BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR PRIMER SEMESTRE
EL SUJETO Y SU FORMACIÓN PROFESIONAL COMO DOCENTE
CALIDAD DEL PERSONAL DOCENTE
MAESTRA: ANELI GALVÁN CABRAL
ALUMNA: LIZETH GUADALUPE GUTIERREZ PEREZ
ZACATECAS ZAC., A 28 DE NOVIEMBRE DE 2013
Actualmente
el
mundo
de
la
educación
ha
tenido
grandes
avances permitiendo que tanto docentes como estudiantes se esfuercen más dentro de cada uno de sus campos. Existe un gran crecimiento de
instituciones
educativas
que
ofrecen
variedad
de
programas
educativos y cada una de ellas tiene un perfil establecido que hace que los padres de familia tengan en cuenta a la hora de elegir la escuela donde van a formarse profesionalmente sus hijos. Esta preocupación por parte de padres y estudiantes es cada vez más creciente y encaja allí la calidad que debe brindar cada casa de estudios, la cual va depender de muchos factores como es la infraestructura, esquema curricular, equipamiento, entre otros, pero que en especial también dependerá de la calidad del personal docente. Es por eso que por medio de este ensayo trataré algunos problemas acerca de la calidad del docente y el por qué de cada uno de ellos. Mejorar la calidad del personal docente debe ser una prioridad en todos los países, ya que el docente es el encargado de brindar los saberes y aprendizajes a los alumnos, quiénes son el presente y el futuro del país. Como lo dice Delors, J. (1996) "El trabajo del docente no consiste tan solo sino
en
transmitir
presentarlos
en
información, forma
de
ni
siquiera
problemática"
conocimientos, y
que
gracias
a esto los alumnos puedan progresar en su desarrollo tanto intelectual como personal. El factor más importante en la determinación de la calidad de resultados educativos es sin duda la calidad del profesor. Sin embargo, no solo se refiere a los conocimientos y habilidades didácticas, se hace referencia también a sus aspectos integrales, al docente como persona, sin
dejar de lado las actitudes que tenga hacia la profesión, hacia los alumnos y hacia la comunidad en que trabaja. Para mejorar este factor de la educación hay que empezar por mejorar la contratación, la formación, la situación social y las condiciones de trabajo del personal, ya que este no podrá responder a lo que de él se espera
si
no
cuenta
con
los
conocimientos,
competencias,
cualidades, posibilidades profesionales y motivaciones que se requieren para que tenga un buen desempeño dentro del aula. Como lo menciona Delors, “El rápido aumento de la población escolar mundial ha tenido como consecuencia la contratación masiva de docentes. Esta contratación ha tenido que hacerse a menudo con recursos financieros limitados y no siempre ha sido posible encontrar candidatos calificados” Delors, J. (1996). La mayoría de las veces en las instituciones educativas se contratan profesores solo por llenar un lugar y ciertas veces ni profesores son, son personas
que
han
entrado
a
trabajar
por
que
cuentan
con
ayuda dentro de la escuela, por una buena amistad, por lugares heredados o como suele decirse, por palanca, personas que no cuentan con
la
más
mínima
formación
académica,
sin
profesionalización
alguna y como consecuencia sin tener idea alguna de como estar frente a un grupo, lo cual provoca un mal para la educación pues no tienen esa vocación de enseñar y es ahí cuando los jóvenes se encuentran con gente que no les gusta la docencia, presentándose así el primer efecto negativo, dejando fuera a verdaderos docentes entusiastas con infinitas ganas, conocimientos y capacidades de laborar en lo que en realidad les gusta y que no solo lo harían como un simple trabajo.
Por estas razones es que se debe complementar la adopción de medidas
especiales
para
facilitar
la
contratación
de
mejores
candidatos que tengan distintos orígenes lingüísticos y culturales. Tal como lo menciona Tedesco, J. C. y Emilio T. F. (2002), debe haber compromiso ético moral con actitud de entrega y desinterés en el desempeño del oficio. Se debe de dar también la debida importancia a los planes de formación y capacitación docente, pues es necesario integrar contenidos que permitan a los docentes disfrutar de recursos informativos y conceptuales suficientes para su formación como personas y como profesionales de la educación. Integrando además contenidos de aprendizaje
de
carácter
procedimental
y
actitudinal
que
los
capaciten para ser hábiles en la creación de nuevos materiales curriculares, en la selección y explotación de aquellos ya existentes, y en la aplicación de estrategias en el aula que contribuyan al desarrollo de distintas dimensiones que conforman la personalidad moral de sus alumnos. “En términos generales, la calidad de la enseñanza depende tanto (si no mas) de la formación continua del profesorado como de la formación inicial” Delors, J. (1996). Debe lograrse que todo el personal docente haya cursado estudios superiores y que la educación se estructure en torno a los cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser como bien lo menciona Delors, J. (1996). Considero importante que se le preste más atención a la contratación y al perfeccionamiento del profesorado de formación
pedagógica para que a la larga pueda contribuir a la renovación de las prácticas educativas. Debe existir un control sobre el personal, me refiero a inspeccionar su rendimiento pero también mantener diálogos sobre la evolución de conocimientos, métodos y fuentes de información, es indispensable una evaluación
concreta,
coherente
y
regular
de
los
alumnos
y
el
papel que presentan los docentes en los resultados que obtengan, para así, poder reflexionar su desempeño y de alguna manera premiar a los buenos docentes. Para que los buenos profesores no abandonen la profesión hay que ofrecerles condiciones de trabajo satisfactorias y sueldos comparables a otros de igual formación, ventajas especiales a los que trabajan en zonas remotas. Un ejemplo de que disminuya la calidad del docente es que, cada vez más los alumnos llegan a la escuela con más dificultades sociales o familiares que imponen nuevas tareas, a las cuales muchas veces no pueden responder pues no están preparados Delors, J. (1996), se llega a pedir a la lo que la familia ya no está en condiciones de dar, contención afectiva, y
son
orientación exigencias
a
ético las
moral,
que
un
orientación docente
no
vocacional, siempre
está
preparado Tedesco, J. C. y Emilio T. F. (2002) . El trabajo de los maestros y maestras
está
complejidad
que
sujeto en
a otras
mas etapas
demandas históricas,
y
de
demandas
mayor que
a menudo son contradictorias entre si y que van que cambiando con rapidez, pero como bien dice Hargreaves, A. (2005) “Se pueden vivir cambios como problema o como una posibilidad para mejorar” Cuanto más graves son los obstáculos que debe superar el alumno, más se le exige al maestro.
La
renovación
de
los
programas
escolares
es
un
proceso
permanente al que hay que asociar al personal docente en las etapas
de
concepción
y
ejecución,
pues
nuevos
medios
de
enseñanza idóneos pueden contribuir a que el personal docente cuya
información
es
incompleta
como
por
ejemplo
el
uso
de las tecnologías, pueda mejorar al mismo tiempo su competencia pedagógica y el nivel de sus propios conocimientos. Puedo concluir diciendo que la base de una buena educación depende en gran parte de la calidad del docente, pues como ya lo mencioné en un aprendizajes
a
inicio es el encargado de brindar los saberes y los
alumnos,
quiénes
son
el
presente
y
el
futuro del país. Es por eso que el sistema educativo debe contar con personal eficiente en cada una de las escuelas del país y del mundo, empezando con una buena contratación de docentes realmente preparados ante situaciones a las que se pueda enfrentar.
Bibliografía Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. México. UNESCO: Siglo XXI. (pp. 9-27), (pp. 155-171). Hargreaves, A. (2005). Profesorado, cultura y posmodernidad. Cambian los tiempos, cambia el profesorado. Quinta edición, España: Morata. Tedesco, J. C. y Emilio T. F. (2002). Nuevos tiempos y nuevos docentes. En: Conferencia Regional El Desempeño de los Maestros en América Latina y el Caribe: Nuevas Prioridades. Brasil: UNESCO. Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. México. UNESCO: Siglo XXI. (pp. 90-103).