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INDICE. Prólogo a esta edición. Introducción. 1. PONER FIN AL MATRIMONIO: ALTERNATIVAS Y ALGUNAS CUESTIONES BÁSICAS. Divorcio, separación o nulidad. Divorcio contencioso o de mutuo acuerdo. El juez y el abogado: dos figuras claves. ¿Qué juez resolverá mi divorcio? Qué dirá el juez en la sentencia. Elija bien a su abogado: él hablará por usted. Referencias legales. 2. LA CUSTODIA DE LOS HIJOS: PIENSE EN ELLOS. Algunas precisiones terminológicas: “patria potestad”, “custodia monoparental” o “compartida”. ¿Cómo se decide quién ostentará la custodia de los hijos? El progenitor no custodio no es un convidado de piedra. El mal llamado “régimen de visitas”. Los abuelos también quieren ver a sus nietos. Algunas recomendaciones en materia de custodia y comunicación con los hijos. Referencias legales.
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3. LA PENSIÓN ALIMENTICIA PARA LOS HIJOS: CUÁNDO, CUÁNTO, CÓMO. ¿Cuándo se fija esta pensión? ¿En qué cuantía? ¿Cómo se abona? Los denominados “gastos extraordinarios”. Cuestiones importantes respecto a la pensión alimenticia para los hijos. Referencias legales. 4. EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA. Criterios legales seguidos para la atribución del uso de la vivienda familiar. Cuestiones más habituales respecto a la vivienda familiar. Referencias legales. 5. ¿TENGO DERECHO A RECIBIR UNA PENSIÓN COMPENSATORIA TRAS EL DIVORCIO? La razón de ser de este tipo de pensiones. ¿Cómo se cuantifica la pensión o compensación por desequilibrio? ¿Durante qué plazo deberá abonarse la pensión compensatoria? Referencias legales. 6. EL REPARTO DE LOS BIENES.
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La organización de la economía familiar cambia con el divorcio. “Inventario”, “activo”, “pasivo” y otros términos contables. Así se realiza el reparto. Algunas recomendaciones desde la experiencia. Un buen reparto de los bienes, tras el divorcio, se prepara muchas veces antes del matrimonio. Referencias legales. 7. LA INEVITABLE VISITA (O VISITAS) AL JUZGADO. En los procesos de mutuo acuerdo. El juicio o juicios (puede haber varios) en los procesos contenciosos. El juez intentará alcanzar un acuerdo: escuche con atención y piense con calma. Habla el abogado de su “ex”: un momento duro en el que no se deben perder los nervios. Las pruebas en el divorcio: no lleve a declarar a su madre o a su hermana. Cuando usted declare: tranquilidad, claridad y concisión. Los niños en el juzgado. Referencias legales.
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8. EN EL DIVORCIO NADA ES ETERNO: LA MODIFICACIÓN DE LAS MEDIDAS ADOPTADAS EN LA SENTENCIA. Requisitos. Supuestos más habituales. Referencias legales. 9. Y SI SE INCUMPLE LO QUE DICE EL JUEZ EN LA SENTENCIA, ¿QUÉ OCURRE? El impago de las pensiones. El Fondo de Garantía del Pago de Alimentos. El incumplimiento del régimen de visitas, comunicación y estancia. Los Puntos de Encuentro Familiar. Referencias legales. 10. SI NO ESTOY CASADO Y SOY PAREJA DE HECHO ¿VALE PARA MÍ LO DICHO HASTA AHORA? Las parejas de hecho: una realidad social cuya ruptura está mal regulada. Las medidas relativas a los hijos menores. Medidas respecto a los convivientes: a la pareja de hecho se le complica la ruptura. Los hijos extramatrimoniales sin convivencia de los progenitores. Referencias legales. 11. LA MEDIACIÓN FAMILIAR: UNA BUENA ALTERNATIVA.
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¿Qué es la mediación familiar? Ventajas de la mediación en los procesos de familia para las partes y los hijos. ¿Cómo se desarrolla la mediación familiar? Valor de los acuerdos alcanzados en la mediación familiar. Referencias legales. 12. DIVORCIO Y VIOLENCIA FAMILIAR. Efectos legales de la violencia familiar en los procesos de divorcio. Las medidas civiles de la orden de protección. Referencias legales 13. DIVORCIARSE CUANDO EL CÓNYUGE ES EXTRANJERO. Si su cónyuge es extranjero sus hijos pueden ser unos privilegiados… o vivir un infierno. El divorcio de extranjeros: el juez español se pone peluca. Matrimonios “blancos”… pero nulos por fraudulentos. Referencias legales 14. LAS REPERCUSIONES DEL DIVORCIO EN EL ÁMBITO FISCAL Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL. El divorcio y Hacienda.
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El divorcio y la Seguridad Social: algo que preocupa a muchas mujeres. Referencias legales 15. LAS PERSPECTIVAS PSICOLÓGICAS DEL DIVORCIO. Mª Ángeles Peña Yañez. Psicóloga y mediadora familiar. El divorcio es mucho más que un proceso legal. La importancia de un “buen divorcio” psicológico. Incidencia del divorcio/ruptura en los adultos Informar a los hijos de la decisión de divorciarse: quién, cómo, cuándo y dónde. Incidencia del divorcio en los hijos. Las rupturas familiares pueden ser un contexto de maltrato para los menores. Síndromes que pueden aparecer. Cita con el psicólogo del juzgado: algunas recomendaciones Qué hacer cuando mi hijo va a tener una audiencia (exploración) judicial.
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Los costes psicológicos de un divorcio contencioso frente a las ventajas de un proceso de mutuo acuerdo. Desde el punto de vista psicológico ¿qué tipo de custodia es la mejor para mi hijo? Las familias reconstituidas: se puede ser una buena madrastra. A modo de conclusión: opte por pacificar su conflicto. Anexos. a) Tablas orientadoras para la determinación de las pensiones alimenticias de los hijos en los procesos de familia elaboradas por el Consejo General del Poder Judicial b) Decálogo del buen divorcio. c) Algunas direcciones de interés d) Bibliografía básica.
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Prólogo a esta edición En los seis años transcurridos desde la publicación de la anterior guía, la conflictividad familiar no ha dejado de crecer en España. Si en 2009 los Juzgados de Familia especializados registraron unos 121.000 asuntos, en 2014 han sido casi 170.000. En los últimos años asistimos a un fenómeno fácilmente constatable para quienes trabajamos en el entorno de los conflictos familiares: la creciente judicialización de las relacionas familiares. El incremento de las rupturas familiares, la aparición de nuevas formas de familia, y el debilitamiento, cuando no la caducidad, de los códigos religiosos, sociales o éticos por los que se había regido la familia tradicional han dado lugar a que muchas familias tengan como única referencia para regular sus relaciones el Código Civil y los jueces que lo aplican. Durante este periodo, los procesos de ruptura/transformación familiar (separaciones, divorcios, responsabilidad parental en parejas no casadas) se han incrementado regularmente. Esa circunstancia unida a la disminución de los matrimonios que se contraen, supone ya que por cada tres matrimonios celebrados en España se producen dos divorcios. Junto a ello, las rupturas parentales de parejas no casadas suponen el 30% respecto a los divorcios, y no dejan de
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crecer, pues, cada vez, más familias se constituyen al margen del vínculo matrimonial. (captura esta imagen enlace a estadística completa del INE) Pero no son sólo las rupturas familiares las que incrementan las estadísticas judiciales. La mayor implicación de ambos progenitores en la crianza de los hijos tras la ruptura, algo deseable y positivo, está suponiendo que, a falta de acuerdo respecto a las decisiones que hay que adoptar en relación a los hijos menores, el grupo familiar “vuelva al juzgado” tras el divorcio para resolver esas
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discrepancias. El juez, cada vez más, se está convirtiendo respecto a esos menores en un “tercer progenitor dirimente”, que decide cuestione tan variopintas como el colegio al que asistirán (público, privado, religioso, laico), la forma de celebrar la primera comunión o el tratamiento médico que se les aplicará en una grave enfermedad. La respuesta que se da a estos conflictos familiares, sigue siendo, desgraciadamente, de baja calidad, pues el conflicto se continua gestionando, mayoritariamente, con instrumentos exclusivamente jurídicos. No resulta excesivo hablar de una “familia judicializada”, como expresión de una realidad social que se incrementa día a día. Por todo ello, esta guía sigue teniendo plena actualidad. El abordaje de las rupturas familiares desde la doble óptica legal y psicológica es hoy más necesaria que nunca. Conocer, aunque sea mínimamente, como funciona el sistema judicial en este campo, evitará muchas decepciones e importantes sorpresas. Pero, sobre todo, lo más importante es que puede servir para que los menores no paguen las consecuencias de un mal divorcio por la irresponsabilidad o la ignorancia de sus progenitores. Si, gracias a este libro, se consigue evitarlo, aunque sea en un sólo caso, nos daremos por satisfechos.
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EL JUEZ Y EL ABOGADO: DOS FIGURAS CLAVES. Una vez adoptada la decisión de divorciarse, es necesario que hablemos de dos figuras que van a desempeñar un papel clave en su divorcio: el juez y su abogado. No obstante, en la “liturgia” procesal aparecerán también otros personajes menos relevantes, pero que también tienen “voz” en su divorcio. Entre ellos, quizás sea el fiscal quien desempeña una función de mayor trascendencia, pues interviene siempre que el conflicto familiar de ruptura afecte a hijos menores o incapaces. Su misión es defender los intereses de éstos y, por tanto, se coloca en un papel distinto al de los abogados, que defienden prioritariamente el interés de su cliente, que no siempre coincide con el de los hijos. En cumplimiento de esa función, el fiscal interviene en los juicios contenciosos e informa en los de mutuo acuerdo sobre si el convenio regulador es beneficioso para sus hijos menores o incapacitados. Por tanto, puede ocurrir que alguna cláusula que usted y su cónyuge hayan pactado sea rechazada por el fiscal, si bien ello no supone que el juez finalmente no la apruebe. Pero puede suceder también que usted no llegue a conocer nunca al fiscal, pues es frecuente que en los juzgados de localidades
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pequeñas no asista a los juicios de divorcio. En todo caso, conviene que sepa usted que existe y que frecuentemente algo tiene que decir respecto a aquellas cuestiones de su ruptura que afectan a sus hijos menores. ¿QUÉ JUEZ RESOLVERÁ MI DIVORCIO? El juez que conocerá su proceso de divorcio será el que corresponda generalmente al domicilio conyugal. Si hubiese una separación previa puede iniciarse también el proceso ante el juez del domicilio de quien sea demandado. Si el divorcio es de mutuo acuerdo se pueden elegir entre el juez del ultimo domicilio común o el del domicilio de cualquiera de los cónyuges si ya vivían separados. Debe saber que existe una cierta diferencia entre divorciarse en una gran ciudad o en una localidad pequeña. Los juzgados de Familia de las grandes ciudades cuentan con jueces especializados (sólo se ocupan de este tipo de asuntos) y con el apoyo de determinados recursos sociales que facilitan la labor de los jueces: equipos de psicólogos y trabajadores sociales que les emiten informes de los progenitores y de los hijos, Puntos de Encuentro Familiar, que colaboran en el cumplimiento del régimen de visitas, o servicios de mediación familiar, que facilitan el acceso a un medidor.
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El juez que conoce de un proceso de divorcio en un partido judicial pequeño se ocupa también de otro tipo de asuntos, además de los de familia, y no suele disponer de esos recursos de apoyo que hemos mencionado. Dentro de las escasas posibilidades que usted tiene para “elegir” al juez, procure que su divorcio sea resuelto en un juzgado de una gran ciudad. Las posibilidades de un “buen divorcio” son mayores en estos juzgados que en los de las localidades pequeñas ¿QUÉ DIRÁ EL JUEZ EN LA SENTENCIA.? Los procesos de divorcio, ya sean consensuales o contenciosos, finalizan con una sentencia en la que el juez, en primer lugar, declara el divorcio y, en segundo lugar, adopta las medidas que regirán los aspectos más básicos de las relaciones del núcleo familiar a partir de ese momento. Respecto a la declaración de divorcio ha de reiterarse que, tras la desaparición del sistema causal o culpabilístico, dicho pronunciamiento no hará ninguna mención a si la ruptura matrimonial es imputable a uno de los cónyuges ni al motivo de la misma. Ello supone que no debe usted buscar en el proceso judicial contencioso un instrumento para “canalizar” los sentimientos que la ruptura matrimonial pueda haberle generado, pues la
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sentencia no contendrá referencia alguna a ese divorcio “emocional” que tan importante puede ser para usted. Tampoco espere que la sentencia señale un claro “ganador” de la contienda. Si usted plantea su proceso de divorcio en términos de vencedor/vencido, probablemente quedará decepcionado, pues las sentencias suelen dejar insatisfechos, en la mayoría de los casos, a ambos contendientes. En los procesos de familia no hay victorias por goleada. Tener estas ideas claras puede evitar muchas decepciones con el sistema judicial en los procesos de divorcio, pues el largo y tortuoso camino judicial de un proceso contencioso no suele compensar respecto a los resultados finales obtenidos. Las medidas que adoptará el juez en la sentencia de los procesos contenciosos se referirán generalmente a las siguientes cuestiones: α) Respecto a los hijos/as menores. El juez determinará como se ejercerá la patria potestad, si la custodia de los hijos/as será conjunta o compartida o la ostentará uno de los progenitores (monoparental) y cómo se relacionarán con el progenitor que no tenga su custodia (régimen de estancia, comunicación y visitas; véase capítulo 2). β) Vivienda familiar. Quién ostentará su uso y cómo se atenderán los
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gastos que genera: hipoteca, IBI, suministros, comunidad…. (véase capítulo 4). χ) Pensiones. El juez fijará, si procede, la pensión alimenticia a favor de los hijos/as, su cuantía, quien está obligado a realizar su pago y la forma en que debe hacerlo. Igualmente, podrá determinar si alguno de los cónyuges tiene derecho a percibir una pensión compensatoria porque el divorcio le genere un desequilibrio económico (véanse los capítulos 3 y 5). δ) La disolución del régimen económico matrimonial por el que se rija el matrimonio (sociedad de gananciales, separación de bienes…) y la forma en que se administrarán los bienes hasta su definitivo reparto (véase el capítulo 6). Si el divorcio es consensual, es decir de mutuo acuerdo, la sentencia aprobará las medidas que hayan pactado los cónyuges en el convenio regulador, salvo que el juez considere que alguna de ellas sea dañosa para los hijos/as o gravemente perjudicial para uno de los cónyuges. No obstante, si el juez rechaza inicialmente alguna de las cláusulas del convenio propuesta por las partes (supuesto muy excepcional) cabe la posibilidad de realizar una nueva redacción de dicha cláusula y proponer otra vez su aprobación.
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ELIJA BIEN A SU ABOGADO: ÉL HABLARÁ POR USTED. Para finalizar este apartado introductorio, respecto a algunas cuestiones importantes que condicionarán el desarrollo futuro de todo el proceso de divorcio (tanto en su perspectiva jurídico-‐legal como en cierta medida en la emocional), creo de sumo interés hacer una breve referencia a la importancia que tiene la elección del abogado que le representará legalmente. … Puede adquirir el libro en librerías jurídicas, librerías generales y en la tienda online de la editorial www.librerialey57.com
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