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SHANGHÁI, LA FAMOSA PERLA DE ORIENTE
Viajar a China para los mexicanos y muchos de los occidentales es toda una experiencia en todos los sentidos. Se debe llevar a cabo una serie de trámites para llegar al viejo oriente, misma que comienza con la gestión de una visa y una carta invitación. En mi caso fue la marca Chery (Chirey en México) la que me llevó a vivir una experiencia de esas que seguramente no olvidaré.
SHANGHÁI ES una de las ciudades más importantes de China, creciendo a pasos agigantados y con una población que rebasa ya los 25 millones de habitantes. La mejor manera para llegar desde México es tomando algún vuelo con escala en Tokio, San Francisco o Vancouver, aunque también existen vuelos con escalas en Europa y diversas conexiones, pero lo ideal es a través del Pacífico. En el mejor de los casos te llevará alrededor de un día el viaje completo, sumando a ello la diferencia horaria de 14 horas más.
La personalidad de Shanghái se divide entre los contrastes del mundo futurista oriental y lo occidental de la arquitectura inglesa, sin olvidar la esencia propia de las raíces chinas. De hecho, esta diferencia se acentúa más en las zonas de Pudong y The Bund.
Pudong es una zona en constante crecimiento, es el distrito financiero, donde los rascacielos más modernos convergen, como ejemplo la torre Min Jao (anteriormente el edificio más alto) e inclusive uno de los más altos del mundo actualmente, como es el caso de Shanghai World Financial Center con 110 pisos y casi 500 metros de altura. Aquí de noche hay derroche de iluminación y mucho movimiento de turistas ansiosos por las vistas espectaculares de los rascacielos y desde los que puedes obtener maravillosas fotografías; eso sí, los grandes edificios terminan con su festival de luz a las 10 de la noche para que la gente pueda dormir sin ser perturbada por la iluminación.
En esta zona encontramos a la Torre de la Perla Oriental o Pearl Tower (que está dedicada a las telecomunicaciones). Fue inaugurada en 1995 y es uno de los símbolos más representativos y seguramente el más fotografiado de la ciudad.
Pearl Tower es un gran tractivo turístico con 468 metros de altura, que puedes explorar a través de sus vistas 360 en el mirador, disfrutar de su restaurante giratorio, adentrarte en una montaña rusa de realidad virtual a 95 metros de altura, o bien como nosotros lo hicimos, pasear por el observatorio de piso transparente a 259 metros de altura y observar cada punto de la ciudad con su movimiento cotidiano y los ríos que le rodean.
Una buena recomendación para hospedarte si decides hacerlo en la zona financiera, son los hoteles de la cadena Shangri La o Kempinski, en donde extrañarás menos las costumbres occidentales. Con sus majestuosos bufets y variedad de preparaciones alimenticias, además de conexiones de luz, recursos, etc. Además, aquí el idioma inglés, no será un impedimento para poder comunicarte.
Justo enfrente de la zona de Pudong, cruzando el río HuangPu, se encuentra la zona con look inglés, denominada The Bund. Aquí cambia radicalmente la ciudad y es uno de las zonas más transitadas. Puedes recorrer sus casi 2 kilómetros de longitud, caminando a las orillas del río y disfrutar de unas escenas espectaculares de la zona financiera. Los edificios más representativos datan de los años 20 del siglo pasado, destaca la zona financiera muy similar a Wall Street, el banco de Hong Kong y Shanghai, así como edificios con estilos góticos, barrocos y neoclásicos
Centro de Shanghai
De este lado encontramos un lugar imperdible, los jardines y el mercado de Yuyuan. Los jardines fueron construidos en 1559 y se han convertido en un lugar sumamente turístico para apreciar los pabellones tradicionales y la inmensa vegetación, rodeados de paz. Justo afuera de los jardines encontramos la otra cara de la moneda, infinidad de comercios colocados en construcciones clásicas orientales, aquí puedes encontrar comida típica, arte, souvenirs, tiendas especializadas y un sinnúmero de callecitas internas que te harán sentir auténticamente en la China tradicional.
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Algunas otras atracciones de las tantas por hacer en Shanghái, son el
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Museo de Shanghái con más de 12 mil piezas que pertenecen a un periodo que abarca 8 mil años. El museo de Ciencia y Tecnología, Century Park construido en 2000 y con 140 hectáreas, Disneyland Shanghái, subirte a un barco para recorrer el río HuangPu o vivir la experiencia de subirte al tren Maglev, que es el único de propósitos comerciales con levitación magnética y que puede viajar a 431 km/h
La comida puede llegar a ser un tema si no tienes espíritu aventurero. Las presentaciones de los platillos lucen muy diferentes a lo que aquí estamos acostumbrados. Es una tradición para cenas de negocios, ofrecer lo que ellos denominan como banquet y que consiste colocar al centro de la mesa una plataforma giratoria que permitirá pasar frente a ti diversos platillos como pato, pescados en salsa dulce, vegetales hervidos, cordero, vegetales encurtidos, caldos espesos, entre otros. Una curiosidad es que prácticamente no usan hielos y las bebidas las toman al tiempo, en su gran mayoría los platillos pueden servirse en frío, el postre como lo conocemos aquí no existe, prácticamente no comen queso (es sustituido por tofu) y la bebida tradicional, la cual no puede faltar en todo evento es el baijiu, proveniente del arroz o trigo y con un interesante 40% de alcohol.
El idioma, la comida, los baños, la comunicación con redes sociales de occidente y el choque cultural es algo para lo que debes estar preparado, pues no es sencillo, pero tampoco imposible. Finalmente viajar se trata de eso, de aventurarte, conocer, vivir y experimentar costumbres ajenas que te harán revalorar las propias.
En esta ocasión quiero elaborar sobre la perla que nos comparte Miguel Fernández, CEO Global de Tupperware. En la entrevista de esta edición, nos habla del gran poder de la estrategia.
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“Esa es la primera gran estrategia de la compañía, lograr convertirnos en una compañía omnicanal. En México afortunadamente nuestra venta directa, nuestras representantes y fuerza de venta, tiene acceso a gran parte del consumidor mexicano, lo cual nos dice que aquí no es tan urgente hacer negociaciones con supermercados para entrar en ellos, no tenemoslanecesidad...”
Y quiero empezar dejándo claro qué es ejecución, qué es estrategia y qué es Plan Estratégico, porque hay todavía mucha confusión con estos términos.
Ejecución no es acción, ejecución va más allá de solo tomar acción… Es iniciar una tarea y no dejar de realizarla hasta que se termina y hasta que se logra el resultado buscado.
La estrategia no es el Plan Estratégico, la estrategia es la ventaja competitiva que la compañía ha decidido construir para ofrecer un producto o un servicio superior a su competencia. La estrategia como muy bien lo definen Roger Martin, ex rector de la universidad de Rotman de Toronto y A.G. Lafley ex CEO de Procter & Gamble, es basicamente el conjunto de decisiones que definen, en dónde vamos a jugar y cómo vamos a ganar. Y les puedo decir que son realmente pocas las organizaciones que tienen clara su estrategia.
Ahora sí, la ejecución estratégica se lleva a cabo cuando todos los días se realizan las tareas necesarias y se cumple con los compromisos establecidos para construir y fortalecer la ventaja competitiva de la organización, para asegurar que nadie ofrece lo que nosotros prometemos a nuestros clientes. Que nadie sea mejor que nosotros en esa cualidad donde queremos ser distintivos y superiores.
Un ejemplo excelente es Walmart, donde todos los días, todos los colaboradores están comprometidos, ocupados y preocupados en dar los precios más bajos siempre y que esa superioridad sea clara y contudente para sus consumidores. Construyendo una Cultura de frugalidad, de alta eficiencia de los recursos y excelentes negociaciones para ayudar a sus clientes a que ahorren más y vivan mejor. ¿Qué tan clara tienes tu ventaja competitiva?
Roberto Mourey
Valor Y Liderazgo
Uno de los textos clásicos, pero quizá menos valorados en el ámbito de la estrategia empresarial es TheTheoryoftheBusiness , escrito por Peter F. Drucker para Harvard Business Review (Sep-Oct, 1994). En dicho texto, Drucker indaga sobre el problema de los modelos de negocio que resultan exitosísimos en una época determinada pero que no aciertan a ajustarse cuando los tiempos cambian. “La historia es conocida: una organización que ayer era una superestrella, de pronto se encuentra estancada y frustrada, en problemas serios y en medio de una crisis que parece inmanejable”. Nombres como Kodak, Blockbuster o Blackberry han pasado a la historia como ejemplos notables de empresas que en su momento fueron la crèmedelacrèmeen sus mercados, para después desaparecer por su incapacidad de adaptarse a los cambios que experimentó su entorno. ¿Cómo es esto posible? Drucker explicaba que los modelos de negocio que sostienen el éxito empresarial en un tiempo determinado de pronto dejan de responder al nuevo contexto y habría que cambiarlos o adaptarlos a las nuevas circunstancias. “Es que los supuestos sobre los que la organización ha sido construida ya no responden a los requerimientos de la realidad”. Cambian los valores de la población, los usos y las costumbres, las tecnologías disponibles y dominantes, aparecen nuevos competidores o productos sustitutos que modifican radicalmente la dinámica de los mercados, cambia la legislación vigente, etc. y a las empresas les cuesta mucho adecuarse a las nuevas condiciones competitivas, tal vez porque no se dan cuenta de la necesidad del cambio requerido (a veces radical) o tal vez porque encuentran costos muy altos asociados a la transformación que es menester y no pueden llevarla a cabo.
Enfrentar un proceso de cambio organizacional profundo requiere de un liderazgo muy sólido, con excelencia a nivel intelectual y cognitiva. Pero quizá el mayor desafío para el líder lo encontramos en el personal a nivel ético (sus virtudes) y
Presidente y fundador del Instituto Mettaliderazgo
® mettaliderazgo psicológico: por el lado ético, estos procesos requieren de gran integridad moral y el despliegue de virtudes fundamentales. Por el psicológico, más vale que haya un buen autoconocimiento y un profundo dominio de sí mismo. El caso de Tupperware es muy interesante, porque siendo una marca muy sólida que se hizo genérica en los envases sobre todo de uso doméstico, se ve hoy obligada a replantear su estrategia comercial, abriendo sus canales de distribución y modificando su mercadotecnia, así como evolucionando en su ingeniería de materiales con que hace sus productos. Estos dos elementos de su modelo de negocio tienen muchas implicaciones en la gestión integral de su negocio, pasando por los aspectos humanos, de liderazgo y cultura organizacional, aspectos financieros, tecnológicos y logísticos. Deseamos mucho éxito a las personas que hacen Tupperware en este proceso.
Adrián Ruiz de ChávezV. ProfesoryconsultorenLiderazgoeInteligenciaEstratégica,Institutode DesarrolloEmpresarialAnáhuac,UniversidadAnáhuacMéxico. CCorreo:adrian.ruizdechavez@anahuac.mx Linked In:Adrián Ruiz de Chávez.Twitter:@adrianrdech.