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INT. CAFETERÍA - MAÑANA TEMPRANO
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Una típica cafetería porteña en los años ’50. El CAMARERO viste una camisa a rayas, chaleco y pajarita. Algunas mesas están ocupadas por CLIENTES, vestidos al uso burgués bonaerense de la época, y también hay gente de pie tomando su café y leyendo el diario. El humo de los cigarrillos se acumula. La puerta se abre para que entre o salga gente. Junto a esa puerta hay una cristalera desde la que se domina la calle. Sentados a una mesa pegada a la cristalera están Alberto RUS y Juan Fidelio MENDOZA. Mendoza es un tipo de 35 años, con algo de sobrepeso, el pelo corto y gafas redondas y pequeñas. Rus es más delgado y atractivo, tiene 30 años, pelo oscuro engominado hacia atrás y un fino bigotillo. Ambos llevan ropas sobrias propias de oficinistas. Están tomando un café y miran a la calle, adormilados aún. En la calle hay, sobretodo, GENTE que acude con prisas a su trabajo y también algunos coches, modelos americanos y alemanes años ’50, rondando lentamente. Frente a la cafetería hay una librería que desentona con el ambiente de la calle, de madera y cristaleras, sobre la que reza un cartel: SILVERMAN, LIBROS DE LANCE, rodeada de oficinas y mueblerías. De repente, Mendoza rompe a reír y Rus le mira con sonrisa cómplice. RUS (cansado) ¿El chiste del gallego? MENDOZA (divertido) ¡Y sí! ¡Es muy bueno! RUS (algo indignado) Todos los chistes de gallegos son iguales. (serio) Esta tarde no me esperes, que paso por lo de Silverman. Mendoza suelta una risita sarcástica y pone dinero sobre la mesa con gesto elegante. MENDOZA (divertido) ¿El librero? ¿Oíste? Debe de ser el único judío al que no le importa la guita. Tiene el negocio más sucio que el fondo de una maceta. Ahí no entrarían ni los indios, si supieran leer.
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RUS (ofendido) ¿Ahora qué, también con chistecitos de indios y judíos? MENDOZA (conciliador) ¡No te ofendas, Rus, que sos más cuadradito que mi novia! (finge serio) Con mi novia me puedo meter, digo yo, ¿no? Rus suelta una sonrisa, negando con la cabeza. Ambos ríen. MENDOZA (conciliador) Perdoname, Rus, te cae bien el viejo. RUS (convincente) ¡Es un tipo fantástico! Durante dos años me dejó los libros gratis, porque le caía bien. Yo no tenía un mango y él me los prestaba. Y me consta que tiene que haber veinte o treinta que se licenciaron con sus libros. Un hombre humilde. Luego va de vez en cuando un ricachón y como no le entre por el ojo le pide un precio que se te cae el pelo. Una vez, un tipo le pagó lo que pedía, un montón de guita, y Silverman se quedó molesto, dijo: "que se la enganche con la tapa del libro". MENDOZA (finge asombro) ¡Bárbaro! ¡Todo un Séneca tu librero! (serio) Pero decime, ¿de qué vive entonces ese hombre? Rus se encoge de hombros y se pone pensativo. RUS (cauto) Por ahí quizás le pagan de vez en cuando por descifrar códigos. Le da a todo, crucigramas, ajedrez, cábala... Una vez le llevaron un sobre unos tipos muy serios, no sé qué eran... A la semana se (MÁS) (CONTINÚA)
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RUS (continuación) llevaron el sobre de vuelta. Le pregunté, y mira que es charlatán el viejo, no soltó ni media. Mentira, dijo: "Enigmística para adultos... quilombos aburridos". 2
INT. LIBRERÍA SILVERMAN - DÍA/TARDE
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La librería es amplia. Enteramente de madera de nogal, sus mesas y anaqueles no dan abasto con los libros usados y algo polvorientos dispuestos anárquicamente por doquier. El suelo está muy gastado. Al lado de la puerta hay un perchero de madera vieja y un paragüero de latón. Por la cristalera junto a la puerta, que corre hasta el mostrador al otro extremo, entra bastante luz. En el mostrador, una lamparilla proyecta luz sobre un tablero de ajedrez que usa SILVERMAN, judío de más de 60, de mirada complaciente y gafas de metal dorado y cristales amplios. A su lado, junto a la vieja caja registradora, un mate humeante. RUS entra en la tienda y una campanilla sobre la puerta hace un ruido más bien sordo. Silverman lo mira por encima de las gafas y sonríe con aprobación, para luego pedir silencio con un gesto cortés. Rus imita a alguien sigiloso colgando su abrigo en el perchero. Se da cuenta de que se ha manchado la camisa con tinta y se enfada. RUS ¡La puta que lo parió, tinta de mier...! Se da cuenta de que Silverman le está mirando, irritado, y pide disculpas con la mano, ahora manchada también de tinta. Se pone a ojear las portadas de los libros que hay en las mesas, sin tocarlos. SILVERMAN (satisfecho) ¡Está bien, venga! Mueve una de las piezas y apunta el movimiento en un folio. RUS (finge cautela) ¿Listo? SILVERMAN (animado) ¡Listo! Me parece que a este tramposo lo están ayudando, pero va a ser lo mismo. Jaque mate en cinco... o seis. (CONTINÚA)
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(con remordimiento) ¿Le importaría hacerle un favor a este viejo? RUS (complaciente) ¡Claro! Vaya a echar la carta, que yo me quedo en la tienda. ¿Algo nuevo de Schiller? Silverman se levanta, carta en mano, y va al perchero a recoger su abrigo marrón y remendado en los codos. Parece eufórico. Rus sonríe, complacido. SILVERMAN (apresurado) De Schiller nada. Tengo un Kafka en inglés, que a lo mejor le interesa para reírse de la traducción, usted que puede, y un Meyrink en francés, que eso ya tiene delito. RUS (simpático) ¡Vaya nomás, yo me encargo! Silverman abre la puerta y señala a Rus antes de salir. SILVERMAN (finge amenaza) ¡Y no venda nada! RUS (divertido) ¿En una tienda? ¡Ni por xxxxXXX! 3
--MÁS TARDE
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Cada estantería tiene en la cabecera dos letras que indican el orden de autores y el género: ensayo, novela, ciencias, etc, a pesar del desorden de los libros. Entre las mesas se oye un ruido ambiguo, patas o ropa arrastrándose. RUS asoma la cabeza desde el mostrador. Se acerca, intrigado, escoba en una mano y linterna en otra, y avanza entre las estanterías. La luz amarillenta de la linterna permite ver, además del polvo en el suelo, también algunas telarañas debajo de las mesas. Al poco ve una rata pequeña que intenta esconderse. Le tira la escoba y la rata se pierde en las sombras. Suelta la linterna sobre unos libros y se agacha a coger la escoba. RUS Un gato no estaría mal, viejito.
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Al levantarse, la luz de la linterna le molesta y le hace girar la cabeza. Entonces ve un libro rojo que asoma entre los otros libros. Se acerca extrañado. Coge el libro, que es muy grande, con adornos dorados en los bordes, y sin polvo. En la portada puede leerse: THE KEY. GURDJIEFF. Lo abre. 4
--MÁS TARDE
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SILVERMAN entra en la tienda quitándose el abrigo. Lleva una bolsa de papel. SILVERMAN (animado) ¡Listo! ¿Medialunas? Muestra la bolsa. Rus levanta la cabeza del mostrador. Estaba estudiando el libro de Gurdjieff y tomando apuntes en un folio con una pluma. Divertido y confundido a la vez. RUS ¿Sabe Usted que tiene un libro que si lo lee se pega un tiro? Llevo media hora con la primera frase, ¡y eso que está en inglés, que no está en griego clásico, digo! Se lo manché de tinta... (muestra los dedos avergonzado) ...le aviso... Silverman se acerca, cauto a la par que interesado. Repasa el nombre de la cubierta. Gurdjieff. Luego le quita el folio traducido y lo ojea, comparándolo con el original en inglés. SILVERMAN (concentrado) Interesante... y de Gurdjieff. RUS (extrañado) ¿Interesante? SILVERMAN (serio) ¿De dónde decís que salió? ¿Lo tenía yo, esto? RUS (divertido) ¡Y sí, claro! ¡Por ahí en el fondo!
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SILVERMAN (concentrado) Interesante... 5
INT. LIBRERÍA DE SILVERMAN - NOCHE
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El mate humea junto a lo que queda de las medialunas. Pegado al mostrador acercaron una mesa y armaron un pequeño tablón improvisado donde colgaron algunos folios con apuntes. SILVERMAN A ver, resumiendo. Silverman toma el mate mientras Rus va leyendo del primer folio en el tablón. RUS Primera frase, parece una clase de descripción, pero no sabemos de qué. Algo de un viaje, un objetivo, (se gira con picardía) ...podría tratarse de una misión peligrosa. Silverman asiente. Rus pasa al siguiente folio. RUS (resignado) A continuación el trozo que nos superó. Y pasa al siguiente mientras Silverman ceba otro mate. RUS Luego se menciona, o al menos lo que creemos entender, que "meditará dos noches para que su cuerpo y su mente se acostumbren a la temperatura de la nueva ciudad". Silverman le entrega el mate y estudia el tablón concentrado. SILVERMAN Que creemos sudamericana. RUS Por lo que dice antes, del hemisferio sur, y lo del idioma. Silverman asiente.
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SILVERMAN ¿Alguna idea qué ciudad? RUS (divertido) ¿Alguna idea qué país? SILVERMAN (pensativo) Yo diría una novela policial. (incrédulo) ¿Pero de Gurdjieff? Rus señala al siguiente folio. RUS Sí pero mire acá. Esto no se lee en una novela, sino más bien en un ensayo de filosofía... esotérica. Silverman no parece satisfecho. Rus le devuelve el mate y toma el libro, que ahora tiene un marcador entre sus páginas. Lo abre en el marcador y pasa página. SILVERMAN Es una locura. Parece escrito por un esquizofrénico, un delirante. RUS Ajá, y acá tenemos a su protagonista. Tenía Usted razón, entonces. Y se llama Karl Oferhaus. La cara de Silverman pierde instantáneamente todo color. Silverman no dice nada, pero Rus nota su inquietud. SILVERMAN (finge desinterés) No sé, la verdad que ni idea. RUS (preocupado) ¿Está bien? SILVERMAN (algo descompuesto) Me dio un no sé qué con ese nombre, pero no es nada... Se levanta y comienza a ordenar el mostrador. Rus, al notar su desinterés, se queda en silencio pensando. Luego comienza a quitar los folios del tablero y devuelve la mesa a su lugar.
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CONTINUACIÓN: (3)
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RUS (desilusionado) Bueno, volviendo a la realidad entonces. Mañana de nuevo a la oficina. Me paso por la tarde, ¿sí? SILVERMAN Por supuesto, caballero. Rus deja el libro donde lo encontró, toma su abrigo del perchero y marcha. 6
INT. LIBRERÍA SILVERMAN - ATARDECER
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RUS entra en la librería. Mira extrañado hacia el mostrador, donde Silverman está fumando en pipa, mirando ausente al techo, muy serio. RUS (extrañado) ¿Y esa cara? SILVERMAN (serio) Estuvo acá. Me compró el libro de Gurdjieff. No pude negarme. Rus no entiende. ¿Quién?
RUS
SILVERMAN (sin levantar la cara) Oferhaus. Se llevó el libro. RUS (extrañado) ¿Oferhaus? ¿Esto es una broma? Rus mira a Silverman con incredulidad. Se fija de reojo en un detalle de las estanterías y sonríe. Luego se ríe, aliviado. Aplaude con mofa a Silverman. RUS (divertido) ¡Muy bueno, viejo, pero que muy bueno! Sin embargo... Se mueve hacia las estanterías con una sonrisa de obviedad mientras Silverman, furioso, le sigue con la mirada cruzándose de brazos. Rus señala un libro de tapas rojas que está exactamente en el mismo sitio que el ejemplar de Gurdjieff. Silverman se asombra.
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RUS (triunfal) La próxima vez que me quiera embromar consulte a un descuidero. Saca el libro de Gurdjieff de la estantería y lo pone encima del mostrador pero, ante la expresión de asombro y pavor de Silverman, se pone serio y habla con cautela. RUS (cauto) No está bromeando... SILVERMAN (sobrecogido) Le tuve que vender el libro. Y no me moví de acá. ¿Había otro ejemplar? RUS (exaltado) ¡¿Pero qué va a haber... (pensativo) ¡Lo manché con los dedos! Muy poquito, en las primeras páginas, el día que lo vimos... Mientras Rus se mira los dedos para comprobar que ahora no los tiene manchados, Silverman se acerca, cauto, asustado, y se pone detrás. Rus abre el libro y pasa páginas; ninguna mancha de tinta. Por un instante se miran extrañados y pensativos. Rus cierra el libro y se tamborilea en la barbilla. Silverman, que no se ha recuperado de la impresión, se sienta pesadamente en una silla. Se seca el sudor de la frente con un pañuelo. SILVERMAN ¿Qué pensás? 7
INT. LIBRERÍA SILVERMAN - NOCHE
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El mate vuelve a humear, acompañando a RUS y SILVERMAN en plena tarea. Han colocado una mesa donde están distribuidas las páginas traducidas. Hay un cenicero lleno de colillas y el envoltorio manchado y arrugado de media docena de empanadas. Rus se friega los ojos. RUS No vamos a sacar nada de este delirio. No sé qu... Pero Silverman, con el libro en las manos, le interrumpe levantando un dedo.
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SILVERMAN Leéme la última página, por favor. Rus está cansado, pero le hace caso. RUS "Los eremitas pervirtieron el camino indio y por eso se enfrentaron al sol..." SILVERMAN Pero no dice lo que pone. Fijate en esto "pervirtieron el camino indio", ¿qué dice realmente? No guarda relación con nada que haya dicho antes. RUS Se refiere a que... Inseguro espera a que Silverman termine la frase. SILVERMAN Que probablemente esté escrito en clave, (reprimiendo) ...y no sé por qué no nos dimos cuenta antes. La cara de Rus se ilumina con entusiasmo. Toma el libro rojo y examina el texto. RUS ¿Y ahora qué? SILVERMAN Ahora, me podés tutear, y seguimos a lo que toca, que es comenzar por el comienzo, descubrir la fórmula y volver a traducir la traducción. Necesitaremos bibliografía para esto, la divina comedia, la biblia, los clásicos... (aliviado) Ya me parecía que Gurdjieff no podía haber escrito este delirio, y mucho menos una novela sin más. RUS (interesado) Habló ya un par de veces de Gurdjieff como si lo conociera. ¿Cómo es eso?
(CONTINÚA)
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Silverman se vuelve y sonríe enigmáticamente. Se sienta en una banqueta y se quita las gafas para frotarse los ojos, cansado. SILVERMAN (evocador) Gurdjieff, una de las mascotas de Hitler, portavoz de la sabiduría del Tíbet. ¿Sabías que Hitler se llevó a Alemania monjes tibetanos para que rezaran por él? RUS (cauto) ¿Alguna credibilidad a ese tipo? SILVERMAN (serio) Hay una cosa de la que podés estar seguro. Antes de morir en el ’49, Gurdjieff intentó encontrar todos los libros que había repartido entre sus discípulos e incinerarlos. (decepcionado) Por eso me da bronca que todo esto sea sólo una novela. RUS Entonces, ¿éste que hace acá? ¿Cómo es que no lo quemaron? SILVERMAN (serio) No sé. Y me gustaría saberlo precisamente. Silverman bosteza y se dispone a seguir repasando los folios. Rus, más despierto, le observa con aprecio. RUS ¿Seguimos mañana? SILVERMAN ¿Te parece? Rus asiente. SILVERMAN Tendré todo listo para descifrar esa fórmula.
12. 8
INT. LIBRERÍA SILVERMAN - DÍA/TARDE
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Al entrar RUS, resoplando de la prisa y con una bolsa de medialunas en las manos, SILVERMAN está enfrascado en uno de los folios traducidos y también consulta otros libros pequeños y grandes con ilustraciones y marcadores que salen de sus páginas. Sobre una mesa hay un tablón de corcho con un esquema central, un círculo con flechas que salen a muchas anotaciones, y sobre otra están distribuidas las páginas traducidas. Silverman se alegra al verlo. SILVERMAN ¡Ah! Mirá esto. Cada página corresponde a una parte distinta del gráfico, avanzando en espiral de dentro hacia afuera y, por tanto, tenemos que ir acudiendo a fuentes distintas para cambiar los nombres en clave por los que Gurdjieff quería que leyéramos... o que no leyéramos. Rus se acerca con interés. SILVERMAN Si preparás unos mates te resumo lo que tenemos hasta ahora. Rus asiente animado y se acerca al mostrador a preparar el mate, prestando atención. SILVERMAN (analizando sus esquemas) Bueno, se trata de Karl Oferhaus, una especie de agente secreto nazi, que estoy casi seguro que se refiere a Hausofer, un nazi compañero de Gurdjieff en el Tibet. RUS (entendiendo) Eso fue lo que le descompuso cuando escuchó el nombre de Oferhaus. ¡Lo resolvió sin pensar! (objetando) Pero Hausofer murió. Sí, ¿y?
SILVERMAN
RUS Entonces no pudo estar acá y llevarse el libro, como Usted dice.
(CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (2)
13.
SILVERMAN (algo indignado) ¿Sabemos algo con seguridad? ¿Estamos seguros de la muerte de Hitler, de Himmler, de Eichmann? ¿Sabés cuántos se jubilaron en Brasil, en Chile o acá en Argentina? Rus medita sobre sus palabras. SILVERMAN ¿Sigo o no? Rus asiente y sonríe. SILVERMAN Bueno, entonces Oferhaus, o Hausofer, o quien fuera, está en lo que parece ser una misión en una ciudad sudamericana... RUS (burlón) Suponemos Buenos Aires. Silverman lo mira de reojo, y continúa. SILVERMAN Pero prestá atención. Menciona, específicamente, que descubre a cierto libro en una librería de lance. Ante la mirada de incredulidad de Rus, Silverman le acerca el gran libro y le indica un marcador, en el cuál Rus comprueba el dato con intriga y sospecha. SILVERMAN A partir de ahí se vuelve confuso, otra vez. Oferhaus duda, va y viene, tropieza con todo tipo de dificultades. (levantando la mirada por encima de sus gafas) Aparentemente debía encontrarse con cierta persona, presumiblemente un agente enemigo. Rus se acerca con un mate cebado y cara de intriga. ¿Qué mas?
RUS
Silverman toma el mate.
(CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (3)
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SILVERMAN Hasta ahí llegamos. Rus toma unos papeles traducidos y los compara con las fórmulas del tablón. Silverman sigue sus movimientos. RUS Myra -escrito con i griega- en el viejo Bario -en mayúscula y con una sola r- del santo... donde el encuentro... se producirá sin Piedad... (sacudiendo la cabeza) Piedad también en mayúscula..."un pasaje semi-circular de altos muros herméticos... Rus se rasca la cabeza pero Silverman asiente. RUS Ni la venganza... podrá salvar de Oferhaus... SILVERMAN Claro. El santo de Myra, o lo que es lo mismo, Bari, por eso está con una r y en mayúscula. ¿Sabés quién es? San Nicolás. RUS El nombre de este barrio. Silverman asiente. SILVERMAN Exacto. Y "pasaje semi-circular"... ¿qué te dice eso? RUS ¡Uno de los pasajes! Hay tres así descritos acá cerca. SILVERMAN (cauto) Carabelas, Rivarola, y La Piedad. RUS Y la palabra Piedad está en mayúsculas, entonces tampoco se trata de una falta. (excitado) ¡Tiene que ser! Vamos a mirar. Necesita tomar aire... y si la descripción vemos que es el pasaje La Piedad no tengo problema en creer que Oferhaus estuvo acá. (CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (4)
15.
Rus se dispone a salir y se queda parado cuando ve que Silverman se queda encendiendo la pipa. Le hace un gesto de premura con la mano. SILVERMAN (fingiendo diversión, pero nervioso en el fondo) El maestro habló. No hay nada que comprobar, niño... RUS (divertido) ¡Vamos! Que se le está poniendo cara de chorizo acá dentro. SILVERMAN (fingiendo diversión, nervioso en el fondo) ¿Sabés qué? Si tenés ganas de salir andá nomás. Yo termino la página. Rus pone cara de preocupación y luego la disimula, amable. RUS (fingiendo vergüenza, desilusionado) Está bien, abuelo, me agarró. Sigamos con la traducción. 9
EXT. PASAJE LA PIEDAD - DÍA
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RUS lleva su abrigo en la mano porque el sol golpea con dureza cuando llega a La Piedad, un pasaje en forma de "u" de arquitectura muy europea. Dentro del pasaje hay transeúntes rodeando un cuerpo que está siendo cubierto por una sábana, alarmados, mientras la policía los va alejando. Se oyen rumores indignados o morbosos: "¡Qué barbaridad!" "A pleno sol". Rus, impresionado, intenta acercarse a ver. 10
INT. LIBRERÍA DE SILVERMAN - ATARDECER
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SILVERMAN está recogiendo lentamente todos los papeles del tablón y metiéndolos en una caja de cartón. RUS está dando vueltas, nervioso y a la vez ausente, peinándose con la mano. RUS ¡Ahí muerto a pleno sol! Y su historia de Oferhaus... qué lo parió... Silverman comienza a meter ahora en la caja todas las páginas de la mesa. Rus se da cuenta de lo que está haciendo y se planta delante de él, confuso. (CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (2)
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RUS ¿Pero qué hace? ¿Se raja? Usted nunca se raja, Silverman, nunca. ¿Se asustó en serio? ¡Vamos, viejo, ¡¿en serio?! SILVERMAN (cansado) No pasa nada, nene... Me rajo como todo el mundo, cuando ya no me interesa. RUS (indignado) ¡Maestro, tenemos que acabar con esto! ¡Tenemos que entenderlo! SILVERMAN (burlón) ¿Entenderlo? RUS (azorado) ¡Bueno, el libro! ¡Qué sé yo! ¿No nos vamos a enterar de cómo acaba? SILVERMAN (nostálgico) Homero ya escribió todas las historias. ¿No lo sabías? No hay finales nuevos. Silverman se deja caer en la banqueta y suspira abatido. Rus le quita la caja de las manos, algo incómodo. SILVERMAN ¿Prepararías unos mates, Rus? Rus, animado, le da una palmada de afecto en el hombro. 11
INT. LIBRERÍA SILVERMAN - NOCHE
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Los apuntes de tablón son muchísimos y junto a él han puesto una mesita con una bandeja para folios. Los folios están bien ordenados, escritos a máquina, en español, y son de color más oscuro que los otros en los que traducía Rus. SILVERMAN, que se ve algo nervioso, está concentrado, repasando estos folios mientras RUS coge anotaciones en una libreta, atento. SILVERMAN (decepcionado) No sé... se sigue enredando... Un incendio, un viaje en tren... pero no tiene sentido. ¿Adónde nos lleva? (CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (2)
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Rus toma el libro rojo. RUS La traducción de esto dice que pronto coronaría su obra y se retiraría al campo, lejos del peligro. ¿Será esto el viaje en tren? Silverman no está convencido, ligeramente negando con la cabeza. RUS (resignado) Igual fue casual lo de La Piedad, ¿vió? Silverman se sienta en la banqueta y toma del mate que le acerca Rus. Se encoge de hombros. SILVERMAN (resignado) ¡Qué sé yo! Una novela de Gurdjieff... RUS ¿Cómo es Oferhaus? SILVERMAN Bueno... vamos a buscar la página... RUS (burlón) No, dígame Usted... ¿Lo vió o no? SILVERMAN (un poco ofendido) ¡Y sí! ¡Era igual, nene, qué querés que te diga?! Se parecía mucho, me cagué... RUS (comprensivo) Todo bien, viejo. Y ¿cómo era? Silverman Silverman caliente. banqueta,
mira a Rus con dureza, pero éste sonríe. se ablanda, se levanta y carga el mate con agua Se lo pasa a Rus y vuelve a sentarse en la más sereno. SILVERMAN (evocador) Era alto y flaco. Llevaba guantes, pero a la mano izquierda la tenía medio pegada al cuerpo, como si hubiese tenido un (MÁS) (CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (3)
18.
SILVERMAN (continuación) accidente o algo... con un gabán gris, así largo hasta los pies, y un sombrero borsalino. Tenía unos anteojos redonditos... como un insecto, y hablaba con acento, pero no mucho. RUS (divertido) Y se cagó. SILVERMAN (divertido pero serio) Y me cagué. Rus y Silverman se ríen. Se oye la campanilla de la entrada y los pasos de un CLIENTE. CLIENTE (cortés) ¡Buenas noches! Con permiso... RUS Atiendo a este hombre y me tengo que ir. SILVERMAN (agradecido) Andá, Rus, gracias. Yo me encargo. RUS No se quede hasta tarde, ¿sí? Mañana paso al medio día. SILVERMAN (finge enfado) No me casé para que no me dijeran que "no te quedes hasta tarde". Rus niega con la cabeza, divertido, y sale de la tienda saludando al cliente mientras Silverman contempla los folios. 12
INT. LIBRERÍA SILVERMAN - DÍA
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RUS entra en la tienda, animado, y ve a SILVERMAN apoyado en la barra, fumando en pipa, funesto, con una caja llena de folios y apuntes prensados desordenadamente en el extremo del mostrador. En el suelo donde estaban las mesas con los apuntes se encuentra el mate tumbado, la yerba desparramada. Rus se sorprende.
(CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (2)
¿Qué pasó?
19.
RUS
SILVERMAN (seco) No quiero saber nada más de esto. Llevátelo si querés, yo tengo cosas que hacer. RUS (incrédulo) ¿Pero qué dice? Rus levanta el mate, y un folio manchado de yerba que se cayó debajo del mostrador y lo guarda en la caja con lo demás. SILVERMAN El libro está donde lo encontraste. Rus, confuso, toma el libro de la estantería y se queda mirando a Silverman. RUS ¿Me está tomando el pelo? SILVERMAN (seco) Nene, la gente no vive para tomarte el pelo a vos... RUS (ofendido) ¡Está bien, está bien! (sacudiendo la cabeza) Mañana ya se le habrá pasado. Rus toma la caja del mostrador. Silverman fuma sin dirigirle la mirada. RUS Me siento en la esquina, si le parece, pero bien lejos. SILVERMAN (casi furioso) ¡Pibe, te dije que tengo cosas que hacer! Rus se queda clavado, rompe el corazón. Los suyos, furia y dolor, comienza a retroceder
mirándolo con desconcierto. Se le ojos de Silverman clavados en los y miedo. Rus no entiende nada, pero hacia la puerta.
(CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (3)
20.
RUS (resentido) Váyase al carajo, viejo. 13
EXT. PUERTA LIBRERÍA SILVERMAN - DÍA
13
RUS sale de la librería con la caja de apuntes y el libro en las manos y se queda de pie sin saber qué hacer. Mira la hora en su reloj de pulsera, y cruza la calle. 14
INT. CAFETERÍA - DÍA
14
La cafetería tiene el bullicio habitual de CLIENTES, humo de cigarrillos, sonido de bandejas y de tazas. RUS está sentado a la mesa de la ventana, con la mirada perdida mirando hacia la librería al otro lado de la calle. El CAMARERO le sirve una taza de café y Rus despierta de su trance, agradeciendo con un gesto sutil. Toma la caja y comienza a ordenar los folios. Varios de ellos están manchados con yerba. Sobre todo el que encontró en el suelo, escrito con la letra de Silverman. RUS (murmura) Esto está bien... Acá cuando viaja... página 90, 91, "recibe nuevas órdenes"... lo del robo... página 98... se aburre él, me aburro yo... se va al campo a retirarse... se va al campo a retirarse cuando acaba... ¿qué acaba? Se queda con la página manchada, traducida por Silverman, en la mano, y comienza a leerla interesado. RUS (lee) "Le queda una pieza por encajar antes de poder retirarse del bullicio y de la muerte. De vuelta en la inflamada ciudad sudamericana... (rectifica con un lápiz) ...de nuevo en la inflamada Buenos Aires, atraviesa la muchedumbre y vuelve a la librería para eliminar al único testigo que puede considerarlo, el librero judío poseedor de la clave de sus crímenes". Rus se queda pensativo. Luego levanta la cabeza del folio y mira a través de la ventana a la librería de Silverman, (CONTINÚA)
CONTINUACIÓN: (2)
21.
cuya puerta está cerrándose. Puede ver claramente, a través del cristal de la librería, cómo un tipo vestido con abrigo largo y gris y sombrero borsalino se acerca al mostrador sacando un arma, y dispara a Silverman, que del impacto desaparece detrás el mostrador. Luego se da la vuelta. Con sus gafas redondas y su brazo lisiado, y a través de los cristales y de la calle que los separa, mira hacia la cafetería, mirando a Rus directamente a los ojos, ausente de emociones y reacción, con la curiosidad de un insecto y la muerte en su mirada.