7 días por el campo
Sergio Persoglia spersoglia@clarin.com
Sobre insumos, puertos y alquileres ¿Hay que pasar el invierno? No
todas son malas noticias para los productores. Entre las buenas está la sensible baja que viene registrando desde febrero el herbicida más usado en el país: el glifosato. El glifo común pasó de 3,50 dólares por litro en aquel mes a unos 2,80 por estos días. Es decir, bajó un 25%. En proporciones similares bajaron los glifosatos premium, que tienen más porcentaje de sales y mayor contenido de principio activo. Así como este descenso es una buena nueva para los productores, no lo es para las empresas que lo venden. Hay que tener en cuenta que el glifosato explica casi la mitad de las ventas de agroquímicos en la Argentina. “A esto se suma un contexto en el que la tendencia es usar menos tecnología, cosa que pasa siempre cuando se registra una baja en el precio de los granos”, se lamentó ante Clarín Rural un alto ejecutivo de una importante empresa internacional de agroquímicos con presencia en el país. El hombre contó que los productores están pidiendo hoy mucha financiación en pesos y prefieren no entregar los granos o entregarlos pero no fijarles precio, a la espera de una modificación del tipo de cambio. Es que -según explicó- más de
la mitad de las ventas se están concretando a través de tarjetas agropecuarias, cuyos convenios entre los bancos emisores y las empresas de insumos permiten a los clientes financiarse a tasa cero por hasta 120 días. “Eso también le pega a las empreas, que son las que subsidian esa tasa”, explicó el ejecutivo. Y así -según definió- “se enfría la calle”. Rosario, los contenedores y Vicentín.
Vicentín es una de las principales empresas agroindustriales del país. Con fuerte peso en la industrialización de soja, la compañía está en el podio de las nacionales dentro de la actividad, lugar que comparte con AGD y Molinos, en un negocio dominado por las grandes compañías internacionales. Tras acumular años de experiencia en la operación de sus puertos sobre el Paraná, se hizo cargo de
la Terminal Puerto Rosario, que mueve granos pero también cargas de otra índole. En ese negocio, los de Vicentín lograron, hace pocas semanas, que desembarcara en Rosario una de las dos principales compañías navieras del mundo, Hamburg Sud, con la que estiman que lograrán incrementar en un 50% la cantidad de contenedores que mueve al año. La terminal opera desde 2008 con la Mediterranean Shipping Company, otra de las navieras líderes a nivel mundial. Para Gustavo Nardelli, director de Vicentín, la llegada de la empresa alemana es un verdadero hito en la historia de los puertos rosarinos. Gustavo Nardelli. Director de Vicentín.
Malabarismos con los alquileres. Ante los
problemas de rentabilidad que se han venido agravando en la producción agrícola en los últimos años, particularmente en el actual, un factor central en la viabilidad del negocio son los alquileres. Por eso, resulta interesante seguir de cerca qué pasa con sus valores, sobre todo en la pampa húmeda,
donde se concentra la mayor parte de la cosecha. Allí, Juan José Madero, director de división campos de la inmobiliaria L.J.Ramos, afirma que quienes se animan a alquilar en quintales fijos están ofreciendo 30% menos que el año pasado. “Eso, si se trata de campos de muy buena calidad”, detalla el especialista. Madero dice que claramente hay una tendencia a la baja en los valores y que en los campos más flojos se imponen los acuerdos a porcentaje. Además, manifestó que viene creciendo una modalidad de acuerdo que se difundió inicialmente en el norte del país, que consiste en que el inquilino que corre el riesgo productivo primero recupera los costos de sembrar y luego, si queda rentabilidad, reparte con el dueño del campo en el porcentaje que se haya acordado. “Esto está pasando en los campos de rindes más inciertos, por ejemplo en los de la pampa húmeda que tienen suelos Clase 3”, especificó. De todas formas, el ejecutivo aclaró que las negociaciones “recién están empezando”, porque la época histórica de cierre de arrendamientos, que era febrero-marzo, ahora se extiende hasta agosto, porque muchos, lamentablemente, “están pasando de largo” la siembra de cultivos de invierno. t