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Combatir la corrupción desde políticas públicas de perspectiva de género: Colombina Schaeffer
La lucha anticorrupción debe pensarse también con perspectiva de género, opina experta
Adrián Flores
En la presentación del documento “Mujeres Anticorrupción: Pautas para diseñar e implementar políticas y programas Anticorrupción con perspectiva de género y grupos feministas”, elaborado por la asociación Mexiro, la socióloga y doctora en Gobierno y Relaciones Internacionales, Colombina Schaeffer, opinó que para poder lograr mejores políticas públicas al respecto, primero es necesario desconcentrar el poder y la clase política del hombre.
“A pesar que ha habido un auge de muchísimas organizaciones que han intentando usar la tecnología, la formación y otras herramientas para luchar contra la corrupción, eso no siempre ha impactado en el tema más de fondo que creo que es el que nos interesa a todas y a todos, que es la concentración del poder en la sociedad, y que este no se distribuye y que, por lo mismo, ninguna democracia es realmente posible porque a la hora de tomar decisiones siempre son las mismas personas las que las siguen tomando”, dijo Colombina Schaeffer, que también
Primero se debe descentralizar la toma de decisiones de ciertos grupos que tienen acceso al poder es miembro de la fundación internacional Ciudadanía Inteligente, donde se estudian tópicos relacionados a la participación ciudadana y la generación de políticas públicas con perspectiva de género.
La experta manifestó que no es suficiente solamente legislar en materia anticorrupción, sino que se debe hacer desde la perspectiva de género para ver cuáles son los problemas estructurales de fondo detrás de la concentración del poder y de la corrupción. Por tanto, la capacitación y educación con perspectiva de género también es un tema en el que se debe trabajar.
Colombina Schaeffer expuso que incluir la perspectiva de género en discusiones y luchas como la de anticorrupción tiene que ver no sólo con eso, sino que también “tiene que ver con incorporar la diversidad de la sociedad a todas las políticas públicas y a todos los enfoques que se hacen para, en este caso, luchar contra la corrupción, pero, por ejemplo, si uno quiere hacer profundización democrática y no genera herramientas o instancias que tomen en cuenta en la diversidad, que pueden ser desde el punto de vista de género, de etnia, de raza, socioeconómica, es muy probable que las instituciones públicas sigan replicando las mismas desigualdades y, por lo mismo, el proceso termine frustrado” y no se avance en materia de inclusión, ya que la concentración de poder y las tomas de decisiones seguirán dentro del mismo círculo.
Desde su punto de vista, las autoridades y las instituciones deben tomar en cuenta la perspectiva de género y las propuestas feministas también para generar alternativas que ayuden a ver primero los problemas estructurales de las instituciones y luego poder ir atacando la corrupción ya con eso detectado.
DE imágEnEs y tExtos El país donde nadie pierde
Eric AzocAr
No sé qué término utilizar estimado lector, aún no se sí es absurdo, de risa, simpático, de pena ajena, terquedad, o simplemente es ser mexicanos y punto. Desde pequeños nos enseñan que lo importante no es ganar sino competir, pero, creo que en definitiva no aplica en nosotros; lo importante es ganar, ya lo dijo Vince Lombardi aquel legendario entrenador en jefe de los Green Bay Packers; nada más que acá en la tierra de la raza de bronce, tergiversamos la idea y la llevamos a otra dimensión, la dimensión desconocida, bueno no, la absurda dimensión. El martes por la mañana escuche a Marko Cortés dirigente nacional del Partido Acción Nacional en una entrevista radiofónica, un claro ejemplo de cómo un mexicano no acepta la derrota, por mínima que esta sea; le preguntaron directamente por el recuento de los daños al no obtener triunfos en alianza con el partido del sol azteca y los tricolores, quedando limitados a mantener Querétaro y Chihuahua y perder Baja California Sur y Nayarit. Don Marko se defendió hasta con las uñas y argumentó que no es una derrota porque lograron, o mejor dicho logramos que en la Cámara de diputados Morena quedara con mayoría simple y no calificada, lo cual, dicho sea de paso, presumía poner en riesgo la soberanía nacional; además cacareó el éxito en las alcaldías de la Ciudad de México, donde por primera vez desde 1998 la izquierda no arrasa en esa entidad. Y está bien estimado lector, él piensa positivo o ve el vaso medio lleno, pero eso no lo exime de aceptar la derrota donde así pasó.
Pero le digo que así somos, cuando la Selección Nacional pierde, los aficionados al balompié siempre se expresan con un “por poco y ganamos, no era penal, nada más fue un gol”, etc., o que tal, ahora que es temporada de Fórmula 1, el Checo no gana (hasta el domingo pasado) porque lo discriminan por ser mexicano, su monoplaza no tiene las mismas características que las de su coequipero, está chaparrito y no alcanza los pedales, en fin, una serie de justificaciones que demuestran que aun en los deportes la afición no acepta la derrota; o qué tal cuando nosotros en su momento, o algunos de nuestros familiares (léase hijos o sobrinos) no pasan un examen de admisión para alguna institución de educación, el comentario siempre irá en torno a “no se quedó porque le dan preferencia a los hijos de los trabajadores de la institución, no le dieron la guía que era, no le explicaron cómo llenar la hoja del examen” y así una serie de pretextos que nos colocan o los colocan como las víctimas.
Pues ese mal nacional queda más que expuesto con los políticos mexicanos, todos sin excepción, los verdes, los tricolores, los azules, los morenos, los naranjas, todos, absolutamente todos carecen de madurez para aceptar una derrota.
Le decía, no sólo Marko Cortés cojea de esa pata, qué me dice de don Andrés, está feliz, feliz por los resultados en la Cámara Baja, y está seguro que se puede aliar con el tricolor para obtener esa mayoría calificada tan ansiada por él y así poder echar a andar su cuarta transformación o su transformación de cuarta; se quiere aliar con la mafia del poder (como él los etiqueta), con sus acérrimos rivales, sin escrúpulos claro está, con tal de sacar avante su proyecto de nación; pero qué pasa cuando tiene que hablar de los platos rotos en la capirucha del país, la culpa la tienen los medios, los malos de su película que quieren acabar con él y sus ideales, gracias a los medios su partido perdió muchas alcaldías en la ciudad más contaminada del hemisferio norte; qué le cuesta aceptar su derrota, como al resto de los partidos políticos que de una u otra manera perdieron posiciones y ganaron por otro flanco.
Qué le digo, en las escuelas y en los hogares deberíamos trabajar más este tema del asumir y aceptar las derrotas, porque sabe qué estimado lector, de ellas aprendemos más que de los triunfos, en fin, somos un país donde nadie pierde, de hecho el domingo después de las 18:00 horas todos las candidatas y candidatos a las gubernaturas en disputa salieron en automático a proclamarse vencedores de la contienda, así es la personalidad del mexicano.
Y además de celebrar y reconocer el trabajo del INE, a su consejero presidente y a la ciudadanía como tal, porque somos todos los mexicanos los que organizamos y participamos en esta justa democrática, es de reconocer y observar el triunfo de las mujeres en estas elecciones, para que las feministas radicales entiendan que con violencia no llega la conquista de los ideales; hoy tenemos seis mujeres bien empoderadas (en el buen sentido, no se vaya a malinterpretar el término) que se harán cargo de Campeche, Guerrero, Tlaxcala, Colima, Baja California y Chihuahua, además de las actuales mandatarias de Ciudad de México y Sonora. Mire, independientemente del partido en el que militan y con los apellidos que de pronto causan inquietud, sin duda es un triunfo en la equidad de género y eso estimado lector, eso debemos celebrarlo.
Al parecer o por lo menos no por el momento seremos testigos de una cuarta transformación porque no están las condiciones dadas en el Congreso, la Ciudad de México en el mundo de los memes ya es comparada con Berlín y el resto de la República Mexicana sigue, al parecer con el mismo rostro, inseguridad, pobreza, desempleo, una educación pública deficiente, sindicalismo y todos esos males que nos corren la médula desde el inicio de los tiempos modernos y que seguimos esperando el verdadero personaje que logre cambiar el panorama, no pudo el PRI, tampoco el PAN menos Morena, a ver si para el 24 salta al ring un verdadero gallo que saque adelante al cuerno de la abundancia.