Hoy os voy a contar un cuento que me enseñó una profesora mía sobre la historia de una manzana que os hará reflexionar… Había una vez una manzana que vivía en un manzano y que todas las noc hes, antes de irse a dormir, miraba desde su rama el cielo, deseando ser una de esas estrellas tan brillantes. La manzana soñaba con ser una estrella. S e pasaba el día pensando ilusionada, cómo sería ver todo desde allí arriba, cómo sería brillar desde el cielo. Cada mañana, sus compañeras manzanas la invitaban a unirse a sus charlas y conversaciones divertidas, pero nuestra amiga manzana solo quería seguir pensando en cuánto deseaba ser una estrella y cómo sería su vida desde el cielo, siendo una estrella. Un buen día, viendo a una de las ovej as del pastor que balaba hacia el cielo , la manzana le preguntó curiosa: -
Oveja, ¿Dónde están las estrellas por el día, no las veo?
La oveja le respondió: -
Las estrellas están en el cielo también por el día, lo que pasa es que no las podemos ver porque el sol brilla demasiado.
Al oír esto, a nuestra amiga manzana le entraron más ganas aún de ser una estrell a. Al día siguiente, pasó una ardilla a su lado, saltando de rama en rama y la manzana le preguntó: -
Ardilla, ¿Las estrellas se mueven o están siempre en el mismo lugar ?
La ardilla le respondió dulcemente: -
Querida manzana, las estrellas a pesar de que nosotros las veamos siempre en el mismo lugar recorren a gran velocidad todo el cielo.
Al oír esto, a nuestra amiga manzana le entraron más ganas aún de ser una estrella. Pasó el tiempo y nuestra amiga la manzana fue creciendo y madurando, aprendiendo cada vez más cosas sobre las estrellas, ansiando cada vez más ser una más de ellas. Pasó la primavera y llegó el verano. Un bu en día, una familia se acercó al manzano donde vivía nuestra amiga buscando un lugar con sombra para comer tras una larga caminata. Tras la comida, el padre zarandeó el tro nco del árbol para conseguir algunas manzanas para el postre y como nuestra amiga la manzana ya estaba madura, cayó al suelo junto con otras amigas suyas. Por la caída, nuestra amiga la manzana, se partió en dos mitades, exactas. Y, ¿A que no sabéis que es lo que guardaba la manzana en su interior? Pues, la manzana guardaba en su corazón una estrella de seis puntas.
Nuestra amiga la manzana, había vivido toda su vida infeliz, sin darse cuenta de que en su interior guardaba una hermosa estrella y que para mostrarla debía abrirse y brindarse a los demás.
NOTA PARA EL PROFESOR: La manzana se tiene que cortar tumbada sobre un plato con el rabito hacia un lado.