VIVIR LA LECTURA
Leer en voz alta, espectáculo completo Jaume Centelles
Comprender mejor la esencia de un texto escrito compartiendo vínculos con los demás
Si queremos estar seguros de que un lector ha entendido bien un texto, hagamos que lo lea en voz alta, que nos comunique su interpretación de viva voz. Emili Teixidor
Lectura
Oír recitar a un poeta y notar la música que transmiten los poemas, escuchar a alguien que lee y nos hace vibrar con el gesto de su mano y nos transmite toda la fuerza narrativa, es un espectáculo maravilloso, es como si estuviéramos oyendo la banda sonora de una película. Leer en voz alta también nos hace entender mejor el texto. En la escuela es bueno programar momentos de narración en voz alta, encontrar momentos para que el alumnado vea modelos (el maestro, otros alumnos) y pueda practicar a su vez. Estaremos ayudando a mejorar en la comprensión lectora y también en la expresión escrita porque, de paso, comprenderán que un texto escrito ha de ser capaz de ser leído y entendido por los demás. Destacamos también el efecto positivo de esta práctica social, de comunicación con los compañeros, de complicidad y de autoestima. Es condición sine qua non que la lectura en voz alta sea una relectura y que se haya preparado previamente. El alumno debe saber con antelación, unos días antes, qué, cuándo y delante de quién ha de leer. Sólo así el espectáculo será un acto social completo. Jaume Centelles Escola Sant Josep-El Pi. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) jcentell@xtec.cat
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JAUME CENTELLES
La lectura silenciosa nos permite leer más deprisa, detenernos, releer, saltar párrafos. Es un acto individual. La lectura en voz alta es más lenta, más complicada, y exige un entrenamiento más cuidadoso. La lectura en voz alta, además, puede ser compartida con otros, los que escuchan, ven y viven con el lector, entrando de lleno en el alma de la narración. En la antigua Roma se enseñaba a los jóvenes a utilizar los recursos que una buena lectura en voz alta exige. Se trabajaba el timbre, la entonación, el acento, la musicalidad, la intensidad, el ritmo. Se trataba de saber cuándo había que hacer un silencio, cuándo la voz requería más potencia, en qué momento de la narración había que entonar con más dulzura o con más ímpetu. También se enseñaba a acompañar la declamación con los movimientos del cuerpo, de las manos. Era como si actuasen y suponía un esfuerzo considerable. Por eso decían que la lectura en voz alta era un ejercicio beneficioso para la salud.
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VIVIR LA LECTURA LECTURA / PRIMARIA
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LA PRÁCTICA
LA RUEDA DE LOS CUENTOS Sobre cómo una actividad de complicidad entre alumnos de diferentes niveles puede convertirse en una fiesta de la lectura Edad
A partir de 8 años.
Número de alumnos
Individual.
Objetivos
. Disfrutar de la lectura de una narración.
. Compartir los sentimientos que emanan de los personajes del cuento.
. Comprender el significado de un texto leído. Recursos
Tiempo
10 minutos por alumno.
Espacio
Biblioteca.
Materials
Un cuento o libro para ser leído.
La lectura en voz alta tiene diversos momentos, tiene modalidades variadas y forma parte de la vida escolar, de manera natural. Una de las acciones más sencillas que realizamos es el encuentro de un alumno y un adulto. Es una actividad que funciona bien en las escuelas del Reino Unido, de donde surge la idea. El adulto (maestro, conserje, cocinera) pone a disposición de quien quiera leer unos momentos de su horario. El alumno puede pedir el encuen-
tro y preparar la lectura, que será escuchada atentamente por el adulto. Por ejemplo, a partir de cuarto de primaria el alumno puede quedar con el director. Se sientan y el alumno lee un cuento o el fragmento de un libro, o un texto escrito por él. La única premisa, la consigna, es que debe ser en inglés. Al acabar, conversan sobre lo que se ha leído. Comparten diez o quince minutos maravillosos, ambos, y al acabar vuelven a sus respectivas tareas. Un guiño de ojo, un apretón de manos y una felicitación son suficientes. La rueda de los cuentos es una acción semanal, libre y voluntaria. Ocupa unos veinte minutos aproximadamente, durante el tiempo del recreo. Un alumno o grupo de alumnos de segundo o tercer ciclo lee en voz alta un cuento a los asistentes. Como único apoyo, su voz. Se trata de narraciones que han preparado a conciencia. La dicción es clara, comprensible, y se crea una atmósfera mágica de calma. El resto de compañeros —de todos los niveles— que quieren disfrutar de la narración se sientan en semicírculo y escuchan embobados. En una sesión se pueden leer un par de cuentos. Al finalizar la actividad, se regala un punto de lectura alusivo a la narración. El día de la rueda de los cuentos se paraliza la actividad normal de la biblioteca a la hora del patio.
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