número 4, JUNIO 2007
“¡Salir por piernas!” “Get a le g up!”
a magazine about people and their cities exclusively for vueling passengers
SUMARIO - CONTENTs
04 – Wherever your legs may take you Let’s walk. Una invitación a caminar
06 – BRUSELAS
Grand Place 6.50 – 12.28 – 22.51
12 – BUENAS NOTICIAS
Para gente a la que le gusta andar por ahí. Good news for people who like walking around
20 – VIDA VUELING
Desde arriba todo se ve mejor
22 – HELLO!
DemoS un pAseo Quizá necesitas el coche para ir a trabajar, para llevar a los chicos a la escuela, para visitar a tus padres. Para descubrir una ciudad basta alguien con quien compartir el paseo. Nunca caminarás solo.
Seis personas en el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca. Six people at the beach in Palma de Mallorca
28 – DAYS ON WHEELS
Three bicycle couriers. Tres mensajeros en bici
30 – THE EXCHANGE
“Rome - Milan” & “Milan - Rome”
37 – ON THE OTHER SIDE
LET’S GO FOR A WAlk
Una luz rosada ilumina una plaza. ¿Qué habrá allí?
40 – A STORY WITH LEGS
up! Get a leg
You may need the car to get to work, to take the kids to school, to visit your parents. But to discover a city, all you need are your feet and some company. You’ll never walk alone.
Granada below the belt. Granada de cintura para abajo
50 – WHERE THERE’s a will there’s a way My World in Madrid
52 – LAS PIERNAS AL DESCUBIERTO
publi
Una breve introducción a la falda y sus grandes momentos
60 – ¡SALIR POR PIERNAS!
Todos hemos tenido que salir corriendo alguna vez
62 – Keep it smooth Confessions of a Parisian beautician 70 – PASOS PEREGRINOS
Un domingo en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano
74 – NO NECESARIAMENTE...
Una pata no es una pierna, aunque sirva para lo mismo
76 – EL COLECCIONISTA
De bares por Madrid, en un cuento de Ronaldo Menéndez
82 – 9 PERSONAS A MAGAZINE ABOUT PEOPLE AND THEIR CITIES exclusively for vueling passengers
Vistas un martes de abril en Santiago de Compostela
83 – EXPERIENCIAS
32 lugares fascinantes. 32 fascinating places
92 – charcoal-grilled sardines The rich smells of Lisbon
95 – LA GRAN VIDA
Las nuevas aventuras de Mayer Aramburu
96 – PASATIEMPOS
Juega con Ling. Ling invites you to play
98 – EQUIPO
¿Quiénes somos? We are Ling
LING
LING
adonde tuspiernas telleven
wherever yourlegsmay takeyou
¿Sabías que por cada paso que damos quemamos una caloría? ¿Y que a partir de unos treinta minutos de andar continuadamente comenzamos a quemar grasas acumuladas durante mucho tiempo en nuestro cuerpo? Bueno, quizá eso sea lo de menos. Lo más importante es que cada paso que damos es un nuevo espacio conquistado, una parte desconocida del mundo que se revela a nuestros ojos: una agradable sorpresa que nos puede estar esperando. Ya lo dijo un sabio chino: “Quien camina forzado no llega tan lejos como quien camina motivado”. Ahí está la idea.
Did you know that with every step we take, we burn a calorie? And that after half an hour of continuous walking we start to burn off accumulated fat? But the most important thing is that with every step we take, we conquer a new space, a new, unknown part of the world that unfolds before our eyes: a wonderful surprise waiting for us. A wise Chinaman once said; “He who walks forcedly doesn’t go as far as he who walks with motivation.” So you get the idea.
Una reflexión de Nelson Medina, viajero aficionado y portavoz de www.mochileros.org A thought by Nelson Medina, impassioned traveller and spokesman of the backpacker association, www.mochileros.org
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Fotografías de Ferran Mateo
Bruselas 6.50 Grand Place Tiene la fama (merecida) de ser una de las plazas más bellas del mundo. Su arquitectura flamenca, “de estilo español”, data de cuando Bélgica se llamaba Flandes y gobernaba Carlos V.
Bruselas 12.28 En la Grand Place (Plaza Mayor), los edificios tienen nombres como La Loba, El Zorro, El Cucurucho y La Bolsa. Los hay de estilo barroco, renacentista y g贸tico, que armonizan en conjunto.
FERRAN MATEO (1975) expone actualmente BcnLed, con imágenes de San Petersburgo, Bruselas, Barcelona, Varsovia y Bucarest.
Bruselas 22.51 Además de ser llamada “la capital de Europa” (es sede de la UE y de la OTAN), a Bruselas también se la conoce como un gran mercado de antigüedades, y un paraíso para bebedores de cerveza.
FERRAN MATEO (1975) is currently showing images of Saint Petersburgh, Brussels, Barcelona, Warsaw and Bucharest under the name of Bcn-Led.
GOOD NEWS
BUE NAS NOT ICIAS PARA GENTE A LA QUE LE GUSTA ANDAR POR AHÍ FOR PEOPLE WHO
LIKE WALKING AROUND
Más vale que sobre...
Pensaban hacerlo de 500 metros pero, al final, el Gremio de Carniceros de Valencia logró elaborar
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un chorizo de 800 metros, tras trabajar cinco horas y usar 1.200 kilos de carne porcina. Entraron en los Récord Guinness, claro. El chorizo se horneó y degustó al
“Please, sir, can I have some more?”
They had initially intended to make one 500m long, but in the end, the Butcher’s Union in Valencia managed to make a chorizo 800m long after working on it for 5 hours and using 1,200 kilos of pork meat. They got into the Guinness Book of Records, of course. They cooked and scoffed it the next day. Here’s what Ling heard whilst at the site: “ooh, do you get bread with it too?”, “Chorizo is and always will be so Spanish” and “Go on son, go and get in the queue again for some more, they won’t remember your face but they’ll recognise me!”
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día siguiente. Ling pudo recoger de siempre algo muy español”, al vuelo algunos comentarios de “Donde esté, el de mi pueblo” o los espontáneos que se acerca- “Niño, vete otra vez a la cola, que ron para degustarlo: “¿El pan de tu cara no se acordarán, pero también lo dan?”, “El chorizo es de la mía, sí”.
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good news
My nickname is...
EL POEMA Francisco Javier García Salado. 41 años. Empresario hostelero. Casado. Tiene un hijo llamado Javier, El Poemita. “Mi vida está llena de poemas y no porque los escriba. Creo que mucha gente no sabe por qué me apodan así desde hace muchísimo tiempo: cada vez que salía
mal alguna cosa, me decían que había hecho ‘un poema’. Recuerdo un día que salí de costalero en La Amargura y se me ocurrió repartir estampitas de la Virgen por debajo de los faldones cada vez que parábamos el paso. Estaba feliz hasta que me di cuenta de que en vez de estampas lo que iba regalando eran billetes de 10 euros. Eso es ‘un poema’.
Otra vez me pasé dos meses enteros limpiando la plata de la Hermandad hasta que un día se me derramó el tarro sobre todos los objetos ya limpios: otro poema. Regento un bar en la plaza Rafael Rivero de Jerez llamado El Poema. Antes se llamaba Lo Nuestro; lo tuve que cambiar porque la gente buscaba el bar del Poema y no lo encontraba.”
Do it yourself In the northern towns near Milan there are a lot of believers and not enough priests. So, for th is reason, the parishes of Lombardía and Piamonte have put together a special “Bless yourself ” kit for the ever-faithful so that people can carry on their beloved tradition of blessing their houses before they move in. More than 3,500 kits have been handed out; they contain a picture of the Holy Family, a text from the Bible and a little bottle of Holy water.
Hágalo usted mismo
En los pueblos del norte de Milán hay muchos creyentes y pocos curas. Por esa razón, las parroquias de Lombardía y Piamonte han repartido entre las casas de los fieles un kit de “Bendiga usted mismo”, para llevar a la práctica una tradición italiana muy arraigada, la de consagrar la propia vivienda antes de entrar a habitarla. Los kits, de los que se han repartido 3.500 unidades, incluyen la imagen de la Sagrada Familia, un texto con una oración y una botellita con agua bendita.
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My nickname is... THE POEM Francisco García Salado. 41 years old. Owns a catering business. Married. Has a son called Javier, El Poemita (The Little Poem). “My life is full of poems and not because I w rite them. I don’t think many people know why I have such a nickname: anytime anything went wrong people would always use that Spanish expression, ‘You’ve done a poem”. I remember one mortifying day in La Amargura when I decided to hand out little pictures of the Virgin Mary from under my shirt to people walking by. I was really happy until I realised I had been giving out 10 euro notes instead. Now, that is what the Spanish call ‘a poem’. Another time I spent a whole two months polishing the Silver of the Brotherhood only to spill crap all over the already polished pieces. Another ‘poem’. I run a bar in plaza Rafael Rivero de Jerez called The Poem. It used to be called ‘Lo Nuestro’ but I had to change it ‘cause everyone would come to the plaza looking for ‘The Poem’s Bar’ and they couldn’t find it!”
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Just like a crab
Esto hay que (a)probarlo
En Madrid, a finales de mayo y hasta junio, empezó el segundo año de una particular academia. Se trata de la Universidad del Sexo, una iniciativa promovida por una sex shop que quiere “mejorar y enriquecer” la vida sexual de los alumnos. Así, uno puede saltarse las clases de Striptease Avanazado I o copiar los apuntes de Masajes Técnico-Estadísticos. No nos consta la tipología de exámenes; sin embargo, el equipo rectoral afirma que tienen “avalancha de peticiones cada curso”. Hay que ser, eso sí, mayor de 18 años.
The XXIII Marathon of the City of Seville featured a very special athlete this year. Of the 3,000 participants who managed to finish it, one of them did it backwards. 65-year-old D.V. fulfilled a promise he had made years before in New York, when a gorgeous cheerer handed him a bottle of water. He was so mesmerised by her that he didn’t turn around and kept running backwards just so he could carry on looking at her.
Como los cangrejos
La XXIII Maratón Ciudad de Sevilla tuvo en esta edición 2007 un atleta muy especial. De los 3.000 participantes que encaraban la meta, uno de ellos lo hacía de espaldas. D.V, de 65 años, cumplía así una promesa que había hecho años atrás en Nueva York, cuando una guapa animadora le dio una botella de agua y él quedó tan prendado –y agradecido– que siguió corriendo hacia atrás para no dejar de verla.
You gotta test this out. In Madrid at the end of May until June, a particular academy celebrated its 2nd anniversary. The University of Sex, an initiative promoted by a sex shop that wants to ‘improve and enrich’ the sex lives of its students. Here, you can take classes in Advanced Stripteasing or copy someone’s notes on Massage. We’re not quite sure how students are examined but the professional staff assure us they have an “avalanche of prospective students who want to enrol each year”. You do, of course, have to be over 18.
El agua es de todos, pero...
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If Anita Ekberg can do it…
Una romana de 40 años decidió It was unusually warm in Rome combatir el caluroso día que in late April. “If Anita Ekberg estaba teniendo lugar en la ca- can do it,” Roberta thought, pital italiana y, ni corta ni pe- “why not me, too?” So the offirezosa, se metió en la Fontana ce clerk from Milan took off her de Trevi tal como su madre la clothes and jumped, au natutrajo al mundo. Tras jugar en el rel, into the Fontana di Trevi agua unos minutos, los carabi- – much to the delight of a hunnieri la invitaron a recoger su dred or so tourists who took out ropa y marcharse. El agua es de their cameras at once to record todos, aclararon, pero el desnu- the scene. No, it was not a publido en público no está permitido city stunt. “I was hot. And the en Italia, por lo que la espontá- water is everyone’s,” Roberta nea se llevó una multa. Lo que told the press. Unfortunately for también se llevó, eso sí, fue el her, however, swimming in the aplauso atronador de todos los fountain is prohibited, and she turistas que estaban en aquel now faces a heavy fine for public momento en la fuente. indecency.
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buenas noticias
Busco a alguien que toque el shakuhachi
Anuncio publicado el 20 de abril por Emilio Carrión, profesor de guitarra clásica en el Conservatorio Profesional de Música de Sevilla. Hace poco más de un año que me compré un shakuhachi y aprendo por mi cuenta. Me gustaría conocer a alguien que también utilice esta maravillosa herramienta es-
piritual. Algún maestro de quien aprender o algún aficionado al que también le haya dado por esto... Responder a emiliocdarder@yahoo.es
Ésta es su historia: “Un día, mientras regresaba a casa en el coche, oí en la radio una entrevista a alguien que había estado en un monasterio budista del Tíbet, donde aprendió a tocar el shakuhachi. Cuando escuché su sonido, algo me traspasó interiormente. Hice un esfuerzo para memorizar el nombre del instrumento y busqué información. Descubrí que esta sencilla caña de bambú con cinco agujeros y una embocadura tenía una tradición de muchos siglos procedente de China y desarrollada en Japón. La revelación ocurrió cuando descubrí que esta flauta era usada no como instrumento musical, sino como herramienta espiritual; aunque su música es de tal belleza que también se justifica su uso meramente estético. Compré un shakuhachi con algunos métodos, pero en vista de la escasez en España de practicantes, puse este anuncio. Me contestó Antonio Olías, madrileño, maestro de shakuhachi y de músicas orientales.” Emilio Carrión ya conoció personalmente a Antonio Olías, en un concierto que éste dio en Sevilla. www.shakuhachi-flute.
Looking for someone who plays the shakuhachi Ad published on the 20th April by Emilio Carrión, Classical guitar teacher at the Professional Conservatory of Music in Seville. I bought a shakuhachi not so long ago and have been teaching myself how to play it. I’d like to meet someone who also plays this marve-
llous spiritual instrument. Some master to learn from or some fan who enjoys playing too. Contact emiliocdarder@yahoo.es”
This is his story: “One day, when I was driving home, I heard an interview on the radio with someone who had been in a Tibetan monastery and had learnt to play the shakuhachi. When I heard the sound it made, I was instantly moved and transported to another world. I told myself to remember the name of the instrument and looked it up. I discovered that this simple bamboo cane with 5 holes and a mouthpiece had been around for centuries and was from China and developed in Japan. My revelation came when I discovered that this flute was used not as a musical instrument but as a spiritual tool: even though it makes such a beautiful sound, a purely aesthetic use of it would be justified. I bought a shakuhachi with a manual, but seeing that so few people in Spain know how to play it, I put this ad up. A man called Antonio Olías from Madrid got in contact with me. He’s a shakuhachi and Oriental music teacher.” The two have now met. Emilio went to a concert Antonio gave in Seville. www.shakuhachi-flute.org
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Ensaladas de primavera A Lucía Sebastián, 39 años, comercial en Ibiza, le fascinan las ensaladas. Sobre todo en primavera y en verano, no hace otra cosa que buscar recetas novedosas para variar su menú de cada día. Sin embargo, debido a su movedizo y demandante trabajo, no siempre tiene tiempo para ello. Sus amigos de Ling le envían algunas ideas:
Iolanda Castellarnau, 28, maestra de escuela, desde Barcelona: “Ensalada de jamón dulce con nueces y piña. En una batidora, pon nueces, rodajas de piña en almíbar y una cucharada de mayonesa (light, si quieres cuidar la línea). Coge cuatro lonchas de jamón y pon el relleno dentro, dándoles forma de canutillos. Para acompañar, puedes poner hojas de lechuga, rúcula y rábanos, rociadas de sal y aceite al gusto.” Gustavo Rodríguez, 36, mexicano, técnico de Sonido, desde París: “Guacamole (qué más, si no). Corta una cebolla y un tomate en dados muy pequeños. Añade la pulpa de un aguacate muy maduro, zumo de limón, sal y pimentón (picante o dulce). Remuévelo todo hasta que te quede una pasta muy pareja, agrégale cilantro fresco picado y un poquitín de perejil, también fresco y picado. Y órale, a disfrutar.” Kathi Müller, 25, alemana, productora de TV, desde Ámsterdam: “Ensalada de berenjenas. Sofríe una cebolla y una rama de apio, ambas cortadas a tiras. Cuando la cebolla esté tierna, agrega dos tomates pelados y troceados. Continúa a fuego bajo durante 10 minutos y luego añade un poco de vinagre, media cucharada de azúcar, aceitunas verdes y unas alcaparras. Al cabo de otros 5 minutos, retira todo, vierte un chorro de aceite y dora una berenjena cortada a dados. Finalmente sazona con sal y mézclalo todo, para que se combinen los olores y sabores.” Florentino López, 72, ex bancario y abuelo de 11 nietos, desde Sevilla: “Ensalada verde (al menos así le llamo yo). Coge tres o cuatro tipo de verduras que te gusten; todas verdes, por supuesto. A mí me gustan el puerro, las espinacas, el apio y la escarola (la lisa y la rizada). Córtalas a tiras, en pedazos generosos. Aparte, en un bol, mezcla leche, mostaza, aceite de oliva, sal, pimienta blanca y vinagre de módena. Mézclalo todo y verás que bueno te sale.”
Spring Salads Lucía Sebastián, 39 years old, saleswoman in Ibiza, is fascinated by salads. Especially in spring and summer. She spends hours looking for innovative recipes in order to vary her diet. However, due to her hectic and demanding job, she doesn’t always have the time. Her friends from Ling have sent in some ideas:
Iolanda Castellarnau, 28, school teacher in Barcelona: “Ham salad with nuts and pineapple. Put the nuts, pineapple rings and their juice and a spoonful of mayonnaise (light, if you are on a diet) in a blender. Take four slices of ham and put the mixture in them and roll them into little tubes. As an accompaniment, you can put some lettuce, rocket and radish, seasoned with salt and oil to taste.” Gustavo Rodríguez, 36, Mexican, sound technician in Paris: “Guacamole (what else). Cut an onion and tomato into thin cubes. Add a very ripe avocado, lemon juice, salt, pepper, paprika and/or chilli powder. Mix it until it becomes a smooth paste. Add freshly chopped coriander and a tiny bit of parsley (also fresh). Then scoff it and enjoy with carrot and celery sticks.” Kathi Müller, 25, German, TV producer in Amsterdam: “Aubergine salad. Gently fry an onion and a celery stick that you’ve cut into strips. Once the onions are tender, add two peeled and chopped tomatoes. Keep them on low heat for another 10 minutes and then add vinegar, half a teaspoon of sugar, green olives and a few capers. After about 5 minutes, take off the heat, add a dash of olive oil and an aubergine cut into cubes. Finally, season with salt and stir, so that all the flavours and smells combine nicely.” Florentino López, 72, ex-banker and grandfather of 11 in Sevilla: “Green salad (at least that’s what I call it). Take three or four types of vegetables that you like - all green of course. I personally like leeks, spinach, celery and curly endive lettuce. Cut and shred them into large pieces. In another bowl, mix a little milk, mustard, olive oil, salt, white pepper and Balsamic vinegar. Then put it all together and you’ll see how good it tastes.”
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videLaing vu
Barcelona se expande Este verano, Vueling conecta Barcelona con 18 destinos. En España, con Madrid, Ibiza, Sevilla, Málaga, Mallorca, Menorca, Bilbao, Santiago, Jerez y Granada. Y en Europa, con París, Roma, Milán, Lisboa, Bruselas, Ámsterdam, Venecia, y ahora también con Atenas. Con este ritmo, la compañía no sólo aporta uno de cada tres nuevos pasajeros que pasan por el aeropuerto de El Prat, sino que ha tenido que inaugurar una nueva sede donde trabajan más de 250 personas, ya que la antigua les quedaba pequeña.
La gastronomía solar de Merche
Mercedes ‘Merche’ Mas prepara la comida en el balcón de su piso “con una cocina solar parabólica”. “Es muy sabrosa”, dice, modestia aparte. Su cocina solar es un cuenco de aluminio donde puede hervir el agua de la pasta, asar una pechuga de pollo o dejar a punto un suflé. Todo sin usar gas. “La idea es reducir el uso de combustible fósil”, dice esta española que hace 18 años se mudó a Italia, donde vive con su marido, tiene dos hijos y trabaja como “concejala verde” en Milán. “Después de hacer el menú completo con la cocina solar me siento ligera, como si mi impacto ambiental hubiera disminuido. Porque al cocinar con gas no pagamos el verdadero precio social, político y ambiental del petróleo”, dice, e invita a sumarse a la gastronomía solar a través de webs como www.solarcookers.org y www.enersud.net.
París en la mira de Andalucía Sevilla-París, desde el 14 de junio. Málaga-París, desde el 21 del mismo mes. ¿Otra vez? Sevilla-París, desde el 14 de junio. Málaga-París, desde el 21 de junio. Los más felices son los malagueños, ya que es la ciudad de Andalucía con mayor cantidad de conexiones Vueling. En mayo ya conectaba el Pablo Ruiz Picasso con el Schipol de Ámsterdam (porque Vueling sólo vuela a aeropuertos principales), sin contar las rutas locales con Barcelona, Madrid, Bilbao y Santiago.
“Vueling duplica el número de pasajeros en marzo... El aumento de su negocio se reflejó en los 405.815 pasajeros transportados en marzo, con lo que supera el millón en el primer trimestre de 2007.” www.expansion.com, 10 de abril de 2007
Cirque du Soleil au Soleil El Cirque du Soleil a 30 mil pies de altura. Sí, como lo lees. Repartiendo narices rojas de payaso entre los pasajeros de un vuelo Barcelona-París. Sucedió el miércoles 2 de mayo apenas el avión del vuelo VY5072 de Vueling alcanzó su altura crucero. Las 170 personas que iban a bordo vieron la presentación del espectáculo “Alegría”, que una semana después se estrenaría en París. Lo demás transcurrió con absoluta normalidad.
Anna Bosko es fan de Joan Miró
Atenas, Nápoles y Pisa. ¡Van 23 ciudades! Las primeras plazas de Madrid a Nápoles y Pisa ya se pueden conseguir desde 20 euros, todo incluido. 20 LING
Y viajó a Mallorca para conocer Port Soller, una bahía a pocos kilómetros de Palma, donde el pintor tenía su taller. “Es un lugar maravilloso; hay un pequeño museo con obra casi desconocida.” Con 25 años, Anna Bosko es experta en Arte Contemporáneo. Estudió Artes Plásticas en su Moscú natal y ahora estudia Historia del Arte en París. Pero nunca pensó que su viaje tendría un cambio inesperado: aterrizó en Mallorca para pasar cinco días y lleva casi dos semanas en la isla. “Perdí el billete de vuelta, pero no me importa”, dice, feliz con el cambio de planes. Puede decir que Miró es el hombre que le hizo cambiar el rumbo de su vida. Ahora piensa volar a Málaga, donde se expone una colección de Matisse.
Atenas no es sólo la ciudad Vueling número 23. Es la puerta de entrada a otro país, que se conecta con España.
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Entrevistas de Vicky Bolaños // Fotografías de Daniel Torrelló
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Seis personas en el PASEO MARÍTIMO DE PALMA DE MALLORCA.. Estuvieron allí UN SABADO POR LA TARDE. Hasta ese día no se conocían entre ellas. Ahora, sí. Y también las conoces tú
Six people at the beach in Palma de mallorca, encountered on A SATURDAY AFTERNOON. They had never met before. And now you can meet them too
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hello!
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Milan photography by Paola Kay Rome photography by Lisbeth Salas
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“Milan is essentially a bourgeois city made for working in.” Andrea Tuppini from Rome is 33 years old and has been living in Milan for 8 years. He moved there to work as an air traffic controller at Malpensa airport.
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“In Rome, people don’t need much to have fun.” Fosca Gallesio, 27, MOVED from Milan to Rome 9 years ago to PURSUE A CAREER IN THE FILM INDUSTRY. She currently writes for several websites, amongst various other jobs.
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ANDREA I’ve lived in Milan for 8 years because I was asked to come here for my job. How long have you been in Rome? FOSCA Nearly 9 years, although I spent an Erasmus year in Paris. I basically came to study, but I’ve always dreamed of working in cinema and I thought Rome was the place to be for that. A My girlfriend works in film in Rome. F Lucky for her she found a job! I don’t get much work. What does she do? A She works in an editing office, and she seems to get on fine. In two weeks she’s already had two proposals, one for a fiction piece and another for a film. F Yes, my boyfriend is a producer and he works loads. A In terms of film, it’s much easier to work in Rome because it’s the so-called ‘cinema city’ and because most production jobs are there. F Sure, there’s lots of demand for more technical jobs, but for creative jobs... I want to write scripts, and it’s much harder to get in there. And coming to Rome is a much cheaper option. Everybody who makes films lives here. A Yeah, you’re right, and the city is much prettier anyway. F Italy is full of pretty cities! Except Milan of course, ha ha! A Milan is essentially a bourgeois city, made for working, and you really can work well here. But Milan is made for fashion, design, finance and music. If it’s art or politics you want, you’re best off in Rome. F Yes, in fact, here in Rome I have loads of friends who don’t worry about the fact that they don’t always have a job, whereas my school friends from Milan, for better or worse, are all working. A Yeah, it’s better not to work too hard in Rome anyway, what with the sun, sea, amazing monuments... F What bugs me a bit about Milan is that everything is based on how much you earn, whereas in Rome people don’t need much to have fun. A In Milan, it’s hard to find a place buzzing with people in the middle of the week. F Apart from Le Colonne de San Lorenzo, where there are usually people hanging out. A Yes, in the last 10 years Rome has got loads better... F That’s true. I don’t want to get political but the Roman local government have done a good job. In Milan, they don’t invest a penny despite loads of taxes, fines and whatever. It’s all private investment there. A In Milan I always go to the English Football Pub because that’s where all the English-speakers are. On Wednesdays I like going by the Magazzini Generali, because it’s free and there’s always great international DJs on. F On Sundays Plastic is free too. Now that’s a legendary club in Milan. A Yeah, but Plastic’s not that good anymore. My favourite music place is the Rocket.
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Intercambio de ciudades Andrea y Fosca hablan de Roma y Milán, sus lugares de nacimiento y adopción al mismo tiempo
F Yeah, the Rocket’s great! I’ve been a few times. They do that amazing rum and Chinese orange cocktail. It’s delicious. A Ha! I had that too! F To be honest, going out in Milan is like going to the casino. They have great music at the Goa but it costs a fortune! I sometimes go to Al Brancaleone. A The Linux is really good in Rome, they play Drum ‘n’ Bass, and I go to the Goa for the big DJs. F Lately I’ve been going to the Micca Club ‘cause they have funk and nu-jazz. A Mmm, the Micca is a pain. F They have a smokers’ room! But really the best place to meet up is right opposite my front door, a bar famous for its tiramisu in Piazza Re di Roma. A Hey, do you know Rock Castle in Rome? In the Ghetto, on via Arenale. It’s the best place in Rome for rock music. I get in free everywhere. F No, I don’t know it... but there’s the Rialto in the Ghetto too. A Oh the Rialto’s great. It’s one of the few places in Rome where there are more girls than guys and most of them are single. F Yes, well, anyway! Really, the best thing about Rome is being able to eat out, you eat loads and it’s really cheap. A Yeah, true! At Betto e Mery’s, and also at the tavern place in the Pigneto area. F My favourite area is the Rione Monti, it’s full of wineries and taverns. A Rione Monti is a bit chic. Maybe the most characteristic bit of Rome is Da Franco ar Vicoletto. F Oh yeah, that place which is actually someone’s house. Oh yes, well, we film folk ARE a bit chic! Ha, just kidding. A These days the coolest place in Rome is the Pigneto area. F Ha, the Pigneto is the chic of all chic! A Well, to make up for it, I have to say the gay scene is great in Milan. Gay night on Thursdays at Gasoline is spectacular. And talking about people in Rome and Milan, well, dare I say, it’s all true but really it has to do with having to work or not. The people in Milan are quite closed. In 8 years of living
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Andrea Tuppini
Fosca Gallesio
romano de 33 años, lleva ocho viviendo en Milán. Se mudó allí para trabajar como controlador de tráfico aéreo en el aeropuerto de Malpensa. “Vine a Milán por motivos de trabajo. Ésta es una ciudad esencialmente burguesa, ideal para la moda, las finanzas, el diseño y la música; una ciudad para trabajar. Para el arte y la política está Roma, que además es más bonita. Los milaneses son muy cerrados. En ocho años no he tenido nunca un verdadero amigo milanés, casi todos son extranjeros.”
Milanesa de 27, se mudó a Roma hace nueve años porque quería dedicarse al cine. De momento colabora como redactora en algunos sitios de Internet, entre otros trabajos. “Vine porque soñaba con entrar en el mundo del cine y Roma me parecía la ciudad adecuada; pero es un momento difícil para los trabajos creativos. En Milán la gente tiene más trabajo, pero me fastidia que allí todo se valore en función del dinero. Aquí se vive más tranquilamente, nunca se hacen reuniones de trabajo antes de las 11, y la gente no necesita mucho para pasarla bien.”
Andrea y Fosca recomiendan en Milán
Andrea y Fosca recomiendan en Roma
Le Colonne de San Lorenzo. Es uno de los pocos restos de la época romana en Milán. Corso di Porta Ticinese, 39. Frente a la Basílica de San Lorenzo.
Goa Club. Via Giuseppe Libetta, 13. Tel. +39 65754689 Brancaleone. Via Levanna, 11. Tel. +39 0682004382. www.brancaleone.it
English Football Pub. Via Valpetrosa, 5. there, I haven’t had a single friend from Milan. All my friends are foreigners. F Yeah, here in Rome, everyone is more chilled out, you can tell just by looking at the work timetable. Noone ever has a meeting before 11 in the morning. What do you do Andrea? A I’m an air traffic controller. I work at the control tower at Malpensa airport. F Ah yeah, there’s that film with John Cusack and Billy Bob Thornton about air traffic controllers called “Pushing Tin”. It shows how stressful the job is. A When I’m not working I go to the cinema twice a day, and I’ve got a huge DVD collection. F I’m a total film addict, too. And I’m lucky that in Rome there’s loads of film. I think a film is the best way to tell a story, you submerge yourself in it and it transports you to another world. A Yeah, takes you into other people’s worlds, and then after two hours you’re back in your own world again. F It seems Italian film is getting more and more popular now. A But there’s still a lack of good directors, all the stories are really dull. F It’s true, all the stories are the same: boring dramas about relationships or social comedies. There isn’t much originality regarding the stories or the way of filming. The most popular films in Italy are romantic comedies for teenagers. A I really like Spanish film. I want to see the film ‘Salvador’. F Me too! A Ok, shall we meet at one of those wine bars you said you liked then... Addresses on facing page Direcciones en la página siguiente
Tel. +39 02864464
Linux. Via Giuseppe Libetta, 15c. Tel. +39 0657250551. www.linuxclub.it
Magazzini Generali. Via Pietrasanta, 14. www.magazzinigenerali.it
Micca Club. Via Pietro Micca 7A. Tel. +39 0687440079. www.miccaclub.com
Discoteca Plastic. Viale Umbria, 120. Tel. +39 02733996 www.thisisplastic.com
Rock Castle. Via Beatrice Cenci, 8a. Tel. +39 0668807999. www.rockcastle.biz
Il Rocket. Via Pezzotti, 52. Tel. +39 0289503509. www.therocket.it
Il Rialto. Via San Ambrogio, 4. Tel. +39 0668133640. www.rialtosantambrogio.com
Discoteca Gasoline. Via Bonnet, 11A. Tel. +39 3397745797. www.discogasoline.it
Betto e Mary. Via dei Savorgnan, 99. Tel. +39 064542 1780 Da Franco ar Vicoletto. Via dei Falisci, 1. Tel. +39 0644704958
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s l e e h w On
days
eye view
three bicycle couriers. A card, a present, flowers, some good news: if you have
Tres MENSAJEROS EN BICI. una carta, un regalo, FLORES, una buena nueva: SI TIENES
something to send (or receive), this lot are ready to pick it up for you. They are the fastest option for sending messages within the city, and also the most eco-friendly. All you have to do is call and they’ll be there in a jiffy.
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Marcial Hernández • Sobre2Ruedas • Tel. +34 902278332 Avda. Juan Sebastián el Cano, 50, bajo • www.sobre2ruedas.net
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othn e er h ostid
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Una luz rosada ilumina la compostelana plaza de Cervantes. El misterioso fulgor proviene del balcón de una de sus centenarias fachadas. El reclamo cromático fu nciona: es inevitable alzar la vista ganado por la curiosidad. ¿Qué habrá allí, del otro la do del ba lcón, en su interior? En la calle se oyen las t í p i c a s e s p e c ulaciones que dan luga r a leyendas urbanas: “¿Un after-hours camuflado, una campaña publicitaria, la casa de algún excéntrico?” Llamemos a la puerta y salgamos de dudas.
photography by antónio nascimento
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Textos de Sergio Cobos Fotografías de Lucía Cases
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Es la casa de “Los Sastrecillos Val ientes”, un showroom con nombre de cuento de hadas y prendas de corte único. Aquí se muestra el trabajo de diseñadores noveles, como el de Julieta Álvarez: una simbiosis entre erotismo y fauna salvaje en faldas con estampados de conejillos y ciervos en plan seducción animal. El diseño de Mi Casita Azul tiene un ligero toque i n fa nt i l que puede verse, por ejemplo, en un pantalón (azul, cómo no) con orejas de elefante en vez de bolsillos. Formas bizarras, retazos underground en los trapos de Fulanita y Menganita, y vestidos inspirados en la arquitectura urbana, como si de tus hombros colgara el Empire State, obra de Lavandera.
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Los Sastrecillos Valientes (Cris, Eva y Ramón) · Plaza de Cervantes, 4, 2ª planta · Tel. +34 646982282
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Moroccans standing in front of their tea shops, hippies sitting in squares, tourists walking to the caves to see flamenco dancers. In Granada’s Albaycín and Sacromonte neighbourhoods, people’s legs tell a story all of their own. Tessa, 3, and Ella, 6, are originally from Australia, but have moved to Spain because of their daddy’s work and adapted immediately to local culture. Still, just as their mother predicted, they swapped the flamenco shoes for flat-heeled sandals the next day.
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A photo story by Paola de Grenet Texts by Kati Krause
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Victor is a child of the Albaycín, but he’s itching to see the world. Soon he’ll be off to Berlin or Cologne – wherever is better to advance his career as a producer and DJ. In their final design, his tattoos will crawl up his legs and cover his entire back. It’s all paid for, too, only that the tattoo artist has gone to Australia. Victor is sure he’ll come back to complete the job though.
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José moved into a cave in the Sacromonte 17 years ago. He shares it with Merche from Bilbao, and together they whitewash it every spring. Their cat has just had kittens, and to buy extra cat food, they beg more than usual in the centre of Granada. Their strategy, they say, is to make people smile. “We never considered selling arts and crafts to make money. There are some real artists out there, with families to feed. We wouldn’t want to take their work away.”
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The few remaining gipsy families in the Sacromonte today run flamenco shows in caves, intended mainly for tourists. The dancers at Los Tarantos, where this picture was taken, perform two shows a night, seven nights a week.
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Aday (right) grew up in a small village in Gran Canaria and is now studying business administration in Granada. His childhood friend Airan has just come to visit and brought his dog with him. Like about twenty other young people in the Albaycín, Aday sells the homemade bread that a Mexican named Umberto prepares according to a traditional Mexican recipe. They can earn up to €400 a month selling the bread – enough to make a living.
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Cristina and her 20-month-old daughter Violeta came to the Albaycín to live in early May this year. Cristina grew up near Barcelona, but her roots are here, in Granada. She calls the city “a paradise”. Like many of her friends, she lives off selling handmade necklaces and eating “recycled food”.
In the Sacromonte barrio, in a curve in the road that has a clear view of the Alhambra, Marina has turned the front yard of her home into a makeshift bar. Her in-laws live next door. She married into one of the last remaining gipsy families in the area; most of the other families in the Sacromonte sold their cave houses to foreigners and went to live in more modern flats. But Marina doesn’t think of selling. She earns €20 a day with the bar, she’s her own boss, and that’s the end of it.
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To see their faces: Victor usually cycles around Granada on a fancy bike resembling a Harley Davidson or is handing out flyers for the Granada club Industrial Copera. You can find José either entertaining tourists near the Cathedral, or visit him in his cave: walk up the Camino del Sacromonte, turn left into the Barranco Valparaíso, and climb the hills until you find the cave. If the flamenco show at Los Tarantos (Camino de Sacromonte, 9) it too expensive for you, try the Eshavira (Postigo de la Cuna, 2), La Peña Flamenca La Platería (Placeta de Toqueros, 7) or Upsetter (Carrera del Darro, 7). The easiest way to find Aday is to look for a rather handsome young man selling bread around the Plaza Larga. Go to Marina’s bar, also called “El primer binguito”. For just €2 or so, she will serve you whatever she prepared for her family that day (Vereda de Enmedio, 59). Cristina can usually be found selling necklaces in the Mirador de San Nicolas or hanging out with her friends in San Gregorio square. LING 49
e r e h w ere’s th a wille’s theray aw my wOrld in Madrid
get a leg up!
“My name is Carmen, I’m the photographer for the Nuestras Caminatas group. It’s a group that started a few years ago with a few friends who would meet up to go for walks. Little by little more people joined and so we created a website a couple of years back, mainly to post up photos of our excursions, but later as a meeting point and information source as we don’t actually have a meeting place or office. “Walking in the countryside allows you to breathe fresh air, detoxify yourself from the city vibe, fill yourself up with negative ions – which are the good ones, the same kind you’ll find at the beach – and above all, you get to chat with your friends about the good and the bad, share stories and laugh out loud... and you also get really tired. One of the best parts of the day is the final beer together, when you’re all knackered from walking. That’s when the bar stools and your reserve pair of socks are nothing short of glorious. On each excursion, we walk around 12 km. You feel absolutely great for the next few days.
to pay for their beers, coffees or whatever. Halfway through the morning, we stop (just for a short while) to enjoy some goodies we’ve brought with us, normally chocolate, almonds or fruit, and then we stop at midday to have lunch. There’s always someone who brings something delicious like homemade Spanish tortilla. “And what happens if someone gets cramps? We tell them to get stuffed, and come back in a month – ha ha. No, we are caring souls and some of us – sometimes all of us – will stop and wait until they get better; or we do some stretching and walk back. If there’s no hurry, we’ll stop and have a few beers before going home. A classic question is why we bother doing these walks (people wonder about sore muscles and walking pains) but we’re used to it. “The nicest places to go walking are the Sierra de Madrid, La Pedriza, the surrounding area of La Granja, La Boca del Asno (in Segovia), the Guadalajara province, the Piedra monastery,
It’s eight in the morning on a Saturday and the sun is shining. What better idea than a good ol’ lie-in? Aha! How about getting together with your friends to spend a day walking in the most gorgeous landscape of the city’s surroundings. InMadrid, the Nuestras Caminatas group shows us how to do it. “Spring, the beginning of summer and autumn are the best times to go walking. Winter is only for the more daring lot. You have to have a good pair of walking boots, comfortable clothes, a water carrier, cap and sunglasses. Sometimes only a few of us go on a walk; other times, more than 20. Seeing as we have a ‘choir of Angels’ (lots of people called Angel), we have come up with all sorts of nicknames: Nines, Angelines, Ángel, Angelote, Ángel M, there’s also J. the computer whiz, Juampa, Santi... we’re all from the Madrid area. “For an excursion we usually meet up at ten in the morning. We have a coffee in the nearest little bar and we talk about what’s been happening. We separate into various cars and head for the starting point of the excursion, which always happens to be a strategically placed bar. We stock up on sandwiches, water and whatever else we need and start walking. Whoever drives doesn’t have
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the Sierra del Rincón, Las Medulas (El Bierzo) and the Caras de Buendía route. “Our club is now a huge group of friends; we run the website ourselves and we run the finances through a kitty. We’re thinking about formalising the structure a little as people are bound to start asking us how they can participate in the walks and although they will have to pay a small quota, we would like to provide at least the minimal amount of infrastructure to accommodate them.” www.nuestrascaminatas.com Para piernas inquietas Revista digital de senderismo: www.andarines.com Antes de salir, hay que consultarla: www.euro-senders.com Imprescindible ir bien equipado: www.aresta.com Un masaje en los gemelos: www.terapeutas.es LING 51
LAS PIERNAS AL DESCUBIERTO Una breve introducción a la falda y a sus grandes momentos Un reportaje de Marta D. Riezu Fotografías de Paola de Grenet
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“Cuando era joven, mi marido siempre me miraba las faldas. Yo quería que mirase más arriba, así que pensé que era el momento de operarme” Dolly Parton, cantante
Primero, una advertencia: esta apología de la falda no es exhaustiva, no sigue un orden, no habla de todo lo que se podría hablar; ni siquiera intenta resultar objetiva. Sólo pretende acercarse con curiosidad a ese trozo de tela aparentemente inofensivo cuando cuelga de una percha, pero que puede resultar explosivo cuando descubre lo que las mujeres (y algunos hombres) han decidido mostrar de sus extremidades inferiores. Su majestad, la falda, desencadenante de guerras, nacionalismos y deseo. *** ¡Boom! ¿A qué sonaron los años 60 en Londres? A explosión de ganas. Después de siglos bajo faldas que barrían el suelo, y tras la austeridad de la posguerra, las piernas quieren ver mundo, y lo quieren ver ahora. Mary Quant es hija del ‘Swinging London’. Se dice que esta diseñadora de moda fue la inventora de la miniskirt, es decir, de la falda que trepa un palmo rodilla arriba, quizá el momento social más importante de la historia de esta prenda. “Non, la mini-jupe est mienne” (No, la minifalda es mía), se quejaba André Courrèges. Eso también decía el diseñador John Bates, además de Quant. Como a todos los éxitos, a la minifalda le surgieron muchos padres. De esos años, dos imágenes para la posteridad: Twiggy y sus piernecitas, y Cathy McGowan presentando en mini-cinturón el mítico “Ready, Steady, Go!”. Por primera vez, la falda no tapa, sino que destapa. Invita. ¿A qué? Sólo Dios y la que se la pone lo sabe. Un día de junio, una minifalda significa llevar el sol en el bolsillo. Diez años después, en los 70-folk, de melena con raya en medio y psicodelia, la falda larga sería la respuesta a los diez años an-
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teriores; queremos comodidad, no vigilar cómo debemos sentarnos. Al final, tanto la mini como la maxifalda lanzaban el mismo mensaje femenino: dejadnos ser. *** Hay un largo camino retrotemporal de Carnaby Street a Edimburgo. Pero, al girar la esquina, de nuevo, la falda. El ‘kilt’ con estampado de tartán otra vez como declaración de intenciones: ésta es, desde el siglo XVI, la identidad escocesa. Y en origen, el simple pragmatismo de las maniobras militares: “Es suelto, pero protege las piernas. Ayuda al hombre a soportar marchas penosas, a soportar la inclemencia del tiempo, a vadear ríos, a penetrar bosques y trepar rocas; empresas que con otra vestimenta no podrían encararse con la misma rapidez” (1746). Miguel Bosé no trepaba rocas húmedas cuando vistió aquella falda-pantalón que levantó una polvareda social en los 80 españoles. El alboroto, claro, era debido a la provocación. Un hombre en faldas en una sociedad de hombres sin faldas es, ante todo, ambiguo. Sexual. Avanzado para su época, cuando hacía menos de diez años que Franco había muerto. Con el tiempo, curiosamente, es una de las imágenes que más se recuerdan de Bosé. La suya la firmaba el diseñador Montesinos; muchos otros creadores las estaban diseñando en ese momento estético-excesivo que fueron los 80 en Europa. En el año 2002, el Victoria & Albert londinense mostró a veinte artistas de la moda, y su interpretación de la falda para el hombre. No faltaba ni uno de los esperados. Gaultier, un gran defensor de la falda masculina, yendo más allá con un semi-vestido. Burberry, muy británico, aportaba un ‘kilt’. Kenzo, un ‘sarong’, homenaje a su origen. Paul Smith, una falda hasta el suelo estampada con la Union Jack. Fue un intento serio de popularizar esta prenda, un plantarse y decir: si el hombre ama la moda, debe amar la falda (y a fe que el hombre ama la moda).
“La estadística es como la minifalda, revela cifras llamativas pero olvida lo vital” John Cairns, escritor
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get a leg up!
El 2002 fue el año de la metrosexualidad; de Beckham, quien también llevó faldas en público. Era el momento de proclamar: si la igualdad entre sexos es un hecho, queremos conquistar vuestro más cómodo diseño. El año pasado, la Casa de Vacas madrileña acogía “Hombresenfalda”, con creaciones nacionales; el ya citado Montesinos, David Delfín, Custo Barcelona, Loewe, Ágatha Ruiz de la Prada... ¿Por qué, entonces, tras tantos esfuerzos, el hombre occidental no lleva falda? ¿Por qué sigue ligada a tradiciones territoriales e históricas, pero no pega ese salto de gigante al siglo XXI? Se nos ocurren varias razones. Una, discutible: el pudor. Las piernas femeninas versus las masculinas, es decir, lo bello contra lo velludo. Segunda razón: la heredada estética europea, primero, y norteamericana, después, donde la falda masculina no existe. Una más: la falda como vestimenta regional tradicional, o sea, en el túnel del tiempo; algo que ya no se lleva si no es como representación, igual que los jóvenes ya no visten boina o refajo. Y, sobre todo, la falda como espíritu outsider: nuestra era es la del pantalón, por supremacía masculina y por comodidad; desde que la mujer trabaja, el pantalón es símbolo de liberación. Desde marzo de este año, por ejemplo, El Corte Inglés ha permitido por primera vez en sus 70 años de historia que el uniforme incluya el pantalón para las mujeres. La medida fue acogida con entusiasmo. En el edificio del madrileño Paseo de la Castellana, de las 1.700 empleadas, sólo seis quisieron seguir llevando el antiguo atuendo. Conclusión: la falda puede ser la mayor declaración de libertad, siempre que no se convierta en tu cárcel femenina obligada. La opción de falda para los empleados, por cierto, no se contempla por el momento. *** Belén de la Ossa es diseñadora de moda, y vive en Galicia. “En las últimas temporadas, la moda se ha feminizado mucho, cosa que
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“Nuestra sociedad olvida cantidades enormes de talento sólo porque ese talento viste falda” Shirley Chisholm, primera mujer afroamericana en el Congreso de EEUU
a mí me encanta, porque la mujer femenina es la más bella. De todos los viajes que he hecho por trabajo, y han sido bastantes, me quedo con tres imágenes en mente sobre el ‘mundo falda’. Una: en Tokio, la importancia que tiene esta prenda (que siempre se lleva con medias, pues las piernas desnudas son ‘indecentes’); hay una mezcla muy llamativa entre el peso de la tradición y el pudor, que convive con el atrevimiento extremo en barrios como Shibuya, donde se ve la falda interpretada del modo más loco. Las japonesas usaban ya falda con ‘leggins’ hace muchísimo tiempo. Segunda imagen: la globalización en ciertas capitales europeas. Todo el primer mundo tiene acceso a las mismas referencias y las mismas revistas, de modo que cada vez elegimos de forma más similar. Tercera imagen: los países nórdicos, el lugar de donde ha nacido el mejor ‘street’. Las danesas o las suecas tienen una elegancia muy natural, poco estudiada, pero delicada; las ves a tan bajas temperaturas en falda y en bici, y te admiras.” “¿Por qué la falda no ha calado en el hombre? Primero, porque el hombre nunca ha arriesgado ni mezclado tanto como la mujer, que vistiendo es más atrevida y tiene
otra sensibilidad. En una época en la que el hombre ha tenido que aceptar a marchas forzadas muchísimos cambios de rol y de actitud, los pantalones son un ‘fuerte’ en el que refugiarse. Ponerse falda sería casi claudicar. Quizá en veinte años sea normalísimo. A corto plazo, no lo creo. La verdad es que el hombre está atractivo en pantalones; en faldas crea otra imagen, más vulnerable, que no sé si gustaría a las mujeres.” Txell Miras (www.txellmiras.eu), también diseñadora de moda, explica que “a mí, como creadora, me encanta hacerlas y vestirlas. Es la pieza que permite mayor creatividad, porque puede incluir mucho juego de volúmenes. También se pueden hacer fácilmente transformables con cintas y hebillas. ¿Faldas para hombre? El dandi del siglo XIX estableció el modelo de vestir del hombre occidental moderno, y el look masculino ha cambiado muy poco desde entonces. El hombre es conservador, cómodo y práctico en su manera de vestir”.
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*** Hay tantos tipos de faldas como lugares, costumbres y edades. La falda madrileña puede ser pija, elegante y clásica, o sexy y al límite, depende de en qué calle caiga uno en suerte. La falda bilbaína es sobria, rígida, seria; o eso es lo que parece: después tiene un sentido del humor socarrón que tumba. Sin perder nunca la elegancia, eso sí. Largas, muy útiles para taparse del sol sureño (Sicilia, Granada, Sevilla; la bata de cola es una falda flamenca a la que le ha crecido un cuerpo); cortísimas en las adolescentes de gran ciudad; sixties, las de las chicas ‘mod’ de peinado Peggy Moffit; r’n’r kitsch, como las de los B-52’s o Deborah Harry; negras, medianamente largas y con combinación, las de las ancianas frugales. El muy castrador sentido común de las mujeres nos dice a veces: “Mini, no”. Que tengo pelos. Que tengo celulitis. Que con qué zapatos. Que lo que voy a parecer, y a estas alturas. Nosotros decimos: “No, no y
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“Lo peor en una pasarela no es caerte tú, sino que caigan tus faldas hasta los tobillos. A mí me ha pasado alguna vez; gracias al cielo, llevaba media gruesas” Naomi Campbell, modelo
no”. Que sea la mini cuando tenga que ser, es decir, cuando te dé la gana. Vale: cuando después, paseando, topas con esas turbas de inglesas vociferantes que mascan chicle con faldas cortas, te dices: “No, gracias”. Al chocar en las tiendas caras con una caucásica minifaldósica de 1,80m, y con un hombreoro con gafas de sol en cabestrillo, concluyes: “Ni ‘jarta’ vino”. Pero hay otro tipo de mini, que no duele ni ofende al buen gusto; te va a costar encontrarla, eso sí. Tendrás que buscar mucho, y no será barata. Pero se convertirá en tu falda de la suerte, palabra. Post data; triste, pero sí: los hombres heterosexuales raramente apreciarán la diferencia entre la mini británico-rusa y la tuya. No olvides que lo que ellos miran son las piernas, no las faldas. *** Una falda vive varias vidas. Las niñas son las primeras en llevarla –y encantadas–, pero es una falda sin carga moral, con olor a pasta de dientes de fresa; no nos sirve. Luego ya sí: renace tímida a los 15, pero enseguida
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se embala hasta cotas espectaculares. Entre los 20 y los 25, cansada de haber visto mundo, deja paso a los vestidos y pantalones durante bastantes años, hasta que a los 30 años una mujer empieza a tener las cosas bastante claras, y hay pocas visiones tan obvias como que la falda es sexy, práctica, mundanamente chic (por algo en las dos capitales europeas de la moda, París y Milán, las faldas no son opción, sino legión). A partir de los 40 hay que elegir muy bien: hay demasiadas opciones, y una podría caer tanto en Zara como en faldas de Marni de 3.000€, así como en errores adolescentes o en estilismos de barrio tipo Modas Puri o La Tienda de Lolín, jolín.
Dicen los que saben de moda que ésta no es la década de las faldas, que éstos son años de ‘jeans pitillo versus pantalón ancho à la Dietrich’. Pero no hay más que salir a una calle transitada, respirar este aire bendito que aún no asfixia de calor, y observar –con educación, por favor– ese ejército sin ton ni son que, ar, son las piernas libres de ataduras. Y haberlas, haylas. Por lo tanto, digan lo que digan los popes: la falda sobrevive.
Hace ya un ratito histórico • Mafalda se hace muchas preguntas, de las de sin respuesta. •Las primeras faldas eran cuadrados de tela a los que se hacía un Quiere ser traductora en la ONU, para inventarse traducciones
agujero central. Por allí pasaba la cintura. A veces también podían ser triángulos; en El Quijote aparece un personaje, la condesa Trifaldi, con una falda de tres picos. • Carlos III obligó a las prostitutas a identificarse con faldas de color pardo. De ahí el dicho castellano: “Irse de picos pardos”. •En el siglo XIX, la moda exigía una falda con volumen. Para ello se usaban miriñaques, unos armazones similares a paraguas, que aportaban volumen. •Las ‘flappers’ eran las modernas de los felices años 20. Llevaban media melena y vestían faldas por la rodilla –todo un atrevimiento para la época–, fumaban, bebían licor, escuchaban jazz y dinamitaban el llamado “comportamiento decente”.
Ma...falda
pacíficas entre países que se lleven mal. •“No es una historieta más; es los 70. Mafalda es la reacción a los medios de comunicación de masas, de urticaria moral provocada por la Guerra Fría.” (Umberto Eco).
¿Cómo se llama? En holandés: rok En francés: jupe En italiano: gonna En catalán: faldilla o faldilles En portugués y gallego: saia En vasco: kota En español: falda
Odia la sopa, pero no las faldas (por eso lleva una) •El dibujante Joaquín Salvador Lavado crea en 1962 un personaje para una marca de lavadoras; es rechazado, pero dos años después lo rescata para Primera Plana. Es una niña argentina de una familia de clase media llamada Mafalda. Lleva siempre un pequeño vestido con falda, merceditas y lazo en el pelo. • Ama a The Beatles y los panqueques, y odia la sopa. Tiene un hermanito, Guille, y muchos amigos: Susanita, Libertad, Manolito, Felipe, Miguelito. Por tener, tiene incluso una tortuga: Burocracia.
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¡Salir piernas! por
get a leg up! “I needed one more course credit to get my degree and so I went to talk to the professor. As soon as I got into his office I blurted, ‘So, do I have to pay you to pass me or what?’ I don’t know what came over me. I felt like making a run for it before he got a chance to remember my face!” Pau, 27 años, Mallorca
“Mi amiga y yo dijimos un día: ‘Vamos a bañarnos a la piscina del vecino loco’. Saltamos la verja y, justo cuando estábamos disfrutando, él llegó en coche. Salimos disparadas. Yo conseguí saltar la verja a la primera, pero mi amiga, con los nervios del momento, no. Fue bastante gracioso: yo corriendo y dándole ánimos por fuera del chalé, y ella medio llorando por dentro.” Eva, 29 años, Sevilla
“Mis amigos y yo volvíamos de una noche loca cuando nos paró la Guardia Civil y nos pidió que saliéramos del coche. Nos cachearon; luego a mí me pidieron que fuera con ellos a un descampado. Me pidieron que me quitara la ropa. En serio... En ese momento me hubiera gustado salir a toda velocidad de allí, pero el miedo me lo impidió.” Joan, 23 años, Alicante
Por miedo, por culpa o por vergüenza, Todos hemos tenido que salir corriendo alguna vez Fear, guilt, shame: we’ve all had a reason to leg it at some stage Testimonios recogidos por Maite Fernández 60 LING
“A mi novio y a mí nos pilló el guardia de seguridad de una obra en una situación un poco incómoda. A pesar de la vergüenza del momento conseguí correr y vestirme al mismo tiempo.” Rosa, 39 años, Málaga
“When I was a kid my friends used to go and play in an abandoned house. We used to get up to all sorts. One day we heard a noise and ran from the house screaming our heads off. We thought the place was haunted!” Anna, 25 años, Barcelona “I always leg it and I normally get away with it. Many a race have I run with guards chasing me for stealing fruit from the allotments!” Gabriel, 48 años, Valencia
“My girlfriend has the strange habit of being able to open cars when she’s had a few drinks. That’s how I got to know her. She was breaking in to my car and I caught her running off.” Nuno, 33 años, Lisboa
“El verano pasado mis amigos y yo estuvimos en un pueblo. La primera noche salimos doblados del bar donde cenamos y terminamos reptando por las calles. Algún vecino se tuvo que asustar al vernos porque llamaron a la policía. En cuanto los vimos pusimos pies en polvorosa.” Miki, 33 años, Granada
“Estábamos cansados de esperar que nos trajeran la cuenta del restaurante. Dijimos: ‘Vamos a la barra a ver si allí nos hacen caso’. Pero tampoco hubo suerte. ‘Vamos a hacer que nos marchamos’. Cuando nos dimos cuenta, estábamos fuera del restaurante; y en la misma puerta le dije a mi novio: ‘¡Corre!’” Ángeles, 38 años, Madrid
“I never make a run for it. Ever. Because you always look guilty and you end up knackered anyway! The way to do it is to pretend nothing happened and hold your head high.” Jean Pierre, 29, París
“Hará dos años estaba con unas compañeras de clase, preparándome en la biblioteca para los exámenes finales, cuando de repente la barriga me hizo un ruido espantoso. Lo escuchó todo el mundo. Nadie sabía quién había sido. Aclaré las dudas cuando levanté la mano y dije en voz bien alta: ‘He sido yo’. Mis amigas no paraban de reír, así que recogí mis apuntes y me fui. No volví a la biblioteca en tres meses por miedo a que la gente me reconociera.” Teresa, 21 años, Palma de Mallorca
“De pequeño quise juntar mis dos comidas favoritas: la tortilla y el chocolate. Recuerdo como si fuera ayer la cara que puso mi madre cuando entró en la cocina y vio el follón que había organizado. Salí corriendo con la sartén en la mano.” Paco, 28 años, Barcelona
“Hace poco mi novia y yo nos colamos en un cine. Cuando terminó la película salimos de allí por piernas por miedo a que nos pillaran. Sí, por piernas, pero por la puerta grande.” Javier, 19 años, Bilbao
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keep it Smooth confessions of a Parisian beautician An interview by Adam Biles Photography by José Loo
Daisy knows more about beauty than a sackful of women’s magazines. She’s been queen of her own depilation salon in Paris for almost 50 years, and her unmatched experience has taught her some valuable truths about women – and about men. 62 LING
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GET A LEG UP!
“My name’s Daisy – not very French, I know! My mother chose it, it’s an English name. I was born in Tunisia in 1942, in a town called Nabeul on the Gulf of Hamamet. I moved to France about fifty years ago, when I was still a child. I came with my family and I did all of my studies here.” How did you become a beauty therapist? Even when I was very, very young I was absolutely sure that I wanted to be either a hair stylist or a beauty therapist. Later on, I tried both professions and discovered that I preferred beauty because it’s more… well, it’s more me. It’s more hands-on than hairdressing, you feel things more. I started this salon when in 1961, when I was only eighteen. Since then it has been my life. It’s my passion. When you started was it necessary to be qualified? Of course! Then as now, it was absolutely obligatory if you planned to open a salon or work in the beauty industry. Remember, the client puts herself in your hands, so you have to do things correctly. It’s important to know your profession perfectly. And your daughter Celine, who runs the salon with you, when did she start? She started here with me twenty years ago. I initiated her a little when she was young, of course. A beauty salon is a paradise for children – for girls at least. She would come here during the school holidays and watch me at work and then, after she finished her studies (she finished them brilliantly!), little by little she came to realise that she would enjoy learning to do what I do. So she said: “I’ll take a sabbatical year, work with you, and if I like it I’ll study beauty therapy.”
French women are very refined and prefectionists when it comes to their appearance
Do you have other children? Me? Yes, of course I do. I have two boys. They didn’t fancy working in the salon? (Laughs) No, no! They work in the telecoms industry. What kind of people come through the door of your salon? Very many different kinds. I have a lot of clients who I have treated for a long time. I treat a lot of artists and a lot of actors too, people who work at the Comédie-Française [one of the most prestigious theatres in France, round the corner from the salon.] How would you describe French women? They are very beautiful, very coquettish and very classy. Not all the women of course, but the majority, including the ones who come into my salon, naturally. French women tend to be very refined and perfectionists when it comes to their appearance. Do you feel close to your clients? Do they confide in you? Yes I do. It’s unavoidable really. I can’t tell you what they tell me, however. It’s an important part of my job to be able to keep secrets. Maybe one day, after I retire, I’ll write a book about my time in the industry. I always make sure I listen to people but I don’t go too far. I never give advice because I’m a beauty therapist, not a psychologist. Anyway, givers of advice don’t pay the price, as we say. Do you have many male clients? No, but that’s only because I don’t take male clients. If your salon is mixed, it can bother some women. That said, there is always the demand. It’s a huge market now. I’m asked about it every day. Really every day! I will give advice to the husbands of my clients, if they ask. I look at their skin and I write “prescriptions”. Often the women really want me to do something, but I tell them that I’m afraid they’ll just have to be the beautician for their husbands. Although, to help a little, I sometimes show them a few techniques. What do the men that come in ask for? Most of the time they want facial care, back massage, and waxing. There are a lot of men who have waxing these days. Was that the same thirty years ago? Oh la la! Back then, that simply didn’t exist. Thirty years ago, men didn’t even use eau de toilette, they used Cologne! Now there is a real market, you have eau de toilette; you have skincare for men, even make up. When a Parisian man looks at a Parisian woman, what do you think is the first part of her body he looks at? I think men look at the legs first and then the face.
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Do you have many competitors around here? There used to be eight institutes, now there are only two of us left. The competition is friendly though; there are no problems at all. When things are going well, which they are at the moment, there’s no need to compete. Fighting solves nothing. At what age, in general, do girls begin to wax? When their mothers first send them to me, they are normally between fifteen and seventeen. It’s like an initiation in a way and naturally I feel a little responsible for it, so I try to make the girl feel as comfortable as possible. One time, a young girl came to me to have her legs waxed, it was her first time, and I asked her what she wanted to do in the future. She said she wanted to be a singer. I said ‘How marvellous!’ and asked her what kind of music she liked. She told me that she liked jazz, so I asked her to sing a song for me, which she did. After she had finished singing I told her it was great and then I showed her that the waxing was finished. She was very surprised and just looked at me and asked, ‘Was that it?’ What are the golden rules for a good leg waxing? First of all, the hairs need to be long because you have to get rid of the root. In this way, little by little the hair will disappear for ever. There is also a direction for applying the wax and removing the hair, and afterwards you need to give a little massage. Sometimes clients have tiny spots that appear on the area you’ve just waxed, so we give them specific advice and also products to slow down the growth. You should always use an exfoliation cream and then moisturise too.
Thirty years ago, men didn’t even use eau de toilette. Today, a lot them have waxing done
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Do you mainly use wax to remove hair? We only use wax. We use chocolate wax, green apple wax or traditional wax. It depends on the skin type. Waxing is much better than shaving because it really stops the hair growing back. Take me, for example, I’ve been waxing since 1961 and now I have hardly any hair left on my legs at all. What do think about hair removal using lasers? I don’t do it here. We don’t have enough evidence that it really works. In general I’m against all the new methods that come along. I tend to be very traditional about everything: hair removal, skin care, body care, etcetera. I believe that everything must be done by hand. I have known a lot of women who have tried the new techniques and then come back to us in the end for more treatment. Do you think that French women remove their hair more often than other European women? Yes, because I think French women have a very developed conception of what femininity is. They are known for being very refined. Which is perfect for me!
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GET A LEG UP!
Do you think it’s important for a woman’s self image to have hairless legs? Well, there are a lot of women who don’t. They think it’s more natural and adds a bit of character. It’s not a problem at all if they’re happy like that. But do you consider hairy legs unattractive? For me? Oh yes! I find smooth legs beautiful – but then that’s my profession, isn’t it? Is it true that when women are single they wax less? No, no! Au contraire! In fact, they do it more regularly, and not especially to impress men as you might expect. They do it more for themselves. It makes them feel better because it’s a lot nicer when your legs are waxed. Making yourself beautiful is above all doing something for yourself, not for someone else. How do you think the perception of beauty has changed in the last thirty years? In the past, most women thought that it was only actresses or celebrities who could go to salons for beauty treatment. They didn’t dare go into the big institutes because they thought they were really expensive. Now you have lots of small salons that aren’t very expensive at all. In general women are a lot more beautiful today than thirty years ago. They take more care of themselves, fortunately. Back then, not everyone could afford treatments – they used razors to shave their legs and only used skincare products from time to time at home. Now it’s marvellous, everyone can come into a beauty salon, from the simplest secretaries right up to the biggest stars!
from the skin if someone smokes or drinks too much, for example, but I don’t make comments about it because that’s not why people come to me. Who, in your opinion, has the most beautiful legs in the world? Oh, there are lots and lots of beautiful legs in the world! It’s not only the stars who have beautiful legs, very many women do. You know, these days women go swimming and jogging a lot more than they used to, to try and improve their bodies, but also their health. This kind of training helps them to have much nicer legs. Any last words for Ling readers? Perhaps just to say that our treatments make women look more beautiful, of course. That’s just a part of it, however. The most important thing we do here is to make the women feel beautiful too.
Single women wax more regularly, but not to impress men as you might expect. They do it to make themselves feel better
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Is it possible to learn about someone’s lifestyle by examining their legs? It is possible, but that’s not my role. I’m not a doctor so I shouldn’t look for those kinds of details. Obviously you can see
I n s t it ut M ad a m e , 15 r ue de R ichel ieu, 75001 Pa r is. Tel. + 33 0 142962458 www.institut-daisyetceline.com The Institut Madame, on the rue de Richelieu, is metres away from the Comédie-Française and the Palais-Royal, and only a short walk from the spectacular Opéra Garnier. Cross the Place du Palais-Royal and you’re in the rue Saint Honoré, where fashion comes priced in four digits and the pavements sing with the sound of jangling jewelery and clicking stiletto heels.
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Rituales de belleza Beauty rituals Modos, maneras y modas: www.todosobredepilacion.com Ways, means and fashions: www.hairfacts.com Sólo ellos: www.depilacionhombre.com Just for men: www.askmen.com Perfumistas tradicionales Traditional parfumiers: www.artisanparfumeur.com Peluquero de alto vuelo High-class hairdresser: Mario Lopes, 88 bis Avenue Mozart, Paris XVIème Manicura a la tailandesa Thai manicures: Sai Tei, General Oraa 19, Madrid Cuidados de la piel Skincare: The Bvlgari Hotel, Via Privata Fratelli Gabba, 7/b Milano
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Pasos Peregrinos
Un domingo en la plaza de San Pedro, en el Vaticano FotografĂas y texto de Joan Villaplana
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Hay gente que viaja movida
por ese motor incansable que es la curiosidad, el deseo de saber más. Gente que viaja para descubrir nuevos lugares, conocer a otras personas y hacer amigos. Expandir sus horizontes. Pero también hay gente que viaja porque cree profundamente en algo. Gente que viaja movida por la fe. En busca de un encuentro con Dios. Cada año, millones de personas se trasladan a ciudades que en cierta forma simbolizan ese contacto divino. Roma, y específicamente la ciudad de Vaticano, es una de ellas; la más importante sin duda para la religión católica. Estas fotos fueron tomadas a las puertas del Vaticano un domingo después del Ángelus, aquella oración que,
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según la tradición, recuerda el momento en que un ángel le avisa a María de que está por concebir a Cristo. El Papa Benedicto XVI hablaba ante los miles de peregrinos que atendían su sermón desde la plaza de San Pedro. Algunos estaban sentados en el suelo, pero la mayoría permanecía de pie. Hacía calor y lucía un sol que cegaba, pero nadie se movía de allí, ni siquiera las familias con bebés en brazos. En todo caso, se ponían gorras y compartían paraguas para no quemarse demasiado. Recuerdo que aquel día había muchas personas de origen polaco en la plaza. Quizá porque aún tienen muy presente a su compatriota, el Papa anterior, Juan Pablo II.
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piernas No necesariamente
una pata no es una pierna, AUNQUE SIRVA PARA LO MISMO
Caballete de moto enviado desde Bilbao por Nagore Crespo, administrativa, 31 años · Zancos de animadores de calle enviados desde París por Marie Pignol, profesora, 47 años · Pata de cartel de menú enviada desde Madrid por Lucía Mena, estudiante, 20 años · Exposición de figura de cabeza (o sea, patas arriba) enviada desde París por Adam Clause, músico, 27 años · Patas de Motxo, enviadas desde Santiago por Lourdes Bandeira, veterinaria, 34 años · Pies de escultura en Bruselas enviados por Frederick Gault, pintor, 58 años · Patas del granero de la familia Seoane, enviadas desde Santiago por Sergio Cobos, periodista, 30 años · Pata de mesa enviada desde Roma por Serena Gulletta, guionista, 28 años · Pata de la escultura El Oso y el Madroño enviada desde Madrid por Alicia García, estudiante, 17 años · Patas de farola de ángulo recto, enviadas desde Santiago por Ana Torrejón, estudiante, 24 años · Puerta de la Música enviada desde Santiago por Carlos Hurtado, entrenador de baloncesto, 40 años · Pata de banquillo para tomarse fotos en el metro, enviada desde Barcelona por Marta Marcos, abogada, 28 años
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el Coleccionista Un cuento de Ronaldo Menéndez Ilustración de Adrià Fruitós
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ra rubia y no había manera de que se fijara en él. Una cámara colgada del techo de la estancia hubiera registrado la línea gruesa de la barra en ele, con esa mancha nerviosa que era el hombre recostado en el ángulo, las mesas que desde arriba parecían alfombras de madera seca y, en la más cercana, la mujer rubia. Si esa misma cámara hubiera tenido la posibilidad de acercarse y cambiar de ángulos, hubiera registrado, desde el punto de vista del hombre, una especie de lazo, un seguimiento que pretendía captar, intermitentemente, la mirada de ella. Pero la mirada de ella se tragaba la luz y no devolvía la forma de las cosas. La mujer rubia entonces pasaba su vista y él no conseguía enlazarla. Hubiera dado cualquier cosa por que aquellos ojos oblicuos se fijaran en él, hubiera sido una mirada que luego la memoria se encargaría de petrificar. Dos horas eran demasiado tiempo de vigilancia. A esas alturas de aquella espera que parecía una goteante acumulación de sensaciones, el acto consumado iba a merecer de un trabajo más minucioso, de un despliegue de sus artes más refinadas. Por un momento, un calambre frío llegó a atravesarlo, porque pensó que por fin ella lo notaba allí, mirándola con la cabeza entre las manos. Pero duró sólo ese instante en que las cosas no llegan a admitir una interpretación. No había nada seguro y eso siempre era lo principal, por eso había aprendido que la primera regla de su búsqueda era la de acechar matemáticamente a su presa. No importaba cuánto tiempo se invirtiera, no importaba cuánto derroche de sudor en las axilas ni cuánta imagen recurrente se agolparan entre las sienes con una latencia casi dolorosa, que era la cara complementaria del placer, como esos bordes salados que coronaban las copas de las margaritas que un barman le iba sirviendo en el momento justo. Cada vez que levantaba el vaso la miraba fijamente, pero ella seguía en cualquier otra parte. El barman le había dicho: Chavalón, tú sí que eres paciente; con todas estas mujeres sueltas a estas horas en Madrid ya deberías haber ligado. No podía explicarlo, porque él sólo quería atrapar unos ojos y luego estrujarlos en su mirada, y entonces quizá vivir con ellos. El hombre-acodado-en-la-barra que estaba allí, en ese preciso momento en que el barman le hablaba desde su aliento nasal, no estaba allí. En aquel momento, si su cabeza hubiera sido una pantalla abierta al público, el barman de aliento nasal y manos peludas hubiera podido ver un anticipo de lo que su imaginación podía estar tramando. Imaginaba una noche mejor que esa noche, con una chica mejor que aquella rubia, o al menos dispuesta a cruzar miradas. Después de seguir a la chica por sucias callejas y esquinas demográficas en el barrio de Malasaña, había decidido adelantarla bajo la luz de un farol morado. Estarían, quizá, entrando en Chueca. Y quizá en aquella plaza con la boca de metro y con todo el mundo tratando de tragarse a todo el mundo, él se le plantaría delante. Quizá ella se habría que-
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dado ahí, estacada, sin saber qué hacer. Entonces él muy bien sabría cuál sería el siguiente paso. Pero de pronto, quizá, los ojos de ella se le vendrían encima mirándolo como nadie lo había hecho, y entonces se le habría disparado por toda la epidermis aquella nerviosa red de alarma, como si sus neuronas, bajo el peso de aquellos ojos, se hubieran transformado en un cardumen de nervios. Aquí no podía seguir imaginando: un paso más y aparecería el vértigo de encontrarse con la única mirada del mundo que lo miraría de Aquel Modo. Y ya sabía muy bien que los cardúmenes huyen en momentos de vértigo. Él siempre había huido de los ojos ajenos. Pero seguía buscándolos. De pronto tuvo la certeza de que había llegado el momento, pues la mujer rubia movió las piernas bajo su mesa como si quisiera levantarse y fue dando un giro hasta que su cuerpo pareció llenar todo el espacio. De pie, se dejó ir como distraída, orientándose con las manos sobre los respaldares de las sillas. Mientras la observaba con esa fijeza que suele atraer la luz de otros ojos, la vio hundirse hacia el sofá del fondo. Allí, sentada, siguió con su vaso que parecía de cerveza, metida en aquel sofá que a él se le antojó remoto, impropio en su aspecto gubernamental. No le cabía la menor duda: ella seguía ignorándolo como si ése fuera el único propósito de su noche. Decidió pasar de las margaritas a las cañas justo en el momento en que la mujer rubia dejaba su trago a medias frente a una mesa que estaba frente a una enorme foto de algún torero muerto. Un cosquilleo le llenó todo el abdomen, pero de tal modo que el abdomen se conectaba, como si su cuerpo se aplastara, con la médula espinal. Sorbió su caña lo mejor que pudo y se puso de pie enarbolando el quinto cigarrillo bogartiano de la noche. Mientras seguía los pasos de la mujer-rubia-que-ya-no-estaba-acodada-en-su-mesa, un par
El barman le había dicho: Chavalón, tú sí que eres paciente; con tantas mujeres a estas horas en Madrid ya deberías haber ligado. No podía explicarlo, porque él sólo quería atrapar unos ojos
de chicas de pelo adormilado y ojos demasiado grandes y ropa color de rosa contemplaron sus pasos, admirando (al tiempo que eran observadas por el barman) aquel talle esbelto, aquel porte de turista, de guiri a tiro fácil. La mujer-rubia-que-ya-no-estaba-acodada-en-su-mesa se convirtió de pronto en la mujer-rubia-que-entraba-al-baño-de-mujeres. Trastabillando, quizá algo tocada por el trago. Siempre le había molestado aquella manía que tenían todas las mujeres rubias, que eran una sola, de entrar al baño en el momento menos pensado. Se detuvo en este punto. ¿Por qué le molestaba? Se dijo: siempre uno aprende algo nuevo sobre uno mismo. Luego se dijo: lo que acabo de pensar es un lugar común. ¿Cuál de las dos cosas? ¿Lo de aprender sobre uno mismo o lo que se refiere a este aprendizaje; o sea, el acabar de darme cuenta de que me gustaría enfrentar sus ojos en un baño de mujeres? Nunca había estado tan excitado como aquella noche; recordó su caña, recordó al barman de aliento insoportable y manos simiescas, y decidió regresar a la barra. Ninguna mujer, por muy rubia y muy piernas y muy ojos ausentes que fuera, se perdía infinitamente en un baño de mujeres. Menos aún en aquel sepultado bar del centro de Madrid que ostentaba una sola salida, un túnel que era como un tobogán de la fatalidad con barra de por medio. Llevaba años buscando algo en los ojos de alguien, pero llegado el momento aparecía el vértigo. Su búsqueda no se reducía al momento del impacto con su arco iris de incertidumbres. Era innegable –hubiera sido incurrir en una perspectiva demasiado platónica– no aceptar que aquellos instantes de acercarse a una mujer y enfrentarla eran el puntillazo de oro de sus fantasías. No obstante, desde hacía un tiempo había ido afianzando una suerte de tendencia al rebuscamiento, perfeccionando los vericuetos del preludio, los tejemanejes desde el preciso momento en que la mujer se sabía perseguida. En realidad, siempre había buscado aquel preciosismo, pero sólo había tomado conciencia en el momento en que aquella chica de hacía un mes (nunca olvidaría sus ojos enormes) fue alejándose hasta un paredón detrás de un parque, y detrás de la última manzana, en un barrio casi diluido en su irrealidad soñolienta, en el fondo de Lavapiés. Esa vez pudo demorarse todo lo que quiso, encerrarla entre las cuatro paredes de miedo que eran el viento cuajado de la noche, un viento imposibilitado de transmitir más allá de su ámbito plomizo cualquier grito. La chica puso cara de terror cuando lo vio tan cerca, o creyó él haber leído el terror en sus ojos verdes. Pero enseguida todo dio un vuelco; ella lo estaba mirando con rabia, y él, en lugar de dejar que el cardumen de sus nervios emprendiera la fuga de siempre, incurrió en sostener su mirada y acercarle el rostro. Entonces ella le dijo, sin bajar la vista: Es una suerte que quien sale a buscar la muerte se encuentre con alguien como tú, que sale a regalar la muerte; haz lo que quieras, no voy a correr más. Entonces él salió corriendo. Esta noche, frente al cuadro de un torero muerto, no está dispuesto a correr nunca más ni a rehusarse a aceptar un reto.
Mientras él seguía los pasos de la mujer-rubiaque-ya-no-estabaacodada-en-su-mesa, un par de chicas contemplaron sus pasos, su talle esbelto, su porte de turista, de guiri a tiro fácil
De pronto se dio cuenta de que el barman le decía: Te sirvo otra, chavalote, y sin esperar respuesta, porque quizá no era una pregunta, le dejaba caer el chorro dorado dentro del vaso limpio. Los barmen siempre lo devolvían a la realidad del acecho. La chica regresó del baño para transformarse en la mujer-acodada-en-un-extremo-dela-barra, y él no supo lo que ella había pedido hasta que el mismo barman que enlazaba los universos de todos en el local le puso delante un vaso largo de Mojito. Ella estaba ahora más cerca, ¿lo estaba buscando? Le sorprendió que en medio de aquella penumbra con color de cerveza pudiera distinguir las pestañas de ella (¿o acaso las había soñado reconociéndolas?), de perfil, colgando sobre el vaso sudado de frío, siempre distraídas. Casi podía escuchar el ruido del líquido bajando a través de la garganta, como un émbolo acuoso; verificó que aquello lo excitaba hasta lo insoportable, hasta tener que cambiar la vista y fijarse en las manos del barman que siempre ordenaban algo en algún sitio. Cuando la mujer se levantó y enfiló sus pasos vacilantes hacia la profundidad de la puerta; cuando atravesó con sus piernas muy largas, en menos tiempo del que se hubiera previsto, la zona de penumbra con color de cerveza para internarse en una penumbra casi inalcanzable; cuando él pidió la cuenta dos veces y las manos del barman se enredaban demorándose, una angustia cuajada le indicó que todo estaba perdido. Salió a la calle demasiado tarde, el aire de la madrugada de Madrid fue un golpe frío; sin embargo, aún pudo ver, bajo la forma de un velo fugado, el perfil de la mujer doblando una esquina con pasos de equilibrista. Mientras la seguía estaba seguro de que ella quería, quería tanto como él, pues los pasos con que marcaba el recorrido eran demasiado lentos. Todo su cuerpo se
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Salió a la calle demasiado tarde, el aire de la madrugada de Madrid fue un golpe frío; sin embargo, aún pudo ver el perfil de la mujer doblando una esquina con pasos de equilibrista
iba transformando en una especie de hoguera para ahuyentar los malos pensamientos. Con las alimañas a rienda suelta de sus pensamientos empezó a seguirla por calles superpobladas. A veces parecía que ella iba a pararse en seco y darse la vuelta de golpe para enfocarlo. Eso era lo que más temía, que dentro de la inconmensurable distancia (aún no osaba acercarse demasiado), ella rompiera el embrujo y se tragara todo ese preámbulo de misterio devolviéndolo en forma de ira o de susto. Debían estar a más de cincuenta metros, por eso constantemente creía perderla. Pero la cabeza, como una boya amarilla, salía a flote entre el mar que azotaba la noche. Frente al Tupperware Lounge, la chica se enredó contra alguien que avanzaba por la calle y faltó poco para que aquel percance la hiciera darse la vuelta y descubrirlo. Pero luego torció por una calle lateral donde la gente llegaba en forma de resaca, de espuma atrasada que no podía llenar todo el espacio. El hombre sabía muy bien que en aquellos ámbitos lo que pierde al perseguidor es la impaciencia, por eso dio fuego a un cigarrillo con la convicción de que siempre podría cubrir de humo los detalles de su rostro. La mujer se fue hundiendo cada vez en una calle más difusa que otra. Como si buscara la oscuridad. En un momento, él pensó que ella tramaba algo. ¿Y si se dirige a su casa? Era lo más probable. ¿Y si en su casa no está sola y ésa es precisamente la trampa? El tercer cigarrillo comenzó a dejarle un regusto a engaño que empezó a agitar el cardumen de sus nervios. Una especie de rabia, jamás presentida, lo iba llenando mientras la mujer alcanzaba las calles más oscuras y desiertas del mundo. Fue el cuarto cigarrillo lo que le dio el coraje para empezar a tragarse el espacio, haciendo que la inconmensurable distancia se recortara en forma de amenaza. Con zancadas cada vez más largas iba distinguiendo en la casi total penumbra que cada paso de ella era como un trámite, una inauguración borracha de la voluntad de avanzar a pesar de todo. Cuando le quedaban unos veinte metros se percató
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de que la mujer comenzaba a considerarse víctima. Empezaba la carrera. El cardumen volvía a agitarse, pero esta vez en un solo cuerpo, apretado en una mancha de deseo capaz de convertir en combustible cada pensamiento. Se supo notado ya muy cerca y quiso distanciar sus pasos. Pero ella había aflojado el paso casi hasta detenerse bajo el único farol de la calle, había estirado sus brazos, se había rascado el nacimiento del pelo en la nuca. Él volvió a pensar que podía distinguir sus pestañas; fue lo último que pensó cuando apuró varias zancadas porque ya era el momento. Ella se volteó con el miedo en el cuerpo, las manos hacia adelante y la vista en el suelo. Él estiró su mano y rozó el pelo de la mujer rubia que aún no lo miraba. Atrapó fuerte la mano que ella extendía como un pez agonizante (la primera impresión siempre era fundamental) para hacerle saber que él tenía el control de la misma manera que la luna domina los caprichos de las mareas, o que un par de rieles paralelos dominan la carrera de un tren. Fue entonces cuando notó que algo no iba bien, que el orden de las cosas estaba a punto de trastocarse. Le dijo (con una voz que no se parecía a la suya porque nunca le había hablado a nadie cuando la había acorralado): Mírame, quiero que me mires. Ella siguió allí, dejando un temblor de silencio, hasta que levantó la cara casi con prudencia: Puedo mirarte todo lo que quieras, pero por favor no me hagas daño, que no puedo verte, mis ojos no pueden verte. Antes de que ella terminara, él ya lo había comprendido. Aquellos ojos se tragaban la luz, pero no devolvían la forma de las cosas. ¿Eres totalmente ciega? Lo preguntó casi por gusto, con gusto. La mujer produjo una inconmensurable cantidad de silencio y, por primera vez en muchos años, él se sintió en calma. Te invito a una copa, le dijo. En la distancia, una cámara atenta hubiera podido registrar no sólo los dos cuerpos quietos, sino también sus sombras superpuestas bajo la luz, que se parecían a la figura de un niño que temblaba entre ambos.
Frente al Tupperware Lounge, la chica se enredó contra alguien y faltó poco para que aquel percance la hiciera darse la vuelta y descubrirlo. En esos ámbitos, lo que pierde al perseguidor es la impaciencia
Ronaldo Menéndez (La Habana, 1970) es autor de Alguien se va lamiendo todo, El derecho al pataleo de los ahorcados (Premio Casa de las Américas), La piel de Inesa (Premio Lengua de Trapo), De modo que esto es la muerte y Las bestias, su más reciente novela. Vive en Madrid, donde imparte cursos de técnicas narrativas. LING 81
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vistas un martes de abril entre las 17.40 y las 18.12 en la plaza Toural de Santiago de Compostela
Textos de Sergio Cobos Ilustraciones de Katja Enseling
Un rockero de unos veinte años sale de la tienda de música de la esquina. Apenas ha dado dos pasos, pero no se resiste a sacar del estuche su armónica recién comprada. Sopla con fuerza para probar su acústica y da un susto de muerte al hombre que vende avellanas en la plaza.
Dos adolescentes juegan a ser mayores con sus minúsculos bolsos de fiesta y kilométricos tacones. Hablan sobre las cualidades de los chicos a los que esperan, de un curso superior.
Un hombre muy parecido a José Saramago trata de vender sus libros a la gente que pasa. Cuando alguien le dice que no, se detiene durante unos segundos y marcha hacia otro grupo de personas con teatral aire de espontaneidad.
La faena ya ha terminado para un obrero de construcción que marcha calle abajo con su andar chulesco. Un día duro, a juzgar por las manchas de su mono azul, aunque aún le quedan fuerzas para cantar a media voz una copla del maestro Camarón de la Isla.
Un matrimonio cuarentón va caminando en fila india junto con su hijo (y su molinillo de viento). La mujer encabeza la marcha, hablando por teléfono casi a voces. El tumulto observa con simpatía a “la mujer que grita al móvil”; el marido mira al frente como si nada, y el niño, ahí, con su molinillo.
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Un barrendero, escoba en mano, atraviesa la plaza de punta a punta y una bolsa de plástico se le resiste por una repentina bocanada de viento. La bolsa brinca de un lado a lado y el hombre no cesa en la persecución: “Ya es cuestión de orgullo, tú no te escapas.”
EXP ERIEN CIAS Vas por la calle y descubres un lugar fascinante. ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza? Compartir tu descubrimiento con la gente a la que quieres. Invitar a tu pareja. Llamar a tu mejor amigo para contárselo. Convencer a tus compañeros de trabajo de que dejen de hacer lo que estén haciendo y que vayan a encontrarse contigo inmediatamente. Eso es compartir una experiencia inolvidable. Esto es Ling. You walk down the street and suddenly discover a fascinating place. What do you do? You share your discovery with the people you love. You invite your other half. You call your best friends to tell them about it. You convince your colleagues to stop whatever they are doing and come to meet you immediately. You share an unforgettable experience. This is what Ling is all about. LING 83
ALICANTE ¿Tomas algo?
¿Te gusta la música, la fotografía, el humor, el teatro...? Si la respuesta es afirmativa, pasa, pasa, que hay premio. La decoración de este lugar es inquieta, llena de fotos y cuadros. Agustín y su melena rizada te regalan una sonrisa y una copa. Un neón azul forma las palabras Clan Cabaret en el escenario. La canción que te gusta se calla y se hace el silencio; el foco habla. Hoy el protagonista es el grupo Desakordes. El público baila o canta; y al terminar, compra su DVD (o no), dan dos besos al artista... Las endorfinas están al límite, y eso que sólo entraste para tomar algo. Capitán Segarra, 16 · Abierto jueves, viernes, sábados y vísperas de festivos desde las 19h
ÁMSTERDAM Velada moderna
Cuidado: lleva un mapa. O ve acompañado de alguien que conozca el lugar. El Hotel de Goudfazant está situado en una no muy agradable (aunque inofensiva) zona industrial. Y alucina, ¡en su interior hay un candelabro enorme hecho con botellas de leche! Ya debes haber adivinado que no se trata del típico restaurante familiar. Pero eso no es todo: ofrece una de las mejores vistas del horizonte de la ciudad y tres deliciosos platos por sólo 26,50€. El tour por la zona de fábricas desiertas bien merece la pena. Aambeeldstraat 10H · Tel. +31 (0)206365170 · Cerrado los lunes · www.hoteldegoudfazant.nl
ATENAS
UN DOMINGO CON OLOR A TRASTO VIEJO Lo llaman el mercado de las pulgas porque los domingos, el mercado de Monastiraki se llena de gente que vende hasta el trasto más inútil, desde antigüedades a cualquier tipo de objeto que tú podrías tirar a la basura sin ningún tipo de contemplación. Es el lugar donde los atenienses compran y venden de todo. Puedes vagar sin rumbo y respirar el olor a trasto vie-
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experiencias jo que desprende el mercado, pero también puedes descansar tomando algo en cualquiera de los cafés de la zona. Es recomendable ir antes de las 11 de la mañana, a partir de esa hora una multitud de personas abarrota el lugar a la búsqueda, quizá, de ese objeto perdido hace años. Avissynias Square
BARCELONA
Cien artistas y un piano
En pleno corazón del barrio de Gracia, en la noctámbula plaza del Sol, se abre la puerta del Bar Joali. Es un local pequeño, alargado, casi un pasillo corto con la barra de cara a la entrada. El Joali es más conocido como ‘El bar del piano’. Al lado de la puerta, a mano izquierda, un piano viejo hechiza las noches del local, y su banco no está ocupado siempre por la misma persona. Si sabes tocar y, tras una cerveza, te apetece hacerlo, es probable que esté a tu disposición. En el Joali se dan conciertos improvisados de anónimos pianistas que durante el día quizá sean enfermeros (o lo que sea). El camarero del local también se anima cuando el bar está tranquilo. Un verdadero espacio para genios escondidos. Plaza del Sol, 7-8 · Tel. +34 932188388
BRUSELAS
Vino-parolearte-gusto
Fellini, Dante, Chianti, prosciutto... Enamorado/a de Italia, regocíjate. Un espacio cosmopolita dedicado a colmar tus placeres epicúreos ha abierto sus puertas en Bruselas. En la onda de las revolucionarias ‘concept-store’, compra sin prisa mientras hojeas un libro, admira una exposición fotográfica o recupera fuerzas con una buena copa de vino. PIOLA.libri es un lugar de evasión literaria y gastronómica. Joven e independiente, esta librería-enoteca-galería es una sabia mezcla de universos complementarios, un lugar de equilibrio entre los placeres del cuerpo y los del espíritu. Jacopo Panizza y Nicola Taricco nos proponen una oferta especializada en literatura italiana, así como un amplio abanico de vinos y productos gastronómicos tradicionales. Rue Franklin, 66-68 · www.piolalibri.be
El sueño de Oriente
JEREZ
Las alcachofas del Rey
Atardecer con clase
Surfin’ in Getxo Bilbao es mucho Bilbao. Pero, ¿y si a uno le apetece ver mar sin irse muy lejos? Pues nada, a quince minutos de coche cae Getxo, y en Getxo está Punta Galea, un rincón de buen comer, gran charlar y mejor surfear. Zubeloa Andres (se llama Zubeloa, se apellida Andres) ha rodado un excelente documental sobre la importancia del surf en esa zona, así que el plan puede ser ir a ver su trabajo al SurfilmFestibal de Donosti (del 7 al 10 de junio) y después coger el coche para decirle hola a la ola que acabas de ver en la gran pantalla. La vista desde el acantilado de 60 metros es espectacular. Al atardecer, adiós con la manita, nos volvemos. Cine, mar, olas, coche y a pintxear a Bilbao para rematar el día. Punta Galea, a 20km de Bilbao · www.surfilmfestibal.com
MADRID
IBIZA
BILBAO
GRANADA
Vino, silencio y fresas
El Ajoblanco es un local vencido a los pies de Nico. Él es el propietario y el que sirve el vino, el que abre las botellas de cava con una espada (sí, no es una exageración: sólo tenéis que pedírselo y os descabezará la botella con un certero golpe de sable) y el que prepara tapas singulares, como la crema de roquefort con fresa y chocolate. Su carta de vinos, con más de 200 variedades de jóvenes y crianzas, ha sido recomendada
versión. Es más, por pasión. No tenemos ninguna duda. Son Simão y su librería, solos, quizá porque nadie más podría caber dentro. Aun siendo tan minúsculo, el lugar tiene espacio para libros en cinco lenguas (castellano, inglés, alemán, francés y portugués), todas seleccionadas a partir del criterio infalible de Simão: el amor. Entre ellos, se mezclan volúmenes de poesía, ficción, filosofía, historia y... Sólo Simão sabe qué más. Escadinhas de São Cristóvão (Alfama)
por el New York Times, y aunque el Ajoblanco tiene un aforo máximo de 18 personas, no hay que asustarse: es uno de esos misteriosos lugares bendecidos por el anonimato, y Nico siempre está detrás de la barra dispuesto a desentrañar para el cliente los secretos de la enología. Calle Palacios, 17 · De lunes a sábado, de 13 a 16h y de 20 a 2h
La puesta de sol desde este rincón de la isla es de lo mejorcito. Entre el mediterráneo y las Salinas, está este trozo de tierra saliente que acaba en una playa de cantos rodados (còdols en ibicenco): la playa d’Es Codolar. Las vistas son impresionantes: con el islote del Vedrà al fondo, y el mar y la montaña en medio, se trata de un paraje espectacular, sobre todo al atardecer. Si te apetece tomar algo mientras admiras el ocaso, hay un bar restaurante regentado por un italiano, con colchones blancos, muy cómodos para relajarse. También puedes cenar o simplemente recostarte en una roca de la playa y disfrutar de este espectáculo natural. Cap d’Es Falcó, Sant Josep de sa Talaia
“Anda, tráigame algo más de comer, pero, por favor, que no le guste a su jefe”. Es verídico. Se lo dijo un día un cliente a un camarero del bar Juanito. Faustino, su dueño, es un ser peculiar y de costumbres. Si a diario va a la plaza a hacer la cesta de la compra, también le gusta compartir mesa con sus comensales. Así que no se asuste si pica del plato que ha pedido. En su bar, con un hermoso patio muy andaluz y sillas de enea, se ‘tapea’ de maravilla. Carmen, su mujer, es la autora de los ricos platos de ensaladilla de fideos, berza jerezana y, cómo no, de alcachofas. Este último es el plato estrella de la casa. Están de miedo, tanto que cada año Faustino le envía sus alcachofas al Rey. Pescadería Vieja, 8 · Tel. +34 956337272
LISBOA
Probablemente, la librería más pequeña del Universo
Simão es el nombre del dueño de la librería. Pero no se trata de una librería cualquiera. Estamos hablando de “probablemente” la más pequeña del Universo. Simão la regenta por di-
Bajando por una escalera cuya indicación principal es, paradójicamente, Iglesia de Nuestra Señora del Castañar, y girando a la izquierda hasta encontrar el cartel de los salones parroquiales, te adentras, casi sin quererlo, en Las mil y una noches. De repente sientes los embrujos de Sherezade en el ambiente, escuchas sus sonidos, percibes sus aromas y pruebas sus sabores entre las más de 30 variedades de té que te ofrecen en la tetería El Zoco. Si además una misteriosa mujer danza descalza por el local mientras compartes una cachimba (como si realmente estuvieras en el corazón de Estambul o en una jaima del desierto de Arabia), te va a resultar muy difícil despertar de este sueño oriental. General Perón, 32 · www.teteriaelzoco.com
MÁLAGA
Diseño a granel
Si te apetece ir guapa con adornos que sólo lleves tú, pásate por la joyería de Targol. Lo mejor es que con su ayuda puedes diseñar una joya a tu gusto y acorde con tu presupuesto. Algo para ti, tu hermana o tu mejor amiga: quítale piezas de oro o ponle más turquesa. Las piezas que encontrarás combinan la tradición persa con un estilo vanguardista. Se traen directamente de Irán: oro mate de 18 kilates que, tratado con un proceso químico, pierde el toque ‘bling bling’ para ganar en elegancia y jovialidad. El oro mate se combina con piedras semipreciosas como perlas, jade, turquesa, coral, ámbar y lava volcánica. Pendientes chulísimos con una cascada de lentejueli-
ALICANTE, ÁMSTERDAM, ATENAS, BARCELONA, BILBAO, BRUSELAS, GRANADA, IBIZA, JEREZ, LISBOA, MÁLAGA, MALLORCA
experiencias
tas de oro mezcladas con coral rojo. Romper las convenciones con estilo: eso nos gusta. Mercado, 9
MALLORCA
Auténtico sabor del norte Luis asegura que nunca ha estado en Escandinavia, pero tiene 27 años de experiencia cocinando el mejor strogonoff de la isla, y también es capaz de hablar danés, sueco y noruego sin problema. De hecho, muchos de sus clientes del norte de Europa eligen para comer o cenar el Shu Bi Dua, un local pequeño, acogedor y de ambiente cálido. Para los autóctonos es un buen lugar para innovar en el menú. Luis también es especialista en tablas de trucha y arenque ahumado, bocadillos daneses de roastbeef, salami o jamoneta y en albóndigas danesas. Es indispensable dejar un hueco para probar su tarta de zanahoria y coco. Cabo Martorell Roca, 11, Sant Agustí, Palma · Tel. +34 971405482
LING 85
MENORCA
Bailar dentro de una roca
Algunos creen que es la discoteca más bonita del mundo. Quizá sea una afirmación exagerada, aunque... Es cierto que la Cova den Xoroi es un sitio único e inimitable. Esta discoteca menorquina tiene la particularidad de encontrarse en el interior de una enorme roca junto al mar. Aunque la entrada parece normal, una serie de escaleras y pasillos nos sumerge en un entorno cavernoso en el que se suceden terrazas al aire libre con sombrillas caribeñas, rincones con luz tenue, balcones rocosos al mar y una pista de baile en el interior de la cueva. La antigua morada prehistórica produce un efecto mágico, sobre todo si estás allí tomando una copa al amanecer. Calan Porter · www.covadenxoroi.com
MILÁN
Moda para la gente
Cuando Docks Dora abrió hace algunos años, su lema era “Lo usado revisitado”. En otras palabras, vendían ropa de segunda mano. Después, se hicieron con prendas de grandes marcas, y hoy en día no encontrarás más moda vintage en la enorme tienda Docks Dora de la Via Crispi de la que encontrarás en Via Monte Napoleone. Pero adivina qué: los precios no han cambiado un ápice, por la sencilla razón de que ahora la tienda se ha especializado en la venta de ‘primettes’, prendas con taras apenas perceptibles, accesorios y zapatos (¡y nunca por más de 50€!). Via Francesco Crispi, 7 · De 11 a 20h
NÁPOLES
SÓLO PARA LOS AMANTES DEL ARTE Cuando Max, Sasy y Mariana crearon el Art Café hace poco más de medio año no imaginaron que en poco tiempo se iba a convertir en un punto de encuentro de la movida napolitana. Es el arte en todas sus manifestaciones la atracción esencial de este local: monólogos de teatro, exposiciones de arte… Todo está repartido entres niveles: en el inferior 86 LING
experiencias el clima es auténticamente oriental, con tonalidades cromáticas muy cálidas y donde uno queda envuelto en un absoluto relax; en el segundo nivel sirven numerosos cocktails mientras unas vitrinas exponen libros de varios géneros; el último nivel está lleno de mesas bajas y sofás de piel, en las paredes cuelgan cuadros de arte contemporáneo de nuevos artistas. Una cosa es segura: si te gusta el arte, no te lo puedes perder. Via Giorgio Arcoleo, 34
PARÍS
Homenaje a la ciudad La escalera mecánica que asciende seis plantas a través de tubos de cristal recrea una entrada perfecta a Airs de Paris, la última exposición del Beaubourg. Subiendo hasta lo alto de la Place Georges Pompidou para descubrir las vistas a toda la ciudad, es fácil recordar –si alguna vez lo olvidaste– por qué te enamorarse de París por primera vez. Airs de Paris habla de ciudades –de cómo las vivimos y de cómo evolucionan–. La combinación de arte contemporáneo, diseño y arquitectura, de la mano de un elenco de artistas internacionales, tiene como resultado una fascinante, en ocasiones provocativa, y por momentos sencillamente bella meditación sobre la vida urbana. Centre Georges Pompidou · De 11 a 22h, excepto los martes · Hasta el 15 de agosto
PISA
LEYENDO LA HISTORIA
Hace cuatro meses cumplió 50 años, pero ya sea por la energía que aporta la literatura, ya sea porque acoge uno de los jardines más bonitos de Pisa, la Librería Feltrinelli es muy apreciada, sobre todo por los estudiantes de la ciudad. Son ellos los que, sentados sobre los bancos, hojean libros que luego van a comprar, o historias que perfectamente podrían estar enmarcadas en la atmósfera bucólica del jardín. Una librería con mucho pasado, pero con más futuro. Corso Italia, 50
ROMA
El comunismo ya pasó Si las fotografías pudiesen hablar, este bar se convertiría en un lugar de debate sin fin. Vezio´s Bar, un pequeño local embutido de fotos de célebres políticos y personajes históricos, así como de héroes locales, solía ser el punto de encuentro de los miembros del Partido Comunista Italiano durante al menos 30 años. El partido ha cambiado de nombre y de bar, y Vezio’s también ha cambiado de dirección. Pero aparte del nombre de la calle, lo demás no ha cambiado. Pide un café y pon a prueba tus conocimientos de historia jugando al veo veo. Via Tor di Nona, 37
SANTIAGO
El jardín secreto Plaza de Obradoiro, dos de la tarde. Te proponemos una cerveza bien fría en Casa Felisa, en un jardín poco conocido bajo el aroma de las camelias. Sigue la dirección que marca tu sombra, rumbo al noroeste, y atraviesa el arco izquierdo de la catedral. Un gaitero apostado al pie de las escaleras hará que tus piernas floten hasta los jardines de Martín Pinario. Deja la iglesia a mano izquierda entrando por una estrecha callejuela. Camina unos metros hasta Costa Vella y entra por la puerta 5. Parece una cafetería pequeña, pero ahí está el engaño: sigue el corredor hasta el final y saldrás al patio interior, un antiguo convento convertido en una fresca y floral terraza. Siéntate y relájate… Fran o Alberto, los dos camareros, vienen de camino con una caña bien fría y una deliciosa tapa. Porta da Pena, 5 · Tel. +34 981582602
SEVILLA
El bazar de los curiosos Un mercadillo define a su ciudad y sobre todo a sus domingos. En el Mercadillo del Alamillo, anteriormente ubicado en la Plaza de la Alameda, podrás encontrar desde el póster de tu película favorita hasta el kilo de tomates más barato y carnoso de la semana; pero también podrás toparte con toda una galería de personajes estrafalarios: buscavidas, timadores... Una lista que se alarga hasta completar un largo etcétera. Antigüedades, utensilios en desuso, coleccionismo, verduras, caracoles: toda compra es buena siempre que sirva como excusa para pasear por sus pasillos improvisados y picar en algún puesto. Para terminar, nada mejor que un paseo por el parque o a la orilla del río. Aparcamientos del parque del Alamillo · Domingos, de 10 a 15h
VALENCIA
Ni un pelo de tonto
Al lado de alguien haciéndose rastas puedes encontrar con total facilidad a una chica con moños de fallera. Si entras en la peluquería Kibbu-
tz, esto es lo que hallarás: un mundo donde las diferentes culturas se dan la mano y se entremezclan, creando esta divertida estampa que se puede ver desde la calle. No es una peluquería cualquiera; aquí, aparte de llevarte un buen corte de pelo, puedes ver exposiciones, escuchar música alternativa y hasta comprar entradas para conciertos. Vamos, que uno puede salir de allí sin un pelo de tonto. Bolsería, 31, bajo
VENECIA Rock junto al canal
Galería. Tienda de máscaras. Galería. Canal. Tienda de máscaras. ¡Pub! En la calle della Chiesa, el Corner Pub es un respiro: un local oscuro a cualquier hora del día, donde además de pizzas y pintas, puedes disfrutar de buen rock clásico, reggae o ska. Será por estar a un paso de la Colección Peggy Guggenheim, pero con las paredes cubiertas de dibujos de Diego, uno de los dos propietarios, el Corner Pub también tiene algo de galería de arte. Si vas por la tarde, encontrarás en la puerta a una pequeña celebridad local, un veneciano que pasa las mañanas recorriendo el ‘sestiere’ (barrio) con una cesta blanca sobre los hombros, y el resto del día en la entrada del establecimiento. Lo mejor: la pequeña mesa para cuatro, un poco apartada, con una ventana sobre el canal. Calle della Chiesa, 684 · Sestiere di Dorsoduro
MENORCA, MILÁN, NÁPOLES, PARÍS, PISA, ROMA, SANTIAGO, SEVILLA, VALENCIA, VENECIA, ALICANTE, AMSTERDAM, ATHENS
experiencias
EXP ERIEN CES ALICANTE Fancy a drink?
So, are you into music, photography, humour, theatre...? If you reply yes to any of these, then here’s the low down. This place has crazy decor, walls full of photos and pictures. The long curly-haired Agustin will serve your drinks with a smile. The blue neon sign spells the words Clan Cabaret up on the stage and as the song you’ve been enjoying slowly fades, you’re left in silence. The spotlight draws you in. Today the group Desakordes are playing and the crowd dance and sing. When it’s time to go, you buy their DVD (or not) and kiss the group goodbye... with the endorphins still rushing you remember that you only came in for a quick drink! Capitán Segarra, 16 · Open Thursday, Friday, Saturday and before Public Holidays from 7pm
AMSTERDAM Modern Dining
Warning: bring a map. Or someone in the know. The Hotel de Goudfazant is located in a dodgy-looking (but harmless) industrial area, but hey, it has a huge chandelier made of milk bottles! You may already guess that this is not your typical homely restaurant. But that’s not all: it offers some of the best views of the Amsterdam skyline available and serves three delicious courses for only 26.50€. Definitely worth the tour through deserted factories. Aambeeldstraat 10H.Ttel. +31 (0)20 636 51 70. Closed on Mondays. www. hoteldegoudfazant.nl
ATHENS
SUNDAY IS JUNK DAY It’s called the flea market because every Sunday, the Monastiraki market fills up with people selling LING 87
even the most useless piece of junk, from antiques to any kind of object you could throw away without any remorse. This is where Athenians buy and sell everything. The air is filled with the smell of age, and you can rummage around freely or have a coffee in one of the surrounding cafés, watching people looking for that long-lost object. For the best treasures, come before 11h. Avissynias Square
BARCELONA
100 players and only one piano
Right in the heart of the Gracia area, in the buzzing Plaza del Sol, the door of the Bar Jaoli is open for all to enter. A small, long place almost like a corridor with a bar facing the entrance. The Jaoli is more commonly known as the Piano Bar. Next to the door, on the left, there is an old piano that has entertained many a customer in its time, through the hands of many a player. If you know how to play, and you fancy having a go, you are more than free to do so. There are always improvised concerts by anonymous pianists who are probably the city’s nurses and couriers but by night come here to air their talents. And if there’s no-one to play, the waiter himself will oblige. A place for hidden geniuses. Plaza del Sol, 7-8 · Tel. +34 932188388
experiencias os. Punta Galea, 20 km from Bilbao · www.surfilmfestibal.com
BRUSSELS
A TASTE OF ITALY
Fellini, Dante, Chianti, prosciutto... Italy-lovers unite! A unique cosmopolitan place dedicated to bringing together everything in your wildest dreams has just opened in Brussels. In the style of those revolutionary ‘concept-stores’, where you can shop at your leisure, flick through books, enjoy a photography exhibition or chill with a glass of wine. PIOLA. libri is a literary and gastronomic get-away for those who’d like to (re)discover Italy’s hidden secrets. Young and independent, this bookshop/winery/gallery is a wise and wonderful combination of two complementary worlds, a place that balances pleasures of the body and spirit. Jacopo Panizza and Nicola Taricco offer specialised Italian literature as well as a wide variety of wine and traditional gastronomic products unique to Brussels. A relaxing and welcoming place, ideal for savouring a short shopping break or a cultural apperitif. Rue Franklin, 66-68 · www.piolalibri.be
anonymity and Nico will always be there behind the bar ready to share his wine secrets with anyone who wants to know. Calle Palacios, 17 · From Monday to Saturday, 13-16h and 20-2h
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“Please bring me something else to eat, but make it something that your boss doesn’t like.” Yes, for real. Someone once said this to the waiter in the Juanito Bar. Faustino, the owner, is an odd fellow who loves to shop at the local market for his products but who also enjoys sitting with his customers. So don’t be alarmed if he joins you at your table and starts eating off the dish that you’ve just ordered. Because in his bar, with a gorgeous Andalusian style patio and chairs made of vine wood, you can get some of the most delicious tapas ever. His wife, Carmen, cooks everything herself. The noodle, Jerez style cabbage and, of course, artichoke salad is her creation. The artichokes are so good they melt in your mouth. So good, that Faustino sends some to the King every year. Pescadería Vieja, 8 · Tel. +34 956337272
LISBON
Simão is really the name of the guy who owns the bookshop. But it’s not any bookshop. We are talking about the smallest one in, “probably, the Universe”. Simão is there for fun. We can tell. For passion. We don’t doubt. It’s just Simão and his library, in part because no one else could fit in there. As tiny as it is, this place has space for books in five languages (Spanish, English, German, French and Portuguese), all chosen according to Simão’s one infallible criterion: Love. That encompasses poetry, fiction, philosophy, history... and probably only God and Simão know what else. Escadinhas de São Cristóvão (Alfama)
BILBAO
GRANADA WINE SECRETS
The Ajoblanco is run by Nico. He is the owner and also the one who serves the wine, opens the bottles of cava with a sword (it’s true! you just have to ask and he’ll behead a bottle with one great woosh of the hand), and prepares the little tapas portions, like Roquefort cream with strawberries and chocolate. His wine list, with more than 200 varieties of young wines and Crianzas has been recommended by the New York Times and although the place can only fit 18 people, you don’t have to worry: it is still one of those places blessed with
JEREZ
ALL The King’s artichokes
The Smallest Bookshop in the Universe (probably)
Surfin’ in Getxo Bilboa is very...well... Bilbao. So what happens if someone wants to see the sea but doesn’t want to go too far? Well, only 15 minutes away by car you will find Getxo, and in Getxo you will find Punta Galea, a great place to eat, chat and even better, surf! Zubeloa Andres (yes, his name is Zubeloa and his surname is Andres) filmed an excellent documentary about the importance of surfing in this area so if you’re in the area, make sure you catch the screening at the San Sebastian Surfilm Festibal (7th – 10th June) and then head down to the beach and wave at the waves that you’ve just seen on screen. The view 60 metres up is spectacular. Say goodbye at sunset and thank the Lord for film, sea, waves, cars and great Basque pintx-
the distance and the sea and mountains in between. A truly marvellous stop, especially at sunset, and if you fancy a drink while you admire the views, there’s a bar-restaurant run by an Italian who knows the value of this sunset spot. There are big white cushions to sit on, relax and enjoy the privileged panorama. You can have dinner or simply perch yourself on a beachside rock and enjoy nature at its best. Cap d’Es Falcó, Sant Josep de sa Talaia
IBIZA
A SUNSET IN STYLE Seeing the sunset in this place really is the best. Between the Mediterranean and Las Salinas, this part of the island ends in a glorious beach: d’Es Codolar. The views are spectacular, with the small island of Es Vedrà in
MADRID
The Middle-Eastern dream Walk down the stairs which are signposted to, paradoxically, the Church of Our Lady of Castañar, turn left when you see the sign for the ‘salones par-
roquiales’ and go inside. It’s as if you stepped into a story of A Thousand and One Nights. Suddenly you feel the spell of Shaharazade in the air, you hear her sounds, smell her heady aroma and taste the more than 30 varieties of tea that are offered in the El Zoco tea house. If you see a woman dancing bare-foot while you share your hookah-pipe (just as if you were really in Istanbul or in a Bedouin tent in the Arabian desert), it’ll be hard to wake yourself from this Middle-Eastern dream. General Perón, 32 · teteriaelzoco.com
MALAGA
Fancy yourself as a designer? If you want to dress yourself up in unique jewellery, get yourself to Targol. The best thing about this place is that you can, with their help of course, design your own jewellery according to your own taste and budget. Something for you or your best friend? Take bits of gold off and add more turquoise depending on how much you want to spend. You will find pieces that combine traditional ethnic Persian works with avant-garde designs. They are brought directly from Iran: 18-carat gold that, once treated by a chemical process, loses that bling-bling look and becomes more elegant, especially when combined with semiprecious stones like pearls, jade, turquoise, coral, amber and volcanic lava. Here, you won’t walk away with tacky costume jewellery nor priceless crown jewels. What you will get is unique and stylish goodies and that’s what we like! Mercado, 9
MALLORCA
The true taste of the north
Luis swears he’s never been to Scandinavia but he has 27 years of experience cooking the best Stroganoff on the island, as he can also speak Danish, Swedish andNorwegian perfectly. In fact, loads of Northern Europeans choose to eat at the cosy and warm Shu Bi Dua, and for the locals it’s a great place to try something different. Luis specialises in trout fillet, smoked herring, Danish roast beef, salami or ham sandwiches and Danish meat-
BARCELONA, BILBAO, BRUSSELS, GRANADA, IBIZA, JEREZ, LISBON, MADRID, MALAGA, MÁLLORCA, MENORCA
experiencias
balls. And don’t forget to leave room for his delicious carrot and coconut cake. Cabo Martorell Roca, 11, Palma · Tel. +34 971405482
MENORCA
Boogie in a rock
Some say this is the prettiest club in the world. It may be an exaggeration but the Cova den Xoroi is most definitely a unique venue. This emblematic Menorcan discoteca is weirdly set within an enormous rock by the sea. Although the entrance looks completely normal, a series of stairways and corridors take you into a cavernous area with open-air terraces and Caribbean-style parasols, colourfully lit corners, rocky balconies looking out to sea and a dance floor inside a cave. The perfect place to see the sun go down or dance ‘til dawn. Calan Porter · www.covadenxoroi.com LING 89
experiencias
MILAN
Fashion for the People
When the Docks Dora shop opened years ago, their slogan was “The Used Revisited”. In other words, they sold second-hand stuff. Then the big brands moved in, and today you won’t find any more vintage in the huge Docks Dora store on Via Crispi than on Via Monte Napoleone. But guess what: the prices haven’t changed a bit. That’s because Docks Dora’s Democratic Department now specialize in selling “primettes”, slightly flawed clothes, accessories and shoes – and never, ever for more than 50€! Via Francesco Crispi, 7. From 11h to 20h
NAPLES
ART LOVERS ONLY When Max, Sasy and Mariana opened the Art Café just half a year ago, they didn’t think it would turn into a meeting point of the Naples scene so quickly. Art in all its manifestations, from theatre to exhibitions, is their attraction. And everything is split into different levels: Oriental and relaxing on the ground floor; on the next, they serve cocktails on glass cabinets filled with books of all genres; and on the top floor you’ll find low tables, leather sofas, and contemporary art on the walls. One thing is sure: if you like art, this is where you go. Via Giorgio Arcoleo, 34
PARIS
experiencias on urban life. Centre Georges Pompidou. From 11h to 22h except Tuesday. Until 15th August
PISA
READING HISTORY
It celebrated its 50th anniversary four months ago, but be it for the fervour it treats literature with, or because it has one of the most beautiful gardens in the city, the Librería Feltrinelli is loved, above all, by Pisa’s students. It is them who flick through books sitting on the benches among the perfectly rural ambience of the garden. A book shop with an important past, and a more important future. Corso Italia, 50
ROME
The Communists moved on… If photos could talk, this bar would be a never-ending debate. Vezio’s Bar, a small space crammed with photos of political and historical characters as well as local heroes, used to be the corner watering hole for the members of the Italian Communist Party for over 30 years. The Party has changed its name and drinking den, and Vezio’s, too, has had to move bar. But believe us, other then the name of the street, nothing has changed. Sip a caffè and test your knowledge of history with a game of I Spy. Via Tor di Nona, 37
SANTIAGO
SEVILLA
The secret garden
The bizarre bazaar
Sometimes the June heat makes you wonder who came up with the expression ‘Santiago chill’. If you need some refreshment, we suggest a cold beer at Casa Felisa, in a littleknown garden amongst the heady aroma of flower blossoms. From the outside, it looks like any small café, but in the back there is an interior patio, an old convent converted into a fresh and floral terrace. Sit and relax... Fran or Alberto, the two waiters, will bring you a nice cool beer and a delicious tapa. Porta da Pena, 5 · Tel. +34 981582602
A town just wouldn’t be the same without its Sunday market. At the Mercadillo del Alamillo, previously situated in the central Alameda square, you can find anything from your favourite film poster to a kilo of the most delicious juicy tomatoes. And you can enjoy the plethora of characters there: flamenco dancers, beggars, performers... and we could go on. Antiques, secondhand products, collector’s items, vegetables, snails... any excuse to buy something just for the pleasure of parading the market stalls and nibbling on the goodies available. Finish your day out with a walk in the park or along the river bank. The Alamillo Park car park · Sundays 10-15h
VALENCIA Not a SINGLE CLUELESS HAIR
On your right, someone is getting dreadlocks. On your left, you seebright-red spiky hair. This is what you’ll find at the Kibbutz hairdressers: a world where different cultures shake hands and combine to create the fun look that anyone and everyone in the street can enjoy. This is no ordinary hairdresser; as well as getting a great haircut, you can see exhibitions, listen to alternative music and even buy concert tickets. You won’t leave this place with a single clueless hair on your body. Bolsería, 31, bajo
A Homage to the City
VENICE
The escalator ride up six storeys, through clear glass tubes, forms the perfect opening to Airs de Paris, Beaubourg’s latest exhibition. Rising above the Place Georges Pompidou to take in a dazzling panorama of the whole city, it’s easy to remember – if you ever forgot – why you first fell in love with Paris. Airs de Paris is about cities – how we live in them and how they evolve. The combination of contemporary art, design and architecture, by an international cast of artists, results in a fascinating, at times provocative, at other times simply beautiful, meditation
Gallery. Mask shop. Gallery. Canal. Mask shop. PUB!! On Chiesa Street, the Corner Pub is a breath of fresh air to anyone who wants a break away from the tourists. A dark place whatever the time of day where, as well as pizzas and pints, you can enjoy some good ol’ classic rock, reggae or ska. Maybe because it’s just across from the Peggy Guggenheim Collection, the walls are covered in drawings by Diego, giving the place the air of an art gallery. If you go in the evening you might meet someone who has become a bit of a lo-
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cal legend, a Venetian who spends his mornings wandering around the Sestiere area with a white basket on his shoulders and the rest of the day at the entrance of this establishment. The best spot: a small table for four, in a quiet corner looking over the canal. Via della Chiesa, 684 · Sestiere di Dorsoduro
ALICANTE, ÁMSTERDAM, ATENAS, BARCELONA, BILBAO, BRUSELAS, GRANADA, IBIZA, JEREZ, LISBOA, MÁLAGA, MALLORCA, MENORCA, MILÁN, NÁPOLES, PARÍS, PISA, ROMA, SANTIAGO, SEVILLA, VALENCIA, VENECIA
Rock by the canal
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a lisbon smell
Charcoalgrilled sardines THE RICH SMELLS OF LISBON
Every 12th-13th June, millions of sardines are grilled on rickety homemade barbecues and their odour fills the narrow streets of Alfama and Castelo like a cloud of incense
A text by Rupert Eden Illustration by Sonia Pulido
“Lisboa tem cheiro de flores e de mar” sang Amalia Rodrigues in an unusually upbeat Fado lament entitled Cheira bem, cheira a Lisboa! In her strong, almost wailing, nasal pitch the legendary Fado diva waxed lyrical about the rich smells of Lisbon, and anyone who has had the pleasure of getting lost in the steep, narrow cobbled streets of Lisbon can testify to that unique smell. Baking bread, simmering Caldo Verde soup, rotisserie grilled chicken all remind me of Moorish Lisbon. But perhaps the most indelible scent of all is that of charcoal-grilled sardines. When most of us think of sardines, we imagine skinny, bony creatures compressed into a tiny tin can. In Portugal fresh, succulent sardines measure up to 25 cm – the bigger, the fatter, the fresher, the better. In fact, more than 60 percent of all sardines in Portugal are consumed on the same day they are caught; the rest are canned for export. 500 miles of Atlantic coast allows Portuguese fishermen to catch 100,000 tons of sardines a year – about 40 percent of the country’s entire fresh fish production. The ‘Sardine Run’ starts around mid-May when huge schools of Sardinaps Sagas migrate from South Africa. Teams of tanned and weather-beaten fishermen set off in colourful wooden boats called ‘traineiras’. Every summer on 12th and 13th June, the sardine is celebrated in the annual Festa de Santo António, where millions of sardines are grilled on rickety homemade barbecues that line the streets of Alfama and Castelo. It is this festival and unrequited love that Amalia croons about as she sings of the day when tradition has her love write a poem on a paper carnation planted in a pot of sweet smelling basil. Portuguese men give the basil to their sweethearts who then sprinkle it over the sardines when they are being nicely grilled, encrusted with salt. Lisboetas are uncomplicated folk with plain needs. They love to cook sardines alongside boiled potatoes lightly flavoured with butter and flame-roasted green peppers accompanied by a side salad marinated in thick extra virgin olive oil, garlic and salt. On a hot summer day this simple fare is washed down with a glass of cool Vinho Verde, the perfect companion for ‘sardinhas na brasa’. Once
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reserved for poor, working class Portuguese, the traditional street ‘sardinhada’ has become quite the bourgeois thing to do. The sardine has elevated its status. During the Festa de Santo António, Graça’s Sé Cathedral becomes the epicentre of a sardine carnival and the pungent odour of grilled fish rises like a cloud of incense over the whole neighbourhood where small charcoal grills are set up in front of every restaurant. Unlike the summer sardine festivals celebrated in the Algarve, Santo António is all about matchmaking and a time for Portuguese to thank God for blossoming relationships. Besides sardines, rough loaves of bread are broken up and served in a crude re-enactment of the feeding of the 5,000. It can be used to make a delicious sardine sandwich; some choose to discreetly remove the bone by slicing the fish down the middle, but most Portuguese slap a whole charcoal-grilled fish between two pieces of crusty bread and eat the whole thing (the calcium-rich bones are meant to be good for you). According to strict Lisbon tradition, the distance between the grill and sardine should be only around 5 cm. Sprinkled with sea salt, the fish must be cooked for 3 minutes on each side without gutting or deboning it – and never sprinkle water over the fire! Once grilled, you may remove the spine and guts, and the skin will peel off easily if necessary. I personally prefer the fish with the skin and its acrid charcoal flavour. Once ready, sprinkle some olive oil and vinegar on top – delicious!
Rupert Eden is an English journalist who writes about gastronomy, eco-tourism and luxury lifestyle for Time Out and Condé Nast Traveller, among others. LING 93
LA
GRAN
VIDA
Ladrón que roba a ladrón
Escribe Mayer Aramburu
Proponen a Soledad
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que sea jurado de la enésima pasarela de moda de diseñadores emergentes. Espero lo peor. “Me apetece más quedarme observando este magnífico Coolidge. Irás tú”. ¡Zas, lo ha dicho! Miro el cuadro: una timba de poker jugada por perros. La miro a ella, imperturbable, con su tupé blanco, sus joyas de Victoire de Castellane y su kimono Kenzo. Al día siguiente aterrizo en Bilbao. No es el primer tinglado de estas características al que voy. Cuando uno tiene dinero, es invitado a toda clase de actos sociales disparatados. A éste no falta ninguno de los habituales. Una editora de moda con muchas curvas –que, al perderlas, ha perdido también el buen humor– murmura quién sabe qué con su mejor amigo, un editor gay de otra publicación, vestido de Pringle, Burberry Prorsum y unos Norman Vilalta hechos a medida. Una modelo con pocas luces flirtea con un conocido maquillador. Mientras, los organizadores nos piden ir a saludar al patrocinador. A mí se me va el santo al cielo y pienso en mis cosas mientras les sonrío y estrecho manos. Pienso en el último episodio de Lost que he visto; en aquella frase de Pynchon; en la revista porno que olvidé en el Jaguar y que quizá Soledad ya descubrió; en el bolso sandwich de Jil Sander que debo conseguir cuanto antes. Esta misma tarde es la pasarela. Doce diseñadores, cinco modelos por cabeza. En el jurado, cada uno dice la suya. “Vamos a votar a Carlos. Al menos es cachondo”. “Yo prefiero a Ion”. “¡Pero qué dices!”. Hacen media parte y sirven algo para comer. En pleno apogeo, se va la luz. No se ve absolutamente nada. Rumor generalizado, gritillos, risas nerviosas. Me quedo quieta donde estoy, para no clavarme ningún mueble en la espinilla. ¿Qué demonios hago aquí cuando debería estar negociando un cuadro de Margaret Keane en mi
pequeño Mac, en casa de Soledad? Una mano con manicura de mujer roza mi falda de seda. Tras pocos minutos, vuelve la luz. Cegados como por una sesión de cine muy corta, nos miramos entre nosotros, un poco tímidos. Alguien empieza a pedir copas de champagne y todo se templa. Pronto, sin embargo, un rumor de voces. “Me han robado el bolso”. Robado: la palabra es tan dura que rebota en las paredes. La ha pronunciado un redactor de una revista de tendencias, chiquitín y aniñado, que pasea rápido la vista por su alrededor. “Es un Dior Homme de piel negra, pequeño”. Pequeño como tú, pienso, mientras hago ver que busco. ¿No es de lo más ameno ser robado por la elite cultural? “Os digo que lo tenía aquí, en la silla. Y encima estaba todo dentro; el móvil, mis gafas, el iPod”. Por un segundo, imagino que cierran las compuertas y nos obligan a quedarnos hasta que aparezca, estilo El Ángel Exterminador de Buñuel. No aparece. Por la noche, Soledad llama y pregunta cómo ha ido. “Ha habido un robo”, le digo, excitada. No me deja seguir: “Querida, donde hay jurado siempre hay robo”.
M ay er A r a m bu ru tiene 31 años y es la asistente de Soledad, u na refinada coleccionista de arte con la que viaja por toda Europa.
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