El Clavel Inmarcesible
Hidalgo Alonso
El Clavel
Inmarcesible
Hidalgo Alonso
Título original: El Clavel
Inmarcesible
Hidalgo Alonso
Primera edición Diciembre 2012
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IMPRESO EN REPÚBLICA DOMINICANA PRINTED IN THE DOMINICAN REPUBLIC
Índice
Dedicatoria.......................................................... 7 Agradecimientos................................................. 9 Hidalgo Alonso:.................................................... el poeta del destino.............................................. (A manera de prólogo).......................................... 11 El clavel inmarcesible....................................... 19 A mi niña:.............................................................. Esneili Antonia.................................................. 20 Cuando llegaste a mí........................................ 21 El día que la conocí........................................... 22 Persuades al mirar............................................ 23 Eso eres, preciosa............................................ 24
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Hermosa como tú ninguna................................ 25 Mi elegante mujer.............................................. 26 Mi auténtico amor............................................. 27 Mi estimada doncella........................................ 28 La mujer de mi vida.......................................... 29 Para ti, bella amada.......................................... 30 Tu empatía........................................................ 31 Para estar a tu lado........................................... 32 Para que me recuerdes..................................... 33 El Adán de tu pensamiento............................... 34 Déjame............................................................. 35 Cosas que me ponen a pensar......................... 36 El noviazgo....................................................... 39 Cuando me hablas así...................................... 40 No te olvidaré.................................................... 41 Noche de luna................................................... 42 Antes de que te vayas...................................... 43 Cuando te vayas............................................... 45
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Quiero tenerte................................................... 47 Te busco........................................................... 48 Cuando te bese................................................. 49 Los tiempos...................................................... 51 Ella es asĂ.......................................................... 53 Un encanto de mujer........................................ 55 Fuiste todo en mi vida...................................... 56 Te conquistare.................................................. 57 No te rindas....................................................... 58
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Dedicatoria Este libro está dedicado a todos aquellos que saben y desean apreciar el valor de la vida. A los que reconocen que no es un problema para resolver, sino un regalo para apreciar. A todos aquellos que sonríen aún en medio del dolor. A todos aquellos que saben que el éxito no es simplemente dinero. A todos aquellos que valoran el interior del ser. En fin, a todos los que son amantes del amor real.
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Agradecimientos Agradezco de manera especial a Dios Todopoderoso por darme la vida y enseñarme cómo vivirla en este mundo tan hostil. A mis padres Quezada Féliz Villanueva y Aracelis Matos, porque desde mi niñez me guiaron por el camino del bien, la paz, la bondad, la sinceridad y el respeto. A mis hermanos: Arisleyda, Henry Wilkin, Ansis Gedolín y Rossy. A mi entrañable amigo, el escritor Gerson Terrero Amador, por abrirme sus puertas, revisar mis escritos, corregirlos y elaborarles el prólogo. Gracias por el tiempo que me dedicaste.
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A Anibal de Jesús Franquis (Papolo) y a su esposa Manuela Santana Guevara (Negra), quienes me brindaron su casa y su computadora para transcribir y digitar este libro. A Estéfany Altagracia Pérez, por su apoyo en los momentos más difíciles de mi vida, por pasarme el lápiz cuando lo dejaba caer, por su comprensión, su amor y su bondad. Dios la eligió para enseñarme a ver la vida de forma positiva. A la Profesora Susana Carrasco, Estéphany Carrasco, Marta Caraballo y Emmanuel Matos Féliz. De manera especial, a mi amigo personal, el español Óscar Sánchez Castañón, y a toda su familia.
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Hidalgo Alonso:
el poeta del destino
(A manera de prólogo)
El ser humano y sus circunstancias Comparto con todos y todas el placer de presentarles a un nuevo y esperanzador poeta. No tiene ínfulas de intelectual, tampoco se precia de su prodigiosa imaginación, pero posee un destino y además un nombre de titán: Hidalgo Alonso. Este amigo poeta acaba de asestarme un golpe marcadamente emocional al escogerme para que le elaborara el prólogo a su libro. Ya me facilitó el manuscrito, lo tengo entre manos y veo que el título parece impenetrable: El Clavel Inmarcesible. Expresemos, pues, en torno a esta obra algunas sencillas palabras. Pero hablemos, antes que nada, del joven espontáneo que nació para lidiar codo a codo con la vida. Desde muchacho, a Hidalgo Alonso se le conoció siempre por sus esfuerzos de superación. Como protoliterato, lo primero que se propuso fue inventar historias sobre el cuaderno escolar; luego lo encontramos dibujando planos
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filarmónicos encima de las hojas en blanco y más tarde garabateando pensamientos de mucho valor. Estos intentos primarios jamás conformaron sus inagotables ambiciones, hasta el buen día en el que decidió enamorarse por primera vez. Es en esa ocasión cuando el corazón se le cunde por completo de sueños y utopías. Hay un paréntesis doloroso en la vida del escritor. A la edad de 21 años sufrió un accidente automovilístico terrible que le dejó destrozada la columna vertebral, rota la cadera derecha, lesionada la médula espinal, desecha la pelvis, desintegrada la clavícula, abierto el pecho, golpeada la cabeza y desprendido el hueso del antebrazo izquierdo. El vate quedó convertido en un parapléjico y fue obligado a recluirse sobre una silla de ruedas. El citado accidente le robó las más elementales facultades físicas, transformándolo así en una especie de vegetal hasta su pronta recuperación unos meses después vivo. La nueva situación lo llevó a comprender que si quería respirar frente a la realidad, estaba en la obligación de probar diversas alternativas de supervivencia. Hidalgo Alonso hurgó decidido en los predios de sus adentros y allí encontró la suficiente fuerza moral para conquistar ese mundo que le había sido tan adverso. De esa manera el poeta comenzó a experimentar encadenadas emociones que rápidamente se manifestaron al través del verso.
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Nacía entonces desde las lágrimas el trovador. Nacía el hombre cuyos primeros y necesarios versículos irían a dar como resultado la obra intitulada El Clavel Inmarcesible. Si la vida jamás lo había abandonado, ¿por qué no cantarle, o escribirle versos y más versos, o enamorarla, o decirle que aun vale la pena? Un creador del esplendor de Hidalgo Alonso sabe como nadie que vivir no es sólo un simple pasatiempo.
El libro y su mensaje El Clavel Inmarcesible, el epítome que ahora reseñamos, tiene capacidad para resistir en buena lid los juicios que se puedan expresar en torno de sí. La obra se inicia con una metáfora y termina con una invitación a la eternidad. Metáfora y eternidad son las herramientas primas de este poeta cuyo lenguaje a la vez se nutre de perspicacias y sutilezas. Este libro perdurará porque su creador ha sabido imprimirle el halo de vida que necesitan las obras de arte para permanecer. Existe una marcada característica en los versos de este recién llegado rimador. Es visible a lo largo del escrito una forma propia y nueva de comunicarse. Vemos un autor que fácilmente se deja penetrar, garantizando que su canto se convierta en una casa abierta para el lector que busca cobijo bajo la sombra del buen oficio. El
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Clavel Inmarcesible no será un libro magistralmente acabado en el sentido técnico y estructural, que es mucho pedirle a un autor todavía inexperto. Pero en el comunicado se pueden subrayar los aciertos, la originalidad y la creatividad del autor que hace de todo con tal de emitir su mensaje: rompe, inventa, sugiere, opina, indaga… De lo sublime en el verso, le vemos descender de repente a lo cotidiano. Su poesía puede ser clasificada de búsqueda y de cuestionamiento. Su discurso poético es un constante por qué soy, por qué estoy. El libro se encuentra atrapado entre la sorpresa de un grato inicio, la intensidad de un buen desarrollo y los estertores del inesperado desenlace. Hidalgo Alonso filosofa de manera airosa sobre la vida, la fe, el pensamiento, la paciencia, el silencio, el fracaso, el esfuerzo, la recompensa y la victoria. A la verdad, El Clavel Inmarcesible es un libro de grosor reducido, pero de contenido extenso. Durante el discurrir poético, su poeta no se deja sucumbir en la métrica catequizada o los estereotipos. Acude de manera lejana a la rima, pero la rima no es su objetivo. Su propósito es más bien el buen uso de los recursos literarios para causar una sensible impresión en el lector. En el presente discurso literario son de tono común las aliteraciones, las metáforas y las repeticiones. La lírica del joven no tiene otro objetivo que la libertad: libertad formal, libertad
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de pensamiento. La influencia de Pablo Neruda ronda sigilosa en todo el libro, pues Hidalgo Alonso fabrica, al igual que el genio chileno, un verso vivo que corre con pasos ligeros y seguros tras las cosas. Hidalgo Alonso le da una dimensión filosófica y humana a la inspiración. Un poema delicado le puede nacer de una mirada femenina, así como también de la profunda meditación. Es su forma de hacer buena poesía.
La mujer en la obra hidalgoalonsina El tema de la mujer ocupa un sitial de total importancia en el universo del libro. Allí lo femenino es sinónimo de clavel inmarcesible, irrupción, cambio, placer, consuelo, aspiración eterna, “la que siempre soné”, lo que siempre soñó el poeta. La mujer es un ser que llega, se transforma y sonríe con “labios tiernos como el cristal cuando es iluminado por el sol”. Una dama lo es todo, lo compone todo y el hombre se hace poeta para responder nada más y nada menos que a sus sentimientos inteligentes. La fémina amada es única, con su rostro, los ojos, su piel. Este creador vive agradecido del sexo opuesto por todo lo que le ha entregado, desde la más dulce compañía y cuidado hasta el propio placer sexual. Pero una dama no es un ser para tratarlo con groserías y empleos bajos de la palabra; es un ente que necesita ser atraído con promesa que
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estén a la altura de lo que ella misma significa. El poeta es todo (angelito, niñito, héroe, buen mozo) si es para conquistarla. Y su estratagema no es violenta, sino sensual y amorosa. La mujer da motivo al hombre para que éste mismo ame su propia vida. Los sentimientos de Hidalgo Alonso están a la abierta disposición de cantarle al amor que nace como la luz: para volver a nacer.
Tras un acertijo final El canto de un ave nos despacha al ensueño. Una obra de arte puede ser el umbral de un nuevo despertar espiritual. Un libro, El Clavel Inmarcesible, ahora nos ha deparado el milagro de conocer a un poeta nuevo y prometedor. Les invito a disfrutar de su lectura.
Gerson Terrero Amador. La Ciénaga, 19 de Diciembre del 2012.
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El Clavel Inmarcesible
El clavel inmarcesible Un redondo cielo índigo son tus ojos, una luna llena en un cielo sin estrellas. Resplandeciente un poco más que el oro eres entre todas las doncellas. Como las perlas acicalan junto a las flores, así de tus labios emana la dulzura. Como la miel que producen tus paladares, la más pulcra existente preciosura. Como aquel clavel inmarcesible que un día en un jarrón planté, para mí eres lo más preciable, que en este mundo encontré. Aplacible y sensacional para mí, sólamente para mí lo que tú tienes. No te quiero en esta vida por placeres, sino por lo que en tu alma siempre quieres.
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Hidalgo Alonsoz
A mi niña: Esneili Antonia Caminando en desiguales laberintos, aislados por piélagos y tierra, sueño cada día con poseerte entre mis brazos porque mi sueño es tenerte. Te inquiero en mis quedas de soledad. Tú, que eres la niña de mi sueño, la que siempre soñé. Aquella que añora mi alma, la que no sale de mis pensamientos. Aquel clavel inmarcesible. Aquella espléndida como jamás ha existido. Aquella estrella resplandeciente, mi constante amiga y mi confidente.
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El Clavel Inmarcesible
Cuando llegaste a mí Acabado de prorrumpir de mi recámara, mientras se desplazaba el sol en un cielo despejado y azul, frente a mí llegó. Y de su talante una sonrisa hacia mí emitió. Relucían sus labios tiernos como el cristal cuando es iluminado por el sol. En sus ojos veía verdadero amor. Su sonrisa decía que mi corazón le agradó. No hay cosa afable como tu aspecto. Tus cabellos castaños como la castaña. Tus cejas niveladas sin haberlas tocado. Las niñas de tus ojos húmedos como el vaho de invierno y locuaces como las perlas.
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El día que la conocí Escuchar el cantar de las aves en la aurora es saber que se adosa un ciclo suave, un nuevo amanecer. Es el día que llegó a mi vida esta hermosa mujer, instruyéndome que mi vida aun tenía que permanecer. Debajo de un árbol de cereza, manifestándome su querer, sin importarle el daño o si tristeza mi consternación le causaría a su ser. No son vocablos deambulantes en el viento, son perfecciones que surgen del corazón, emitidas de mi ajustado instinto, de mi propia inspiración.
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El Clavel Inmarcesible
Persuades al mirar Al contemplar la naturaleza, no es lo mismo que observarte Es tan subjetiva tu belleza, que no me canso de mencionarte. Sé que me miras con rareza al ver y condicionarme. Pero en mi alma tengo certeza, que pronto voy a conquistarte. Tu carita tierna sencilla, tus ojos húmedos y ostentosos, cuando me miras, pareces rencilla, pero eres lo más hermoso. Cariñosa y bella Sakiel, tú eres en mis pensamientos. Apenas te conocí antier, y de mi índole no sales dentro.
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Eso eres, preciosa Esto es lo que me dice tu rostro cada vez que te veo: Eres preciosa, excelente y exquisita. Digna de estimación y aprecio como el que te tengo. Tan estimable y preciable. Muy valiosa y exageradamente costosa, porque no existe dinero para comprarte. Hermosa, bonita… ¡Tan bella y elegante!, además de encantadora y donairosa.
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Hermosa como tú ninguna Un cielo sensible en el alba de invierno es tu rostro subjuntivo. El suave soplo del viento tierno, ésa es tu piel, que es sustantivo. De la aurora, su extenso silencio es lo más primoroso para contemplar tus ojos. La belleza de un serventesio es producida por la esplendidez de tus reflejos. Al mirar tu cuerpo sonrosado, me convierto en vate para ti, mujer. Gama de rosa que no es copiado, incomparable hecho del Supremo Ser. Eres lo más fastuoso que Dios hizo debajo de las estrellas, el cielo y la luna. Por eso en esta tierra donde piso, hermosa como tú, ninguna.
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Mi elegante mujer Tan elegante eres, mi amada, muy sonrosada es tu piel, que entre millones de enamoradas muy fácil de reconocer. Tus cabellos son un jardín de donde emana un dócil aroma. Me atrevería simular ser un jazmín y de ti aromatizarme, mi buenona. Tus labios son dos panales donde persiste la suave miel, venidos de sedes celestiales, ya que sólo en ellos destilas bien. Tu cuello dócil como la gelatina. Tus voces son melodiosas. Y de todas las mujeres, tú eres la más preciosa.
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Mi auténtico amor Un crepúsculo a obscuras, tranquilo es el mejor lapso para estar a tu lado. Sugestionarme con palabras tiernas para el ser más sublime que Dios ha creado. En una noche obscura y asediada de tu piel ilesa, invulnerable, mi preciado jazmín unido de perlas, inmaculado talante inimitable. Néctar de abejas que produce tu lengua, enmelamiento que das a mi ser, he recibido esta noche tregua de lo más auténtico, mujer. Con esa elocuencia persuadiste en mí, fue la empatía que me conquistó, penetrando muy dentro aquí, sellándome mi amor auténtico.
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Mi estimada doncella Tus ojos de matiz almendra: mayores encantos que me hacen amarte. Tus ojos de color marrón, cuando los miro, con mi lengua quiero enmelarte. Al mirar las niñas de tus ojos irradiando como las estrellas que desde lo alto encantan a mi ser, esa eres tú, mi estimada doncella. Ojos nunca hubiese visto atractivos más que el oro. Es diamante lo que he visto, creado para mí, ese grandioso tesoro. El tesoro más valioso que en el orbe puede haber. Mi agasajo del Misericordioso para que siempre seas de mi ser.
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La mujer de mi vida Lo más hermoso que en la tierra Dios creó, una estrella hecha mujer. Por eso cuando la veo, en el brillo de sus ojos su amor puedo ver. Quiero asir sus tiernas manos y con ella caminar. Sonreír de su fisonomía, siempre juntos a la margen de la mar. Ella es la galaxia más fuerte que a la data hace llegar acariciándome en las albas pasivamente con su rayo angelical. Ella es la hembra de mi vida, la que eternamente tengo que amar. Es un cristal que alumbra mi vida al andar.
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Para ti, bella amada Eres bella, amada mía, no tan alta como la palmera. Con nada del orbe te compararía, nadie como tú me querrá de veras. Eres bella, amada mía, majestuosa como las estrellas. Te quiero para mi dulce compañía como el amado a su doncella. Eres bella, amada mía, como el lucero de las mañanas. Eres tan bella, amada mía, más que unos labios de escarlata manzana. La más agraciada entre todas las mujeres, adornada con un cielo de zafiro. Del jardín, la más hermosa de las flores, ésa eres tú, apreciable amor mío.
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Tu empatía El enmelamiento que lleva en tu ser, jamás conocido en otro cuerpo. Punto privativo para convencer a todo hombre con sólo mirarte dentro. Aquellos misiles de amor que emite tu corazón, es para que concurra a tu alrededor mi alma, cuerpo y razón. Seductivos labios de miel, afable, ella es sumisa como la seda. Quien la toca es capaz de enloquecer porque enamorado para siempre queda. Enamorado de tu hermosura, de lo más recóndito de tu alma. Rubí, perla, tierna preciosura, te llevaré siempre dentro de mis entrañas.
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Para estar a tu lado Quisiera ser un angelito en todas las navidades y embelesar tus ojitos por todas las eternidades. Como se refleja el cielo en el mar, como resplandecen las estrellas, despertar en tu ser la avidez de amarme como de incontables son ellas. Quiero adquirir en ti la sed de amarme hasta el recinto infinito. Que nadie se intercale a reprocharme, porque eres tú quien produce mi instinto. Y así me asistas como a las nenas de tus ojos y especules en mí como late tu corazón, porque contigo es imposible hablar de enojos, ya que siempre le das paso a la razón.
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Para que me recuerdes Quiero ser la comarca de la boca donde posa tu dentadura blanca, que me roses siempre con lo que me provoca: tu d贸cil lengua, limpia como la nieve blanda Sensibles son tus labios y muy factibles de observar. Preciables y sensacionales para los m铆os, intensa atracci贸n cuando te he de mirar. Miel y leche hay debajo de tu lengua. Eres bella, dulce y elocuente. Mi fresadita, r贸zame con tu idioma en esta noche diferente. Bajo tu sombra he de sentarme, porque dulce es la voz tuya. Que en tu mente puedas llevarme como Cristo te lleva en la suya.
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El Adán de tu pensamiento Quiero ser el ministro de tus pensamientos, el céfiro que se desliza por tu piel para estar contigo a cada momento, no importando lo que pueda suceder. Quiero el cáliz de tu cuerpo. Que estás en ti, tu ser. Tocar sólo tu epicentro y colmarte de placer. Quiero ser el concluyente de tu mirada, el adán de tu pensamiento. Persuadirte de que seas mi amada y darte mi consentimiento. Quiero ser el hombre de tu pecho. Ser jerarca de tu cuerpo, quiero que concluya cavilando: este es el ser a quien inquiero.
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Déjame Déjame quererte, déjame llamarte mía. Déjame adorarte, ser tu compañía. Déjame conocerte de ciclo y no de noche. Déjame retenerte, que tu amor me derroche. Déjame amarte, déjame vivir. Déjame acariciarte, poder sobrevivir. Déjame tenerte, como racimillo de agrazón. Déjame tenerte atada a mi corazón.
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Cosas que me ponen a pensar La Vida: Es el legado más hermoso e importante que Dios ha prestado a los seres vivientes. Es un cofre de sorpresa. (Es una huida hacia la muerte).
La fe: Es la certidumbre de un individuo idealista. Es la certidumbre de un…
El pensamiento: Es la ejecución más rápida del cerebro, donde se emite la moción más elegante del ser humano.
La paciencia: Es la destreza de innovar bien todas las cosas. Se obtiene pasando por muchos chascos enigmáticos.
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El silencio: Es la clave de la concentración para adquirir un ideal.
El fracaso: Es un ensayo. Es un simulacro para hacer algo en la vida. Fracasaste. No flaquees si fracasas. Tus pies debes levantar porque los chascos en la vida son los que ayudan a superar.
El esfuerzo: Es un valer especulativo que consiente al individuo rehacerse.
La recompensa: ¿Es el remuneramiento que se otorga al hombre por su industriosa labor? ¿Es el reconocimiento leal? Bueno…
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Nuestra condecoración no se encuentra en los resultados, sino en el esfuerzo. Un esfuerzo, en resumen, es una victoria completa.
La victoria: Concierne a aquel que con inmutable libación no se deja vencer.
El amor: ¿Es ciego el amor…? Mienten los que dicen que el amor es ciego y aun sin haberlo experimentado, porque sólamente los que hemos amado sabemos cuales son sus resultados. El amor es un ímpetu que somete a la expresión. Cuando está a tu lado el ser amado, los defectos se cambian en emoción.
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El noviazgo El noviazgo es la antesala del matrimonio. Es pasar un centro para el matrimonio. El noviazgo es la escuela primaria del matrimonio. El noviazgo es el ancla en la que cada pareja se sostiene, es como un molde, un patrón… El noviazgo es el tiempo para identificar o descubrir lo positivo y lo negativo, los afectos y defectos… El noviazgo es el período para indagar en el interior y exterior del ser. Siendo así, tendrá la certeza de lo que quieres en lo futuro.
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Cuando me hablas así Me gusta cuando me hablas así, con esa voz melodiosa, con esa voz pasiva y en calma, añoñadamente, tierna y cariñosa. Me gusta cuando me hablas así, porque te convierte en tesoro. Penetrante como los cálidos rayos del sol, y empática como el oro. Me gusta cuando me hablas así, porque parece que estamos solos. Me gusta cuando me hablas así, romántica y especial. Porque me excita la admiración, deleitando mis ojos al mirar.
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No te olvidaré Recuerdo aquella noche cálida y tierna, como a mediado de otoño, donde nos oprimíamos y brotaron nuestros retoños. Nació aquel amor inexplicable: cariño, afecto y alegría. Único amor infalible y responsable, sin defecto ni cobardía. …Ese semblante de tu rostro ileso como espejo límpido. Nacido de esa queda entre nosotros, inolvidable recuerdo de mi sentido. Inolvidable sin usura, ya que no eres muy usual. Sólo yo conozco tu dulzura porque siempre te supe valorar.
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Noche de luna En un noche de luna, después de haber caído la lluvia, te deseaba como a ninguna y en la tierra corrían aguas turbias. Fue a principio de otoño. Noche tierna como tu catadura. Las nubes se despejaron. El rostro de luna se dejó ver. Las estrellas se juntaron y yo, en mi soledad, te deseaba con poder.
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Antes de que te vayas Antes de que te vayas, quiero preguntarte: ¿Quién se enamoró? “…” Si fue parte de los dos, aún quedan las esperanzas. Por eso te tengo que esperar. Tal vez no tenga nada que darte. Entonces de mis labios brota la palabra. Pídelo todo. Si te quedas sola o vives en otros brazos, seguiré extrañándote. Porque aunque no estemos juntos, nuestro amor no es difunto. Viviré siempre suplicándole al Misericordioso que bendiga nuestro amor, y si alguna duda llega a mi corazón, ojala…
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Escuché tu voz resonar en mi habitación y me pregunte: ¿Estoy loco? Pues lo creí que sí. Por estar lejos de mí, olvidarte, hay veces… Estás plasmada en mi mente y en mi alma, en mi sangre y en mis entrañas. Por eso la conclusión de este poema: No puedo olvidarla.
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Cuando te vayas Cuando te vayas: `me dejarás preso en la cárcel del sufrimiento. Y después de irte, entonces sabré cómo me harás falta. Por eso te digo: donde vayas, me recuerdes. Y si llegaras a olvidarte de mí, acepto mi derrota. Mi mayor necesidad será tenerte. Así que desde ese día mi corazón llevará por nombre: Mi pobre corazón.
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Y aun con mi pobre corazón adolorido, le pido a mi Dios que te lleve bien, pero cuando llegue a mí tu recuerdo, a quién iré a decir: mi cocha pochocha, quiéreme. Mi deseo es que: yo te necesito, pues no tenerte es mi infortunio. Entonces presiento que voy a llorar, si es que no te puedo encontrar.
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Quiero tenerte Si tú fueras como nubes en las noches, yo me convertiría en el espacio. También en el viento para guiarte y que acaricies mi cuerpo despacio. Si las noches fueran como el cielo, las adornaría con tu belleza. Les pondría de alegría tu sonrisa que acompaña la soledad de mi tristeza. Eres la única mujer que me euforia cuando me vislumbras con tu cercanía. Estimo tu alma, tus entrañas, quiero hacerte parte de mi compañía. De manera eternal quiero tenerte y sostenerte con esmero para que salga de mí la exhaustividad y seamos los más felices del mundo entero.
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Te busco Ofréscome, ¿será que las nubes han ocultado para siempre una estrella? ¿O es que el espacio ya no existe? Por las noches ya no susurra el viento en mis oídos. No me deleito al contemplar el cielo, porque no veo tu candoroso rostro. La metáfora de la imaginación, ya no entorna mi cerebro. Tal vez, pienso… Aunque hayan y pasen los años sin verte, amada, en mi mente siempre estás presente. Como sostiene el rocío a las flores, así como a esta última buscan las abejas, te sostengo y te busco, con cautela y sigilosidad.
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Cuando te bese Cómo me olvidarás, si yo seré el incipiente que te desmayará. Cuando bese tus tiernos labios, tu cuerpo en mis brazos recibirá descanso. Al rosar nuestros labios en señal de cariño, tu mente del orbe despejaré, penetrarán tus uñas a mi piel como si te hago enloquecer. Y apretarás mi cuerpo, apretarás mi cuerpo en aquel anochecer. Dentro de tu alma tú sólo sentirás placer.
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Al besar tus labios rojos, rojos de naturaleza, dejaré una huella en tus entrañas para que jamás me saques de tu cabeza. Al besar tus labios rubí, vinculado seré de tu sangre. Recorriendo y tocando tu interior, nunca podrás olvidarme.
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Los tiempos ¿Qué es el futuro? Es el presente, es el pasado. El futuro es lo que yo quiero. Es lo que imaginamos, lo que deseamos. El futuro es un ideal, una meta, es un sueño. El futuro es un niño, un adolescente y un joven por igual. Lo que vendrá, lo que no sabemos. En parte… El futuro es lo que tú y yo queremos. “Es la nueva Jerusalén, la venida de Cristo”. El futuro será la novia y la esposa de un poeta. El futuro es lo que no está conmigo. Lo que vendrá, lo que viene, y lo que viene es… El presente es el pasado y el futuro. El presente: mi novia: lo que yo tengo. El presente es nuestra relación, nuestra amistad, lo que vivimos día a día.
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El presente es lo que vino, que no estaba, pero ya está. El presente: tu belleza, tu gesto espontáneo, tu color melado, tu eficiencia; es tu empatía, tu esplendidez, tu forma de persuadir, tu elocuencia… El presente es pasar esta página… …El presente es lo que pasó… Lo que pasó es… ¡El pasado es un vestigio! El pasado es una epifonema. Es la exclamación final deducida de lo dicho anteriormente.
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Ella es así En una noche al acostarme, mientras intentaba pernoctar…, esta joven llegó a mi vida. Yo cavilaba que no tenía salida. Ella es bella, dulce, efusiva, cariñosa y sin ninguna maldad. Su alma está llena de amor, de ternura, pura misericordia. Al ver la humanidad que en su alma existía, le tuve confianza y le otorgué el alma mía.
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Entonces…, entonces: mi ser me inspiró a escribir la poesía que hoy tiene por contenido “Fuiste todo en mi vida”. “Fuiste todo en mi vida”, conmueve el corazón, se te mete en las entrañas y te llena de emoción, penetrando en lo más recóndito de tu alma y plasmándose en tu corazón.
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Un encanto de mujer Un alma como la tuya busco en el inmenso mar de las mujeres. En los ríos de la juventud alguien que me sorprenda como tú eres. En ti rebosa la actitud, diferente de cada cosa. Tus cualidades emiten encantos. Eres una galanura, un pétalo de rosa. Tú si que eres esbelta, Demóstenes. Esneili, tú tienes humanidad. Me convences con la voz que sale de tu interior, y me conquistas con la mirada que me das. Son tus gestos femeninos que te hacen perfecta en este orbe. Tan sencilla y humilde, de corazón límpido, fiel, y tu fe no hay quien la estorbe.
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Hidalgo Alonsoz
Fuiste todo en mi vida Usted nunca me permitió estar triste. Siempre mi tristeza echaste para afuera. Algo usted siempre hizo cuando estaba afligido, algo siempre hizo para que no sufriera. Cuando dialogué contigo, emitiéndote mis íntimas dolencias. Usted nunca se negó a escuchar el clamor doloroso de mi clemencia. Fuiste más que una hermana en mis dolores y más que una amiga en mis problemas. Adornando mi luz con certeza, con esperanza y no dilemas. Es por eso que te llevo en mi mente y a ti emito mis plegarias. Porque sin ti mi vida es diferente e imposible sin ti mi rutina diaria.
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Te conquistare Las flores dan su perfume, nunca te dicen nada. Así es el amor que fluye de ti, hermosa amada. Si tan sólo pudiera verte pernoctar como la luna, rozaría tu frente y resplandecería con mi luz a tu rostro para así ver tu cara diferente. Como se refleja el cielo en el mar, como las palabras del Dios viviente, en mi mente poderte llevar perdurable para siempre. Sé que elegí el ser perfecto y no me puedo equivocar. Sé que con mis versos te voy a conquistar.
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Hidalgo Alonsoz
No te rindas Si una vez te viste fracasar, no te sientas derrotado, Recuerda la puesta de sol y tendrás tus resultados. Cada tarde en las montañas, el sol se ve caer y al día siguiente en el Este se levanta con poder. Desde su creación este astro siempre ha fracasado. Un ejemplo como él en el mundo no se ha encontrado. Es a ti, amiga del alma, a quien dedico esta inspiración. También sirva como ejemplo a todo amigo lector.
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Esta edici贸n se termin贸 de imprimir en Diciembre 2012.
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