Periódico Habitante Siete edición 73

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Ediciรณn

Febrero - Marzo2019

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@Habitantesiete

ยกLo escribimos todos!

Periรณdico Habitante Siete

www.habitante7.com

Distribuciรณn Gratuita 4.000 Ejemplares


Editorial

2 ¡Lo escribimos todos!

Dirección Luis Fernando Muñoz Gómez Comité Editorial María Adelaida Álvarez Cano Katty Maya Ana María Saldarriaga Amparo Sánchez Rocío Carvajal

Redacción Clara Inés López Adriana Patricia Tobón Erica Imbett Juan Diego Ortíz Gabriel Barbosa Gabriela Orozco

Diseño, Diagramación Yulieth Garro

Fotografía Jorge Hoyos López Francisco Rodríguez Carlos Andrés “palomo” Organización Ejecutiva Corporación Mundo Urbano Impresión La Patria. Los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y pueden ser reproducidos citando la fuente. Cll 75 # 69-194 PBX: 441 66 46 comunicaciones@habitante7.com Cel: 314 872 90 87

ISSN 2322-8628

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n el 2027 Robledo será una comuna integrada social y espacialmente en pro del desarrollo integral del territorio y sus habitantes, reconocida en la ciudad como territorio líder en procesos de desarrollo local sistémico, sostenible e incluyente.

Eso expresa la visión del Plan de Desarrollo de nuestra comuna. Sin embargo, surge el interrogante acerca de si vamos por el mismo rumbo de nuestra proyección. Aun cuando faltan nueve años para llegar a la meta indicada, es inevitable dejar de pensar en que no estamos generando procesos que nos lleven a lograr lo deseado en la visión del plan. Cuando hablamos de desarrollo local sistémico, expresamos el deseo de generar procesos colectivos basados en el trabajo conjunto entre actores y alianzas generadas en un ambiente territorial inmediato y en la aplicación constante de ajustes y mejoramiento con miras a lograr el bienestar colectivo. Si analizamos lo expresado, estamos lejos de alcanzar el ideal. Además, partiendo de que en nuestro territorio prima lo individual sobre lo colectivo, nuestras organizaciones cada día se debaten en la preocupación de cómo sobrevivir el día a día y dejamos de lado el espacio para analizar el futuro de ellas y del territorio. Por otra parte, el declive de la institucionalidad tanto política como social está latente en el territorio, la credibilidad flaquea como consecuencia de acciones equivocadas, llevadas por la emotividad y el deseo de figurar individualmente ante los escenarios participativos tanto locales como de ciudad. La Comuna y su desarrollo integral no suele estar dentro de los planes de trabajo de las organizaciones y si aparece, no trasciende del dicho al hecho, se queda solo en figurativos. Es preocupante que los entes institucionales y la administración municipal no nos tomen en serio por considerarnos entidades poco serias y tengan la percepción de que sus líderes y directivos están más preocupados en hablar del otro que las necesidades de la comuna. Por ello, se precisa con urgencia realizar una reingeniería a las organizaciones tanto sociales y políticas en búsqueda de fortalecer la institucionalidad y organizar en función del desarrollo territorial integral a través de interacciones positivas, acuerdos entre gobernantes y gobernados que generen oportunidades, solución eficaz de los problemas de la comunidad y para establecer los lineamientos necesarios para generar esos cambios y finalmente, lograr lo que expresa la visión del plan de desarrollo que sean los actores que lideren los procesos de desarrollo local sistémico, sostenible e incluyente.


Mi Comuna

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Cuando conocí El Olaya Por: Clara Inés López

Un día cualquiera me avisaron que habían vendido el apartamento en el que vivía. Entonces, salí a recorrer las calles de esta ciudad –a la que llegué hace cinco años proveniente de Cali–, para reubicarme y encontrar un arriendo del mismo valor del que pagaba antes. -Momentos críticos de mi vida. En esas un amigo, al verme tan embalada, me permitió vivir en su casa por unos días, mientras desocupaban un apartamento en un sector hasta entonces desconocido para mí. El Olaya, un barrio alto que hace parte de la comuna 7, pero al que se accede por la comuna 13. Allí estaba ubicada mi futura casa y para llegar hasta allí, comencé lo que sería toda una odisea, pues es casi como ir hasta el fin del mundo. Debía esperar la ruta en la cancha del barrio Blanquizal, según las indicaciones de mi amiga, la que me mostraría mi nuevo hogar. El conductor muy generoso me llevó por 500 pesos, que era lo único que tenía en el bolsillo. Mis ojos se sorprendieron desde las ventanas del bus al ver un sector lleno de calles estrechas, callejones, lomas y escalones. Me preguntaba dónde quedaría el Olaya. Parecía una niña asustada preguntándole al conductor si faltaba mucho para llegar. Iba sentada al lado de un señor de edad avanzada que me preguntó si yo no era de este lugar, a lo que le asentí con una sonrisa. Minutos más tarde, ya no me aterrorizaba la duda de cuándo llegaríamos, en vista de que ya iba entretenida con el señor de al lado que me contaba sobre su vida en el barrio. De repente, la voz del conductor interrumpió nuestra conversación para avisarme que ya me encontraba en mi lugar de destino. -Señorita, ha usted llegado. Dijo el conductor. -Perdón ¿a dónde?, le pregunté y él me contestó: - ¿No me dijo que a la frontera del Olaya?, sí señor, le dije. Busqué con un poco de desespero a mi amiga por la ventana y ahí estaba ella, en el andén, con una sonrisa y dispuesta a reírse a carcajadas porque ya se imaginaba mi travesía. Empecé a subir con ella otro camino a pie y llegamos a un lugar con un aroma especial y ambiente de pueblo, la gente se veía alegre, con una cordialidad poco habitual. Escuché: ¡buenos días, ésta es su casa! Observé cómo sería mi nuevo hogar, era una vivienda humilde y pequeña toda hecha de madera, pero me gustó mucho. Estaba en la sala de mi amiga cuando entraron sus hijos, ella me ofreció un café y con mucho orgullo se paró a mostrarme el resto de su casa, su habitación era pequeña y acogedora, le seguían las de sus hijos y posteriormente la cocina y el baño, sin lujos, pero ante mis ojos y mi corazón era el sitio más espectacular de la vida, se respiraba una paz y una tranquilidad increíble. A los días, me pasé para el apartamento que estaba esperando con mi familia. Los vecinos fueron muy generosos, tocaban a mi puerta con invitaciones para almorzar o merendar. Transcurrieron los días y empecé a conocer El Olaya y su gente. Ya no llegaba a la frontera sino al parqueadero de buses, y disfrutaba de llegar al que ahora era mi barrio, con ese ambiente pueblerino, sus almacenes de ropa, locales de todo a 1.000, de celulares, ventas de legumbres, supermercados, iglesias de diversos credos y la fundación a la cual llegué por motivos adversos a mi vida, donde me recibió su sacerdote y hermanas de la caridad con un amor muy familiar. Allí descubrí un mundo maravilloso donde los valores se rescatan cada día, donde se les da amor y comida a los que lo necesitan. Con el paso de los días, conocí vecinas que se convirtieron en amigas y una noche me invitaron a festejar en el Olaya. Por ese tiempo no estaba muy bien de salud, pero me hacía falta una salidita a bailar como las que acostumbraba a hacer en Cali.

Los sitios nocturnos del barrio son como su gente, diferente, pero muy divertida; al empezar la noche sentía que estaba en el lugar equivocado, pero con el ritmo de las horas empecé acoplarme a ellas, pero a la 1 de la mañana cuando la noche estaba en todo su furor, llegó la Policía y nos tocó volver a la casa. Me divertí mucho, pero quedé con el sinsabor de que acá, la rumba empieza temprano y se acaba temprano. En las noches de los viernes y sábados a veces me entretengo viendo a los niños jugar bote-tarro, lo más gracioso es que siempre se les va el tarro loma abajo. El hablar de su gente, sus costumbres, sus vientos huracanados, sus miradores lineales que nos llevan a ver el otro lado de la ciudad, y hasta ver con claridad el Estadio y los colores de las tribunas, que indican el fanatismo por los equipos. Iba con costales llenos revuelto, entonces es muy común que los sábados y domingos se respiren aromas a sancocho, morcilla, tamales, buñuelos y arepas; y en las tiendas de cada esquina, se reúnen varios mineros, que también vienen de visita, con sus amigos degustando de unas buenas polas.


El mirador oculto

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Mi Comuna

Por: Adriana Patricia Tobón

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o tenía 17 años y mi hermana Elizabeth 21 cuando emprendimos el viaje hasta la que sería nuestra primera casa propia en Civitón. A Elizabeth le habían descubierto el síndrome de Guillain-Barré desde que era una niña, un trastorno neurológico que genera incapacidad para sentir calor, dolor y otras sensaciones, además de paralizar progresivamente varios músculos del cuerpo. La secuela de esta enfermedad le dejó una hemiplejia en la pierna izquierda y finalmente pudo seguir caminando a pesar de una leve cojera. Para entonces ella trabajaba en Amigos de los Limitados Físicos y había asumido la responsabilidad económica de la casa. Fue cuando le ofrecieron una casa y ella la recibió feliz y nos trajo a vivir a todos juntos con ella. Después de subir varias calles empinadas llegamos a la nuestra, arrumados en la puerta trasera del camión que llevaba nuestros enseres. Las 104 casas prefabricadas se parecían a las de los pesebres y evocaban una perpetua navidad. Las calles tenían rieles con rampa de acceso a las casas, los niños jugaban fútbol en un amplio terreno, y uno que otro arbusto adornaba el paisaje. Era 31 de diciembre de 1983 y los vecinos celebraban el primer año en el nuevo barrio.

La Historia La palabra Civitón proviene de “Civi” que significa civilización y “Ton” de teletón o recolecta. Este barrio se construyó con el fin de dar vivienda a personas con discapacidad. Fue fundado el 31 de diciembre de 1982 por el entonces alcalde de Medellín, José Jaime Nicholls; su esposa, Lina Vélez; y varios empresarios del municipio, con la realización de un teletón para adjudicar viviendas a personas con discapacidad. Se formaron convites para la construcción de las calles y la comunidad participó de varias actividades para recoger fondos, y así, hombro a hombro, se formó el comité cívico que se encargaba de conseguir recursos para suplir varias necesidades de los habitantes entre las que predominaron la solicitud de un servicio de salud cercano, obtención de aparatos ortopédicos, medicamentos y servicio de ambulancia. En 1984 se inició la conformación de la junta de acción comunal (JAC) y al siguiente año ya se tenía personería jurídica. Elizabeth Tobón, mi hermana, fue elegida presidenta de la JAC, para esa época y durante varios períodos ha ejercido esa función con el carisma y el amor que la caracteriza. A partir de la gestión colectiva y el apoyo de algunas administraciones, se consiguió que las calles fueran pavimentadas, se construyó la cancha de baloncesto y el centro de salud, que luego fue modernizado.

Foto: Banco de imágenes

barrios Bello Horizonte, Villa Flora, Aures 1, El Diamante, Barrios de Jesús y El Mirador. Tiene una gran variedad de árboles y plantas, huertas caseras y jardines. Ahora que regreso a Civitón después de 25 años en los que formé mi propio hogar, viví en otros barrios, estudié y trabajé en sectores alejados de aquí; veo un barrio diferente al que conocí. Ya no me recuerda los pesebres de navidad, pero se nota el progreso de la gente. Los bloques de concreto han sido reemplazados por casas de ladrillo; siendo la mayoría de dos y tres plantas, muchos están en obra negra y blanca, y sólo quedan unas cuantas casas prefabricadas. La Institución Educativa Fe y Alegría Villa de la Candelaria cuenta con el hogar infantil Los Moninos, que atiende a niños entre 1 y 4 años de edad. En la institución estudian 200 niños bajo el cuidado y apoyo de once profesionales que se ocupan de su formación. Por su parte, la sede de la Acción Comunal es la misma caseta metálica de cuando llegamos al barrio, pero ya desmejorada por el clima y el uso, con poca iluminación y ventilación. Según me cuenta Elizabeth, presidenta actual de la JAC, aún no han asignado recursos para su legalización y remodelación. Las calles están bien asfaltadas y se construyeron varias vías peatonales, además de los senderos que comunican diferentes barrios. Lo que sí continúa siendo una característica es la gran inclinación de algunas pendientes que parecen más muros que calles. Esto puede ser riesgoso para adultos de la tercera edad o para quienes tienen algún tipo de discapacidad.

En el barrio hay varias organizaciones que El barrio está ubicado en la zona noroccidental laboran por el bien de la comunidad como los de la ciudad, desde sus balcones y miradores jóvenes de la Corporación Nueva Generación se divisa el oriente y el centro. Limita con los de Civitón, que realizan un sinnúmero de

actividades para el bienestar de los jóvenes del barrio. En el sector hay muchos jóvenes con deseos de trabajar. Sin embargo, algunos a falta de experiencia no los reciben en las empresas y otros no encuentran una oportunidad a pesar de su búsqueda. Muchas veces, Elizabeth les ayuda con este tema y encuentra vacantes para ellos, como vendedores o empacadores en algún almacén de cadena. A los niños se les inculca el juego limpio pacífico a través de un torneo de microfútbol. Aunque les faltan los uniformes, ellos se motivan con el hecho de estar ocupados y divertirse un rato. Paralelo a esto, tienen entrenamiento deportivo dos veces a la semana con el Instituto de Deportes y Recreación de Medellín, Inder. La Asociación Vivir Alegre se ocupa del adulto mayor y está integrado por personas entre los 50 y 70 años de edad, que procuran tener una vida mejor mediante actividades de sano esparcimiento como danza, juegos de salón y eventos de integración. “La fortaleza de la comunidad está cimentada en la oración” dice doña Doris Cardona –una de las primeras habitantes del barrio– mientras recorre las calles con su venta de empanadas, arepa de huevo y pasteles de pollo calientes. En el barrio hay varios grupos religiosos que oran al igual por la unidad: católicos, cristianos, testigos de Jehová y otros. Pero a pesar de la oración, la gestión formativa de los líderes comunitarios y del centro de salud, Civitón no se salva de las problemáticas que aquejan la sociedad actual; los casos son pocos, pero se presentan situaciones de adicción a las drogas o al alcohol y de violencia intrafamiliar. Sin embargo, en los tiempos de conflicto urbano, Civitón conserva su aire de paz, tal vez sea por lo pequeño o por el espíritu pacífico de la mayoría de sus habitantes. La cuestión es que, en comparación con otros sectores aledaños, este es un oasis para mí y para muchos que vivimos aquí.


A Viva Voz

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La isla urbana del calor Por: Juan Diego Ortíz

En los últimos meses se ha sentido un calor infernal en la ciudad. Año tras año, la temperatura aumenta más en la capital paisa y en todo el mundo. En Colombia, el IDEAM ha registrado un incremento en la temperatura de 0,2 y 0,3 grados centígrados por cada década. Este fenómeno se conoce como ‘isla de calor urbana’; la cual hace referencia al “calor característico tanto de la atmósfera como de las superficies en las ciudades (o áreas urbanas), comparadas con sus entornos no urbanizados. La isla de calor es un ejemplo de modificación climática no intencional cuando la urbanización le cambia las características a la superficie y a la atmósfera de la Tierra” Se puede afirmar que estas olas de calor no solo se deben al calentamiento global, sino también a que las ciudades construyen más calles, edificaciones, industrias y su población aumenta, generando a su vez, la desaparición de las zonas verdes. Como consecuencia, se crean islas de calor en las zonas urbanas, con altas temperaturas que son riesgosas para la salud humana; además, crece el uso de energía, produciendo más gases invernaderos, polución e incrementando los niveles de ozono. Particularmente en nuestra comuna 7, la reducción de zonas verdes también ha disminuido la posibilidad de dar una solución natural a las islas urbanas de calor, pues los árboles y arbustos contribuyen al acondicionamiento de la temperatura, gracias a la sombra que dan y al proceso de evapotranspiración que es la regulación del calor y el frío en el ambiente a través de su transpiración y que puede llegar hasta los 400 litros por día por cada individuo. Por esto, además de los beneficios ornamentales y ambientales que pueden traer, sembrar árboles alrededor de edificaciones son una buena opción para reducir su temperatura, tanto de la superficie cercana como de sus techos, logrando que sea menos necesario el uso de ventiladores y aires acondicionados y, por ende, disminuyendo el consumo de energía. Otro factor que también eleva la temperatura urbana, son las emisiones provocadas por los combustibles usados en los vehículos; para contrarrestar su efecto, también es vital la presencia de vegetación circundante a las zonas con alto flujo o presencia vehicular, pues ésta captura buena parte del dióxido de carbono producido por la combustión, evitando el incremento del nivel de ozono, que puede ser peligroso para la salud humana. Ilustración por: Yulieth Garro


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A Viva Voz

La basura, el dinero de mi subsistencia Por: Gabriela Orozco

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l sol incandescente que orbita por estas latitudes está en su cenit y en Robledo se siente el calor, producto de la enfermedad que padece la Tierra, el calentamiento global, causado por la excesiva contaminación de los humanos. El tiempo va pasando y el costal que está junto a un viejo coche para bebés que acompaña a Claudia María Cardona se va llenando; ella dice con orgullo que es una recuperadora. “La gente muchas veces no entiende que lo que para ellos es basura, para nosotros es una forma de subsistir, si lo clasificamos y lo reciclamos eso se convierte en dinero”, así lo afirma Claudia con una voz serena mientras se seca el sudor, pues ya han sido muchas las calles que ha caminado en el desarrollo de su labor y en busca del pan diario. Claudia tiene 5 hijos, y hace 12 años es recuperadora; ellos y la falta de oportunidades laborales fueron la principal motivación para dedicarse a este oficio. Mientras sigue caminando para revisar las bolsas de basura que los habitantes de la comuna 7 dejan afuera de sus casas, menciona los peligros que tiene meter las manos sin protección al interior de ellas. “Uno puede cortarse o contraer enfermedades, pero ya me acostumbré a trabajar así”. El Sol de la tarde ha bajado un poco y mientras selecciona el material, habla sobre los precios por kilo, pagados en las chatarrerías adonde es conducido el reciclaje: el cartón y el vidrio, a $ 100; el periódico, a $ 50; la chatarra y el papel de archivo, a $ 400; el cobre, a $ 7.000 o $ 15.000, dependiendo del color. Continuando con el recorrido, aparece Laura, un poco más esquiva y reservada, quien es otra recuperadora del sector y está acompañada por uno de sus hijos, con quien también recorre la comuna en busca de material reciclable; varios costales y un carro de rodillos, son las herramientas que esta mujer de cabello rubio utiliza para ejercer el oficio que sostiene a la numerosa familia de la que hace parte. A diferencia de Claudia, Laura lleva tan solo 6 años en este trabajo, tiempo suficiente para saber qué material sirve y qué no. Sus hijos, quienes comprenden las dificultades económicas del hogar le ayudan en su labor después de salir de clase. “Al comienzo, fue difícil verme en esta labor, pero ya uno se acostumbra y sabe que lo hace es por los hijos”, manifiesta Laura al meter la mano en una de las bolsas de basura, esa que a veces le produce asco, pues sabe que aún los ciudadanos no tienen la conciencia suficiente para por lo menos separar el material recuperable de lo orgánico.

Ilustración por: Yulieth Garro


Cultura Viva

Mi abuelo vive en las estrellas

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Por: Gabriel Barbosa

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on simples destellos de tiempos pasados; pero lo que creo que en realidad importa no son los recuerdos como tal, sino las personas que estuvieron presentes en esos destellos. Mi abuelo era una de estas personas, que siempre estará ahí en mi mente, aunque ya no esté de forma material en este mundo, no le daré el castigo de olvidarlo, después de todo, con él y mi abuela crecí hasta donde ellos pudieron dar su vida. Recuerdo que cuando estaba muy pequeño, mi mamá daba clases en un pueblo de Sucre llamado La Unión, y por eso sólo la veía los fines de semana, ya que el pueblo estaba muy lejos de Sincelejo, donde yo vivía, y transportarse a diario del pueblo a la ciudad era muy caro y el viaje era largo.

la reja. A mi abuelo, también le molestaba que jugáramos ahí porque podíamos dañar la reja, en esta ocasión si le hacimos caso y nos daba rabia también a nosotros, por eso resolvíamos jugar cuando él noestaba en la casa, pero de igual manera nos terminaba descubriendo. Pero no lo malinterpreten, a él si le gustaba el fútbol, de hecho, recuerdo que cuando la Selección quedó campeona de la Copa América, todos en la cuadra salimos a jugar fútbol, en un pedazo de tierra colocábamos las piedras que eran las arquerías, y empezábamos, ese mismo día mi abuelo puso música en la casa a todo volumen, algo que no acostumbraba a hacer, pero era un día especial supongo. Sí, mi abuelo era muy amargado, pero ahora lo entiendo, nosotros éramos un poco inquietos, hacíamos ruido a toda hora, nos columpiábamos en el palo de guayaba, jugábamos fútbol en la terraza, le pegábamos a la reja con el balón, etc.

A mi papá solo lo veía en las noches, cuando llegaba de trabajar, él al igual que mi mamá, dictaban clases de lenguaje. Vivíamos en la casa Un poco más crecidos, mi abuelo cambió. Ya de mis abuelos, y por tal razón crecí bajo sus no se enojaba tanto, por el contrario, si jugaba cuidados hasta los siete años más o menos. con todos sus nietos. Por ejemplo, nunca voy a Recuerdo que un primo y yo nos olvidar ese día, en el que estábamos él, un primo columpiábamos en un palo de guayaba cada que y yo viéndonos un partido de Colombia, y el salíamos a jugar, y a mi abuelo le daba rabia equipo estuvo cerca de marcar un gol, el balón porque decía que íbamos a dañar el árbol o que rosó el palo y mi abuelo con cara de decepción nos podíamos caer, pero nosotros no le hacíamos dijo: “si hubiera entrado habría sido gol” nosotros caso. Un tiempo después decía que crecimos sabíamos que él lo decía jugando, y que no es un por columpiarnos en él. La terraza de su casa gran chiste, pero por alguna razón a nosotros nos era grande y extensa, de tal manera que nos hizo mucha gracia, hasta el punto de que hoy en daba para jugar fútbol en ella, con dos arquerías día todavía nos reímos de eso. También era feliz consintiendo a mi hermana incluidas, una en la pared y la otra, una parte de

Foto por: Banco de imágenes

menor en todo lo que le pedía, y después a su bisnieta Melanie, siempre nos daba aliento cuando algo salía mal, como cuando perdí el 10°, mis padres no me regañaron, como yo esperaba que sucediera, pero noté la decepción en sus caras. Eso me puso mal y fue mi abuelo quien me consoló y me invitó a seguir adelante con mis estudios, sino es por eso, quizás mi vida no fuera como lo es ahora, vaya uno a saberlo. En estos días estuve mirando al cielo, perdido en mis pensamientos y por alguna razón, siempre que lo hago recuerdo a mis abuelos maternos. Al ver las estrellas, que no siempre se logran ver en la Medellín, ni siquiera desde los miradores de Robledo, donde vivo ahora, me acuerdo de ellos ¿será que ahora viven allá? suena como algo imposible y loco de creer, pero ¿no se vale imaginar? Todos tenemos licencia para soñar o como decía Eduardo Galeano: “el derecho al delirio”. Por eso para mí, ellos viven ahora en las estrellas, nunca pudieron ver en vida como me convertía en la persona que soy ahora, lo que he alcanzado y en lo que me he convertido, por eso quiero creer que desde las estrellas aún me miran, hasta el día en que yo también pase a ser un observador más. Para mi abuelo, Hernando Salgado (Q.E.P.D).


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Cultura Viva

ROBLEDO:

— ¡Ay! Me cogió en este desorden, qué pena…— exclama un hombre de estatura media, menudo, cabello blanco y que usa unas gafas de marco dorado. Deja a un lado su segueta, un pedazo de madera, a un hombre alto que lo acompaña y se apresura a correr un taburete para sentarse. Es dinámico. Se sienta y se vuelve a parar. Va por un cigarrillo marca PREMIER. —Esto de hacer entrevistas me pone muy nervioso— dice mientras da un bocanada. Se vuelve a sentar. Juan Esteban White nació en ‘La Gran Casa’, vivienda ubicada en la esquina de la calle 65 con carrera 86 enfrente del Parque de Robledo, casona blanca, de ventanas con marco de madera y estilo rústico. —La casa la hicieron mis bisabuelos y aquí nací hace 55 años — comenta al tiempo que corretea a Chagall, un labrador travieso con nombre de pintor ruso que va de un lado a otro correteando a algún insecto. Y es que tienen buen espacio. Las casas antiguas eran construidas con tapia, bareque y algo de cemento para el albergue de familias numerosas (alrededor de diez a trece hijos), sin contar abuelos, tíos, sobrinos y yernos, siendo esta la razón por la que perdura en el tiempo la descendencia de no dejar acabar lo construido con esfuerzo. La casa tiene seis alcobas, un corredor amplio, un comedor que aún conserva la mesa y las sillas de hace 20 años; una cocina, un patio en medio de la casa y un zaguán. Los zaguanes eran utilizados para dejar los caballos cuando se entraba a las casas o cuando llegaba alguna visita que iba o venía de paso por el occidente antioqueño. A esta casona lo adorna el arte del cual Juan White es creador: cuadros de Dalí, mujeres desnudas, figuras abstractas y uno que otro diseño propio donde evidencia lo desentrañable del sentimiento humano, las ganas de volver a empezar, de ser niño otra vez, dados, cartas, el trompo y yo. “Picasso quería pintar como los niños, con esa inocencia” dice mientras enseña algunas de sus obras, a su vez que comenta cómo fue su niñez en el barrio. Se pierde en el tiempo, en el doblar de su pierna y en el nuevo cigarrillo —La niñez era muy tranquila, de jugar fútbol en las calles empedradas, donde pasaban carros cada media hora, ir a las fincas a coger naranjas y bañarse en los ríos—. En verano, después de salir del colegio, las quebradas se llenaban de almas con desfogue de adrenalina y derroche de diversión. La quedrada “La corcovada”, con 30 metros de largo y múltiples afluentes, fue una fiel testigo por sus aguas cristalinas y abundante zona forestal. Allí había un charco al que le llamaban “All American” debido a que cerca funcionaba una empresa internacional de comunicaciones que se llamaba “All American Cables”, empresa que dinamizaba el barrio desde el sector empresarial e industrial. A su vez La Iguaná, quebrada que nace en las estribaciones del Alto de las Repetidoras, también prestó sus aguas para el disfrute en días soleados. En medio del patio, Chagall comienza a corretear y perseguir a alguien que está de

De puertas para adentro Por: Daniela Correa

visita en la casa. Este se acerca al patio para cortar madera. —Niña, usted me podría contactar con algún medio para contar más de cinco mil chistes) — pregunta emocionado mientras corta un tablón grueso con la ayuda de Juan. “Yo soy la fuerza mental y vos la fuerza bruta” bromea Juan y se dan a la tarea de cortar cuatro partes iguales para construir una escalera que servirá para subir al solar ubicado en la parte trasera de la casa. Los solares, grandes terrenos fértiles, servían para la cosecha de frutas y verduras que luego eran utilizados por los hogares. Era un medio de autosostenibilidad, puesto que en la época tardaban semanas en llegar en buen estado los alimentos y su adquisición implicaba altos gastos. Limones, naranjas, tomate, aguacate tomate de árbol, mangos, entre otros; eran los frutos más cultivados. En los solares también guardaban a las gallinas, perros, chivos y cerdos que hacían parecer la casa en una gran finca. Y no es para menos. A Robledo fueron llegando en los años 70 diferentes grupos poblacionales. Aunque los entes estatales intentaron controlar el crecimiento de la ciudad y detener la construcción por fuera del perímetro trazado, la necesidad de vivienda era mayor, siendo la violencia, la búsqueda de trabajo y mejores salarios y la difícil situación económica en el campo, lo que promovió la migración y reubicación de campesinos y afrodescendientes. A la par, la ocupación y apropiación del suelo se estaba expandiendo como fenómeno de ciudad. Estudiantes, obreros, campesinos y desplazados se asentaban en algunas zonas construyendo barrios, así que la compra tanto legal como ilegal de solares y la formación de caminos envés de trochas, abre los horizontes y trasforman la calidad de vida de las personas que antes habitaban.

—Sí, ésta era La Gran Casa, toda una esquina de las familias más distinguidas porque venían de Inglaterra…Eso Juan no lo cuenta. Esta casa era una hermosura—interviene Jaime, quien antes de ser el mejor amigo de Juan, había compartido con Samuel, el hermano mayor de los White. Éste vivió sólo cinco años en la casa, tiempo en el cual el techo de caña y el patio en medio de la casa se deterioraron puesto que no tenían mantenimiento. —Murió por borracho. Cuando me enteré, me vine a vivir aquí para hacer las mejoras y no dejar la casa sola—relata Juan mientras barre el aserrín de la madera cortada y corretea a Chagall. Actualmente la casa está dividida en dos. Antes de llegar a la casa de Juan, se debe cruzar una puerta de madera que la separa de la galería de arte Los Vieco donde se venden pinturas y espejos que él elabora y pule. —Es afín a mis gustos. La galería es una excusa porque si necesito un pincel o acuarela, aquí los tengo¬— concluye. Esta es la vida de una de las casas más antiguas que tiene Robledo Parque. El perro fiel, un patio en medio de la casa, un zaguán, un teléfono de disco, pinturas, solares, paredes resistentes, la historia intacta. La tradición de un pintor.

Jaime y Juan se conocen desde pequeños debido a la empatía que existía entre sus familias. Ambos vieron crecer y cambiar a Robledo, no sólo desde el territorio sino desde las personas que en su tiempo eran alrededor 1.500 habitantes, ahora se puede estimar más de 4 mil. El cambio radicaba en el estilo de vida de las personas, de la comunidad e inclusive de la presencia de la iglesia en el desarrollo del barrio. Ambos fueron partícipes del cambio en los medios de comunicación, del telégrafo al teléfono; el transporte, la migración, los vecinos, la compra de predios… Foto por: Daniela Correa


Cultura Viva

Foto por: Daniela Correa

Foto por: Daniela Correa

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¿?

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Realmente adicciones Por: Erica Imbett

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as adicciones, aunque hoy definidas por la Organización Mundial de la Salud, son definidas como enfermedades físicas emocionales y necesarias en el hombre por su naturaleza dependiente durante su desarrollo normal como ente social. “La adicción nos revela que la representación del instinto se desarrolla más libre y ampliamente cuando ha sido sustraída por la represión a la influencia consiente”. La idea de satanización moral de las adicciones está dada por procesos culturales y una herencia histórica de religiosidad absurda que oculta el ser salvaje dentro del ser sagrado. La adicción que parece a primera vista un puro fenómeno biológico se halla definida por una idea que arranca del fondo metafísico del hombre, pero así es porque así es también el hombre, tenso siempre entre dos polos, su determinismo, su libertad, su naturaleza y su historia. Desde la filosofía escolástica se concretan

Foto por: Banco de imágenes

dos instintos fundamentales del ser humano, éstos son la conservación propia y de la especie. Ambos absolutamente animales, en el caso de las adicciones vistas hoy como la parte animal explorada por el instinto del patrón innato de comportamiento, suscitado por estímulos fisiológicos básicos, parafraseando a Krech y Cols – Psicólogos de la Universidad de California - estas adicciones estarían incitadas por motivos de origen biológico y el lívido sería la fuerza del instinto, de manera pues que el placer aparece desde diferentes tipos de deseos, entre ellos, desde la teoría de Freud libidinosos. El animal social no puede esconderse tras la fachada de un hombre sacro cuando son los instintos, las adicciones y el salvajismo interior lo que hace verdaderamente al ser humano. De ahí, surge entonces la necesidad consciente de ocultarse, para no quedar expuestos en sociedad. Es imperativo tener una vida íntima, la privacidad en los seres humanos regidos por leyes y controles públicos emerge en la declaración de los Derechos Humanos

Signos Vitales Mi Comuna

pues, el temor de sentirse vigilado de manera consciente o inconsciente se convierte en un tema perturbador del colectivo. Freud señala, en la fobia que la ausencia de relación directa entre el objeto y el pretendido miedo lo colorea con su marca fundamental. Hay, por el contrario, una distancia considerable entre el miedo en cuestión y el objeto, constituido esencialmente para mantener ese miedo a distancia. El objeto encierra al sujeto en determinado círculo, una muralla, donde se protege de los miedos. Está esencialmente vinculado con el resultado de una señal de alarma. El objeto es, ante todo, una avanzadilla contra un miedo instituido. La belleza como criterio estético del objeto radica en lo sublime del mismo, haciéndolo desaparecer y creando un imaginario cargado de notaciones sensibles como la inmensidad, el infinito, el vacío y hasta la soledad, concediéndole al usuario un apego adictivo y dependiente al artefacto en cuestión.


Signos Vitales

Robledo ya cuenta con un Centro Vida Gerontológico

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Por: Lizeth Rodriguez

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a comuna a partir de marzo contará con un Centro Vida, estará situado en el antiguo colegio de Aures, con esto la alcaldía de Medellín quiere mejorar la calidad de vida de los adultos mayores con aislamiento residencial en riesgo social.

Deben ser personas mayores que viven solas o permanecen solas durante el día, con aislamiento o que se percibe maltrato. Autónomos pero frágiles, en riesgo de perder su autonomía personal de acuerdo evaluación por parte del equipo interdisciplinario.

Para dar cumplimiento a sus objetivos, Centro Vida Gerontológico cuenta con una atención interdisciplinaria en: Gerontología, Psicología, Neuropsicología, Trabajo Social, Nutrición, Fisioterapia, Aseguramiento en Salud, Enfermería.

Centro Vida Gerontológico es un modelo semi-institucional, dirigido a personas mayores de 60 años en riesgo biopsicosocial que vivan solos, que permanezcan solos y que sus condiciones socioeconómicas ameriten atención. Diseñado con enfoque de Manejo Social del Riesgo (Prevención, Mitigación y Superación).

Con base en un Aprendizaje Gerologico las actividades se centran en aspectos físicos, mentales y sociales que promueven estilos de vida, hábitos saludables, nuevas maneras de utilizar el tiempo libre; prevención cognitiva y la identificación y fortalecimiento de las redes de apoyo social. Las actividades se realizan alrededor del gimnasio mental.

Los beneficios es favorecer los hábitos saludables y actitudes positivas sobre el proceso de envejecimiento y la vejez, realizando promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

El objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas mayores del municipio de Medellín y sus redes primarias y secundarias a través de una atención diurna que brinda programas y servicios gerontológicos.

Para la atención se ha implementado unos puntos de acopio y rutas de recorrido desde la comuna hacia el Centro Vida, brindando un servicio de transporte cómodo y seguro, acompañado siempre por auxiliares de apoyo

El perfil del Usuario es que debe ser una persona mayor que resida en el Municipio de Medellín. Mayores de 60 años con previa visita domiciliaria y que sus condiciones socioeconómicas ameriten ingreso y aquellas entre los 50 y 59 años con riesgo social.

En la Seguridad Alimentaria las personas mayores reciben una alimentación adecuada, acorde a sus necesidades y requerimientos nutricionales.

Foto por: Francisco Rodríguez

Cuentan con afiliación al servicio exequial, con un plan exequial a través de funerarias que garantizan la atención las 24 horas del día

Mayor permanencia de la persona mayor en su grupo familiar y social. Facilitar una ocupación diversificada y significativa del tiempo libre. Impulsa a la participación social activa e integración de las personas mayores. Se crean espacios donde las personas mayores reconocen el rol social y son reconocidos por la comunidad. Empoderamiento de su proceso de envejecimiento y Vejez.


Aprender y Jugar

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Mi Buen Comienzo Por: Fernando Muñoz

Rostros alegres, instalaciones adecuadas a las personitas que son cada día sus usuarios y papás satisfechos de poder dejar sus hijos en un sitio adecuado y donde se ve su desarrollo integral. El programa Buen Comienzo, brinda la educación inicial para niños y niñas en el marco de la atención integral, promoviendo el desarrollo integral, diverso, incluyente y autónomo de los niños y sus familias durante sus primeros cinco años de vida, mediante diferentes modalidades de atención que responden a sus necesidades, siendo fundamental para el progreso de la sociedad. De modo que la alcaldía sigue apostándole a la construcción de estrategias que permitan contribuir al desarrollo adecuado, integral, diverso e incluyente de niños de la primera infancia, así como potenciar sus competencias, capacidades y habilidades. “Cada día veo a mi hija con un conocimiento nuevo, con mejor convivencia con los otros niños, llega a casa a explicarme que debe comer, como se debe comportar, estoy feliz con el programa y que mi hija este en él”. Afirma Elizabeth Quiroga, madre de una niña perteneciente del programa. Así mismo, Gloria Álvarez, madre de un niño perteneciente al programa, aseguró: “Ojalá este programa tuviera más cobertura y con ello lograríamos tener más niños educándose que en las calles, aprendiendo vicios”.

Foto por: Carlos Andrés “Palomo”

En diciembre del 2018 la Universidad de Antioquia realizó una investigación sobre los componentes Educación Inicial, Desarrollo Infantil y Estado Nutricional del Buen Comienzo con recursos de la Administración Municipal y tuvo una muestra de más de 28.000 beneficiarios de diferentes modalidades del programa. “Queda demostrado que un niño que pase por Buen Comienzo tiene mayores capacidades cognitivas, mejor nutrición, mejor talla, además de mayores posibilidades en su desempeño académico y de tener más oportunidades en la vida, y así lo ha demostrado el estudio a lo largo de estos años”, manifestó el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez. Uno de los principales hallazgos se dio en el componente de Estado Nutricional, en el cual se encontró que Buen Comienzo tiene efectos positivos en los participantes, ya que estos presentan una mejor talla y menores porcentajes de exceso de peso al compararlos con encuestas nacionales y locales. Esto indica que los esfuerzos realizados para el suministro de alimentos de calidad y la educación nutricional influyen significativamente en el desarrollo físico de los niños atendidos. En cuanto a la Educación Inicial, se determinó que, a mayor tiempo de exposición de los niños y familias al programa, son mejores las valoraciones de las familias sobre

la calidad de la educación. También se concluyó que se debe continuar fortaleciendo el trabajo con los hogares y que, aunque se cumple con calidad en Educación Inicial, hay procesos que se pueden mejorar en la atención integral. En Desarrollo Infantil hay fortalezas, puntualmente en la promoción de habilidades en las áreas personal, social y de adaptación al desarrollo, ya que facilita la interacción con adultos y compañeros de la misma edad y favorece a la construcción de roles y de autoconcepto. Además, permite la independencia de los niños en actividades cotidianas. La evaluación hecha por el Banco de la República encontró que hay efectos positivos entre la población que asiste a Buen Comienzo con relación a una mayor probabilidad de continuar en el sistema educativo y un mayor rendimiento en las pruebas Saber del grado quinto; también se ratifica que hay una menor probabilidad de deserción y de tener un embarazo en la adolescencia. Buen Comienzo lleva más de 14 años acompañando a las familias de Medellín. Hoy cuenta con 426 sedes y la tasa de cobertura más alta que haya tenido, al pasar en 2015 de un 69 % a un nivel histórico de 80 % en 2018, lo que representa más de 80.000 niños atendidos.


Así Vamos

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MEDELLÍN

CENTRO DE AMÉRICA LATINA PARA LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Cualquier ciudadano de a pie, se preguntaría porque le dan a Medellín esta importante sede, y es fácil de explicar, somos la ciudad en Colombia que más invierte en ciencia, tecnología e innovación. Desde hace más de 15 años se viene trabajando por una visión de futuro compartida en el Comité Universidad Empresa y Estado en la que Medellín es una ciudad movida por el conocimiento porque esa visión de futuro está claramente trazada en el Plan CTI (Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín 2010) y porque la ciudad cuenta con una entidad como Ruta N para articular todo el ecosistema hacia su cumplimiento. Éstas son solo algunas de las razones por las que en la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en Davos, Suiza, se reveló que Medellín será la sede del nuevo Centro para la Cuarta Revolución Industrial, convirtiéndose en el epicentro desde donde se estudiarán los retos y oportunidades de tecnologías como la Inteligencia Artificial y el Internet de las cosas que ya están cambiando nuestras vidas en todas sus esferas, desde la manera cómo nos comunicamos, hasta cómo trabajamos y nos entretenemos.

“Tenemos una proyección de crecimiento para Colombia de más del 4,5% en los próximos 18 meses, y una de nuestras apuestas para lograrlo es incentivar la creación de startups centradas en las diferentes tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial”, señaló el presidente Iván Duque Márquez desde Davos, y su vez, agregó que el Centro abrirá una oportunidad para todos los gobiernos de América Latina de sumarse como ganadores a esta revolución, que ya es una realidad. Si la primera revolución industrial utilizó la máquina de vapor para mecanizar procesos, la segunda aprovechó la línea de ensamble de Henry Ford para producir en masa y la tercera se apoyó en la masificación del Internet y la electrónica para automatizar la producción. La Industria 4.0, otro nombre utilizado para las transformaciones a partir de la Cuarta Revolución Industrial construye desde el terreno recorrido en cuanto a digitalización, pero, adicionalmente, viene a combinar tecnologías y desdibujar las fronteras entre el mundo físico, biológico y digital. Comparada con las otras revoluciones industriales, la cuarta se está desarrollando a escala exponencial; poco a poco está irrumpiendo en todas las industrias de todos

los países y, en este sentido, que Medellín sea sede de este centro significa que estamos asumiendo un papel activo, en el que buscamos en estos desarrollos y estas tecnologías oportunidades para mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes y nos adelantamos a los retos, en vez de verlos venir desde una posición pasiva. “Tenemos la posibilidad de que la Cuarta Revolución Industrial sea un momento de crecimiento económico exponencial, que genere equidad y oportunidades para toda la ciudadanía. Temas que a veces parecen tan lejanos y complejos como la Ciencia de Datos, la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas o el Blockchain; serán ahora estudiados y potenciados desde nuestra ciudad para irradiar a toda América Latina y al mundo”, indicó Federico Gutiérrez Zuluaga, alcalde de Medellín. Por su parte, durante el anuncio en Davos, Marc Benioff, fundador de Sales Force y uno de los empresarios más reconocidos de Silicon Valley, señaló la importancia de tener un lugar para sostener un diálogo serio entre todos los actores que participan de la Cuarta Revolución Industrial sobre regulación, política pública, ética y cultura de cada una sus tecnologías habilitantes.


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Signos Vitales

Ser Capaz, un derecho de las personas en discapacidad.

Por: Comunicaciones Secretaria de Inclusión y Familia

Es un programa de la Unidad de Discapacidad de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, la cual promueve servicios de habilitación, rehabilitación, procesos de participación ciudadana y promoción de los derechos de las personas con discapacidad de la ciudad de Medellín. Con este programa se puede recibir orientación y asesoría en relación con la población con discapacidad; así mismo, podrás conocer la oferta de servicios que permita el mejoramiento de calidad de vida de esta población, posibilitando la inclusión familiar, social y laboral. En la Unidad de Discapacidad Ser Capaz, podemos encontrar proyectos como:

Ejercicio de derechos para la inclusión Tiene como objetivo permitir una Medellín cultural y socialmente transformada hacia el reconocimiento de la diversidad y de los derechos humanos, con igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos con sus diversas capacidades.

Orientación y seguimiento Con atención psicosocial enfocada a garantizar los derechos de la población con discapacidad de la ciudad de Medellín, orientamos, acompañamos y realizamos un seguimiento enmarcado en las rutas de acceso.

Ser capaz en casa A través de un equipo de profesionales brindamos una atención integral en el hogar a las personas con discapacidad severa y sus familias, que por diferentes razones no realizan un proceso de rehabilitación.

Inclusión sociolaboral Las personas entre los 18 y 59 años con discapacidad tienen la oportunidad de acceder a un empleo de acuerdo a su perfil y a las opciones laborales del medio, pasando por las etapas de evaluación, orientación, formación, adaptación psicosocial y laboral. Habilitación-rehabilitación a niños, niñas y adolescentes con discapacidad intelectual (Centro Integrado) Niños, niñas y adolescentes con discapacidad intelectual entre los 10 y los 17 años, son atendidos a través de servicios de habilitación-rehabilitación, procesos básicos y desarrollo de habilidades pre-vocacionales y sociales que contribuyen a mejorar su

Foto por: Jorge Ernesto Hoyos

reciben estímulo cada dos meses. Accesibilidad universal Implementamos diferentes estrategias y Emprendimiento a cuidadores productos, con el objetivo de sensibilizar y Orientamos y promovemos a las iniciativas presentar consejos de buenas prácticas que de los cuidadores de personas con discapacidad, permitan la construcción de una Medellín más creando y fortaleciendo los proyectos productivos accesible y con igualdad de oportunidades para todos. que permitan mejorar su calidad de vida. independencia y socialización.

Rehabilitación funcional

¿Cómo acceder?

Para acceder, comunícate con nosotros para Brindamos atención psicosocial, rehabilitación aprender más sobre nuestros proyectos, de funcional y ayudas técnicas enfocadas a garantizar acuerdo con tus necesidades. los derechos de la población con discapacidad de Las personas con discapacidad que se la ciudad de Medellín. encuentran vinculadas a procesos de educación formal, rehabilitación funcional o profesional, Equinoterapia reciben estímulo cada dos meses. Atendemos a niños, niñas y adolescentes Accesibilidad universal entre los 4 y 18 años con discapacidad, a través de un equipo interdisciplinario y la ejercitación Implementamos diferentes estrategias y dirigida en el caballo, que permite mejorar su funcionalidad, control de movimiento, productos, con el objetivo de sensibilizar y presentar consejos de buenas prácticas que socialización y comunicación. permitan la construcción de una Medellín más Apoyo económico accesible y con igualdad de oportunidades para Las personas con discapacidad que se todos. encuentran vinculadas a procesos de educación formal, rehabilitación funcional o profesional,


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Reverso


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