Un día se me ocurrió perfeccionar el arte de volar, ya tenia algún camino recorrido desde cuando pequeña intentaba flotar y avanzar algunos metros; logré quedar suspendida en el aire por varios segundo, usando un brazo para anclarme del aire. uando por fin lo logré decidí ir a dar un paseo, eso sí, en la noche C ya que la gente común y corriente todavía no está preparada para ver pasar a alguien por ahí volando como si nada. Nunca me imaginé que hubiera otros que habían perfeccionado su arte, algunos incluso parecían bastante expertos, doblando ágilmente en las esquinas, evitando cables de luz, dando giros sobre sí mismos, ascendiendo y descendiendo a voluntad. Yo iba despacio, era principiante aun y no sentía para nada seguridad, algunos me saludaban al pasar reconociéndome como una "novata", a otros no parecía hacerles gracia que "otra persona" hubiera perfeccionado su arte, seguramente el trafico iba a volverse pesado, iba a haber mucha gente por ahí y seguro ocurriría uno que otro accidente "aéreo" debido a los novatos; además de todo "los voladores", como decidí llamarlos, eran un grupo pequeño y no tenían el menor deseo de que su habilidad fuera descubierta y mucho menos compartida por gente que podría usarlo para lo que no es. e cansé, no lo vi venir, pero donde parar? levitar? todavía no M había aprendido a hacerlo bien, seria como sostenerse en una piscina sin tocar el fondo, girando las piernas y las manos en círculos? No! iba directamente hacia el suelo sin remedio, sin poderme recuperar hasta que sentí como alguien me tomo de la mano, miraba a todos lados pero o veía a nadie, seria que me lo estaba imaginando? o acaso y peor: había caído, me había golpeado la cabeza fuertemente y estaba estancada en una especie de sueno? l hombre debió haber notado mi cara de incertidumbre ya que E decidió hablarme y me dijo: "Tranquila, vamos a aquella terraza para que descanses" yo continuaba sin poderlo ver, sentí como la mano fuerte me soltó unos 50 cms por encima del piso de la terraza, como estaba oscuro no calculé bien y caí mal, primero el tobillo doblado que hizo que mi cuerpo se fuera hacia un costado y luego caí de nalgas, mejor una sola nalga que soporto todo el peso y que me aria recordar por un par de semanas la aventura de mi primer vuelo verdadero. A ver que caí se "materializó" por decirlo de alguna manera, y se
apresuro a ayudarme, le dije que prefería seguir sentada un rato sino le importaba. El asintió y se sentó a mi lado mas para asegurarse de que estaba bien que para descansar, era un hombre viejo de cabello y barba completamente blancos, de buen aspecto y parecía en muy buena forma física, yo lo miraba entre incrédula y maravillada. El se dio cuenta de que yo tenia muchas preguntas en mi cabeza y me dijo: "Ah, parece que no has perfeccionado muy bien tu técnica para volar, y para poder descansar sin tener que descender". Me explicó que como en toda actividad física, la resistencia es algo importante, volar requiere esfuerzo y gasto de energía por lo que es importante mantenerse en forma. Me explicó también que cuando se es novato uno no debe aventurarse a mucha altura y no debe dejar de ver siempre un lugar seguro donde "posarse" cuando se acaba la energía, tampoco es conveniente llegar al máximo de cansancio ya que uno podría quedarse sin fuerzas para aterrizar. Me dijo también que lugares debía evitar por ahora y como evitar lugares muy transitados. Por último me dijo que lo hacía bien, me volvió a preguntar que si me sentía bien para regresar? que si debía acompañarme un rato o que si prefería volver caminando. Al ver que todavía mi rostro expresaba el peso de una pregunta sin formular y por ende sin responder, me dijo: y cuando perfecciones el arte de volar tal vez debas empezar a ensayar el arte de hacerte invisible, es fácil, al igual que volar no se requiere sino desearlo, empezar a trabajar en ello, entrenar mucho y con disciplina igual lo conseguirás; así es mucho mas fácil salir a volar en el día y disfrutar de vistas y paisajes que en la noche están ocultos. Sonreí agradecida. Le dije que estaba bien, que podía regresar volando sola y que la próxima vez que pasara cerca de mi me saludara, ya que aunque yo no lo viera sabría de inmediato de quien se trataba, eso si, solo hasta que yo perfeccionara el arte de hacerme invisible, y entonces después seria difícil volvernos a encontrar. El sonrío y al despedirse dijo: "No te creas, hay muchas otras artes" hasta pronto!