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martes 26 de enero del 2016

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Luis Delboy

Creador de Don Lucho

Nací hace 68 años en el Cercado de Lima. Estudié Literatura en la Universidad Católica. Viví cuatro años en Ecuador y otros cuatro años en México. Luego viví en Estados Unidos por 16 años y trabajé como publicista. Actualmente soy desarrollador de estrategias para Internet. Llevo 40 años junto a Alicia, mi esposa. Tengo tres hijos y un nieto. Mi mayor virtud es escribir bien. ¿Mi peor defecto? Soy muy flojo. Mi consejo para los que quieran lanzar una página web es que escriban sobre su pasión, así nunca se aburrirán. Pueden encontrarme en Facebook como Don Lucho. Además, estoy preparando el relanzamiento de mi página www.donlucho.com.

“Entre 1993 y 1996 mi página web era una pequeña red social” Lo primero que hice al llegar a Estados Unidos fue probar el Internet, la World Wide Web aún no existía, La primera página de Don Lucho usábamos Usenet [red de usuarios apareció en la web en 1993, antes predecesora a lo que hoy conocemos de que Internet llegara al Perú. como World Wide Web]. Un día el Luis Delboy, su creador, es un aurepresentante de IBM pidió que haténtico camaleón cibernético al gamos una página web para anunque su pasión por la comida le ha ciar sus productos. Me preguntaron permitido mantenerse vigente en si podía hacerlo, y como en publicila era de las redes sociales. dad no puedes decir no, acepté. —Hasta ahí usted conocía Internet, o primero que nos ofrece pero aún no aparecía Don Lucho… Para la página de IBM tuve que traLuis Delboy es algo para bajar con un programador y un artomar. “Hoy hice ‘agua de tista gráfico. El programador había loco’, puedes ver de qué está hecha en mi página de aprendido todo lo que sabía leyendo Facebook”, nos dice con una sonrisa. un libro gigante, aún no enseñaban —¿Cómo nació Don Lucho ese curso en las universidaen Internet? des. Yo veía todo lo que -A ver, Don Lucho es un hacía y le iba pregunseguidores personaje. Comenzó tando. Me terminó re-hace 23 años con la “Varían, van desde galando ese libro, lo aparición de InterGastón Acurio hasta leí y un día decidí hanet. Vivía en Miami cer una página. Pero estudiantes de por esa época y trano quería tomar mucocina”. bajaba como publicischo tiempo investiganta en Ogilvy & Mather. do sino diseñándola, así Manejábamos la cuenta de que decidí escribir sobre algo IBM y yo era el creativo responsable que sabía de memoria. Yo preparaba para América Latina. Siempre me cebiche una vez por semana, así que interesó el tema del Internet, incluhice una página sobre eso. No sabía so desde antes de trabajar con IBM. cómo llamarlo, entonces dibujé un renzo giner vásquez

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Comencé a investigar y descubrí que en realidad la comida para diabéticos es lo que cualquier persona sana debería comer”.

Usé los motores de búsqueda para ver todo lo que habían escrito sobre el cebiche en el mundo, me demoré meses y solo encontré cerca de 40 resultados”.

monito gordito y con barba negra, y decidí bautizarla como La Cevichería Virtual de Don Lucho. —¿Cómo era esa página? Puro texto, no podía ponerle imágenes porque era muy difícil conseguir un escáner en esa época. Comencé con cinco recetas básicas, cebiches clásicos, los de antes, los que ya no se hacen. También escribía todo lo que sabía sobre los insumos. Empezaban a aparecer los motores de búsqueda, el primero fue Hotbot, luego llegó Altavista, y cuando apareció Google me fascinó. Usé los motores para buscar todo lo que habían escrito sobre cebiche en el mundo, me demoré meses y solo encontré cerca de 40 resultados. De Perú no había nada, solo estaba yo. De repente la gente me comenzó a escribir y me mandaba sus recetas. Mucho antes de que existiera Facebook, yo ya tenía esa interacción en mi página web. Eso fue entre 1993 y 1996, era como una pequeña red social. Don Lucho comenzó no siendo para el público, y terminó teniendo público: 40 mil lectores. —¿Por qué solo duró tres años? El trabajo no me dejaba continuar con la página. Además, luego me pasó algo horrible... —¿Qué sucedió? Geocities, que servía de ‘host’ para mi página, fue comprada por Yahoo. Las contraseñas fueron cambiadas y no pude entrar más a mi página. —¿Qué hizo entonces? Guardé todos mis archivos y me olvidé del asunto. Para el 2004 o 2005 decidí volver al Perú junto a mi esposa y comencé a trabajar desde casa. Eso hizo que mi costumbre de cocinar los fines de semana se convirtiera en una costumbre diaria. Un día no recordé qué había cocinado tres días atrás, y los blogs estaban comenzando a aparecer, así que hice un blog para apuntar mis recetas. Después de un par de meses la gente comenzó a comentar los artículos y las visitas empezaron a subir. Esto siguió creciendo, hasta que a los 4 o 5 meses me detectaron diabetes. Para alguien a quien le gusta comer eso es lo peor que te pueden decir. —Pero aún sigue escribiendo sobre comida, ¿cómo? Comencé a investigar y descubrí que habían muchas cosas por hacer. En realidad la comida para diabéticos es lo que cualquier persona sana debería comer. —¿Qué sucedió con la aparición de redes sociales como Facebook? Abrí Facebook para ver cómo era y promover el blog. Ahí noté que muchos de mis lectores eran o tenían parientes diabéticos, y entraban para encontrar recetas ricas y saludables. Pero cuando llegué a los 3 millones de lectores me asusté. —¿Por qué? Las recetas iniciales no eran para diabéticos, podía hacerle daño a alguien. Además, los primeros años escribía cosas que ahora las veía como erradas. Cerré el blog y ahora solo uso mi página de Facebook. —Y en cuanto a críticas, ¿le parece complicado emitir una en redes? Algo que casi no hago es emitir críticas. Puedo dar opiniones personales. Finalmente tu página es tu página, la mía está abierta a quien quiera ser mi amigo. Lo único que pido es que no haya malacrianzas.

(51) 947-031-286

Nora Sugobono

Hay variedad “Nada nos enriquece más que la diversidad y todo lo que ello comprende: cultura, oficio, orientación sexual, peso, tamaño o credo”.

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esde que el 15 de enero se anunciaran los nominados a los premios de la Academia (una ceremonia que solo en EE.UU. concentra unos 40 millones de telespectadores), un hashtag se consolidó rápidamente entre cibernautas del mundo entero: #OscarsSoWhite. La campaña promovida por varios miembros de la industria cinematográfica surge para evidenciar que, por segundo año consecutivo, los 20 nominados en las categorías actorales de los premios Óscar son intérpretes blancos de ascendencia europea. Esta problemática ha abierto un interesante debate sobre la diversidad; uno que va más allá de una cuestión racial. Nada nos enriquece más –como individuos y como colectivo– que la diversidad y todo lo que ello comprende: cultura, oficio, orientación sexual, peso, tamaño o credo. Esta pluralidad potencia los grupos humanos y los hace más fuertes a través del intercambio de ideas y el respeto por las diferencias. Mostrar esa riqueza no solo debería ser lo natural; también es lo justo. En ese espíritu permítame, apreciado lector, sugerir algunos puntos que podrían contribuir a la causa. 1. Promover todo tipo de cuerpos. Mostrar belleza y salud en mujeres y hombres de distintas características físicas (e incluso edades) ayuda a enviar acaso el mensaje más importante que hay: todos somos iguales. En inglés hay un término que resume bien esta idea: body positivity (imagen corporal positiva). Las redes sociales están llenas de referentes y, aunque el mundo publicitario persiste en repetir los mismos ideales de belleza, existen campañas alrededor del mundo que empiezan a mostrar lo contrario. Personajes como Tess Holliday, quien el año pasado se convirtió en la primera mujer de talla 54 (120 kilos) en firmar con una agencia de modelos, son imprescindibles para lograrlo. 2. Dar protagonismo a las minorías. El concepto, aunque a veces asociado a una connotación negativa, define los grupos de población que no tienen una posición dominante (las mujeres, en muchos casos) o poseen características diferentes (étnicas o lingüísticas, por ejemplo). Es necesario hacer visibles más referentes en todos los ámbitos: desde líderes políticos o de opinión hasta representantes en sectores de interés internacional, como la gastronomía o el deporte. Figuras centrales, no complementarias, que reciban igualdad de condiciones. 3. Prescindir de estereotipos. La representación burlona que ridiculiza a algunas personas por su raza o condición sexual no solo alimenta el prejuicio: también marca una distancia y contribuye al desconocimiento. Esto es especialmente perjudicial para los niños. Las diferencias están para celebrarse: nunca para juzgarse. Lea mañana en Posdata a - Abelardo Sánchez León -


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