Arquitectura 5B
Taller Mediterráneo FAUD - UNC
fanzine nº6
Modernidad Remixada:
Para una arquitectura hecha de utopías urgentes.
Ciudad universitaria deTucuman
Marzo 2019
Un trabajo integrador entre Arquitectura 5B, Estructuras 4 y Equipamiento B
¨Es sencillo, el ser humano produce obras, y bien, se ha hecho lo que se tiene que hacer, las aprovechamos para nosotros.¨
Serge DaneyLa civilización es producto de una construcción colectiva y sostenida en la línea del tiempo, esa construcción constituye el gran capital de la humanidad, el recurso donde radica la esperanza de continuidad de la especie, mejorando sus oportunidades de supervivencia ante las adversidades que se presentan en su devenir histórico. La civilización humana se sostiene en base a la producción de conocimiento colectivo, inteligencias múltiples y diversas, mancomunadas, organizando y dando forma a su capital más preciado: el conocimiento vivo, que como una llama se expande, ampliando las regiones iluminadas de la noche oscura universal. El conocimiento nos antecede, lo heredamos, lo manipulamos y lo sucedemos, por definición es dinámico, evolutivo, emancipador.
En nuestra disciplina: la arquitectura, el conocimiento se construye literalmente, un proyecto lleva consigo la potencia y voluntad de erigirse en un lugar, transformando para siempre el orden de las cosas y las relaciones en el contexto donde le toque interactuar. La buena arquitectura, como síntesis de conocimiento, mejora la condiciones de vida, no sólo de las personas que habitan el hipotético edificio, si no también, de todas aquellas que no lo habitarán jamás, pero conviven y se nutren del paisaje donde la nueva obra forma parte, o sea la ciudad o el territorio donde estas se erigen.
Ahora bien, avanzando en el siglo 21, nos encontramos con un mundo cada vez más construido, conocimiento edificado dando forma a nuestros entornos urbanizados, paisajes artifi-
ciales hechos con miles de millones de metros cuadrados edificados: ¿tal vez todas las ciudades ya fueron levantadas?
En esta geografía del conocimiento construido, la hipótesis de trabajo propuesta es, aprender a hacer nueva arquitectura a partir de la arquitectura, o sus restos, que ya tuvieron lugar y que por muchas razones se volvieron obsoletas. Hoy, la sustentabilidad más radical que nuestra disciplina puede poner en práctica, consiste en usufructuar la caducidad de ciertas arquitecturas o infraestructuras a través del proyecto, dando nueva vida a los restos de lo que ya existió, produciendo grandes transformaciones con recursos y energías acotadas. Hay capas geológicas de construcciones en todas las ciudades, toda una geografía hecha de edificios levantados y en ruina que esperan por proyectos eficientes, eficaces y bellos, que los reprogramen y vuelvan habitables, gravitando otra vez en la ciudad o el territorio donde se alojen. Al mismo tiempo y en esa misma acción, preservando un territorio vacante que hubiese sido necesario ocupar para alojar las funciones demandadas. Racionalidad ecológica para un mundo de naturaleza artificial, de eso hablamos.
un re-proyecto, el concepto que da forma a la nueva propuesta, debe dar cuenta del potencial definido por el soporte de lo dado y vincularlo con las demandas de una sociedad, un contexto y un lugar, que son la consecuencia evolutiva de las condiciones que le dieron razón de ser al soporte en el que se basa la nueva arquitectura. Esta operación sobre las continuidades, mutaciones, transgresiones y rupturas, de un conocimiento proyectual, hace necesario una ejercitación disciplinar a partir de campos y saberes inexplorados en el siglo XX, que creemos, serán distintivos en la transformación de nuestras prácticas en el siglo XXI.
Re-proyectar edificios obsoletos implica dialogar con un conocimiento específico que se sintetizó en una voluntad de proyecto para un tiempo y un lugar dado y fue, a su vez, contemporáneo a una cosmovisión del mundo y de las cosas. El conocimiento nuevo que formula un proyecto, o
Porque confiamos en la construcción de las inteligencias colectivas, la multiplicación de ideas y sus consecuencias en el espacio de nuestras ciudades y territorios, es que desde el Taller Mediterráneo, junto a las Cátedras de Equipamiento B y Estructuras 4 de nuestra facultad de Arquitectura, emprendimos el desafío de repensar lo pensado, de volver a los horizontes de vanguardia prometidos y truncados de una modernidad Latinoamericana, en este caso Tucumana, temprana y audaz, y darnos la posibilidad de aprender de aquellos maestros pioneros, tomar todo lo vasto de su conocimiento aún encendido a pesar de la ruinas y ensayar la vuelta, la vuelta al futuro de las Utopías urgentes y concretas de un país libre, emancipado, pensado para incluir a todos, integrado definitivamente a una Patria grande y Sudamericana.
Ciudad máquina, acrópolis inconclusa, desafortunada y moderna, la Residencia Estudiantil de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Tucumán, como cumpliendo una maldición por la escala y la audacia de su ambición, se convirtió en ruina antes de ser habitada.
Varada a 1200 msnm en la cima del cerro San Javier, emerge portentosa entre la niebla de la yunga, hay algo de navío extraviado en esa imagen espectral. También se constituye, involuntariamente, en un monumento, un símbolo que encarna la tragedia de los futuros truncados de esta parte de América.
Ahora y desde 1955, el vigor natural de la geografía Sudamericana va practicando su lento ritual antropofágico sobre el esqueleto ominoso de este animal de una especie extinguida hace ya tiempo, pero aún de pie, guardando estoico y empecinado, en la traza de su geometría estructural: rigurosa, moderna y audaz, el mensaje aún encendido de la idea, al
parecer siempre utópica, de una América del Sur con todos y cada uno de sus diversos territorios integra-
dos, a partir de una Universidad moderna, desde Tucumán, una fábrica soberana para producir y multiplicar el conocimiento propio.
La concepción de la utopía se debió a la sincronización histórica de múltiples factores convergentes y propicios: un contexto internacional de posguerra que encontraba a Argentina económica y políticamente fuerte, la voluntad emancipadora del primer gobierno de Perón (1946 – 1952): una política económica que impulsó la industrialización y la nacionalización de sectores básicos de la economía y una política exterior de alianzas sudamericanas apoyada en el principio de la tercera posición. Una amplia redistribución de la riqueza a favor de los sectores más postergados y la conformación de un extenso Estado de Bienestar, donde el fortalecimiento de la Universidad pública jugó un rol preponderante y estratégico en el plan de desarrollo e independencia científica.
En este marco se da el apogeo de los claustros universitarios tucumanos y la creación del Instituto de Arquitectura y
Urbanismo de Tucumán, con valiosos referentes de la arquitectura moderna argentina y extranjera, que constituyeron una revolución en la concepción pedagógica de la enseñanza, investigación y práctica de la arquitectura en los ámbitos universitarios. Se instauró como un movimiento de vanguardia que hizo tábula rasa con antiguas pedagogías derivadas de la escuela parisina del Beaux Arts, la
Universidad, a través del Instituto de Arquitectura y Urbanismo, enseñaba, investigaba, proyectaba y construía obra pública y planes reguladores. Algunas de las figuras claves que cristalizaron ese momento iniciático del Movimiento Moderno en nuestro país y que luego iban a contagiar a otras universidades nacionales, por caso la Universidad Naciona de Córdoba o la de Buenos Aires, fueron: Eduardo Sacriste, Jorge Vivanco, Eduardo Catalano, Horacio Caminos, Hilario Zalba y los italianos Enrico Tedeschi, Ernesto Rogers y Cino Calcaprina, entre otros.
Como toda Utopía resiste y se opone al contexto y esencia de su estado contemporáneo, utilizando de anclaje para sus presupuestos conceptuales otra realidad inmanente,
incluso arcaica, que pone en crisis las ideas y sus consecuencias sociales, espaciales o ambientales que imperan y se imponen “naturalizadas” en el presente.
El territorio de la provincia Tucumán se erige como lugar estratégico para la región desde tiempos precolombinos, cuando perteneció a una de las provincias o Suyos Incaicos (Collasuyo), se repitió en los Virreinatos coloniales y en la gesta independentista. Toda huida al
Klaus Kinsk (Fitzcarraldo) mirando la fachada sur del bloque residencialfuturo lleva en su esencia esa savia de otro tiempo que restituye un pretendido “otro orden” de las cosas y da pautas para una búsqueda de una nueva línea de horizonte basada en la historia antigua, dando cuenta de un programa profundo de un lugar y su gente, consolidado a partir de una deriva de larga duración histórica, que las circunstancias colectivas, sociales, políticas o económicas, confirman o traicionan, recorridos históricos pendulares que se alejan o acercan de ese argumento territorial que asume el sentido esencial, colectivo e identitario de una sociedad vinculada a su soporte geográfico en el tiempo.
La ciudad de Tucumán pudo ser la cabecera norte para ese país abierto a la Sudamérica profunda, concepto territorial en sintonía y a escala de la gesta de nuestros héroes libertadores, el proyecto político consideró para tal fin, una Universidad con influencia y capacidad transformadora en toda la región, excediendo los límites nacionales, irradiando su alcance al resto del subcontinente. Esa Universidad de
vanguardia debía alojarse en una Ciudad Universitaria Moderna, una babilonia académica fundada en el Cerro San Javier desde dónde instituirse en modelo urbano de referencia para ese nuevo país en ciernes integrado a la Patria grande. El golpe de estado de 1955 fue el comienzo del vaciamiento de Tucumán y fin de la voluntad política que proyectaba el territorio con sentido regional. Proceso que se agudizó con los años que le siguieron y el golpe militar de 1976, que tuvo a Tucumán como uno de los focos más salvajes y cruentos de la represión a manos del estado, significó la destrucción definitiva de aquel ímpetu organizado política y culturalmente, que reservaban para Tucumán roles regionales trascendentes.
Allí se interrumpió la construcción de la Ciudad Universitaria y quedó la residencia Estudiantil detenida hasta hoy, el conjunto que fue concebido por un grupo de los arquitectos más brillantes de la naciente modernidad argentina, junto a referentes de la arquitectura italiana, convertido en una nave inconclusa, una utopía
despojada ya de todo sentido de heroicidad fundacional, salvo el de resistir como construcción inacabada el tiempo, de conservar en la espera la potencia intacta de alojar un programa que ponga en movimiento el territorio, una dosis de utopía que como un conjuro rompa el maleficio de los futuros perdidos. Mientras y hasta entonces, organismos de toda escala y especie lo van haciendo propio, fundiendo el artefacto con el paisaje, así la paradoja, la máquina de estructura arbórea, tal el radical proyecto estructural de Catalano, abalado por Luigi Nervi, se va perdiendo, fagocitada lentamente por la avidez de la vegetación tucumana. Toda una analogía de los futuros sesgados del continente, un espejo de la potencia trunca.
El Taller Mediterráneo de peregrinaje por la modernidad
Desde el Taller Mediterráneo, junto a Alejandro Cohen y gracias a las autoridades de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán, su Decana Arq. Olga Paterlini y su Vice Decano Arq. José Sala, como a los Profesores Arquitectos Hugo Ahumada Ostengo y Franco Marigliano, pudimos tomar contacto y conocimiento de esta obra excepcional y sobre todo del contexto histórico y el espíritu que animó al grupo de arquitectos para la concepción de la ciudad Universitaria en San Javier, epopeya singular que deja profusos focos de estudio y ensayo de esta monumental obra inconclusa. Por lo pronto nos interesaba la prueba constatable de
las potencias en juego de un proyecto urbano moderno radical, que hubiese modificado, de concretarse en su totalidad, la relación de fuerzas, las tensiones y articulaciones territoriales en sus múltiples escalas, sectoriales y regionales. Con piezas de arquitectura que constituyen un laboratorio inédito y un manifiesto involuntario de una modernidad temprana, construyendo a partir de sus dogmas y presupuestos, incorporando la impronta geográfica exuberante del territorio, dando forma espacial a sus elementos constitutivos y a los sistemas que la ordenan.
Una tábula rasa con lo conocido y predicado hasta entonces por escuelas de Arquitectura y construido por organismos oficiales, desde el norte de Argentina, anticipándose por unos años a la gran utopía de la modernidad que fue Brasilia. Así las cosas con esta historia de final abierto, ¿cómo no podría apasionarnos?
La obra abierta como simulador de proyectos
Debajo de toda ruina, suponemos, se esconde un tiempo de esplendor que da testimonio del ejercicio de la existencia, del hábitat en plenitud, del funcionamiento de los programas que supo alojar y la verificación de los presupuestos teóricos que encarnó la obra, los que le dieron sentido y razón de ser en interacción con la realidad y el contexto que justificó su forma y contenido. Esto nos induce a pensar que hubo un estado de consumación del sentido original del proyecto y sus derivaciones propias de la adaptación, uso y apropiación en el tiempo,
planta 4ºto y 5ºto piso
Plantas, secciones y fachada sur del bloque residencial
hasta que esta sucumbió por innumerables razones endógenas o exógenas a ella. ¿Pero que pasa cuando nada de esto ha sucedido?, cuando una obra simplemente quedó inconclusa por un nudo de acontecimientos en el discurrir de la historia, detenida prematuramente en el limbo de lo inacabado, sin oportunidad de probar y corroborar nada, ¿podemos hablar de una ruina?, tal vez sea más apropiado hablar de una obra abierta que aguarda, con la potencia intacta de ser objeto conceptual de otras interpretaciones y plataforma física para otras configuraciones, allí es donde para nosotros empieza el ejercicio de proyecto propuesto.
El campo para una pedagogía del proyecto se juega en la dilación temporal que existe entre el origen, su interrupción y la continuidad potencial como objeto plausible de proyecto o más precisamente formulado como objeto de reproyectación, construyendo el palimpsesto de contenidos e instrumentos del que se podrá hacer uso de manera indisoluble mediante la acción de proyecto, determinando así el concepto que regirá la búsqueda de los caminos y la dirección de sentido de su continuidad.
La nueva obra nace de la tensión entre dos tiempos, del diálogo de estas temporalidades saldrá la reconfiguración de la información implícita en la obra inconclusa, o si se prefiere, de la mutación intencionada de su genealogía arquitectónica, esta
marco y contexto histórico donde se ejecute la acción.
El proyecto se erige como puente entre los tiempos extremos: el de la concepción y el de la continuidad de lo inacabado. Vínculo también entre dos territorios culturales, que por imperio de la acción del proyecto se vuelven de pronto limítrofes. Entre dos culturas de proyecto puestas a diluir sus fronteras y encontrar protocolos de articulación y entendimiento.
El ejercicio desarrollará los modos y reglas en que se gestiona e implementa la información para alimentar el proyecto, inducido por la lectura sagaz de la construcción inacabada, haciendo uso de ese extenso paisaje cultural que se abre, de fértiles posibilidades de un sustrato histórico que va desde la hora cero de la concepción y materialización del edificio, hasta la extensa topología del hacer arquitectónico contemporáneo, entre medio proliferan las búsquedas de la modernidad y sus trazas, sus derivaciones, contradicciones y negaciones. La historia del proyecto del siglo XX como “caja de herramientas” para proponer la arquitectura
del siglo XXI.
La intervención en una obra abierta implica, usar la acción de proyecto, como un instrumento exploratorio, una experiencia de simulación sobre la ductilidad del sistema dado, buscando la máxima capacidad performativa de la transformación y adaptación a la contingencia programática en el devenir de su futura vida de uso.
La acción de proyecto se vuelve instrumental, cuando puede erigirse en un concepto, un concepto con capacidad de conducir el proceso exploratorio a partir de la construcción de un sistema de ideas. El concepto devenido en proyecto, es una construcción cultural, que saca partido tanto de las restricciones particulares del contexto, como así también del legado propio del oficio, corazón de la disciplina, otorgando contenido y dirección de sentido a las estrategias que articulan y sincronizan al unísono materia, tiempo, y espacio mediante determinaciones constructivas, distributivas, y estéticas.
Como toda construcción cultural, expresa una genealogía de conceptos, procedimientos y prácticas, susceptibles de leerse en su linealidad histórica y en el marco y a la luz de contextos específicos de desarrollo, los que supondrán la aparición de nudos y contradicciones, poniendo en crisis ciertas tradiciones del propio legado, dando lugar a las transgresiones y a la mutación de las teorías y prácticas consolidadas. Como alguna vez lo refirió Kenzo Tange con suma claridad, las tradiciones se mantienen
vivas a partir de las transgresiones a esas mismas tradiciones.
La acción de proyecto, ejercida sin automatismos, inmersa en una conciencia clara de la condición contemporánea, al mismo tiempo que hace uso del extenso legado operativo y teórico que configuran el cuerpo disciplinar, en ese mismo acto y como respuesta honesta a la urdimbre de situaciones que configuran la realidad de su tiempo, es su deber ponerlo a prueba. La única manera de construir pensamiento crítico es conservar la lectura excéntrica del dogma y el paradigma, pero ciertamente no autónomos de ellos.
En el abordaje de una obra abierta se pondrán en juego cinco dimensiones interactivas de información y definición del proyecto, todas ellas establecerán coordinaciones dialécticas entre si, determinándose mutuamente, confluyendo en la definición de la continuidad y completamiento de la obra inconclusa:
Sistema estructural: La estructura como dadora de forma, flexibilidad de uso y variación tipológica, a partir de la eficiencia máxima de la racionalidad tectónica para resolver las fuerzas naturales: la gravedad, el cismo y el viento. La estructura como el espíritu subyacente de toda arquitectura. La adecuación del sistema a partir de la sustracción / agregación de piezas a la propuesta original, supeditado a los nuevos propósitos del proyecto.
Sistema de movimientos: Gestión de vectores de flujos (personas / cosas), determinación de jerarquías, accesibilidades, relaciones con el contexto urbano o territorial, relaciones de circulaciones internas, determinación de flujos públicos o restringidos. Incorporación de contactos, entre las personas y con las cosas.
Infraestructuras Termodinámicas: La arquitectura como diseño de ecosistemas para las actividades derivadas del habitar. Sistemas de control ambiental a partir de la manipulación técnica del tipo, de la forma y la materia. El proyecto como medio para el control de transferencia e intercambios de flujos y energía. La arquitectura como un artefacto de simulación y eficacia orgánica. Masas, pieles, diafragmas. Sistemas Activos, Sistemas Pasivos, forma arquitectural en acción y reacción a la dinámica ambiental del contexto.
Equipamiento: Dispositivos y mobiliarios que permitirán la habitabilidad y adaptabilidad programática del edificio. El desarrollo de equipos y microarquitecturas, como mediación ergonométrica entre el edificio y sus actividades albergadas.
Programación:
Popondrá la habitabilidad del edificio, la configuración de relaciones entre sus usos específicos o genéricos. Los diagramas topológicos y la sincronización de funciones, expresarán lo determinado y lo liberado a la indeterminación, a la apropiación casual de los espacios. Las variaciones de apropiación del edificio definirán el tipo y características del equipamiento, buscando multiplicar sus posibilidades. El argumento del programa podrá elaborarse pendularmente entre lo ritual y lo azaroso, la contingencia provee teatralidad e incertidumbre a la vida de un edificio.
Por tanto, intervenir una obra inacabada nos enfrenta a un procedimiento de superposición de culturas de proyecto, siempre tensionado por el vector del tiempo. Un procedimiento que no es en absoluto lineal, ni establece contener la dimensión simbólica de su origen pero también expresar el nuevo imaginario surgido de las demandas contemporáneas de la sociedad.
Del palimpsesto de tiempos en juego, emerge una hiperculturalidad proyectual, articulando sistemas de orden divergentes, asociando sus elementos constitutivos mediante acciones proyectuales concretas, que manifiestan un determinado modo de ver y transformar el estado de las cosas, a fin a una época y sus circunstancias. Si entendemos al proyecto como un texto incompleto, se ejercita así una
ránea resuelta a partir de una obra abierta inconclusa.
Estas operaciones ligan el proceso proyectual al procedimiento de la construcción de un hipertexto en un marco que excede la linealidad secuencial o histórica de la cultura, para sumergirnos en el paisaje topológico de la hipercultura. Según el creador del Hipertexto, Ted Nelson, la hipertextualidad no se reduce a un modo de gestión de información en los textos digitales, sino que el mundo mismo es hipertextual, “la hipertextualidad es la verdadera estructura de las cosas”
El procedimiento proyectual deberá dar cuenta del entrelazamiento de estructuras, lógicas y sistemas puestos en juego, el proyectista se adentrará en los tiempos referenciales de
Bien podríamos concluir que no sólo las ruinas o las obras inconclusas son obras abiertas, en rigor, cualquier obra de arquitectura, sometida a las dinámicas de trans-
En un mundo hiperconstruido, donde el espacio vacío se va convirtiendo en un bien escaso, es necesario desarrollar desde nuestras escuelas de arquitectura, metodologías que focalicen sus teorías y prácticas en la reproyectación del capital construido, desde edificios hasta sectores urbanos. En adelante, la reconfiguración permanente de la geografía del paisaje construido, será la mejor manera de desarrollo de un pensamiento ambientalmente responsable.
Una enseñanza que abogue por la concepción de una arquitectura dónde los edificios queden expuestos a las dinámicas transformadoras de sus contextos, es decir menos monumentos y más paisajes operativos.
(texto) Arq. Cristián NanzerCon este título, cajas, cajitas y cajones, encabeza Colette Jauze una crítica sobre la obra de Alberto Campos Baeza, título que el propio Campos Baeza retoma en su libro: La Idea Construida, en el capitulo sobre arquitectura, hablando particularmente de lo estereotómico y lo tectónico. El titulo, las palabras y su devenir, siempre nos parecieron un juego inocente para llevarlo a la arquitectura, quizás un tanto obvias si hablamos de equipamiento. Pero si pensáramos seriamente en aquellas definiciones, podríamos afirmar que en definitiva, “las arquitecturas” no son mas que cajas, de distinto tamaño, estereotómicas o tectónicas, grandes, pequeñas, abiertas o cerradas, pero cajas al fin.
Algunas de estas cajas las vivimos por dentro y otras por fuera. Algunas permanecen inmóviles aferradas al suelo, envejecen y se transforman en paisajes.
Otras cajas, viajan con nosotros de hogar en hogar, algunas guardan gente, otras recuerdos, algunas guardan ropas, otras olvidos.
El objeto arquitectónico es una caja modificable, reciclable, refuncionalizable, no podemos pretender que el objeto arquitectónico permanezca inerte sin modificación por siempre, la vida cambia, el hombre cambia, la arquitectura debe
mercado. Devenir propio del medio económico-político que hace a la arquitectura como disciplina, jugar un papel de reparto, donde el “construir” es gestionado sólo por el mercado y desde parámetros de rentabilidad, lo que significa llevar a la arquitectura a un papel sumiso y funcional a intereses meramente económicos. De vez en cuando es bueno intentar operaciones, como las que proponemos para este primer ejercicio, que son en definitiva un intento de evitar el triunfo total del capitalismo.
MODIFICACIÓN, MUTACIÓN O RE-HABILITACIÓN
El re-uso, la re-funcionalización y el re-ciclaje deben ser formas de entender la arquitectura, aquella que no inicia de cero, sino que opera con pre-existencias. La ciudad híbrida, sincrónica, mestiza y sincrética necesita de una intervención medida y sutil. Esta comprobado que crecer territorialmente expandiendo servicios, redes e infraestructura no es la solución. La ciudad puede y debe buscar en sus propio cuerpo la manera de “curarse”.
El diseño de equipos, mobiliario e interfaces operativas intersubjetivas, es también una forma de hacer ciudad, y lo será en tanto y en cuanto busque dar respuesta a un modelo de urbe que hasta el momen-
to se ha desarrollado de manera compulsiva, proponiendo estrategias de activación y revitalización de territorios y edificios en desuso. Esto no es nuevo y podemos nombrar solo a modo de ejemplo dos referencias concretas, una europea: el caso de Coll-Lecrec en Quaderns d'arquitectura i urbanisme del Colegio de Arquitectos de Cataluña, Barcelona y otra latinoamericana: el estudio Higuera+Sanchez en el DF-México en su proyecto “13 de Septiembre”.
Otros referentes para la profesión como Jean Baudrillard y Jean Nouvel, en sus conversaciones sobre Filosofía y Arquitectura, postulan este tema en uno de los capítulos del libro “Los Objetos Singulares", reflexionando acerca de lo mucho que se ha producido en el mundo en los últimos años, una cantidad de objetos, espacios, viviendas, lugares y no-lugares que modificaron los espacios urbanos, sub-urbanos y el paisaje rural :“uno se encuentra con una materia arquitectónica que está allí, esa que ha sido edificada, abandonada, reconstruida, y a la que hay que modificar o demoler, pero hay que trabajar” . No se trata de conservar signos del pasado, o del clásico conservadurismo burgués lindante con el pintoresquismo, sino que “se trata de crear arquitectura en esencia y sentido a partir de una arquitectura en bruto.” Con la sola acción de colocar en el interior un cierto número de equipos, signos arquitectónicos diferentes, el lugar cambia su sentido. “Consideremos que este nuevo espacio es una arquitectura desviada, que puede ser cualquier cosa construida en el interior, o la terraza, no queda sino este proceso de sedimentación que es una creación y una calificación completa del espacio. No es solamente una modificación, es una mutación.”
Reforzando esta forma de hacer ciudad, es que proponemos desde la cátedra de
Equipamiento B, como práctica posible la investigación proyectual a través de lo que denominamos equipamiento ad-hoc institucional para la primer parte del año y el mueble habitable como segundo ejercicio, tomando como pre-existencia una caja arquitectónica que nunca será neutra, pero que aporta un vacío tridimensional, obligando al alumno a la reflexión permanente, a operar con materiales y escalas desconocidas hasta el momento.
La Arquitectura es un objeto, o al menos lo producido por la Arquitectura es un objeto cultural, de consumo, complejo, al igual que los equipos (muebles), entonces sería válido preguntarse cómo se relacionan, cómo se conectan, en qué rama de las taxonomías posibles de los objetos se ubican ambas. El hombre ocupa un lugar preponderante en esta relación ya que es quien le da sentido a ambos, una inter-subjetividad en la relación objeto-hombre-objeto (por arquitectura-hombre-equipos) pero también una inter-objetividad, objetoobjeto (arquitectura-equipos) “La civilización urbana es testigo de cómo se suceden, a ritmo acelerado, las generaciones de productos, de aparatos, de gadgets, por comparación con los cuales el hombre parece ser una especie particularmente estable.”
En el caso de Equipamiento, de este ejercicio en particular, el proyecto es tomado como una investigación proyectual. Exploración que busca retomar aquella idea de Campos Baeza, sobre cajas, cajitas y cajones, sentencia que el propio Baeza confiesa haber tomado de Lubetkin, el arquitecto ruso que al final de su vida, cuando recibió sorprendido la medalla de oro del RIBA, declaró que “en el fondo no he hecho otra cosa que no fueran cajas de zapatos de hormigón, con otras cajas dentro, que contienen otras cajitas.”
SOBRE COMO DISEÑAR A PARTIR DE LA ESTRUCTURA DE LA UTOPIA
María del Carmen Fernández SaizEn Estructuras IV se aborda el estudio de tipologías estructurales para obras de arquitectura de grandes luces.
Esta problemática lleva implícita la complejidad que acompaña el cambio de escala en sus aspectos funcional, urbano, tecnológico y, fundamentalmente, el protagonismo que adquiere la variable estructural. En este contexto, la estructura como elemento activo en el proceso de diseño, desempeña un rol fundamental en la definición del espacio y en la configuración global del proyecto.
Entre los objetivos generales de la materia, se plantea priorizar la capacitación de los estudiantes en el diseño conceptual de la estructura, siempre en relación al diseño arquitectónico como una totalidad.
El trabajo que abordaremos conjuntamente las cátedras de Estructuras IV, Arquitectura VB y Equipamiento B, tiene como finalidad articular los conocimientos, objetivos y programas particulares de cada una de las materias en un único ejercicio de proyecto. Se pretende de este modo, aunar criterios, propiciando la integración de los contenidos propios del campo específico al proyecto arquitectónico. Esta experiencia persigue optimizar el trabajo en taller, proponiendo, desde el inicio del proceso de diseño, una zona común entre arquitectura y condición material, y considerando integrados el desarrollo arquitectónico y la resolución técnica-estructural.
A tal fin, consideramos importante contextualizar el ejercicio de diseño, y en este sentido, la intervención en
Tucumán nos permite trabajar en un entorno natural definido por una pieza arquitectónica de relevancia: la estructura inconclusa del Block de Residencia de Estudiantes para la Ciudad Universitaria en el Cerro San Javier.
Se suma así, una nueva condicionante de diseño: la construcción existente. Intervenir en una preexistencia implica una primera etapa de análisis y reconocimiento de lo construido: relevar, investigar sobre su implantación, su relación con el entorno, su conformación constructivaestructural, y su estado de preservación.
Conocer la historia de este edificio proyectado por los pioneros del Movi-
miento Moderno en Argentina, y las intenciones de diseño originales, nos permitirá entender el contexto en el que se va a trabajar para poder plantear las estrategias de actuación.
La estructura expuesta de esta “ruina” moderna deja en evidencia la impronta de las decisiones estructuralesconstructivas en la materialización del proyecto. Entender cómo funciona el mecanismo estructural en relación a la técnica constructiva del Hormigón Armado y en su proceso de transmisión de cargas, nos habilitará para proponer modificaciones al partido original. Determinar dimensiones, módulos, vínculos y secciones de los principales elementos, establecer sus capacidades resistentes, es imprescindible para definir y posicionar
Diseñar un objeto arquitectónico de grandes luces, reconociendo la variable tecnológica como una de las condicionantes relevantes en relación a la idea generadora y al desarrollo posterior del proyecto. La estructura deberá desempeñar un rol protagónico como elemento configurante del espacio y de la caracterización de la obra, siempre en el contexto del proyecto de arquitectura.
La propuesta deberá, entonces, considerar condicionantes de sitio, como el entorno natural y construido, y a su vez contemplar la coherencia entre el diseño de la estructura resistente y demás componentes del proyecto.
Se propone un ejercicio de diseño conjunto con ARQUITECTURA V B -
EQUIPAMIENTO B, que tiene por finalidad integrar los conceptos estructurales básicos al proyecto de arquitectura, logrando así la articulación de contenidos entre cátedras.
Desde la materia estructuras se realizará un trabajo práctico de diseño estructural que aborde la temática de estructuras de grandes luces libres de apoyos. Se pide proponer una cubierta sobre el edificio existente que está localizado en el área prevista para la Ciudad Universitaria, cerro San Javier, en la Provincia de Tucumán.
El proyecto deberá vincularse a la construcción existente respetando su conformación original, y desarrollando un mecanismo estructural eficiente y compatible con el partido arquitectónico.
Participación en el Concurso Alacero para Estudiantes de Arquitectura 2019.
Tema: Fábrica de Ideas e Innovación
El concurso ALACERO para Estudiantes de Arquitectura, es organizado por la Asociación Latinoamericana del Acero, con el fin de incentivar a los estudiantes a desarrollar proyectos de arquitectura que reflejen al máximo el potencial del acero como material constructivo y como herramienta de diseño arquitectónico.
En este contexto, es una oportunidad para ensayar estrategias pedagógicas en un espacio académico, pero con pautas devenidas de las necesidades del medio. Este tipo de competencias nos permite a estudiantes y profesores medir nuestras capacidades como
grupo y como institución, comparar distintas maneras de resolver un mismo problema y trabajar con tiempos y plazos diferentes a los académicos.
El tema de la edición 2019: “Fábrica de Ideas e Innovación”, establece un programa orientativo muy adecuado para incorporar en esta experiencia de articulación transversal.
Se suma entonces el desafío de comenzar el proceso de diseño con el estudio de la técnica a utilizar, aspecto que se convierte, más que en un condicionante, en un insumo que posibilita y desencadena las ideas que concretarán el proyecto.
1 RESIDENCIAS / VIVIENDAS
HOTEL /
Tipo 1 25m2( habitacion para 2 estudiantes con sanitario , espacio de guardado, 2 camas y espacio de estudio. )
Tipo 2 25m2 (habitacion individual con sanitario, espacio de guardado, 1 cama y espacio de estudio)
25M2
Tipo 3 50m2 (departamento para 4 estudiantes con sanitario, kitchenette, espacio de guardado, 4 camas y espacio de estudio.) 50M2
1B HABITACIONES PARA DOCENTES / INVESTIGADORES RESIDENCIAS
Tipo 1 ( habitacion para 2 docentes con sanitario , espacio de guardado, 2 camas y espacio de estudio. )
Tipo 2 (habitacion individual con sanitario, espacio de guardado, 1 cama y espacio de estudio)
1C HABITACIONES HOTEL
Tipo 1 25m2 ( habitacion DOBLE personas con sanitario , espacio de guardado, 2 camas / CAMA GRANDE) combinación / vinculación entre si para ampliar cantidad de camas, triples / cuadruples
con sanitario, kitchene de guardado, 4 camas o cama doble y 2 camas.)
25M2
25M2
para el área.
similar + Espacio para logística
3A ÁREA PÚBLICA (
Hall de acceso e informaciones (uno o varios según sea el partido del edificio y las circulaciones)
A DESARROLLAR EN CATEDRA DE EQUIPAMIENTO.
·Área pública (Programa Alacero) - 500m² • Hall de Acceso e Informaciones • Baños Públicos y Guardería • Cafetería • Tienda
3B ESPACIOS PUBLICOS INTERMEDIOS
Halles / Terrazas publicas dentro del edificio.
3C PARQUE Y ESPACIO PUBLICO EXTERIOR. (Vinculacion con via de acceso al predio y transporte publico)
3D ESTACIONAMIENTO VEHICULAR
Espacio para 200 autos , 100 motos , 200 bicicletas
Considerar 2% para discapacitados.
Areas de maniobra y logistica carga y descarga
(1) Se deben incorporar de acuerdo a la consideración del diseñador.
(2) Se debe diseñar el parque exterior, intregrando el lago con exterior y vincular áreas de estacionamiento con el ingreso al debe incorporar equipamiento de espera de transportepub
(3) Se debe incluir la superficie de circulación (calles) las cuales depe estacionamiento.
4 INFRAESTRUCTURAS
ÁREA
CIO inistración
MANTENIEMENTO
ntenimiento / pañol / vestuarios de personal.
CNICAS Y DE SERVICIOS / ENE
Estar, Baños y Lo
Y DE SERVICIOS / ENERGIAS SUSTENTABLES
Baños y Lockers del Personal
AREAS TÉCNICAS PARA EL FUNCIONAMIENTO DEL EDIFICIO
corporar equipamiento cceso, en donde se
partido que se adopte para el
RESTRINGIDO (6)
EAS PARA EL FUNCIO
Sistemas de Aire Acondicionado
Sistemas de Calefaccion
Sistema de provis
Sistema de provis
Sistema de provis n energía eléctrica y datos.
Calderas generales / particulares pileta.