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SERES EXTRAORDINARIOS
Jesús Isaac González Carlos Cuevas
LAS HISTORIAS de los deportistas superan su esfera inmediata, nosotros hemos dado cuenta de ello desde hace 30 años que publicamos los primeros números de Líderes Mexicanos, conocimos personas que encontraron en el deporte el lugar clave para llegar lejos y con ello motivar a muchos otros a construir sus propias historias.
Claro, es el resultado de días y años de constancia y disciplina, además de que nunca se está seguro de que se pueda lograr el sueño y aún así la persistencia es lo que mantiene el esfuerzo. Admiramos su tenacidad por la que superaron sus adversidades, por enfrentar los retos y sobre todo creer que es posible estar entre los mejores.
En esta sección compartimos las historias de atletas de distintas disciplinas que forman parte de ese grupo de seres admirables por lo que han logrado y lo que aprendieron en el camino.
Sin pretextos ni justificaciones de por qué no se logró, nos muestran lo que es posible cuando se trabaja duro desde la parte mental y se alcanza la perfección en la técnica de cada deporte. El permanecer en las canchas o el gimnasio más tiempo después de sus horarios asignados es una constante en estos atletas, el trabajar a diario para ser ellos mismos los primeros en creer que es posible es lo que los distingue y, sobre todo, con una gran disposición para compartir su experiencia que permita a otros transitar por esa ruta.
Un deportista momentos antes de que suene el silbato para la arrancada, sea cual sea la disciplina, vive la soledad más profunda, a pesar de todo lo que le permite estar seguro de hacer un buen papel, esa soledad siempre lanza una pregunta: ¿este es el momento más importante en tu carrera? Con esa duda salta a la cancha, al escenario y se enfrenta al instante más maravilloso y al mismo tiempo más desafiante, el tiempo se detiene y en el siguiente momento la pasión acompaña su paso para ser parte de la historia.
Sus anécdotas hablan siempre de momentos difíciles, lesiones, lecciones aprendidas y la manera en que lograron cruzar del otro lado. La meta siempre es lo que uno anhela, y para llegar ahí solo hay pocos.