Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación Preescolar
VI semestre
El niño como sujeto social Ana María Frausto de la Torre Alumna: Lizeth Guadalupe Gutiérrez Pérez Zacatecas, Zac. a 28 de abril de 2016
La historia comienza en la Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”, una joven llamada Liz estudia la licenciatura en educación preescolar, está cursando el 6º semestre y espera con ansias que le comuniquen cuál será el Jardín de Niños en el que estará practicando. La fecha de la primera jornada se acerca y Liz se encuentra nerviosa ya que será un contexto totalmente diferente.
Hola muchachos buen dĂa, debo recordarles que ya se acerca la fecha de prĂĄcticas
Y tengo una noticia para los practicantes del «Tepochcalli», su nuevo jardín ahora es el «Primavera»
Se llegó el primer día de práctica, decidida emprende camino para llegar con sus demás compañeros de jardín, el nerviosismo ha disminuido, ahora se encuentra ansiosa por conocer el Jardín, a los niños, y a cada uno de los docentes de este.
Se reĂşnen en un punto
ContinĂşan su camino
Observan su nuevo Jardín de Niños
Liz y su equipo están decididos a dar un paso más en su formación, llegan al jardín con una motivación excepcional, creen que el cambio será bueno y lo aprovecharán al máximo. Ellos han sido bienvenidos y se encuentran dispuestos a trabajar.
Se encuentran felices y listos para trabajar
La maestra titular de grupo la recibe muy bien, desde el primer momento entabla una buena relación, por lo tanto, Liz siente que contará con su apoyo. Es momento de trabajar con los niños, comienza a notar que lo que había observado previamente sobre los niños continúa, la indisciplina. Se comenzó a sentir impotente, ya que lo que intentaba realizar en la mañana de trabajo con los niños no era del todo bueno, las costumbres que poseen los niños no son muy positivas en la realización de las actividades.
No pude ser!
Liz comienza a sentirse triste, pues no tenía una buena estrategia para poder controlar el grupo, los niños tomaban material, juagaban entre ellos, salían del aula y ella no sabía qué hacer.
Llegó la hora de salida, la titular le pregunta ¿Cómo te sentiste el día de hoy? Ella desanimada le responde: -más o menos, había trabajado con grupos con indisciplina, pero no con uno como el de esa mañana. La titular trató de animarla, era su primer día, poco a poco encontraría la manera de trabajar.
Liz tuvo una buena idea, buscó una estrategia que la ayudara a mejorar la conducta del grupo, se le hizo un poco conductista, pero experimentaría lo que podría suceder. Optó por utilizar el metro de la conducta, lo construyo con listones, uno para cada uno, explicó cómo funcionaría, este consistía en cortar un centímetro cada vez que alguien actuara de forma inadecuada. También elaboró medallas para asignar roles, estas cambiarían de persona cada día con la finalidad de que todos participaran y realizaran algo que beneficiara a todos.
Al aplicar estas estrategias, se dio cuenta que realmente habían funcionado y se sintió muy bien, los niños respondían a las actividades y para la titular ese no era su grupo.
3º «B» El día de hoy…
Su titular le dijo algo que la incitó a seguir y son palabras que nunca olvidará: Tú tienes las ganas y la inteligencia para enfrentar lo que se presente, se nota que estás aquí por vocación, la energía y alegría con la que trabajas lo demuestra.
A partir de ahí se dio cuenta que podría seguir adelante, se sintió apoyada por la titular en todo momento y cada día llegaba con las ganas para trabajar. Comenzó a sentirse diferente, cuando al primer día quería salir corriendo del aula días después empezó a sentirse la más feliz del mundo, realmente disfrutaba llegar a trabajar, jugar con sus niños y verlos progresar.