SOMERA, Sociedad Mexicana de Radioterapeutas.

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PRESENTACIÓN

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s un privilegio y un gran placer para mí, invitarlos al XIX Congreso SOMERA + Nacional y I Internacional Formato Virtual 2021, que tendrá lugar del 5 al 7 de marzo del año en curso en México. Estábamos todos muy ansiosos por encontrarnos cara a cara nuevamente, para establecer contactos y compartir. Sin embargo, para garantizar la seguridad de nuestra comunidad ante la pandemia global por la COVID-19 y dada la incertidumbre relacionada en torno a ella, hemos optado por un formato cien por ciento virtual, mejorado por un componente digital que brinda acceso a todas las charlas. Queremos ofrecer la mejor experiencia posible en el congreso en todas las circunstancias y fomentar una participación amplia y continua. La nueva declaración de visión de radioterapia para 2030 “Radiooncología. Salud óptima para todos. Juntos", enfatiza la ambición de las sociedades del mundo de reforzar aún más la Radiooncología como socio central en la atención multidisciplinaria del cáncer y garantizar una radioterapia accesible y de alto valor para todos los pacientes con cáncer que la necesiten. Continuaremos haciendo un esfuerzo adicional para optimizar el formato del programa de la conferencia anual SOMERA, dando más espacio y visibilidad a las contribuciones de los envíos de resúmenes. Nuevamente, en el congreso SOMERA 2021, las sesiones con los aspectos más destacados de los trabajos presentados, se llevarán a cabo en un entorno plenario, ofreciendo la máxima visibilidad a su trabajo. Además, buscaremos dar más visibilidad a los carteles, aumentando el número de ellos en discusión, ofreciéndote una plataforma para exhibir tus logros.

3.- Experiencias Nacionales. 4.- Consenso Nacional de Radiodermitis. 5.-Módulos: • Tumores Ginecológicos. • Temas selectos en Física Médica. • Cáncer de Próstata. • Radioterapia en enfermedades benignas. 6.- Premiaciones: Mejores trabajos, tesis y reconocimientos. Una vez más, los miembros de SOMERA JÓVENES están trabajando en la preparación de una pista dedicada a jóvenes científicos que incluya conferencias relevantes y otras actividades. Esto les brindará una oportunidad única de establecer contactos y la posibilidad de involucrarse en, o incluso iniciar, proyectos nacionales e internacionales. La creación de redes con socios corporativos siempre es invaluable. SOMERA 2021 acogerá a la industria de la Radiooncología más importante de México y Latinoamérica. Le ofrecerá una oportunidad única de interactuar con los líderes de la industria y conocer los últimos avances en tecnología, técnicas y productos oncológicos.

Les damos la bienvenida a este magno evento. Con un cordial saludo:

El componente interdisciplinario del programa científico incluirá sesiones sobre los siguientes temas: 1.- Talleres de Contorneo: • Pediatría. • Braquiterapia 3D. • Cabeza y Cuello. 2.- Plenarias: • Pautas y Avances del Manejo de Tumores de Cabeza y Cuello. • Radioterapia Pediátrica. • Impacto COVID-19 en Radioterapia. • Cáncer de Pulmón e Inmunoterapia. • Radioterapia con Boost Integrado: LATTICE. • Manejo de Metástasis en Sistema Nervioso Central. • Radiocirugia Adaptativa. • Físicos-Médicos: Futuro de la Radioterapia en México, visión al 2030.

Dr. Jesús Armando Félix Leyva. Presidente de la Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA


CONTENIDO Personalidades destacadas en la historia de SOMERA

03 Presentación Dr. Jesús Armando Félix Leyva 06 Semblanza Histórica de SOMERA CAPÍTULO I Personalidades de SOMERA, Ex Presidentes, Decanos. Trayectoria y Aportaciones. 08 Dr. Rodolfo Díaz Perches 1981-1982 08 Dr. Francisco Alanís Camino 1982-1984 09 Dr. Mauricio García Sáinz de la Arena 1984-1986 10 Dr. Luis Humberto Bayardo Moreno 1986-1988 10 Dr. Serafín Delgado Gallardo 1988-1990 11 Dr. Juan Ramón Ayala 20002002 11 Dr. Jorge Rodríguez Peral 2006-2008 12 Dr. Cuauhtémoc de la Peña Hinojosa 2008-2010 13 Dra. Nimbe Barroso Quiroga 2010-2012 14 Dra. Aída Mota García 20122014 15 Dra. Julia Angelina Sáenz Frías 2014-2016 16 Dra. María Adela Poitevin Chacón 2016-2018

17 Dr. José Edmundo Rodríguez del Rincón 20 Dr. Pomponio José Luján Castilla CAPÍTULO II Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA. Integrantes, logros, aportaciones y retos 24 Dr. Jesús Armando Félix Leyva. Presidente de la Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA 28 Dr. Luis Héctor Bayardo López. Vicepresidente de la Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA y presidente 2021-2023 31 Dra. Dolores de la Mata Moya. Secretaria de la Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA 34 Dr. Juan Antonio Reyes Nava. Tesorero de la Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA 37 Dra. Michelle A. Villavicencio Queijeiro. Titular del Comité Académico 2018-2020 de SOMERA 39 Dr. Heynar de Jesús Pérez Villanueva. Titular del Comité de Jóvenes 2018-2020 de SOMERA 41 Dra. Adriana Alvarado Zermeño. Vocal Zona Occidente 2018-2020 de SOMERA 42 Dra. Beatriz García Robles. Vocal Zona Centro 2018-2020 de SOMERA 44 Dra. Diana María Félix Rosas. Vocal Zona Noroeste 2018-2020 de SOMERA


46 Dra. Amelia Esperanza Sarricolea Puch. Vocal Zona Sureste 2018-2020 de SOMERA 48 Dr. Rafael Piñeiro Retif. Vocal Zona Noreste 2018-2020 de SOMERA CAPÍTULO III Reflexiones sobre el avance y desarrollo tecnológico en Radioterapia. Importancia y necesidad. 52 Dr. Cuauhtémoc de la Peña Hinojosa. Papel e importancia de la tecnología en Radioterapia. 54 Dr. Alejandro Antonio Sánchez Cruz. Impostergable, lograr la suficiencia en infraestructura, equipamiento y recursos humanos en Radiooncología. 56 Dr. Novelthys Velasco Cortés. Vanguardia tecnológica en Radiocirugía y Radioneurocirugía. 58 Dr. Rafael Piñeiro Retif. Necesaria e impostergable la modernización tecnológica en Radioterapia. 59 T.R. Jesús Linares Miranda. Técnicos en Radioterapia: valiosa labor en la lucha contra el cáncer. 62 Publirreportaje. RMyT: Radioterapia de alta calidad y seguridad: nuestra práctica cotidiana 64 Dr. Ramón Jesús Martell Guerrero. Radioterapia en el sector privado: competitividad y modernización permanente.

CAPÍTULO IV Mujeres en Radioterapia. Líderes especialistas, padecimientos comunes en la población femenina. 69 Dra. Dolores de la Mata Moya. Radioterapia: un mundo exigente y competitivo para la mujer. 71 Dra. Michelle A. Villavicencio Queijeiro. Indiscutible equidad en la formación y práctica de la Radiooncología. 72 Dra. Luisa María Catalina Tenorio Téllez. Trayectoria dedicada al bienestar del paciente mediante la Radiooncología.

DIRECTORIO

Director Administrativo Rogelio Reyes Baca Directora de Relaciones Públicas Patricia Aceves Aguirre Fotografía Liderazgo y Experiencia Médica Colaboradores Patricia Aceves Aguirre Érick Reyes Aceves Reportera y fotógrafa Brenda Linette Martínez Martínez Webmaster Liderazgo y Experiencia Médica Contabilidad CP David Guarneros Sauza

CONSEJO MÉDICO

Presidente Fundador Dr. Edmundo Guerrero Vargas (1920-2009)- •Dra. Norma Beatriz Martínez Jiménez •Dr. Gustavo Acosta Altamirano •Dra. Lilia Cote Estrada •Dr. Edwin Alvarado Aguilar •Dra. Fabiola Espinosa Morales

Año XIII, Número 55. Febrero de 2021 Publicación por

Hacienda de Jurica No. 69, Lomas de la Hacienda, Atizapán de Zaragoza, Estado de México, C. P. 52925 Teléfono 57 87 51 85

75 Dra. Elsa Patricia Fuentes Fierro. Toda una vida de logros en la lucha contra el cáncer. 77 Dra. Aída Mota García. Férrea lucha de la mujer por su inserción en la Radiooncología. 78 Dra. Nimbe Barroso Quiroga. La inclusión de la mujer en la Radiooncología: un hecho innegable y en proceso de expansión. 79 Fís. Med. Mariana Hernández Bojórquez El Físico Médico: pilar de la seguridad y operatividad en Radiooncología. 81 IN MEMORIAM Sentido homenaje a los compañeros radioterapeutas cuya partida física se ha presentado en estos meses de pandemia.

www.liderazgoyexperienciamedica.com

Certificado de Reserva de Derechos de Autor (INDAUTOR-SEP): 04-2010071618014000-102. Registro ante la DGM SEGOB en trámite. AVISO DE CONTENIDO

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SEMBLANZA HISTÓRICA Por 4 décadas, SOMERA ha sumado esfuerzos para mejorar la calidad de vida y la salud humana mediante la investigación científico tecnológica, la optimización de los tratamientos, la educación y docencia, para lograr que más médicos y científicos se certifiquen en radioterapia. Nuestra sociedad se fortalece cada día y asume su liderazgo con la participación de académicos, científicos, médicos, enfermeras, técnicos, funcionarios y los lazos que permanentemente forjamos con organizaciones y sociedades en México y el mundo. Historia SOMERA fue fundada el 19 de marzo de 1981, cuando se registró oficialmente por los Dres. Rodolfo Díaz Perches, Mauricio García Sáenz, Lourdes Flores López, Humberto García González y César Alcalá Martínez ante el notario Tomás O’Gorman en la escritura 23588 de la Ciudad de México, denominada Sociedad Mexicana de Radioterapeutas A.C. Se estipuló que la mesa directiva se renovaría cada 2 años. La primera mesa directiva estuvo constituida por el Presidente Rodolfo Díaz Perches, el Vicepresidente Francisco Alanís Camino y el Tesorero Jorge Falcó. En 1984 se realizó el primer Congreso Nacional de Radioterapia en la Escuela de Medicina de San Luis Potosí, siendo anfitrión el Dr. Rojas. El concurso de logotipos fue ganado por el Dr. Emilio Torres y es la misma imagen que persiste en la actualidad.

realizaron intercambios de técnicos, médicos y se adquirió equipamiento para México. El Círculo de Radioterapeutas Oncólogos Ibero-Latinoamericanos (CRILA), cuyos más numerosos miembros son latinoamericanos trabajando en Estados Unidos, también creó lazos importantes con SOMERA, por lo que su congreso internacional se realizó dos veces en México. En 1994, GLAC inició la invitación a diferentes países para compartir el conocimiento y la experiencia en Latinoamérica, con Alain Gerbaulet y Hugo Marsiglia a la cabeza.

En 1996, bajo la presidencia del Dr. Ernesto Gómez, se publicó por primera vez el boletín de la Sociedad que contenía experiencias, técnicas de tratamiento y noticias generales de la especialidad. Estos boletines se mantuvieron en circulación por dos años. De 2006 a 2008, el Dr. Jorge Rodríguez Peral publicó en forma impresa la primera base de datos de todos los agremiados. En 2008 GLAC se une a CRILA y se constituye como ALATRO en la ciudad de Lima, Perú, con un mexicano en la presidencia.

AFILIACIONES DE SOMERA

En 1986 se realizó el segundo congreso con un invitado internacional, el Dr. Carlos A. Pérez, y se realizó la primera certificación con el Dr. Rafael de la Huerta como presidente del Consejo. Los congresos han incluido a los profesionales del equipo multidisciplinario en radioterapia: físicos médicos, técnicos y personal de enfermería. La Sociedad se benefició del apoyo de Francia gracias al radiooncólgo Michel Urbajtel, y fue gracias a él que se 06

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CAPÍTULO I Personalidades de SOMERA, Ex Presidentes, Decanos. Trayectoria y Aportaciones

Ex Presidentes

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Dr. Rodolfo Díaz Perches  1981-1982

riginario de Tampico, Tamaulipas, nacido el 3 de febrero 1929 y fallecido en 2004, el Dr. Rodolfo Díaz Perches ingresó a la Facultad de Medicina de Santo Domingo en 1947, donde estudió Anatomía, Bioquímica y Fisiología, obteniendo su título por la UNAM en 1953. Posteriormente se especializó en Radioncología en los hospitales de Mount Sinai (Nueva York) y Middlesex en Londres. Fungió en el Servicio de Oncología del Hospital General de México como Jefe de la Unidad de Radioterapia, Director del primer centro de calibración y dosimetría en México, Jefe de Servcicio de Oncología y Director del Hospital. Permaneció trabajando para impulsar la especialidad y lograr consolidar el Sevicio de Radioterapia con instalaciones, equipo médico y recursos humanos como uno de los centros de alta especialidad más importantes de Latinoamérica. Mientras obtenía este logro, enfermó de un cáncer pancreático. Ya bajo tratamiento decide crear una fundación con el propósito de permitir la

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La Fundación Dr. Díaz Perches A.C. se funda el 11 de marzo de 2005, en la Unidad de Radioterapia del Servicio de Oncología ¨Dr. Rodolfo Díaz Perches¨ del Hospital General de México. La razón de ser de la fundación gira en torno a que el cáncer es la segunda causa de muerte durante la edad productiva de los mexicanos; es la primera causa de muerte entre los 30 y 65 años en mujeres. El costo de la terapéutica deja desprotegidas a más de un 70 % de personas que padecen este mal por carecer de recursos económicos para tratarse.

El Dr. Alanís cursó el posgrado de Medicina Interna en el entonces Instituto de Enfermedades de la Nutrición (hoy Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Dr. Salvador Zubirán”) de 1958

Arana Rivera, se logró la construcción de un búnker y de la nueva Unidad de Radioterapia con un quirófano incluido, asimismo, se consiguió equipar la Unidad con aparatos de alta tecnología.

Los presupuestos gubernamentales limitados y las bajas cuotas de recuperación ponen en riesgo la operación y el servicio de la población más desprotegida de nuestro país.

​ odo el equipo médico adquirido fue T donado al Servicio de Oncología del Hospital General de México. Con este logro se registraron avances importantes para la atención médica que permitieron, al tiempo de incrementar el número de pacientes con cáncer atendidos, mejorar su atención y calidad de vida.

Por medio del trabajo conjunto del Dr. Rodolfo Díaz Perches y del Dr. Eduardo

El Dr. Rodolfo Díaz Perches fallece a los 75 años de edad.

Dr. Francisco Alanís Camino  1982-1984

ació en el Distrito Federal el 2 de abril de 1935 y falleció en noviembre de 2019 a los 84 años. Realizó la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México y se graduó como Médico Cirujano y Partero el 19 de agosto de 1958.

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atención a todos los pacientes con cáncer no asegurados que asistan al Servicio de Oncología del Hospital General de México.

a 1961 y la especialidad en Radioterapia en el Sloan Kettering Cancer Center, New York, de 1961 a 1963. Continuó sus estudios y entrenamiento en el MD Anderson Hospital and Tumor Institute en Houston, Texas, en 1964. Obtuvo la certificación del American Board of Radiation Therapy en junio de 1965. Fue Consultor Titular del Instituto Nacional de la Nutrición; Subjefe del Departamento de Radioterapia del Hospital General de la Secretaría de Salud y Asesor de la

Comisión de Energía Nuclear, entre 1965 y 1967. De 1967 a 1969 fue Jefe del Servicio de Radioterapia del Hospital de Oncología del hoy Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social en la Ciudad de México. A partir de 1969 se trasladó a la ciudad de Monterrey, donde se desempeñó en la Medicina privada (Hospital San José Tec de Monterrey y en el Servicio de Radioterapia del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”). Creó y desarrolló el Servicio de Radioterapia del Hospital San José Tec de Monterrey y fue Jefe del mismo

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desde 1969. Desde 1973 y hasta enero de 1987 fue también el Jefe del Servicio de Radioterapia del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”. En el Hospital San José Tec de Monterrey ocupó la Dirección Médica de 1971 a 1979 y durante su gestión destaca la creación de las áreas de Terapia Intensiva Infantil y Terapia Intensiva Adultos, la Unidad de Hemodiálisis, el Servicio de Nefrología y, de manera especial, el Servicio de Oncología Médica. Formó la Asociación de Lucha Contra el Cáncer, de la cual fue Presidente, logrando el reconocimiento de la American Cancer Society. También contribuyó a la creación de la Asociación del Cuerpo Médico del Hospital San José Tec de Monterrey y

de sus primeros reglamentos, y fue su Presidente de 1985 a 1987. Fue distinguido con la Presidencia del Consejo Médico de Certificación en Radioterapia, de 1997 al 2000. Se distinguió en el ejercicio de su especialidad por su trabajo en el área de braquiterapia, publicando importantes trabajos en revistas internacionales. Fue reconocido por sus colegas como un experto en esta rama de la Radioterapia a nivel nacional. En sus últimos años dirigió sus esfuerzos al uso de las nuevas tecnologías, especialmente de la radioterapia modulada y conformal en el tratamiento del cáncer para su aplicación clínica en la braquiterapia.

Dr. Mauricio García Sáinz de la Arena  1984-1986

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l Dr. Mauricio García Sáinz de la Arena nació en Orizaba Veracruz y a los 12 años acude a la Ciudad de México para continuar sus estudios de secundaria y preparatoria y es egresado de la generación 1947-1952 de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México en Santo Domingo. El entusiasmo por la radioterapia lo desarrolló en el pabellón 13 del Hospital General de México cuando no había más de 10 médicos radioterapeutas en el país. Se consolidó en Manchester, Inglaterra y en Minessota, Estados Unidos. Fue médico de base, jefe de Enseñanza y Director en dos ocasiones del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional del IMSS, sumando 17 años en dos periodos. Al dejar la Dirección de HO CMN, 1981, fue jefe de Planeación y Supervisión Médica de la Subdirección General Médica del IMSS; Director General de Control de Alimentos, Bebidas y Medicamentos de la Secretaría de Salud, médico radioterapeuta en la Clínica Londres, Hospital de México, Hospital Ángeles del Pedregal y jefe del Departamento de Radioterapia del Hospital Ángeles Interlomas. Retornó al Hospital de Oncología al Servicio de Radioterapia de Cabeza y Cuello y para una segunda gestión en la Dirección del hospital. Fue formador de más de 50 Radioterapeutas y de 180 médicos oncólogos cirujanos, proyectados a diferentes estados de la República y de América Latina. Fue pionero en el uso del sistema de braquiterapia de alta tasa de

dosis, mecanizado de carga diferida con Cobalto 60 CATHETRON, cuando eran practicados solamente en cuatro países en el mundo. Impulsor de la dosimetría termo luminiscente para control de dosis en personal ocupacionalmente expuesto. En su gestión se adquirieron equipos para dosimetría, control de dosis y aplanado del Haz. Modernizó la Radiooncología en el HO, con la instalación de los primeros equipos de Rayos X de alta energía en México en 1974, aceleración lineal, sistema de cómputo automatizado para curvas de isodosis, sistema de localización en dos dimensiones de tumores para definición de áreas tumorales. Trabajó en la generación de estudios de extensión neoplásica, trayendo la endoscopia oncológica; consolidó como especialidad la Oncología Médica, las subespecialidades de la Cirugía Oncológica y la detección oportuna de cáncer mamario, dejando bases sólidas mediante estudios de termografía y mamografía para consolidar este último como rutina. Consolidó la Escuela de Citología en el IMSS para pesquisa de cáncer cérvico uterino. Logró que el curso universitario de Oncología Médica y Radioterapia fuera reconocido por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardia para ejercer la responsabilidad en seguridad radiológica. Con el advenimiento de nuevos métodos de quimioterapia más agresiva visualizó la prevención de infecciones e instaló el primer cubículo

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con flujo laminar vertical en las áreas específicas. Se jubila del Instituto Mexicano del Seguro Social en 1992 y se dedica a la Medicina privada ejerciendo la Radioterapia, realizando publicaciones incluso después de su retiro institucional. Fue Miembro emérito de la Academia Nacional de Medicina, donde fungió como secretario y luego Presidente; Consejero de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico; revisor, consultor, dictaminador y miembro de varios consejos editoriales en múltiples revistas médicas. Creador de la medalla Ignacio Millán y de la sociedad de Radiooncólogos de México. Incursionó en la Fisiología circadiana y en los árboles de decisiones clínicas cuando apenas eran conocidas en México y en 1977 se plasmaron como normas en las 10 entidades neoplásicas más frecuentes abarcando el 80% de las neoplasias.

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Dr. Luis Humberto Bayardo Moreno  1986-1988

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robablemente como resultado de su formación militar a temprana edad, se caracterizó por su disciplina, fortaleza e integridad, características que mostró durante toda su vida a nivel personal, profesional y familiar, sin dejar de mencionar por otra parte su excelente sentido del humor.

el 24 de Enero de 2013 en la ciudad de Guadalajara.

Nació el 2 de enero de 1934 en la ciudad de Colima. Fue hijo del Dr. Luis Bayardo Anzar y de Concepción Moreno, el primero de siete hermanos. Casado con Estela López Mestas, tuvo tres hijos; fue un padre de familia respetado y querido. Falleció

La carrera de Medicina la cursó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara y la especialidad en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (ahora siglo XXI) del IMSS, siendo parte de la primera generación de residentes de Radioterapia del hospital de Oncología junto con el Dr. Carlos Armendáriz.

Sus estudios básicos los efectuó en la ciudad de Colima, para posteriormente cursar la secundaria y preparatoria en la Universidad Militar Latino Americana en la Ciudad de México.

Fue presidente de SOMERA en el periodo 1986-1988 y Presidente de la Sociedad Jalisciense de Cancerología. En su gestión como presidente estableció, junto con los especialistas de la época, las bases de la Sociedad actual y parte de los estatutos. En el ámbito profesional, tanto en la Medicina como en su especialidad, destaca haber participado en la

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Su profesionalismo y entrega hicieron siempre evidente su pasión no solo por la Medicina, sino por ayudar a todas las personas con las que estuviera en contacto. Su altruismo y genuino interés por el bienestar de sus pacientes se vieron continuamente reflejados durante toda su carrera.

Dr. Serafín Delgado Gallardo 1988-1990

n marzo de este 2021 la Sociedad Mexicana de Radioterapeutas, SOMERA, cumple 40 años de haber sido fundada, inspirada en una idea del Dr.Rafael de la Huerta Sánchez, con la finalidad de contar con un foro propio de la especialidad, donde se tuviese la oportunidad de intercambiar las actividades y experiencias asistenciales en las diversas regiones del ejercicio profesional de nuestra especialidad. A lo largo de estos años he sido testigo de cómo cada una de las Mesas Directivas ha hecho crecer una Sociedad médica nacional inicialmente, y en la actualidad forma parte de sociedades afines, nacionales principalmente y extranjeras. Ejemplo de ello son los grupos médicos de CRILA, convertida luego en ALATRO; ASTRO; ESTRO; SEOR y OIEA, entre otras. En el ámbito nacional, la Asociacion de Enfermeras en Oncología fue fundada

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planeación del Servicio de Radioterapia, que se inauguró junto con el Centro Médico Nacional de Occidente en 1977, ocupando el cargo de jefe del Servicio de Oncología desde 1977 hasta su jubilación en 1992.

en1985 bajo el auspicio de SOMERA, posteriormente siguió su desarrollo propio. Con la Sociedad Mexicana de Estudios Oncologícos (SMeO), la interacción ha sido muy estrecha, ya que se considera la "madre" de donde emergieron los diferentes grupos nacionales dedicados al estudio, investigación y ejercicio de la Oncología. El objetivo de la comunicación con estos grupos es el intercambio de conocimientos académicos y tecnológicos, optimizando los tratamientos para mejorar las tasas de curación y la disminución de la morbilidad propia de las radiaciones ionizantes, hasta donde ello sea posible sobre los tejidos aledaños al tumor y, como consecuencia, proporcionar una mejor calidad de vida a los pacientes sometidos a las intervenciones respectivas. Vaya pues, con todo cariño y el más amplio

reconocimiento por su labor de tantos años, una cordial felicitación a SOMERA, a las administraciones directivas anteriores por los logros obtenidos durante su gestión al frente de nuestra Sociedad y un exhorto a la nueva Mesa Directiva para que siga fomentando el desarrollo profesional del grupo.

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● Dr. Ángel Mario Flores Fernández 1990-1992 ● Dr. Humberto García González 1992-1994 ● Dr. José Manuel Feregrina 1994-1996 ● Dr. Ernesto Gómez González 1996-1998

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● Dr. Jorge Tokunaga Fujigaki 1998-2000 ● Dr. Ismael Moyaho Acevedo 2002-2004 ● Dr. Ramón Jiménez Caballero 2004-2006

Dr. Juan Ramón Ayala  2000-2002

primera vista era una persona seria, solía decir las cosas sin rodeos, no invitaba a la convivencia pero cuando se acostumbraba a la presencia de alguien era amigable y bromista.

en el Hospital General del CMN La Raza, IMSS. Entre 1976 y 1979 hizo la residencia de Oncología Médica y Radioterapia en el Hospital de Oncología del CMN Siglo XXI, IMSS.

Le gustaba sostener conversaciones interesantes y siempre estaba emocionado al hablar de su especialidad.

En este hospital (que más tarde se convertiría en Unidad Médica de Alta Especialidad) fue médico adscrito al Servicio de Radioterapia. También fue titular de este Servicio de 1991 a 1997.

No tenía pasatiempos: su trabajo era su afición. Amaba lo que hacía. Nació el 6 de julio de 1949 en la Ciudad de México y su deceso fue el 28 de septiembre del 2018, Ciudad de México. Su esposa fue la Sra. Julieta Rodríguez Rosas, desde 1975 y su hija Julieta Ayala Rodríguez, nacida el 6 de julio de 1994 Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y realizó la residencia de Medicina Interna

En el periodo comprendido entre 1998 y 2001 fue Director Médico de dicho hospital y de 2001 a 2006 fungió como su Director. También fue profesor titular en la UNAM y presidente del Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia en el bienio 1995-1996, así como de la Sociedad Mexicana de Radiooncología de 2000 a 2002, realizando el congreso respectivo en Cancún, Quintana Roo, 2001.

También fue director de exámenes del Consejo de Certificación Médica. Siempre se mantuvo a la vanguardia en cuanto a equipo médico y nuevas tecnologías, más allá de lo que aprendió en la universidad, por lo que siempre se mantuvo actualizado respecto a los nuevos procedimientos, equipo, tecnologías, etcétera.

Dr. Jorge Rodríguez Peral  2006-2008

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ncólogo especialista en Radiología y Radioterapia, brindó sus servicios por más de 30 años en hospitales del IMSS, y otros centros de salud, así como en el Hospital Privado San José de Ciudad Obregón, Sonora. De 2006 a 2008, como presidente de la Mesa Directiva de SOMERA, el Dr. Jorge Rodríguez Peral publicó en forma impresa la primera base de datos de todos los agremiados a la Sociedad. En 2008, como parte de un grupo de 50 destacados oncólogos, participó en la Tercera Revisión del Consenso Nacional sobre Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario.

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Dr. Cuauhtémoc de la Peña Hinojosa 2008-2010

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ntes de 2005 SOMERA carecía de estructura, requería de apoyo económico y se había separado de SMEO. Todos los centros de formación estaban en el Distrito Federal y no tenían plazas suficientes para la gente interesada en la especialidad. A raíz de ello SOMERA lucha por lograr apoyos suficientes para solventar sus gastos; cada vez que iba a haber un congreso nuestro era un peregrinaje para recabarlos. Para los radiooncólogos, SOMERA significaba un legado de años en los que la Sociedad buscaba ser independiente. El reto era su profesionalización y darle una identidad completa. Había falta de recursos, sin sede oficial ni página web, se compartía la dirección fiscal y de correos con SMEO. Recibí la Sociedad prácticamente en ceros, de tal manera que había que solventar estos problemas. Desde el año 2000 en México se daba entrada importante a la revolución tecnológica en Radiooncología. En 2005 se introdujeron en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara los primeros sistemas de planeación virtual y para 2010 se comenzaba a

a Sociedades latinoamericanas, europeas y estadounidenses a fin de seguir apoyando la formación de radiooncólogos, iniciando un intercambio científico y cultural con ellas. Durante mi gestión compartí la presidencia de la Sociedad Latinoamericana de Radiooncología, lo que ayudó a que tuviéramos varios eventos científicos en México y un congreso internacional en Cancún, todo un reto y experiencia para acercar la tecnología y tener presencia en medios electrónicos. Nos tocó la pandemia del AH1N1, que provocó que los congresos que se pospusieran, pero salimos avante. Por primera vez en la historia de la Sociedad una administración dejaba suficientes recursos para continuar el trabajo. Desde 2010 en que dejé la presidencia se ha podido salvar la situación económica. Tuvimos la primera página web de la Sociedad, creando un canal de comunicación para lograr un contacto directo entre la mesa directiva y los afiliados. Después de muchos años se trajo a México un congreso internacional; se dieron los primeros cursos educativos de parte de la escuela de Oncología y por primera vez se dejó un saldo positivo económico en la tesorería de la Sociedad. Se implementaron acuerdos de cooperación internacional, ofreciendo cursos educativos a países latinoamericanos a costo muy bajo o por becas; se empezó a acercar el conocimiento de la nueva tecnología de radioterapia 3D y de intensidad modulada, apoyados por la Sociedad Española y la Sociedad Europea de Radiooncología.

trabajar de esa forma, resultando muy importante que SOMERA llevara educación, enseñanza y práctica de esta tecnología a todos los asociados. SOMERA se acercaba

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Pudimos acercar a profesores extranjeros y nacionales que transmitieron nuevos conocimientos en radioterapia de alta precisión y radiobiología requeridos para el entendimiento de las nuevas tecnologías. Los expresidentes de SOMERA somos amigos, con la filosofía de haber sido buen presidente pero ser mejor expresidente, actuar más que como voz crítica, de consejo, apoyo y solidaria con las nuevas administraciones. Discutimos situaciones que vemos en la Sociedad y

las hacemos conocer a la administración en curso, a manera de opinión externa. En otras sociedades los expresidentes forman un grupo especial de consejeros oficiales, en SOMERA tal entidad no existe, pero siempre se nos ha permitido dar opinión, un apoyo desinteresado, siendo la administración vigente la que tome sus decisiones. Hoy veo una Sociedad madura, fortalecida, plena, que ha creado los mecanismos y que ha heredado la responsabilidad de no volver a caer en aislamiento, rodeada de otras Sociedades, con las que ha fraternizado y socializado a nivel nacional e internacional. Quizás ha faltado mayor integración de sus miembros, donde hay que dar más oportunidad, voz, participación científica a todos, fomentando la descentralización de la Ciudad de México; el área de oportunidad es lograr ser más incluyentes. Se debe lograr que las áreas del país se sientan protegidas, sobre todo aquellas que tienen centros oncológicos muy limitados, de atención primaria. La Radiooncología es un área de atención de tercer nivel y estos sitios siguen careciendo de tecnología propia y avanzada, tienen escasez de recursos humanos y tecnológicos y una gran dependencia de la atención que se brinda en las grandes ciudades. Si en esos lugares hubiera unidades con personal y tecnología suficiente podríamos desaturar a la Ciudad de México y crear unidades formadoras de elementos para la especialidad, sobre todo cuando algunos estados tienen una actividad económica muy importante pero que necesitan un apoyo definitivo. Otros sin duda apenas comienzan este desarrollo y hay algunos que carecen prácticamente de todo, a los cuales brindarles el apoyo necesario es inevitable.

SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


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Dra. Nimbe Barroso Quiroga 2010-2012

a radioterapia en México ha tenido una mejora muy importante en cuanto a la actualización, con importantes avances en los últimos 10 años con la compra de equipos distribuidos en diferentes centros del sistema de salubridad en el país. Sin embargo, la infraestructura, personal y equipo no son suficientes y hay una lista de espera muy importante para que los pacientes reciban radioterapia, que no es lo más deseables para la curabilidad de esos pacientes; todavía hay mucho que hacer. En el ámbito privado sí ha habido un cambio importante por la natural disposición de recursos para inversión en tecnología. Lo mismo sucede en la preparación del personal, donde ha estado egresando un número muy importante de especialistas entrenados en técnicas modernas. Entre los retos que tenemos, para no rezagarse se tiene que invertir más en servicios médicos de alto nivel, sobre todo en ciudades medianas y no concentrar todo en las capitales de los estados. También es importante educar al paciente y su familia en temas médicos y en este caso en radioterapia, ampliar la cobertura y que los servicios estén siempre disponibles en tiempo y forma para que el paciente reciba el mejor tratamiento. Me da mucho gusto este aniversario número 40 de SOMERA porque yo fui de las fundadoras de la sociedad, en la que he visto cómo se ha ido integrando gente de todo el país y de todo tipo de hospitales. Ha sido toda una lucha de trabajo, somos como una gran familia donde todos nos conocemos, al igual que a sus familiares; como especialistas trabajamos formalmente en la mejora de la especialidad. Algunos de los fundadores ya nos han dejado físicamente, sin embrago, en espíritu están con nosotros, inspirándonos con su ejemplo de lucha para formalizar esta disciplina en México: la radioterapia a través de SOMERA ha hecho muchísimo por el país, se ha profesionalizado la especialidad y fue la primera que se organizó en una sociedad propia, que desde un principio ha pugnado por una mejoría en los planes de educación de todas sus áreas de entrenamiento. Fue

la primera sociedad oncológica que creó el primer Consejo de Certificación en Radioterapia. Me enorgullece haber participado en actividades académicas desde la organización de la Sociedad y haber ocupado diferentes cargos en las distintas mesas directivas, hasta ser electa presidenta por aclamación; nunca había sucedido que no se llegara a ésta por voto y tuve el privilegio de ser la primera mujer electa como presidenta de SOMERA. Agradezco mucho a los compañeros que confiaron en mí, puesto que vengo de provincia y tuve un entrenamiento fuera de los grandes centros del país. También fui electa como presidenta del Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia. Estoy muy agradecida con la especialidad, en la que he podido trabajar por más 40 años. Mis principales propuestas cuando asumí la presidencia fueron reorganizar, formalizar y profesionalizar a la sociedad, dar transparencia a mi gestión y, en un marco de austeridad muy grande, organizar un congreso muy destacado, además de establecer muy buenos lazos con Sudamérica y España, cuyo posterior apoyo se tradujo en muchos programas de entrenamiento para jóvenes que se fueron allá a estudiar. Me siento orgullosa de haber entregado cuentas claras y transparentes y con un superávit muy importante que se entregó a la siguiente administración. En la actualidad, el Dr. Armando Félix ha tenido la desventaja de que le tocó ejercer su segundo año enfrentando las complicaciones que trajo la pandemia de COVID-19, porque un primer año lo tuvo normal, con varios eventos presenciales, un curso de Cabeza y Cuello y varias cosas muy importantes. El segundo año puede ser no tan malo cuando lo vemos de manera global, como una oportunidad que permitió aprovechar

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las nuevas tecnologías; él es una persona joven, dinámica, que está muy metido en toda la informática, a lo que pudo sacar provecho y concluir exitosamente su gestión, cosa nada fácil, pero ha hecho múltiples cursos en línea, dando lustre a la Sociedad y yo creo que el Congreso va a ser una novedad para nosotros, puesto que el año pasado todos los grandes congresos oncológicos del mundo se hicieron en línea. Creo que va a quedar muy bien y el balance académicamente es muy favorable para él. Armando tuvo un muy buen desempeño; si pudiéramos estar todos ahí le daríamos una despedida de aplauso, porque hizo un mejor trabajo considerando las circunstancias en que tuvo que hacerlo. Ahora vamos a ver qué escenario se le presenta al Dr. Bayardo, quien ya asumió la presidencia, porque Armando dejó de ser presidente el día último de diciembre de 2020 y la gestión es bianual. Estamos unidos en torno al Dr. Bayardo, más cuando se prevé que también le va a tocar un año malo en 2021. Espero que el año que entra sea mejor para que tenga más lucimiento, pero yo creo que definitivamente estamos ya ante un cambio de vida en el que tenemos que jugar con inteligencia nuestras fichas para hacer lucir lo más que se pueda e impulsar a nuestra sociedad, porque podremos darnos de topes, rezongar, pero así nos tocó y pues vamos adelante.

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Dra. Aída Mota García 2012-2014

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a radioterapia actual es totalmente diferente a la de hace 25 o 30 años, cuando el tratamiento era principalmente con equipo de Cobalto 60. Esto se ha invertido y actualmente tenemos más aceleradores lineales, tomoterapia, Cyberknife, entre otros. A la par el entrenamiento del personal, los dispositivos de simulación, verificación y controles de calidad son mayores. Gracias a los avances tecnológicos las complicaciones asociadas al tratamiento con radioterapia son menores y el control tumoral y la calidad de vida del paciente es mejor. En cuanto a retos y nichos de oportunidad debemos ir siempre hacia la excelencia en la atención y en la entrega de tratamientos individualizados a base de radioterapia. ¿Qué modificar? Se debe sustituir todos los equipos de Cobalto-60 en el país. Como retos está el que en los congresos de Radiooncología se debe dar la parte teórica y práctica, dar cursos de

contorneo con las diferentes modalidades de software. Asimismo, mayor fomento y apoyo para investigación clínica; reforzar la actualización y entrenamiento del personal médico, técnico y físico en el manejo de técnicas avanzadas de radioterapia. Sobre el 40º Aniversario de SOMERA, es de destacar que los radiooncólogos estaban unidos a la Sociedad de Radiología y desde hace 40 años se formó SOMERA, donde en realidad se iniciaron los congresos exclusivamente de radioterapia y se ha venido evolucionando constantemente, conforme a la tecnología; esto ha sido un parteaguas para la especialidad. Durante mi jefatura en el Servicio de Radioterapia del Instituto Nacional de Cancerología se cambiaron dos equipos de cobalto por dos aceleradores lineales y se realizó la construcción e inicio de operaciones de otro acelerador más. Con ello se beneficia directamente la calidad del tratamiento administrado a los pacientes. Adicionalmente se realizó la ampliación de consultorios para mejorar y aumentar el número de pacientes atendidos en nuestro instituto y con ello la accesibilidad de radioterapia. El sistema de planeación se actualizó y el número de equipos de cómputo para planeación y contorneo también incrementó con ello, permitiendo el uso de técnicas avanzadas.

Dr. Abelardo Meneses, Director General del Instituto Nacional de Cancerología, posicionando a un paciente en el equipo TrueBEAM, junto con la Dra. Aída Mota.

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A través de convenios nuestro instituto

ha recibido técnicos, físicos y médicos residentes para su entrenamiento. Actualmente se realiza una reunión y un congreso anual de forma institucional en la que se actualizan temas selectos de radioterapia. Se cuenta con apoyo internacional para el entrenamiento en contorneo y técnicas de planeación a médicos y físicos que acuden de varios centros oncológicos del país. En cuanto a mi período como Presidenta de la Mesa Directiva de SOMERA, recibí una Sociedad fortalecida. Respecto el plan de trabajo de mi gestión, se realizó un precongreso con cursos de contorneo, difundiendo el conocimiento y haciendo la actualización de las nuevas tecnologías. Esto fue fundamental, ya que en ese momento estábamos en la transición de radioterapia 2D a 3D y radioterapia de Intensidad Modulada (IMRT). Hoy en día sigo viendo una Sociedad fortalecida. En las últimas cuatro presidencias, del Dr. Cuauhtémoc de la Peña, Dra. Nimbe Barroso Quiroga, Dra. Julia Angelina Sáenz y una servidora, dejamos en números negros la sociedad, es decir, se dejó a la sociedad con solvencia económica. Actualmente existe el Comité Académico destinado a la difusión y actualización a través de sesiones y talleres de contorneo. Por ello, mi mensaje para los afiliados es que resulta muy importante estar en la Sociedad, ya que, desde nuestras trincheras la hacemos más grande, así como con nuestro conocimiento y aportaciones de investigación, al presentarlos en nuestros Congresos. Permite asimismo el fortalecimiento de lazos, el intercambio de información y la integración de todos nosotros como una Sociedad.

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Dra. Julia Angelina Sáenz Frías 2014-2016

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ecibí una Sociedad con finanzas sanas y un remanente económico que permitió organizar eventos científicos de alto nivel académico y promover el ingreso de nuevos socios para así lograr nuestros objetivos con una nueva visión científica y social que garantizara la continuidad de la Sociedad. En el plan de trabajo se propuso obtener apoyo voluntario de los agremiados y buscar patrocinios permanentes de la industria de equipos médicos y farmacéutica para la realización de nuestros congresos; cambiar el diseño del logotipo de SOMERA y proceder a la compra de un inmueble para tener una sede y dirección fiscal permanente de la Sociedad y del Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia. A.C.; dignificar nuestra especialidad a través de los medios de comunicación, así como solicitar a las autoridades competentes nuevos médicos radiooncólogos en el país. También, la creación de un Comité científico permanente que apoye en los programas académicos de la Sociedad y la realización de consensos en el uso de radiaciones ionizantes en diferentes neoplasias con grupos de trabajo especializados o técnicas específicas que permitieran emitir normas de tratamiento y mejorar la calidad de atención de los pacientes oncológicos.

Como logros, destaca la realización del Curso Best of ASTRO 2016, donde participaron 180 congresistas. Se presentaron los mejores trabajos del Congreso de ASTRO 2015, siendo México el primer país en Latinoamérica en realizar este evento y se logró que el mismo sea parte de la agenda académica de la Sociedad. Se reactivaron los lazos de amistad y compromiso académico con SMeO, por lo que en el Congreso Nacional e Internacional de SMeO 2016 se contó con un módulo dedicado a SOMERA, además de contarse con su apoyo y reconocimiento a nuestra especialidad dentro del contexto de la Oncología en México. Como legado a la siguiente administración quedó el fortalecimiento con acuerdos de colaboración con las principales Sociedades con las que interactuamos, como ASTRO, ESTRO, SEOR, ALATRO, SMeO, Sociedad de Medicina Nuclear, Sociedad de Físicos Médicos, Sociedad de Técnicos en Radioterapia. Iniciamos el contacto con Asociaciones civiles que involucran a pacientes con cáncer y familiares, las cuales en la actualidad tienen alto impacto en las políticas de salud a nivel nacional e internacional. Como retos que enfrenta hoy la radioterapia en México, durante la contingencia se tuvo que reinventar, se han tenido que establecer recomendaciones para la toma de decisiones en los Servicios respectivos para asegurar la entrega de tratamientos en circunstancias adversas, ya que la pandemia por COVID-19 ha colocado a los sistemas sanitarios en un reto ante el manejo del cáncer. Se debe reducir el riesgo de infección por COVID-19 en las Unidades de

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radioterapia y marcar estrategias para priorizar la atención de los pacientes oncológicos. Se requiere equidad de recursos tecnológicos en todos los centros oncológicos del país. De igual manera, desarrollo de planes estratégicos del gobierno para apertura de Unidades de Radioterapia en las principales ciudades del país, al alcance de la mayoría de la población, así como infraestructura y recursos humanos para la atención del cáncer, dotando de equipamiento tecnológico de vanguardia a los diferentes centros a nivel nacional para llegar a los estándares recomendados por las guías internacionales. El radiooncólogo del futuro deberá adaptarse a las tecnologías emergentes que permitan otorgar terapias más precisas y efectivas; mantener la capacitación continua en el área oncológica integral, dados los avances en el manejo multidisciplinario del cáncer. Asimismo, incorporar a la práctica clínica la investigación tendiente a las nuevas modalidades terapéuticas en cada una de las neoplasias, asegurando que la investigación biomédica se realice protegiendo la dignidad e integridad de los participantes. Debe mantener los valores éticos y humanitarios durante su práctica profesional, empatía hacia el paciente y familiares e impactar de manera positiva en la resolución del padecimiento oncológico. La multidisciplina es básica en el quehacer diario de nuestra especialidad, es necesario integrarse a equipos de trabajo y fomentar en sus centros de trabajo las unidades funcionales específicas de cada tumor, que permita la óptima toma de decisiones terapéuticas en los pacientes oncológicos.

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Dra. María Adela Poitevin Chacón 2016-2018

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ado que a nivel global la Radiooncología aún no es suficientemente reconocida como parte del armamentario para el tratamiento del cáncer, en el mundo se mueven las Sociedades de la especialidad para hacerla conocer a los médicos, a los políticos y al público en general, como sucede en nuestro país, donde considero que desde hace 4 años se ha mejorado esta situación al tener SOMERA una más amplia presencia. Hoy, los retos y nichos de oportunidad son muchos. Principalmente, para mejorar la enseñanza y homogeneizar los programas de estudio en diferentes sedes de la residencia, debe hacerse un mayor esfuerzo, desde mi percepción, a través de la UNAM. Para mejorar la falta de equipamiento, debemos volver a formar un comité con un plan estratégico para acercarnos a tomadores de decisiones y al público en general. En cuanto a la inclusión histórica y el papel actual de la mujer en la Radioterapia y la Radiooncología, como también sucede en todo el mundo, hasta hace solo 10 años es que comenzó a aumentar el número de radiooncólogas en México. Sin embargo y como ejemplo, en la Ciudad de México, solo somos cinco jefas en los Servicios más reconocidos e importantes en diversas instituciones. Y hablando de la mujer, respecto a las principales enfermedades que enfrenta en este contexto y pueden o deben ser tratadas con radioterapia, en el mundo, una vez más, el cáncer de mama y el cérvico-uterino están dentro de los primeros lugares en frecuencia y ambos son tratados con radioterapia. Sobre el 40º aniversario de SOMERA que se cumple en este 2021, su presencia y aportaciones a la Medicina mexicana han sido variadas. Nuestra Sociedad nació de la separación de la Sociedad de Radiología e Imagen, ha crecido y se ha establecido con nosotros, sus agremiados. La Radiooncología en México se ha desarrollado en las grandes instituciones públicas, sin embargo en los hospitales privados se ha contado con tecnologías de vanguardia que permiten tratamientos tan avanzados como en cualquier país

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desarrollado. En ambos casos, siempre han estado presentes miembros de esta Sociedad. De manera concreta, lo que me motivó a afiliarme a la Sociedad fue que, al ser radiooncóloga, quise y quiero estar con mis pares en la práctica de mi especialidad. Al estar en ella me doy cuenta de lo que podemos mejorar e intento hacerlo. Cuando presidí la Mesa Directiva de SOMERA, tenía claro que no se trata de una sociedad rica, así que desde el período previo nos unimos más a la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO), que nos presta una oficina desde hace 4 años. Dentro de su congreso hemos tenido simposios a los que asisten más de 100 oncólogos debido al interés de ellos en los temas que presentamos.

pandemia por COVID-19, desde las primeras semanas de la pandemia, en marzo, se realizaron las Guías Mexicanas de Radioterapia para manejo de Servicios de Radioterapia sin COVID y con opción a tratar a pacientes con COVID y cáncer.

Las propuestas principales y líneas de trabajo fueron ser una sociedad más conocida en el medio médico, así que iniciamos la página web e incursionamos en las redes sociales, principalmente en Facebook y Twitter. Respecto a las sesiones académicas, en éstas se incluyó a las sedes con Radiooncología de los hospitales en la Ciudad de México, con maestros nacionales e internacionales para actualización. Se realizaron publicaciones a nombre de la Sociedad en las más leídas revistas de alto impacto internacionales. A pesar de recibir la Sociedad 10 meses después y entregarla a tiempo, (sólo fui presidenta 1 año 2 meses), logramos llenar las arcas. Hoy, desde mi perspectiva, considero que tenemos que unirnos más, dar espacio a los jóvenes interesados en continuar creciendo y mejorando. En cuanto a la participación de la Sociedad en el actual escenario de SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


PERSONALIDADES DESTACADAS EN LA HISTORIA DE SOMERA Dr. José Edmundo Rodríguez del Rincón Hice mi residencia médica en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional y la maestría en Radioterapia. Ingresé al ISSSTE en 1966, ocupando una plaza vacante en el Hospital 20 de Noviembre, quedando como médico adscrito al Servicio de Oncología, primero como radioterapeuta y después como médico de base.

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tocó todavía el uso del radio para cáncer cervicouterino, que por ser peligroso se sustituyó por Cesio 137, cambio que nos tocó a nosotros.

Renuncié al pensar que mi futuro estaba en la Medicina privada; abrí un Servicio de Radioterapia privado con un cirujano y un inversionista, que se ubicó en la colonia del Valle, se instaló una bomba de Cobalto 60, viendo pacientes de radioterapia. Nos

Comenzaban a usarse las perlas de Cobalto 60 para aplicación en cáncer de endometrio; se insertaban en la cavidad uterina a través de un aplicador especial y en esa época eran la novedad. Cuando me voy de Oncología y entro al Hospital 20 de Noviembre, nadie sabía usarlas y el radio se siguió usando hasta que vino el Cesio.

imultáneamente trabajaba en las tardes en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional durante 8 años, donde Mauricio García Sáenz fue uno de mis maestros, que siempre me sirvió de guía, estímulo y acicate.

De 1975 a 1980 fue una época muy intensa en el gabinete de la colonia del Valle, con amplia clientela y visitando pacientes. Hubo un problema con las acciones entre los tres socios, uno de ellos se quedó con todas, me liquidaron y salí de ahí, a otro consultorio, ya con la experiencia de construir lugares de radioterapia, porque en el 20 de Noviembre me tocó la compra de nuevo equipo y construir una unidad de Cobalto, además de la construcción del búnker en la colonia del Valle, aunado a la relación con la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias conformada en ese entonces y el aprender a solventar SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

problemas que se presentaban para la memoria analítica del búnker. Ese aprendizaje sirvió para el búnker que se hizo en la Torre Médica Dalinde en la colonia Roma, Departamento de Oncología que sigue trabajando y que formamos con el Dr. Jesús Ramón Martell, ambos radioterapeutas y después entró como socio después el Dr. Ayala. El dueño del edificio nos dio la parte más interna del sótano, el lugar ideal por la protección para la radiación. En el Dalinde somos el único Servicio en la Ciudad de México donde los médicos somos los dueños del equipo, con todas las ventajas y desventajas que eso puede tener, como aumento en pago de renta, no poder dar un paso en mantenimiento si no te lo aprueban, dificultades de adquisición de equipo. Muchos médicos pudieron haberlo hecho como pioneros, pues tenían la facilidad y el dinero para hacerlo pero nunca se metieron en eso, porque en aquel momento se abrieron diversos centros de radioterapia y ellos sólo ofrecían sus servicios. El Dalinde es el primer centro de radioterapia privado de la Ciudad de México y tuvo la primera bomba de Cobalto que llegó al país; fue usada por los Dres. Noriega Limón, Mauricio García Sáinz,

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Rafael Martínez González y Guillermo Islas, pioneros de la radioterapia, todos ellos formados en el extranjero, maestros formadores de muchas generaciones de radioterapeutas. Era una bomba pequeña, de las primeras en el mundo, pero con capacidad de tratamiento muy alta. De tal manera que ese Hospital Dalinde era un pequeño búnker que estaba en la planta baja. Cuando fui presidente de SMeO, me tocan los 25 años de la Sociedad e hice un reconocimiento a todos los ex presidentes, les entregamos un diploma y una medalla; después me tocan las novenas Jornadas Nacionales de Cancerología, las que reorganicé. Fue entonces que monté un consultorio en la calle de Zacatecas y tenía muchos pacientes, pero requería un lugar donde radiar; me voy al Dalinde en ingreso con Javier Luna, quien después me vende su parte como socio de la bomba. Se habían formado distintos grupos, yo estaba con Javier Canseco, que estaba con Cazar y éste estaba en el grupo de Martínez González, por lo que yo radiaba a mis pacientes hasta el final, en la misma bomba. El Dr. Sánchez Cordero se quedó conmigo como socio de lo que quedaba de la bomba Cobalto, a la que se le cambiaba la fuente cuando ya estaba muy decaída y servía otra vez como herramienta de trabajo. Cuando Noriega Limón se va a la bomba de Cobalto del Hospital de México, parte de su grupo se va a uno de los Hospitales Ángeles y yo compré un consultorio en Médica Sur, pero no había ni para cuándo se construyera radioterapia y yo no tenía recursos para construir un búnker de radioterapia, por lo que finalmente ese consultorio lo vendí.

Como único dueño seguí mi labor, también con diversos radioterapeutas que iban ahí a radiar a sus pacientes, porque no había muchos equipos y los nuevos no eran tan accesibles a los pacientes, a diferencia de hoy que, por la proliferación de equipos y centros la oferta es mayor y por ende el acceso a tratamientos también, además de que la atención ya no esta tan centralizada en ciertos sitios, sino presente en muchos sitios en toda la ciudad. Igualmente, en estados de la república vecinos donde se han abierto centros de radioterapia, eso es una gran ventaja. Hoy, en cuanto a seguridad del paciente y de los mismos tratantes hemos avanzado mucho. En la radioterapia moderna la tendencia es radiar el mínimo de tejido con el fin de proteger los tejidos vecinos; la idea es radiar lo mínimo al tumor y dañar menos al tejido vecino, esa es quizá la parte esencial, a diferencia de como se hacía anteriormente.

En ese entonces el IMSS inicia las campañas del Diagnóstico Oportuno del Cáncer, iniciando en el Hospital de Oncología, mi alma mater, el maravilloso Hospital de Oncología, que desapareció con el sismo pero fue maravillosa escuela, dejo enseñanzas muy útiles. Desde entonces se han ido depurando los grandes grupos de tumores cervicouterino y mama, de pacientes muy avanzados a pacientes cada vez más tempranos mediante un diagnóstico oportuno y un tratamiento menos extenso, con la conservación de las mamas. Yo soy

Claro, ello conlleva la dificultad de precisar el volumen tumoral, cuestión indispensable

para lograr la máxima precisión y efectividad, es la tendencia de la radioterapia moderna.

Ya en el Dalinde se pulverizan los grupos y se queda Canseco, Cazar y el Dr. Sánchez Cordero. Había pocos pacientes y ciertos pleitos. Cuando Canseco se va me quedo con su parte; se va Cazar y me quedo definitivamente como único dueño de la bomba de cobalto del Dalinde. Ya por mi cuenta decido venderla y conseguir una nueva bomba que me vendió un físico quien tenía estrecha relación con la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, apoyando a conseguir los permisos y echar a andar el equipo Dalinde.

Por eso se requiere que el diagnóstico sea muy preciso, que el volumen tumoral por irradiar se identifique de la forma lo más exacta posible, porque si no cumples con esas premisas de exactitud de volumen tumoral, bastará con un pequeño núcleo celular que quede vivo y que tenga capacidad de multiplicarse, para que se presente una recurrencia tiempo después.

Antes de este cambio vino el sismo de 1985, el Dalinde queda con daños estructurales muy importantes, pero los dueños logran rehacerlo e incluso ampliarlo, haciendo todo lo que actualmente existe.

Cuando estuve en la residencia, todas las pacientes con cáncer cervicouterino eran etapas 3-4, grandes tumores; eran muy

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pocos los casos en etapa 2 y menos en etapa 1.

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partidario del tratamiento conservador del cáncer de mama mientras se pueda conservar la glándula mamaria y curar al paciente. Siempre se debe tener en cuenta que lo que se intenta es curar y preservar, son dos grandes premisas que a veces resultan antagónicas, porque a veces al preservar puede haber el gran inconveniente de que quede un pequeño grupo de células y con el tiempo habrá recurrencias, que generalmente suelen ser más agresivas y sobre todo si la recurrencia es local y regional y da metástasis a distancia, pues ya la enfermedad se hizo generalizada. Por lo que respecta a SOMERA, yo creo que la Oncología siempre ha llevado pasos muy especiales. Lo que voy a decir a mí me tocó vivirlo: cuando estuve como presidente de SMeO traté de hacer el Consejo de la especialidad. El Dr. Fernando Ortiz era quien ostentaba en

ese entonces el papel del director de los Consejos, en esa época en que apenas empezaban a abrirse éstos. Pero el Dr. Noriega Limón, reconocido radioterapeuta, decía que no, que para qué iba a haber un Consejo de radioterapia, que ni especialidad era. Yo intenté la formación del Consejo de SMeO, porque todo esto viene más o menos empatado, SOMERA surge a través del Dr. Díaz Perches y de otras personalidades más, un grupo de oncólogos radioterapeutas, que ahora se les llama radiooncólogos, aunque sólo es un juego semántico. Así nace la especialidad y nacen los Consejos alrededor de la Oncología. En México la Radioterapia, en la época de los años 60´s, todavía no estaba bien estructurada. Si querías estudiarla debías irte a Europa: Inglaterra, Francia, Suecia; los interesados no se formaban en Estados Unidos donde no estaba bien organizada, era muy poco precisa, hasta que la necesidad de tener un cuerpo propio de Radioterapia hace que en ese país se diseñe como especialidad y ahora está perfectamente organizada, aceptada y se forman excelentes radioterapeutas. Aquí en México el Dr. Noriega, en los primeros momentos pensaba que no había una razón para que hubiera Radioterapia como especialidad, un Consejo de Radioterapia, un Consejo de Oncología, pese a la insistencia de otras personas. Después de que yo cumpliera mi tiempo como presidente de SMEO ya no insistí, pero poco tiempo después se hizo el Consejo. En la creación de SMeO está el Dr. Díaz Perches y otras personalidades más alrededor de él; el Dr. Alanís Camino, sale del Hospital General y llega al Hospital de Oncología, en el que permanece algunos años y posteriormente se va a algún lugar de Estados Unidos, regresa a Monterrey y se queda ahí.

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Actualmente SOMERA es un gran éxito de todos los que participaron en su creación y han propiciado su desarrollo y crecimiento, con un gran pasado, pero sobre todo un gran futuro. Yo creo que es un gran esfuerzo el que se ha hecho, que han crecido muchísimo, yo no sé si con SMeO se pudieran comparar ambos grupos, porque todos pertenecemos a un núcleo central que se llama cáncer, que es el enemigo común y debemos permanecer más unidos en nuestro objetivo primario: la lucha contra el cáncer; unos con el bisturí, otros con fármacos y otros con las radiaciones, pero todos peleamos contra el mismo enemigo. Hoy en día los tratamientos necesitan el trabajo multidisciplinario. La mayor parte de los tumores requieren no solamente de cirugía y de radioterapia, sino del auxilio de la quimioterapia; la presencia de las tres secciones es fundamental, sin olvidar de que existen otras más que también como la Medicina Nuclear, el uso de radiofármacos, etcétera. Yo creo que la Sociedad Mexicana de Radioterapia lo ha hecho muy bien, son gente muy entusiasta, que mezclan la visión de la juventud con el conocimiento de grandes maestros, lo que la proyecta con grandes alcances, además de estar permanentemente empapándose de las novedades y conceptos actuales en el mundo aplicados en nuestro medio. En Radioterapia una de las situaciones actuales, no sé si sea ventaja o desventaja, es que ya como radioterapeuta uno no es el dueño de los equipos, sino un usuario, a diferencia de los inicios cuando nosotros nos aventuramos a la construcción de un búnker sin tener la capacidad económica, porque ésta, para un programa de radioterapia, implica construir el búnker y adquirir el equipamiento necesario conforme se vaya requiriendo, además de gastos en rentas, insumos, impuestos, permisos y demás, y eso solamente lo pueden hacer los grandes capitales. Por eso hoy tú solo no puedes competir contra esas millonarias inversiones, aunque seas muy distinguido como radioterapeuta, pues no llegas a tener esa capacidad económica y los aparatos son muy caros, además del mantenimiento y las exigencias que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias sigue teniendo, además de todo lo que conlleva al llevar y operar un Servicio: el personal técnico, físico, administrativo. En fin, es muy complejo echarlo a andar, hacer que funcione y mantenerlo no sólo operativo sino que sea sustentable.

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Dr. Pomponio José Luján Castilla HITOS EN LA EVOLUCIÓN DE LA RADIOONCOLOGÍA EN MÉXICO La radioterapia moderna se ha beneficiado de los avances tecnológicos al introducir computadoras que aumentan el rendimiento de los sistemas de tratamiento, mejorando los métodos de planeación de tratamiento y las técnicas de diagnóstico por imagen.

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as técnicas más recientes de imagen, la disponibilidad de equipo tomográfico que permiten obtener secciones del cuerpo, ponen a nuestra disposición información muy valiosa para preparar el plan de tratamiento. Hasta fechas recientes las computadoras se utilizaban en radioterapia casi exclusivamente para el cálculo de distribución de dosis, pero la evolución de software en los sistemas de planeación permite la evolución de la dosimetría puntual a la volumétrica en la actualidad, permitiendo calcular la dosis exacta para un volumen de tratamiento irregular. Lo anterior, sumando la integración de estudios complementarios (resonancia magnética, PET-CT), al poder fusionar estas imágenes permite una mejor delineación de los distintos volúmenes de tratamientos (CTV, PTV), precisar los distintos órganos de riesgos (OAR) y comprobar la exactitud de la distribución de la dosis en cada uno de los volúmenes deseados. Sin embargo, una situación importante que puede limitar nuestra capacidad como especialistas serían los costos de atención médica extraordinariamente altos; la generación de conocimiento sobrepasa en muchos casos la capacidad de asimilar y poner en práctica esta nueva información y, asociado al incremento en el número de pacientes con cáncer, amenaza con sobrepasar la capacidad de atención en nuestros Servicios de radioterapia del país. El radiooncólogo en ejercicio de la especialidad y el que está en enseñanza deben tener amplios conocimientos en Medicina básica, Medicina Interna, Anatomía, conceptos radiobiológicos actuales, Inmunoterapia e Imagenología para integrarlos y realizar la transición de las planeaciones 2D a la 3D y lo más reciente, que es la radioterapia 4D. El inicio de la enseñanza de la radioterapia empezó en1961: los dos primeros centros

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fueron el Hospital General de México y el Sanatorio 2 del IMSS; más tarde en 1963 se traslada al Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional IMSS y posteriormente se integra el Instituto Nacional de Cancerología. Estas tres sedes durante más de 50 años egresaron a la mayoría de los especialistas del país; en la actualidad ya son 12 los centros. De 2011 a 2019 se han certificado por el Consejo Mexicano de Radiooncología 162 residentes, que representan el 44.02% de los actuales 368 especialistas activos en el país. De éstos, 346 están debidamente certificados. Entre 2017 y 2019 existe un promedio por año de egresados de 24 residentes de la especialidad. De mantenerse estas cifras por año e incluso incrementarse, no se cuenta con la infraestructura actual en el país en cuanto a centros de radioterapia y cupos para absorber esta fuente de nuevos especialistas. Sabemos por una publicación realizada recientemente por el Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia (CMCR) de la

situación actual de los centros de radioterapia del país, de los recursos humanos, de infraestructura y equipos de radiación. Se cuenta con un total de 103 centros de radioterapia, de los cuales 47 son privados, representando el 45.7 % y 56 (54.3 %) son públicos. Existe un total de 162 equipos de tratamiento, 141 son aceleradores lineales, 19 son equipos de cobalto 60 y dos son los altamente sofisticados Gamma Knife. Todavía la cantidad de radiooncólogos en el país es muy baja, 368 especialistas en el ejercicio de la especialidad, lo que da un radiooncólogo por cada 345,000 habitantes. En la infraestructura de equipo y específicamente en el acelerador lineal estamos muy por debajo de los requerimientos a nivel internacional, que es uno por cada 250,000 habitantes: tenemos 1.19 por cada millón de habitantes, por lo que es necesario un cambio urgente en las políticas públicas y se debe impulsar la creación de

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nuevos centros oncológicos y Unidades de alta tecnología para evitar ser rebasados por la cantidad de nuevos residentes que están egresando. El CMCR fue fundado en 1988 y el proceso de certificación en Radiooncología representa un medio idóneo para demostrar que el profesional ha alcanzado la actualización de sus conocimientos para el desempeño de la especialidad. Es el reconocimiento de la calidad en la práctica médica en sus ámbitos técnico, científico, ético y administrativo en aras de lograr la excelencia en el tratamiento radiooncológico. Cada cinco años debe realizarse la recertificación en la que se avale por medio de cursos, adiestramientos, publicaciones y el desarrollo del ejercicio de su profesión para refrendar el reconocimiento oficial de que es un profesional con las habilidades correctas y actualizadas para continuar en el ejercicio de la especialidad.

La unidad básica de radioterapia debe contar al menos con uno o dos radiooncólogos por equipo, dos técnicos radioterapeutas por turno, uno o dos técnicos radioterapeutas por equipo de simulación; un físico médico por equipo y turno; un encargado de seguridad radiológica y un físico médico si se cuenta con braquiterapia.

tener desplazamiento del PTV. Respecto al POE continuamos con los conceptos clásicos de ALARA y se debe de adicionar los nuevos dosímetros que permiten medir las dosis de neutrones generados por las altas energías de los nuevos aceleradores lineales. Con los equipos de alta tasa de dosis el tiempo de exposición a la radiación transmitida al POE es menor.

Respecto al equipamiento lo básico debe ser un acelerador lineal con multihojas y energías de fotones y electrones; un tomógrafo simulador; sistema de planeación; equipo de dosimetría y verificación de la calidad. Debe realizar procedimientos con técnicas conformada (RT3D) y poder escalar a técnicas avanzadas, mínimo IMRT y de ser posible técnicas más complejas cómo sería SBRT, radiocirugía RT4D.

México se considera el primer país de América Latina en usar rayos X para fines diagnósticos y terapéuticos. Los conocimientos llegaron a México al mismo tiempo que en Estados Unidos y Canadá, pero no se tuvo el mismo desarrollo que en estos países. En nuestro país la Radioterapia con rayos X empezó en el año 1903 con el Dr. Eduardo Schiff al usarlo en el tratamiento de una paciente con diagnóstico de micosis fungoide, obteniendo excelente respuesta clínica.

Debe también contar con medios de fijación y de posicionamientos, es ideal tener braquiterapia de baja tasa de dosis con aplicadores ginecológicos y tener la posibilidad de contar con equipos para braquiterapia de alta tasa de dosis con aplicadores ginecológicos, mama, tumores del área de cabeza y cuello y partes blandas. Se debe considerar la calidad y seguridad del paciente y protección del Personal Ocupacionalmente Expuesto (POE). Respecto a la calidad, de una dosimetría topográfica ampliamente utilizada hasta los 80’s se ha ido evolucionando a la dosimetría volumétrica que permite irradiar con menos dosis los distintos órganos de riesgo, con mayor precisión y dosis en el volumen tumoral (PTV). En cuanto a la seguridad del paciente nos apoyamos en las verificaciones de imágenes para tratamiento y durante el mismo que nos dan la seguridad de no

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El 7 de septiembre de 1920 por acuerdo del presidente Álvaro Obregón se ceden cincuenta miligramos de radio al Hospital General de México, recibidos por el Dr. Manuel Zubieta, jefe del Departamento de Fisioterapia del Hospital y el 20 de diciembre el Dr. Carlos Dávila, Director del Hospital, inaugura el Servicio de Radioterapia. Para 1927 ya se ejercía la radiología y la radioterapia en varios hospitales de la Ciudad de México, como el General de México, Juárez, el Militar, Francés, Inglés, Americano, Español y en ciudades como Guadalajara, Monterrey y Puebla. En 1939 los Dres. Aquilino Villanueva e Ignacio Millán organizan la Unidad de Cancerología del Hospital General de México y en 1940 el Dr. Ignacio Millán realiza la adquisición de un nuevo equipo de rayos X y un gramo de radio para instalar la primera planta de Radón en México y en Latinoamérica, instalada en el Pabellón 13 e inaugurada junto a la Unidad de Cancerología del HGM, planta que funcionó por 25 años. A partir de 1940 se inicia el regreso a México de los primeros médicos radioterapeutas entrenados en el extranjero, entre ellos el Dr. Jesús María Farías, proveniente del Hospital Memorial de New York quien creó el Servicio de Radioterapia del Hospital Central Militar (1942). En 1941 regresa el Dr. Luis Vargas, proveniente del mismo hospital y se integra al Pabellón 13 de la Unidad de Cancerología del HGM; más tarde colabora en la organización del Instituto Nacional de Cancerología y creó el Servicio de Radioterapia del Hospital Infantil de México.

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En 1944 el Dr. José Noriega Limón regresa a México proveniente de Christie Hospital de Manchester y del Hospital Royal Marsden de Londres, se incorpora también al Pabellón 13 y más tarde con el Dr. Vargas crean el Departamento de Radioterapia del Instituto Nacional de Cancerología y del Hospital 20 de Noviembre, él es responsable de la planeación y evolución del Instituto Nacional de Cancerología donde fungió como director durante muchos años. El Dr. Guillermo Montaño Islas regresa en 1946 proveniente de Frankfurt, Hamburgo y Estocolmo, integrándose al Pabellón 13 y fue director de la Unidad de Oncología del HGM hasta 1970.

salida de los tubos y agujas de radio para la aplicación a los pacientes, así como los primeros manuales de procedimientos de seguridad radiológica en el país. En 1960 se creó el Instituto de Seguridad de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), dando origen al Hospital General 20 de Noviembre, en el que en 1962 el Dr. José Noriega Limón creó los Departamentos de Radioterapia

En 1943 se dio la creación de diversos centros de radioterapia en diferentes partes del país: el Departamento de Roentgenterapia y el de Curieterapia del Hospital Civil de Guadalajara. Se crea la Unidad de Oncología del Hospital Infantil de México. Se crea el Instituto Mexicano del Seguro Social y en el Sanatorio 2 se desarrolla la Radiología Oncológica y la Radioterapia, creándose el primer Departamento de Física Médica en México. El 18 de diciembre de 1946 se creó por decreto del presidente Manuel Ávila Camacho el Instituto Nacional de Cancerología, siendo el primer director el Dr. Enrique Barajas Vallejo e inicia labores en 1949 en el dispensario anticanceroso “Dr. Ulises Valdés” situado en la calle de Chopo 131. En agosto de 1956, por gestión del Dr. José Noriega Limón se instaló la primera unidad de Cobalto 60 en México, el Theratrón jr, la segunda en Latinoamérica después del Hospital Asolando Machado, Río de Janeiro, Brasil en 1955 y fue instalada en el Instituto Nacional de Cancerología ubicado en Chopo 131. En septiembre de 1957 se instaló la segunda unidad de este tipo en México, el Theratrón B y la tercera en Latinoamérica, en el Sanatorio 2 (IMSS) ubicado en Niños Héroes 151, siendo el Dr. Rafael Martínez el radioterapeuta responsable. A finales de 1957 el Dr. Rodolfo Díaz Perches regresa a México del Middlesex Hospital de la Universidad de Londres, Inglaterra, integrándose a la Unidad de Oncología del Hospital General de México y al Hospital Francés; en 1959 inicia la reorganización de dicha unidad y realiza las primeras calibraciones de los equipos de rayos X existente. Se inician los primeros controles radiográficos de las aplicaciones de braquiterapia y se elaboró un contenedor para las fuentes de Radio 226 que no existían, control de entrada y

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los Dres. Mauricio García Sáinz, Carlos Armendáriz, Guillermo Casabs, Luis Bayardo. En las siguientes, los Dres. Arturo Beltrán, Carlos Sánchez Basurto, Francisco Millán y muchos más. El 15 de mayo de 1961 se inauguró el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional IMSS; a donde se traslada el Sanatorio 2 en 1963, instalando el primer Betatrón en México y tres unidades de Cobalto 60, modelos Gammatrón, Telegamma y Tehratrón, dos aparatos de rayos X, otros dos de rayos X de baja energía para terapias superficiales, un simulador, 850 miligramos de radio 226 y el primer equipo de carga diferida con control remoto con Cobalto 60 para braquiterapia, el Cathetron y, posteriormente, dos aceleradores lineales. En 1967 se estructura la Unidad de Oncología del HGM y se instalan dos unidades de teleterapia, una de Cobalto 60 y otra de Cesio 137. Para esta época se incorpora el Dr. Francisco Alanís Camino, proveniente del Memorial Sloan Kettering de New York, quien inició el proyecto de aplicación de braquiterapia con carga diferida de baja tasa de dosis; en colaboración con el Dr. Díaz Perches

y de Física e inicia labores con dos unidades de Cobalto 60 y un equipo de rayos X. La enseñanza de la radioterapia en el país empezó a partir de 1961 cuando se estableció la residencia de Radioterapia y Oncología por los Dres. Guillermo Montaño Islas cómo titular y Rafael Martínez González y Rodolfo Díaz Perches como adjuntos, siendo las sedes el Sanatorio 2 del IMSS y la Unidad de Oncología del HGM respectivamente, empezando en México la formación de las primeras generaciones de radioterapeutas y oncólogos. De esa primera generación egresó la mayor parte de los eminentes especialistas en el área, como SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


diseña los primeros aplicadores en México para la carga diferida con radio. En 1971 se instaló el Centro Regional Secundario de Calibración y Dosimetría por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) en el Hospital General de México, siendo el sexto en el mundo y el segundo en Latinoamérica, cuyo primer jefe fue el físico Víctor M. Torres. En 1972 el Dr. José Noriega Limón es nombrado Director del Instituto Nacional de Cancerología y se hace una reestructuración de éste creando la Divisiones de Cirugía, Radioterapia y Medicina Interna y el Departamento de Física Médica. En 1977 se instalaron en el INCan dos unidades de Cobalto 60 y en julio de 1980 con el traslado a sus nuevas instalaciones en San Fernando 22, Tlalpan, se instala un acelerador lineal con múltiples energías, un equipo de rayos X para terapia superficial y un simulador CGE. En 1993 siendo jefe de la División de Radioterapia del INCan el Dr. Ernesto Gómez, se instalan dos nuevas unidades de Cobalto, un acelerador lineal, un simulador y un equipo completo de dosimetría.

el Hospital San Javier de Guadalajara fue la primera institución en Latinoamérica en tenerla a partir de 1994 y el Hospital Médica Sur a partir de 2000. El 1 de julio de 2005 se trata al primer paciente en la nueva Unidad de Radioterapia del HGM, cuya remodelación fue planeada y realizada por el Dr. Eduardo Arana Rivera como jefe del Servicio de Oncología y el Dr. Rodolfo Díaz Perches en calidad de consultor técnico de Oncología, siendo jefe de Radioterapia el Dr. Pomponio José Luján Castilla. Esta nueva Unidad dispone de dos aceleradores lineales multihojas, uno para procedimientos de radiocirugía, dos unidades de Cobalto, dos

A partir de 1998 inician los primeros tratamientos de radiocirugía con acelerador lineal en el país: el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre a partir de agosto de 1998; el Hospital General de México en diciembre de 1999; el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en diciembre de 2002 y es la única institución en el país que forma radioneurocirujanos. En cuanto a la tecnología del Gamma Knife simuladores, tomógrafo para reconstrucción y planeación en 3D, siendo el primero de su tipo en el país. Cuenta con braquiterapia de tasa baja de dosis con 25 fuentes de Cesio 137, braquiterapia de alta tasa de dosis con Iridio 192 (Micro Selectrón) y un quirófano propio único en el país por estar dentro de la misma unidad de radioterapia. Se realizan planeaciones de la más alta tecnología como radioterapia conformacional (RT3D), radiocirugía y SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

radioterapia de intensidad modulada (IMRT), siendo el primer centro del país y el octavo en Latinoamérica en realizar procedimientos de IMRT, cuyo primer caso tratado con IMRT fue un paciente con diagnóstico de cáncer de próstata el 11 de septiembre de 2006. Se han realizado las primeras publicaciones en el país sobre radioterapia de intensidad modulada y sobre aspectos clínicos en diversos tumores cómo cáncer de próstata, tumores de cabeza y cuello, ginecológicos, tubo digestivo, mama y otros tumores. A partir de 2006 muchas instituciones tanto públicas como privadas en el país iniciaron la nueva era de la tecnología de la radioterapia que ha generado el crecimiento en la aplicación e investigación sobre ésta, generando tratamientos de alta precisión. Actualmente en el país se administran tratamientos de radioterapia conformada (RT3D), radioterapia de intensidad modulada (IMRT), radioterapia de arco volumétrico modulado (VMAT), SBRTSABRT, IGRT e igualmente procedimientos como radiocirugía intracraneal y extracraneal, radioterapia adaptativa. El 40 % de los cánceres se curan gracias a la Radioterapia, bien como tratamiento único (radical) o asociada a la cirugía o quimioterapia. Para aquellos casos que no se pueden curar, puede mejorar la calidad de vida al brindar alivio del dolor y otros síntomas. El cáncer abre las puertas de un infierno celular de incierto porvenir. Pero es su paradoja: también abre la compuerta de los valores más elevados y hermosos del ser humano. Es curioso cómo el asomo de la muerte muestra el rostro que le da sentido a la vida. Los avances en la Radiooncología tanto en tecnología como en Biología o en combinación con otras modalidades han tenido un impacto significativo en la atención del paciente. El progreso continúo en la Investigación Molecular, la Imagenología y la Nanotecnología avanzara aún más en el campo de la Radiooncología, un componente integral de la atención del cáncer ahora y en el futuro.

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CAPÍTULO II Mesa Directiva 2018-2020 de SOMERA Integrantes, logros, aportaciones y retos

Dr. Jesús Armando Félix Leyva PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA 2018-2020 DE SOMERA La Sociedad Mexicana de Radioterapeutas, SOMERA, es una asociación de médicos radiooncólogos cuya misión es fomentar la educación médica continua e investigación. Es una agrupación nacional sin fines de lucro que asocia a médicos dedicados al estudio y tratamiento de pacientes por medio de radiaciones ionizantes o a los profesionales que participan en el desarrollo y la aplicación de una radioterapia de calidad.

P

rocura el mejoramiento de la especialidad en los aspectos científico, ético y social a través de sus miembros. Favorece, promueve y coordina el trabajo e intercambio científico entre los mismos; participa en la realización de eventos nacionales e internacionales sobre la especialidad de Radioterapia. Establece publicaciones científicas de carácter periódico que constituyen la expresión de los radiooncólogos mexicanos; colabora o genera nexos con instituciones de educación superior con la elaboración de trabajos de enseñanza de la especialidad. Colabora y trabaja conjuntamente con el Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia. Contribuye a la interdisciplina e interactúa con físicos médicos y técnicos radioterapeutas para mejorar los estándares de calidad de la Radioterapia y centrarnos en la seguridad de los pacientes.

Trabajo permanente en favor del paciente SOMERA fue fundada el 19 de marzo de 1981, cuando se registró oficialmente por los Dres. Rodolfo Díaz Perches, Mauricio García Sáenz, Lourdes Flores López, Humberto García González y César Alcalá Martínez, estableciéndose como Sociedad Mexicana de Radioterapeutas A.C., estipulándose que la Mesa Directiva

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se renovaba cada dos años. Desde entonces diferentes personalidades, expertos radiooncólogos, han presidido las diferentes administraciones. Somos un conjunto de radiooncólogos mexicanos que trata de agrupar al mayor número de los mismos para que tengan beneficios en cuanto a educación médica continua, productividad científica, investigación y generar nexos con otras sociedades a nivel global, incluyendo las diferentes sociedades latinoamericanas de Radioterapia u otras de gran importancia como sería la Sociedad Americana de Radioterapia ASTRO, la Sociedad Europea de Radioterapia ESTRO, el Círculo de Radioterapeutas Oncólogos IberoLatinoamericanos (CRILA, posteriormente ALATRO) y también algunas otras organizaciones con las cuales recientemente se han logrado nexos académicos, como sería la Sociedad Internacional de Radiocirugía ISRS. Durante este periodo de dos años, la Mesa Directiva correspondiente buscó generar y desarrollar la educación médica continua con sesiones mensuales o incluso cada 15 días para continuar con este crecimiento

académico, con temas actuales, de interés y destacar un aspecto muy importante: la seguridad de la radioterapia en nuestros pacientes; esto es impulsar la implementación de técnicas modernas de Radioterapia que incremente el control local y disminuya los efectos secundarios agudos y a largo plazo. De manera tradicional SOMERA celebra un congreso bianual con el cual cierra con broche de oro la gestión de la Mesa Directiva correspondiente, donde asumí la presidencia en 2018. Previo a nuestra gestión la Dra. Adela Poitevin y también los presidentes anteriores realizaban un esfuerzo continuo para reforzar la educación médica continua y la investigación. Hemos reforzado esa actividad académica porque es cada vez más importante y nos interesa que la Radioterapia más actual y versátil se incorpore a México, para que

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se obtengan beneficios para los pacientes pediátricos y adultos, que se incrementen técnicas modernas, tales como 3D, IMRT, VMAT, acompañadas de IGRT, SBRT y más recientemente la SBRT/SRS y la radioterapia adapatativa en tiempo real, esta última ya instaurada en algunos países del mundo. Considero que el cambio más importante de SOMERA es que nos hemos incorporado a la dinámica global de crecimiento científico y establecer nexos con algunas revistas indexadas y relevantes, tales como Reports of Practical Oncology and Radiotherapy y además fomentar la multidisciplina con otros oncólogos, ya sean quirúrgicos o médicos y generar nexos con la Sociedad Mexicana de Estudios Oncológicos (SMeO); con quienes, por ejemplo, recientemente celebramos una sesión conjunta sobre el manejo de oligometástasis. Sin duda ha habido un cambio favorable hacia la modernización y la evolución académica de SOMERA durante los 4-6 últimos años, lo que hace que SOMERA no quede rezagada sino que siga evolucionando, se incorpore a la modernidad, con la difusion de nuestras

sentido. Igualmente, deseamos equipos lo suficientemente seguros que por lo menos nos permitan dar radioterapia con acelerador lineal y radioterapia 3D conformacional; eso sería lo básico que se requiere en un centro: un tomógrafo simulador y un sistema de planeación. Idealmente, se deben incorporar técnicas modernas como radioterapia de intensidad modulada, radioterapia con arco rápido, radiocirugía y radioterapia estereostática corporal. Definitivamente se requiere la preparación de los radiooncólogos en todos los aspectos y contar con equipos multidisciplinarios compuestos por físicos médicos y técnicos radioterapeutas de alta competencia y también tener un clima organizacional favorable, que conduzca a trabajar en equipo y a que siempre nos enfoquemos en el paciente, quien es el centro de atención siempre, para que con ello logremos la Radioterapia de la más alta calidad y mayor exactitud. Desafortunadamente, la Radioterapia en nuestro país se encuentra centralizada. Los centros que la brindan y tienen más infraestructura moderna son la Ciudad de México en primer lugar; Monterrey; Guadalajara y a partir de ahí se va dispersando el número. Hay desde equipos bastante sofisticados y modernos hasta otros en franco rezago o cercanos a agotar su

actividades a traves de redes sociales, entre otras.

Modernización y suficiencia de equipo, un enorme reto Nuestro reto actual es generar una Radioterapia moderna. Sin embargo no tenemos la infraestructura que quisiéramos, de hecho el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) menciona que se requiere una acelerador lineal por cada 250 mil habitantes y nosotros tenemos gran rezago en ese

vida útil. Los más modernos, que nos permiten hacer radioterapia guiada en tiempo real, brindan mayor seguridad para hacer tratamientos con dosis extremas o dosis ablativas, rastreo intrafracción y lograr una precisión y exactitud submilimétrica.

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Por el contrario, hay equipos básicos, como serían técnicas en 2D , con aceleradores lineales no actualizados o unidades de cobalto 60, y estos tienen la desventaja de exponer una mayor cantidad de tejido sano a la radioterapia y por lo tanto hay mayor toxicidad tanto aguda como tardía; el control local se alcanza pero a expensas de mayor toxicidad. Entonces, requerimos de equipos seguros, actuales, que nos permitan hacer una terapia convencional si queremos utilizar hipofraccionamiento, dosis moderadas o muy altas de radiación, radiocirugía, etcétera, donde se requiere de un equipo bastante preciso y sería bastante peligroso no tener a la gente capacitada, entrenada y el equipo adecuado para este tipo de técnicas. Estamos frente al reto de la cobertura del número de habitantes en el país con el suficiente número de aceleradores lineales. Aunado a ello, hay un poco más de infraestructura en el centro y norte del país que en el sureste o suroeste, por ejemplo Chiapas tiene una unidad de cobalto 60 que es un equipo bastante práctico, la terapia en 2D bien hecha es adecuada, pero necesitamos evolucionar a no usar ya unidades de cobalto 60 e implementar el uso de aceleradores lineales, con tecnología de punta.

Seguridad y humanismo, consigna en la especialidad En cuanto a la seguridad y la calidez en la atención al paciente, es muy importante el humanismo que debe tenerse en esta especialidad, tratamos a pacientes muy sensibles, debido a que la mayoría de ellos padecen cáncer, de los que quizá el 60 o 70% probablemente van a requerir radioterapia en alguna fase de su enfermedad, que se empleará de manera curativa, en forma operatoria, adyuvante, paliativa o de rescate. Por ello, aparte de contar con la infraestructura, debemos explicarle al paciente en qué consiste el tratamiento, cuál es su objetivo, los riesgos de toxicidad aguda y a largo plazo y siempre tranquilizarlo indicándole que vamos a emplear una técnica correcta para cada escenario y que, de hecho, uno de los avances que ha tenido la Oncología es la Medicina de Precisión o Medicina Personalizada basada en factores que agrupan a los pacientes como de bajo riesgo, riesgo intermedio, alto riesgo y muy alto riesgo. Basado en ello se decide a quién dar o no radioterapia. Esto va desde

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la selección del paciente, explicarle qué es la radiación, cómo actúa, cuál es el beneficio y riesgos de la misma. Hablando de protección, es importante considerar detalles de seguridad por parte del técnico radioterapeuta y del mismo médico, desde la fase previa, al colocar al paciente en la sala de tratamiento, mencionar su identidad, su nombre completo, su edad, preferentemente contar con una fotografía digital en el equipo para la identificación correcta del paciente y no tratarlo de forma errónea. También ver el sitio anatómico, la lateralidad de la lesión y otros rubros para que no vayamos a cometer algún error o tener algún efecto adverso desde el punto de vista de seguridad para el paciente. Además, el hecho de hacer una imagen guiada diaria nos permite tener un rastreo, por lo menos interfracción, entre cada fracción; lo ideal sería hacerlo intrafracción, pero al menos se han implementado medidas de seguridad radiológicas. La Radioterapia ha avanzado enormemente y se están empleando equipos mucho más versátiles, seguros, como la radioterapia guiada por resonancia magnética y la radioterapia adaptativa, que nos permiten una menor exposición a radiación durante la imagen que estamos tomando durante el tratamiento. La radioterapia adaptativa permite ajustarnos a los cambios en el volumen blanco que inicialmente planeamos y que probablemente se modifique, adaptando la radiación en cada momento o etapa del tratamiento para que haya mayor control local y menor toxicidad. En cuanto a los equipos multidisciplinarios, dentro del algoritmo de la organización de un equipo de radioterapia, la parte medular y central es el paciente y alrededor de él están varios puntos que involucran al staff médico, compuesto por radiooncólogo, técnico radioterapeuta, físico médico y dosimetrista, que interactúan en todos los procesos para logar un plan óptimo y seguro para el paciente. Interactuamos con las especialidades de Cirugía Oncológica y Oncología Médica para establecer el mejor protocolo de manejo para nuestro paciente, haciendo sesiones conjuntas para discutir los casos y tomar la mejor decisión. Establecer indicadores dentro de un Servicio de Radioterapia es fundamental para disminuir los tiempos de espera para iniciar radioterapia, agilizar los procesos para que los pacientes reciban el tratamiento en tiempo y forma, así como disminuir las interrupciones en los tratamientos.

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Para un manejo convencional, lo ideal es, en cuanto a tiempos de espera y de acuerdo al indicador global del Organismo Internacional de Energía Atómica, que un paciente no espere más de 15 días para el inicio de la radioterapia y, con una técnica más sofisticada y moderna como sería radioterapia guiada por imagen o adaptativa, sea en menos de 21 días.

Creciente presencia de la Radioterapia en diversos padecimientos En cuanto a padecimientos, hay avances muy importantes en el manejo de neoplasias primarias que pueden curarse con radioterapia. Se han establecido ya protocolos muy importantes, por ejemplo, tenemos un problema de salud pública como es el cáncer cervicouterino en México, donde el número de casos va en aumento o con cierta tendencia a ser el mayor problema de salud pública en el aspecto ginecológico, por lo que se han establecido ya pautas de manejo con radiación y quimioterapia concurrentes y braquiterapia. El ejemplo de cáncer cervicouterino nos hace reflexionar que la braquiterapia en México requiere de un mayor avance y progreso. Debemos evolucionar y trascender de la braquiterapia 2D a la 3D, los volúmenes se adaptan al residual tumoral y ya no estamos basados en puntos geométricos sino en volúmenes reales que se adquieren a través de tomografía computada o resonancia magnética.

hormonal, etcétera; considero que se ha avanzado más en la selección y en la prescripción de radiocirugía y metástasis cerebrales y además ya hay parámetros específicos de acuerdo al tumor, para decidir qué paciente es candidato a radiocirugía, no solo por el número sino también el tipo de tumor primario; hay una clasificación especifica de acuerdo al grado y al pronóstico en cada paciente. Otro ejemplo, el cáncer de próstata, otro problema de salud pública en México. También ya está claramente definido, de acuerdo a los grupos de riesgo, el manejo que se va a seguir en pacientes de muy bajo riesgo, bajo riesgo, riesgo intermedio favorable, desfavorable, alto y muy alto riesgo. Y también en la adición

De izquierda a derecha: Dr. Jesús Armando Félix leyva, Dra. Michelle A.Villavicencio Queijeiro, Dr. Juan Antonio Reyes y Dra. Dolores de la Mata Moya.

En cáncer de pulmón, la combinación de quimioterapia y radioterapia, junto con inmunoterapia secuencial, ha permitido mayores tasas de control local y supervivencia global. En metástasis cerebrales, el escenario es cada vez más frecuente, también ha habido avances con las técnicas modernas de radiación, como sería la radiocirugía. En este caso evitamos la irradiacion holocraneana para evitar secuelas como el deterioro neurocognitivo, alteraciones a la memoria reciente o de tipo SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


de radioterapia post operatoria de cáncer de próstata, en qué momento se hará: si de manera temprana o como rescate se debe emplear o no radioterapia u hormonoterapia. En el terreno de oligometástasis (presencia de lesiones metastásicas, generalmente en un número igual o menor a 5), grupo de pacientes que hasta hace poco tiempo se consideraban incurables, existen progresos importantes por el advenimiento de nuevos esquemas de quimioterapia, inmunoterapia y de la radiación con dosis extremas o dosis ablativas, la radioterapia estereostáctica corporal se ha convertido en una herramienta muy importante en la curación de esos pacientes. Ha habido avances significativos en todos los escenarios de la Oncología. La Radiooncología pediátrica es un tema fundamental, los niños son parte prioritaria en la atención. Requieren de una atención igual pero mucho más cercana, con expertos en el tema y con probada experiencia, porque debemos seleccionar adecuadamente las dosis, los cambios de tratamiento y qué pacientes son o no candidatos a radioterapia, hacer una selección de pacientes que recibirán radiación y emplear una técnica mucho más moderna, exacta, con todos los parámetros de inclusión. Radiar a un niño es muy delicado, requiere de un conocimiento bastante preciso de la conducta biológica tumoral en niños y de que tenemos que elegir el esquema más adecuado en cuanto a la dosis total, al fraccionamiento y al volumen de tratamiento que vamos a dar para aumentar el control local y dejar la menor posibilidad de efectos secundarios en un niño.

Radioterapia en la pandemia de COVID-19 Para los oncólogos, el cáncer no espera y no sabemos cuándo se va a resolver esta pandemia, por lo que seguimos atendiendo a nuestros pacientes oncológicos. Se han generado ya guías internacionales del manejo oncológico de los pacientes en tiempos de COVID y se está dando prioridad a esquemas adaptados en cuanto dosis total o el número de fracciones, se tiende más a promover el hipofraccionamiento moderado o extremo, esto significa que en vez de dar 5 semanas de tratamiento se acorta a 2 y media o incluso hasta 5 días con esquemas de tratamiento ablativos o con radiocirugía. Sin embargo, si vamos a emplear hipofraccionamiento moderado o extremo

en tiempos de pandemia, necesitamos la infraestructura suficiente para aplicar un manejo seguro y de calidad a nuestros pacientes. Nos hemos adaptado y le damos prioridad a las urgencias, a pacientes que vienen con síntomas que requieren paliación y los tratamos de forma urgente. Hay pacientes en el área de cabeza y cuello o con tumores malignos de sistema nervioso central que son prioritarios. Cada escenario es distinto; por ejemplo, un cáncer de próstata de bajo riesgo o riesgo intermedio favorable puede esperar y podemos manejarlo con conducta expectante, vigilancia u hormonoterapia y posteriormente darle radioterapia, o si nos inclinamos a prescribirle radioterapia, buscar un hipofraccionamiento moderado o extremo y, de acuerdo al riesgo de cada paciente, tomar la decisión de radiar o no.

Promover y difundir el conocimiento La globalización de la Medicina es fundamental. Las redes sociales son parte indiscutible de la vida diaria, tanto en el aspecto personal como en el profesional. Y en una sociedad médica, uno como profesional trata de compartir información interesante, la gente comparte sus experiencias y las sesiones académicas virtuales que tenemos de forma mensual están precisamente diseñadas para que el usuario, en seminarios en línea a través de diferentes plataformas, acceda a expertos del tema específico y nos dan un panorama actual de la patología de que estamos hablando.

como profesor titular de la especialidad de Radiooncología en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, la situación nos llevó a tener clases vía streaming y de esta forma tener una educación médica continua y cumplir con la normativa de exámenes y acreditación de los alumnos.

Legado de la gestión SOMERA 2018-2020 La Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de Radioterapeutas, A.C., conformada por su servidor como Presidente; la Dra. Dolores de la Mata, Secretaria; el Dr. Juan Reyes, Tesorero y la Dra. Michelle Villavicencio en el Cómite de Educación, hemos trabajado de forma persistente y ardua para traer a nuestro país las actualidades y avances de la radioterapia, asimismo fomentar la investigacion y la educacion médica continua, promover la implementación de técnicas seguras, con los mas altos estándares de calidad de radioterapia para la seguridad de nuestros pacientes. Como radioterapeutas debemos tener presente siempre nuestra misión y compromiso de servir, con la más alta calidad y seguridad. Debemos centrar nuestra atención y enfocarnos en nuestros pacientes, agregarle el más alto sentido de responsabilidad y humanismo a nuestro quehacer diario; fomentar la investigación y la educación; generar los mejores profesionales en radioterapia; darle toda la importancia a la interdisciplina para obtener los mejores resultados y ofrecer técnicas seguras de la más alta precisión para la seguridad y beneficio de nuestros pacientes.

SOMERA tiene Facebook, Twitter, Instagram y una página web que hemos modernizado; se ha generado un link para que los asociados interactúen con otros grupos oncológicos, otras sociedades, publicaciones, etcétera, para que este sitio web realmente sea amigable, dinámico, útil, que los asociados la vean como una página atractiva en la que pueden buscar lo que necesitan. Definitivamente la pandemia nos cambió la vida y, en el aspecto educativo, también yo

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Dr. Luis Héctor Bayardo López VICEPRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA 2018-2020 DE SOMERA Y PRESIDENTE 2021-2023 Desde hace varios años, la radioterapia ha venido ganando terreno en las opciones terapéuticas que se ofrecen al paciente oncológico gracias al avance tecnológico que permite obtener mejores resultados y de manera más segura.

E

n México, en la última década se ha presentado un avance importante, migrando de técnicas 2D a técnicas modernas como la IMRT, 3D, entre otras. Lo anterior incluso en el sector público, donde vale la pena destacar la inversión efectuada en instituciones como el IMSS. Lo anterior permite administrar mayores dosis al tiempo que se minimizan los efectos secundarios a corto, mediano y largo plazos. Aunado a ello, a nivel mundial, y México no es la excepción, se buscan tratamientos cada día más precisos, los que se realizan actualmente apoyándose en estudios diagnósticos como el PET/CT, biología

molecular, etcétera, estableciéndose esto como un estándar. Para poder desarrollar las técnicas de vanguardia en materia de radioterapia, en nuestro país se cuenta ya en las principales ciudades con aceleradores lineales modernos, que son capaces de administrar técnicas de vanguardia como IMRT y técnicas derivadas como Rapid ARC, Arcoterapia de intensidad modulada (VMAT), así como radiocirugía o radioterapia en condiciones estereotáxicas (SBRT). Considerando fenómenos como el envejecimiento poblacional, el crecimiento demográfico, la exposición cada vez mayor a agentes potencialmente cancerígenos,

etcétera, desde la perspectiva de la Radiooncología se debe continuar trabajando como especialistas y, de manera particular como miembros de SOMERA junto con los organismos gubernamentales, ya que aún falta camino por recorrer y no son suficientes las máquinas de tratamiento para el tamaño de nuestra población. Según las diferentes guías internacionales se recomienda un acelerador lineal por cada 80,000 habitantes, pero también hay recomendaciones de uno por cada 250,000 habitantes, dependiendo del organismo que emite la recomendación. Asimismo, se debe fomentar el trabajo con especialidades afines para ofrecer este tipo de tratamiento de manera oportuna y desde una perspectiva inter y multidisciplinaria. Sobre la situación de la investigación en nuestro país, así como el acceso y difusión del conocimiento en esta materia, cada día es más frecuente que nuestras instituciones, especialmente a nivel público, participen en estudios internacionales para el desarrollo de nuevos esquemas de tratamiento con radioterapia en modalidad única o en concomitancia con quimioterapia o terapias blanco. Igualmente, instituciones de nuestro país publican trabajos internacionales que marcan la pauta en patologías como cáncer cervicouterino o las propias del Centro Nacional de Radioneurocirugía del Centro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social en Guadalajara con protocolos de tratamiento para malformaciones arteriovenosas, lesiones metastásicas y tumores primarios

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cerebrales benignos y malignos, por citar algunos ejemplos. En cuanto a la formación de las nuevas generaciones de recursos humanos en esta materia, a diferencia de lo que sucedía en décadas pasadas donde la residencia de Radioterapia solo se podía cursar en la Ciudad de México, en la actualidad existen diversas sedes a nivel nacional. Nuestra sede inició la formación de especialistas desde 2012 y, cabe señalar que han obtenido en los últimos años excelentes resultados en el examen del Consejo de la especialidad, ocupando los primeros lugares. Asimismo, existe un déficit de técnicos radioterapeutas, por lo que este año iniciamos en esta sede el curso de Formación Técnica en Radioterapia para abastecer de estos profesionales indispensables para la buena práctica de la especialidad no solo a nuestro hospital sino al resto de la república. El papel del radiooncólogo que nos trate en un futuro inmediato es muy claro: su participación será cada día más importante no solo por la frecuencia de aparición de patología oncológica sino porque en diversas patologías se debe considerar ya a los pacientes como crónicos; la posibilidad de requerir tratamiento con radioterapia será mayor y se deberá pensar no solo en el control de la enfermedad sino en minimizar los efectos secundarios a largo plazo. Como nuevo Presidente de SOMERA, entre los retos más importantes en nuestro país en materia de Radiooncología y radioterapia y como parte del plan de trabajo que nos hemos trazado, se deberán realizar acciones encaminadas a concientizar a las autoridades estatales y federales para que, especialmente a nivel público, se puedan crear más centros oncológicos con equipos y especialistas en Radioterapia buscando alcanzar las cifras recomendadas conforme al número de habitantes. Igualmente se buscará continuar fomentando las relaciones con especialidades afines para posicionar a la radioterapia como pilar del manejo multidisciplinario oncológico, además de buscar la participación de todo aquel miembro interesado en compartir su conocimiento con el resto de los miembros de la Sociedad, independientemente de la sede donde se encuentre ejerciendo o de sus años de experiencia, ya que pueden ser igualmente valiosas las aportaciones tanto de las generaciones recién egresadas como de aquellos miembros

de mayor trayectoria. Además, darle el valor y reconocimiento a la experiencia de los centros hospitalarios y radiooncólogos mexicanos que están a la par o en algunos casos puede ser superior a la de algunos centros o médicos extranjeros en diversas patologías o técnicas de tratamiento. A este respecto, comparativamente con sus homólogos de otros países, el radiooncólogo mexicano ha avanzado notoriamente y en la actualidad la brecha se ha acortado significativamente entre nuestro país y los que tradicionalmente han marcado la pauta en Radiooncología. Si bien, como he mencionado falta un mayor número de aceleradores lineales especialmente fuera de las tres principales ciudades, el avance en la última década es importante; el IMSS, por citar un ejemplo, en el sexenio pasado instaló 12 aceleradores líneales en diferentes ciudades. Asimismo, salvo la terapia con protones, se cuenta con el resto de las plataformas como aceleradores convencionales, aceleradores dedicados para radiocirugía, Cyberknife, Gamma Knife, tomoterapia y equipos de braquiterapia de alta dosis por citar algunos ejemplos. Los médicos radiooncólogos cada día egresan con mejor preparación y gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación el proceso de educación continua puede ser equiparable. En el caso de nuestros residentes que deseen efectuar un adiestramiento en el extranjero se apoya para que lleven a cabo dicha rotación. En cuanto a la seguridad del paciente y la protección del Personal Ocupacionalmente Expuesto, ese rubro desde hace muchos años está perfectamente vigilado por

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la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) para todas las instalaciones que utilizan radiación ionizante con fines médicos o industriales, y como Sociedad estaremos colaborando con ese organismo. Además, es responsabilidad de cada institución el efectuar por lo menos de manera anual un curso de reentrenamiento para el Personal Ocupacionalmente Expuesto y en nuestro Departamento se tiene especial atención a cubrir ese rubro. Por lo que respecta a la importancia de la certificación y recertificación como especialista en este rubro, la certificación es fundamental para garantizar que el egresado tenga los conocimientos básicos indispensables para ejercer la especialidad con calidad y ética profesional, evaluando no solo a el egresado, sino de manera indirecta a la sede donde fue formado. Estamos conscientes de que existe una

También consideramos importante que los profesionales de esta rama estén afiliados a SOMERA, por los beneficios y la oferta de la Sociedad principalmente en lo que se refiere a educación continua. Estamos en una época donde se genera demasiada información y es complejo practicar la especialidad y revisar toda la literatura relacionada; SOMERA puede ayudar a los miembros seleccionando la información más importante y difundirla mediante congresos, conferencias virtuales, correos electrónicos, etcétera. Aunado a ello, como mencioné previamente, existen aún diferencias importantes entre los distintos centros que ofrecen tratamientos con radioterapia y mediante la participación de los diferentes especialistas se puede compartir el conocimiento que se genera en nuestros hospitales y centros de radioterapia buscando acortar esa brecha. Asimismo, SOMERA orienta y apoya a los médicos que realizan su residencia de especialidad, principalmente a nivel de educación médica continua y al fomentar intercambios y apoyos con sociedades o instituciones de salud de otros países, buscando el intercambio científico y cuando la situación sanitaria lo permita, gestionar rotaciones en el extranjero. Junto con el Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia se buscará que las sedes formadoras cuenten con las condiciones para la formación de residentes de la especialidad.

brecha tecnológica entre las diferentes sedes, situación que se torna en cuenta en el momento de evaluar a los alumnos. SOMERA tradicionalmente trabaja de la mano del Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia y en nuestra gestión especialmente tenemos una excelente comunicación con el Dr. Cuauhtémoc de la Peña, Presidente del Consejo por los próximos dos años.

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Finalmente, quisiera decirle a la comunidad de radiooncólogos, con motivo de este nuevo encargo y considerando también el actual contexto de la epidemia por COVID-19, que es un honor poder presidir a SOMERA, que históricamente ha sido presidida por destacados radiooncólogos mexicanos. Agradezco su confianza y, junto con mi Mesa Directiva, asumimos el compromiso para continuar posicionando a SOMERA a nivel nacional e internacional como una Sociedad que favorece el intercambio científico entre su miembros y especialidades afines. En relación a la situación sanitaria actual por el COVID-19, todos deseamos que en breve podamos volver a encontrarnos y seguir construyendo los lazos que nos unen de manera presencial y trabajaremos para organizar un gran congreso el próximo año, deseando que no sea solo de manera virtual, pero mientras tanto tenemos que encontrar los medios para poder seguir adelante mediante las diferentes plataformas tecnológicas con las que contamos.

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Dra. Dolores de la Mata Moya SECRETARIA DE LA MESA DIRECTIVA 2018-2020 DE SOMERA Hemos podido mantener nuestros objetivos iniciales y adaptarnos a esta nueva normalidad, reconvertirnos y trabajar en nuestro objetivo, la educación, estar comprometidos con nuestros radiooncólogos y lograr un gran crecimiento en cuanto a cursos, capacitación, talleres, incluso con actividades gratuitas. Se ha impulsado intensamente el acceso y la interacción, para que todo el mundo pueda aportar.

más beneficios y la Sociedad puede invertir en educación y formación, que es fundamental para el crecimiento de la especialidad y en el tratamiento del cáncer.

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cupar un cargo en SOMERA, en expansión en cuanto a número de radiooncólogos en el país y en pleno proceso de transformación y modernización, representó todo un reto. En 2010 teníamos 200 radiooncólogos y ahora somos 400; la tecnología nos ha ayudado y contamos con página web y algunos medios de comunicación en línea. Se hacían algunas sesiones académicas solamente en la Ciudad de México y ahora incorporamos a toda la república; en 2019 fueron en Mérida, Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México, para incluir a todos los radiooncólogos, no solo los que se concentran en grandes núcleos urbanos, para así fomentar la educación. A causa de la pandemia no pudimos realizar nuestro congreso bianual en Mérida, por lo que migramos a un modelo virtual con sesiones por demanda mensuales, con diferentes tópicos, todas grabadas, con acceso abierto y gratuito. Ha sido de gran interés de colaborar con otras sociedades en Latinoamérica, nos hemos convertido en plataforma para compartir conocimiento no solamente

a México sino a otros países; ha habido una gran interacción. También se renovaron los estatutos para actualizarlos y modernizarlos. Se cambió el nombre y ahora somos Sociedad Mexicana de Radiooncología. Estamos muy activos en redes sociales, ya que más del 80 % de los radiooncólogos en promedio están por debajo de los 40 años de edad. Este tipo de acercamiento ha sido muy bienvenido por ellos y por los veteranos y expertos; estábamos acostumbrados a la comunicación vía correo electrónico y ahora estamos llegando con muchísima más información, nuestro congreso virtual será en marzo de 2021 con la intención de cerrar la actual gestión de nuestra sociedad. Los socios comprometidos, saben que al pagar sus respectivas cuotas reciben

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En el congreso de marzo se incorporará un espacio novedoso llamado Experiencias Nacionales, para difundir lo que hacemos y tenemos, que son ya cosas que podemos presumir, publicaciones, recomendaciones y encuestas, temas como el hipofraccionamiento, que debemos utilizar en esta época de pandemia y consiste en tratamientos lo más corto posible para evitar un número elevado de desplazamientos de los pacientes. En un principio el crecimiento era lento, todos se sentían un poco desubicados porque les llamábamos, íbamos a visitarles y a hacer sesiones en distintos puntos del país, lo que fue muy bien recibido, al igual que las sesiones en línea, todo mundo ha estado satisfecho por esa integración y muy contentos porque se han tomado en cuenta sus propuestas. Hemos hecho muchas encuestas online para conocer sus puntos de vista y queda claro que ante esta pandemia el nuevo método está hecho a su medida. Se ha invertido en conectividad de la página web para facilitar el acceso directo, así como en una base de datos, la expedición automática de constancias para recertificación y currículum de forma

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automática y, en general, la digitalización de muchos conceptos. Esta nueva cultura híbrida explota las fortalezas de lo digital. No es que vayamos a desaparecer lo presencial, confió muchísimo en las relaciones y el contacto humano, pero hoy estamos frente al COVID y debemos adaptarnos, por seguridad de todos. Pero además, la tecnología digital va a permitir que cualquiera, desde donde esté, pueda ir aprendiendo de radioterapia y eso hace que nuestra inversión como Sociedad al final sea un ganar, ganar. Si ellos pueden tener acceso a la educación, hay que hacerlo. En cuanto a la renovación de estatutos, lo que se hizo fue adaptarlos a la nueva normalidad, registrándolos ante notario. Esta modernización fue por consenso, se revisaron todos los artículos e hicimos modificaciones respecto a las categorías de socios establecidas; se reformó la forma de votación además de otras

cuestiones novedosas como la renovación de mesas directivas conforme a ejercicios fiscales, que están entre los principales cambios votados por todos los socios de forma presencial en noviembre de 2019, quedando aprobados todos los puntos por mayoría absoluta. Un punto muy relevante es la participación de SOMERA como miembro de la Unión Internacional Contra el Cáncer, donde es fundamental y muy valiosa nuestra postura para implementar e integrar las indicaciones de radioterapia y todas las necesidades dentro del programa de la Organización Mundial de la Salud en el 2030, que está incluyendo facilitar el acceso de enfermedades no trasmisibles de gran impacto como el cáncer, que llegue hasta un 70 % de la población cuando actualmente en Latinoamérica los estudios hablan de que el acceso a la población es de un 40 %. Estos cambios refuerzan nuestro compromiso para estar activos, participar y colaborar en este punto.

Una de las novedades en nuestro congreso de marzo será la integración de testimonios de comunicación orales para que esa experiencia se sume y pueda estar publicada en las redes. Vamos a otorgar becas para los mejores trabajos de tesis y a tener invitados internacionales con los que vamos a revisar temas de total actualidad como manejo de radiocirugía intra y extra craneal.

Estará presente la Asociación Ibero Latinoamericana de Radiocirugía IBLA, la Asociación Mexicana de Radiocirugía, que por primera vez tendrá un evento como sociedad y también la Asociación Ibero Latinoamericana de Terapia Radiante Oncológica ALATRO con participación especial para tener una mayor envergadura.

Por otro lado, hemos hecho un análisis del perfil de nuestra población, percatándonos del gran crecimiento de residentes y eso nos impulsa no solo a integrar a mayor cantidad sino a trabajar de la mano con ellos, facilitando su acceso a cursos y talleres, sorteando becas para congresos, dar mayor calidad a los contenidos académicos, apoyándolos centro por centro de formación con contenidos de mayor calidad.

Ponentes de Estados Unidos y Europa compartirán experiencias en cáncer de pulmón o de próstata, radioterapia y COVID con un grupo español que ha estado haciendo estos tratamientos; radioterapia en patologías benignas y también de la inteligencia artificial y las aplicaciones clínicas en radioterapia.

Con los técnicos y los físicos médicos vamos a tener otro módulo: están trabajando una nueva sociedad de la subespecialidad y por nuestra parte estamos colaborando con ellos, somos sociedades hermanas, se les está involucrando en nuestras sesiones y queremos ayudarles como especialidad reconocida.

Dentro de la realidad política y económica de la república es claro que las ciudades de mayor densidad poblacional, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, hay mayor concentración de tecnología e infraestructura, pero también al menos dos estados de la república que no cuentan con un equipo de radioterapia. Esto nos permite tener una visión muy clara para ver hacia dónde dirigir los esfuerzos de inversión y evitar que los pacientes deban desplazarse. Por ello es impostergable que al menos en cada capital de estado se tenga la dotación mínima de tecnología.

Hemos estado con la asociación TERAMAC trabajando de la mano, colaborando en algunas sesiones vía remota y con planes para trabajar en un congreso de forma presencial, hacer cursos, organizar y colaborar en su ciclo formativo como

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sociedad y seguimos con los brazos abiertos para involucrarnos con todo tipo de sociedad relacionada en el tratamiento de radioterapia.

Realidad de los centros de radioterapia en México

Hemos encontrado, de manera muy grata, que prácticamente quedan menos de 5 unidades de cobalto en todo el país, cuya antigüedad las ubica en la obsolescencia. Se ha invertido mucho en los últimos 10 años, en modernización tecnológica de las instituciones, pero deberíamos ir migrando a que la mayoría de los centros, por lo menos el 70 %, esté haciendo intensidad modulada; estamos muy por debajo del 50 % y si hablamos de técnicas especiales como radiocirugía intra y extra craneal, no

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son ni 10 centros que las estén haciendo y que tengan un gran volumen. Queremos promover a través de la Sociedad una publicación de centros que tienen esta técnica para contactarnos entre nosotros y enviar pacientes, porque esa es la forma de trabajar con técnicas especiales para un grupo reducido de pacientes y seguir manteniendo una buena dotación con aceleradores lineales que puedan hacer intensidad modulada y braquiterapia de alta tasa en prácticamente todas las capitales de los estados del país. Debemos encontrar la forma de comunicarnos y conseguir que estos pacientes reciban su tratamiento, conociendo dónde está el recurso para usarlo. Otra de las cosas que nos sorprenden gratamente es la forma en que en el mundo se reconoce a nuestros especialistas mexicanos. Se sabe que no tenemos avances tecnológicos ni que estamos invirtiendo lo suficiente, pero a la vez somos un gran atractivo ya que hay una gran cantidad de estudios que no se hacen fuera porque no se tienen pacientes, como por ejemplo el cáncer cervicouterino. Tenemos que aprovechar esa masa critica y convertirnos en facilitadores de pacientes para ensayos. Desafortunadamente no nos alcanzó el tiempo y uno de los pendientes es formar una base de investigación, una red para poder empezar a investigar y publicar casos, porque eso da credibilidad, que debemos reforzar fuera de nuestras fronteras. Esta pandemia diversos países han buscado asociarse con SOMERA, nos han visto como una sociedad fuerte, más numerosa, con capacidad de dar visibilidad y proyección a la radioterapia y lograr objetivos. Latinoamérica ha encontrado un gran punto de unión, nos hemos vuelto más fuertes en esta pandemia que, paradójicamente, en materia de comunicación y relaciones nos ha empoderado. Por eso una de las áreas que tenemos que potenciar es la investigación y la publicación, porque aunque tengamos algún déficit tecnológico no implica que no hagamos procedimientos de vanguardia, además de que con 130 millones de habitantes el campo clínico es impresionante. Cuando afuera empiezan a ver algunas publicaciones o escuchan nuestras ponencias y experiencia, me da gusto ver que se sorprenden gratamente. Y

realmente no estamos tan lejos; mucho de lo que hacen lo hacemos aquí, eso es fruto del esfuerzo de haber invertido mucho en educación y en formación, en algunos centros con mayor intensidad y en otros, desafortunadamente, de manera escasa o nula. No perdamos de vista que la educación da credibilidad y buenos resultados a largo plazo para la comunidad especialista, pero principalmente para nuestros pacientes con cáncer. Por ello ha habido participación de radiooncólogos en sesiones multidisciplinarias con cirujanos y oncólogos médicos de sociedades con las que se trabaja de la mano para el manejo multidisciplinario del cáncer.

resultados y calidad de vida al paciente. Hoy, los equipos son mucho más delicados a la hora de definir el volumen blanco y proteger órganos de riesgo, además de que antes de dar el disparo tenemos integrados dentro de los aceleradores lineales aditamentos que pueden ser tomógrafos o sistemas ópticos de imagen guiada de verificación (IGRT), que nos permiten una precisión sub milimétrica del sitio a radiar. La IGRT es fundamental para tener éxito al tratar a nuestros pacientes con mayor precisión, protegiendo los órganos de riesgo muy significativamente y disminuyendo los efectos secundarios.

Buscamos integrarnos plenamente porque muchas veces encontramos que hay oncólogos médicos que no saben cuándo llevar a un paciente a radioterapia o no saben que tienen esa opción. Nos hemos enfocado mucho en divulgar cuáles son los requerimientos y el papel de la radioterapia en distintos tipos de cáncer y el manejo que nuestra especialidad puede hacer en cada caso, en qué casos y momento podemos usar las diferentes técnicas de radiocirugía y, en fin, cómo la Radiooncología puede resolver determinadas situaciones y dar gran calidad de vida a los pacientes para poder convertirlos en largos supervivientes. La radioterapia es una de las especialidades que es más variada, ya que puede tratar desde un tumor en la cabeza hasta uno la pierna pasando por todo el organismo y en cualquier etapa. Una de las ventajas que hemos tenido es acortar los tratamientos al tener una buena tecnología que permita que los tratamientos sean mucho más confinados al tumor y proteger los órganos vecinos de riesgo. Hemos pasado de centímetros a milímetros, por ejemplo en cuanto a toxicidad por hacer intensidad modulada en tumores de cabeza y cuello o el cáncer de plumón, ha disminuido en más del 50 %, aunque la meta siga siendo lograr un 100 %. Hemos podido también, en patologías que tienen metástasis o que tienen otra enfermedad, disminuir el número de sesiones e incluso sin tener que sedar al paciente ni tener que ponerle un casco, además de poder hacerlo de forma ambulatoria, lo que ha dado muy buenos

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Dr. Juan Antonio Reyes Nava TESORERO DE LA MESA DIRECTIVA 2018-2020 DE SOMERA Soy Juan Antonio Reyes, soy radiooncólogo egresado del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social. Actualmente soy jefe de la Unidad de Radioterapia del Hospital Aranda de la Parra ubicado en León, Guanajuato, lo que menciono como muestra de la apertura, inclusión y pluralidad que ha caracterizado siempre a nuestra Sociedad. Prácticamente concluyo la gestión como Tesorero dentro de la Mesa Directiva de SOMERA para el bienio 2018-2020.

finanzas sanas junto con esta plataforma de administración de socios. En el último año de esta administración, 2020, nos tocaron tiempos difíciles debido principalmente a la pandemia por COVID-19 y los efectos que trajo en lo económico, social, en salud y movilidad, entre muchos otros.

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i responsabilidad fundamental dentro de esta organización ha sido el manejo, distribución y mantenimiento de los fondos con que cuenta la Sociedad. Lograr finanzas sanas y transparentes fue mi principal objetivo, de manera especial porque los fondos referidos se obtienen de las cuotas de los asociados y de donativos y esto a su vez sirve para la operación propia de SOMERA. Hoy en día, pienso que la parte trascendental es que SOMERA tiene finanzas sanas y tratamos de que sea una sociedad autosustentable. Considero que esto sería el punto central de los logros obtenidos en esta gestión. Y este logro no fue personal sino que se dio a través de la participación de todos quienes integraron la Mesa Directiva. Evidentemente yo tenía una responsabilidad clave, pero de alguna manera todos los integrantes participamos en mantener finanzas sanas, haciendo lo posible en nuestros respectivos ámbitos

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de acción para que ésta sea una sociedad autosustentable. Otro gran logro fue un cambio importantísimo, de tener por primera vez un sistema de administración de socios totalmente digitalizado, que nos permite llevar y conocer inmediatame el control de las cuotas, de los asociados, también funciona para la expedición de documentos, expedientes, acreditaciones, las constancias de participación de todas sesiones que se han llevado a cabo.

Esto afectó absolutamente todas las actividades que llevamos a cabo, muchas de las cuales debieron ser canceladas o pospuestas para una mejor ocasión que todavía no llega, generándose con ello una serie de retos que hubo que enfrentar. Evidentemente esta situación de la COVID cambió al mundo y México no estuvo exento de esto. Como país, como

Creo que administrativa y logísticamente ha sido un logro fundamental, que se refuerza de manera mutua y sinérgica con el hecho de haber alcanzado SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


agrupación y como seres humanos nosotros no fuimos la excepción.

oportunidad y que seguramente se van a quedar.

Específicamente algo que se hizo notorio de inmediato fue el cambio de nuestras fechas programadas, que incluyó el no poder realizar nuestro magno congreso, que habitualmente era presencial.

Uno de ellos es para mí que hoy por hoy no hay barreras en nuestras actividades profesionales, con esta situación de contingencia y a través de nuestras sesiones académicas, apoyados en la tecnología de la información podemos estar en contacto con profesores de cualquier parte del mundo, es algo que antes era impensable y que se detonó a causa de esta contingencia por COVID-19.

Esta afección hizo que replanteáramos nuestras actividades y relación con nuestros socios, pero también, hay cambios fundamentales que son nichos de

Cierto: hubo cosas malas, pero en general y con el espíritu de adaptación del ser humano también surgieron cosas positivas para todos, para la especialidad y para los asociados. A través de las redes sociales y todos los sistemas informáticos y a distancia, hoy por hoy la radioterapia ha sido más visible que antaño; en el pasado era una especialidad que estaba como en las tinieblas, en los sótanos, muy poca gente tenía el conocimiento de lo que hacemos, hoy todavía existe esa gente pero creo que cada vez es menos y, justamente uno de los logros también de SOMERA es hacer visible nuestra especialidad, lo que implica evolucionar a la par de la tecnología y el conocimiento. Precisamente estamos viviendo un recambio tecnológico no solamente en México sino en todo América Latina, en cuanto a infraestructura y el reto es tener una educación médica continua, no solamente del especialista, del radiooncólogo, sino de físicos médicos, técnicos, dosimetristas, toda vez que es un trabajo en equipo y esa visibilidad es fundamental para nuestra especialidad. Y hablando precisamente del acceso al conocimiento y a la tecnología de vanguardia en el mundo, en México sin duda los intentos por avanzar son muy loables, más SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

si reconocemos nuestros alcances de toda índole: económicos, educativos, estructurales, etcétera. Creo que hay un esfuerzo importante en todos los ámbitos de la sociedad, no solamente de gobierno, partidos, sino todos los integrantes de la sociedad, la iniciativa privada y sectores productivo, académico, científico y demás, en el sentido de obtener mejor tecnología a donde se requiera. Hoy por hoy, obviamente no estamos a la altura de países de primer mundo porque nos faltan muchos más equipos y más modernos para sustituir muchos de los que hoy siguen en servicio, pero creo que lo trascendente es que ya tenemos algunos y a otros más los están optimizando, además de que la propia demanda de la población por una mejor atención médica impulsa esta dinámica para tener mayor acceso a estos sistemas. Considero que el reto para nosotros como Sociedad médica y en general para todos los establecimientos, instituciones y profesionales de la salud relacionados con esta especialidad es que los pacientes tengan acceso a una radioterapia de calidad y con seguridad, ello es fundamental y no depende exclusivamente de la tecnología sino de que todo el grupo de trabajo tenga un objetivo común, educación y experiencia. México va en ese camino, es un proceso largo y difícil y si bien no estamos a la altura por ejemplo de Estados Unidos, es un hecho que ya empezamos y eso ya nadie lo va a detener, afortunadamente. Hablando del paciente, es indudable que, aunque no va al ritmo y con la intensidad que quisiéramos, claramente hemos avanzado en cuanto a todos estos procedimientos en beneficio de él, incluyendo su seguridad. Considero que estamos a la par de otros países en el sentido de hacer protocolos de atención con la máxima seguridad y calidad en todos nuestros procesos, no solamente desde la atención medica sino en la parte de reproducir un programa de radiación y eso lo hacemos sin duda alguna al 100 por ciento. No podemos rezagarnos porque hoy la gente demanda servicios de calidad pero con seguridad. Por eso, repito, creo que en ese sentido se ha logrado en la práctica radiooncológica mexicana un estándar de calidad y seguridad a la altura de cualquier país del mundo; es algo real, tangible y comprobable, una forma de ser que se

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ha establecido como práctica cotidiana, que no es de un solo momento sino es algo en lo que se tiene que trabajar permanentemente. Otro de los aspectos en los que SOMERA tiene un profundo interés y ha realizado diversas acciones al respecto es en lo referente a las diferencias que todavía prevalecen en cuanto a centros de atención, equipamiento y recursos humanos en los diferentes estados de la república, siendo claro que son las grandes urbes las que muestran un gran desarrollo, en tanto que entidades federativas del sur y sureste del país y en general las consideradas como más pobres siguen padeciendo grandes carencias. Poco a poco el panorama se está abriendo y las expectativas han mejorado. Desde los dos sexenios anteriores se empezó a hacer un recambio tecnológico en muchas de las instalaciones del país. Evidentemente las instituciones y equipos estaban centralizados en la Ciudad de México, el Bajío que incluye Guadalajara y Guanajuato, y el norte principalmente en Monterrey, pero es cada vez hoy más frecuente tener centros de radioterapia con una buena tecnología, en otros puntos del país y sobre todo con personal especializado, que es lo esencial para nosotros. Entonces es un hecho que cada vez se está extendiendo esta infraestructura y cada vez más gente tiene acceso a radioterapia de calidad. Esto es muy bueno porque ya muchos pacientes no tienen que trasladarse a las grandes ciudades al encontrar la atención que requieren en sus propios lugares.

trabajo es arduo y complejo, en esta situación de contingencia en verdad hemos multiplicado nuestros esfuerzos. Tal vez la gente que no conozca los pormenores de este tipo de atención y ámbito no lo sepa, pero es otra trinchera, porque finalmente estamos lidiando simultáneamente con otra epidemia que es el cáncer, aparte de enfrentar el COVID-19. De esta forma y para seguir atendiendo a nuestros pacientes que así lo requieren, hemos tenido que implementar programas de tratamiento ultra cortos, que exigen aplicarnos mucho más porque requieren mayor seguridad, efectividad y cuidado. Realmente en pocas semanas modificamos parte importante de nuestra perspectiva en cuanto a radioterapia y eso fue gracias al esfuerzo y al profesionalismo de todos los especialistas en esta rama, actuando como líderes en sus respectivos grupos de trabajo.

la forma como quisiéramos. Entonces, van a seguir trabajando bajo una misma línea, arduamente, pero ya hay este antecedente que deja esta administración 2018-2020. Son gente con toda la experiencia, con todas las ganas, son gente relativamente joven y seguramente van asumir con decisión y energía esta situación, en la que las cosas van a tener que mejorar. Por nuestra parte, estamos abiertos a poder compartir un poco nuestra experiencia, que en su momento nosotros no tuvimos esa oportunidad, pero seguramente todos quienes conformamos la Mesa Directiva saliente estamos en la mejor disponibilidad para tener comunicación con ellos y apoyar en lo que podamos, si así lo desean.

La nueva administración toma en sus manos estos retos. Y aunque persiste la misma pandemia, lo hará ya con una enseñanza que ha dejado más de un año de experiencias y situaciones reveladoras en el contexto de la pandemia. Pero esos retos hoy se multiplican y complican porque la actual situación no se va a resolver tan pronto y en

Persisten las disparidades, por ejemplo la radiocirugía en cyberknife sigue centralizada en la Ciudad de México y Monterrey, pero hay otros equipos que pueden ofrecer un tratamiento con buena calidad y con buenos resultados, sin necesidad de que la gente se traslade para eso desde su ciudad de origen. A manera de mensaje final en este cargo que honrosamente ocupé en esta gestión de SOMERA como tesorero, quisiera decirle a los agremiados y a la siguiente administración que continúa, que simplemente quiero reconocer el esfuerzo de todo el personal en radioterapia y no los médicos, sino físicos, técnicos, dosimetristas, enfermería especializada y todos quienes intervienen en el proceso, porque si bien por lo general nuestro

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Dra. Michelle A. Villavicencio Queijeiro TITULAR DEL COMITÉ ACADÉMICO 2018-2020 DE SOMERA La misión, visión y objetivos del Comité de Educación que tuve el privilegio de presidir durante la gestión 2018-2020 de SOMERA, está íntimamente ligado con el eje central de nuestra Sociedad, que es precisamente la educación y capacitación permanente para los diferentes profesionales que conforman el equipo de tratamiento (técnicos, enfermeras, físicos y médicos) de los pacientes oncológicos. Es por ello que el Comité de Educación tiene como objetivo definir el programa académico de las sesiones mensuales, del Congreso y los Talleres de Contorneo.

con situaciones como la pandemia, que modificó los esquemas de tratamiento de algunas patologías. Como sabemos, el avance del conocimiento y de la tecnología, especialmente en esta rama de la medicina, es constante, permanente e inexorable.

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l plan de trabajo no sólo del Comité sino de la Sociedad misma sufrió ajustes por la pandemia de COVID-19 que actualmente persiste. En nuestro caso, cambiamos nuestras sesiones del formato presencial al virtual, es decir, a realizarlas totalmente en línea. Ello, sin duda, trajo como ventaja el incremento del número de asistentes de forma importante, además de permitir que médicos de todo el país e incluso de diferentes países se conectaran a las sesiones mensuales.

impacto por patología (Mama, Pulmón, Próstata, etcétera) y los temas con impacto mediático resultado de estudios recientes o de tendencias de manejo, así como aquellos relacionados

Asimismo, desarrollamos un programa mensual de sesiones, incluyendo tópicos relevantes de la especialidad y de la situación actual, además del programa del Congreso Bianual. De igual manera, se implementaron algunos eventos extraordinarios, donde destaca el Taller de Contorneo en Pediatría, el cual contó con más de 200 médicos inscritos. Para decidir los rubros, conceptos y tópicos a incluir en el plan de trabajo respectivo se consideraron los temas con mayor SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

Por ello, hoy en día es necesario reorientar las labores de este Comité para responder a las exigencias que impone el actual contexto socioeconómico y epidemiológico. Por esta razón considero necesario realizar equipos multidisciplinarios con enfoque en la investigación e implementación de protocolos de estudio, y posiblemente integrar un área de Calidad en Radioterapia donde se integren las políticas internacionales para su aplicación en nuestro país. Nuestra Sociedad tiene vínculos y relaciones con diferentes instancias y organismos públicos o privados con los que se han establecido relaciones, convenios, acuerdos de colaboración y demás para poder cumplir con nuestros objetivos. En este bienio se fortalecieron los vínculos con

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organismos internacionales como la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC), con la Sociedad Europea de Radioterapia (ESTRO) que nos permitió tener en 2019 el Congreso de Cabeza y Cuello. Asimismo, se establecieron acuerdos de colaboración e interacción con la Asociación Ibero Latinoamericana de Terapia Radiante Oncológica (ALATRO) y otras más. Dentro de las sociedades nacionales se realizó una sesión especial entre la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO) y SOMERA en noviembre de 2020. Destacados radiooncológos participaron en los Congresos de SMeO en 2019-2020, así como en las sesiones académicas. Respecto a la oferta académica de SOMERA para sus afiliados, desde este Comité en materia educativa se elabora el programa académico de sesiones mensuales y del Congreso Bianual; se gestiona la invitación a los profesores para su participación en los diferentes eventos.

del conocimiento y acceso a la información que se dan de manera acelerada, pero también ante la demanda cada vez más alta de tratamientos con Radioterapia en diferentes padecimientos, los esquemas de educación deben orientarse hacia una formación en la cual el médico tenga una base de conocimientos de la Medicina Interna, los cuales obtiene en el primer año de la especialidad y en los siguientes 3 años debe tener una visión integral de la Oncología, incluyendo la Cirugía y la Oncología Médica, además de la Radioterapia. Dentro de las áreas de conocimiento de la Radioterapia se incluyen: Radiobiología, Física Médica, Imagenología y conocimiento de áreas como Pediatría y Radio Cirugía. En la actualidad, en México se cuenta con dos altas especialidades,

que son Pediatría y Radiocirugía, por lo cual en un futuro cercano contaremos con radiooncólogos con subespecializaciones, lo cual permite tener un perfil distinto de la especialidad. En este sentido, a lo largo de su historia nuestra Sociedad ha realizado diferentes aportaciones tanto en el aspecto formativo como en la educación médica continua y actualización de los profesionales del ramo. Como ejemplo, en los últimos 4 años SOMERA ha crecido de forma importante, el impacto mediático en redes sociales y las interacciones digitales han permitido que la Sociedad se posiciones en un lugar privilegiado en Latinoamérica y sea una innegable fuente de difusión del conocimiento en materia radiooncológica.

De igual manera, el Comité organiza talleres de Contorneo y algunas dinámicas como el concurso de casos clínicos que fueron presentados en diferentes sesiones durante 2020, con la finalidad de enriquecer a los residentes con la participación y consecuente retroalimentación de expertos. Dentro de las actividades del Congreso contamos con talleres de Contorneo de diferentes tópicos, presentación de cárteles y trabajos libres; en el próximo Congreso tendremos un espacio para trabajos inéditos que hemos denominado Experiencias Nacionales para compartir estudios realizados en nuestro medio. En lo que respecta a la formación de especialistas, ante el actual contexto de avance tecnológico, globalización

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Dr. Heynar de Jesús Pérez Villanueva TITULAR DEL COMITÉ DE JÓVENES 2018-2020 DE SOMERA En la particular situación que enfrentan hoy en día los jóvenes que desean realizar la especialidad de Radiooncología hay muchos factores que deben evaluarse, pero sobre todo su elección debe guiarse por la vocación al querer realizar la especialidad. Desde la carrera de Medicina pocos conocen qué es radioterapia e incluso algunos llegan como única opción. El examen para ingresar a las residencias sí es un factor, pero éste es común en todas las especialidades. Considero que es fundamental la vocación, la cual surge del conocimiento de lo que es la especialidad, de la que insisto, poco se sabe durante la carrera de Medicina.

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obre el porcentaje de residentes que logran egresar, prácticamente es el cien por ciento; pocos son los que abandonan o reprueban la especialidad, la que es difícil, porque es estudio más atención al paciente, eso conlleva una carga emocional, económica (libros, artículos, indumentaria, internet, congresos, desplazamientos), tiempo; que muchas veces no pueden satisfacer al 100 % y más si ya tienen familia. Respecto al futuro que le espera a estos jóvenes en cuanto

a oportunidades, salario, competencia, condiciones de trabajo y demás luego de concluir la especialidad, considero que en México hay una mala distribución de radiooncólogos: por falta de equipos de alta tecnología se concentran en las grandes ciudades y, si hablamos de las instituciones gubernamentales, en los estados se concentran en las capitales de los estados y son pocos equipos para la población; en términos de las instituciones privadas igual: son pocos y solo en las capitales, aunque en este caso esa situación obedece más a la demanda del mercado.

En cuanto al salario, no hay una estandarización de costos y todo va, desgraciadamente, de acuerdo al prestigio del radiooncólogo y de la institución donde colabore; si hablamos de las instituciones privadas, los salarios institucionales tampoco son uniformes y generalmente dependen de qué institución se trate. Con respecto a las condiciones de trabajo y prestaciones, también depende de si se está en el sector privado o el gubernamental. SOMERA decidió integrar en su estructura un Comité dedicado especialmente a los jóvenes para darle mayor dinamismo a la Sociedad e incluir a la gente joven en las propias estructuras de la organización, así como para no cometer el error de anquilosarse. Pese a que al crearse se sintió como división, con el paso del tiempo se ha entendido que una organización debe ser incluyente y plural, evitando ser estática. Es por eso que, aunque el nombre pudo ser divisorio, en esencia es correcto el planteamiento. Entre las acciones que lleva a cabo este Comité, en primer lugar el difundir por las nuevas redes los congresos, artículos de interés, toda clase de información de la especialidad, teniendo como herramienta las nuevas formas de comunicación, tan recurridas por los jóvenes. Esto creó la oportunidad de incluir tanto a la gente que acaba de egresar de la especialidad como a los que ya tienen más tiempo fuera ese eje de la Sociedad, para así incrementar conocimientos, adquirir nuevos o darlos a conocer, especialmente si son de reciente publicación; en concreto,

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actualizar a todos los especialistas de esta área. Siempre que me preguntan qué logros o legado dejo como resultado de mi trayectoria en la especialidad, respondo que el único logro es haber formado un área más especifica de la Radiooncología, como es la que corresponde a Pediatría. Siempre digo que las neoplasias de los pacientes pediátricos son diferentes a las de los adultos y a los menores no los podemos tratar como adultos chiquitos.

trabajo en las instituciones, ya sea privadas o gubernamentales, distribuyéndolos en todas las entidades del país donde haya aceleradores lineales. Por ello, el perfil de los jóvenes radiooncólogos que egresarán en la actualidad, antes que nada debe basarse en tener vocación para el área, es indispensable. En las universidades formadoras de médicos generales, difundir qué es nuestra especialidad, para que lleguen los que tengan vocación e interés.

En el Hospital Infantil de México Federico Gómez le dimos más presencia a la aplicación de la radioterapia y conseguimos que las autoridades de este instituto en 2005 compraran el primer acelerador lineal exclusivo para pacientes pediátricos, que en realidad cuenta con las mismas características que los demás, pero en este caso está dedicado exclusivamente a pacientes en edad pediátrica. Asimismo, pudimos agrupar a personal médico, físico, y técnico para tratar solo pacientes pediátricos, que son de diferente trato tanto al paciente como con la familia.

Con los avances de la tecnología que ya se incorporaron a nuestra especialidad, hay más exigencias en la formación del radiooncólogo, por ejemplo la interpretación y uso de las imágenes de tomografía, resonancia magnética, PET-CT y otras. Y considero el interés de ir a otros estados a ejercer la especialidad.

Pudimos realizar, con el apoyo de las autoridades de este hospital y la UNAM, el curso de alta especialidad en Radiooncología Pediátrica con un año de duración y que ha tenido gran aceptación por parte de los médicos residentes. Desde 2006 han egresado de la alta especialidad 16 radiooncólogos pediatras, de los cuales 3 son extranjeros (Ecuador, Nicaragua, Perú). Los nacionales están distribuidos en Monterrey, Querétaro, Morelos, otra en el norte del país y el resto en la Cd de México. También he colaborado en algunos artículos de enfoque pediátrico y de adultos.

En cuanto a oportunidades, apoyos, acceso al conocimiento, posibilidad de práctica y adiestramiento, los jóvenes radiooncólogos mexicanos respecto a sus homólogos de los países desarrollados están acotados por los costos de ir hacer una estancia en el extranjero, primero porque son pocas las oportunidades y no se difunden lo suficiente estas oportunidades, puesto que muchas son convenios entre instituciones, donde el residente hace la especialidad y no como una política de formación de radiooncólogos, función que debe ser, a mi parecer, de la Sociedad de Radiooncología, debiendo procurar los fondos necesarios para que el médico residente pueda ver

En cuanto a los retos inmediatos y a corto plazo en apoyo de estos jóvenes, primero considero que se debe uniformar más los libros de referencia donde se estudia, por ejemplo, la física de la radioterapia. Tener un año de rotación por las disciplinas de Cirugía y Quimioterapia, Psicología (Tanatología), sobre todo esta última porque a nosotros los médicos nos enseñan a curar, pero en nuestra área hay pacientes que no serán recuperables, duele mucho perderlos y haremos lo imposible por mantenerlos vivos, sin entender que estamos en un “ensañamiento terapéutico”, así como pocos sabemos al egresar cómo afrontar esa pérdida y cómo recuperarnos de ella. Obviamente a los que egresan se les deben dar mayores oportunidades de

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otros puntos de vista en el extranjero. En general puedo decir que no estamos muy lejos de los centros extranjeros, aunque tienen mayores recursos tecnológicos y de personal (los dosimetristas serían un ejemplo), pero en México poco a poco se está estableciendo esta figura. Sí, falta, pero lo lograremos: inteligencia y vocación hay y mucha. Debemos apoyar a nuestros médicos residentes en su formación, dando lo mejor de nuestros conocimientos y experiencia a estos jóvenes que realizan la especialidad. Es claro que en Radiooncología hay campo suficiente para el trabajo en la aplicación.

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Dra. Adriana Alvarado Zermeño VOCAL ZONA OCCIDENTE 2018-2020 DE SOMERA

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l objetivo fundamental de nuestra Sociedad es impulsar el desarrollo y calidad de la Radioterapia en México. La vocalía de Occidente que estuvo a mi cargo comprende a los estados de Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán, donde promueve las actividades de SOMERA y la organización de diferentes sesiones académicas, como Tumores Ginecólogicos en agosto de 2019 con la participación del radiooncólogo Antonio Cassio Assis Pellizzon, Radiooncólogo y el Dr. Efraín Salas González, oncólogo médico, realizándose vía streaming, con participación de más de 200 radiooncólogos del país y América Latina. La Radiooncología en la región, al igual que en el país, ha tenido avances significativos tanto en equipamiento como en los especialistas que la desarrollamos,

con la adquisición de tecnología de punta y la descentralización en la formación de nuevos especialistas, así como las ventajas de la informática para la educación médica continua y adquisición/ actualización de conocimientos. Específicamente en Jalisco, las instituciones públicas y las privadas recibimos pacientes de los estados colindantes, siendo los tumores más frecuentes en mujeres los mamarios y cervicouterinos y en hombres próstata, colon-recto y pulmón. En el Centro Médico Nacional de Occidente IMSS contamos con 5 aceleradores lineales: 3 Elekta, 1 Varian, 1 Edge para radiocirugía y radioterapia estereotáxica; 2 tomógrafos y un resonador magnético para simulación, así como braquiterapia de alta tasa de dosis. En el medio privado son 3 los centros que brindan la oportunidad de recibir tratamientos con radioterapia, además de que también ya se cuenta con braquiterapia de alta tasa de dosis. Uno de los principales retos es mantenerse a la vanguardia con los múltiples avances tecnológicos, combinándolos con el sentido humanista de la Medicina. Son pocos los centros de radioterapia en el país, pero poco a poco las autoridades de salud e inversionistas privados inyectan recursos a la especialidad, por lo que los radiooncólogos debemos dar a conocer, a las demás especialidades y a los pacientes, las áreas en las que intervenimos en el manejo multidisciplinario de pacientes oncológicos y en

algunas enfermedades benignas. El hecho de que nuestra Sociedad continúe apoyando la educación médica continua y las relaciones con otras sociedades afines, impactará de manera favorable a nuestra especialidad. En esta gestión se buscó fortalecer la comunicación con todos los socios, brindándoles información mediante herramientas digitales, logrando integrar a la mayor parte de radiooncólogos del país y contribuyendo a que cada vez más de ellos pudieran conectarse a las sesiones académicas; las oportunidades de actualización y de participación fueron abiertas para todos los miembros de la Sociedad, beneficiándose tanto residentes como radiooncólogos ya formados. Desde administraciones previas, la educación médica continua es uno de los principales objetivos de la Sociedad y, en el contexto de esta pandemia por COVID-19, algo positivo fue la implementación de nuevas tecnologías para la enseñanza, capacitación y actualización en todas las áreas, con lo que se explotaron las ventajas que brinda esta nueva modalidad para el aprendizaje. Se brindó la oportunidad de participar en diferentes cursos de contorneo, becas para asistencia a congresos virtuales, así como la oportunidad para participar en múltiples sesiones académicas. Felicito la gestión del Dr. Armando Félix durante este bienio y reconozco la participación de todos los integrantes de la Mesa Directiva 2018-2020. Confío en que, con el apoyo y compromiso de todos los socios de SOMERA, se continuarán los esfuerzos para mejorar las condiciones de y para nuestra Sociedad. Reciban un abrazo fraterno, deseando que junto con sus familias gocen de plena salud.

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Dra. Beatriz García Robles VOCAL ZONA CENTRO 2018-2020 DE SOMERA Soy médico radiooncólogo, egresada del Centro Médico Nacional Siglo XXI, con alta especialidad en Radiooncología Pediátrica a través del Hospital Infantil de México. Actualmente soy la subdirectora de Radioterapia, Imagenología y Medicina Nuclear en el Hospital Infantil Teletón de Oncología en Querétaro.

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a región centro de SOMERA se conforma por los estados de San Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes. Mis responsabilidades como vocal han sido estimular la unión y cooperación entre los miembros de SOMERA, difundir las actividades de la Sociedad, incentivar el registro de nuevos miembros, organizar y coordinar eventos académicos y fomentar la comunicación e intercambio de experiencias entre profesionistas y asociaciones nacionales. De manera particular por estado, en San Luis Potosí hay 2 centros que cuentan con 3 aceleradores lineales; en Zacatecas hay 1 equipo; en Guanajuato hay 8 centros con un total de 9 aceleradores; en Querétaro hay 4 centros con 5 aceleradores; en Aguascalientes hay 3 centros con 2 aceleradores, dando un total en la región de 18 centros de radioterapia con 21 aceleradores lineales. Los retos continúan, requiriéndo incrementar la cobertura y acceso a la radioterapia, mediante la adquisición de infraestructura, nuevo equipamiento y actualización de las máquinas existentes, sobre todo con software que permita planeación tridimensional y técnicas más avanzadas como el arco dinámico o la radiocirugía.

para el diagnóstico y tratamiento a pacientes con cáncer. En el periodo que acaba de concluir con el Dr. Armando Félix como Presidente, esta Mesa Directiva se caracterizó por la difusión de información digital a los miembros de la Sociedad, a nuestros pacientes y al público en general. Nunca antes habíamos tenido tantas sesiones virtuales, cursos y cooperación con otras sociedades nacionales o extranjeras, con gran interacción de los médicos radiooncólogos y residentes de la especialidad. Todo esto, siendo un logro a pesar de ser un año de pandemia.

de la población pediátrica es del 57.5 %. Cada vez hay más beneficios en la población pediátrica con el advenimiento de nuevos esquemas de quimioterapia y terapias blanco moleculares. La radioterapia como parte del tratamiento oncológico pediátrico ha evolucionado

En cuanto a la radioterapia en niños se ha avanzado notablemente. El cáncer ocupa la segunda causa de mortalidad en niños a nivel nacional y pese a que este padecimiento actualmente tiene mayor probabilidad de curación, en México la sobrevida

En cuanto a recursos humanos, la mayor parte se concentra en las capitales de los estados, limitando la accesibilidad de los servicios a pacientes que viven en zonas distantes. Afortunadamente las unidades de Cobalto 60 cada vez son menos y la incorporación de tecnología de primer nivel para la atención ha sido fundamental

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hasta contar con indicaciones claras de dosis y estadio en la que se debe otorgar, sobre todo considerando los efectos secundarios a largo plazo. Existen muchos protocolos para el tratamiento de leucemias que ya omiten la

radioterapia y eso limita considerablemente estas secuelas que tarde o temprano vamos a ver en pacientes que sí recibieron radiación en cerebro o columna durante el tratamiento de la leucemia. Después de la leucemia, el segundo grupo de tumores más frecuente en Pediatría es el de tumores del sistema nervioso central y el tercer grupo son los linfomas de Hodgkin. En ambos grupos, el uso de la radiación es necesario como tratamiento adyuvante. En el sistema nervioso central los tumores más comunes son los gliomas, seguidos del meduloblastoma. Actualmente, existen muchos protocolos de investigación en los cuales se busca identificar en qué grupos puede omitirse la radiación, para evitar secuelas como la disminución del crecimiento óseo, alteraciones endocrinológicas o incremento del riesgo de segundas neoplasias en la edad adulta, como

el resto de las unidades de radioterapia tengan que incluir a los niños dentro de sus esquemas de accesibilidad al tratamiento, por lo que la secuencialidad del tratamiento puede comprometerse debido a las listas de espera de inicio. La Dra. Guadalupe García Vega y yo fuimos la primera generación egresada del Hospital Infantil de México en 2010, en una sede acreditada por la UNAM como curso de alta especialidad; afortunadamente, la radioterapia pediátrica ha alcanzado mayor importancia ante los cambios de esquemas de tratamientos en la disminución de las dosis, técnicas focalizadas con los campos de radiación, con el objetivo de disminuir las secuelas sin comprometer el control de la enfermedad. Tanto el Instituto Nacional de Pediatría, el Hospital Infantil de México y el Hospital Infantil Teletón de Oncología ofrecen radioterapia a niños, cuentan con aceleradores lineales altamente especializados, con sistemas de planeación que permiten que la radiación sea dirigida solamente a los sitios de actividad tumoral de enfermedad, protegiendo así la mayor cantidad de tejido adyacente, siendo más segura para el paciente pediátrico. El éxito del tratamiento para el cáncer pediátrico se basa en la detección oportuna, el envío a equipos oncológicos multidisciplinarios que ofrezcan la mejor primera línea de tratamiento disponible para lograr la radicalidad, mejorar su calidad de vida o una sobrevida aceptable. Hoy, la radioterapia en pacientes pediátricos se puede dar de manera segura y confiable, utilizando tecnología de mucha precisión sin agregar mayor toxicidad o complicaciones como las que antes había, aunado al mayor conocimiento y experiencia del equipo multidisciplinario.

el cáncer de mama. El cáncer pediátrico corresponde al 5 % del total mundial. En nuestro país existen solo tres centros especializados en Pediatría, lo que da como resultado que SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

En el próximo congreso de SOMERA, soy la coordinadora y moderadora del módulo de Radioterapia Pediátrica, donde tendremos la participación de destacados expertos extranjeros en el tema, que nos hablarán de la dosis de tolerancia de los órganos de riesgo en Pediatría, radioterapia en leucemias, protocolos internacionales actuales y la realidad en México; reirradiación en tumores cerebrales y escenarios clínicos de reto terapéutico en pacientes con tumor de Wilms. Las fotografías donde aparecen menores de edad son con meros fines ilustrativos, cuentan con la autorización de los padres o tutores de los mismos para su publicación y han sido proporcionadas por la Dra. Betriz García Robles en su calidad de titular del área correspondiente en Teletón Querétaro.

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Dra. Diana María Félix Rosas VOCAL ZONA NOROESTE 2018-2020 DE SOMERA Como parte de las funciones que se contemplan en la operación de esta Vocalía se encuentra el mantener comunicación con el grupo de especialistas en la región a efecto de llevar a cabo una labor en la mejora de los tratamientos que se brindan, ya sea con radioterapia externa, braquiterapia intracavitaria, terapia superficial o radiocirugía con que se atiende a los pacientes. Para ello se hace de manera permanente e intensiva una labor de promoción con la finalidad de llevar a cabo una radioterapia de calidad.

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entro de la zona de cobertura que comprende la Región Noroeste de la Sociedad Mexicana de Radioterapia se incluye a los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa. El panorama en esta región definitivamente puede catalogarse como critica, ya que aunado a la falta de infraestructura y hasta de personal, hay pocos equipos (aceleradores lineales) que nos permitan otorgar tratamientos de calidad con mayor precisión. Hoy en día todavía se otorgan tratamientos con bombas de cobalto, equipos que definitivamente están en la obsolescencia y a punto de agotar su vida útil,

independientemente de la baja seguridad que ofrecen frente a tecnología más moderna. Por ello se tiene como reto el poder llevar a cabo una amplia difusión entre el gremio médico, directivos de instituciones públicas y privadas, así como autoridades estatales y federales, sobre la necesidad de tener mayor y más moderno equipamiento. Lo anterior en razón de que dentro de los indicadores para calcular las necesidades de unidades de megavoltaje por millón de pacientes, de acuerdo a The Royal College of Radiologist de Reino Unido, se calcula que debe haber al menos 5 aceleradores por millón de habitantes. Por lo tanto, bajo esos parámetros en la región noroeste se tiene un déficit importante.

En dicha región, el Instituto Mexicano del Seguro Social cuenta con dos aceleradores lineales de alta energía, un acelerador lineal de baja energía y un equipo de braquiterapia intracavitaria de alta tasa de dosis. La Secretaría de Salud federal, en sus diferentes centros y hospitales, en la región noroeste del país cuenta con cuatro aceleradores lineales de alta energía, una bomba de Cobalto 60, un equipo de terapia superficial de ortovoltaje, tres equipos de braquiterapia intracavitaria de alta tasa de dosis y un equipo de braquiterapia intracavitaria de baja tasa de dosis para la atención que brinda. Por su parte, en los diferentes establecimientos de salud pertenecientes al sector privado, se cuenta con cinco aceleradores lineales de alta energía, un acelerador lineal de baja energía, dos bombas de Cobalto 60, dos equipos de terapia superficial de ortovoltaje, seis equipos de braquiterapia intracavitaria de alta tasa de dosis y tres equipos de braquiterapia intracavitaria de baja tasa de dosis.

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Así, de manera total, en la región se cuenta con doce aceleradores lineales (once de alta energía y uno de baja energía); dos bombas de Cobalto 60; dos equipos de terapia superficial de ortovoltaje; seis equipos de braquiterapia de alta tasa de dosis (cinco Gammamed plus IX y un Flexitron); tres equipos de braquiterapia de baja tasa de dosis en tres centros y Radiocirugía en tres centros (IMSS: Vitalbeam Varian, Clinac IX Varian; SSA: Novalis TX Varian; medio privado Versa HD). Dentro de los retos que se tienen en la actualidad destaca el ofrecer en un tiempo óptimo los tratamientos, sin que ello implique comprometer los resultados clínicos. Como acciones de apoyo, información, promoción y desarrollo que se han llevado a cabo en este periodo 2018-2020 en la Vocalía Noroeste para los radiooncólogos de la región, se han implementado, a través de plataformas en línea, sesiones académicas con la finalidad de mantener capacitación continua, lo cual permitió

que los radiooncólogos del noroeste del país se mantuvieran actualizados. En el ámbito de la enseñanza, educación médica continua, adiestramiento, actualización y capacitación, se han llevado a cabo sesiones académicas en plataformas, con sesiones de contorneo en línea, permitiendo así la retroalimentación con profesores de reconocimiento nacional e internacional. El Hospital General Regional #1 del IMSS en Ciudad Obregón, Sonora, es subsede en la especialidad de Radioncología y, como parte de dicha promoción a los residentes en general se les brinda una introducción a la especialidad, para que tengan parámetros de decisión respecto a la especialidad que elegirán.

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Dra. Amelia Esperanza Sarricolea Puch VOCAL ZONA SURESTE 2018-2020 DE SOMERA

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ntre las funciones, objetivos y

responsabilidades de esta Vocalía están representar a la Sociedad en la región; apoyar en la realización de todos los actos que realice la Sociedad en la propia región. También, vigilar el cumplimiento de los estatutos de la Sociedad y de los acuerdos que se tomen, asistir a las sesiones extraordinarias que la Mesa Directiva convoque cuando lo juzgue pertinente; fomentar las relaciones de la Sociedad con otras corporaciones científicas; promover a la Sociedad entre los radiooncólogos de la región y difundir sus servicios y oferta académica entre los mismos. En lo que toca a los aspectos epidemiológicos, infraestructura, equipamiento, cobertura y demás pormenores de la especialidad en la región, la radioterapia en la península de Yucatán (estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán) se puede decir que es buena, ya que existe en Campeche un acelerador lineal estatal y en Yucatán existen dos aceleradores en el IMSS y uno en la Secretaría de Salud, además

de un equipo de Cobalto 60 en la Cruz Roja y dos aceleradores lineales en hospitales privados. Quintana Roo cuenta con un acelerador privado en Cancún. Sin embargo, el área de Chetumal, Quintana Roo,

ciudad del Carmen en Campeche y sobre todo Tabasco y Chiapas están sumamente abandonados en este rubro, así como el sur de Veracruz. Por esta razón, el IMSS Yucatán atiende a Quintana Roo, Campeche y al mismo estado de Yucatán. En cuanto a las áreas de oportunidad, retos y expectativas para impulsar y mejorar la especialidad y el servicio que ésta brinda a la población, destaca el mejorar el equipamiento tanto en el ámbito público como en el caso de la Fundación Cruz Roja en la entidad, para lo cual se requiere la adquisición de equipos de tecnología moderna que permitan realizar tratamientos más precisos y ampliar el número de los mismos entre la población que demanda esta atención especializada. Asimismo, mejorar los recursos para el acelerador lineal estatal de Yucatán y sobre todo trabajar insistentemente en el tema de cobertura universal a la población no derechohabiente. También es necesario sustituir el equipamiento en el IMSS Yucatán, ya que el acelerador multienergético se encuentra por cumplir 10 años y el aprovisionamiento

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de refacciones cada vez es más difícil. De igual manera, se requiere equipar para Radiocirugía y SBRT al estado de Yucatán; evolucionar en Braquiterapia para poder hacer casos no solo en el área ginecológica o de piel. También, atender urgentemente a los estados de Tabasco y Chiapas, equipándolos con aceleradores y braquiterapias ginecológicas para garantizar su suficiencia y evitar desplazamientos de los pacientes y su inclusión en largas listas de espera. Como acciones de apoyo, información, promoción y desarrollo que la Vocalía ha

llevado a cabo en este periodo para los radiooncólogos de la zona sureste, destaca el amplio apoyo virtual que esta Vocalía ha recibido desde la capital del país, el cual, por supuesto, se ha hecho extensivo a nuestros radiooncólogos afiliados en la región, así como el ser sede de Congresos, además de haber recibido a miembros de la Mesa Directiva y la realización de sesiones académicas. Soy jefe del Departamento Clínico de Radioterapia en la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Especialidades “Ignacio García Téllez”

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del Instituto Mexicano del Seguro Social en Mérida, Yucatán, donde en el ámbito de la enseñanza, educación médica continua, adiestramiento, actualización y capacitación, el hospital es sede formadora de residentes. Ya ha egresado de este hospital la primera generación de excelentes jóvenes Radiooncólogos y nuestra labor continúa. Nos gustaría formar técnicos radioterapeutas en la región, para lo cual también estamos trabajando en la parte de prospectiva y planeación.

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Dr. Rafael Piñeiro Retif VOCAL ZONA NORESTE 2018-2020 DE SOMERA Una iniciativa que yo destacaría del Dr. Armando Félix, Presidente de la Sociedad en el periodo 2018-2020 y todo su equipo, es el interés en el desarrollo de la educación médica continua con cursos, congresos, simposios, etcétera. Ya teníamos el precedente con sesiones periódicas, la gran mayoría realizadas en la Ciudad de México y que se transmitían vía electrónica a los socios. Lo novedosos e incluyente fue abrirlas para que así todos pudieran participar activamente, volviéndolas itinerantes para que las coordinaran y desarrollaran centros de todo el país.

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rgullosamente la primera sesión fuera de la Ciudad de México fue en el Centro Universitario Contra el Cáncer (CUCC) de la Universidad Autónoma de Nuevo León, con sede en Monterrey. Posteriormente se han organizado en otras sedes, todas con una gran participación por parte de los socios. Con esta prioridad y enfocados en la educación médica continua, desde el CUCC hemos implementado desde hace años al menos un congreso anual acompañado de sesiones plenarias, cursos para residentes y especialistas con temas de actualidad. Este año debido a la pandemia de COVID-19 tuvimos menos actividades y todas ellas se realizaron de manera virtual.

consensos al respecto nos sirven de guía para en la práctica implementar los ajustes necesarios. Como Sociedad debemos seguir impulsando el desarrollo en todas las áreas, no solo en los diferentes tipos de cáncer, sino además en otros padecimientos no oncológicos, como malformaciones arteriovenosas, neurinomas, patología funcional

Respecto a la transición tecnológica que beneficia al paciente, yo tuve la fortuna de hacer mi entrenamiento en un centro que ya iba muy a la vanguardia en cuanto a tecnología y atención médica, que es el Instituto Catalán de Oncología en Barcelona. Una vez terminada mi residencia regresé a mi alma mater, la Universidad Autónoma de Nuevo León; ya en ese momento había proyectos de actualización

Esta gestión, más allá de las intenciones y el discurso, en las acciones ha sido completamente incluyente al abrirse a que otras sedes participen, que los centros se involucren y llevar a la práctica la inclusión de los jóvenes especialistas y residentes, que es un reto y una responsabilidad que, si bien ya se llevaba a cabo, se ha fortalecido. La pandemia con su impacto en todas nuestras actividades, fue también un reto, que la Sociedad manejó de la mejor manera, ya que se continuó con sesiones de educación médica continua. Destacaría la convocatoria de manera muy temprana en la pandemia por parte de SOMERA y el Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia (CMCR) para, basados en las experiencias de países que nos precedieron en la pandemia, establecer protocolos, consensos de práctica en nuestra Sociedad para los pacientes oncológicos, que bien sabemos y hemos confirmado que no pueden esperar para recibir sus tratamientos. Los

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benigna como enfermedades proliferativas inflamatorias, que son áreas de oportunidad para el tratamiento con la radioterapia, con pocos efectos secundarios y grandes beneficios, pero que no tiene mayor desarrollo porque todos nuestros centros en México están sobrepasados con los pacientes oncológicos. SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


y modernización del CUCC, migrando rápidamente de una radioterapia 2D a Cyberknife y Tomoterapia, que representan el estado del arte en radioterapia. Me tocó vivir la implementación y esa migración en todo el personal: técnicos, personal administrativo, de Enfermería, profesores y residentes. Debemos empujar como Sociedad para que en cualquier región del país se tenga acceso a radioterapia de alta calidad. Son necesarios más centros de atención oncológica integral en el país con servicio de Radiooncología y mejor equipados.

lineal Halcyon en el país, así como la adquisición de una braquiterapia de alta tasa de dosis 3D. Tenemos equipos de última generación, sin olvidar, claro está, la historia del CUCC, que es experiencia acumulada. Sin embargo, hay que reconocer con tristeza que este ejemplo no es suficiente frente al cáncer, por lo que hay que buscar sensibilizar a las autoridades para que esto sea a nivel nacional, abrir centros donde

de los físicos médicos, que por obvias razones no se dan abasto para formar físicos médicos y hay una lista de espera a veces de dos años para que un físico pueda tener esa preparación. Y eso tendría que estarse haciendo en Nuevo León, Guadalajara, Mérida, otros lugares que han ido desarrollando la Oncología y no les falta nada para poder desarrollar la profesión de físico médico, técnicos en radioterapia, en dosimetría y no solo en los residentes en Radiooncología, que al terminar su formación de especialidad no tienen a dónde ir. Muchos optan incluso por ejercer en otros países. No lo digo como reproche porque así es la dinámica en general, pero resulta que nos perdemos de las experiencias de otros profesores, otros residentes, otros médicos en otros estados que también es muy valiosa.

Me gustó mucho esa experiencia, es algo que pensábamos que sería difícil y sí lo fue, tuvo su curva de aprendizaje pero todos estaban ávidos de esas nuevas oportunidades que significaban un gran cambio para nuestros pacientes. Teníamos equipos de treinta años de antigüedad, afortunadamente no hubo un conformismo y hemos seguido integrando tecnología, como el primer acelerador

Los gobiernos federal y estatales tienen que desarrollar un plan nacional de salud, no solo formar radiooncólogos, hay más profesionales en torno a la especialidad para tener un gran avance. Debemos buscar sensibilizar a las autoridades.

no los hay, en donde los haya actualizarlos y junto con ello todo el recurso humano que se requiere, que no es solo el médico especialista sino también los técnicos, los físicos médicos y demás personal que interviene. Es incongruente que tengamos un país tan grande y que solo haya avalados dos o tres centros en la Ciudad de México para la formación SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

El recordar que en la inmensa mayoría de los casos estamos frente a padecimientos oncológicos que causan mucho dolor y sufrimiento al paciente, familiares y equipo médico, pone en evidencia el humanismo que se tiene en esta profesión. Desde mi particular punto de vista y tratando de inculcar a los residentes, es una parte muy importante que les decimos y afortunadamente a veces no es necesario, porque la verdad hemos tenido muy buenos residentes que ya cuentan con una formación previa y un lado humano muy desarrollado. Para ser el mejor especialista, antes hace falta ser un buen ser humano y eso se lo comentamos porque, independientemente de que tengamos los mejores conocimientos médicos, la mejor práctica

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y la mejor tecnología, ningún tratamiento tiene garantía. Pero lo que sí podemos garantizar y depende de nosotros mismos es ser empáticos y transmitirle confianza al paciente, con lo que se va a sentir a gusto, acompañado. Algo que me gusta resaltar y tiene gran importancia en todos los centros es esto: La persona que todos los días ve a un paciente no soy yo, el médico, yo lo veo en su primera consulta y cada semana en el mejor de los casos; quienes lo ven todos los días son los técnicos radioterapeutas, habitualmente ellos ya tienen ese espíritu de ayuda y gran empatía. Y es por eso que debemos tener especial cuidado en sumar al equipo a gente que sea totalmente empática, porque son quienes van a hacer que el paciente se sienta a gusto en un tratamiento que es pesado, porque tiene que ir todos los días al hospital, meterse a una habitación que por más humana que la queramos hacer con colores y adornos es fría, con un aparato imponente y donde lo vamos a dejar solo, entonces ese paciente tiene que ver a una persona que le esté sonriendo, que sea empática, amable, además de que esté haciendo bien su trabajo. Me sumo a lo que otros médicos han dicho: en la situación actual de la radioterapia en México hay que transmitirles a las autoridades la importancia no solo de lo que hace falta, sino pedirles que tengan la sensibilidad de escucharnos y cómo hacerlo; no bastaría doblar el número de plazas para residencias médicas si antes no tengo a mediano plazo un proyecto de los centros que se van a construir. Me gustaría pensar que en cada estado al menos habrá un gran centro oncológico, multidisciplinario, que tenga tecnología de última generación, todo el equipo necesario y que pueda formar especialistas radiooncólogos, físicos médicos, técnicos en radioterapia, dosimetristas (que no existe ni siquiera la definición en los hospitales).

obviamente pueden ser certificaciones costosas o puede ser que no correspondan a nuestra realidad.

discusiones políticas o de cualquier índole, sino de escuchar propuestas y sumar esfuerzos.

Sin ser conformistas, debemos ser realistas con lo que hay; entonces, si vienen y pretenden evaluar a un centro como lo harían con el mejor del mundo, habrá muchas cosas que no se pueden cumplir.

Desafortunadamente, hay algunas cosas que no entran en esos planes ni son prioridad para tal o cual administración y no debiera ser así.

Ante ello considero que debería haber un estándar general, así como una certificación de los centros, sin fines de lucro, que puede ser por parte de la Sociedad o del Consejo de la especialidad, debiendo ser imparciales y objetivos. Yo me enfoco mucho en que podríamos estandarizar la formación de los especialistas, pero obviamente esa certificación podría ser no nada más para la formación sino también una certificación en cuanto a la calidad de los tratamientos en Centros que no sean formadores, la asistencia que se da, la calidad y seguridad del paciente y la de todo el personal. Cierto es que de alguna forma nos regula en algunos aspectos la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear, pero creo que se pudiera hacer más. No se trata de entrar en

Creo que sí se han hecho esfuerzos, sobre todo de parte del Consejo, para normar una formación más estandarizada en los diferentes centros, aunado a evaluar a los radiooncólogos que están finalizando o a los especialistas que ya desempeñan su función. En lo que toca a la certificación para el funcionamiento de los centros oncológicos, entiendo que existen empresas que pueden hacerlo, muchas de ellas extranjeras, ya sea norteamericanas o europeas. El meollo de esto es que

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CAPÍTULO III Reflexiones sobre el avance y desarrollo tecnológico en Radioterapia. Importancia y necesidad Dr. Cuauhtémoc de la Peña Hinojosa

Papel e importancia de la tecnología en Radioterapia La tecnología en México ha avanzado mucho, somos de los países latinos con mejor tecnología, quizá no la suficiente pero se ha invertido más al respecto en los últimos diez años y ya hay regiones en el país que tienen suficiente y de calidad a nivel mundial.

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stos avances han cambiado totalmente la cara y el panorama de la especialidad, que requiere de alta tecnología, con la que actualmente somos capaces en algunos centros de hacer tratamientos de cualquier tipo y nivel. Hoy en día la población que sigue teniendo enfermedades relacionadas a un estrato socioeconómico bajo se atiende en la medicina social y la población con acceso a servicios privados de salud, la menor cantidad, tiene otro tipo de patologías primarias.

seguido de cáncer de endometrio y en el hombre cáncer de próstata, pulmón, recto, notable incidencia de cáncer de cerebro que es muy tratable con radioterapia, sobre todo con los nuevos avances como la radiocirugía, con la que ya podemos tratar lesiones en el cerebro, enfermedades funcionales y todo tipo de enfermedad metastásica que antes por tener limitaciones con el control de la respiración no se trataban.

Ahora hay centros en el país que se han hecho expertos en la cirugía craneal y extracraneal. En muchos centros se han ido haciendo cambios sustanciales con la incorporación de nuevas tecnologías. Actualmente los tratamientos se hacen por medio de simulación virtual guiados por imagen y

El cáncer cervicouterino en la población económica baja sigue teniendo una incidencia muy alta, también la enfermedad de mama; en el hombre el cáncer de próstata y el de pulmón, pero en este grupo se incrementan el cáncer de recto, de colon, de endometrio. En Radiooncología el carcinoma de ovario ya se trata muy poco, por lo general es por medio de quimioterapia. Si nos vamos al medio de atención privada, en la mujer, por mucho hay una incidencia de cáncer de mama,

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a través de sistemas de computación, de tal manera que las Unidades de radioterapia actuales requieren de un apoyo multidisciplinario, no solo los radiooncólogos sino también personal de radioterapia y técnicos muy entrenados en las diferentes áreas de tratamiento, así como físicos entrenados en radioterapia con tecnología avanzada y los dosimetristas, todos ellos pilares importantes en el tratamiento.

Asimismo, el centro tiene que contar con el apoyo de rayos X y de un tomógrafo para poder hacer las planeaciones en forma adecuada; un tomógrafo que sea moderno, 4D, para poder hacer un control adecuado de la respiración.

ese avance, cada vez más los centros formadores tienen mejores formas de educación y de sistemas tecnológicos para formar especialistas que puedan llevar esto a las Unidades públicas y privadas del país.

El departamento debe tener la infraestructura centralizada de control de expedientes y de tratamiento, porque todo esto debe ser digitalizado para llevar un control electrónico desde que el paciente llega a la recepción, se le ingresa para su tratamiento e inmediatamente el sistema identifica al paciente y su expediente de tratamiento, todo esto hace que se logre un alto control de seguridad.

En formación de personal siento que estamos en una situación apropiada, hay todavía mucho que hacer en los Centros, pero siento que los médicos que estamos formando tienen por lo menos los requerimientos básicos en conocimientos médicos y tecnológicos y aparte todos estos especialistas al egresar tienen que ser certificados por el Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia, con lo que tenemos una gran oportunidad de ofrecer a la sociedad médicos bien formados.

En cuanto a la capacitación médica es algo muy complicado de lo que al momento no estoy completamente satisfecho, pero sí muy complacido de lo que México ha logrado y lo que se ha avanzado en ese aspecto. La tarea nunca va a ser fácil terminarla pero vamos bien en

Por otra parte, la industria es un ente comercial, pero que en aras de la seguridad y eficiencia gradualmente ha sido forzada a nivel mundial a tener mayores controles de rigidez y que también esté moralmente comprometida con las sociedades y los pacientes.

Esto la conduce a la posición de dar no solamente el conocimiento de la parte tecnológica de sus productos sino también de la parte científica global. La industria, de algunos años para acá, ha tratado de ayudar a la formación de médicos a través de seminarios, cursos, apoyos económicos para congresos, cada vez más. Antes era una industria que moderaba su presupuesto en función de qué tanto le iba a redituar, ahora sí están dedicando parte de su presupuesto a la educación médica y la relación que tenemos en México con la industria es mejor. Nuestro país ha comprado y cada vez compra más equipos y la industria ya se dio cuenta de que mientras mejor formación tenga el médico, más exige en la calidad. Es la simbiosis de ganar-ganar. SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

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Dr. Alejandro Antonio Sánchez Cruz

Impostergable, lograr la suficiencia en infraestructura, equipamiento y recursos humanos en Radiooncología Actualmente me desempeño como jefe del Servicio de Radioterapia del Centro Oncológico Estatal ISSEMyM del gobierno del Estado de México, además de ser supervisor médico en el Registro Nacional del Cáncer y, desde mi particular perspectiva, puedo apreciar que el panorama tecnológico actual de nuestro país en materia de equipamiento de Radiooncología y Radioterapia, aunque ha registrado grandes avances, sigue presentando signos de insuficiencia en diferentes rubros.

E

n este momento el país está transitando hacia la renovación de equipos de Cobalto a los aceleradores lineales. Esto es un cambio importante, dado que contar con mayor cantidad de aceleradores lineales nos permitiría poder desarrollar en todo el país técnicas que actualmente se consideran como estándar de tratamiento, como IMRT para cáncer de próstata y el área de cabeza y cuello, así como IGRT o VMAT, escalando dosis mayores con una preservación de los órganos de riesgo, lo que conlleva un mejor control local de la enfermedad y una mejor calidad en los tratamientos. Si bien es cierto que el apoyo por parte de las instituciones gubernamentales para obtener dicho equipamiento ha resultado insuficiente por diferentes motivos, se ha tratado de tener esta evolución de cambios y renovación de equipos. Considero que falta gestionar políticas públicas para poder garantizar que cada estado tenga los equipos necesarios acordes al número de población que es afectada por cáncer, esto incluye no sólo el equipamiento de las Unidades, sino el recurso humano necesario para poder otorgar los tratamientos. En este y otros rubros de la Medicina, desafortunadamente no somos autosuficientes para cubrir la demanda de atención ante un creciente número de pacientes que cada día requiere atención de alta especialidad, ello provocado principalmente por la falta de infraestructura, personal capacitado para esta área y la insuficiencia y hasta inexistencia de recursos en equipamiento, lo que finalmente se ve reflejado en las grandes listas de espera que tienen las instituciones de salud gubernamentales.

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Como médicos hemos creado estrategias con base en la evidencia mundial, mediante la implementación de esquemas hipofraccionados para atender el mayor número de pacientes en el menor tiempo posible, pero obteniendo la misma eficacia que brindan los tratamientos convencionales. La disparidad a nivel regional que existe en cuanto a disponibilidad de centros oncológicos y, por ende, de este tipo de atención y equipamiento especializado, afecta en no poder brindar a la población en sus sitios de origen una respuesta adecuada a sus necesidades de salud. Existe una centralización en las principales ciudades del país. En promedio hay un centro oncológico en cada estado, sin embargo, por la distribución geográfica de los municipios con respecto a los lugares donde están ubicados dichos centros oncológicos, regularmente en las capitales, es difícil el acceso a los mismos.

aún lineamientos específicos establecidos para la atención integral del paciente oncológico por parte del INSABI. En lo referente al adiestramiento, enseñanza y difusión del conocimiento, que van de la mano con la disponibilidad de equipamiento

Por otro lado, en este momento no existen SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


tecnológico, afortunadamente existen cursos nacionales e internacionales para conocer y difundir el conocimiento de las nuevas y mejores técnicas de tratamiento. Es necesario señalar que no siempre ese conocimiento puede ser aterrizado o desarrollarlo en el país, por el tipo de equipamiento con el que cuenta cada una de las instituciones. Considero que ello es un área de oportunidad para poder gestionar el mejor equipamiento en cada uno de los centros y así poder ir de la mano con el conocimiento y lo que actualmente se desarrolla en el mundo, pero aplicado a nuestra población. En particular, el panorama del Estado de México en este sentido, del ISSEMyM y en concreto del COEI puede considerarse alentador pero no necesariamente de suficiencia, como sucede en todo el país.

de cambio de el primer equipo para poder evolucionar a radiocirugía. Hemos estado creciendo la plantilla laboral, ahora contamos con 6 médicos adscritos, 8 técnicos en radioterapia, y somos una escuela formadora de recursos humanos, la cual tenemos el programa de excelencia académica por el CONACYT en proceso de consolidación. Contamos ya con la certificación para poder implementar tratamientos de radioterapia intraoperatoria, en espera de ser aceptada la gestión para poder desarrollar la técnica. Frente a los retos inmediatos y a mediano plazo que se tienen para responder al inexorable aumento de enfermedades

En la entidad se cuenta con 5 aceleradores lineales, de los cuales sólo 3 son públicos. En el COEI contamos con dos de ellos, estamos en un proceso de cambio en donde afortunadamente hemos tenido el apoyo de adquisición de un equipo de vanguardia, estamos próximos a implementar las técnicas de IMRT, IGRT, VMAT, contamos con Braquiterapia en 3D, en proceso crónico-degenerativas, neoplásicas y oncológicas que requieren radioterapia, la prevención siempre será la clave para no tener mayor incidencia de estas patologías. Con respecto a los pacientes oncológicos, sabemos que cerca del 60 % de ellos en alguna etapa de la enfermedad recibirá este tipo de tratamientos, ya sea como un tratamiento adyuvante, radical o paliativo. Se está buscando realizar en el menor tiempo posible un tratamiento (hipofraccionamiento) para obtener el mayor beneficio de SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

los pacientes y con ello lograr a su vez una disminución de la lista de espera de los pacientes a efecto de optimizar en primera estancia los tiempos y gasto de bolsillo del paciente en el traslado y el tiempo por equipo de tratamiento. En el ámbito de la atención radiooncológica se han presentado diversos cambios y contratiempos a causa de la pandemia de COVID-19, el más notorio es el retraso en los tratamientos. Tomando en cuenta el aprendizaje con otros países afectados en primera instancia, se ha optado por “semaforizar” a los pacientes con respecto a valorar los tratamientos más urgentes, así como optar por los tratamientos cortos (hipofraccionados) para poder atender a la población. Sobre el equipamiento de vanguardia que se requiere en el país y la incorporación de avances en materia tecnológica y de conocimiento para la especialidad, las posibilidades de México para acceder a esto son hoy en día una realidad, se sigue teniendo una evolución con respecto a las técnicas de tratamientos que ya se han implementado en el país, que si bien es cierto se desarrollan en pocos centros públicos, el acceso a los mismos es una realidad, como es el caso de los tratamientos con Gamma Knife, Tomoterapia, la terapia guiada por superficie (SGRT), braquiterapia en cáncer de próstata, braquiterapia en 3D, tratamientos dirigidos por medio de fusión de imágenes como PET/CT y resonancia magnética. Por otro lado, la terapia con protones (protonterapia), la terapia con iones de carbono o la terapia enfocada por ultrasonido (FUT) son ya una realidad en países desarrollados; al momento en México no se han implementado, pero esperamos que muy pronto se cuente con estos tratamientos.

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Dr. Novelthys Velasco Cortés

Vanguardia tecnológica en Radiocirugía y Radioneurocirugía La radioterapia es una herramienta tecnológica, considerada como un tratamiento efectivo para el cáncer. Alrededor del 50 % de los pacientes oncológicos llegará a radioterapia en algún momento de su manejo.

L

a especialidad es relativamente joven con respecto a otras, sin embargo, con grandes avances tecnológicos en los últimos años. La radiocirugía está en crecimiento exponencial en este momento.

localizadas y poder ofrecer mayor control tumoral. Lo extracraneal es un campo actualmente en expansión. En cuanto a la radiocirugía robótica, al mencionarla nos referimos específicamente al CyberKnife.

Hay que implementar más centros educativos de alta especialización en radioterapia y radiocirugía tanto craneal como extracraneal. Aún nos falta una mayor cantidad de equipo, así como personal capacitado para llegar a un número más amplio de población.

Es un brazo robótico de tipo industrial automotriz, donde se monta un mini acelerador lineal; tiene alta confiabilidad, con exactitud submilimitrica.

Considero que es necesario apostar por hacer nuestros propios equipos de radioterapia y posteriormente crecer para hacer nuestros equipos de radiocirugía, lo cual ayudaría al desarrollo tecnológico y brindar mejor atención, ya que por el número de población tenemos déficit de aceleradores lineales. Es necesario no depender tanto de la tecnología extranjera; en México hay excelentes científicos e ingenieros.

Tiene múltiples aplicaciones tanto de forma intracraneal como en tumores localizados

La radiocirugía, en particular la robótica con la maquina CyberKnife es muy cómoda para el paciente, que a diferencia de los procedimientos convencionales donde se pone un marco estereotáxico, se realiza sólo con mascara de fijación. Son múltiples patologías las que pueden ser tratadas, tanto tumores benignos como malignos; el único requisito es bajo el contexto de enfermedad oligometastásica y tumores de 3 cm como máximo. Actualmente estamos viendo cómo cada vez más los tratamientos hipofraccionados van avanzando en el campo de la radioterapia. Se ha avanzado en extrapolar lo aprendido del campo intracraneal al campo extracraneal, abriendo muchas posibilidades de tratar recurrencias

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riesgo. La radioneurocirugía es una técnica no invasiva que se emplea para tratar lesiones bien definidas. Inicialmente fue en sistema nervioso central, mediante haces finos de radiación provenientes de una fuente externa de radiación y dirigidos desde

extracraneales, ofreciendo múltiples ventajas al ser un tratamiento donde se entregan altas dosis de radiación a un campo localizado. Se puede utilizar en recurrencias, re irradiaciones o donde hay estructuras cercanas de riesgo, ya que la caída de dosis puede ser abrupta, protegiendo estos órganos de SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


múltiples direcciones con una elevada precisión, normalmente depositando la radiación en una sola sesión, pero debe tener una caída rápida de la radiación hacia los tejidos circundantes, evitando así los efectos dañinos de la radiación. En el procedimiento, una vez diagnosticado el candidato al tratamiento, se debe realizar tomografía axial de precisión para localización espacial de las estructuras; se utilizan imágenes ayudantes como es la resonancia magnética nuclear que

mejora la identificación de las estructuras, así como tomografía por emisión de positrones. Se pasa a planificación 3D, con planeación inversa, lo cual permite definir y adaptar mejor la distribución de la dosis y mejorar la protección de las zonas de riesgo vecinas. Y de ahí a la entrega del tratamiento, que puede ser de una sola fracción 1 a 5 días. En el caso específico de la radioneurocirugía, en México hay dos equipos de Gamma Knife: uno en Guadalajara y otro en la Ciudad de México, el cual es Gamma Knife Perfection; también aceleradores lineales mixtos que

dan tanto fraccionamiento convencional como radiocirugía craneal y extracraneal, así como aceleradores dedicados a radioneurocirugía. En este tipo de aceleradores tenemos al TRUEBEAM que tiene alta entrega de dosis; el CyberKnife que es un sistema robotizado dedicado a radiocirugía craneal y extracraneal del que en la Ciudad de México hay solo un equipo y a nivel nacional es el único que atiende a población con seguridad social. Y dos equipos más en Monterrey. Asimismo, existe tomoterapia, que es un acelerador lineal que llega a ocuparse para radiocirugía. Los padecimientos que pueden tratarse son variados. Dentro de ellos podemos mencionar meningiomas base de cráneo, de la convexidad y parasagitales, petroclivales, schwannomas vestibulares, adenomas de hipófisis, craneofaringiomas, tumores glómicos, radiocirugía en gliomas, metástasis cerebrales, radiocirugía en patología vascular principalmente malformaciones arteiovenosas, neuralgia del trigémino. Otras indicaciones pero más protocolizadas son radiocirugía en epilepsia, trastornos del movimiento, psiquiátricos y actualmente para control del dolor intratable en pacientes terminales oncológicos. En radiocirugía extracraneal podemos citar columna, cáncer de pulmón, cáncer de próstata, tumores hepáticos o tumores pancreáticos. Hay múltiples aplicaciones, que aumentan de manera paulatina. La radiocirugía ha ganado terreno en los últimos años y seguirá creciendo en lo que concierne a sus indicaciones, así como el hipofraccionamiento extremo. El reto siguiente es la protonterapia, que es radioterapia con partículas pesadas y radiocirugía.

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Dr. Rafael Piñeiro Retif

Necesaria e impostergable la modernización tecnológica en Radioterapia En Radiooncología es indispensable la capacitación y modernización tecnológica. Diversos especialistas coinciden en que nos encontramos muy lejos de los estándares en que deberíamos estar, lo que se refleja en la realidad de un paciente que tiene que viajar a la Ciudad de México cientos de kilómetros para recibir un tratamiento de cáncer, porque en sus estados de origen no existen centros o están saturados. En las ciudades grandes seguimos recibiendo pacientes de todo el país y se saturan esos centros; aunque tengan la mejor tecnología y el mejor equipo médico, no nos damos abasto.

A

nivel tecnológico el tema es el número de equipos a los que hay acceso para los pacientes, la cantidad no es suficiente y desafortunadamente también hay centros con tecnología obsoleta que no debería tenerse ya, por calidad y seguridad. Afortunadamente esto se ha ido logrando con la búsqueda y adquisición de nueva tecnología, con mayor seguridad y precisión, protección de tejido aledaño a éstos y menores efectos secundarios. Esto nos permite dar más dosis y con ello en ocasiones lograr mayores tasas de curación, que es lo que buscamos. Por ejemplo, en el CUCC hemos instalado un equipo nuevo, el Halcyon de VARIAN, orientado al paciente, su seguridad y reconocimiento mediante la identificación fotográfica, nombre completo y datos generales que el mismo paciente corrobora, también aparecen imágenes del posicionamiento que se hizo en la simulación del tratamiento y además como segundo control, tenemos expediente físico, fotografía de cómo lo posicionamos, por ejemplo si estaba con un inmovilizador x, etcétera y también el equipo posee la ventaja de tener la comodidad del paciente con un tratamiento muy rápido, con mayor certeza de tener la posición para el tratamiento en donde y como se requiere. Respecto a los tratamientos en menores, en Pediatría tratamos de diferir lo más posible la radiación, ya que tiene un efecto alrededor de los tejidos, sobre todo en los que están en desarrollo, entonces los pacientes pediátricos tienen una expectativa de ser grandes supervivientes y eso nos importa mucho, por lo que cuidamos mucho los efectos secundarios y las secuelas que pueda

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dejar el tratamiento. Es por esto que en la medida de lo posible intentamos diferir la radiación hasta que el paciente alcance la maduración apropiada, y si es posible evitarla. Las nuevas tecnologías se aplican y tienen una ventaja en el paciente pediátrico, pero lo que buscamos es menos dosis a los órganos sanos alrededor y tratamientos que tengan una precisión milimétrica para poder enfocarlos solo en el sitio del problema.

cuentan con tecnología de vanguardia como son la Tomoterapia, el Cyberknife o el Halcyon, con los que podemos buscar el máximo beneficio para el paciente. Hay centros que cómo nosotros en el CUCC, tienen un profesor subespecializado en Radioterapia Pediátrica, además de los oncólogos pediatras que ya están dentro de esta dinámica.

En los niños, como estándar a nivel internacional y sobre todo en la parte del sistema nervioso central, tiene un mayor papel la protonterapia, que desafortunadamente hoy en día es algo muy caro y que en México no existe ningún centro con protones. Afortunadamente, cada día van haciendo equipos más accesibles en cuanto al precio y más pequeños que requieren menos espacio para instalarse; a falta de estos equipos de protones tenemos centros que SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


T.R. Jesús Linares Miranda

Técnicos en Radioterapia: valiosa labor en la lucha contra el cáncer Como profesional asociado en Radiología e Imagen con especialidad en Radioterapia y Dosimetría Clínica y como Presidente de la Asociación de Técnicos en Radioterapia, A.C. (TERAMAC) en el periodo 2018-2020, me honra comunicar que somos un grupo de profesionales de la salud con un alto compromiso en la aplicación de tratamientos especializados en los diferentes centros oncológicos, brindando en todo momento calidad y calidez en la atención del paciente, con la finalidad de fomentar el profesionalismo del personal radioterapeuta, manteniéndolo actualizado en aspectos científicos, técnicos y humanísticos.

N

uestra asociación fue fundada en el Distrito Federal el 28 de marzo de 2003, por un grupo de profesionales de la salud y especialistas en radioterapia reunidos para discutir y en su caso aprobar la constitución de una asociación civil no lucrativa en el ámbito nacional con apego a lo dispuesto para estos casos por nuestras leyes, llegando a un acuerdo unánime para la creación de ésta y definiendo sus objetivos fundamentales. En sus actividades académicas han sido incluidos profesionales del equipo multidisciplinario en radioterapia: médicos, físicos médicos, técnicos en radioterapia y el área de Enfermería. Han presidido la asociación: 2000-2002 Lucía Téllez Nájera; 2002-2004 Lydia Felicitas Martínez Hernández; 2004-2006 Lydia Felicitas Martínez Hernández; 20062008 Javier Morán García; 2008-2010 Daniel Eduardo Breceda Olvera; 20102012 Adriana Sáenz Cruz; 2012-2014 Arcadio Betancourt Fuentes; 2014-2016 Miguel Ángel Rodríguez; 2016-2018 Odilón Pozos González; 2018-2020 Jesús Linares Miranda. Los objetivos de la asociación son: Fomentar, desarrollar, incentivar, capacitar y apoyar toda clase de actividades en el ámbito profesional, académico, ético, humano, tecnológico y cultural para especialistas en la materia y profesionales afines. Cultivar y avivar el sentido de fraternidad entre sus miembros, fortaleciendo sus lazos profesionales, éticos y morales. De igual manera: Colaborar con diversos organismos o asociaciones cuyos objetivos sean afines a esta asociación. Participar en eventos académicos nacionales e internacionales competentes a esta disciplina. Organizar por sí misma o conjuntamente con otros organismos, congresos, convenciones, simposios,

cursos, diplomados, jornadas nacionales o internacionales que permitan el intercambio académico, tecnológico y profesional. Asimismo, Ser un foro permanente de difusión de los principios técnicos y avances de la radioterapia a partir de la organización de eventos y reuniones. Promover la implementación de normas y técnicas relacionadas con las diversas disciplinas de la prospección en radioterapia. Proporcionar capacitación y asesoría sin afán de lucro a organismos gubernamentales, profesionales y educativos en materia de los avances en radioterapia. También, Promover el estudio y desarrollo en radioterapia especialmente de investigación, fomentando el interés científico, tecnológico y educativo manteniendo un elevado nivel de cognición de quienes conforman TERAMAC. Establecer, difundir y vigilar el cumplimiento de la misión y visión por parte de sus agremiados con el objeto de elevar la calidad y el prestigio de la asociación. Actualmente la asociación está integrada por más de 100 miembros activos,

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ubicándose la mayoría de ellos en la Ciudad de México, pero también con miembros en casi toda la república mexicana: León, Toluca, Guadalajara, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Querétaro, Monterrey, Durango, Veracruz, por mencionar algunos. TERAMAC es ya reconocida también a nivel internacional; ofrece servicios de capacitación así como apoyo al gremio técnico en Radioterapia y dosimetristas en la realización de cursos, talleres prácticos, congresos, y está en desarrollo el proyecto de Diplomado para Técnicos Radiólogos o en Radioterapia. Los beneficios de ser miembros activos son: actualización en tecnología de radioterapia de última generación; precios especiales en cursos, talleres y congresos; capacitación continua; mejor desempeño laboral dentro de los Servicios de radioterapia; constancias de participación ya sea como asistente o ponente a nuestros eventos; otorgamiento de becas de otras Asociaciones relacionadas a nuestra profesión. Desde la perspectiva de la asociación, en México son pocos los centros sede que forman técnicos especializados en Radioterapia con conocimientos en técnicas avanzadas. Más aún, la falta

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de profesionales entrenados ha sido identificada como uno de los obstáculos más serios para la implementación de la radioterapia moderna en el país. Esta carencia afecta principalmente a los pacientes oncológicos que acuden a centros de alta demanda, con listas de espera prolongadas debido a la falta de personal capacitado y de equipos para tratamiento, repercutiendo así en la atención oportuna a su padecimiento. Por lo anterior, es indispensable la capacitación de recursos humanos que permita la enseñanza de los fundamentos físicos, biológicos y técnicos sobre los cuales se apoya el manejo, la operación y la investigación en el área de la Radiooncología. Entre los actores más desconocidos y con menor apoyo en varios sentidos dentro del escenario de la radioterapia están los profesionales de la salud llamados por sus actividades “Técnicos en Radioterapia”, clave para que el desarrollo de la aplicación de los tratamientos ya que somos el último eslabón del equipo multidisciplinario de un Servicio de Radioterapia, pero no por ello los menos importantes, puesto que tenemos la gran responsabilidad de reproducir con la mayor precisión posible las sesiones de radioterapia prescritas. Por ello todo personal profesional Técnico en Radioterapia, deberá tener capacitación teórica y entrenamiento práctico en la aplicación clínica de ésta; capacitación continua de las nuevas técnicas de tratamiento así como la actualización en las nuevas tecnologías, contar con título profesional de la actividad técnica que desempeña y cédula, expedidos por la autoridad educativa competente. El personal responsable del tratamiento de los pacientes oncológicos en un área de radioterapia se compone por el

médico radiooncólogo, físicos médicos, dosimetristas, enfermeras oncólogas y técnicos especializados en radioterapia. Estos últimos son profesionales de la salud clave para el éxito en el tratamiento con radiación ionizante. Tienen la responsabilidad de reproducir con la mayor precisión posible las sesiones diarias de radioterapia; tienen contacto directo durante todo el tratamiento; ejercen funciones en el proceso de simulación, con elaboración de sistemas de fijación (máscaras termoplásticas) y también en el proceso de planificación (dosimetría clínica y elaboración de moldes personalizados), así como la colaboración con la dosimetría física y realización de controles de calidad. En muchos países, la profesión del Técnico en Radioterapia no está oficialmente reconocida ni existe una programa educativo o proceso de registro en vigor. La educación de este profesional es con frecuencia un componente corto de un programa más amplio, como diagnóstico por imágenes, Enfermería o un técnico con alguna otra especialidad. En México, en comparativa con otros países, TERAMAC se ha fijado como meta que los técnicos dedicados a la radioterapia tengan una constante actualización con base en los avances tecnológicos. Parte importante en ello es la realización de eventos que nos ayuden a lograr los objetivos planteados, en los que se fomenten el intercambio de actividades y la actualización de conocimientos. Hoy en día, gracias a la llegada de tecnología de punta como los aceleradores lineales, los tratamientos con radioterapia son de mayor eficacia y precisión. El uso de colimadores multihojas y sistemas de simulación virtual ha permitido a la radioterapia ganarse un espacio importante en la Medicina oncológica. La radioterapia en México se encuentra en plena evolución con tratamientos cada vez más sofisticados, con técnicas más complejas como los tratamientos con Respiratory Gating que implica mayor precisión y más procesos dentro de la planificación y simulación. Hay técnicas que demandan más recursos humanos y mejores procedimientos de control de calidad como la Radioterapia Estereotáctica de Cuerpo (SBRT, por

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sus siglas en inglés); los sistemas de verificación como en la Radioterapia Guiada por Imágenes (IGRT), por lo que debemos tener técnicos en radioterapia mejor preparados y que sepan manejar muy bien la tecnología, ya que se depende de ella. Deben manejar a la perfección y conocer los diferentes sistemas de fijación y colocación, así comosaber cuál es la mejor opción para el manejo del técnico, reproducibilidad, precisión y mayor comodidad para el paciente durante su tratamiento. Dentro de un Servicio de radioterapia existe la dosimetría clínica, que es el conjunto de procedimientos y técnicas necesarias para calcular y optimizar la distribución de dosis de radiación de forma óptima en los volúmenes a tratar. Es en esta área donde el técnico en radioterapia en algunos Servicios tiene la gran oportunidad de desarrollarse como dosimetrista, el cual desempeña ya otras funciones dentro del área, como realizar planes de tratamiento por medio del sistema de planificación, controles de calidad, apoyo en realización de la dosimetría física y estar presentes en la simulación por tomografía verificando las condiciones del paciente así como los criterios de la misma. Cuando uno como técnico se encuentra en el área de Física Medica el panorama cambia totalmente en relación a los tratamientos ya que es realmente donde te das cuenta cómo se distribuye la dosis de radiación; es por esto que yo recomendaría a estas áreas que den más oportunidad a los técnicos a que se involucren en la dosimetría clínica. La radioterapia es un componente esencial del manejo del cáncer; se estima que más de la mitad de todos los pacientes oncológicos requerirán radioterapia como parte de su tratamiento. Hasta 40 % de los pacientes logran curación cuando la radioterapia se combina con cirugía y quimioterapia. Esta modalidad de tratamiento puede utilizarse también para aliviar dolor, obstrucción o sangrado en tumores metastásicos. La gran mayoría de los equipos dedicados para radioterapia se localizan en grandes ciudades como la capital, Monterrey o Guadalajara; otros estados a pesar de que cuentan con un gran número de habitantes tienen pocos equipos de tratamiento. Por ello el número de técnicos dedicados a radioterapia con que cuenta el país no es suficiente y su distribución en el territorio nacional no es adecuada. El número actual de hospitales escuela para la formación de técnicos en

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radioterapia en México es escaso, el contenido académico es limitado y la experiencia de formación clínica puede ser sólo de unos pocos meses. La falta de reconocimiento, estatus y estructura de nuestra carrera en el país ha conducido a la falta de contratación y retención de personal, con la consiguiente escasez de técnicos en muchos centros dedicados a la radioterapia, que repercute directamente en la capacidad de ofrecer un tratamiento óptimo. En educación continua, TERAMAC se ha dado a la tarea de compartir conocimientos a nivel técnico y temas de interés médico y físico de la radioterapia mediante sesiones académicas y desarrolla un diplomado en radioterapia que va a aportar los concomimientos básicos necesarios así como la actualización de las nuevas técnicas de tratamiento y del uso de la tecnología, con la finalidad de, un futuro cercano, tener nuestra propia certificación y lograr la plena profesionalización de nuestra carrera, de gran importancia por el impacto que tiene la radioterapia en los pacientes oncológicos. En cuanto a seguridad del paciente y propia del Personal Ocupacionalmente Expuesto (POE), es común que quienes la reciben se preocupan por los riesgos que puede conllevar la exposición a la radioterapia: el simple hecho de escuchar la palabra radiación les genera temor. Para esto el personal a cargo es quien le da una amplia explicación sobre cómo será el tratamiento que va a recibir; se le hace mención de los controles de calidad que se hacen previo al inicio de tratamiento

y que los planes de tratamiento son individualizados. Aunque la radioterapia implica la exposición a partículas radiactivas peligrosas, se ha utilizado para tratar de forma segura el cáncer durante más de 100 años. Se han hecho muchos avances que han llevado a las regulaciones de seguridad y puestos de control durante el tratamiento. Los centros de tratamiento deben seguir ciertas reglas, normas y regulaciones para proteger a los pacientes, trabajadores y visitantes. Antes de dar un tratamiento de radioterapia, un equipo multidisciplinario trabaja cuidadosamente para desarrollar un plan de tratamiento eficaz y óptimo, respetando las dosis a los órganos de riesgo circundantes al volumen a tratar. Se revisa con frecuencia durante todo el tratamiento si existe algún cambio anatómico o que algún sistema de fijación o colocación no concuerde con las imágenes de tomografía que se utilizaron para realizar el plan de tratamiento; se utilizan cámaras de circuito cerrado durante la aplicación del tratamiento y un sistema de audio para comunicarnos con el paciente. Para su protección y la del POE, se deberán tener sistemas de registro u hojas de planeación donde se consigne la dosis total planeada y diaria impartida, número de sesiones por día y por semana, dosis aplicada, verificados cuando menos por un profesional en Física aplicada al uso médico de las radiaciones ionizantes y médico radioterapeuta. El técnico radioterapeuta anotará la fecha del tratamiento, la dosis administrada y firmará el registro u hoja de planeación. El primer día de tratamiento se realizará la supervisión por parte del médico radioterapeuta, anotando la fecha, su conformidad y firmando el registro u hoja de planeación. En cuanto a la seguridad del POE que labora en un Servicio de Radioterapia, éste se encuentra en un búnker donde se instalan los equipos

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que emiten el haz de radiación y está diseñado para atenuar las dosis de los equipos emisores de radiación. Cuenta con detectores de área que indican que hay radiación en el ambiente y el POE porta un dosímetro personal con el que se hace un seguimiento mensual y anual para determinar las dosis que han absorbido en sus actividades laborales. El técnico en radioterapia es el responsable de la aplicación de los tratamientos prescritos por el médico radiooncólogo. Con base en las indicaciones de la planificación, deberá preparar el equipo y los accesorios para administrar el tratamiento al paciente, así como la verificación diaria por medio de los sistemas de verificación de imágenes con el que cuente cada Servicio de Radioterapia y operar de manera eficiente el equipo de radiación ionizante (aceleradores lineales). Por ello es importante recordar que el paciente se encuentra en un Servicio de Radioterapia por una necesidad de mejorar su salud; el técnico debe saber que está en sus manos poder ayudar al paciente si desarrolla su trabajo de la mejor forma posible, estar pendiente de los probables eventos que puedan ocurrir dentro del tratamiento, darle confianza al paciente y hacerle saber que estamos para apoyarlo en su enfermedad. La empatía es una forma de conocimiento y aproximación al otro, un intento de ponerse en el lugar de la otra persona. La relación técnico-paciente es además un valor, una actitud y una habilidad, con puntos importantes como: Saludar, presentarse y preguntar al paciente cómo se siente el día de hoy; mostrarse tranquilo, cordial y sonreír con sinceridad; practicar una plática activa; mostrar sentido de la responsabilidad; estar atento a las inquietudes de los pacientes y entender su personalidad; hablar lo necesario y explicarse de un modo inteligible, huyendo de los tecnicismos; llamar al paciente por su nombre; valorar con el diálogo lo que quiere y lo que no quiere saber el paciente sobre su enfermedad; aplicar la regla de las tres “C”: Comunicación, Comprensión, Confianza.

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nuestros pacientes, con radiación externa, con la más alta precisión y la más alta exactitud, exactamente igual a la que se hace en los más reconocidos centros en todo el mundo.

Precisión, efectividad y seguridad en nuestros tratamientos

Radioterapia

de alta calidad y seguridad:

nuestra práctica cotidiana ●Sinergía de un grupo multidisciplinario de especialistas, infraestructura y tecnología al servicio del paciente La Radiooncología es parte de la multidisciplina en el tratamiento contra el cáncer, interactuamos de forma continua con cirujanos oncólogos, oncólogos médicos y con otras áreas afines a nuestra especialidad, constituyendo un grupo heterogéneo de especialistas.

S

oy jefe del Servicio de Radioterapia del Hospital Ángeles Lomas y, en nombre de la empresa Recursos Médicos y Tecnológicos para la Salud, S.A. comento que existen diferentes unidades hospitalarias en las que contamos con la más alta infraestructura de radioterapia, que brinda la mayor seguridad y calidad de tratamientos de radioterapia en los pacientes oncológicos y también en patologías benignas.

En nuestro Departamento de Radioterapia, luego del proceso de simulación para localización de la zona a tratar, realizamos la planeación del tratamiento delimitando el sitio a radiar, considerando el aspecto anatómico y las características patológicas para determinar si el paciente es candidato para recibir radioterapia y de qué tipo será ésta. Hacemos un contorneo de la zona a radiar, delimitamos estructuras y órganos de riesgo y logramos el plan óptimo y más seguro.

NUESTROS VALORES: ► Amabilidad ► Oportunidad ► Honestidad ► Humanismo ► Trato profesional ► Trabajo en equipo ► Capacitación constante

Tecnología de vanguardia El equipo que vemos es un acelerador lineal de marca Elekta y nos permite hacer tratamientos con la más alta precisión y exactitud. Con este novedoso equipo, podemos emplear radioterapia conformacional, radioterapia de intensidad modulada para los diferentes escenarios a los que nos enfrentamos. También tenemos capacidad de hacer radiocirugía intra y extracraneana (estereotáctica corporal), que requiere la más alta precisión. Para ello contamos con sistemas guiados por imagen y con sistemas de fijación para un tratamiento óptimo. Este acelerador lineal nos permite hacer una imagen guiada diaria, para lograr una reproducibilidad muy alta del tratamiento. Tenemos Centros de Radioterapia en los Hospitales Ángeles Lomas, Ángeles Acoxpa, Ángeles Lindavista, Ángeles del

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Bajío en León, Gto., Hospital San José en Hermosillo, Son., y en Hospital San Javier en Guadalajara, Jal., donde se cuenta con esta tecnología. Nuestro Servicio es muy amplio y desarrolla una gama de posibilidades para brindar tratamiento a SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


Es un trabajo conjunto del radiooncólogo con los técnicos y el físico médico, aprovechando los recursos médicos y tecnológicos para lograr el plan más certero, seguro y beneficioso para los pacientes. Una vez listo el plan, lo evalúa el radiooncólogo y determina si el paciente está recibiendo la dosis correcta en el sitio correcto y que se está protegiendo el resto de los órganos adyacentes. Se aprueba y se manda al acelerador lineal, se establece comunicación constante con el paciente y se le explica todo lo relacionado con su tratamiento, objetivo, efectos secundarios, la interacción con los técnicos y demás detalles del tratamiento, recomendaciones dietéticas, etcétera. Existe una relación estrecha entre la Coordinación de Radioterapia, el área de admisión, la administrativa y enfermería para que el paciente esté cómodo y se sienta apoyado en este proceso. La atención y orientación es permanente, así como la aplicación y vigilancia de aspectos higiénicos y demás a fin de lograr los mejores resultados para los pacientes.

Acompañamiento en todo momento El diagnóstico de cáncer es una noticia impactante y nosotros como médicos debemos tener sentido común, ética y humanismo para apoyar a los pacientes y explicarles su situación, que su enfermedad puede ser curable de acuerdo con la etapa, histología, sensibilidad, a los manejos adyuvantes o definitivos como quimioterapia, radioterapia, además del manejo quirúrgico primario. Es un mito que cáncer es igual a muerte: cada paciente tiene un riesgo que determina el pronóstico. También es un mito que la radioterapia es un tratamiento agresivo, que daña: al contrario, las técnicas de radioterapia han avanzado, tenemos las más seguras, que nos permiten irradiar el volumen blanco con la mayor precisión, exactitud y proteger los órganos adyacentes, de tal manera que la toxicidad aguda y a largo plazo se vea disminuida.

Manejamos una medicina personalizada, basada en la evidencia, en la imagen, en muchos factores de riesgo para emitir un pronóstico, determinar la posibilidad de un control local que se incrementa con la terapia postoperatoria y con la adición probablemente de quimioterapia, además del manejo quirúrgico primario. Cada escenario es diferente y consideramos posibilidades de control local, curación a largo plazo, riesgo de desimanación a distancia y otros factores de forma individual. Hay neoplasias potencialmente curables, otras curables de forma intermedia y otras resistentes a los manejos quirúrgicos, de radioterapia y quimioterapia, que se consideran de mal pronóstico. El pronóstico de cada paciente es variable y depende de muchos factores: edad, tipo de tumor, grado histológico, etapa clínica y otros factores como biomarcadores que van a determinar la conducta a seguir y los resultados que vamos a obtener con el manejo oncológico e integral. A futuro, en radioterapia se vislumbra un desarrollo importante, como en el caso de la braquiterapia, modalidad de radiación cercana o de contacto que nos sirve para uno de los principales problemas de salud pública, el cáncer ginecológico.

con la utilización de otras modalidades de tratamiento como serían los protones, la radioterapia guiada por imagen de resonancia magnética e incluso por PET. Es un futuro muy prometedor, donde el uso de la inteligencia artificial nos va a ayudar tomar decisiones basadas en el concepto de Big Data, en el que a través de la condensación o filtración de todos los datos que existen en la literatura uno va a tomar la mejor decisión para los pacientes. Por supuesto, en este sentido la empresa tiene grandes proyectos que esperemos se concreten para brindar un servicio cada vez mejor, con tecnología innovadora, versátil, como la de primer mundo, por ejemplo, modalidades como la protonterapia, pero realmente estamos a la par para tratar lesiones de forma correcta. Quizás falte agregar al sector publico mayor infraestructura en cuanto al número de aceleradores lineales, pero en el sector privado considero que estamos bien, existe una gama de equipos bastante amplia, moderna, segura y precisa, que compite con otros hospitales del mundo.

Ya estamos realizando radioterapia estereotáctica corporal o radiocirugía extracraneana para tratar pacientes con oligometástasis o tratar pacientes de forma curativa o definitiva en cáncer de próstata o de pulmón de células no pequeñas en etapa temprana con modalidad de SBRT. A nivel global vienen grandes avances en radioterapia adaptativa, en relación

La infraestructura va de la mano del equipo humano, con una interdisciplina correcta, que nos haga tomar la mejor decisión para nuestros pacientes. Es tener el mejor equipo humano y tecnológico para que al paciente le vaya mejor. Definitivamente es un proceso bien claro en cuanto a los caminos que se tienen que seguir para tener infraestructura y todo multidisciplinario integrados para obtener los resultados mencionados. SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

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Dr. Ramón Jesús Martell Guerrero

Radioterapia en el sector privado: competitividad y modernización permanente En el ámbito de la Radioterapia, en el transcurso de los últimos 10 años ha habido un avance en la modernización de los equipos, como aceleradores lineales, sistemas de planeación y fijación que ofrecen beneficios en el control de la enfermedad. El tratamiento de radioterapia externa es individual y específico para cada paciente y requiere de un plan de evaluación, decisión terapéutica, localización, simulación, fijación, plantación, envió de imágenes y plan de aplicación del tratamiento y posteriormente verificación y seguimiento. Calidad de nivel mundial Ofrecemos mayor seguridad y certeza para el paciente. Hemos buscado adaptar e incorporar tecnología en los equipos que ya teníamos, en los sistemas de cómputo, en las tomografías que nos sirven para hacer los cálculos de las protecciones de cada paciente y poder adaptarlo a los equipos, actualizándolos para poder ofrecer tratamientos lo más certeros y seguros. La Radiooncología es una subespecialidad en la que cuando un paciente llega, ya fue diagnosticado de cáncer y visto por múltiples especialistas que lo refieren con nosotros, porque más del 60 % de los pacientes oncológicos terminan recibiendo radioterapia y ésta tiene indicaciones muy específicas para cada diagnóstico, más ahora que se tienen contemplados muchos protocolos conforme a estándares internacionales, a los que con los avances nos es posible adaptarnos.

nos sirven para ofrecer tratamientos muy similares a los que se ofrecen con los otros equipos. La Radioterapia hoy es un tratamiento costoso. Todos los equipos son importados y, por ejemplo, en braquiterapia hay que importar fuentes de material radioactivo cada 3-4 meses. Además requieren mantenimiento y todos los costos son en dólares, lo que hace imposible a un médico tener la capacidad de invertir en una Unidad de radioterapia, por eso es de que son contadas

aquellas cuyos dueños sean médicos, aunque recordemos que así empezó la radioterapia: con pequeños equipos o una sala con la unidad de Cobalto 60 y se hizo por médicos, no por los hospitales privados, que tenían miedo de invertir en esto, hasta que a partir de los años 90 comenzaron a poner unidades de radioterapia. Ahora es muy difícil invertir en esto, pero los que alcanzamos a hacer algo por la Medicina privada en unidades de radioterapia vamos subiendo gradualmente en esa tecnología que nos faltaba y nos es posible ofrecer tratamientos completos.

Multidisciplina, calidad y amplia oferta de servicios, claves para un tratamiento exitoso El análisis clínico del tipo de neoplasia me da las opciones de tratamiento y finalidad, así como las

En México hay unidades de Radiooncología a la altura de cualquiera en el mundo y lo mismo en las instituciones, pero el problema de estas es que esos equipos, además de ser pocos, son para un limitado número de pacientes y al final de cuentas no es posible ofrecer tratamiento a todos los que lo requieren. En Medicina privada, considero que estamos en situación similar: hay hospitales que pudieron actualizar o tener equipos nuevos y otros que hemos adaptado los que tenemos con tecnología actual que

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asociaron con quimioterapia, cirugía, y el plan de dosis de radioterapia, fracciones y técnicas. El tratamiento del cáncer es multidisciplinario. Al tener un diagnóstico, primero el cirujano oncólogo lo confirma, determina en qué etapa se encuentra la enfermedad y propone su plan de intervención; en ese momento ya se puede identificar hacia dónde irán los tratamientos que van a continuar, ya sean neoadyuvantes, una cirugía o radioterapia radicales y tratamiento posterior al quirúrgico, que son tratamientos adyuvantes complementarios. Cuando el paciente llega con nosotros, hacemos la valoración de la extensión de la enfermedad y del tratamiento que requiere.

Primero se tiene que verificar (simulación) con el equipo cómo recibirá la radiación y hacer una planeación con tomografía en la computadora y así poder ubicar como recibirá esa radiación, además de ubicar el posicionamiento, las protecciones y cómo debemos dar el tratamiento para que sea homogéneo y proteger áreas que no necesitamos radiar. Para eso la Unidad de Radioterapia requiere de físicos médicos especializados y lo mismo técnicos en radioterapia que están avalados por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, que tiene lineamientos respecto a la capacitación del personal, seguridad del equipo e instalaciones, etcétera. Para nosotros siempre es importante hablar con los pacientes para que nos ayuden a cuidar las áreas que se van a radiar, para así tener menos morbilidad o reacciones, porque es muy común que a un paciente en tratamiento de radiación su familia le diga que se ponga distintas sustancias y eso es un problema que lleva a muchas reacciones de sensibilidad en la piel.

Uno debe estar pendiente de los tratamientos y las consecuencias de lo que puede ocasionar la radiación y los cuidados posteriores. Esta intervención multidisciplinaria es previa, durante y posterior al tratamiento, donde los tiempos son muy importantes y en la Medicina privada procuramos dar el tratamiento en el tiempo adecuado para no afectar el plan total de tratamiento. Hay estudios completos que avalan por qué tiene que ser un tiempo muy específico para cada uno de los tratamientos. Nuestra Unidad está abierta a todo público y a todos los médicos que, con sus certificaciones del Consejo y avalados por la sociedad correspondiente, requieran tratar aquí a sus pacientes. Se cuenta con los servicios básicos de Radioterapia; simulación; dos aceleradores lineales con capacidad multihojas para proteger el área de tratamiento; braquiterapia de alta tasa de dosis con iridio que nos permite dar radiación directa al área tumoral, muy localizada al sitio del tumor o al sitio que requiere en poco tiempo. También tenemos equipo de terapia superficial con rayos X de muy baja energía que se usa para cáncer de piel o lesiones como cicatrices queloides. Realmente todo lo que requiere el paciente en radioterapia aquí lo tenemos.

Humanismo, calidez, empatía, acompañamiento El humanismo, la calidez, acompañamiento y empatía son inherentes a nuestro servicio y vocación. Siempre establecemos un estrecho contacto con los pacientes para saber cómo los han tratado, desde el camillero, la persona de recepción, los técnicos en las salas de tratamiento hasta el médico especialista. Nuestro trato es siempre amable, cálido, el personal está entrenado en ello, porque el paciente requiere ese apoyo. Claro que llegan con miedo, porque la mayoría de las veces alguien les ha SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana

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dicho que los van a quemar o que les va a ir muy mal, por lo que desde que llegan todos le ofrecemos información clara y esa calidez para que se sienta cómodo, en confianza y exprese lo que requiere. Varios de nuestros pacientes me han dicho: “No cambien. Ni en la Unidad de la que me mandan ni en otras donde me han visto me han tratado como ustedes”. Eso me da seguridad y tranquilidad de lo que estamos haciendo, aunque sí es difícil porque hay veces en que los pacientes vienen con un miedo, mal informados de cómo les va a ir. Nosotros no ahondamos en su condición: hablamos de otras cosas porque tenemos que cambiar el estado de tensión y negación en la cual vienen. No hay un paciente que nos hable mal del servicio, pese a que estamos en una época difícil y ellos vienen con tantos problemas. Sin embargo, procuramos que salgan mucho más positivos de como llegaron. Aquí cada médico ve a su paciente, de manera personaliza, verificando desde quién lo recibe hasta su tratamiento completo.

Cercanía en todo momento: ventaja sobre la Medicina institucional Recordemos que el cáncer es curable y la Radioterapia es parte fundamental de los tratamientos en Oncología. Por la frecuencia de los tipos de tumor que vemos aquí, en primer lugar está el cáncer de mama, luego tumores ginecológicos, de tubo digestivo y así sucesivamente, en los porcentajes que son los mismos que en otro lugar y que se reportan a nivel nacional. Nuestra finalidad es apoyar al paciente en tiempo y forma a lo que requiere para el control de su enfermedad. En este momento en la Medicina privada se diagnostican más temprano, entonces el pronóstico es mejor y no es raro que nos toque ver estas curaciones, y se ofrece una posibilidad más alta para la curación. Aquí también se tratan niños, se ha

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tenido un avance en los tratamientos de quimioterapia y radioterapia en niños, aunque la mayoría se van a hospitales infantiles privados especializados. Tenemos 2 médicos dedicados a pediatría y ellos los tratan como corresponde, con sus protecciones, planes de tratamiento completos y protocolos que corresponden, entonces al paciente le va bien; muchas veces necesitamos apoyo del anestesiólogo para tenerlos con cierta tranquilidad a la hora de tratamiento.

Un proyecto que se sostiene en la calidad y servicio Soy el doctor Ramón Jesús Martell Guerrero, egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, con especialidad en el Hospital General de México y subespecialidad en el Hospital Baylor en Dallas, Texas. Estoy en

Tratamos de estar al día en la Unidad para ofrecer todos los servicios completos e integrales. Nos hemos podido adaptar a muchas cosas, tenemos nuestros ingenieros para mantenimiento de equipo, todos los permisos y lo necesario para importar fuentes radioactivas. Cierto tipo de mantenimiento lo hacen otras empresas y son mucho más costosos, pero eso nos favorece porque de los 365 días del año estamos disponibles 360, realmente nuestros equipos siempre están trabajando, no hemos tenido problemas operativos porque el personal está capacitado y avalado para la reparación del equipo; además, nos apoyan empresas americanas directamente, para enviarnos de forma inmediata las piezas que se requieran. Un paciente que llega con nosotros se siente protegido, sabe que va a recibir la mejor radiación y el mejor trato. Nos consta que a los pacientes les va bien; siempre procuramos estar involucrados en su problemática, lo que es muy favorable para que se sienta en confianza. No lo dejamos como un número; al contrario: lo consideramos parte de la familia que llega aquí; entre ellos así

Oncología privada desde que egresé hace más de treinta y tantos años y me tocó ser parte de la fundación y organización de este Servicio, complementario a lo que ya había en el Hospital Dalinde. Actualmente soy presidente del Consejo de Administración, pero el corporativo es una suma de todos los médicos que estamos como socios, en diferentes especialidades, ya que contamos con cirujanos, oncólogos, gastroenterólogos, neurocirujanos, dermatólogos, cardiólogos, gineco oncólogos, endoscopistas. SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


como con nosotros y nuestros técnicos se integran en torno a un tratamiento que saben perfectamente que les va a ayudar y salen siempre complacidos.

Brindando protección y seguridad en tiempos de pandemia por COVID-19 En cuanto al protocolo de seguridad en tiempos de pandemia, siempre insistimos en que los tratamientos oncológicos tienen prioridad, no es posible suspenderlos ni en tiempos de COVID. Por eso desde el primer día acatamos los lineamientos que se requieren de seguridad, de control de la gente que entra al Servicio, la sanitización de los equipos, espacios, implementos y las protecciones que requieren. El personal cuenta con todo el equipo e implementos para estar debidamente protegido y proteger a los demás. Con el miedo, a principios de la pandemia hubo unos pocos pacientes que no quisieron presentarse, se dieron cuenta de que la enfermedad estaba fuera de control; vinieron uno o dos meses después, se trataron y no tuvieron problemas a nivel de COVID, porque realmente nosotros estamos cuidando todo esto.

Testimonio del Dr. José Edmundo Rodríguez del Rincón, miembro fundador de la Unidad

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l aprendizaje que obtuve al verme involucrado en la construcción del nuevo búnker del Hospital 20 de Noviembre y el que construimos en el ámbito privado en las calles de Nicolás San Juan y División del Norte en la colonia Del Valle, sirvió para realizar el búnker que se hizo en la Torre Médica Dalinde, en las calles de Tuxpan y Quintana Roo, colonia Roma Sur, departamento de Oncología que sigue trabajando y que formamos con el Dr. Ramón Jesús Martell Guerrero, él y yo como radioterapeutas, aunque también entró como socio después el Dr. Ayala, ya fallecido. Nosotros dos nos fajamos fuerte en ese momento con la construcción en el espacio que se nos asignó en un edificio del que no éramos dueños. Su propietario nos dio la parte más interna del sótano, que tuve oportunidad de ver cuando supe que se iba a construir el edificio y pensé que si se iba a llevar a cabo la obra, el sótano sería el lugar ideal para el búnker, según las exigencias en aquellas épocas. Y yo creo que sigue siendo igual, porque la protección para la radiación no ha cambiado. Lo que pasa es que actualmente ya no intervienen los radioterapeutas modernos en la construcción de ningún búnker, porque como en todos los casos, hay un dueño que es el hospital o el edificio y ya entran con la mesa puesta, se puede decir, desde el punto vista de construcción hasta de equipamiento, permisos, trámites y demás. Ya es algo totalmente diferente, que les evita tanto la fuerte inversión que se requiere como la complicación de construcción del búnker. Ahora nosotros en el Hospital Dalinde somos el único Servicio

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en la Ciudad de México en el que los médicos somos los dueños del equipo, con todas las desventajas que eso puede tener, teniendo un casero que te sube la renta cada año y que estás pagando una enormidad de renta mensual por el espacio, porque tú construiste el búnker, a ti te dieron el pedazo de sótano y ahí construimos nosotros con nuestros ingenieros, con nuestros planes, con la memoria analítica ante la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias del búnker aprobado, porque no puedes dar un paso si no te lo aprueban. Lo anterior aunado a las dificultades de adquisición de equipo, porque los médicos en general, los que pudieron haberlo hecho, que eran los pioneros, no lo hicieron, porque curiosamente tenían la facilidad y el dinero para hacerlo pero nunca se metieron en eso, ya que entonces se abrían diversos centros de radioterapia ya construidos y equipados. En ese momento cada uno de esos pioneros se ubicó en esas nuevas instalaciones y dejaron el Dalinde, que quedó en nuestras manos, en mis manos, El Dalinde, para fines prácticos, es el primer centro de radioterapia privado de la Ciudad de México; su búnker operaba con una bomba de Cobalto 60, la primera que llegó a México; era un equipo Keleket, que ya es parte de la historia de la radioterapia privada en nuestro país, porque llegaría entre 1955 y 1958, ya no recuerdo exactamente la fecha. Junto a este aparato, en Guadalajara había otro y en algún estado de la república había otro más; con esos equipos es como se inicia la radioterapia privada en México, de forma paralela o simultánea a los hospitales oficiales.

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CAPÍTULO IV Muejeres en Radioterapia. Líderes especialistas, padecimientos comunes en la población femenina

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Dra. Dolores de la Mata Moya Radioterapia: un mundo exigente y competitivo para la mujer Sin lugar a dudas, ser mujer en un mundo laboral competitivo y exigente, a veces lleno de situaciones inequitativas también, pareciera que es algo que no está pensado para nosotras.

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iví en España, en donde como mujer sí está bien visto que hagas tu licenciatura o equivalente, que la mayoría ya lo es, pero cuando empiezas a llegar a la especialidad, lo que te encuentras es que, aunque se haga dicha especialidad, no había jefas de radioterapia, no había mujeres con puestos de mando que se dedicaran a la investigación. Me empiezo a encontrar a lo largo de mi formación con ciertas preferencias de acceso a dichos puestos, que favorecían antes a un hombre que a una mujer. Creo que una de las cosas importantes de cómo te ves como mujer profesionista, como médico, es que durante la carrera nadie te pone ningún pero, te encuentras con que es un mundo en el que casi más de la mitad de quienes estamos estudiando Medicina somos mujeres. Cuando llegas a la especialidad, la verdad es que en España y aquí en México más pronunciadamente, hay más mujeres que hombres, sí ha habido un gran auge en el que nos vamos integrando como profesionistas.

Sin embargo, las dificultades tienen que ver con los puestos de mando, a la hora de adquirir responsabilidades te vas encontrando con que se tiene una mayor preferencia por otorgar por forma directa a varones, aunque sean jóvenes, esos puestos de responsabilidad y se lo piensan más cuando se trata de una mujer. Yo lo que decidí fue no engancharme en esa situación y mantener claros mis objetivos: yo sabía y estaba convencida de que quería ser una buena radiooncóloga, que quería usar tecnología de última generación; no me servía hacer cualquier cosa, yo iba apostar por eso en mi carrera profesional e iba a publicar, a investigar y no me bajé de ese objetivo. Cuando uno tiene claro eso has avanzado, aunque es verdad que te cuesta mucho al principio, pero al final son los resultados los que hablan por ti. Entonces, yo creo que eso ha sido una de mis grandes ventajas: no importarme esas discriminaciones que como mujeres sí hemos tenido en nuestro desarrollo profesional y responsabilidades y seguir en mi carrera haciendo bien las cosas y eso hace que no haya lugar de discusión de porque estás ahí, si por tu capacidad o por tu sexo. El otro punto como siempre es la conciliación laboral familiar, muchas de las veces te encuentras con compañeras que nunca sabrás, porque la verdad respeto mucho si fue decisión personal o laboral, no tener pareja, no tener hijos y pareciera que ese es el castigo que tienes que pagar por ese puesto de responsabilidad, cuando a un hombre no se le “castiga” de esa manera. Y para mí, uno está con la pareja que te ayuda a ser mejor persona y a crecer y mi esposo la verdad es que siempre me ha apoyado en eso y ha sabido entender cuáles eran nuestros espacios o los requerimientos. Y tengo que adorar a mis hijos, porque me preguntan: “¿hoy te vas a trabajar mamá?” o quizás “¿hoy te vas a un congreso?” u “¿hoy qué vas a hacer diferente?”

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Ese tipo de apoyo hace que tú también como profesional puedas crecer, porque si lo que haces no te llena a ti o no puedes incluir a los que te rodean fuera de tu trabajo no sirve para mucho. Sí es complicado ser mujer en puestos directivos o en tener una jefatura: no te ponen una alfombra roja para que vayas paseando, sino que tienes que buscar tu lugar y de hecho todos los días pasa que voltean y, si vas con un hombre al lado, piensan que es él quien tiene mayor jerarquía. Ahora que he estado haciendo la renovación tecnológica de mi Departamento clínico, les costó un tiempo entender que era una mujer la que estaba tomando las decisiones, la que iba a poner los limites, pero al final tu estilo de trabajo y el buen hacer de las cosas hace que la gente se adapte y no tenga ningún problema. Ser mujer en México es complicado por muchas cuestiones ancestrales de cultura, pero ser mujer profesionista lo es más. Cuando llegué a México me sorprendió gratamente encontrar muchas jefas de radioterapia; pensé entonces “ya quisiéramos en España”. Me di cuenta de que habían ganado su papel, pero luego se escucha tras bambalinas: “sí, pero no tuvo su vida familiar”, entonces esa parte de que se tenga que penalizar tu vida familiar por tu trabajo me parece totalmente injusto, porque puede ser una decisión personal, no es que estés dejando tu familia. Y a un hombre nunca se lo cuestionan. En todas las profesiones se está trabajando mucho y las mujeres estamos demostrando nuestra capacidad y efectividad. Como radiooncóloga, como jefa, como mamá, soy una persona

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que optimiza mucho el tiempo, soy muy eficiente y en mi área prefiero que la gente haga las cosas y tenga un tiempo libre, que se maneje con responsabilidad de sus actos, porque así va a crecer como persona y aportará más al grupo. Hay que darle empoderamiento en cada una de sus actividades y reconocimiento positivo de todo lo que hace; eso es algo que tenemos que hacer mucho más en México. Todos quienes trabajan conmigo de antemano tienen mi reconocimiento por tratar a pacientes con cáncer todos los días con una sonrisa, por haber encontrado un modo de formarse que no existía porque muchas mujeres o muchos técnicos venían de un departamento de radiología y decidieron un día incursionar en radioterapia. Esa parte por la que están ahí y que lo hagan bien es mucho más valioso, es algo que aportamos las mujeres: mucha eficiencia; nos gusta mucho hacer las cosas, resolver y continuar, porque tenemos más cosas que hacer. Por eso quiero dar el ejemplo de una mujer que sabe manejar su Departamento además de organizar otras cuestiones personales y el resultado es óptimo. Es lo que intento, por lo menos estoy muy contenta con lo que hago en mi vida y lo que me gusta mucho, he aprendido con esta madurez que dan los años; uno debe de estar contento con lo que hace y no esperar que sean los demás los que digan: “qué bien lo has hecho”, sino que tú creas que lo que haces es bueno para ti y los demás y eso lleva al éxito, con gran satisfacción y te impulsa a crecer y a hacer algo más. Por ejemplo, cuando mis compañeros residentes mujeres que preguntan “¿cómo le haces? ¿cómo le vas a seguir?”, me gusta decirles que crean en sus proyectos, que aprendan a ser eficientes, que se organicen. Dedico todos los días un tiempo antes de empezar la jornada para saber qué voy a hacer y para organizar; voy haciendo una parte que son los pacientes, otra parte que es SOMERA porque me encanta compartir y educar con la comunidad; otra parte en “modo mamá” y aparte estar como jefa, a veces con 3 reuniones diferentes, pero el hecho es tener un orden y un gusto por hacer las cosas que, si lo pierdes, hay que volver a encontrarlo, volver a buscar cuáles son tus objetivos en la vida. Otra de las cosas que hago mucho es defender a las mujeres que hay en mi trabajo y en mi entorno para que no haya ni comentarios ni actitudes machistas y que las oportunidades de talento humano sean

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igualitarias tanto para hombre como para mujer, y eso también eso es algo con lo tengo que luchar todos los días, no es fácil. Así como he encontrado empatía y afinidad también he tenido mucha gente que “pone piedras en el camino”. Sin embargo, los jefes que he tenido nunca jamás han planteado ningún obstáculo porque yo fuera mujer a la hora de tomar decisiones o cumplir con mi responsabilidad. En SOMERA, creo que trabajar con el Dr. Armando Félix no ha sido en ningún momento un problema, hemos avanzado de la mano, sin ninguna diferencia y nos ha ayudado a potenciar todo esto. Un colega, el Dr. Mario Enrique, que desde que llegué a México siempre me ha estado apoyando, me dice: “no se preocupe doctora, aunque yo no sea mujer, estoy de acuerdo”. Esa parte ha sido muy valiosa, él ha sido una persona que siempre me ha estado alentando y dicho “usted lo está haciendo bien y siga su objetivo, nos está ayudando a todos” y este reconocimiento a mí me parece muy especial. Cualquiera de los jefes que he tenido para mí han sido valiosos.

nos olviden nuestras revisiones, nuestra detección oportuna el cáncer de mama, el Papanicolaou; realmente toma muy poco tiempo, es una visita al año al doctor y nos sirve para dar ejemplo. Al final lo que nosotros hacemos es lo que ven los demás, entonces creo que hay que cuidarnos mucho y a mis compañeros profesionistas yo les diría que, pareciera mentira, pero trabajar en la autoestima y querernos nosotras mucho nos ayuda a querer y a cuidar a los demás mucho mejor y a tener relaciones más sanas. Siempre buscamos que los demás sean los que tengan la culpa o que nos digan si lo hemos hecho bien o mal, pero todo parte de uno mismo y hay que tener siempre presente que para avanzar hay que tratar de ser buenos en lo que hagas, formarte, estar a la vanguardia en conocimientos, publicarlos, compartirlos y rodearte de gente que te sume, no que te reste.

Hemos aprendido todas las mujeres a remar juntas, aun en el contexto más competitivo; siento ahora que todas mis colegas nos ayudamos, buscamos cómo encontrar foros, cómo conciliar vida familiar y laboral, hay más interés y unión. Muchas veces nosotras como mujeres y como profesionistas le damos tanta importancia a que nos reconozcan por lo que vale nuestro cerebro, que no nos preocupamos por nuestro físico y creo que el mensaje de hoy, en épocas de COVID y de que la Organización Mundial de la Salud coincide con que tenemos que hacer hábitos de vida saludables; nosotros somos ejemplo como madres, como mujeres, como médicos. Si nosotras no nos cuidamos, si no tenemos una dieta equilibrada, no nos damos tiempo para hacer ejercicio o para tener aficiones, no queda nada en nuestro yo para poder darle a los demás. Tenemos que encontrar el mismo tiempo que encontramos para atender a nuestros pacientes, 15 minutos para pensar en nosotros mismos, en nuestra misión, sin que se SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


Dra. Michelle A. Villavicencio Queijeiro Indiscutible equidad en la formación y práctica de la Radiooncología Durante mi formación como radiooncóloga se hizo presente un notorio incremento en el número de mujeres que participan en las diferentes áreas de la Oncología, además de contar con profesoras mujeres reconocidas en el área, lo que contribuyo a mi integración en la residencia y posteriormente en mi labor como médico adscrito. Considero que ser médico y radiooncóloga me da la oportunidad de aplicar los conocimientos en beneficio de los pacientes, además de acompañarlos en su proceso de curación y/o cierre de ciclos.

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in duda hubo obstáculos y contratiempos a los que tuve que enfrentarme para salir avante, pero éstos fueron superados. En alguna ocasión tuve compañeros con actitud poco empática o que consideraban que, por ser mujer, mi desempeño sería diferente al de ellos. Sin embargo, esas situaciones fueron en su momento un estímulo que favoreció mi compromiso diario. En el aspecto laboral también ha influido el hecho de ser mujer. Cuando egresé de la especialidad, algunos compañeros consideraban que ciertos logros académicos o laborales se relacionaban con el hecho de ser mujer. Sin embargo, el tiempo y las situaciones han demostrado que es el esfuerzo, el trabajo y el compromiso son lo que me han dado las oportunidades de trabajo

y de crecimiento que he tenido. No obstante, aunado al desarrollo profesional es necesario hacer compatible la vida personal y familiar con éste. Para mí ha sido todo un proceso encontrar el equilibrio en tiempos y espacios entre mi vida personal y laboral; a lo largo de los años he aprendido a dar espacios y tiempos a cada una de las áreas de mi vida. Es sabido que actualmente el panorama que enfrentan las profesionales de salud en materia de discriminación, acoso, oportunidades, salarios, equidad, derechos humanos y demás aspectos en el ámbito laboral es real y es posible que existan más casos, de los que no sabemos.

Buscando compartir experiencias exitosas con las mujeres que inician en esta especialidad o se sienten atraídas a ella, a fin de que puedan concretar sus planes, mi sugerencia es planear la vida profesional en función de la vida personal y familiar, encontrar el equilibrio y los tiempos que se destinan a cada una de las áreas de la vida.

En lo personal no he vivido ninguna de estas situaciones, sin embargo en el medio público-privado existe equidad salarial y en derechos humanos, las oportunidades van de la mano del perfil del profesional y del curriculum de cada persona.

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Dra. Luisa María Catalina Tenorio Téllez Trayectoria dedicada al bienestar del paciente mediante la Radiooncología Nunca imaginé que la radioterapia se convertiría en el hilo conductor de mi vida. Sin saber qué era, la conocí desde mis primeros años en la Facultad de Medicina, porque tuve la oportunidad de acudir en mis tiempos libres al Servicio de Radioterapia del Hospital Universitario de Puebla (1977), el cual formaba parte de la Unidad de Oncología, integrada además por el Servicio de Oncología Médica y el de Cirugía Oncológica.

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n el sótano estaba una bomba de Coblato 60, un equipo de terapia superficial y contaba también con fuentes de Cesio 137 para la aplicación de baquiterapia a pacientes con cáncer cervicouterino. Para 1984 tuve que elegir la especialidad, había planeado realizar Medicina Interna para hacer Oncología Médica, pero por cambios en el Plan Nacional de Residencias Médicas ingresamos a la par dos generaciones y las circunstancias me llevaron al Hospital General de Veracruz como integrante de la primera generación para realizar Medicina Interna en ese hospital. Debido al terremoto del 19 de septiembre de 1985, tristemente hubo muchas bajas de médicos residentes en las grandes sedes de la Ciudad de México y se presentó la oportunidad de cambiar la sede. Sin pensarlo, apliqué para ingresar a radioterapia en el Instituto Nacional Cancerología (INCan), donde fui aceptada habiendo cursado un año de Medicina Interna, previo examen de admisión y entrevistas con el Dr. José Noriega Limón (director emérito), el Dr. Armando López Rodríguez (subdirector médico) y la Dra. Patricia Fuentes Fierro (jefe de División de Radioterapia), quienes contribuyeron en mi formación. El Dr. Noriega me enseñó a fundamentar todas mis acciones con base en la anatomía descriptiva, topográfica y radiológica, todas integradas para lograr mayor precisión en la administración de la radiación. El Dr. López hizo que me enamorara apasionadamente del uso de la radioterapia para el cáncer de piel, su enseñanza inició con los principios básicos de física de la radiación y la explicación detallada de tablas que se utilizaban para el cálculo de dosis; compartió conmigo su basta experiencia no solo en el arte del manejo del cáncer de piel sino también de vida, por lo que orgullosamente lo puedo llamar maestro.

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Para hablar de la Dra. Fuentes no tengo el suficiente tiempo y espacio: la conocí como jefa de la División, sus cualidades y habilidades condujeron permanentemente el desarrollo y avance de la radioterapia; trabajaba con un gran equipo integrado mayoritariamente por mujeres, contrató a la primera física médica mexicana formada en Inglaterra, se ocupó de la educación de los técnicos en radioterapia y siempre se mantuvo atenta a la mejora del desempeño de los residentes.

de ahí después de haber firmado contrato para iniciar el primer día de 1990. Con todo planeado estratégicamente, fui asignada a Tumores de Mama y por estar en mi consultorio de Terapia Superficial también fui responsable del tratamiento de cáncer de piel.

Al concluir la residencia regrese a mi ciudad natal, Puebla. En el Hospital Universitario inicié labores inmediatamente y dos semanas después fui contratada como médico especialista en el Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social. A pesar de tener dos trabajos de inmediato y estar con mi familia, no me sentía satisfecha y decidí aplicar por una beca para realizar una estancia en Alemania. Fui aceptada por tres universidades y cumplí con todos los requisitos gracias al apoyo de las autoridades del INCan, pero según la Secretaría de Relaciones Exteriores, la radioterapia y en general el tratamiento del cáncer en 1989 no eran una prioridad para el país y por esta causa no se me otorgó la beca. Ante esa negativa y con la intención de agradecer todo el apoyo que me brindaron, visité a la Dra. Fuentes y al Dr. López. Ambos me recibieron gustosos y me propusieron quedarme como medico adscrito a la División. El Dr. López me condujo al Departamento de Personal y salí SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana



Después de dos años, con el objetivo de mejorar el tratamiento de mama, hice una estancia de 6 semanas con el Dr. Carlos Pérez en el Mallinckrodt Institute of Radiology. A mi regreso la planeación para el tratamiento de cáncer de mama deja de ser exclusivamente clínica: se inició con la simulación bajo control fluoroscópico, esto dio mayor certidumbre en la profundidad del pulmón incluida en los campos tangenciales, se establecen restricciones, la profundidad del pulmón no debe ser mayor de 2.5 cm y se toma un contorno de la silueta de la paciente, que se dibuja en una hoja para que el plan y cálculo de dosis se realizara con un programa computarizado, esto contribuyó a reducir la tasa de neumonitis por radiación. Cuando vino el cambio de dirección, la Dra. Fuentes deja de ser titular de la División de Radioterapia y pasa a ser mi compañera de trabajo. Compartimos el mismo consultorio en espera de la remodelación del Servicio; ambas trabajamos en pro de un mismo objetivo: realizar lo mejor posible nuestro trabajo en beneficio de nuestros pacientes. Con esta alianza superé las adversidades de la nueva dirección y me dio la oportunidad de dar un enfoque diferente a mi práctica clínica al estudiar la maestría de Administración de Sistemas de Salud en la Facultad de Contaduría de la Universidad Nacional Autónoma de México. Gracias a ello me di cuenta del alto costo de los tratamientos de radioterapia y de la necesidad de justificarlos mediante la cuantificación de los resultados obtenidos, no solo midiendo el tiempo de sobrevida, sino también de la calidad de vida de los pacientes. Otro evento relevante que ocurre en esta etapa, a petición del director general del Instituto, fue la participación en un proyecto de investigación sobre la utilidad del oxígeno hiperbárico para el tratamiento de la lesión tardía por radiación. Fue un trabajo titánico que benefició e impactó positivamente en la calidad de vida de las pacientes al evitar una colostomía definitiva en pacientes con proctopatía por radiación, después de estar curadas de cáncer del cuello uterino. La eficacia de esta alternativa terapéutica quedó publicada en una revista internacional en 2008. Gracias a la innovación tecnológica en radioterapia, el cambio de braquiterapia de baja tasa de dosis a la de alta tasa condujo a una reducción dramática en la tasa de proctopatía por radiación. Ante la no existencia de casos para tratar con oxígeno hiperbárico, el Servicio de Medicina Hiperbárica desapareció en 2015.

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Mientras estuve como responsable del proyecto de investigación y del Servicio de Medicina Hiperbárica, la División de Radioterapia pasó nuevamente a manos de otra mujer, la Dra. Adela Poitevin Chacón. No trabajamos juntas de inmediato, le tomó tiempo identificar que podíamos trabajar en favor de un mismo objetivo. Durante su gestión se da el gran cambio: se realiza la migración de la radioterapia 2D a la 3D, el equipo de fluoroscopia se cambia por uno de tomografía; se actualizan los aceleradores, se adquiere uno nuevo y todo el equipo necesario para la radioterapia guiada por imagen. Algo muy importante fue la capacitación de todo el personal: físicos médicos, técnicos y médicos. Los técnicos son capacitados en el sitio, vienen profesores a impartir cursos. Un físico médico y un radiooncologo se van al extranjero con la misión de regresar y capacitar a los demás miembros del equipo, objetivo que no se logra en el grupo de radiooncólogos y tenemos que ser autodidactas, buscando cursos de contorneo a distancia para mantenernos actualizados de manera continua. La transición continuó lentamente, ya no bajo el mando de la Dra. Poitevin porque ella se retiró en 2008. No quiero dejar de mencionar que la Dra. Poitevin durante su gestión me dio la oportunidad de participar en un protocolo internacional sobre la eficacia del uso de dosis única para el control del dolor en metástasis óseas y de manejar por más de 14 años continuos a los pacientes con cáncer de piel, dotándome para esta última actividad de la herramienta más valiosa: un equipo nuevo de terapia superficial. Fui feliz todo este tiempo viendo los resultados logrados, no sólo clínicos sino también los cambios en el estado de ánimo de los pacientes al ver su expresión de felicidad por recuperar y conservar su fisonomía. Capturé fotos de estos momentos. Presumí siempre mis resultados a todos los residentes que rotaron por mi Servicio y compañeros radiooncólogos, mostrándoles fotografías del antes y después explicando la importancia de contar con esta evidencia, enfatizando en que el resultado exitoso de estos casos es sin duda la mejor tarjeta de presentación de un buen radiooncólogo.

25 años, más 3 de residencia, doy gracias por cerrar un ciclo de mi vida y haber podido confirmar mi hipótesis de que la terapia superficial es superior al uso de electrones en el manejo de cáncer de piel no melanoma. Sin proponérmelo logré comparar estas dos alternativas de tratamiento en 712 pacientes, en quienes la asignación del tratamiento se realizó en función de la disposición de equipo, trabajo que presenté en cartel en la 23ª Conferencia Anual del National Comprehensive Cancer Network (NCCN) en 2018. A más de cinco años de mi retiro del InCan continúo en la Radiooncología, gracias a la constante motivación por parte de mi compañera de trabajo en la práctica privada, la Dra. Dolores de la Mata Moya, a quien conocí en el InCan y con quien he tenido oportunidad de intercambiar experiencias y continuar aprendiendo, porque el radiooncólogo siempre tiene algo nuevo que aprender, para no dejar que la tecnología nos rebase. Hablando de intercambiar y compartir experiencias, fue para mi gratificante la invitación por parte de la Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de Radioterapia 2018-2020 para participar en el Consenso Mexicano de Manejo de la Radiodermitis, cuyo objetivo es el de generar una herramienta de apoyo para la evaluación y manejo de las reacciones cutáneas inducidas por la radioterapia, evento adverso al cual frecuentemente nos enfrentamos y, si bien no lo podemos evitar, el adecuado manejo antes, durante y después de la radioterapia reducirá su intensidad y acelerará su resolución, en aras de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Por último, no me resta mas que dar las gracias a todas y todos quienes trabajamos siempre por un mismo objetivo: el bienestar de nuestros pacientes.

Por último, después de SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


Dra. Elsa Patricia Fuentes Fierro Toda una vida de logros en la lucha contra el cáncer Estuve colaborando en el Instituto Nacional de Cancerologia durante 33 años. Llegué en 1976 y me jubilé en 2008 a los 58 años. El Instituto estaba en el número 151 de la avenida Niños Héroes, en la Colonia Doctores. Era un hospital realmente muy pequeño. Tenía un área de radioterapia que estaba aislada relativamente por un patio del resto del hospital y había dos bombas de Cobalto 60.

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l jefe de Radioterapia y Director del hospital era el Dr. José Noriega Limón. Él fue quien me entrevistó, aceptó y cobijó por el resto de su vida hospitalaria. Él era un hombre que creía mucho en la fuerza de la mujer; caí en buenas manos. Yo escogí Oncología como especialidad porque había visto que el cáncer estaba aumentando en frecuencia y era un área que no estaba saturada. Elegí el Instituto Nacional de Cancerología para hacerla. En esa época el programa de la especialidad iniciaba con un tronco común, todos los médicos hacíamos el primer año en común y después te ibas a la subespecialidad elegida. En esa época eran solamente tres: Radioterapia (ahora llamada Radiooncología), Oncología Médica y Oncología Quirúrgica. Al final del primer año, el doctor Noriega, quien era muy carismático y adorable, ya me había escogido para ser radioterapeuta, lo cual a mí me encantó. La verdad es un tipo de medicina donde tu sabes perfectamente qué dosis debe llegar y a dónde llega. Es una especialidad que cada vez es más precisa, desde luego gracias al avance tecnológico. Así fue como escogí Radioterapia. Hice toda la residencia y ya nunca más volví a salir de ahí. Fui jefe de residentes. Me quedé un año más en calidad de residente y después inmediatemente me dieron la base de médico especialista en radioterapia. En aquella época no había todas las dificultades que tienen ahora los médicos jóvenes para tener una base. Y así fui creciendo y educándome en Radioterapia. En aquel entonces estaban en Radioterapia como adscritos el Dr. Armando López Rodriguez, el Dr. Alberto Guadarrama Fleites y las técnicas de los equipos. El Servicio en esa época trabajaba dos turnos, matutino y vespertino; había técnicos hombres pero eran muy pocos y básicamente en el Servicio abundaban las mujeres, todas

eran en general lindas, te acogían bien, te trataban bien, teníamos un muy buen ambiente laboral. Con el resto del hospital teníamos una comunicación estrecha, interactuamos en las asambleas médicas y teníamos todos los días de la semana una actividad académica. Había la sesión de Patología, la sesión general, las sesiones de cada Departamento. Teníamos un Departamento de Física Médica pero era muy rudimentario. En esa época estaba un físico que se apellidaba Cardona, quien daba servicio a muchos hospitales, por lo que era muy difícil tener lo que se necesitaba y frecuentemente me quedaba la incertitubre de si realmente revisaba los planes.

donde se aplicaba el radio. Se hacían las aplicaciones y las pacientes se aislaban mientras recibian el tratamiento. Así fue el inicio. Ya después se cambió todo el Instituto a Tlalpan, que para nada es como ahora. Era un atrio muy grande, la parte del hospital empezaba justo dónde están

Desde que llegué, durante mi entrevista con el doctor Noriega me comentó que se estaba planeando cambiar el hospital de Niños Héroes a la zona de hospitales en Tlalpan y después de cuatro años por fin llegó esa fecha prometida (1980). Curiosamente yo fui de las primeras que llegaron a las instalaciones en Tlalpan porque los equipos, que eran dos bombas de Cobalto 60 nuevas, con los adelantos tecnológicos del momento, tenían que empezar a usarse. Si no se hacía, el tiempo pasaba y las fuentes iban decayendo, lo que representaba una gran pérdida de recursos. Entonces iba unos días a Tlalpan y otros a Niños Héroes. Me tocó llevar pacientes en mi coche desde Niños Héroes a Tlalpan cuando requerían de un equipo más preciso, porque los otros eran más antiguos y había que darles el beneficio con el que ya contabamos. También en Niños Héroes había toda un área

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ahora las cajas de cobro, en toda esa zona estaba el área de Consulta Externa y al fondo estaba Radioterapia y los quirófanos. Se tenían tres pisos para hospitalización, el tercer piso se asignó para estancia de pacientes con aplicaciones de radio, el área de Patología estaba separada. Había también un área de Enseñanza y un gran estacionamiento. Todo fue cambiando poco a poco, siempre modernizándose. Teníamos terapia superficial, se adquirió un acelerador lineal y después se realizó el cambio de braquiterapia de carga directa a braquiterapia de carga diferida: después de tener que ser super veloz para aplicar radio cambiamos a cargas diferidas. Podíamos también hacer implantes con unos agujas de Cesio137 antiquísimas, pero fue un área que no tuvo gran desarrollo. Posteriormente se consigue contar con una mayor presencia de Física Médica con la llegada del físico Tovar, a quien le tocaron todos los cambios y la llegada de la primera computadora, que era una Apple que ocupaba todo un cuarto y que tenía unos discos impresionantes; la habitación donde se instaló debía mantenerse siempre fría porque tenía que estar en temperatura baja para su funcionamiento. La División de Radioterapia estaba organizada con diferentes Servicios: Ginecología; Tumores de Mama; Cabeza y Cuello y Tumores Mixtos, estos últimos se fueron diferenciando en Urología y Hematología conforme se fueron integrando más médicos y el instituto fue creciendo. En Ginecología se atendían básicamente pacientes con cáncer cervicouterino, en esas epocas era el cáncer más frecuente y llegaban casos muy avanzados. Nosotros teníamos muchas urgencias porque llegaban muchas pacientes con sangrado, por lo que yo me volví súper experta en hemostasia. El Dr. Noriega siguió en la Dirección General del instituto ya con un hospital más grande. El Dr. López fue nombrado jefe de División y se crean dos Departamentos, el de Braquiterapia y el de Teleterapia. A mí me dejaron como jefa de uno de estos dos, no recuerdo cuál. En esa epoca éramos muy pocos los residentes de Radioterapia, había uno o dos y si había uno de primero y otro en segundo ya te sentías reina porque ya tenías a quién mandar. También había muy pocos adscritos, estábamos el Dr. López, el Dr. Gudarrama y yo. En general estos fueron los inicios, ya después la vida nos sonreía porque había muchísimo trabajo y más residentes. Había

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ya un Servicio de Enseñanza bastante consolidado; las sesiones clínicas cada vez fueron mejorando y todo creció; vinieron más aceleradores y llego la Radioterapia que actualmente se conoce como guiada por imagen. En epocas previas, nos auxiliábamos con el Servicio de Radiodiagnóstico, el cual era excelente, dirigido por el Dr. Agustín Aguilera y nosotros estábamos muy en contacto con los radiólogos porque era la única forma que teníamos de localizar los tumores. Eso y la imaginación: me acuerdo que poniamos la placa de RX sobre el paciente. Ya después tuvimos un simulador donde podías ver lo que quisieras y más adelante llegamos al tomógrafo para la planeación 3D. El caso es que esos fueron los incios, las épocas que yo viví, que fueron cambiando muy lento primero y muy rápido al final con todos los sistemas computarizados y los diferentes tipos de radioterapia que se conocen.

subordinados existen, pero siempre hay que conciliar. Si le piden renunciar a la jefatura, no se intimide por regresar a la práctica clínica, reincorporándose como adscrito al servicio de procedencia. Siempre hay que procurar ser exclente compañera de trabajo, ello facilita el trabajo a todos. A los residentes se les debe enseñar el sentido práctico de la Radioterapia y la enseñanza no tiene por qué dejar de tener su lado divertido. Quien actúe así dejara su marca no solo en el personal técnico con su enseñanza y compañerismo, sino también en cada uno de sus pacientes por su enorme compromiso y devoción al entregar a cada uno de ellos lo mejor de su profesión y su persona. Por eso, a todos mis jefes, colegas y colaboradores les digo: gracias por su compañerismo y amistad.

Yo fui jefe de Servicio y también de División. En ambos cargos me fue bastante bien, curiosamente y ahora que está tan en voga lo de la misoginia, nunca la sentí durante la primera parte de mi estancia; ya después fueron llegando los “machomen”, pero bueno tampoco fue para tanto. En esto se resume toda mi estancia de 33 años en el instituto. La verdad la mayor parte del tiempo fui muy feliz y cuando me jubilé, desde luego descubrí que había otra vida, en la cual también estoy muy feliz, pero desde luego siempre hay que vivir el momento y adelante. Por ello, me gustaría compartir esto que pienso y siento: el éxito en la gestión de alguien generalmente es gracias a su personalidad, carácter, cualidades y habilidades que posee. El sentido común ayuda a tomar las decisiones correctas. Impacta también la capacicidad de convocatoria y conocer al ser humano propicia que pocas veces se equivoque en la eleción de las personas que integren su equipo de trabajo, si es posible simpre mujeres: hay que estar convencida de la capacidad y vocación de servicio de ellas. Los problemas con los SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


Dra. Aída Mota García Férrea lucha de la mujer por su inserción en la Radiooncología La historia escrita de la Oncología radioterápica en su mayor parte ha pasado por alto los logros de las mujeres en el campo. Sus batallas por la aceptación también se han debido a que las mujeres, por diversas razones, tradicionalmente no han alcanzado las marcas profesionales que hacen que sus contrapartes masculinas emerjan como históricas.

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uchas mujeres que practicaron la Oncología radioterápica y la Física de la radiación durante el último siglo, fue en la mayoría de las veces con grandes obstáculos y con algún costo personal. Sin embargo, sus historias iluminan áreas de nuestra historia previamente inexploradas. Marie Curie (1867-1934). Indudablemente, la mujer más famosa para influir en el campo de Radioterapia. Ella descubrió el Radio, creo una nueva disciplina de radioterapia. Margaret Abigail Cleaves (1848-1917) surge como la mujer más importante en Oncología radioterápica en esos primeros años. Fue la primera médica en participar en la radioterapia y la primera en el mundo en utilizar el Radio en Ginecología. En 1903, fue una de los veinte médicos que obtuvieron acceso al radio y lo utilizaron con fines clínicos. Su historia demuestra el atractivo de la radioterapia para las médicas, tal vez porque el campo estaba más abierto a las mujeres que las especialidades médicas mejor establecidas (y arraigadas).

En mi caso personal, estudié la especialidad en el Instituto Nacional de Cancerología (1984-1987). Tuve el privilegio de que el Dr. José Noriega Limón, médico radiooncólogo y pilar de la Radiooncología en el país fuera mi profesor, junto con el Dr. Alberto Roque Guadarrama y Fleites y la Dra. Elsa Patricia Fuentes Fierro. Me entrené con dos equipos de bombas de Cobalto 60, un acelerador y braquiterapia de baja tasa de dosis. Ahora es otra historia: en el instituto contamos con 6 aceleradores lineales de última tecnología y braquiterapia de alta tasa de dosis. Cada uno permite dar un mayor número de tratamientos con técnicas avanzadas de radioterapia. Sobre los desafíos y obstáculos que debe enfrentar la mujer en esta especialidad, destaca el hecho de que, siendo residentes de Radiooncología y al estar expuestas a radiaciones, debemos estar conscientes de que no es posible tener familia en ese período. Eso podría haber sido un desafío y obstáculo en esa época, pero cuando te apasiona la especialidad, todo se supera. Ahora, se trabaja con aceleradores lineales y braquiterapia de alta tasa de dosis, aunque se deben seguir observando los cuidados y precauciones adecuados. Hace 35 o 40 años, la residente de Radiooncologia no tenía que embarazarse, ya que estaba expuesta a radiaciones, especialmente porque

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se trabajaba con un equipo de Cobalto 60 y también con braquiterapia de baja tasa de dosis. Ahora que se cuenta con aceleradores y braquiterapia de alta tasa de dosis, no hay exposición a radiaciones. Sobre el papel de la mujer en esta especialidad respecto al de su contraparte masculina, al paso de los años ha mejorado mucho el panorama. Actualmente somos iguales y podemos hacer todos los procedimientos que demanda la especialidad igual que los varones. Por ello, como mensaje para las mujeres que deseen insertarse en esta especialidad, hago hincapié al mencionar que la Radiooncología es una especialidad médica relacionada con la generación, conservación y difusión del conocimiento sobre las causas, prevención y tratamiento del cáncer y otras enfermedades que implican conocimientos especiales en las aplicaciones terapéuticas de las radiaciones ionizantes. Nuestra especialidad, en conjunto con la cirugía y Oncología médica, somos el pilar del tratamiento que lucha contra el cáncer. La radioterapia es un tratamiento ambulatorio cuyo objetivo es el control local del tumor con el menor número de efectos secundarios, que en su mayoría son localizados. Es una especialidad que, por el contacto con el paciente, por el uso y necesidad de tecnología y por su infinidad de indicaciones, apasiona. Actualmente su aplicación se ha extendido y la especialidad se mantiene en constante cambio gracias a los avances tecnológicos. Nos dedicamos en cuerpo y alma al estudio y tratamiento del cáncer.

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Dra. Nimbe Barroso Quiroga La inclusión de la mujer en la Radiooncología: un hecho innegable y en proceso de expansión

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stoy en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, por 30 años tuve la jefatura de la disciplina de Oncología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara y también fui jefa del Servicio de Oncología clínica en el Hospital Universitario de la propia universidad. Siempre he estado también en el medio privado en la práctica de la radioterapia oncológica, ya sea en el Hospital San Javier o en el Grupo de Radioterapia de Occidente. Sobre la inclusión de la mujer en la radioterapia y la Radiooncología, es muy curioso que haya especialidades que son muy “masculinas” y otras muy “femeninas”: en Urología y Ortopedia, por ejemplo, es escasa la población femenina. Radioterapia siempre ha sido muy equilibrada y hoy en día casi me atrevería a decir que es un poco más la cantidad de mujeres que de hombres. En la Ciudad de México, los centros importantes de radioterapia gubernamental, como el Siglo XXI, el Instituto Nacional de Cancerología, el Hospital General de México, o el Hospital de Nutrición, por decirte algo, las jefaturas de radioterapia las tiene una mujer y son gente prestigiada, respetada, formadoras de varias generaciones. Igual sucede ya en muchas ciudades de la república, tanto en el ámbito público como en el privado, no han tenido trabas para la realización y el crecimiento profesional. Lo que se requiere es que la gente tenga ganas de hacer las cosas, de trabajar; no va a haber nadie que la pare, aunque haya gente en la que todavía quedan algunos resabios históricos, que pronto se va a jubilar y va a ser historia. La inclusión se está dando y podría ampliarse. En mis años de entrenamiento nos apoyaban mucho en aquellos años. En Estados Unidos una serie de ONG’s estaban pendientes de que la gente tuviera alimentación, transporte de ida y vuelta al centro de radioterapia para disminuir los costos y asistir oportunamente a su tratamiento. Aquí en Guadalajara veo muchos niños del Hospital Civil que

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muy frecuentemente lleguan tarde o no aparecen por falta de transporte, entonces ahora nos enfocamos a conocer su entorno social para ver cómo los incluimos y apoyamos para asegurar que tengan el tratamiento correcto, en el día correcto y a la hora correcta. En la mujer, el problema número uno que tenemos en el país, y eso no es privativo de radioterapia sino que es en la mujer en general, el más importante y serio es el cáncer de mama. En el manejo de la enfermedad, todas en algún momento llevan radioterapia, la mayoría en etapa temprana lleva radioterapia porque desde hace muchos años se procura que en toda mujer que lleve una cirugía, con la técnica que se escoja, que ésta sea conservadora, de tal manera que preserve su seno. Ese grupo de gente automáticamente debe llevar radioterapia como parte integral de su tratamiento inicial.

esperanza de una mejor vida, con calidad y la posibilidad de reintegración a las actividades de siempre. Cierto, cada vez hay mayor apertura y oportunidades, pero definitivamente el lugar que tiene la mujer en radioterapia se lo ha ganado a pulso, de manera indiscutible.

Debido a que gran cantidad de mujeres, además de su desempeño en la parte productiva están sometidas a la problemática propia de su vida cotidiana, se ha visto que hay más estrés y empezamos a tener todas las patologías que se asocian con una vida difícil, como es la hipertensión, los infartos, las cardiopatías, etcétera, y no escapan también las enfermedades degenerativas crónicas, como puede ser la diabetes o, peor, un cáncer de cérvix, de matriz, de recto, de mama, donde es fundamental la radioterapia como base del manejo integral multidisciplinario de la enfermedad. Entonces, tomando en cuenta la solidaridad, empatía, consideración, instinto de protección y sensibilidad que caracterizan a la mujer, no es difícil que no sólo su vocación sino su desempeño en el día a día estén íntimamente ligados con la ayuda al prójimo, con ese espíritu de servicio que las lleva a incursionar en profesiones como lo es esta especialidad, donde está presente siempre la SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


Fís. Med. Mariana Hernández Bojórquez El Físico Médico: pilar de la seguridad y operatividad en Radiooncología La labor y responsabilidad fundamental del físico médico en la especialidad de Radiooncología es la seguridad del paciente, garantizando el mejor tratamiento posible con radiación ionizante dado el estado de la tecnología, uniendo y potenciando las habilidades con los otros miembros del equipo de trabajo en el área de radioterapia, donde aporta la visión de un científico capacitado en física, la interacción de la radiación con el cuerpo humano, ciencias médicas básicas y radiobiológicas.

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l físico realiza un papel importante junto con el médico radio-oncólogo y de otras especialidades, el técnico radioterapeuta, personal de Enfermería y de otras disciplinas para asegurar la entrega precisa de todos los aspectos de la prescripción de un tratamiento y, por consecuencia, el éxito de éste. Evaluamos y controlamos la seguridad de

los pacientes y el personal que participan en la administración de radioterapia; realizamos controles de calidad periódicos en el equipo y el software para garantizar que se administre la radioterapia precisa y de la más alta calidad. Junto con los médicos radio-oncólogos y otros especialistas, diseñamos la planificación de los tratamientos,

somos responsables de garantizar que los dispositivos que entregan el tratamiento estén configurados y calibrados correctamente. Además, creamos, implementamos y monitoreamos tecnologías avanzadas de tratamiento con radiación contra el cáncer. De acuerdo a los criterios del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), un físico médico clínico en la especialidad de Radiooncología debe tener título universitario en Física o ciencias físicas equivalentes, calificaciones académicas adecuadas en Física Médica (o equivalente) en el nivel de posgrado y, al menos, dos años a tiempo completo de formación clínica en un Servicio hospitalario, además de estar reconocido por un organismo de acreditación. Las normas mexicanas indican que este profesional deberá contar con título y cédula profesional de nivel licenciatura en ciencias físicas, físico-matemáticas o ingenierías afines; haber recibido formación y capacitación especializada en los conceptos y técnicas de la física de radiaciones ionizantes y su uso médico, preferentemente habiendo obtenido el grado de maestría en Física Médica; y deberá haber recibido entrenamiento clínico supervisado en Física de la radioterapia en una institución de salud reconocida oficialmente. En mi ámbito laboral, un poco más del 30 % quienes desempeñamos funciones de físico médico somos mujeres, por lo que no es tema que genere mayor sorpresa. Mi género no ha sido influencia en sentido alguno en las diferentes etapas de formación profesional o laboral, en todo momento ha prevalecido el desempeño de acuerdo a los planes y programas de

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estudio y la capacidad demostrada para desarrollar el trabajo. Mi condición de mujer solo me ha impulsado a buscar sobresalir y hacer cualquier actividad inyectando todo mi esfuerzo, pasión, concentración y horas de trabajo necesarias para tener resultados de excelencia. Por ello me es satisfactorio haber obtenido la Certificación en Física Médica con especialidad en Radiooncología por el International Medical Physics Certification Board, proceso de tres etapas que concluí en octubre de 2020, mismo que solo dos colegas físicas médicas (mujeres) y yo hemos conseguido en México. El hecho de ser mujer solo me condiciona a tratar con respeto y consideración a todos mis compañeros de trabajo, incluso a los que no comparten esta actitud. Creo que las relaciones profesionales complicadas en el terreno laboral que he experimentado están relacionadas con problemas de liderazgo, competencia profesional y autoestima, no por temas de género. La formación que recibimos está orientada a sentar las bases para generar los cambios que sean necesarios para adaptarnos a cualquier condición o equipamiento en el trabajo. En el futuro cercano de las aplicaciones médicas de la Física, se espera que los físicos médicos impulsen de manera innovadora las interacciones y colaboraciones con otros especialistas, incluso fuera de la Radiooncología, mientras que el núcleo de la física de la radiación seguirá siendo fundamental. Los nuevos desafíos requerirán que los físicos médicos seamos capaces de actualizar continuamente nuestras habilidades e innovemos en la educación, incursionemos en nuevos campos, reforcemos la actitud multidisciplinaria y el espíritu de innovación. Actualmente quienes estamos contratados en alguna institución de salud tenemos acceso a actualizaciones y capacitaciones como parte de procesos de crecimiento en nuestros hospitales; sin embargo, también es fundamental que de manera independiente tengamos la visión de mantenernos actualizados participando activamente en cursos, congresos y en proyectos para mantenernos a la vanguardia y con ello ser capaces de impactar de mejor manera en la seguridad y eficacia de los tratamientos que entregamos a nuestros pacientes.

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El tema de la certificación sigue siendo todo un reto. Todas las guías internacionales existentes sobre los procesos de formación profesional de físicos médicos incluyen en sus recomendaciones un proceso de certificación nacional o, en su defecto, un proceso de certificación que apoye la práctica de la física médica a través de un programa de certificación de acuerdo con las pautas de la International Organization of Medical Physics. La física médica se incluyó como profesión sanitaria de acuerdo con la Norma Internacional de Clasificación de la Ocupación de la Organización Internacional del Trabajo en 2008. A pesar de esta inclusión, la profesión de la física médica aún no ha sido reconocida en muchos países; esta falta de reconocimiento a menudo socava el impacto de la contribución de los físicos médicos calificados a la seguridad, calidad y eficacia atención al paciente.

en las guías de consenso de conocimiento y competencia clínica, de tal manera que, en consonancia con otros profesionales sanitarios y de acuerdo con la práctica internacional, la certificación profesional debería ser un proceso establecido para reconocer y garantizar la competencia profesional. Por todo lo antes mencionado, es necesario que sigamos trabajando en conjunto físicos médicos y médicos de las diferentes especialidades para avanzar en el reconocimiento de la profesión y su importancia. Como consecuencia de este reconocimiento, estaremos en mejor posición para impactar positivamente en el cuidado de la salud de nuestros pacientes.

Las especialidades de la Física médica son Radiooncología, Medicina Nuclear y Radiodiagnóstico/Radiología Intervencionista, por lo que todos los espacios hospitalarios del sistema de salud mexicano que cuenten con algún Servicio relacionado en estas áreas, y que esté comprometido con la seguridad de los pacientes y la calidad de sus diagnósticos y tratamientos, debería contar entre sus colabores con al menos un físico médico. En Radioterapia tenemos registro de un físico por equipo registrado, mientras que en Medicina Nuclear se reportan 61 físicos para 71 equipos médicos registrados y en Radiodiagnóstico se cuenta con 17 físicos para 2,769 equipos. Dado que los físicos médicos contribuyen a la atención médica del paciente, su conocimiento y competencia son de primordial importancia. Estos se adquieren con una formación integral académica y clínica estructurada y con estándares internacionales. Desafortunadamente, a pesar de los esfuerzos por definir la profesión de físico médico en muchas directrices y normas internacionales, las autoridades sanitarias de muchos países aún no reconocen a la Física Médica como profesión sanitaria. En nuestro país no hay una vía establecida para asegurar el estatus profesional de los físicos médicos basado SOMERA: 4 décadas al servicio de la salud de la población mexicana


IN MEMORIAM Sentido homenaje a los compañeros radioterapeutas cuya partida física se ha presentado en estos meses de pandemia.

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