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Claudia rodríguez loera

Pide Martín Orozco que el Gobierno Federal no use sus programas sociales de manera electoral

Adrián Flores

Este 23 de marzo las gobernadoras, gobernadores y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, firmaron el Acuerdo Nacional por la Democracia, con el que todas y todos se comprometieron a no interferir o afectar los próximos procesos electorales que, según el Instituto Nacional Electoral (INE), que no asistió al evento protocolario de conformidad con el acuerdo, serán las más grandes de la historia.

Como miembro de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago) el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, señaló que espera que este acuerdo se respete también desde la administración Federal, pues, criticó, algunos de sus programas sociales y de apoyo económico se han prestado para interpretaciones sobre que tienen un fin electoral.

“Participar en una elección no significa estar llevando programas sociales con una intención de generar votos, o bien, de prohibir publicitar obra pública. No. La verdad hasta que con el puro mensaje, las puras palabras y el contacto con los medios de comunicación donde dices que estás haciendo tu chamba, pues también estás generando cierta expectativa electoral”, manifestó el gobernador panista.

Orozco Sandoval admitió que todos deben de acatar a las legislaciones que ya existen entorno a las elecciones y espera que este Acuerdo por la Democracia no se quede sólo en las gobernadoras, los gobernadores y el presidente de México, sino que también se amplíe a las alcaldesas y los alcaldes, así como al “Gobierno Federal con todos sus programas sociales, también”.

Aunque con críticas por falta de amplitud, la mayoría de las y los gobernantes de las entidades federativas del país se mostraron a favor de esta firma, lo cual nunca se había hecho pues ya existen leyes y reglas que se tienen que seguir en todas las elecciones, el acuerdo fue firmado y presumido por el presidente López Obrador, así como por otros actores políticos, previo a las próximas votaciones del 6 de junio.

Programas federales como Sembrando Vida, se prestan a interpretaciones sobre un fin electoral | Foto Gobierno de México

Tres días antes del 6 de junio, partidos pueden hacer cambio de jugada con candidaturas

ClAudiA rodríguez loerA

Respecto a la nueva intención del exgobernador Luis Armando Reynoso Femat de contender en este proceso electoral por la alcaldía de Aguascalientes, a pesar de que expresó que no iba a hacerlos por “no ser su momento”, aún es factible a pesar de que Fuerza por México registró ya una candidata, explicó el presidente consejero del Instituto Estatal Electoral, Luis Fernando Landeros Ortiz.

Si bien hasta el día de ayer Reynoso Femat no aparecía en los registros del Consejo Municipal de Aguascalientes como registrado, pues el Partido Fuerza por México presentó para tal efecto a una ciudadana, y los expedientes se encuentran en estos momentos en revisión, tanto de ella como de todos los candidatos que fueron presentados y a quienes se les hicieron ciertos requerimientos de documentos faltantes, los cuales inclusive una vez solventados, es posible que el partido pueda presentar a registro a otra persona; es ahí donde el organismo político puede hacer un cambio de candidato y presentar al exgobernador expanista.

“De que se puede se puede, incluso, registrado el candidato, ya después de que pase el 31 de marzo hay la posibilidad todavía de que se puedan sustituir candidatos; pero ya no de manera libre, tiene que haber una justificación”, detalló el funcionario del IEE.

Los casos por lo que puede haber un cambio de jugada en los partidos políticos, no sólo en el caso de Fuerza por México es, por ejemplo, ante la renuncia voluntaria del titular de la candidatura, que es el más común para que se dé un cambio, o bien por fallecimiento que también se ha dado, también por la suspensión de los derechos político-electorales, “o sea que de repente un juez nos notifique que nos acaban de sentenciar a un candidato y como pena adicional a la privación de su libertad pues se le suspenden sus derechos”, apuntó el consejero presidente.

Inclusive, subrayó, existe la posibilidad para que hasta tres días antes de la jornada electoral se puedan sustituir candidatos, pero no de manera libre, sino que sea plenamente justificado; a pesar de los inconvenientes que provoca que el nuevo aspirante no aparezca en la boleta electoral.

En este caso, el proceso de registros de candidatos aún no concluye debido a la extensión del plazo que aprobó el Consejo General del IEE a fin de que se cumpliera la última sentencia de la Sala Regional Monterrey, por lo que esta semana aún es periodo de registros y después sólo a través de una justificación válida dentro de la ley electoral

“Pero en estos momentos ni siquiera sé todavía si ya presentaron el expediente del ingeniero, está como en stand by”, destacó.

ARTÍCULO 155 de la Ley Electoral del Estado de Aguascalientes.- Los partidos políticos, coaliciones y candidaturas comunes podrán sustituir a los candidatos registrados de acuerdo con las disposiciones siguientes:

I. Solicitarlo por escrito ante el Consejo o consejos distritales o municipales correspondientes;

II. Podrán sustituirlos libremente dentro del plazo a que se refiere el artículo 144 de este

Código;

III. Vencido el plazo a que se refiere el artículo 144 sólo podrán sustituirlo por fallecimiento, inhabilitación, incapacidad, expulsión del partido que lo postula, renuncia o ubicarse en alguno de los supuestos establecidos en el artículo 10 de este Código; en caso de renuncia no podrá sustituirlos cuando la renuncia se presente dentro de los quince días anteriores al de la elección. Para la corrección o sustitución de boletas electorales se estará a lo dispuesto por la LGIPE y este Código, y

IV. En los casos que la renuncia o negativa del candidato fuere notificada por el mismo

Consejo, éste lo hará del conocimiento del partido político o coalición de que se trate a efecto de que proceda a sustituirlo.

Luis Fernando Landeros | Foto Cristian de Lira

bAjo prEsión Reconocimiento

EdilbErto Aldán

En materia electoral, una encuesta seria, con metodología sólida, jamás es una predicción, es la fotografía de una intención, ni siquiera de un acto, los estudios de ese tipo recogen lo que el posible votante cree que puede hacer el día de la elección, esa promesa, porque en la intimidad de la casilla, con la boleta en la mano, nadie puede obligar al elector a cruzar lo que en ese momento se le dé la real y personalísima gana.

Con la brújula perdida, en la mayoría de los casos, los partidos políticos han dejado a un lado los métodos democráticos para seleccionar a sus candidatos, con un desdén reprobable hacia su militancia, en vez de confiar en un proceso organizado para la selección de quienes los van a representar, optan cada vez con mayor frecuencia en las encuestas, para así saber el nivel de reconocimiento que los aspirantes tienen.

El nivel de reconocimiento que miden esos estudios no considera la afinidad ideológica de los aspirantes con el partido que lo va a postular, centran la atención en otras características, cualidades que convierten a las personas en un producto vendible.

Para saber el nivel de reconocimiento que tiene un aspirante se pregunta cuál es la opinión del encuestado sobre un grupo de personas, si lo cree honesto, qué piensa de su experiencia, si lo considera trabajador o que cumple sus promesas. A partir de los resultados, el partido político elige a sus candidatos; muy pocas veces se considera si la opinión que se tiene de los elegidos es buena o mala, todo se concentra en que sea reconocido.

El daño que se hace a los candidatos que surgen a partir de esos métodos es mayúsculo, se le exime de la responsabilidad de representar al partido, se le deslinda de la obligación de presentarse ante los posibles votantes, pues ya lo conocen, se anula la exigencia de un conjunto de ideas que lo represente y de presentar un grupo de acciones a cumplir.

Tan vacío está un candidato que es seleccionado por su nivel de reconocimiento como aquellos aspirantes que son elegidos por su fama, ambos casos son simples odres, la piel de algún animal, cosida, pegada y preparada para guardar o contener aquello que convenza al electorado, sacos de promesas.

En sus Carnets, Albert Camus escribió que “Para que un pensamiento cambie el mundo, primero debe cambiar la vida de su autor. Debe convertirse en ejemplo”, a los candidatos que se les elige por su nivel de reconocimiento se les anula la obligación de representar una idea, sólo tienen que actuar de manera que sume afectos.

El resultado de esta elección transforma a los candidatos en máquinas de simpatía y de promesas, antes que explicarse ante el electorado, actúan el papel con que obtengan más aplausos, se comportan con la mirada puesta en los sondeos que califican las afinidades que despiertan, las emociones que despierta; de manera inevitable se lleva el conteo de los gestos antes que el de las propuestas.

Obligados a agradar, los candidatos se desbordan en promesas que no pueden cumplir desde los encargos para los que se postulan, opinan sobre cualquier tema no como resultado de sus juicios o conceptos, sino de aquello que satisfaga a los interlocutores, pues saben que de ser elegidos no tienen que cumplir.

Sometidos al nivel de reconocimiento, los candidatos no se sienten obligados a actuar.

Coda. También de los Carnets de Camus: “¿Quién dará testimonio a nuestro favor? Nuestras obras, ¡desgraciadamente! ¿Quién, si no? Nadie, nadie salvo aquellos de nuestros amigos que nos vieron en ese instante del don en que nuestro corazón se entregaba por completo al otro. Los que nos aman, pues”.

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