidad. Freud se lo pasaría genial investigando la infancia del chaval. Desde luego, hay sitio donde mirar. De todas formas, no es cuestión de aburrir ni de destrozar sorpresas, dejémoslo ahí y orientémonos hacia la panda de frikis en general. Todos los que componen este grupito tienen en común una serie de elementos que los definen como personas y que explican sus motivaciones: hackers, solitarios, jóvenes, ultraindividualistas y, lo más importante, con alto rechazo al orden social. Y aquí viene lo importante: Rechazo al orden social no por injusto o perverso (aunque en ocasiones la explicación de su lucha se revista de esos motivos) si no por insatisfactorio para directamente ellos mismos y sus intereses. El motivo principal de su lucha es su descarrilamiento individual, sus problemas personales, que no les permiten añadirse a la normalidad del sistema. Y esa es su motivación, una motivación puramente individual y egoísta que, como no podía ser de otra forma, desemboca en un plan de futuro inexistente para una revolución contra lo establecido eventualmente posible gracias a la realidad financiera de la modernidad. Vamos a explicarnos: Personas con las motivaciones de este pequeño grupo de hackers en un pasado habrían tenido un margen de actuación tremendamente estrecho y limitado por las condiciones de su época.
47 Series TV Mientras antes, alguien que, con su acción individual y directa, pretendía cambiar algo -como nuestro grupo de jóvenes hackers- debía someterse a la decisión y casi única posibilidad de emplear la violencia: el atentado o el asesinato; ahora, con la venida de la modernidad y la informatización de la economía se abre un nuevo panorama de posibilidades para estos actores individuales que nunca antes habían supuesto una amenaza real de gran escala.
son cosas de personas unidas en movimientos de desborde en torno a demandas populares. Eso quedó antiguo. La gente, sus motivaciones comunes y sus luchas conjuntas ya no importan. Importan las tuyas, las individuales. Lucha por ello, ahora se puede. ¿El resultado de una victoria en este contexto? Caos. Caos porque, como en el pasado, al fin y al cabo, solo se ha lanzado una bomba; esta vez poderosísima (y posmodernísima); pero lo que no se ha conseguido (ni siquiera se ha pretendido) ha sido dar un asiento discursivo entendido popularmente como racional que explique, guie y condicione la estructura que funde la sociedad que debería venir tras un ataque tan contundente. Solo se ha soltado la bomba. Propaganda por el hecho. Fracaso y caos por el hecho. Y como bien saben los seguidores de Juego de Tronos de la boca de Meñique: “El caos es una escalera”. Y al fin y al cabo, para eso termina sirviendo la mayor bomba soltada jamás por un grupúsculo de anarquistas posmodernos: para que surjan monstruos que, aprovechando esa escalera de desconcierto que proporciona el caos, puedan acceder a instancias de poder que, lejos de ser destruidas, serán repobladas por estos.
Esta serie ilustra como este tipo de subversión, que en ocasiones presentaron ciertos grupúsculos anarquistas con su propaganda por el hecho1 (a mi juicio, la menos útil posible), ha podido mutar y hacerse con armas infinitamente más poderosas, pudiendo incluso llegar a presentar una amenaza real para el sistema. Elliot y su grupo de anarquistas posmodernos, afincados en el cuartel general más ridículo de la ciudad, pretenden (grosso modo) cargarse la base de datos de Evil Corp -que guarda los registros de deudores y débito- y así liberar al mundo entero de la losa de la deuda que lo ahoga. Hasta aquí el escenario que plantea Mr. Robot, más allá de toda la palabrería posmoderna contra la sociedad, la gente, las relaciones con la gente y del quejido de “nadie me entiende soy único y especial”; presenta un realidad contingente más que interesante en la que, por primera vez en la historia, individuos con motivaciones tan simples, -en tanto en cuanto salen de ellos mismos y terminan en ellos mismos- sin contacto alguno con el resto de la sociedad ni con las luchas que simultáneamente se pueden estar produciendo en ella; sean capaces de, en un instante, poner el mundo patas arriba.
Mr. Robot no es revolución, Mr. Robot es caos. p 1.La llamada propaganda por el hecho o propaganda por el acto es una estrategia de propaganda anarquista basada en el supuesto de que el impacto de una acción genera más repercusiones, obtiene más relevancia y, por tanto, es mucho más eficaz que la simple palabra para despertar las energías rebeldes del pueblo
Mr. Robot es una mierda porque evidencia eso. Y peor aún, porque lo hace deseable. Impone un mensaje muy claro: Los tiempos han cambiado, las revoluciones no La trivial - #13
48 Desde Portugal
La dictadura de la opinion dominante y la paradoja de la distancia por Pedro Barata @pbarata95
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N Desde Portugal
uestro tiempo ha postulado una diversidad de axiomas como indubitablemente verdaderos. Mi amigo Manuel Cardoso, un humorista portugués que merece mucho la pena conocer, me hablaba de la paradoja de la libertad de expresión: al revés de existir una verdadera posibilitad de elegir lo que uno quiere decir, las posiciones o opiniones que dada persona tiene hacia un tema determinado, lo que se ve muy a menudo al día de hoy es una encriptada dictadura de ciertas posiciones. Encriptada, pero dictatorial. El mayor acceso a la información (y consecuentemente el hecho de que más gente tenga una opinión formada de algo), de que las redes sociales (que, ojo, son fantásticas en muchísimos aspectos) son muy culpables, no ha hecho, en la mayoría de los casos (hay que tener mucho cuidado con las generalizaciones precipitadas) propagar una cultura de diversidad y pluralidad. Al revés. El mundo de hoy, o al menos el mundo occidental “informatizado”, ha entrado en una dinámica de opinión “acepte” o “buena opinión”. Se ha tomado un conjunto de ideas como verdaderas y se toma quien se pone contra ellas como loco. O sea, la mismísima sociedad que se intitula como democrática menosprecia las opiniones que van contra lo que “está bien”, lo que es justamente el contrario de los idearios que nos han traído la modernidad democrática (y aquí cabe recordar las palabras de Voltaire, que decía que “no coincido con lo que decís, pero haré todo lo posible para que lo puedas decir”). Y fíjense que la evolución siempre se hizo en base a ir contra lo que estaba predefinido, lo que se tomaba como garantido. Solo se supo que la tierra gira al rededor del sol cuando un loco ha enfrentado el mundo negando lo que era la convicción general. Si hoy alguien tiene la opinión que las maquinas, en 20 años, se convertirán en robots que mataran todos los humanos será puesto en un hospital de dementes (y aquí vuelvo a citar Manuel Cardoso).
ver con la soledad. Existe un temor generalizado a estar solo, no solo a la condición de no tener nadie en el mundo (y que afecta, por ejemplo, a mucha gente mayor y que es, sin duda, una situación muy mala y que hay que combatir) pero también a una situación puntual de estar solo con uno mismo, sin la compañía de nadie mas. La mayor parte de las personas de nuestra sociedad carece de autoconocimiento, de una tranquilidad y confianza interiores que hagan ver que la circunstancian puntual de estar solo puede resultar en una oportunidad de reflexión y encuentro con una misma, más aún en un tiempo tan acelerado que no da tiempo para tener tiempo para pensar. Por eso se debe combatir la idea de que uno se pasa unos ratos solo, sea en su habitación o caminando por una playa, no es ni un loco ni es un depresivo (la sociedad también es muy buena rotulando todo lo que ve como malo, con etiquetas que dejan bien claro que estamos en la presencia de animales raros).
Pues bien, una de esas ideas enraizadas en la sociedad tiene que
No dejéis de ser curiosos. p
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Pero cuando más se ve esta imposición de ciertas ideas es en relación a los efectos de la distancia tiene en el sentimiento. La mayor parte de las veces se entiende la distancia entre dos personas como castradora del sentimiento que haya entre ellas, como algo que, indubitablemente, disminuirá el vinculo que existía entre ellas. Con efecto, es verdad que la cercanía es esencial en todo tipo de relacionamiento, pero no es menos verdad que la distancia, por sí misma (y esto es muy importante, ya que no hablamos de otros factores que puedan tener importancia, sino solo de la distancia), es mucho más compleja y tiene muchos más efectos que somete enfriar un sentimiento. Una de las mayores consecuencias pocos habladas de la distancia es el equívoco. Al no estar con alguien cada día, no se verá lo malo de la relación, no se dará el desgaste normal de la convivencia interpersonal, y muy a menudo puede darse un fenómeno de idealización de una persona. Se pasa a querer una idea de la persona (hecha por la distancia y la separación y distinta de la realidad, ya que no se ve el otro para tener un constante recuerdo de su personalidad) y no la misma persona real y con sus defectos. La saudade es fenómeno de múltiples capacidades.
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para saber más
libros
Jorge Alemán. Gedisa (Barcelona), 2014. 125 páginas.
La paradoja democrática Chantal Mouffe. Gedisa (Barcelona), 2012. 156 páginas. Esta politóloga, profesora de Teoría Política en la Universidad de Westminster, alerta de la amenaza que representa el consenso para la democracia. Una crítica a la concepción universalista, racional, habermasiana e ilustrada de la democracia, desde una posición antiesencialista. Recurriendo a autores como Derrida, Lacan o Carl Schmitt, la autora propone la política como pluralismo agonístico, reconociendo la imposibilidad de encontrar una solución final para el antagonismo.
En la frontera. Sujeto y capitalismo
Un excelente punto de partida para la fundación de una izquierda lacaniana. Con una lectura peculiar de Freud, Lacan, Marx y Heidegger, Jorge Alemán propone una práctica política transformadora a través de la experiencia del Inconsciente. Una búsqueda para hacer posible la construcción de una nueva forma de experiencia militante, cruzando la frontera. Con vistas a la emancipación.
La gran transformación Karl Polanyi. Virus editorial(Barcelona), 2016. 456 páginas. La gran transforación re-
de risa (que también), sino que implica una actitud irónica, subversiva, reflexiva y comprometida. El presente libro reúne 107 chistes, des-
lata la paulatina expansión e imposición de la utopía del libre mercado que, desde finales del siglo XVIII, mercantilizó figuras como el trabajo, el esfuerzo de las personas, la tierra, la naturaleza y el dinero, hasta entonces no sometida a la ley de la oferta y la demanda. Para polanyi, el la sociedad de mercado, la principal misión del Estado es mercantilizar al máximo de ámbitos de la vida y la naturaleza para alimentar el mercado.
Slavoj Žižek. Anagrama(Barcelona, 2015. 164 páginas.
perdigados por toda la obra de Žižek, en un volumen que parece dar la razón a la frase de Wittgenstein: «Una obra filosófica seria debería estar compuesta enteramente de chistes.» No hay mejor vehículo que el chiste para ayudarnos a comprender las trampas del lenguaje, para hacernos pensar con una sonrisa o una carcajada, para colocarnos delante el espejo de nuestro propio yo y de la sociedad, pues el chiste es siempre una proyección del subconsciente colectivo, de sus miedos, de sus odios, de todo aquello que el estado reprime y acaba aflorando en un estallido de libertad e insolencia.
Slavoj Žižek, a quien se ha calificado del «filósofo más peligroso de Occidente», resulta ser también el más divertido. Pero aquí, naturalmente, la palabra divertido no es sólo cuestión
Pero en los chistes de Žižek encontramos también un compendio bufo de la historia occidental de los últimos cincuenta años: desde el socialismo real (aquí ya convertido en irreal) has-
Mis chistes, mi filosofia
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ta el capitalismo siempre irreal, donde Lenin, Brézhnev, Bush, Juan Pablo II, Jesús, Clinton aparecen como personajes del envés de la historia, y en su parodia ofrecen su faz más auténtica. Las ideas preconcebidas, el feminismo, la prostitución, el adulterio, la religión («desde la perspectiva teológica, Dios es el bromista supremo», dice Žižek) se someten a una meticulosa y jocosa demolición. Su marxismo bebe tanto de Groucho como de Karl, y ambos se hermanan de tal modo que parece que ya no puedan existir el uno sin el otro, pasando a acompañar a Lacan, Freud, Hegel o Heidegger, cuatro de los filósofos de cabecera de Žižek en su deconstrucción de lo que llamamos «verdad», mostrando su aspecto más estrambótico y sin olvidar que, como decía Guy Debord, “lo verdadero es un momento de lo falso”.
Jorge Fernández Gonzalo. Sans Soleil Ediciones (Vitoria-Gasteiz), 2016. 509 páginas. “¿Y si los grandes pensadores de la tradición filosófica reciente acabaran convertidos en aguerridos crononautas? A través de estas páginas, Jorge Fernández Gonzalo nos presenta a Derrida atravesando una de las puertas de El Ministerio del tiempo, a Foucault ajustando el condensador de fluzo de su DeLorean y a Žižek pilotando los mandos de la famosa invención de H. G. Wells. Todo ello, gracias a un meditado cruce entre la filosofía académica y la ciencia ficción cinematográfica en donde los bucles temporales, las burbujas cuánticas o las ucronías y distopías se hilvanan con algunos de los temas y disciplinas teóricas mas importantes del paisaje filosófico actual: colonialismo y políticas de la memoria, estética y fin del
arte, feminismo, multiculturalismo, estudios visuales y revoluciones sociales.”
drid), 2013. 196 páginas.
Revoluciones sin sujeto
Tras el derrumbe de la utopía neoliberal, el gran consenso ideológico de nuestro tiempo es la capacidad de las tecnologías de la comunicación para inducir dinámicas sociales positivas. La economía del conocimiento se considera unánimemente como la solución al deterioro especulativo de los mercados; las redes sociales son el remedio a la fragilización de nuestras vidas nómadas y globalizadas; la ciberpolítica aspira a regenerar nuestras democracias exhaustas… Nos gusta imaginar Internet como una especie de ortopedia tecnológica que ha transformado hasta el punto de su virtual superación los dilemas prácticos heredados de la modernidad.
Santiago Castro-Gómez. Akal(México), 2015. 400 páginas. Esta lúcida obra del filosofo colombiano es un primer paso inevitable para acercarse al pensamiento del “más peligroso filósofo de nuestro tiempo”. La rigurosidad de este estudio, que entabla un diálogo crítico con Slavoj Zizek, logra exponer el núcleo de la filosofía del esloveno, sus críticas a los pensadores
post-68 y su reivindicación de pensar una teoría del sujeto trascendental.
Sociofobia
Guía perversa del viajero en el tiempo
César Rendueles. Capitán Swing (MaLa trivial - #13
Sociofobia cuestiona, en primer lugar, este dogma ciberfetichista. La ideología de la red ha generado una realidad social disminuida, no aumentada. Sencillamente ha rebajado nuestras expectativas respecto a lo que cabe esperar de la intervención política o las relaciones personales. Por eso Sociofobia, en segundo lugar, realiza una ambiciosa reevaluación crítica de las tradiciones políticas antagonistas para pensar el postcapitalismo como un proyecto factible, cercano y amigable.
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para saber mรกs Why Be Happy When You Could Be Interesting?
Zizek - El Caballero Oscuro (Subtitulado)
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Documentales sobre Zizek The pervert’s guide to cinema(2006)
Zizek!(2005)
The pervert’s guide to ideology(2012)
Zizek - Our Fear of Falling in Love
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Hazte con todas La trivial
La trivial
Léeme.
Agosto 2015 · número 2
Julio 2015 · número 1
“Si uno no es un gran lector, no sé yo cómo se enfrenta a un libro de Laclau”
Retorna la geopolítica
¿El fin de la globalización?
Entrevista a Elvira Navarro
por Jordi Romano
UNIVERSIDAD DE VERANO INSTITUTO 25M DEMOCRACIA
TEMA CLAVE: LAS DOS EUROPAS Y LAS DOS UCRANIAS por Pau Baraldés
TRIVIAL Universidad deLA Verano Instituto 25M Democracia
Léeme. “Bajo su apariencia de rebeldía, la cultura hipster es un reflejo del capitalismo contemporáneo” Entrevista a Víctor Lenore
“El mundo se ha convertido en una guerra civil, generalizada, que avanza cada vez más hacia nosotros” Entrevista a Fernández Liria
ELECCIONES GENERALES 20-D LA TRIVIAL
Léeme.
A LA ESPERA DE UN NUEVO GOBIERNO
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Marzo 201
“Hay que hacer política desde los estados para construir precisamente un horizonte de cambio europeo” Entrevista a Jorge Moruno
LA TRIVIAL
Núm. 10 - Abril 2016
Revista 11 - Mayo 2016
Léeme. latrivial.org
Y OTRO 26J DESPUÉS
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“Lo importante no es el consenso, lo importante es desbordar el marco de consenso”
Con entrevista a Clara Serra
Entrevista a Jaime Pastor
LA TRIVIAL
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«COMO UN SÓCRATES PASADO DE ESTEROIDES... TERRIBLEMENTE PERSPICAZ.» (Terry Eagleton).
«Si Žižek fuese novelista estaría entre Kafka y Bukowski. Si fuera poeta, se acercaría más a Rimbaud. Pero, como filósofo, es realmente único» (Mary Barbara Tolusso, Il Piccolo). «El más peligroso de los filósofos occidentales» (Adam Kirsch, New Republic).