Rúbrica del Extravío Eduardo Gijón ***
La Vagancia Editorial A.C. A mano sucia Ediciones
La publicación de este volumen se debe en demasía al empeño de lo invisible por evidenciar al extravío.
Eduardo Gijón
Errata La manta manchada de min煤sculas remoj贸 las flores de tu pubis y es as铆 como descubro un punto honesto en la marea, esperando sirva de algo he arrojado este cuaderno como un ancla abisal de realidad, algo que no fractura el instante de sabernos desconocidos y electrificados por el amor ex贸geno e impuro del temporal.
Halo desconocido. Por ahora al extravĂo. A veces lo roto precede a lo entero, los trozos de algo son anteriores a algo. Roberto Juarroz
Si pretendes haber alcanzado alguna cosa; es la prueba mĂĄs cierta de que estas extraviado. Hui Neng
espontáneamente sideral, de dispararme en la sien con una pistola cargada de abismo, de brazo, de ceja, de sexo, de coito desdoblando la especie, de un solo ojo resonando centrípeto en realidad interior, explotando los miles de ecos grandiosos que se fracturan y se fracturan y se fracturan y se fracturan en la espuma de la molécula evacuada que propone desdeñar el alba, que propone corromper la mañana con un trago de zinc y la cuadratura del calcio, he dejado la antena para los muertos, para su frenética rareza de colgarse en cada parpado, en cada geranio asoleado de tu seno, en cada pierna que reposa viajando en el autobús peregrino de la posibilidad, en el trance ocular de la noche, en la semejanza mamífera de la migración sagrada, en lo disoluble de la vida bajo el agua interior, sobre el astral remoto del bronquio, ésta letra inmóvil, la vida interna de las rodillas, he mirado en la realidad algo de espejo, la contemplación de todos los ángulos (viéndome) (misticorpus), y aprietas una moneda como único pasaje a que amanezca, para según tú (ahora si) ver el color de las cosas.
Índice Posible (Cayendo) Rúbrica del extravío Bitácora Saliste errando los ojos Pequeña tubular de los altares mayores Oniromancia Atardecer arteriola Meterme a dormir Es vital tener la casa enferma Ritual del Circulo La temperatura minimalista Las cosas ***
áspero, dividido átomo que se sigue quebrando, resonando en el último metal del colchón de la cama atornillada de alondras, a donde descendiste siniestra barredora de lujurias, evaporada de pertinencia oval, de ésta torva fénix que me secuestra y me devuelve que me secuestra y me devuelve que me secuestra y me devuelve que me llovizna, queme la noche queme la cama, la ropa el alba queme el aire último que no ha dejado de manar, el que ahoga y vacía la entraña y sube paralelo ala-laringe-fisura y no encuentra esquina ni cima ni alondra recuperada de anestesia, de miedo que sube y se abandona a la fractura de la nada, a la reciprocidad inmediata del verbo, de la palabra quebrada como organismo regenerando otros organismos, trozos despegándose al voladero de la mutación interior, de la piedra que miramos piedra y miramos piedra en el cerebro, de la práctica del enfisema límpido de agravio, del implotar
(Subiendo) *** Migrando al interior La tristeza por inducción Esperar el gas Ninguna ausencia Cortarte Raspar Te machacaría Me dijiste Quiero pensar que soy lo roto Búscate un bar Oigo los resortes de mi colchón La solución morosa de los abetos Me dijiste II Hay días quebrados Es hora de sacar el cuaderno Le he expuesto a mi dedo Esto de la vida Vacío Epílogo (Vocis Flatus)
Epílogo Vocis Flatus Y conseguiste adormilarme después del coito, salir corriendo, mascar la noche, tachar el mapa de tristeza donde te extraviaste, a solas, como cuando baje de la nube y te estrellaste desnuda en el espejo del agua bendita, sulfurosa, delirante, marítima terrena, aérea subterránea, y me dejaste salir del rayo, del cuarto menguante, del guante cuarteado, del surco herido, hendido, ataviado de arcángel, en harapos de libreta, con zapatos de aire, de sopa enrarecida, de cítrico rebanado, en la película del amor, el moho, la puerta ebria, el sotavento, el orificio noctámbulo, la tesitura inflamada de la niebla, de la boca, tristura triplicada, la-sonlos-sin-han, llover, ésta silla ebria, todos aquí, humos, somos, vamos, la distancia enorme, volando, vola/dos/arroja/dos/ y el extravío después de la noche acarreada de chorros llorones, alerta de llovizna apagada, de lágrima glacial, de coito recortado-soñadodevorado por otro sueño más
ÂżY si te abandono en la calle tristĂsima del amor para entonarte desde las tabernas huecas de mis ojos?
VacĂo
Suponer las formas como una mera resonancia. Recrear el acto primigenio del no hay nada abrir un cuerpo, viseras y masas blandas o tuĂŠtanos tristes colgando separados. Suponer las formas como mera resonancia de lo ido, de lo hecho. Y entonces cavar en vacĂo.
Rubrica del extravío
Hoy llegue temprano a casa, me dirigí al baño y mientras fumaba un cigarrillo miré tu ropa interior. Rechacé aquella interioridad pues no se puede estar mas adentro que un corazón, la bilis, o el cáncer. Pensé también en la inutilidad de mis erecciones, en las alas estúpidas que te brinda el coito, en la mancha amarillenta y tostada de la orina.
Esto de la vida y esperar es una cacerĂa frotar la mejilla en una nube para seguir el rastro al instante
desorganizaciĂłn aparente esperar la nada en la vida y la vida en la nada
esto de la vida y esperar es una cacerĂa.
Bitácora
A las 5:30 am ella se intenta incinerar con el vaho de una secadora eléctrica.
No la detengo.
Me sumerjo en la parte abandonada y navegable de la cama (mientras ella enciende las luces) con la pretensión de herirle los ojos también a Dios.
Le he expuesto a mi dedo todo el hospedaje del cuerpo, la turbulencia del afuera, el ancla de la erecci贸n
茅sta caustica del orinal guardando silencio.
Saliste errando los ojos, delirando iconoplastia, dotada de turbosina y con impurezas en la mezcla.
Es hora de sacar el cuaderno del abismo sin sonido de tu dermis el adorno alcoh贸lico de nuestras vidas ponerlo en 茅sta tarde mohosa (de aves posadas en los cables salvajes) del beso.
PequeĂąa tubular de los altares mayores, sirena patrulladora de mis soledades (tambiĂŠn mayores) ĂĄngel roto al precipicio pedazo de vidrio que reconforta el suelo como joya o estrella.
Hay dĂas quebrados por la videncia, entonces, la felicidad es casi siempre, buscar una tragedia entera.
Oniromancia Hombre. No más cayendo de un viaje ofensivo, el cansancio es igual a sentir pasión por las antenas, los toldos o las tejas. Ser buscado para anidar lobreguez. Mujer. Anoche soñé que te mataba y te lo digo porque creo prudente sembrar un poco de maldad entre nosotros. Preparar los dedos para la mismísima tarde, oler en casa las sabanas, lavar alguna cuchara y esperar a que se derrame algo de horizonte.
Dijiste mientras atardecía:
Llueve. ¿la gente se apura o se detiene? y nosotros nos acá, aquí, echando en la hendidura del horizonte una moneda para calcular tu altura.
Atardecer arteriola resonar mitocondria en calandria raspada borrar el horizontal aerofagia aeromancia la faena del gas el algoritmo del coito. Es demasiada noche para entibiarla en el trasto.
La solución morosa de los abetos el sonoro acento mayor de la fiebre con nube cargada de abertura fresca La permanencia voluntaria de tu pubis vaciado de caléndulas trino del hexágono amoroso maíz balazo del morfema caen las valvas del trago ecolocación sanguínea bagazo plantado en la caída del cielo plomo.
Meterme a dormir bajo una cubierta de polvo, rellenar la noche a carretillas de escombros y empujar el ĂŠmbolo de las antenas sin reventar el cielo.
Oigo los resortes del colch贸n reflejando mi peso los oigo pero es la galaxia quien los empuja (No es necesario levantarse y buscar).
Es vital tener la casa enferma el ladrido de la ceniza sobre la mesa fantasma y cama miadero del verso.
Es vital tener oscuro en horas de sanatorio.
Fundir las luces de la publicidad del cuerpo con la tristura acariciada.
Búscate un bar para la noche redonda arroja el cigarro de rojo a negro asfalto asegurándote de sacar chispas persígnate ante el letrero cardiaco de un taxi libre y entíbiale con el gracias la entraña vacía.
Ritual del círculo
Retroceder así, curvado de orientación reticular, a contradanza vocación centrípeta de encontrarme siempre devuelto.
Quiero pensar que soy lo roto inmundicia haciendo sonido de fermentación víctima sorbesombras del instantáneo Cuchicheo de ángeles su recipiente ensalivado su aparato excretor la articulación que fricciona y se traba de idiota en el líbido de su onda espectro de resonancia genética de todo lo roto quiero pensar que soy lo roto.
La temperatura minimalista de tu ataúd psíquico, sus bordes gélidos platinos del auto espiritual, sueños sucesivos, ranura cuántica. Adentro olor a pan recién.
Me dijiste: Hay abrasi贸n que no recuerda haber sido trazada.
Te dije: Tengo un perfume de miedo para tu primer rebane.
Las cosas, tal vez como un sonido resuenan entre las no cosas.
y como un fen贸meno inhumanamente concebible se crea una anulaci贸n fant谩stica.
Las cosas, las no cosas y el milagro de no saberlo.
Te machacarĂa en el mortero del llegar temprano. Por eso longitud de liga tensa y agarrado del alba con los dedos te dedico el estiramiento/desde acĂĄ.
Migrando al interior
Cadáver que nace:
Tusmoscasàngelesangradosàtirosantosaposendo sùcubosàcros.
Están muy cerca.
Raspar la lengua con la mitad ausente del cuerpo, la secreción del día lavarla de un llavazo. negarme la glándula las alondras el confort del sueño barrido los trastes lavados de la mente el sabor del no saber.
La tristeza por inducción no es tristeza, es deslizarse inerte en el espacio cuaderno condensar el animo a temperatura ambiente es recordar por el simple acto de caer como una moneda en el fondo del teléfono público nada más por pura y llana nostalgia de servicio.
Cortarte a plenitud el cuello por el hecho consumado de la inercia rebanarte una porciĂłn de ĂĄngel afilarte los canarios los huesillos de aguja aĂŠrea.
Esperar el gas cambiar la chapa de la puerta por puro hábito supersticioso esperar el gas amaestrado de tu cuerpo y que aún así me sorprenda satelizar un fósforo, un moscardón reventando en la intemperie (y sin ti) esperar el gas
Ninguna ausencia de onda corta sobre tu retina rascada mercurio usual amonestado de alba Amaneces con la ciudad adentro end贸gama con el ruido repleto. Tu retina abierta, tus quebradas u帽as, (tienen algo de cuerno).