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EL MUNDO. LUNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2014
EM2 / CULTURA
Primera de las entrevistas a los ganadores de los Premios Tendències, que EL MUNDO de CATALUNYA entregará el 6 de octubre. El centro TPK lleva 37 años agitando la vida cultural de
L’Hospitalet. Por él han pasado cientos de artistas de todas las latitudes. Hoy, tiene residentes de Japón, Brasil o Argentina. Y continúa con el mismo espíritu contracultural de sus inicios.
PREMIOS TENDÈNCIES TPK
Premio a la Industria Consolidada
«El TPK es una revolución contra la academia» VANESSA GRAELL / L’Hospitalet
En 1977 España aún era gris. Tan gris que registrar un taller-escuela de arte en el ayuntamiento era algo inaudito, sin precedentes, y durante mucho tiempo el Taller Pubilla Kasas (TPK) constó en el archivo municipal como una escuela de taekwondo. Lo cierto es que la trayectoria de Xaro del Castillo y Agustín Fructuoso tiene mucho de batalla: han dinamitado los cánones, han cuestionado la academia (en sentido amplio: tanto el poder institucional como las enseñanzas marciales) y siguen buscando la esencia del arte. En sus 37 años de trayectoria, el TPK se ha convertido en un modelo único, nacido en L’Hospitalet, pero con aires de Berlín o Brooklyn. Pregunta.– ¿Cómo era L’Hospitalet en 1977, cuando nació TPK? Agustín Fructuoso.– Fue un momento en que surgieron diversas propuestas artísticas y pedagógicas que iban contra la corriente oficial. Todavía estábamos en plena no democracia. Todo lo oficial aún era franquista. Queríamos hacer algo paraoficial, de calidad, moderno. P.– ¿En qué consiste el llamado modelo TPK? ¿Por qué es diferente? Xaro Castillo.– Creamos un método de trabajo conjunto con los alumnos. Cuando enseñas conceptos y criterios a veces se ven fuera de la realidad. Al trabajar en proyectos concretos, que además se van a exponer en sitios, el alumno deja de ser alumno y se convierte en artista, aporta sus cualidades y características. Nuestro objetivo era salir de la academia, con un método de trabajo mas cercano y creativo. Fructuoso.– La academia, más que ser una imagen clásica, establece una relación con el poder en la que lo legitima. Y no le molesta. Ser academia no significa pintar con carboncillo clásico, puedes ser un artista contemporáneo y tener un pensamiento académico en el que tu discurso homologa el poder. Y eso está pasando, muchas veces con cosas de apariencia modernísima. Pero eso no es interesante, es un rollo, aburridísimo... P.– ¿Hoy, el arte es demasiado institucional, comercial? Fructuoso.– Vivimos un momento creativo muy bueno, a pesar de la crisis. Pero en general el público y
TRANVÍA A KASSEL Kassel, punto cero de la modernidad con la los ambientes donde Documenta. «Lo que pasa en Kassel lo tiene que se toman las decisiopoder entender una persona de Barbastro», nes son muy conserreivindican en TPK. Por eso, el tranvía artístico vadores. Existe una que montaron en el ‘off’ de la Documenta de enorme contradic1987 lo trasladaron a una ruta por los pueblos de ción: tras un proceso Aragón: de Fuendetodos a Calamocha. Del de siglos, el artista y ambiente más cosmopolita a lo rural. «¿Qué pasa el arte han bajado a en Kassel? Lo mismo que en el Macba o cualquier lo terrenal, pero ahocentro similar. Es más interesante lo que ocurre ra estamos sacralien la sombra», dice Fructuoso. zando el espacio artístico. Se haga lo que se haga nadie se asombra en las ferias y bienales. La P.– ¿Por eso TPK ha adoptado el vida está en otro lado, ya no está en lema de Jean Villard: ‘En cultura, eliesos ambientes de comisarios y artismo, sí, pero para todos’? tistas que son como caravanas itineCastillo.– Villard es una de rantes, que van de una bienal a otra. nuestras figuras emblemáticas. El arte se convierte en un espectácuComo Pina Bausch. Ella decía lo en vez de ser una experiencia. Y que lo que importa no es cómo se eso no nos interesa. mueve el ser humano sino qué le Castillo.– No nos interesa para conmueve. Esa frase es revolunada. Cuando el público sólo admicionaria, ¡está dinamitando la ra y ve, se convierte en espectador academia clásica! Es lo que inpasivo. El arte tiene que proporciotentamos hacer en arte. Es algo nar contenido, mensaje y, sobre todo, que se puede aplicar en danza o experiencia. lo que quieras. A partir de cual-
ANTONIO MORENO
quier material se puede hacer un movimiento bello. Fructuoso.– El TPK es una revolución contra la academia y el sistema. Ha sido y es una especie de bomba de relojería, serena, tranquila, pausada, sin prisa, contra todo lo que significa la Academia. No tenemos grandes explosiones, pero nuestro trabajo es a largo plazo, con conceptos que se cargan las ideas preestablecidas. P.– ¿Hasta qué punto L’Hospitalet marca el carácter de TPK? Fructuoso.– La metrópolis es muy endogámica y endógena. No mira hacia fuera. El hecho de que haya sido muy complicado obtener la atención de instituciones situadas en Barcelona nos ha facilitado la decisión de salir fuera. Desarrollar trabajos en Kassel, Berlín o Dresde requiere el mismo esfuerzo que hacerlos en Barcelona. El estar en L’Hospitalet nos ha motivado a salir fuera, a establecer redes de colabo-
ración con ciudades de toda Europa. P.– ¿Hay una sensibilidad diferente en la periferia? Fructuoso.– La periferia y el centro no son espacios geográficos, sino sociales. Puede haber periferias en el centro de Barcelona, de hecho las hay. En espacios sociales en que hay necesidades y objetivos concretos las cosas se ven de otra manera, mucho más rigurosa, más real. Castillo.– Un proyecto cultural tiene que estar arraigado al territorio y, desde ahí, llegar a lo universal. P.– ¿Qué supone para el TPK el Premi Tendències? Fructuoso.– ¡Es una gran alegría! Algo debemos de estar haciendo bien. Es un reconocimiento importante, no sólo para el TPK. Nosotros lo recibimos, pero también tiene que ver con todos los proyectos que están trabajando desde las periferias sociales, desde Can Parrera en el Pirineo al Taller de Músics.