Regadíos históricos en la sierra

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CAPÍTULO 22. EL REGADÍO DE LA SERRANÍA OCCIDENTAL ANDALUZA: FUENTEHERIDOS. HUELVA Martín Peña Ortiz, Jorge Hermosilla Pla, Juán Ortiz Gómez. ESTEPA. Departamento de Geografía. Universitat de València

filitas y anfibolitas, por las que se abre paso la vía fluvial; mientras que en el fondo se registran deposiciones cuaternarias de arenas y gravas, que otorgan suelos fértiles para la agricultura. Es en éstos sobre los que se ha ejercido la actividad histórica de regadío, en especial en los aluviones (cal, arcilla, arena) de la margen derecha, la más propicia por su desarrollo y fertilidad. En general, en la cabecera aparecen metavulcanitas ácidas del Precámbrico Superior, sobre todo tobas; y paquetes de mármoles dolomíticos y calizas cámbricas, como sucede en Fuenteheridos. Estos asociados a las formaciones detríticocarbonatadas dan lugar a los principales manantiales que alimentan a los ríos y arroyos del Valle. En efecto, se trata geológicamente de un territorio de elevada riqueza hídrica, propicio para acoger aguas subterráneas en su subsuelo que, en el contacto con capas impermeables afloran a la superficie, en forma de copiosos manantiales y variadas fuentes diseñadas por el hombre desde tiempos pretéritos; éstos determinaron la concentración de asentamientos en el Múrtigas y el desarrollo de mosaicos agrarios, entre los que sobresale sus ruedos hortofrutícolas.

LA SERRANÍA OCCIDENTAL ONUBENSE Y LA FUENTE DE LOS DOCE CAÑOS: LOS REGADÍOS HISTÓRICOS DE CABECERA DEL MÚRTIGAS La vega tradicional de Fuenteheridos se emplaza en las estribaciones occidentales de la Sierra Morena, en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en concreto en la cuenca alta del Valle del Múrtigas, también denominado como Múrtiga. Este sistema de riego histórico se conforma a partir de los aportes de la Fuente de los Doce Caños, que figura como uno de los manantiales capitales de la Andalucía Occidental y el nacimiento del río referido. Nos encontramos ante el regadío tradicional cabecero del Valle, que constituye con el de Galaroza y La Nava, uno de los espacios de mayor antigüedad (origen musulmán, desarrollo por repoblación leonesa y ampliación del s. XVIII) y superficie histórica (aproximadamente 500 Ha.) de la Sierra y provincia de Huelva; a los que se aúnan otros aspectos singulares, como diversidad agronómica (hortalizas, patatas, manzanos, melocotones, castaños, etc.), riqueza en arquitectura del agua (fuentes, lavaderos, lievas, molinos o albercas) y paisaje cultural de vega insertado entre los húmedos y frondosos bosques serranos de vocación forestal y ganadera. En conclusión, su estudio suscita el interés por tratarse de un riego tradicional esencial en la sección suroccidental de la Meseta, hito de las serranías que separan las dos principales cuencas de este sector: Guadalquivir y Guadiana.

Clima y regadío En la cuenca alta del Valle del Múrtigas, las latitudes medias posibilitan un clima de variante oceánica-mediterránea templado, con influencia atlántica, que materializa veranos cálidos y secos, inviernos suaves y precipitaciones considerables en las otras dos estaciones; en consecuencia nos hallamos ante un clima benigno, húmedo y fructífero, sobre todo para la producción de cultivos de regadío, a diferencia de lo que sucede en la Andalucía seca. La pluviometría media anual es elevada, próxima a 1.000 mm., a pesar de su variabilidad, debido a que esta parte centro-meridional del macizo figura como la primera barrera montañosa para las masas de aire húmedo y templado procedentes del océano, lo que provoca la descarga de aguas sobre estas serranías. En este contexto, se registran dos picos: primavera y otoño, que recargan los acuíferos para las cosechas estivales y contrarresta la carencia de precipitaciones en verano; precisamente es en estos meses, prácticamente secos, cuando se padecen los valores mínimos (entre 10 y 20 mm.).

Geología y relieve El Valle del Múrtigas se enclava en el espacio central de la serranía onubense, caracterizada por una topografía accidentada, afectada por las deformaciones de la Orogenia Hercínica, que se halla rodeada de suaves lomas, por debajo de los 1.000 m.s.n.m. Esta depresión está situada en el flanco suroeste del anticlinorio de OlivenzaMonasterio (zona de Osa Morena), ocupado por materiales que comprenden desde el Precámbrico Superior al Devónico-Carbonífero. Dos son sus formaciones, cuyos orígenes son volcánico y metasedimentario. En el entorno del Valle, predominan las metamorfizadas paleozoicas: pizarras, cuarcitas, grauvacas, 543


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

Fuenteheridos

Tº (C)

Pp (mm) 60

120

50

100

40

80

30

60

20

40

10

20

0

0 E

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Climograma de Fuenteheridos Fuente: Elaboración propia, 2008

La temperatura media anual se aproxima a los 16ºC, con máximos en la época estival, en torno a 25ºC, elevados aunque moderados en relación a los de la periferia serrana; y mínimas en los meses invernales, que disponen de valores suaves, estimados en 9ºC. La amplitud térmica anual presenta un valor óptimo, en torno a 15ºC, que propicia la puesta en cultivo de sus tierras, en especial las de regadío del Valle. En este sentido, los días de heladas al año (<20 días) en este sector de cotas medias no constituyen un grave riesgo para sus cultivos, fundamentalmente frutales de hueso, que jalonan la fértil vega. La evapotranspiración potencial anual está en torno a 700 mm., aunque este valor se compensa por las cuantiosas precipitaciones registradas a lo largo del año, lo que otorga un espacio húmedo sin problemas para la disponibilidad de aguas para riego. Recursos hídricos y riegos Este sector de la Sierra de Huelva está ligado al acuífero de Los Conejales, perteneciente al acuífero Aroche-Galaroza-Zufre, situado en las últimas estribaciones de la Sierra Morena. Cuenta con una superficie de 157 km2, de los que 90 km2 son tobas volcánicas y 67 km2 de carbonatadas. Está limitado al norte y sur por dos grandes fracturas: con dirección este-oeste y noroestesuroeste, respectivamente. Dispone de carácter libre, aunque puede estar confinado localmente, limitado por formaciones impermeables del Paleozoico, de contacto tectónico. Es notable su karstificación y fisuración, registrando entradas del orden de 12 hm3/año y salidas de 10 hm3/ año. El caudal de las surgencias se estima en 10 hm3/año.

La fuente de los Doce Caños de Fuenteheridos constituye uno de los hitos más relevantes de la Sierra de Huelva y de los manantiales de Andalucía. Las elevadas precipitaciones que se recogen en esta área se infiltran por las numerosas fisuras de los afloramientos carbonáticos de la Sierra de la Virgen, a mediodía de la población fuenteherideña, configurando uno de los depósitos naturales más relevantes de este sector de la serranía onubense. En esta línea, desde su vertiente norte las aguas subterráneas se desplazan hacia zonas con menor carga hidráulica, hacia la red de tributarios que arman la cabecera del río Múrtigas, que en buena parte emergen a la superficie en el contacto con un sustrato poco permeable; es el caso de las fuentes de los Doce Caños, Higueruela, Cimbera, Nogal, Duquesa, Monte Blanco, (Valdela)Higuera, etc. La mayor regularidad de la fuente de estudio, en relación a las otras de los aledaños, responde a la salida de los recursos subterráneos a través de los mármoles y de los poros de arenas y gravas emplazadas en los lechos de los barrancos que confluyen en el lugar donde se establece la Fuente, la Plaza del Coso. Una serie de estrechos veneros, canalizaciones y minados, bajo el pavimento de la plaza, conducen las aguas de estos barrancos y emanaciones próximas hacia la hondonada donde se originaba la antigua fuente, con el fin de drenar estos terrenos en época de fuertes precipitaciones. Como se ha explicado, el aforo medio es constante y superior al de la mayor parte de las fuentes de la contornada, en buena parte merced al excelente diseño de la fuente; es por ello que proporciona un caudal que oscila entre los 10 y 60 l/seg. El río Múrtigas se prolonga, con dirección sureste-noroeste, excavando su valle como el curso fluvial de mayor longitud de la Sierra de Huelva merced a sus 80,85 kilómetros. Principia en la Fuente de los Doce Caños o de Fuenteheridos para discurrir, entre estrechos y saltos, hacia la frontera lusa, donde concluye bajo el Castillo de Noudar, tras salvar un desnivel de más de medio kilómetro (de 720 a 190 m.s.n.m.). Este tributo lo realiza sobre el río Ardila (166,1 km. de longitud, 1.821,6 km2 y 212,3 hm3/año), afluente del Guadiana por la margen izquierda. Está adscrito a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que establece como municipios de cuenca: Aguafría, Canalejas, Castaño del Robledo, Las Chinas, Cortegana, Cumbres de San Bartolomé, Encinasola, Estación de Almonaster la Real, Fuenteheridos, Galaroza, Jabugo, La Nava, Puerto Lucía, El Quejigo, El Repilado y Los Romeros. El área del Múrtigas comprende un tamaño medio, 544


en relación a los existentes en la cuenca principal, con sus 535,93 km2. El aporte natural es notable (cuarto del total de la CHG), ya que se sitúa en 146,09 hm3 al año. En su red hidrográfica alta destacan la miríada de emanaciones acaudaladas, especialmente sobresalientes en Fuenteheridos, algunas de ellas ya citadas, y Galaroza, que registra aproximadamente una quincena, entre las que prevalece la Fuente del Carmen, Grande o de los Doce Caños, ligada al Cerro de Santa Brígida; y los afluentes que orquestan a su paso la corriente: Agua Rubia, Nogalera, Urralera, Fuente Llisa, Rivera de Jabugo, la Mesa o Río Caliente. En la cuenca restante, curso medio y bajo, se dispone entre otros de los arroyos de Riofrío, Cañito, Aliseda, Sillo, Valquemado, Pedro Miguel, Cabá, etc. EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LOS REGADÍOS SERRANOS: ORÍGEN MUSULMÁN, REPOBLACIÓN LEONESA Y RED DE LIEVAS DE LA FUENTE DE LOS DOCE CAÑOS La población de la comarca de la Sierra en tiempos romanos tuvo que ser sin duda insignificante, si bien existen algunos yacimientos arqueológicos de esta época relacionados con la actividad minera. La intensa romanización del valle del Guadalquivir irradiaría sin duda en la Sierra, pero el mayor atractivo de las zonas bajas al amparo de las ciudades romanas que crecían en las márgenes del gran río no fomentó un poblamiento importante de la sierra de Aracena. Es ya en la época musulmana cuando se constata una incipiente ocupación de la parte central de la sierra, en torno a los caudalosos manantiales serranos y al amparo de las atalayas fortificadas construidas para el control de los caminos naturales. El cerro de Santa Brígida en Galaroza y el cerro Castillejo en Fuenteheridos permitieron controlar el valle alto del Múrtigas en esta etapa inicial. Dependiente políticamente nuestro valle del castillo de Aracena durante siglos, los dos municipios de la cabecera del río Múrtigas tuvieron un desarrollo histórico paralelo. Fuenteheridos fue una aldea dependiente de Galaroza durante siglos hasta su conversión en villa independiente en 1716. Macías Rico ha insistido en esta relación socioeconómica entre ambas poblaciones. En síntesis, Galaroza tendría una supremacía política sobre Fuenteheridos por contar con una mejor posición estratégica. Sin embargo, este último núcleo contaba con una vega más feraz y menos hostil que la de Galaroza, además de contar con el manantial más caudaloso de la sierra. De este modo, la 545

población de referencia en el Alto Múrtigas se situó en Galaroza a la par que se constituía la aldea de Fuenteheridos, dependiente de aquella, junto a su famoso manantial. Esta unidad geográfica e histórica será una constante asentada en dos paralelismos: las fuentes viejas de tradición árabe de ambas poblaciones se construyeron en el mismo período histórico además de tratarse de las dos poblaciones con más superficie de regadío tradicional de toda la serranía. Cronología de los Regadíos Serranos De modo breve, podemos establecer las principales etapas de formación de los regadíos históricos serranos y, en particular, del valle del Múrtigas: Primera. Origen musulmán de los regadíos serranos: Si bien fueron los romanos los que introdujeron el regadío en España, debemos a los musulmanes su desarrollo, extensificación y perfeccionamiento. No contamos con pruebas documentales que nos informen de los primeros tiempos del riego en el valle del Múrtigas, pero sí existen evidencias claras de ocupación musulmana en esta parte central de la sierra. La toponimia de Galaroza “Al-jaroza”, que significa valle de la desposada, y sobre todo, los emplazamientos de Santa Brígida y El Castillejo, permiten aventurar la hipótesis probable de la construcción de una primera red de lievas en torno a los copiosos manantiales de Fuenteheridos y Galaroza. A partir del siglo XIII, los repobladores leoneses adoptarían esta red de regadío ya creada y la desarrollaron. Segunda. Desarrollo del regadío por parte de los repobladores: Tras la conquista cristiana, al calor de la repoblación, surgen los primitivos núcleos habitados permanentemente en esta parte alta del Múrtigas. Todavía están situados estos incipientes centros en puntos elevados, pero siempre en contacto próximo con los caudalosos manantiales, verdaderos centros aglutinadores del poblamiento. Los repobladores leoneses desarrollan y aumentan el sistema de lievas y albercas ya creado por los musulmanes y dotan al regadío comarcal de una organización normativa y un cuerpo legal, heredados seguramente del saber musulmán anterior como ocurre en la mayor parte de las zonas de regadío españolas tras pasar del dominio musulmán al cristiano. Es decir, los repobladores desarrollan una red de regadío ya antes dibujada por los musulmanes. El topónimo “Fuenteheridos” es todo él una síntesis de la historia del regadío serrano, como veremos más adelante.


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

Tercera. Máximo desarrollo a partir del siglo XVIII de la red de lievas: El aumento demográfico de este siglo dibuja los caseríos de las poblaciones de forma casi definitiva y se termina de construir la infraestructura de riego que ha llegado hasta nosotros. Los sistemas de regadío se alimentan a partir de las caudalosísimas fuentes, que en esta época aún presentan una morfología arcaica de tradición árabe. La fuente de Fuenteheridos: hito de la serranía de Huelva La fuente de los Doce Caños de Fuenteheridos, con sus dos millones de litros diarios, representa uno de los emblemas capitales de la Serranía de Huelva y, en general, de la Andalucía Occidental por una serie de razones: a) Origina el río Múrtigas, en cuya vega han surgido a lo largo de la historia diversas poblaciones (Fuenteheridos, Galaroza o La Nava), que han desarrollado una importante arquitectura relacionada con el agua, con la construcción de azudes, molinos, fábricas, abrevaderos y lavaderos, que han singularizado esta parte de la serranía frente a otros lugares cuya explotación económica ha consistido únicamente en la de la dehesa; b) Crea, a partir de los caudales de la fuente, el sistema tradicional de regadíos más importante del interior de la provincia de Huelva merced a una elaborada red de lievas que recorren todas las terrazas y ruedos regables de Fuenteheridos; c) Se trata de la fuente más caudalosa de la sierra de Huelva. Las fuentes son los elementos que definen la idiosincrasia de las poblaciones del Valle. El acuífero Aroche-Galaroza-Zufre, que ocupa una extensión de 127 Km2, aflora por múltiples áreas. Estos manantiales, de caudal considerable, originaron los pueblos y sus gentes construyeron las históricas fuentes, que tras sucesivas transformaciones han heredado las sociedades actuales. La Fuente: etapas constructivas y origen del topónimo Fuenteheridos La fuente de tradición musulmana: Medianero define la fuente de tradición musulmana como “el manantial natural, con escasa intervención humana, e inmediatamente un estanque o laguna más o menos grande donde se acumulaban sus aguas para el uso de la población”. Efectivamente, la fuente de Fuenteheridos tuvo esta morfología hasta su renovación en 1903. Si observamos la fuente actual de Cañaveral de León, las fotos de la Fuente Antigua de Fuenteheridos y el estudio que ha realizado Macías Rico sobre la Fuente Antigua de Galaroza, observamos una misma

tipología primitiva de fuente. Sus características son: a) Existencia de una laguna Central a ras de suelo receptora de las aguas. La morfología de la laguna es octogonal, denotando un fuerte arcaísmo. La laguna podía estar sobre el manantial como en Fuenteheridos o bien se sitúa a unos metros de éste como en Cañaveral. b) Las fuentes forman recintos cerrados y cuentan con bancos corridos. Estas gradas permitían agacharse para recoger el agua con las vasijas y mucho más importante, posibilitaban la reunión de las gentes en torno al estanque. c) Se trata de fuentes funcionales que, aparte de posibilitar el acopio de aguas potables, daban suministro a uno o varios lavaderos-abrevaderos y estaban asociadas a un sistema relevante de riegos. Esta última función ha llevado a Macías Rico a lanzar la más que probable hipótesis de que, aprovechando el recinto cerrado de las fuentes y sentados en las gradas, los regantes dirimieran los conflictos sobre turnos de riego, horarios, robos, funcionando como un “Tribunal de las Aguas”. La Fuente de Cañaveral de León obedece con matices a esta tipología. Las fuentes viejas de Fuenteheridos y Galaroza sabemos por fotografías y estudios realizados que obedecieron a esta tipología. La Fuente actual: La fuente de los Doce Caños actualmente vigente se construyó en 1903 y se enmarca en el contexto de “Fuentes Representativas” según Medianero Hernández. Es decir, no se pierde la funcionalidad y las fuentes públicas siguen irrigando las huertas y alimentando los abrevaderos-pilares y lavaderos de los pueblos, pero las viejas fuentes octogonales a ras de suelo son sustituidas por fuentes de nueva factura dotadas de elementos de ornamento y representación que simbolizan el prestigio de los pueblos. La Fuente de Nuestra Señora del Carmen de Galaroza, construida en 1889 y la ya referida Fuente nueva de Fuenteheridos se dotan de 12 caños incrustados en un muro o espaldar por donde brotan las aguas a una pila rectangular. El acceso se realiza por medio de una escalinata o rampa con escalones. La Fuente primitiva de Fuenteheridos quedó protegida y cubierta con una bóveda de ladrillo, descargando hoy las aguas unos metros más abajo. La Fuente nueva ha perdido el espaldar y no presenta un recinto tan recogido y artístico como la fuente de Galaroza, que se dispone en forma de gota de agua. Al margen de los aspectos artísticos, continúa siendo la Fuente de Fuenteheridos la más caudalosa de la sierra y la que más hectáreas irriga. Para conmemorar esta añeja función agrícola, en 1992 se inauguró, adosada 546


Fuente de los Turnos de Riego de Fuenteheridos (Fuenteheridos, Huelva)

Fuente de los Doce Ca単os o de Fuenteheridos (Fuenteheridos, Huelva)

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La Lieva (Fuenteheridos, Huelva)

Paseo de la Lieva, a la izquierda y huertas en torno a la población (Fuenteheridos, Huelva)

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a la Fuente Principal, la Fuente de los Turnos de riego, desde donde parte actualmente la lieva madre hacia los tres pagos de Fuenteheridos: La Navalunguilla, El Ejido y La Canal. Toponimia de Fuenteheridos: El nombre del pueblo procede de su fuente y del uso que los hombres han hecho de ella. Si la primera parte del topónimo, “Fuente” es suficientemente explicita, no ocurre lo mismo con la segunda parte del nombre, “Heridos”. Los estudios sobre el topónimo se han multiplicado en las últimas décadas y las últimas conclusiones no hacen sino incidir en la importancia que el uso del agua en general y el regadío en particular han tenido y tienen en la vida de la población de Fuenteheridos. Vale la pena sintetizar el significado que posee “Herido” para los diversos investigadores que se han ocupado del término: Desechadas las leyendas literarias que atribuían el origen del topónimo a unos “vecinos de la Fuente, Heridos en su honor” o a unos soldados heridos que acudían a la Fuente tras la batalla, las explicaciones basadas en la lexicografía son las siguientes: - Joan Corominas: este autor hace proceder el término del latín clásico “Fonte Frigidv”, que significaría Fuente Fría. - Macías Rico: el investigador ha analizado las acepciones que del término “Herido” ofrece el diccionario y lo ha relacionado con la morfología y situación de la plaza del pueblo. Según el diccionario estamos ante un “canal pequeño para desagüe; sangradura”. Igualmente, el término “sangradura” alude a una “salida que se da a las aguas de un río o canal o de un terreno encharcado”. En el subsuelo de la Plaza del Coso (de la Fuente) reside una red de canalillos de drenaje que sirven para guiar en dirección a la fuente, las aguas del subsuelo y las de los dos barrancos que confluyen en la plaza: el de la Juliana y la Higueruela. De tal modo existe una zona encharcada y un entramado de canales o “heridos” artificiales que dirigen los aportes hacia la fuente. - Pérez-Embid: el historiador en su estudio de la documentación, identifica el vocablo “Herido” como acequia, canal o lieva. Se trataría por tanto, de los canales derivados de un río para aprovechar sus aguas en algún uso corriente. La palabra “herido” se utilizó en la sierra de forma habitual hasta el siglo XVIII. d. Recio Moya: el origen del topónimo derivaría de los repobladores leoneses del siglo XIII. El historiador ha demostrado que “ferido” significa, en la región del Bierzo y en otras zonas leonesas de repoblación, turno de riego. Por tanto, Fuenteheridos contaría con un origen toponímico 549

no sólo relacionado con la irrigación sino con el ordenamiento legal que los repobladores dieron al riego. No obstante, sea el topónimo canalillo de drenaje, canal de riego o turno de riego, existe una relación inequívoca entre el origen del pueblo, su fuente y el uso de los copiosos caudales que hicieron las distintas sociedades. Historia de los cultivos en la Sierra de Huelva En un territorio donde predominan las dehesas, los secanos y las actividades ganaderas, la serranía y más concretamente, la ribera del Múrtigas fue desde antiguo un oasis donde se cultivaban junto al omnipresente castañar, frutales, hortalizas y patatas. Estos productos no sólo servían para el autoconsumo, sino que se convirtieron en una fuente de ingresos para los pobladores gracias al comercio. A finales del siglo XVIII, el cura de Castaño del Robledo refería este incipiente comercio: “las castañas y papas son los frutos que se extraen para Cádiz y Extremadura Baja recibiendo de ésta trigo y cebada en cambio”. Esta cita nos introduce en uno de los hechos capitales de la agricultura del Múrtigas en el siglo XVIII: la introducción de la patata. Al tratarse de terrenos poco propicios para el cultivo del cereal- se cultivaban 500 fanegas y se necesitaban 3000, a juicio del cura de Castaño- los serranos encontraron en este tubérculo por un lado, un sustituto alimenticio y por otro lado, un producto de intercambio comercial. El cura de Galaroza describe la introducción del nuevo cultivo en el Alto Múrtigas: “comenzó esta población a sembrar papas y hay año de coger más de 6.000 arrobas y se va extendiendo esta siembra en la comarca”. De esta especialización habla por si sólo el apodo de “paperos” para los habitantes de Fuenteheridos. Pero el cultivo regado por excelencia fue el frutal. En el siglo XVIII, el regadío sólo representaba el 0,76% del terreno cultivado en la sierra, y de éste un 94% correspondía al riego de frutales. Estado actual El sistema de riego tradicional de Fuenteheridos y, por extensión el del valle alto del Múrtigas, a pesar de su abandono parcial y serio deterioro en algunos de sus rincones, sigue contando con el esplendor y riqueza agronómica y patrimonial de otrora. Como a continuación detallaremos existe incluso una iniciativa intermunicipal de constitución de Comunidad de Regantes para este sector, la C.R. Valle del Múrtigas (Fuenteheridos, Galaroza y La Nava), abanderada por la Oficina


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Técnica de Regadíos de la comarca; además de planes de acondicionamiento y mejora de la red de riegos e iniciativas culturales de recuperación y restauración de bienes hidráulicos (presas, lievas, acueductos o molinos) por parte de la Asociación Cultural Lieva; lo que delata el reconocimiento y el valor de los regadíos históricos y su patrimonio del agua por parte de las sociedades locales. En general, las lievas madres se conservan en esencia en buen estado para el regadío; sin embargo el abandono progresivo del regadío serrano ha contribuido al deterioro de una parte de la infraestructura hidráulica de presas, ramales, fuentes y albercas, sobre todo en los pagos más alejados de la población. Con todo, el hidrosistema de riego tradicional se halla en buena parte activo, íntegro y conservado, y el denso entramado de acequias continúa transportando los caudales de la fuente, entre el frondoso espacio de vega de Fuenteheridos, hacia los pagos cosechados por hortalizas, patatas, frutales de hueso, forrajes y los recientes castaños de regadío. Nos referimos a los mismos pagos que ya fueron definitivamente puestos en cultivo por los repobladores leoneses del siglo XIII, que fueron irrigados por esta malla de lievas y que mantienen los mismos nombres de antaño: La Navalunguilla, La Canal y El Ejido. LA DISTRIBUCIÓN TRADICIONAL DEL AGUA EN EL MÚRTIGAS: DEL DERECHO CONSUETUDINARIO A LA COMUNIDAD DE REGANTES La organización histórica de los riegos de Fuenteheridos se fundamenta en los usos y costumbres añejos que informaron la creación de la red de lievas, es decir, no se ha conservado testimonio escrito alguno de ordenamiento histórico sobre el uso de las aguas de la Fuente. Los riegos se organizaron por medio de la práctica consuetudinaria y a partir de la segunda mitad del siglo XX, la organización del regadío histórico pasó a la competencia de la Cámara Agraria del municipio. La Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de Fuenteheridos redactó en los años cuarenta del pasado siglo tres padrones de riegos correspondientes a los pagos históricos de la Fuente (La Navalunguilla, El Ejido y La Canal) y un cuarto padrón para el regadío de La Higueruela. Este último lo excluimos del estudio por asociarse a la Alberca de la Higueruela, que se alimentaba de la fuente homónima, sita en la parte alta del núcleo urbano, junto al camino de Alájar, donde bonificaba hasta los años noventa más de 20 Ha. por medio de dos brazos. Los padrones

nos aportan una información de especial interés sobre la composición del campo histórico de riego, hoy transformado por la pérdida de vigencia del regadío tradicional; la sustitución del castaño tradicional de riego de lieva por el castaño híbrido de procedencia francesa, regado a goteo; y el fraccionamiento y abandono de una parte de las explotaciones agrarias. De estos padrones se puede sintetizar: - Pago de “El Ejido”. Existían 116 propiedades, siendo 66 de ellas de frutal, 31 de Castaño y 19 de cultivo mixto frutal-castaño. Del total de 306 huebras regadas, unas 225 pertenecen al riego de frutal, quedando el resto para riego de castaño. Totalizaban 542,5 horas en cada turno. El riego de todas las fincas de El Ejido se realizaba en 22 días y 13,5 horas. - Pago “La Navalunguilla”. Contaba con 105 propiedades, estando plantadas de frutal 91 de ellas. Únicamente 9 fincas eran de castaño y las restantes 5 parcelas registraban plantación mixta de frutal y castaño. Se irrigaban 264 huebras, siendo casi 250 de ellas de frutal. A La Navalunguilla le correspondía 509 horas de riego, dando la vuelta el turno de riego a los 21 días y 5 horas. - Pago “La Canal”. Disponía de 89 propiedades, 75 de ellas de frutal, 9 de castaño y 5 de plantación mixta. Del total de 258,75 huebras bonificadas, 212 estaban ocupadas por frutales y 46 de castañar. Las lievas tardaban 482, 50 horas en irrigar la totalidad del pago. A los 20 días se iniciaba un nuevo turno de riego desde la cabecera. Desde tiempo inmemorial, a cada huebra de frutal le correspondían dos horas de agua, mientras que cada huebra de castaño poseía una hora de riego. Las hortalizas y patatas se plantaban entre los castaños y frutales. En los padrones no existe la denominación “finca de hortaliza”, sino la de frutal y la de castaño. Sin embargo, cabe destacar que el castaño no se regaba ex profeso. Éste recibía aportes hídricos pues a sus pies descansaban las plantaciones de hortalizas y tubérculos. La temporada de riego transcurría del 15 de Junio al 15 de Septiembre; y se regaba las 24 horas. La añeja y singular unidad de medida denominada Huebra y empleada desde antiguo en el Valle, se ha adaptado y transformado en las últimas décadas por orden ministerial a la Hectárea. Las disposiciones adoptadas fueron: 3 huebras de castaño equivalen a una hectárea, 6 huebras de frutal totalizan igualmente una hectárea, mientras que la hectárea de olivo está formada por 4 huebras. 550


El Ambulante: Se trata de un turno de riego extra que ayudaba al regadío de los pagos necesitados. Cuando sobraba agua, los agricultores podían contar con este suplemento de agua que abreviaba notablemente el tiempo requerido para regar un pago. A título de ejemplo, en el pago de “El Ejido”, en el que eran necesarios 21 días y 5 horas para alumbrar todas las fincas, cuando disfrutaban del turno “Ambulante”, el tiempo se reducía a 14 días y 13 horas. Igualmente, en “La Navalunguilla” se pasaba de 22 a 17 días. Conflictividad por el uso de las Aguas: Las fuentes orales aseguran que no existió una conflictividad destacada entre los regantes de Fuenteheridos. Las virulentas luchas por el agua que son tan comunes en la mayoría de los riegos hispánicos no parecen haberse dado aquí. Sin duda, al aprovisionarse de uno de los más caudalosos manantiales de Andalucía y, al estar situada la población en la cabecera del sistema, el agua estaba asegurada en todas las épocas del año y los conflictos no eran numerosos. No obstante, se observaron turnos de riego, como el propio topónimo del pueblo nos delata y existió el oficio del Regador, el cual avisaba a cada propietario de la hora de llegada del agua. Este oficial vigilaba las conducciones y perseguía posibles hurtos de aguas. Cabe también recordar la teoría expuesta con anterioridad sobre el posible uso de las gradas de la Fuente Antigua como “Tribunal de las Aguas”. Las últimas iniciativas: En 1981 se redactó por parte de la Cámara Agraria unos estatutos que recogieron los usos y derechos sobre las aguas de la Fuente de Fuenteheridos. Estas Ordenanzas fueron aprobadas por el Ministerio de Agricultura de la época, aunque actualmente se hallan ilocalizables. Desde el año 2006, los municipios de la cabecera del Valle del Múrtigas se encuentran en un proceso de constitución de Comunidad de Regantes de su regadío histórico, la primera de la comarca. El proceso está dirigido por la Asociación Profesional Promotora de los Regadíos del Valle del Múrtiga, radicada en Fuenteheridos. En sus Estatutos destaca que la Asociación tiene entre sus objetivos: “Promover las estructuras de comunidades de usuarios de agua para riego, que se ajustarán a las directrices de la Ley de Aguas y el Reglamento de Dominio Público de Agua, y concretamente las tres Comunidades de Regantes: Fuenteheridos, Galaroza y La Nava, que a su vez se estructurarán por secciones para cada Sector de Riego. Se promoverá la Comunidad General de Regantes del Valle del Múrtiga para la gestión de los intereses 551

comunes de las Comunidades de Regantes con aguas superficiales y la Comunidad de Usuarios de aguas subterráneas, que finalmente se constituyan. Ésta administrará y gestionará todos los sistemas de riegos de la Zona Regable del Valle del Múrtiga, en concordancia con la legislación vigente”. En definitiva, lo expuesto en estas líneas fundamenta el valor histórico de la gestión de las aguas para regadío en esta zona de la Sierra de Huelva, configurando uno de los sistemas de regadío tradicional de mayor interés de la provincia. LA VEGA DE LA FUENTE DE LOS DOCE CAÑOS O FUENTEHERIDOS: EL EJIDO, LA NAVALUNGUILLA Y LA CANAL El principal sistema de regadío tradicional de Fuenteheridos se localiza fundamentalmente en la vega enclavada en la cabecera del Múrtigas, beneficiada por los aportes de la Fuente de los Doce Caños, a pesar de la existencia histórica en el área de otros regadíos no vinculados directamente a este manantial (Fuente de la Higueruela, Fuente de La Urralera, albercas de Bejares y Valleburro, etc.). Constituye un sistema de la denominada escala menor, y en concreto de la pequeña escala, dada la superficie tradicional próxima a las 150 Ha. Nos hallamos ante un riego clásico de gran manantial, de los más caudalosos de Andalucía, que origina un sistema “peine” desde el punto de vista de las tipologías de los espacios irrigados, emplazado en la cabecera de un valle medio de segundo orden, afluente del Guadiana. Descansa en los aluviones de la margen derecha y una pequeña terraza de la izquierda, que conforman el nacimiento del Valle del Múrtigas. Está sostenido por un eje principal (La Lieva), paralelo al Arroyo de la Fuente o inicio del río, que desarrolla, con dirección oeste-noroeste, una red perpendicular a la corriente, tal y como hemos señalado sobre todo en su ribera derecha, la cual se prolonga hasta el Arroyo del Agua Rubia, cierre natural del valle para los regadíos. La fuente actual de Fuenteheridos, obra con más de un siglo de longevidad (1903), se configura como uno de los manantiales más emblemáticos de la provincia de Huelva e incluso de la Andalucía Occidental. Está localizada en el sector central del casco urbano, unos metros aguas abajo del emplazamiento primigenio, situado bajo la Plaza del Coso, sobre la cota de 720 m.s.n.m. Dispone de un caudal de 25 l/seg., con el que se ha alumbrado una superficie histórica en torno a las 150 Ha., ora reducida a una tercera parte, aproximadamente unas 50 Ha. Al margen de su uso urbano-doméstico


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

vega, para salvaguardar sus producciones del ganado; e incluso de calzadas o lajas de balates escalonadas, asentadas en las proximidades de los arroyos, que las protege del ímpetu puntual de las aguas de crecida. La vega regada por el gran manantial de Fuenteheridos dispone de la agrupación de lievas de primer y segundo orden (acequias y ramales) más desarrollada del Múrtigas, dado que totaliza 19.875 metros; además, de éstos unos 10.255 metros corresponden a La Lieva y a los tres riegos principales que nutren los respectivos pagos. En otros tiempos, la red de cequiaje se confeccionó aprovechando los materiales autóctonos de la zona, tierra arcillosa-arenosa, estacas de madera, piedra caliza o cantos rodados, en completa interacción con el medio natural. Sin embargo, el panorama descrito se ha visto alterado desde el último cuarto del siglo pasado, en particular en el período comprendido entre los años 1976 y 1983, donde se han realizado proyectos de mejora y acondicionamiento de la red de riegos, a partir del recrecimiento con hormigón y cemento de las bases de buena parte del entramado principal de lievas, aproximadamente unos nueve kilómetros. El sistema clásico de la cabecera del Valle (ver glosario) se basa en la fuente o manantial, del que deriva la lieva o acequia principal que distribuye a las acequias madres; de éstas parten los ramales o regaderas, riegos secundarios que se prolongan a las partidas, donde se hallan diferentes tamaños de superficies particulares de riego: canteros y cuarteles, que se irrigan por canalillos: cómagos y excavas.

y de servicio para el regadío de la cuenca alta del Valle del Múrtigas, disfruta como indica su inclusión en el catálogo de los Manantiales de Andalucía (2008) de unos contrastados valores científico-didácticos, paisajísticos-ambientales, recreativos-turísticos, histórico-culturales, socioeconómicos y populares-simbólicos. La Fuente primitiva (una pila poligonal de época medieval), como se ha explicado en el apartado histórico, contaba con un lavadero público sobre la lieva, refregaderos, un abrevadero-pilar con dos lievas de riego, un pequeño alce o acueducto y puentes de ladrillo menudos. Ésta fue sustituida por la actual (una caja rectangular rebajada con una docena de caños), que a su vez ha experimentado distintas actuaciones (1972, 1992 ó 2004) que han modificado y monumentalizado su imagen originaria, dando lugar a la vigente Fuente de los Turnos de Riego. La compleja red hidráulica de riego que deriva, formada por lievas, ramales y regaderas, está establecida en el sector norte de la población papera, en los aluviones que conforman la mayor vega del Valle del Múrtigas. Según el actual Padrón de Riegos la vega está constituida por el pago de La Canal, con 47 Ha. ubicadas al noroeste de la población, en las 54 fincas de Mirla, Caderas, Huerta Castaños, Zapatera, La Canal, Huerta Abajo, El Colo, Cañadizos, El Cabezo, Hta. Ana y Hta. Don José, Villa Turística, Huerto Molino, La Presa, La Capellanía, La Cartuja, Batán, Huerta Román y Bermejo, Lencero, Huerta Barbera y Agrión; el pago de La Navalunguilla, con 46 Ha. cultivadas al norte del municipio, en las 74 fincas de La Máquina, La Mirla, Villa Onuba, Calderas, El Zurrador, Castro, Heredad, Batán, Cantera, Prado Fernando, Valdelacarrera, Navalunguilla, Postura Mundos, Huerta Lunara, Juan de Llano, Huerta Barbera, La Quinta y Agrión; y el pago de El Ejido, con 56 Ha. distribuidas en el flanco noroccidental, en las 98 fincas de Huerto Molino, Las Peñascas, Valle Manzanillo, Tendera, Gamonosas, Ejido, Sombrerero, Lieva y Jardín, Rabanal, Huerta García, Capellanía, Negrita, La Parra, Casco, Granados, Vejares, Palomar, Huerta Mariquita, Zorreras, Larache, Rodeo, La Canal, Quemados, Monjas, Villa Turística, Don Roque, Guirola y Máquina. Cabe apuntar como particularidad que las huertas se concentran en estos pagos soleados de la umbría meridional del Parque Natural, a modo de cercados, frecuentemente acompañados de una peculiar arquitectura de contención, que complementa al patrimonio del agua de lievas y bienes asociados. En este caso, se trata de las hormas o muros de piedra en seco, inmersos en el corazón de la

Obras hidráulicas

Número

Acueducto

3

Azud

1

Balsa

3

Fuente

1

Lavadero

3

Molino

5

Partidor

17

Sifón

4 TOTAL

37

Cuadro 1. Obras hidráulicas del sistema de riego de Fuenteheridos Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de campo, 2008

Entre las obras hidráulicas más importantes (ver glosario), aparte del manantial y la red de distribución fundamentada en las lievas, el sistema de Fuenteheridos sobresalieron los lavaderos (desaparecidos), molinos (deficiente estado), partidores (quebraderos de obra o agrupación 552


Mapa de los Regad铆os Hist贸ricos de Fuenteheridos (Huelva)

553


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

Riego de El Ejido por la cuesta de la Maiguera (Fuenteheridos, Huelva)

Campo trabajado para el riego tradiconal en la cabecera del Múrtigas (Fuenteheridos, Huelva)

554


555

La Canal

La Canal

La Canal

La Navalunguilla

La Navalunguilla

La Navalunguilla

La Navalunguilla

La Navalunguilla

La Navalunguilla

Ramal Izquierdo de la Canal

Ramal I

Ramal II

Ramal de Navalunguilla

Ramal Derecho de Navalunguilla

Ramal I

Ramal II

Ramal Izquierdo de Navalunguilla

Ramal I

La Quinta

Linde T.M. Galaroza

Arroyo de Buenvino

Linde T.M. Galaroza

535

1.495

755

1.820

565

285

Finca del Zurrador

450

Partidor de la Navalunguilla

355

2.285

405

475

Arroyo de la Fuente

Arroyo de la Fuente

Linde T.M. Galaroza

Huerta de Abajo

El Cordonero

1.895

625

Linde T.M. Valdelarco

600

Partidor de la Máquina de Aceite

285

700

455

335

990

Huerta García

Huerta de los Castaños

Arroyo de Buenvino

Arroyo de la Fte. de la Zorra Arroyo de la Fte. de la Zorra Arroyo de la Fte. de la Zorra

480

1.910

Arroyo de la Fte. de la Zorra Partidores cuatro ramales

1.705

470

Longitud (m.)

Arroyo del Sombrerero

Ramal común de la Canal y la Navalunguilla

Final

La Quinta

Juandellano, El Batán, El Lencero, La Barbera y El Agrión

Cercapinita y Valdelacarrera

La Navalunguilla

Villa Onuba, Juandellano, La Heredad y El Zurrador

Navalunguilla

La Cartuja

Frutal

Frutal

Frutal

Frutal

Frutal

Frutal

Castaño

Nogal y castaño

Frutal y castaño

La Máquina, Huerta del Carmen, La Presa, La Capellanía, El Bermejo, La Barbera y El Agrión La Cartuja

Frutal

El Zurrador y Huerta de Abajo

Frutal

Frutal y nogal

Los Castaños y El Cordonero

-

La Máquina, La Mirla, La Vuelta de los Castaños, La Zapatera, La Canal, La Huerta de Abajo, El Coto y Valdelacarrera

Hortaliza

Hortaliza y frutal

Hortaliza y frutal

Hortaliza

Hortaliza

Castaño y nogal

Castaño y nogal

-

Huerta de Don José y Huerta García

El Palomar, Las Mariquitas, El Cordonero, El Rodeo y La Canal Huerta del Regalo, Don Roque y Huerta de los Castaños

La Parra

La Parra

Los Cascos y Los Bejares

La Lieva Ancha y El Palomar

Hortaliza, frutal y castaño

Hortaliza, frutal y castaño

Los Alesillos, Las Peñascas, Rebanal, Ejido, El Sombrero y Los Blanqueales Huerta García, Maiguerra, La Tendera, Las Negritas, El Sombrero, La Parra y La Parrilla

-

Cultivos

Casco urbano

Partidas

Cuadro 2. Principales características de las acequias de la fuente de los doce caños o fuenteheridos Fuente: Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de campo, 2008

Ramal Izquierdo de la Canal Ramal Izquierdo de la Canal Ramal común de la Canal y la Navalunguilla Ramal de Navaluguilla Ramal Derecho de Navalunguilla Ramal Derecho de Navalunguilla Ramal de Navaluguilla Ramal Izquierdo de Navalunguilla

La Lieva

Ramal Derecho de la Canal Ramal Derecho de la Canal

La Lieva

La Canal

3º Ramal del Ejido

Ramal II

El Ejido

Ramal IV

3º Ramal del Ejido

La Canal

El Ejido

Ramal III

3º Ramal del Ejido

Ramal I

El Ejido

Ramal II

La Canal

El Ejido

Ramal de la Parra

3º Ramal del Ejido

Ramal I del 3º Ramal del Ejido

Ramal Derecho de la Canal

El Ejido

Ramal I

2º Ramal del Ejido

La Lieva

El Ejido

3º Ramal del Ejido

La Lieva

La Lieva

El Ejido

2º Ramal del Ejido

La Lieva

La Canal y La Navalunguilla

El Ejido

1º Ramal del Ejido

Fuente de los Doce Caños

La Canal

El Ejido, La Canal y La Navalunguilla

La Lieva

Inicio

Ramal de la Huerta de D. José Ramal común de la Canal y la Navalunguilla

Pago

Nombre

Acequias de la fuente de los doce caños o fuenteheridos

2

3

6

8

12

-

2

4

25

5

5

16

-

2

6

14

2

2

8

10

20

14

-

Superficie (Ha.) Hitos

Sifón de la N-433

Partidor de la Navalunguilla y Sifón de la N-433

-

Motor década ochenta con dos ramales

Partidor de la Navalunguilla

Deriva sus dos ramales

-

Sifón de camino rural

Partidor de la Máquina de Aceite, alberca de la Nogalera y arco (mampostería) del Arroyo de la Fuente

-

-

Sifón del Arroyo de la Fuente. En regresión por urbanización Deriva los dos ramales de La Canal y Navalunguilla Partidor de la Máquina de Aceite y canal (hormigón) del Arroyo de Buenvino

-

Canal (tronco de nogal) del Arroyo de Buenvino

Alberca de Casco

Presa del Arroyo de la Fte. de la Zorra

Alberca de Casco

Alberca de la Negrita. Tramo empedrado de interés del Camino de Maiguerra Cuatro partidores de ramales secundarios

Sifón de la N-433

Acondicionamiento del primer tramo o El Paseo de La Lieva en 2004


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

de sacos, piedra, tierra y maleza), acueductos (canales de madera y arcos de mampostería ordinaria) y balsas (albercas comunales y particulares). Del caudal de la Fuente de los Doce Caños se surten tres albercas históricas de gestión comunitaria (ver glosario), hoy en desuso para el regadío. Se trata de La Nogarela, presa-balsa sita sobre el barranco homónimo, en el pago de La Canal; la de La Negrita, alberca con manantial propio ubicada a mediodía del pago de El Ejido; y la de Casco, ubicada al norte del pago anterior, como presa-alberca construida sobre el Arroyo de la Fuente de la Zorra. A ellas se les suma las aproximadamente media docena que descansan en el pago de El Ejido, especialmente en su sector central, como balsas modestas, de gestión particular, que se aprovisionan de emanaciones propias surgidas de las filtraciones de los riegos de lieva establecidos en las cotas superiores; y otras albercas modernas, de considerables dimensiones, que hoy alumbran por riego localizado las fincas más extensas de frutales. De los tres lavaderos de la localidad, repartidos en diferentes períodos desde el último siglo, no permanece actualmente resto alguno. El edificio de mayor antigüedad, asociado a la Fuente de los Doce Caños, se emplazaba al descubierto en la plaza del pueblo, con forma de pilar rectangular de larga traza. Más tarde, el lavadero se cubre con un techo de madera y teja, que cobijaba las dos hileras de losas de lajas de pizarra, a un nivel inferior que el empedrado, para el lavado a rodillas. El heredero de éste, de mediados de los cincuenta, fue levantado por el desmantelamiento del anterior en el momento que se construyó el nuevo Mercado. Presentaba una planta rectangular, pilares de ladrillo y hormigón armado, dieciocho pilas y una techumbre de teja árabe asentada sobre maderas de eucalipto y armadura de rollizos. Fue derribado conjuntamente con el mercado. El último de los lavaderos se localizaba en el extrarradio del núcleo urbano, unos 250 metros lieva abajo siguiendo el Camino de Cortelazor, alimentado por la lieva del Molino de la Candelaria. Se trataba de un edificio cerrado, con aperturas laterales a modo de ventanas, alzado con ladrillo, cubierta a cuatro aguas y dos filas con nueve pilas. Desapareció en 1992 por su desuso. La presencia de molinos hidráulicos en el Valle y, en particular en Fuenteheridos, ha sido históricamente relevante como así lo refleja su base económica agroganadera; éstos fueron

implantados desde mediados del siglo XV y alcanzaron su máxima expansión a mediados del siglo XVIII. La tipología tradicional se corresponde con el edificio de molienda cerealista, apoyado en el cubo y rodezno, de los que en la actualidad no se conserva prácticamente maquinaria alguna. Pascual Madoz apuntó la existencia de siete artefactos en el siglo XIX; mientras que la consulta del antiguo Catastro de Riqueza Rústica y Pecuaria (1912), facilitado por el Archivo Histórico de Huelva, nos describe su última etapa con el funcionamiento de cinco molinos en la población. Éstos son el Molino de la Candelaria, la Serrería de Rafael Fontenla Pérez y La Máquina (de Aceite), hoy conservados aunque los dos primeros en deficiente estado; y otros dos molinos situados en las orillas del Arroyo de la Fuente, uno en la Huerta de D. García y otro en el Camino de Cortalazar, ora desaparecidos. FUENTEHERIDOS, UNA AGRICULTURA SERRANA: DE LOS CULTIVOS TRADICIONALES AL CASTAÑO EN REGADÍO El Valle del Múrtigas se ha constituido históricamente como el área más fértil de la serranía onubense, afamado por sus hortofruticultura y sus cualidades organolépticas. Entre sus cultivos sobresalieron antaño las prestigiosas y comercializables producciones de la cuenca alta, en particular las patatas o “papas” de Fuenteheridos, de cuya relevancia tomó el gentilicio (papero) la población; los “peros cachones” de Galaroza, por los que recibe también denominación (cachonero); o los melocotones de La Nava. Éstos se acompañaban de otros frutales menos cotizados (ciruelos bravíos, cerezos, guindos o bruñeros), que por su fruto dulzón monopolizaban la atención de los pájaros y aseguraba las recolecciones intactas de los primeros. En la actualidad, y al igual que acontece con buena parte de los espacios serranos de interior, las producciones de regadío histórico se hallan en franca regresión como resultado de la crisis del agro: edad avanzada del agricultor, falta de relevo generacional, abandono de tierras, falta de inversión y mecanización, etc. No obstante, la comarca cuenta con una Oficina Técnica de Regadíos (dependiente de la Diputación de Huelva y la Mancomunidad de Municipios Ribera de Huelva) desde la que, en las últimas décadas, se ha fomentado una serie de proyectos e iniciativas agronómicas para reactivar económicamente los riegos y cultivos del entorno y, por ende, el sector agrario. 556


Estructura de la propiedad: explotaciones y parcelas Según el actual Padrón de Riegos de Fuenteheridos existen 226 propiedades de regadío, que se distribuyen entre los pagos de La Canal, La Navalunguilla y El Ejido, los cuales totalizan en conjunto 149 Ha. En estas propiedades predomina el minifundio, lo que ha obligado a una gestión, control y distribución minuciosa del agua. Prueba de ello es el tamaño medio de la propiedad fuenteherideña, ejemplo representativo del Valle, que se estima en 0,66 Ha. por finca. Tamaño de las explotaciones por SAU (Ha.)

TOTAL

De los exiguos cultivos herbáceos, más cuantiosos y variados en el pasado, destacan actualmente los forrajes, monopolizados por la alfalfa, y las pequeñas producciones de autoconsumo basadas en las hortalizas (tomates, lechugas, pimientos, ajos, cebollas, calabazas, habichuelas, pepinos, etc.) y en las célebres patatas o “papas” que, en otras épocas, disfrutaron de un reconocimiento notorio en la comarca. Cultivos herbáceos y barbechos

Hectáreas

Explotación

Forrajeros

5

1

Alfalfa

5

1

2

17

< 0,25

54

Hortalizas

>= 0,25 a 0,50

97

Hortalizas al aire libre

1

1

>0,50 a 1

38

Huertos familiares

1

16

>1 a 2,5

31

TOTAL

7

18

>2,5 a 5

3

>5

3

TOTAL

226

Cuadro 5. Distribución en Ha. de cultivos herbáceos y barbechos de regadío Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del IEA, 2008

Cuadro 3. Tamaño de las explotaciones por SAU Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Padrón de Riegos de Fuenteheridos, 2008

Por intervalos priman las microexplotaciones por debajo de la media hectárea, pues suman dos terceras partes del total. La pequeña propiedad, por encima de 2,5 Ha., es excepcional pues únicamente representa el 2,5% del total. Por pagos encontramos los mayores tamaños en La Canal, con una media de 0,868 Ha.; le sigue La Navalunguilla, con 0,624 Ha.; y, por último, El Ejido como el pago con el mayor minifundio, con sus 0,570 Ha. de media. Distribución de cultivos de regadío De las aproximadamente 180 Ha. de regadío histórico de Fuenteheridos, suma de las 150 Ha. de la Fuente de los Doce Caños y de las 30 Ha. procedentes de las fuentes de la Higueruela, Urralera y de los riegos de Bejares y Valleburro, se cultivan en la actualidad unas 50 Ha. De entre esta superficie prevalecen los leñosos, con un 85% del total de tierras labradas, a pesar de compartir el mismo número de explotaciones que los herbáceos. Tierras labradas de regadío Hectáreas Cultivos herbáceos y barbechos Cultivos leñosos TOTAL

18

42

18

49

36

Cultivos leñosos

Hectáreas

Explotación

33

15

Manzano

10

9

Peral

23

5

Otros

0

1

Frutos secos

9

3

Nogal

1

2

Otros

8

1

42

18

Frutales templados

TOTAL

Explotación

7

En la superficie de leñosos priman los frutales asociados a clima templado, en torno al 80% del total, entre los que destacan los perales, que representan algo más de la mitad del total; y a continuación los manzanos, uno de los frutales de mayor presencia histórica en la zona y que en la actualidad únicamente significa una cuarta parte. En un estadio inferior se hallan los frutos secos, entre los que prevalecen el nogal o la higuera y, sobre todo, el nuevo castaño francés en riego (Marigoule, Bouche de Betizac, Marsol y Maridonne), variedad distinta a la tradicional del Valle, que hoy se encuentra exclusivamente en el suelo de secano desde los años sesenta.

Cuadro 6. Distribución en Ha. de leñosos de regadío Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del IEA, 2008

Cuadro 4. Aprovechamiento de las tierras labradas de regadío Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del IEA, 2008

Esta clase de castaño emergente de procedencia francesa, regada a goteo por pozos, ha sido introducida en el parcelario de regadío 557


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

de Fuenteheridos desde principios del siglo XX merced a la iniciativa de la Oficina Técnica de Regadíos de la comarca. En el momento presente el castañar en regadío figura como el producto con mayor proyección futura para reactivar la economía agraria de la localidad. Otros frutales de hueso aparecen de modo residual por la vega, generalmente acompañando a las plantaciones citadas, como en el caso de los ciruelos o cerezos. LOS PAISAJES CLÁSICOS DE LA SERRANÍA OUNBENSE: VEGAS HORTOFRUTÍCOLAS, MASAS FORESTALES Y SEGUNDAS RESIDENCIAS Inmersa en el sector céntrico del Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en un valle rodeado de una topografía serrana clásica, de media altura (650-900 m.s.n.m.), se emplaza el municipio de Fuenteheridos. Entre vastas superficies forestales, donde se arraiga un bosque frondoso, de castaños, encinares, pinos, alcornoques y dehesas, se hallan varias subunidades paisajísticas de especial interés, entre las que subrayamos la de la vega histórica de regadío. En efecto, la red hidráulica de riego, derivada desde el manantial de los Doce Caños de Fuenteheridos y complementada por otros aportes (surgencias-balsas o presas-barrancos) ha contribuido decisivamente a la creación de uno de los paisajes culturales más singulares de la Sierra de Huelva, que se basa en el policultivo de hortalizas y frutales variados: el nacimiento del Múrtigas. Usos del Suelo Tierras de cultivo Cultivos herbáceos Cultivos leñosos Barbechos y tierras no ocupadas Prados y pastizales Prados naturales Pastizales

Total (Ha.) 354 15 30 309 58 0 58

Terreno forestal

572

Monte maderable

525

Monte abierto

0

Monte leñoso

57

Otras superficies

53

Erial a pastos

0

Terreno improductivo

0

Superficie no agrícola

50

Ríos y lagos Superficie municipal

3 1.037

Cuadro 7. Distribución de la superficie total por usos del suelo Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Junta de Andalucía, 2008

La principal unidad de paisaje se establece en la vega, adscrita al fondo del Valle (660-680 m.s.n.m.), en el sector septentrional del núcleo urbano, donde se asienta la superficie histórica de riego, plasmada en los pagos de La Navalunguilla, La Canal y El Ejido. Está situada en la cabecera del Múrtigas, en ambas riberas, aunque en su mayor parte en la derecha, ocupando la primera terraza o los aluviones de los barrancos que conforman el río. Se trata de los suelos rústicos más ubérrimos para esta actividad, donde actualmente conviven el entramado de lievas, las fincas o cercados de regadío tradicional (con hormas) y las segundas residencias, sobre todo de población sevillana, que proliferan en diseminado desde los años noventa. Un vasto paisaje forestal de frondosas flanquea la depresión a poniente y levante (660-750 m.s.n.m.), completado por superficies atomizadas de secanos históricos, principalmente olivos, y antiguas casas de campo. Se extiende hacia las tierras de Galaroza, al oeste, y Los Marines, al este, quedando limitada por la carretera del Patrimonio (H-7015), en torno al Puerto de la Mina. Otro paisaje forestal con entidad propia, configurado por asociaciones de coníferas y frondosas, se ubica delimitando el Valle por la cara norte (>680 m.s.n.m.). Es el conjunto de piedemontes de las estribaciones suroccidentales de los Picos de Aroche, salpicados por cerros y lomas, donde descansan cortijos y una red relevante de veredas. En esta unidad se encuentran además pequeñas extensiones de pastizales y de terrenos improductivos. Como último paisaje hallamos la agrupación de frutales en secano, representado por los castañares, que se localizan en el extremo que acota la depresión por el sur (750-840 m.s.n.m.), límite con Castaño del Robledo. Está acompañado por manchas de coníferas y otras frondosas. Se corresponde en buena parte con la Sierra de la Virgen, en cuya umbría emanan las principales fuentes del área, en el contacto entre calizas y sustratos impermeables; de ésta, por otro lado, arranca la red tributaria que nutre a la cabecera del río. EL PATRIMONIO DEL AGUA DEL VALLE DEL MÚRTIGAS: PERVIVENCIA E HITO DEL REGADÍO HISTÓRICO ONUBENSE Glosario específico de la zona - Manantial: surgencia de las aguas de circulación subterránea en el contacto de las formaciones detrítico-carbonatadas con capas impermeables (arcillas-limos), que afloran a la superficie de forma copiosa. Es el caso de la Fuente de los Doce Caños. 558


- Lieva: acequia rústica o canal de conducción principal de las aguas, como así indica su procedencia del castellano antiguo (lievar=conducir), para el riego de los pagos. Están facturadas en tierra arcillosa-limosa y piedra caliza, hoy en parte cementado el entramado principal. - Quebradero: se trata del elemento de distribución o partidor de aguas para, o bien derivar otras lievas o ramales con los que alumbrar pagos y partidas, o bien para irrigar de modo directo la parcela por medio de la regadera. Está construido por un conjunto de sacos y piedras, con algún madero; y más recientemente piedra y mortero o cemento con una compuerta metálica. - Alberca: balsa o acopio, de planta irregular y tamaño modesto (15-20 m3), que alumbran unas escasas huebras en su entorno, hoy en proceso de desuso y en cierto grado deterioradas. Estás se amoldan a la orografía (talud de barrancos, vaguadas, aluviones, etc.) y están facturadas con tierra y apuntalamientos de obra (mampostería ordinaria) en alguna de sus paredes. Se trata de edificios de gestión comunitaria cuando se nutren de la red de lievas de la fuente principal o incluso de aguas de barrancada (La Negrita, La Nogarela y Cascos), en este caso a modo de pequeños pantanos (presas-balsas); o de gestión particular, cuando acogen y se aprovisionan de un nacimiento propio, como ocurre en el pago de El Ejido. Otras terminologías - Acequias madres: derivadas de las lievas, constituyen las acequias de primer orden, antaño de tierra y piedra aunque hoy revestidas, que se encargan de dar servicio a los pagos de riego que integran la vega. - Ramales o regaderas: se trata de las acequias secundarias, generalmente de tierra, encaminadas a las principales partidas de regadío, donde distribuyen riego entre el parcelario.

Nombre

1.1-1.21.3 1.1-1.2LIEVA 1.3 QUEBRADERO 1.1-1.2

2.1-2.22.3 2.1-2.22.3 2.3

1.1-1.2

2.1-2.3

3.1

4.2-4.3

5.1-5.2

ALTA

MUY BAJA

ALTA

MEDIA

TOTAL

Valoración patrimonial y cultural del sistema La arquitectura del agua derivada de la Fuente de los Doce Caños de Fuenteheridos forma parte del patrimonio cultural más representativo de la cabecera del Valle del Múrtigas y de los regadíos históricos más arraigados y genuinos de la provincia de Huelva. El sistema de riego tradicional de este municipio se sustenta en uno de los manantiales considerados hitos de la fachada occidental andaluza; en un denso y variopinto entramado de lievas y obras complementarias (albercas, quebraderos, acueductos, en desuso; y el recuerdo de lavaderos, pilares y molinos, ora desaparecidos), de elevado valor históricocultural; y en un mosaico de huertas y frutales de hueso, en el que aparecen las reconocidas papas, peros y manzanas, que figuran como algunas de las señas de identidad de las poblaciones serranas. Entre los aspectos más Nº TIPOLOGÍAS

%

MUY ALTA (9-10)

VALORACIÓN

1

25

ALTA (7-8,9)

1

25

MEDIA (5,5-6,9)

1

25

BAJA (4-5,4)

1

25

MUY BAJA (3-3,9)

0

0

4

100

TOTAL

Cuadro 8. Valoración del patrimonio hidráulico Fuente: Elaboración propia 2008

Cultura RepresenHistóricoConsideración Autenticidad Integridad Tecnológico Artístico Territorial Hidráulica Valoración del agua tatividad social agentes

MANANTIAL

ALBERCA

- Cantero: bancal o porción tradicional de terreno de regadío, cuya superficie se estima entre 20 y 25 m2, donde se cultivan tradicionalmente frutales, castaños y hortalizas. - Cuarteles: subdivisión de los canteros, como porciones menores de riego o bancalillos, donde se realizan los cómagos (para castaño y hortaliza) y las excavas (para frutales), que funcionan como surcos pequeños o canalillos situados entre los canteros, con una boca y culata, que los conecta de modo escalonado o en zig-zag, respectivamente.

ALTA

3.2-3.3 3.1 -

4.1-4.25.1-5.2-5.3 4.3 4.1-4.25.1-5.2 4.3 4.2-4.3 5.1

6.1-6.26.3 6.1-6.26.3 6.2 6.1-6.26.3

7.1-7.27.3 7.1-7.2 7.1-7.2

8.1-8.28.3 8.1-8.28.3 8.1-8.3

7.1-7.2

8.1-8.3

ALTA

ALTA

ALTA

Cuadro 9. Evaluación del patrimonio hidráulico Fuente: Elaboración propia

559

9.1-9.29.3 9.1-9.29.3 9.1-9.29.3 9.1-9.29.3 MUY ALTA

10.1-10.210.3 10.1-10.3

MUY ALTA ALTA

-

BAJA

-

MEDIA

BAJA

ALTA


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

sobresalientes del hidrosistema de Fuenteheridos destaca la contrastada cultura local del agua y del Valle, reglada consuetudinariamente y en actual trámite de constitución de comunidad de regantes; el uso parcial (un tercio del parcelario) y la conservación (riegos más próximos al núcleo urbano) de parte de un sistema de entidad, que alcanza la categoría de regadío de mesoescala con el medio millar de hectáreas que suma con los regadíos de las vecinas Galaroza y La Nava; y los indudables valores artísticos y estéticos, de ingenio, técnica y constructiva, que guarda los bienes hidráulicos asociados al manantial, insertado además en pleno corazón de un reconocido espacio medioambiental y paisajístico como es el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Por otro lado, no son tan relevantes los valores en determinados aspectos, como la preservación de la imagen primigenia del patrimonio, que requiere de mayores esfuerzos e implicación de los agentes implicados, sobre todo de las administraciones; especialmente en el planteamiento de proyectos respetuosos de mejora y acondicionamiento y puesta en valor armónica de la infraestructura hidráulica. En conclusión, nos encontramos ante una de las referencias del patrimonio del agua, relacionado con los regadíos históricos de manantial, capitales de la serranía onubense y, por ende, de la Andalucía Occidental; que a pesar de experimentar en los últimos tiempos un retroceso agrario-cultural significativo, hoy en día presenta síntomas, propuestas y oportunidades capaces de mostrar y proyectar la riqueza y el valor real de la arquitectura del agua del Valle del Múrtigas. UN SISTEMA HIDRÁULICO RURAL, SOSTENIBLE Y EN TRANSFORMACIÓN: LAS DIMENSIONES PRODUCTIVA, CULTURAL Y AMBIENTAL El sistema de aprovechamiento histórico de aguas para abastecimiento y para regadío tradicional del Múrtigas se ha sustentado en la transformación o preparación de las materias primas en concordancia con las necesidades naturales de los serranos. Este equilibrio y respeto por el uso de los recursos se remonta a los primeros tiempos del Valle; no en vano desde los orígenes de las Ordenanzas Municipales del s. XVI se promulga entre otros aspectos la protección de aguas para consumo humano o de riegos e incluso la preservación de la riqueza natural. La red hidráulica y su paisaje agrario se desarrolla hasta nuestros días bajo esos principios: raciocinio del uso de las aguas de

La Fuente, factura con materiales autóctonos (tierra arcillosa, piedra caliza, madera de castaño o encinar, cal y arena, etc.), limpieza y cuidado de las lievas, trazado de vías y accesos de la vega, etc. en conclusión, materiales, técnicas y principios sostenibles, propios e identificativos de las poblaciones serranas, que además forman parte de la memoria de sus gentes. En la actualidad, la irrupción de la modernidad ha alterado la cultura del agua en buena parte de la Sierra de Huelva, como sucede en otros espacios rurales de interior; en este caso desde la década de los ochenta. A partir de este período se produce un cambio e incremento de la demanda relacionada con nuevas formas de poblamiento: ampliación del casco urbano, residencias secundarias, diseminados, grandes fincas de riego, generalización del turismo, etc. que altera los usos del agua y del suelo. Este nuevo panorama ha causado excesos y modificaciones en el municipio (pérdida de suelos, contaminación de aguas, deterioro del patrimonio, etc.), que necesitan de una planificación y ordenación del territorio, especialmente sensible en el ámbito agrario. En este contexto, cabe apuntar la existencia de varios hechos que interactúan e intervienen de modo decisivo en el futuro del regadío histórico y de su patrimonio hidráulico. En primer lugar, la pertenencia del Valle del Múrtigas, y en particular de la vega de Fuenteheridos, al Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Esta adscripción nos lleva a establecer una premisa fundamental de cumplimiento: la compatibilidad entre las medidas de protección derivadas de la Declaración del Parque y las prácticas tradicionales de desarrollo de la actividad agraria. En este sentido, queda demostrado que las costumbres históricas de gestión de los riegos han cumplido con los principios de respeto no sólo del agro sino también del medio natural y ecológico. A escala comarcal, la labor desempeñada por la Oficina Técnica de Regadíos, máximo responsable de la gestión productiva de la agricultura, centra sus estrategias en asegurar e incluso revitalizar la actividad agraria. Los proyectos desarrollados en los últimos años se han basado en la mejora de la eficiencia de la red de acequias, introducción de nuevos cultivos de mayor productividad y rentabilidad, así como ayudas y subvenciones o formación e información del agricultor. De tal modo, las futuras actuaciones sobre los regadíos de la cabecera del Valle, siempre que se efectúe bajo las premisas de respeto a la tradición que identifica la zona, así como la entrada de nuevas producciones de regadío dinamizadoras, como el 560


castañar híbrido francés, pueden constituir una oportunidad no sólo para el avance del sector agrario de Fuenteheridos sino también de la economía serrana. Además, cabe resaltar que el regadío y en particular el castañar, compaginado con frutales y hortalizas genuinas del Múrtigas, se convierten en un elemento clave que fomenta el uso del agua y articula espléndidos paisajes culturales de valor ecológico y atractivo turístico. En última instancia, destacamos el papel de los colectivos sociales, como la Asociación Cultural Lieva, representante de la cuenca alta del Valle, que contribuyen a concienciar e implicar a las autoridades y a particulares; en este caso son trascendentales las iniciativas encaminadas a la preservación, restauración y difusión del patrimonio cultural relacionado con el agua de la Sierra.

En definitiva, es imprescindible la intervención y el punto de encuentro entre estas dimensiones (ambiental, productivista y cultural) para garantizar la pervivencia del sistema de regadío histórico del Valle: funcionamiento de las lievas, uso y conservación de las obras hidráulicas, cultivo de las parcelas, transito de caminos rurales, cuidado de la arquitectura popular de la vega, etc. sobre los que se sostiene el microambiente del Múrtigas, fundamentado en la infiltración de caudales de riego, prevención de la erosión laminar y fluvial, fijación de suelos, aportes de caudales ecológicos, presencia de una biodiversidad singular o generación de un paisaje cultural heredado desde tiempos pretéritos.

Acueducto de la Fuente de la Higuera, entre Fuenteheridos y Galaroza (Huelva)

561


CAPÍTULO 22: El Regadío de la Serranía Occidental Andaluza.: Fuenteheridos. Huelva

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