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Retrógrada

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A different day

A different day

Generar una moda responsable desde casa

Desde hace años, gente relacionada al mundo de la moda, desde influencers, diseñadores, periodistas, y aficionados, nos han dicho la famosa frase “el vestuario es la segunda industria más contaminante del mundo”. Lo cual no es 100% cierto ya que no existe ninguna investigación concreta y fidedigna que lo avale, pero aún así es divulgado por distintos medios de comunicación verificados y populares.

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Pero no está muy lejos de la realidad, es cierto que la moda es bastante perjudicial para el planeta: según un informe de Boston Consulting Group y Global Fashion Agenda publicado el año pasado, se prevé que la industria de la moda aumentará sus emisiones anuales de residuos y energía en un 60%, mientras que su consumo de agua aumentará en un 50% para 2030.

Para mí el principal culpable de esto -y de todo lo que ha enfrentado la naturaleza en todos estos años-, es el ser humano; que gracias a su vanidad y ambición, no piensa más allá de si mismo, aún cuando el cuidado al medioambiente le beneficia gran parte a él. Nos permite seguir viviendo.

Es cierto que en estos últimos 20 años el movimiento ambientalista a crecido con gran fuerza, buscando ayudar al planeta en todos los ámbitos posibles, como la alimentación, el reciclaje, el transporte, y claramente, el vestuario; este último parece ser el más difícil y el cual la gente está más reacia a dejar, puesto que el fast fashion, se caracteriza por ser económico y de fácil acceso para todo grupo socioeconómico, pero es este quien nos afecta más, no solo a nivel medioambiental, sino éticamente también, puesto que es de las industrias más mal pagadas y en que peores condiciones trata a sus trabajadores, casi como esclavitud.

Entonces, ¿cómo dejamos de lado el fast fashion, y ayudamos a nuestro planeta? Pues varios medios se han encargado de educarnos sobre cómo hacer del slow fashion -su termino contrario-, parte de nuestras vidas, y la verdad es que es bastante fácil, y la transición puede no costarte. Primero que todo, sus beneficios son altísimos, tanto para tí como para todo el mundo. Comprar y consumir prendas de segunda mano y que son estrictamente necesarias, ayudará a tu bolsillo completamente, ya que son prendas baratas y en excelente estado la mayoría, puedes conseguir jeans o chaquetas con años de antigüedad y que siguen como nuevas. En muchos lugares se acepta trueque de prendas, o sea, llevas una cierta cantidad de prendas tuyas que ya no necesites y te las intercambiar con otras prendas con similar valor o calidad. También puedes vender o donar la ropa que ya no utilizas y ayudar a gente que quizás si lo necesite, o que desea tener alguna prenda tuya, pero que ya no está disponible en el mercado.

Lo cierto es que como éstas, hay muchísimas más opciones para poder contribuir a este nuevo cambio de la sociedad y del planeta. Aún hay mucho camino por recorrer, y es nuestro deber educar a la gente para poder generar conciencia y dejemos de ser nuestros propios enemigos, que nos ayudemos en un problema que nos hemos creado nosotros mismos.

---Demi Adriazola

In Her Eye

Fotógrafo: Arsenii Gerasymenko

Makeup Artist: Nastia Kryvoruchko

Modelo: Alice Momot

Skin: *MAC COSMETICS Face & Body Foundation. *DANIEL SANDLER Watercolour Liquid Blush in ‘Flush’. *ANASTASIA BEVERLY HILLS Clear Brow Gel. Green cosmetic glitter. *THE BALM Meet Matt(e) Hughes in ‘Sentimental’ *NYX Face and Body Glitter in ‘Crystal’.

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