Cajón de San Marcos

Page 1

Cajón de San Marcos Alicia Seade-Delboy De todo el arte popular peruano, el Cajón de San Marcos es el que mejor representa el sincretismo entre la cultura andina y la cultura española en la región andina, y está en el origen de los icónicos Retablos Peruanos contemporáneos. Alicia Seade aprendió el arte del Cajón de San Marcos del Maestro Jesús Urbano (Huanta, 1925), quien lo aprendió de Joaquín López Antay (Ayacucho, 1897-1981), quien lo aprendió de su abuela, de quien sólo queda el fugaz recuerdo del apellido Momediano. La abuela Momediano está en la raíz documentada de los cajones de San Marcos. Probablemente ella fue quien hizo el invento que permitió que estas piezas rituales se difundieran por todos los Andes centrales. Hasta mediados del siglo XIX las cajas de santos que llevaban los pastores para proteger su ganado se hacían con piezas talladas en piedra. Eso era demasiado lento y costoso. La abuela Momediano o alguien de su entorno descubrió que con esas pequeñas esculturas podían fabricarse moldes y que con esos moldes se podían replicar más rápido y a menor costo. Y desarrolló un material ideal. Una mezcla de papa con yeso que, prolijamente amasada, se dejaba moldear con precisión y detalle y que una vez seca era dura como piedra, lista para viajar por los abruptos caminos del Ande. Así, modeladas de las delicadas esculturas en piedra de Huamanga de las primitivas cajas de santero, se multiplicaron santos, animales, campesinos, músicos, hechos en masa de papa y pintados con tintes para tela. La cajas primitivas no contaban más historia que la protección de los santos sobre los rebaños de un pastor. Los Cajones de San Marcos eran más complicadas. Las mandaban hacer ganaderos andinos que tenían reses, cabras, ovejas, caballos y mulas y las utilizaban como centro de uno de los ritos anuales más importantes en cualquier cultura ganadera: la fiesta demarcación de ganado. El cajón era una representación de la ceremonia en todos sus sentidos. Su forma no es casual. Ese techo triangular que lo corona no es el de un templo porque todas las iglesias del Ande tienen torres. Es, cuentan los maestros, una representación del Apu, la divinidad más importante del mundo andino, la poderosa montaña que tutela a los hombres. Dentro de la montaña están los dos pisos del cajón. En el piso superior vive el mundo el mundo de arriba, en este caso el mundo de las divinidades protectoras de los distintos animales, representadas por un conjunto fijo de santos cristianos. Al centro, generalmente más grande que los demás, está San Marcos, protector de las reses, los animales más valiosos. A su lado está San Juan Bautista, protector de las ovejas y de los arrieros, importantísimos en las alturas. El otro santo que lo acompaña es San Lucas, que no protege al ganado sino a los animales salvajes, desde los pumas hasta las alimañas. Los animales salvajes también


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.