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NOTICIAS Sigue lucha por licencias de conducir para migrantes indocumentados en AZ
Rafael Carranza
Activistas promigrantes de Arizona y líderes comunitarios, después de haber persuadido a los votantes para que aprobaran el acceso a la matrícula estatal para jóvenes migrantes, tienen como objetivo permitir que los residentes indocumentados en el estado soliciten licencias de conducir.
La actual ley estatal prohíbe que conductores indocumentados obtengan una licencia de Arizona.
Además de las tarifas y los exámenes de manejo, Arizona requiere prueba de autorización para estar legalmente en Estados Unidos para poder solicitar una licencia de conducir. Los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), son elegibles para presentar una solicitud porque reciben un permiso de trabajo federal que se puede usar como prueba de autorización, según el Departamento de Transporte de Arizona.
De aprobarse cambios a la ley que buscan los activistas, Arizona se convertiría en el vigésimo estado del país, además de Puerto Rico y el Distrito de Columbia, en otorgar licencias de conducir a residentes indocumentados.
José Patiño es el vicepresidente de Aliento, un grupo de defensa de la comunidad liderado por jóvenes que organizó un impulso legislativo y luego hizo esfuerzos de alcance de votantes para aprobar un referéndum de votantes que otorga matrícula estatal a todos los estudiantes que se gradúan de las escuelas preparatorias de Arizona, independientemente de su estado migratorio.
El grupo está centrando su atención en el acceso a las licencias de conducir. Patiño dijo que la medida beneficiaría a entre 200 y 275 mil personas que viven en Arizona.
“Creemos que va a aumentar la seguridad en términos de tráfico, en térmi
Aliento, una organización sin fines de lucro liderada por jóvenes en Phoenix, indicó que ahora luchará por un cambio a la ley estatal de Arizona que permitiría a personas indocumentadas aplicar para una licencia de conducir.
RAFAEL CARRANZA/THE REPUBLIC
nos de que las personas tengan accidentes. Ahora van a tener una licencia de conducir”, dijo, y agregó que tener una licencia también podría aumentar la confianza con las fuerzas del orden.
Los miembros de Aliento visitaron el Capitolio de Arizona en febrero, donde se reunieron con la gobernadora Katie Hobbs. La gobernadora elogió sus esfuerzos para aprobar la Proposición 308 y les dijo que defendería la financiación de becas patrocinadas por el estado para todos los estudiantes, independientemente de su estatus migratorio.
Pero cualquier esfuerzo por cambiar la ley de Arizona sobre las licencias de conducir necesitaría el apoyo de al menos un puñado de republicanos, que controlan la legislatura estatal. Los proyectos de ley anteriores se han quedado cortos, y los dos proyectos de ley presentados en esta sesión por los legisladores demócratas se han estancado.
El Proyecto de Ley del Senado 1587 y su compañero el Proyecto de Ley de la Cámara 2604 no obtuvieron votos en el pleno. Los republicanos, que controlan ambas cámaras, no han mostrado interés en apoyar medidas para otorgar li cencias de conducir a residentes indocumentados. Los líderes republicanos no respondieron a una solicitud de comentarios.
La representante estatal Lydia Hernandez, demócrata por Maryvale, quien patrocinó la HB 2604, explicó que su último esfuerzo para salvar este proyecto de ley durante la sesión actual es incluirlo como parte de las negociaciones presupuestarias. Hernández dijo que las condiciones para aprobar este proyecto de ley y hacer este cambio en la ley de Arizona se encuentran entre las más favorables en mucho tiempo, incluso si toma un poco más.
“Si la Legislatura no está dispuesta a hacerlo, si la gobernadora no está dispuesta a hacerlo, por Dios, hay una manera de hacerlo”, aseguró. "Lo sabemos porque lo hemos visto hacer. Ahora, me llevará algo de tiempo, tal vez otro año o dos, tal vez. Pero hay una manera de hacerlo".
Diana Ojeda, una estudiante indocumentada de Tucson que asiste a la Universidad Grand Canyon, no es elegible para solicitar una licencia de conducir de Arizona.
Ha vivido en Arizona desde que tenía 4 años. Si bien vio a muchos de sus amigos obtener sus licencias de conducir a los 16 años, tomó la decisión de no conducir sin una para evitar cualquier riesgo que pudiera poner en peligro sus objetivos de convertirse en abogada. Sus padres no tuvieron más remedio que conducir para llegar al trabajo y mantener a su familia. Eso preocupa a Ojeda, especialmente porque Tucson se encuentra dentro de la zona de control fronterizo de 100 millas donde los agentes federales pueden realizar paradas de inmigración.
"Nunca se sabe lo que puede pasar. Y gran parte de mi familia, mi comunidad es así", afirmó Ojeda. "Ese riesgo realmente los impacta. Y realmente me afecta a mí porque siempre estoy pensando, ¿y si esta es la última vez, la última vez que veo a mi mamá, especialmente porque estoy a dos horas de distancia de ellos la mayor parte del tiempo? por el año escolar."
El próximo año, Ojeda terminará su carrera en la Grand Canyon University y planea asistir a la facultad de derecho. Debido a su estatus, explicó, será mejor para ella obtener su título de abogado fuera de Arizona. Está considerando Illinois, que no solo ofrece licencias de conducir a sus residentes indocumentados, sino que también les permite ejercer la abogacía.
Patiño dijo que se aprendieron lecciones importantes del éxito que tuvo Aliento al presionar y convencer a los votantes para que aprobaran un referéndum en noviembre para otorgar la matrícula estatal a estudiantes indocumentados. La lección principal, dijo, es que se puede llevar tiempo.
“Esperamos que no tome cuatro años como nos tomó la Prop. 308, pero estamos comprometidos con esto”, dijo. "Esto es algo sobre lo que tuvimos muchas sesiones, muchas conversaciones con nuestros estudiantes, con nuestras Traducción Alfredo García