Te r c e r a É p o c a
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J u l i o
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ACTUALIZANDO VIEJOS (Y BUENOS) PROYECTOS La nueva iniciativa de la Asociación Cultural Lieva es esta revista, “Rumor de Aguas”, cuya esencia tiene algo de especial. No es algo nuevo, pero sí algo que demostró su valía y calidad. Durante las dos primeras épocas de la publicación, iniciada por la Asociación Al-Jaroza en 1993, la cultura serrana tuvo un órgano de expresión cualificado en el que se trataron temáticas amplias y de interés. Todo acontecimiento comarcal de importancia cultural fue recogido en estas páginas a través de colaboradores de gran nivel. Aquella revista dio a conocer los encantos de nuestro medio ambiente y nuestro turismo rural, difundió las jornadas de patrimonio y los encuentros de escritores, contó con separatas literarias en las que llegó a colaborar la Fundación Juan Ramón Jiménez, incluyó polémicas culturales de cada momento, se comprometió con el desarrollo sostenible y recogió hitos fundamentales para nuestra identidad cultural como las Cruces de Almonaster, la Peña de Arias Montano, la fiesta de Los Jarritos, la Cabalgata de Reyes de Higuera de la Sierra, etc. Además, contó con interesantes aportaciones de personas de gran valía, como José Mª Sánchez, Antonio Rodríguez, Emilio Rodríguez, Pedro Cantero, Félix Sancha, Augusto Thassio, Antonio Muñiz, Juan Cobos, Aurelio de Vega, Antonio Rodríguez Almodóvar, Javier Escalera, Carlos Romero, Javier Pérez-Embid o Federico Martín.
Portada Revista Rumor de Aguas Julio de 1996
Hoy, cuando nos planteamos recuperar “Rumor de Aguas”, pensamos en que era necesaria también una actualización y creemos que hemos acertado. A partir de ahora, cada número se centrará en una temática concreta, abordando asuntos de interés para el patrimonio serrano. Serán temas que merezcan algo más que un artículo periodístico, que puedan ser difundidos desde el punto de vista divulgativo por parte de conocedores de la materia y defensores de nuestro patrimonio. Nuestro primer número se centra en la figura de un gran serrano, Diego López de Cortegana, cuya trayectoria merece la pena recuperar. Su aportación al mundo de las letras hispánicas y su contribución al humanismo están ampliamente reconocidas, pero no en la tierra que le vio nacer. Con el fin de paliar este olvido, Lieva se ha brindado a la Asociación Amigos del Castillo, al Ayuntamiento de Cortegana y al investigador Pablo Jesús Borrallo, para colaborar en una iniciativa divulgativa de su vida y de su obra. Con este número uno de “Rumor de Aguas”, la Sierra y en especial Cortegana conocerán a uno de sus grandes hombres de Historia. En 2009 se cumplen los 10 primeros años desde que la Asociación Lieva fue reconocida formalmente por parte de los organismos oficiales. Por eso pensamos que es un buen momento para relanzar “Rumor de Aguas” y para ponernos de nuevo a disposición de todo aquel que tenga una idea a favor del patrimonio de nuestra comarca; intentaremos ayudarles en su difusión y promoción. Esperamos que esta tercera etapa de nuestra revista tenga la aceptación y la valoración positiva que tuvieron las anteriores por parte de las instituciones, de los colectivos y de los serranos en general. Antonio F. Tristancho Presidente Asociación Lieva Asociación Cultural Lieva Sede en Calle Abajo, 64 21291 Galaroza Huelva Página 2
Asociación Cultural Lieva Contacto: Tlfno: 654533848 Email: a.c.lieva@hotmail.com
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DESCUBRIENDO A DIEGO LÓPEZ Durante el año 2009, la figura de uno de los personajes más ilustres de nuestra localidad, Diego López de Cortegana (1455-1524), va a recibir los honores que se merece por parte del municipio que en su día lo viera nacer. Para ello, el Excelentísimo Ayuntamiento de Cortegana está preparando para el próximo mes de octubre un monográfico sobre este humanista de tradición erasmiana, traductor de obras como “El Asno de Oro” de Apuleyo o “Querella de la Paz”, primera traducción al castellano del gran Erasmo de Rótterdam. El título del evento será “Diego López de Cortegana en el entorno humanístico de la Sevilla del Quinientos: estado de la cuestión y nuevas perspectivas críticas”. El nivel de las conferencias, que se desarrollarán desde el 23 al 25 del próximo mes de Octubre, será muy elevado, ya que se va a contar con la colaboración de las Universidades de Huelva y Sevilla. La dirección del seminario estará a cargo de los doctores Luís Rivero y Francisco Javier Escobar, quienes ha conseguido componer un profesorado de alta calidad, entre los que se encuentran la Dra. Mª Regla Fernández Garrido (Profesora Titular de Filología Griega de la Universidad de Huelva), el Dr. Carlos García Gual (Catedrático de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid), el Dr. Ignacio Javier García Pinilla (Profesor Titular de Filología Latina de la Universidad de Castilla-La Mancha), el Dr. Guy Lazure (Assistant Professor de Historia de la Universidad de Windsor), el Dr. Juan J. Martos Fernández (Profesor Titular de Filología Latina de la Universidad de Sevilla), el Dr. Juan Montero Delgado (Catedrático de Literatura Española de la Universidad de Sevilla), el Dr. Valentín Núñez Rivera (Profesor Titular de Literatura Española de la Universidad de Huelva), la Dra. Mª Victoria Pineda González (Profesora Titular de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Extremadura), el Dr. Francisco Socas Gavilán (Catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla) o el Dr. José Solís de los Santos (Profesor Titular de Filología Latina de la Universidad de Sevilla). Las ponencias preparadas versarán sobre “López de Cortegana y el Humanismo sevillano de la primera mitad del Quinientos”, “Nacimiento de un humanismo vernacular: los canónigos Cortegana, Santaella y Núñez Delgado y la traducción de libros en la Sevilla del primer tercio del siglo XVI”, “López de Cortegana y el entorno eclesiástico: perfil moralista y filiación erasmiana”, “López de Cortegana y Erasmo: la traducción de la Querela Pacis”, “López de Cortegana lector de Eneas Silvio Piccolomini: textos y contextos”, “Entre historiografía y retórica: López de Cortegana y la Crónica de San Fernando”, “López de Cortegana y la prosa de ficción áurea”, “Luciano y la novela griega antigua: Del Onos al Asinus aureus, de Apuleyo”, “El comentario al Asinus aureus por Filippo Beroaldo: un modelo para la versión de López de Cortegana”, o “Influencias de Apuleyo y Luciano y los relatos de metamorfosis (siglos XVI y XVII)”. Asimismo, también se tienen previstas otras actividades, como una representación teatral del cuento de Psique y Cupido, un recital poético de Agustín García Calvo e Isabel Escudero centrado en “El Cuento de Alma y amado”, una presentación multimedia de las representaciones artísticas del cuento de Psique y Cupido, la actuación del Coro Medieval de Cortegana que mostrará la transición de la literatura a la música y la representación de “El Lazarillo” a cargo de El Brujo. A través de todos estos especialistas en la materia se dará a conocer la figura y la obra de este gran personaje, que lleva más de 500 años paseando el nombre de nuestra localidad alrededor de todo el mundo. Desde nuestra Asociación, queremos que las líneas que siguen a continuación y la intervención que Pablo Jesús Borrallo Sánchez realizará en nuestras XVII Jornadas Culturales, sirvan como preámbulo biográfico a los acontecimientos que el Ayuntamiento va a llevar a cabo. Nuestro objetivo ha sido iniciar entre la población corteganesa el conocimiento de este gran paisano, para lo cual ha sido imprescindible la colaboración de la Asociación Cultural Lieva, a la que agradecemos esta labor divulgativa y felicitamos por sus iniciativas en favor del patrimonio serrano. Sebastián Martín Vargas Presidente de la Asociación de Amigos del Castillo de la Villa de Cortegana.
El Humanista Diego López de Cortegana. Pablo Jesús Borrallo Sánchez
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Rumor de Aguas
Diego López de Cortegana, debió instalarse en la capital hispalense a comienzos de la década de los ochenta del siglo XV, llegando con el tiempo a desarrollar una brillante carrera eclesiástica: canónigo y arcediano de la catedral, y capellán de la reina Isabel “la Católica”. Podemos hablar de Diego López de Cortegana como un “humanista”, siendo las fuentes más recurrentes para el abordaje de su carrera como arcediano, los libros de Actas Capitulares del Archivo Capitular y Colombino de la S.M.I. Catedral de Sevilla para conocer, y el Archivo General de Simancas y el Archivo Histórico Nacional, que dan buena cuenta de su carrera administrativa. Sí tenemos claro que conjuntamente con su carrera administrativa y humanista, llevó a cabo una enorme carrera eclesiástica en la que desempeñaría los cargo de racionero, canónigo y desde 1509, arcediano de la Catedral de Sevilla, donde hoy día reposan sus restos junto al altar mayor, en la nave de San Pedro. Su papel en el cabildo se centraba en las relaciones con la alta jerarquía eclesiástica y el denodado interés por los libros como motor de la cultura de los clérigos. Diego López de Cortegana vivió una época de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Si consideramos su año de nacimiento en 1455 y el de su muerte en 1524, le podemos relacionar más con el siglo XV que con el siglo XVI, viviendo de lleno el reinado de los Reyes Católicos, periodo éste que estaría marcado por la conquista de Granada y el centralismo administrativo. En esa etapa se remodeló el Consejo Real en las Cortes de Toledo de 1480, haciéndolo más estructurado, creándose otros nuevos como el Consejo de Aragón o el Consejo de la Inquisición. Asimismo, se reorganizó la Chancillería o Audiencia de Valladolid y se creó la de Granada. Se produjo un aumento en la hacienda pública y se creó la Santa Hermandad, a modo de policía rural, para controlar el bandolerismo y mantener la seguridad en campos y caminos. Castilla era la potencia industrial y comercial más grande de la época y Aragón le seguía de cerca. La base económica estaba en la industria, la agricultura, la ganadería lanar y la exportación de materias primas. Social y económicamente se favoreció medianamente a la alta nobleza. Los RRCC volvieron a la nobleza sumisa a sus órdenes, atrayéndola a la Corte y ofreciéndole cargos remunerados. Así, los nobles gozaron del privilegio de acceder a los cargos de más importancia como Erasmo de Rotterdam (1526) consejeros, embajadores, oficiales del ejército, etc... Por otro lado, hacia el exterior los Reyes Católicos llevaron a cabo una enorme política expansionista hacia Europa y el Mediterráneo, al amparo de unas tropas al mando de Fernando Fernández de Córdoba “El Gran Capitán”. Pero sin embargo, y cara al exterior, el aporte histórico más relevante del reinado de los Reyes Católicos sería el Descubrimiento de América en 1492, cuyo impacto también dejó notarse en Cortegana, localidad que vió nacer a Diego López de C ortegana. La emigración de los corteganeses hacia el Nuevo Mundo fue siempre voluntaria poseyendo estos emigrantes, por lo general, tantos deseos de probar fortuna y de obtener fama y riqueza, que estuvieron dispuestos a superar la arriesgada aventura de cruzar los mares. Fue mucho mayor el número de hombres que el de
mujeres, aunque la participación de éstas no fuera tan exigua como pudiera suponerse. En este trasvase de personas se observa una tendencia a la agrupación familiar, un fenómeno muy frecuente en el Siglo XVI, siendo la localización más destacada la zona de Nueva España o en otras palabras, la región de México. La presencia en América de hombres de la Sierra en general y de Cortegana en particular fue bastante significativa. Podemos decir que la extracción social de la emigración corteganesa se centró en los niveles medio y modesto. El origen social y las ocupaciones de estos emigrantes fueron muy variados. En el caso de Cortegana no se dio el conocido caso de los segundones de la Nobleza que se embarcaban hacia el Nuevo Mundo con el único propósito de apuntalar e incrementar su prestigio económico y social. Así, saldrían, sobre todo, campesinos sin heredades propias que cultivar; pastores; artesanos y mercaderes de negocios de poca dimensión. El Humanista Diego López de Cortegana. Pablo Jesús Borrallo Sánchez
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En este ambiente se movería Diego López de Cortegana poco después de establecerse en Sevilla. Pero si alguna política de los Reyes Católicos tuvo notable repercusión en este personaje, sería la religiosa, sobre todo a raiz de la bula papal por la que se le otorgaba al Estado el control de los asuntos religiosos. Hasta entonces, los monarcas castellanos habían sido, en general, bastante tolerantes con las minorías religiosas no cristianas. Sin embargo, desde la llegada al poder de los Reyes Católicos, tanto el pueblo llano como la Iglesia Católica, las miraban con cierto recelo. Ello se complicó aún más con el convencimiento de los nuevos monarcas de que se conseguiría de una manera más efectiva la unidad de los habitantes de sus diversos estados estableciendo la unidad religiosa, siendo necesario que todos practicaran la misma fe. Como resultado de ello, se produjo un control exhaustivo de la pureza de la fé, que traería consigo la expulsión de los judíos en 1492. El resultado de esta acción de limpieza religiosa fue la creación de un país de religión cristiana y el comienzo de la identificación entre el estado y la religión y he aquí, el papel predominante de la Inquisición, que había sido creada en 1478 y a cuya institución pasarían a formar parte Diego López de Cortegana. Parece además que fue en Sevilla donde los RRCC tomaron conciencia de la importancia de derrocar al judaísmo y al criptojudaísmo. De otro lado, podemos destacar la faceta como humanista de Diego López Cortegana como la más fecunda de cuantas desarrolló a lo largo de su vida, pues sería este quehacer el que le acabaría otorgando fama universal. El Humanismo se trataba de un movimiento intelectual o corriente cultural extendida por Europa ya desde el siglo XIV y sobre todo el siglo XV. Los humanistas eran escritores, filósofos, médicos, profesores, eclesiásticos..., que pregonaban una actitud filosófica ante la vida, basada en el antropocentrismo, por encima del teocentrismo, y que insistía en la dignidad y el valor de la persona, teniendo como principios destacados los valores humanos, sobre todo, la capacidad de raciocinio y la búsqueda incesante de la verdad. Llegados a este punto nos preguntamos como el arcediano Diego López de Cortegana pudiera haber sido humanista, máxime cuando el humanismo echaba por tierra el pensamiento oscurantista medieval, que a este personaje le había tocado vivir. Probablemente la respuesta la hallemos en su propia personalidad, pues el arcediano pasó por ser un personaje entregado sin condiciones al apasionado mundo de las letras, tocándole vivir, además, en una de las ciudades más importantes del panorama europeo del momento, como Sevilla, con una población numerosa en la que existía un importante mercado de lectores. Esa prosperidad económica de Sevilla permitió el florecimiento de la cultura y en este sentido, Diego López de Cortegana, jugaría un papel vital y destacado como traductor al castellano de clásicos latinos. En Sevilla, desde finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI, la cultura y el humanismo lo asumiría el cabildo catedralicio.
Cámara de Castilla Personal. Leg. 15. López de Cortegana a (Diego) 1500 Canología de Sevilla Página 6
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Así, Diego López de Cortegana se convertiría en un valladar incombustible de la cultura y de la educación del clero, bajo las influencias de su maestro Maese Rodrigo. Su capacidad como erudito le valió para encargarse del cuidado y corrección de los libros del cabildo de la Catedral de Sevilla. La función principal de Diego López de Cortegana sería la de mejorar el nivel del clero a través de los libros a ellos destinados, todo al amparo de una personalidad en lucha incesante por propagar el saber y la cultura. Diego López de Cortegana se convirtió en un enorme traductor de obras latinas, a las que desproveía de adornos gramaticales y artificios literarios para hacerlas lo más llana posible de cara al lector. Diego López de Cortegana pondría mucho esmero y cuidado en la simplificación de las traducciones utilizando un estilo, genuinamente, sencillo a la vez que, eminentemente, fiel al original, sin quitar ni añadir nada. Los únicos cambios adicionales en las traducciones de Diego López de Cortegana se deben a su voluntad explicativa con el propósito único de que el lector lo entendiese todo, a sabiendas de que cuanto más se amoldara su estilo a la realidad castellana, más repercusiones tendrían sus textos, basándose en un lenguaje sencillo, alegre y moderno, todo ello bajo una clara adhesión al humanismo cristiano. Entre su variada y extensa gama de traducciones, que realizaría una vez culminada su carrera administrativa, ya a una edad avanzada, destacarían La Crónica de Fernando III (1516), “Tratado de la miseria de los cortesanos” y “El sueño de la fortuna”, ambas de Eneas Silvio Piccolomini, “Querella de la paz”, una de las primeras traducciones que tuvo Erasmo de Rótterdam en lengua castellana y, por encima de todo, el “Asno de Oro”, de Apuleyo, que publicaría ya traducido en 1513, y que a la postre le dotaría de universal fama literaria, pues sería España el primer país donde la obra de Apuleyo viera la luz en lengua vernácula, siendo el estilo de novela picaresca el mejor trasunto del Asno de Oro, hasta convertirla en el precedente de un género literario como la novela picaresca que más adelante se desarrollara en España con la obra “El Lazarillo de Tormes”.Como de costumbre, la opiniones sobre si el Asno de Oro puede ser considerada, en mayor o menor grado, una novela picaresca, están divididas, aunque, sin embargo, debemos de admitir que el personaje del pícaro que aparece en el Lazarillo de Tormes, hijo de unas circunstancias socio-económicas de los siglo XVI y XVII, posee mucho parentesco con el protagonista del Asno de Oro. El Asno de Oro, por encima de todo se trata de una obra con una enorme carga retórica, gran riqueza musical y literaria, y un notable artificio y virtuosismo verbal, todo ello, sin embrago, envuelto en una enorme aura de misterio. Ilustración de Teresa Gumán, basada en la obra de William A. Bouquereau " El rapto de Psique "
El Humanista Diego López de Cortegana. Pablo Jesús Borrallo Sánchez
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odemos decir sin temor a equivocarnos y aunque pueda parecer una paradoja, que Diego López de Cortegana fue un “Humanista” con una convicciones claras, basadas en su profunda pasión por la antigüedad grecorromana, donde creía encontrar la auténtica sabiduría, siendo para ello necesario, poseer un amplio conocimiento del latín y del griego, mostrando cierto menosprecio por el oscurantismo medieval, como baluarte de la ignorancia, otorgándole una confianza ciega al hombre, que mediante la razón sería capaz de cultivar todas las ramas del saber. Diego López de Cortegana, a diferencia de sus congéneres coetáneos, no ensalzaba tanto al guerrero o al religioso de época medieval, sino que el modelo humano que admiraría sería el del hombre sabio, poseedor de curiosidad universal y vasta cultura. Asimismo, Diego López de Cortegana presumía de saber escribir en latín, conocer a los escritores grecorromanos, dominar la filosofía, etc.., todo ello teniendo como claro exponente la figura, un tanto idealizada, del hombre perfecto poseedor de cultura, buen e s c r i t o r e i n m e j o r a b l e o r a d o r, y axiomáticamente entregado al fabuloso mundo de las letras. Su producción humanística, orientada básicamente a la traducción, lo convierten en uno de los primeros difusores del erasmismo en España y en incuestionable ejemplo del humanismo vernáculo.
Es una iniciativa de:
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Libro de pan y cebada. Mesa Capitular. Pontificales Almonaster e La Nava e vino al cabildo
Colaboran:
Rumor de Aguas