Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación preescolar Cuarto semestre Reencuentro con la historia Lizeth Guadalupe Gutiérrez Pérez
Zacatecas, Zac., a Abril de 2015
Introducción o Para todo historiador decir lo que en conciencia se piensa implica el compromiso de dar sentido a su quehacer: acatar el fundamento de su actuar para convertirlo en norma de conducta y sustento teórico de cada una de las afirmaciones y os actos que constituyen su trabajo profesional. o Los historiadores se dirigen en primer lugar a sus iguales y después al público culto, pocas veces se piensa en aquel o aquellos a quienes va dirigido el conocimiento histórico. o La historia produce el conocimiento de la sociedad y debe ser para beneficio de esta. o El historiador realiza la difusión de su conocimiento, para entender que el análisis de esta acción o conjunto de acciones no debe contemplarse sólo desde una perspectiva pedagógica, y menos exclusivamente didáctica, sino que, dada la amplitud de variantes que presenta, requiere de un abordaje mucho más complejo, que atienda a las diversas. o “La historia es un saber intelectual que concierne a medios muy amplios”.
o La función del historiador no se limita a la búsqueda del dato. o El conocimiento histórico se construye para ser mostrado. o El conocimiento del pasado permite la comprensión del presente. o La conciencia histórica permite al individuo utilizarla para intervenir en la transformación de la sociedad. o El conocimiento histórico debe ser difundido. o Todas las formas de difusión del conocimiento histórico son formas de enseñar la historia. o No se puede enseñar toda la historia; ni siquiera se puede decir que se conoce toda la historia. o La construcción del conocimiento histórico es un conjunto de operaciones intelectuales que deben ser realizadas integralmente por el educador y el educando. o La historia es una ciencia. Sobre la teoría: primera parte Todo historiador es un enseñante de la historia. Enseñar historia es una de las acciones consustanciales del quehacer histórico, aunque no todos los historiadores sean conscientes de ello en plenitud.
Los profesiones de la historia sólo consideran su trabajo como enseñanza en la ocasión de “dar una clase” o, en el mejor de los casos, cuando “dictan una conferencia”. La historia se investiga se estudia, se investiga, se elabora, se reconstruye para ser dada a conocer.
Historia
“Es
el
conjunto
de
los
hechos
realizados por el hombre en el pasado”. La palabra historia, en español, es una palabra de doble sentido. Por una parte es la aceptación del objeto de estudio sobre el que se realiza la investigación: el devenir, los hechos, el mundo real pasado y por otra parte se designa la reflexión, el estudio, el conocimiento o la ciencia que abordan tales fenómenos. Si la historia se constituye como un conocimiento científico podrá como toda ciencia ser aprovechada en beneficio de la sociedad, en la medida en que el hombre puede conocer la dinámica de su evolución, os factores del cambio y, eventualmente, manejarlos o aplicarlos en su provecho. La enseñanza de la historia debe basarse en un planteamiento conceptual.
La base teórica de mi concepción de la historia ha sido y sigue siendo el materialismo histórico. Marx afirmaba en la ideología alemana: “nosotros conocemos una sola ciencia: la ciencia de la historia”. La teoría marxista establece la posibilidad del conocimiento científico de la historia. El materialismo histórico atiende a la percepción de la vida humana, históricamente considerada, y busca la explicación de su desarrollo en el conjunto de sus diversas expresiones o manifestaciones, analizadas a partir de una jerarquía de determinaciones, dentro de la cual la producción y la reproducción son lo que determina todos los demás aspectos de su desarrollo social y cultural. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. La
conciencia histórica
se constituye con
los siguientes elementos: la noción de que todo presente tiene su origen en el pasado, la certeza de que las sociedades no son estáticas, sino mutables y cambian, se transforman, esas
transformaciones constituyen las condiciones del presente, el presente es el pasado del futuro. La mayor parte de las veces el historiador, no es plenamente consciente del concepto de la historia que transmite. El ser humano, no está hecho, se está haciendo. El
hombre
es el único ser del universo, que se
sabe así mismo, se hace a sí mismo y se justifica. Es decir, que tiene capacidad de pensar sobre su propio ser, tiene capacidad de construir y orientar su desarrollo y puede darse un sentido, un porqué y un para qué. El creador de la historia es un ser que se crea a sí mismo históricamente. La historia como pasado es causa contribuyente de la historia como acción actual. La existencia humana es histórica, y que lo es porque tiene como característica el ser temporal. “La historicidad es aptitud o capacidad de engendrar historia”. La conciencia histórica consiste en la realización de la temporalidad del ser humano en la conjunción del pasado y del futuro que permite
integrar el presente, orientadas siempre hacia la construcción del ámbito humano. Aplicar el conocimiento histórico a solucionar problemas del presente no es automática ni mecánica. La comprensión de los problemas presentes, sólo puede darse a través del re-conocimiento de su origen, causas, características. La razón de enseñar historia es formar conciencia histórica en quien aprende; que sepa que su persona no es una hoja al viento, está sustentada en el pasado individual, integrada al entorno social al que pertenece. Toda actividad del historiador debiera empezar, por una explicitación de lo que el mismo entiende que está haciendo. El presente no necesita del pasado sino en relación con el porvenir. La enseñanza de la historia debe ser una actividad fundamental para el historiador de hoy. La investigación y la enseñanza tienen como centro común de su quehacer al conocimiento histórico.
Sobre la teoría: segunda parte Educación es el proceso humano en el que, confluyen diversos factores imbricados de tal manera que en la realidad resultan difíciles de identificarse como distintos. El proceso histórico es único e indivisible, no se puede decir que es lineal, resulta indiscutible su continuidad. La historia no “se divide en” sino que es “dividida por” el historiador en periodos históricos. Los historiadores
docentes
que pueden,
por su experiencia, establecer los vínculos necesarios entre la especificidad del conocimiento histórico y las formas de su proyección a diferentes niveles de la sociedad. Compete a los historiadores desarrollar investigaciones sobre procesos de captación para vincularlos con las formas de enseñanza, transmisión o proyección del conocimiento histórico en cualquiera de sus formas. No se trata sólo del “que enseñar”, sino del cómo
enfocar los procesos del acontecer histórico para llevarlo a la comprensión de quienes habrán de aprenderlos y aprehenderlos. La reflexión es compromiso ineludible del historiador. La definición del tiempo como el término que permite apreciarlo en el concepto de materia en movimiento. La división cronológica de tiempo en segundos, minutos, se aprende en el hogar o en la escuela, no necesariamente se relaciona con los conceptos de “antes” y “después”, “temprano” o “tarde”. La periodización es un recurso metodológico que utiliza el historiador para establecer cortes simbólicos en esa temporalidad continua, a partir de algún criterio teórico amplio. El historiador-enseñante casi nunca es consciente de la teoría histórica. Los diversos periodos históricos de basa en la concepción materialista de la historia. El positivismo malentendido generó el vicio de percibir y enseñar la historia con el criterio de que lo importante del conocimiento histórico era la verdad demostrable con toda
precisión. Lo único válido era el conocimiento de los datos concretos. Así la historia escolar se convirtió en una abstrusa sucesión de fechas y nombres, relacionados con nombres de personajes, batallas y acontecimientos, que debían aprenderse de memoria tornando la materia en una absurda cronología, fastidiosa y desvinculada del sujeto real que la aprendía. Función del historiador-enseñante-analizar las condiciones educativas. El mejor y mayor conocimiento de los procesos históricos que se enseñan redundará en beneficio de las formas de enseñanza y en la mejor comprensión y mayor interés por parte de los educandos en los procesos. El espacio, deja de ser el receptáculo inerte por donde pasa la historia, y se convierte en un elemento dinámico que actúa como condicionado y condicionante de los procesos sociales. La especialidad se presenta como un recurso de construcción del conocimiento o de percepción del mundo que el individuo adquiere desde sus primeras horas de vida. El
niño construye primero su noción de espacio y posteriormente si noción de tiempo. El historiador enseñante ha de “contemplar”, antes de enseñar, el ámbito espacial en el que y con el que se desarrolla cada fenómeno histórico y todo el proceso histórico. El conocimiento del historiador tiene que intervenir para encontrar las conveniencias o inconvenientes de su aplicación a los diversos niveles y formas de la enseñanza-difusión. En el proceso de enseñanza-difusión de la historia, la separación de los elementos a destacar como protagonistas de cada hecho, debe ser percibida por el historiadorenseñante para ser presentada con claridad a la comprensión del educando. La importancia del conocimiento preciso y profundo del acontecer histórico, así como de los criterios teóricos y metodológicos para su análisis, para la adecuada fundamentación de las formas de difusión de la historia.
Andrea Sรกnchez Quintanar.