2016 09 15 (historia del ademar) by LNCleon

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La Nueva Crónica

LEÓN. Miércoles 14 de septiembre de 2016. Número: 1013

DIARIO LEONÉS DE INFORMACIÓN GENERAL

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Miércoles 14.09.2016 LA NUEVA CRÓNICA

ADEMAR 60 AÑOS

JUAN CARLOS ESCOTET RODRÍGUEZ, VICEPRESIDENTE DE ABANCA

La temporada de la ilusión

rranca un nuevo curso para el ABANCA Ademar y ya son 23 las temporadas que contamos con un equipo en la máxima categoría del balonmano español. Una gesta para un conjunto modesto como el nuestro en un mundo, el del deporte, tan competitivo. Un privilegio del que disfrutamos en León y que sólo es posible gracias a la perfecta comunión entre equipo, afición y patrocinadores. Es tiempo de hacer balance y recordar los buenos momentos que hemos vivido en este año que acabamos de cerrar, uno de los mejores desde el nacimiento del club hace ahora 60 años. Una temporada que nos dejó un buen sabor de boca gracias a, entre otras cosas, una meritoria tercera posición que nos vuelve a dar billete para Europa y dos semifinales en la Copa del Rey y la Copa Asobal. Pero también estos primeros días del ejercicio son el momento oportuno para soñar la temporada que tenemos por delante. Firmemente creo

que este equipo todavía no ha tocado techo y nos guarda muchas alegrías para esta campaña. Estoy seguro de que podemos aspirar a mejorar la clasificación en la liga regular, a completar una buena participación en la competición europea y, por

No me cabe duda de que León seguirá siendo una de las ciudades referencia del balonmano en España

qué no, a disputar finales. Pero para ello seguirá siendo necesario el trabajo de todos y el respaldo masivo de una afición ilusionada en las gradas del Palacio Municipal de los Deportes de León. ABANCA será un orgulloso compañero de viaje un año más en una relación que, más allá del patrocinio, ya es una visión conjunta del deporte y de los valores que lo rodean. No me cabe duda de que León seguirá siendo una de las ciudades referencia del balonmano en España y de que este equipo nos conducirá a grandes éxitos, ya no sólo en el futuro, sino con total seguridad esta misma temporada. Y que conste que lo digo con toda la humildad del mundo, sólo observando al grupo talentoso y con proyección que configura la plantilla. Unos profesionales experimentados que este verano han participado en los Juegos Olímpicos de Río o han ganado el Campeonato europeo júnior. Desde ABANCA deseamos a toda la familia ademarista un año de grandes éxitos.

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ADEMAR 60 AÑOS

JUAN MARTÍNEZ MAJO, PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN DE LEÓN

Ademar, embajador de León

e cumplen 60 años desde balonmano. Representa los valores de perseverancia, de trabajo, de huque un grupo de exalummildad que identifica esta provinnos, alentados por la figucia. ra del Hermano Tomás, dePrecisamente, la divulgación de cidiese dar un paso más y crear un estos valores es lo que hemos resclub deportivo más allá de la base paldado siempre desde la Diputaen el colegio Maristas. ción, por lo que representa para Esas seis décadas han permitido León y los leoneses y porque se ha el desarrollo del club deportivo más convertido en uno de los mejores laureado de la provincia, que ha embajadores de la provincia. puesto el nombre de la provincia de Ademar es sinónimo de esfuerzo, León en el mapa nacional e interde constancia, de superación, de crenacional del deporte de élite. León, gracias al Ademar, ha sido campeón de balonmano para los leoneses. Nos ha consegui- er en uno mismo y eso es, precisamente, el meliga en la temporada 2000/2001, dos veces cam- do emocionar con sus triunfos, de los que nos ha jor legado que se puede transmitir a los más jóvepeón de la Recopa en las temporadas 1998/99 y hecho partícipes, y ha logrado que todos los leones. Ademar es, además, un ejemplo de cantera, 2004/05 y otras dos veces también campeón de neses nos sintamos orgullosos, nos guste o no el de formación, de crecimiento deportivo y humano, algo que no es común en el dela Copa Asobal (1998/99 y 2008/09) porte y por el que el Ademar es coy a punto estuvo de convertir en nocido y reconocido. realidad un sueño de disputar la FiQuiero hacer mío parte del connal Four en aquella recordada eli- Es sinónimo de esfuerzo, de constancia, de tenido de su himno. El Ademar es minatoria ante el Füchse Berlín. superación, de creer en uno mismo y eso es el mejor «sentimiento de amor por esta TiePero el Ademar, aunque sea un rra». Ale León. tópico, es algo más que un club de legado que se puede transmitir a los más jóvenes

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ADEMAR 60 AÑOS

ANTONIO SILVÁN RODRÍGUEZ, ALCALDE DE LEÓN

León está orgullosa de ser la casa del Ademar Quiero manifestar mi gratitud al Ademar por llevar el nombre de esta ciudad a lo más alto, y sobre todo reconocer el empuje de la afición, de los miles de leoneses

l balonmano en León tiene nombre propio y una gran afición. Es el Ademar, hoy Abanca Ademar, que a lo largo de sus sesenta años de historia ha cosechado importantes títulos nacionales y europeos, llevando el nombre de la ciudad que le vio nacer a lo más alto del deporte. En su palmarés están, entre otros mucho, ser campeón de la Liga y Copa Asobal y de la Copa del Rey, además de dos títulos de campeón en la Recopa de Europa. El Ademar es la historia viva del deporte leonés y su trayectoria es merecedora de elogio. De aquellos partidos de balonmano que se disputaban en la Plaza Mayor, de aquel primer equipo que nació allá por 1956 por el afán de los primeros ‘ademaristas’, ex alumnos del Colegio Maristas; del empeño de una figura ya leyenda del balonmano, el Padre Tomás Higarza; de aquellos partidos y entrenamientos en el patio del Colegio de los Maristas… a estar en la elite del balonmano nacional e internacional. Y todo ello aderezado con el tesón de jugadores, entrenadores y seguidores. Recordar la historia del Ademar me traslada a mis años de colegial en mi condición de exalumno de los Maristas, cuando el Ademar se iba forjando como equipo. Hoy muchos nombres de su cantera tienen su estrella en competiciones nacionales e internacionales. La cancha del este equipo, leonés y de León, ha traspasado el patio de los Maristas y del Pabellón Polideportivo. El Ayuntamiento de León siempre ha apostado por el deporte en todas sus facetas, sabedor de que el balonmano tiene un protagonismo especial en la ciudad. El Ademar tiene que saber que León es su casa y que León está orgullosa de serlo. Como alcalde de León, y como leonés, quiero manifestar mi gratitud al Ademar por llevar el nombre de esta ciudad a lo más alto, y sobre todo reconocer el empuje de la afición, de los miles de leoneses que siempre apoyan a su equipo y llenan la cancha, una de la aficiones más importante del balonmano. El Ademar cumple 60 años y hoy juega en casa el primer partido con el Naturhouse de la Rioja. Invito a León a entonar el himno del Ademar y me quedo con una estrofa: «Afición de un campeón, equipo de nuestra tierra, pasión de nuestro corazón, clamor de la afición de todo León».

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CAYETANO FRANCO JUAN, PRESIDENTE DEL ABANCA ADEMAR LEÓN

l año 2016 marca un hito importante en la historia de este club, y así lo ha entendido también uno de nuestros diarios, La Nueva Crónica, al ofrecer a todos sus lectores este magnífico coleccionable para celebrar que este año se cumplen 60 años desde su fundación. Estos 60 años no han sido fáciles. Temporada tras temporada no sólo se ha tenido que competir en la cancha sino también en los despachos, y en especial esta ultima década donde las 3 Juntas Directivas que han dirigido el club han tenido que batallar con el presupuesto, siempre muy ajustado y difícil de cuadrar. No obstante, en la mente de los aficionados solo deben de perdurar los logros y los éxitos deportivos, que no han sido pocos. Destacar la Recopa de Europa conseguida en el 2005 y la Copa ASOBAL del 2009, sin olvidar la participación casi continuada en competición europea. Solo un año de estos últimos 10 no ha logrado clasificarse. El Ademar, hoy ABANCA Ademar León, goza de una afición inmejorable, tanto en número de socios como en asistencia de aficionados al pabellón, siendo, año tras año, el equipo con mayor número de asistentes a los partidos. Y hoy también es el Club con mayor número de seguidores en las redes sociales de cuantos hay en España y uno de los mayores en toda Europa. La Nueva Crónica no ha querido dejar pasar esta efemérides y ha dado continuidad a su último co-

60 años de Ademar leccionable, que había recogido la historia del Club hasta el 2005, y que tan buena acogida tuvo en su momento. Por ello, con estos últimos 10 años, y con la inestimable colaboración de ABANCA, todos los aficionados al deporte en general y al balonmano

Nuestro Ademar indudablemente representa también un pedacito de la historia de nuestra ciudad en especial pueden tener en su casa la historia completa de nuestro Ademar que, indudablemente, representa también un pedacito de la historia de nuestra ciudad. Gracias a la La Nueva Crónica, a ABANCA y a todos aquellos que, de una manera u otra, han hecho posible que este magnífico trabajo este a disposi-

ción de todos nuestros aficionados. Nuestro club cumple 60 años de trayectoria, una trayectoria jalonada de esfuerzos, sinsabores y luchas, paro también de alegrías, triunfos y satisfacciones. Satisfacción podemos sentir de la temporada que termina, con nuestro equipo en lo alto de la clasificación de la Liga, disputando las finales de las competiciones nacionales más importantes, como la copa ASOBAL y la Copa del Rey, y volviendo a jugar en Europa la próxima temporada. También los equipos de base nos han dado varias alegrías, ganando innumerables torneos, consiguiendo títulos territoriales. Gracias en buena parte a la cantera, nuestro club mantiene un primer equipo competitivo, cohesionado y con una filosofía aprendida desde la base. El ¡Ademar a luchar! es más que un grito de guerra, es una máxima grabada en el interior de cada uno de nuestros jugadores. Satisfacción debe suponer también que nuestra afición fuera elegida, por votación popular y por un grupo de periodistas y especialistas de balonmano, como la mejor de España. Ya lo sabíamos, pero viene bien que alguien te lo reconozca, y eso hicieron en la web especializada en balonmano, valonmano.com. Enhorabuena a todos los socios, aficionados y peñas, que esperamos y deseamos que en la próxima temporada sean muchos más, y nuestro Ademar sienta su apoyo para ser los mejores y ganar títulos.

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PRIMEROS PASOS. Los primeros equipos ademaristas eran producto de la afición por el deporte. En la imagen, en la plaza Mayor. / ANTONIO

Del patio del colegio a la cancha de juego Inicios. En el final de los años 50 empezó el balonmano a tener protagonismo en la ciudad de León

DAVID RUBIO

inales de la década de los cincuenta en León. El siglo XX superaba su ecuador y la ciudad superaba los duros años de la posguerra. Quedaba mucho por recuperar, muchas ilusiones por despertar, mucho trabajo por hacer. Eran poco más de 70.000 los habitantes de la capital leonesa, pues aún no había empezado el éxodo rural que acabaría marcando la historia de esta provincia. Sin embargo, ya eran muchas las familias que vivían en los más de 1.200 pueblos repartidos por toda la geografía leonesa que no querían que sus hijos se quedaran allí, que querían darles los estudios a los que sus padres no pudieron acceder y a los que, con gran esfuerzo económico por parte de toda la familia, enviaban a un internado en la capital. No sólo de los pueblos leoneses, sino también de los pueblos de algunas provincias limítrofes. Algunos de ellos entraron en los Maristas, un colegio situado en el centro de la ciudad en el que compartían estudios y juegos estos alumnos llegados de los pueblos con algunos de la familias más pudientes de la capital leonesa. Dentro de una formación religiosa, en los Maristas siempre han

tenido claro que, como dentro de cualquier tipo de formación, la práctica del deporte podía aportar mucho a sus alumnos. Mucho más que un estado físico saludable. Mucho más que disciplina y los beneficios del trabajo en equipo. Mucho más que esfuerzo, su-

Dos de los alumnos de Maristas se negaban a abandonar la práctica del balonmano buscaron la forma peración y competitividad. Por eso el deporte siempre jugó un papel fundamental, y lo sigue jugando, en los colegios de los Maristas. En el de los Maristas San José de León, que es por donde empieza esta historia, el deporte fue siempre una seña de identidad. Todos los deportes. Prácticamente sin excepción. En algunos de los casos, el deporte en cuestión era completamente desconocido por los chavales a los que les tocaba practicarlo, que no se quedaban en uno

solo sino que a lo largo de cada jornada terminaban jugando a fútbol, baloncesto... y balonmano. Hay teoría para todo, inventores para todo, pioneros para todo, pero resulta más que lógico pensar que fue el patio de los Maristas San José el lugar en el que se jugó por primera vez al balonmano en la provincia de León. Era, entonces, simplemente fútbol jugado con las manos, fútbol con sus once jugadores y sus reglas, sin sus tácticas, que poco a poco fueron conociendo los alumnos de maristas para prepararse de cara al que era uno de los principales objetivos para entrenar cada día, para superarse, la ilusión que todo el mundo necesita, y más los chavales, para esforzarse: los Campeonato Escolares. Muchas madres leonesas pasaron largas horas limpiando la carbonilla de las ropas de sus hijos. Aquel patio dejaba huella. En lo físico y en lo emocional. Aquel patio sería, años más tarde, el epicentro de un club que alcanzó la gloria deportiva nacional e internacional y que en todo este tiempo ha mantenido, en cualquier competición, en cualquier cancha, en cualquier partido, los valores de humildad, superación y lucha que fueron las claves durante sus inicios.

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Ni quiera sabían cómo se tenían que colocar. De los once colares de 1954. En un principio, dicen los que participaron se pasó a los siete jugadores. De las porterías con postes ci- de aquella expedición, se mostró reacio, aunque terminó líndricos se pasó a las porterías con postes cuadrados. Fue- cediendo y enganchándose definitivamente al mundo del ron conociendo las técnicas, las tácticas, la disposición so- deporte después de conocer de primera mano cómo se vibre el campo, las posiciones de cada jugador, los trucos... La vían aquellos campeonatos. Ciudad Universitaria de Madrid era el destino, el sueño. Allí Los equipos de Maristas eran buenos en casi todas las esse celebraban los Campeonatos Escolares cada año y hasta pecialidades y lo eran porque sus integrantes habían creciallí viajaban cada año los mejores deportistas escolares del do juntos y se habían pasado la vida con un balón entre las país. No era tiempos de especialidades. Los seleccionados lo manos. A veces no conocían del todo las reglas de un deporeran no por destacar en un solo deporte, sino por destacar te en el que, después de la competición, resultaban estar enen todos, y algunos de los que viajaron hasta allí recuerdan tre los mejores. Algunos de los componentes del que se conque protagonizaron jornadas maratonianas, en las que por sidera primer Ademar de la historia recuerdan sus dificulla mañana jugaban dos o tres partidos a dos o tres deportes tades con las normas del balonmano, que no tenían nada distintos y por la tarde otros dos partidos a otros deportes claras. «Nos dijeron: tú das tres pasos y tiras». Pero, como diferentes. habían jugado toda la vida juntos, a lo que fuera, como saEs entonces cuando aparece uno bían cuál de sus compañeros era el de los muchos personajes fundamenmás nervioso o el más tranquilo, cuál tales para la historia del que poste- Algunos integrantes de la era más lento o el más rápido, su riormente se llamaría Club Balon- primera plantilla formaron compenetración les convertía en inmano Ademar de León. Como en tovencibles. El manejo de balón que dos los colegios, y especialmente una temporada la ‘Cultu’ habían adquirido, por lo general jucomo en todos los colegios de Marisgando al baloncesto, y la fortaleza fítas, uno de los hermanos era el ensica, producto de las largas horas que cargado de la educación física de los alumnos, la persona en pasaban en el patio de su colegio, eran sus principales bazas. la que recaía la responsabilidad de mantener a los estudianNo ganaron en ninguno de los casos pero sí que cosechates en forma, enseñarles los valores del deporte y, aunque ron grandes actuaciones en los Campeonatos Escolares, y entonces prácticamente todos ellos lo desconocían, las pe- aquel gusanillo de la competición, el de medirse con alguculiares características del balonmano, que a algunos de ellos nos de los mejores del país, les impregnaría a muchos de terminarían cambiándoles la vida. En los Maristas San José, ellos el carácter para siempre. Por eso, cuando aquella genemuy probablemente desde su fundación corno colegio, el ración de bachilleres tuvo que despedirse del colegio MarisHermano Pedro había sido el encargado de la educación fí- tas San José, eran varios los alumnos del centro que no quesica, el responsable de organizar los entrenamientos, de re- rían ni dejar de practicar deporte ni dejar de hacerlo con sus ñir, arengar o aconsejar a los chavales que se iniciaban en amigos de siempre, sus compañeros de pupitre y juegos, con un deporte. los que habían crecido y con los que habían descubierto, A primeros de la década de los cincuenta, el Hermano Pe- también, el balonmano. dro tuvo que abandonar el cargo y cuando se empezó a haComo solución, lo primero fue crear un equipo de balonblar de la necesidad de sustituirlo, los chavales lo tuvieron mano integrado dentro del club de la Cultural y Deportiva claro: quisieron que fuera otro marista recién llegado, el Her- Leonesa, equipo del que formaron parte nombres que acamano Tomás, el que les acompañara a los Campeonatos Es- barían siendo históricos y que, en la mayoría de los casos,

Base.

Para el Ademar el patio del Colegio Maristas siempre fue una parte muy importante de su trayectoria. Primero porquer los fundadores se ‘criaron’ allí y luego porque con el Hermano Tomás fue su fuente.

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DESTACADOS

P edro

El hermano Pedro. Desde la creación del colegio de los Maristas San José en la capital leonesa, él había sido el encargado del deporte en este centro escolar al que acudían los hijos de algunas de la familias más pudientes de la ciudad. En la década de los cincuenta, el balonmano era sólo fútbol jugado con la mano y fue quien tuvo que enseñar las reglas.

omás

El hermano Tomás. Llegaron los Juegos escolares de 1954 y los alumnos de los Maristas prefirieron que fuera el apoda ‘Oso de Teverga’ el que les acompañara a formar parte de la competición. Aquella competición sirivió para que el hermano Tomás descubriera que su pasión era entrenar a los chavales y también para que muchos de estos chavales descubrieran su pasión por este deporte.

uegos Escolares

Edición del año 1954. Fue aquella la primera edición en la que el hermano Tomás acompañó a los chavales de maristas a la competición nacional que se celebraba cada año en la Ciudad Universitaria de Madrid, una experiencia a la que dicen que al principio fue reticente pero que terminó marcando su vida... y también la de muchos futuros alumnos de Maristas.

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un año antes habían representado al colegio Maristas San José en los ya mencionados Campeonatos Escolares. Dos de ellos fueron los que tuvieron un protagonismo especial a la hora de llevar la iniciativa en la creación de ese nuevo equipo que permitiera a muchos de sus compañeros seguir vinculados al mundo del deporte y también seguir vinculados entre ellos: Ángel González y Ángel Fernández Córdoba. El primero de ellos terminó convirtiéndose en uno de los nombres más repetidos en la historia del Ademar, pues además de formar parte de esa primera plantilla fue presidente del club en los años ochenta y noventa. El otro fue también uno de los pioneros del balonmano en León y formó parte de uno de los equipos históricos de este deporte: la OJE. Su condición de pioneros tiene aún más valor si cabe al tener en cuenta que en la ciudad de León, entonces, el único deporte que levantaba pasiones entre los leoneses era el fútbol, pues no en vano la Cultural y Deportiva Leonesa vivía en aquellos años la que el tiempo acabaría convirtiendo en la época más gloria de toda su historia. Miles de leoneses acudían cada domingo a la Puentecilla y la mayoría de ellos nunca habían escuchado hablar del balonmano. Por eso, Ángel González y Ángel Fernández Córdoba hablaron con Víctor López, un sacerdote del Colegio Leonés que fue durante medio siglo capellán del equipo de fútbol de la Cultural. Don Víctor, como le conocía todo el mundo en León, abrió a aquella generación de jugadores las puertas de la competición oficial poniendo en contacto a los dos chavales con el entonces presidente culturalista, Demetrio Villalón, que accedió a la petición y creó la sección de balonmano. Por supuesto, en aquellos años nadie se fijaba en un joven sobrino de don Víctor, llamado Julián, quien dos décadas después sería el entrenador

La Segunda División Nacional fue la primera categoría oficial en la que militó el equipo leonés del equipo del Ademar que ascendió a División de Honor. Una vez fundada la sección de balonmano dentro de la Cultural, algunos de los jugadores que compusieron aquella plantilla fueron David Belinchón, Ángel González, Eligio SanmiIlán, Fidelín, Aurelio ‘Pistolo’, Ampudia, José María Sánchez del Río, Mendoza y Córdoba. El equipo militó en Segunda División Nacional y tan sólo duró una temporada. Como tantas y tantas ocasiones ha ocurrido en esta provincia, demasiadas ocasiones, la fuerza, el impulso, la ilusión, el espíritu emprendedor, el talento y las ganas se vieron divididas y, por tanto, debilitadas. De la desaparición de la sección de balonmano de la Cultural y Deportiva Leonesa surgieron varios equipos formados por alguno de los jugadores anteriormente citados, lo que contribuyó a que hubiera más competitividad en este deporte, pero a que ninguno de los equipos tuviera la continuidad suficiente para alcanzar la elite del balonmano nacional. Lo que sí les debe la ciudad de León a estos pioneros es que consiguieran que el balonmano se tomara por primera vez en serio, ya que hasta entonces la mayoría de la sociedad leonesa no les había visto y, los que sí lo habían hecho, lo consideraban una extraña variedad del fútbol. Para cambiar la imagen de los leoneses sobre el balonmano tuvieron mucho que ver los partidos que se disputaban en la Plaza Mayor. Si el patio de los Maristas San José fue el germen, el lugar donde creció la semilla, la Plaza Mayor fue el lugar en el que se lució y creció este deporte, el mejor escaparate posible, mejor incluso que las canchas de deporte a las que sólo acudían unos pocos aficio-

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CANCHAS.

Jugar en la plaza Mayor, incluso la competición femenina, en los patios de los colegios o contar con el apoyo de entidades deportivas como la Cultural eran las fuentes en las que bebió el Ademar para dar sus primeros pasos.

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nados. De este modo, a pesar de ser un campo en cues- habían criado juntos en el patio de los Maristas San pues en la publicación se informaba de los resultata, resbaladizo, los pioneros del balonmano leonés José. Concursos relacionados con el mundo de la cul- dos deportivos protagonizados por alguna de las secjugaban partidos que permitieron a muchos leone- tura (de pintura o literatura, por lo general) y cam- ciones de la asociación o de las actividades culturases descubrir las particularidades de este deporte. peonatos deportivos (fueron muy famosos, por ejem- les y benéficas que se hubieran organizado, pero tamPara ello, transportaban en ocasiones porterías des- plo, los de ajedrez) eran algunas de las actividades bién de eventos sociales como bodas, defunciones o de los Maristas o desde algún otro centro educativo que desarrollaba esta asociación antes de que fuera enfermedades de personajes conocidos por todos los que habían pasado por los Maristas. En ‘Ecos de mi que se las prestaba para la ocasión, y como vestuario colegio’ aparecen algunas de las firmas que, con el utilizaban un establecimiento que ya por entonces paso del tiempo, se convertirían en algunos de los tenía mucha solera y que hoy ha cumplido más de En aquellos años el deporte en escritores más importantes de este país, como es el un siglo como referente de la hostelería leonesa: el esta provincia lo coordinaba el caso, por ejemplo, de Victoriano Crémer o José MaBar Benito. Allí Alfredo les dejaba cambiarse para que ría Merino. El nombre de Ademar ha pasado a la hisel balonmano fuese, poco a poco, ganando cada vez Frente de Juventudes toria como el del equipo de balonmano de León, pero más adeptos, un largo camino que ha llegado a conen aquel momento significaba muchas más cosas y vertir este deporte en uno de los favoritos de los leoneses y a la ciudad de León en una de las capitales eu- absorbida por el balonmano. A través de ‘Ecos de mi las sigue significando hoy. De hecho, se puede decir colegio’, una revista editada por los Maristas, se apre- que hay Ademar en casi todas las provincias de Esparopeas del balonmano. Tras aquella aventura culturalista, y con el interés cia con claridad cuáles eran los objetivos del Ademar, ña, puesto que hay asociaciones de antiguos alumpor el balonmano demostrado nos de Maristas en prácticatanto por parte de quienes lo mente todos los colegios de practicaban como por parte de esta congregación que se dislos improvisados espectadores, tribuyen por el país. Una prueun grupo de los chavales que ba evidente de ello es que en hicieron realidad aquel equipo la creación de la primera junse convertirían en el primer ta directiva de Ademar estaba Ademar de la historia. presente el presidente de toÁngel González, Fidel Lesdas las asociaciones de ex mes, Ampudia y Mendoza, enalumnos de colegios maristas tre otros, decidieron proponer de toda España. a sus antiguos profesores y enEn el momento en que se trenadores la creación de un creó el equipo de balonmano, club de balonmano que estuel presidente de Ademar en viese por encima de los escolaLeón era Ismael Norzagaray res y que participara en comVivas, director entonces del peticiones oficiales. Dirigía encolegio de La Normal y persotonces el colegio el Hermano naje influyente de la vida leoMarcelino, quien, como todos nesa (entre otros, mantenía los maristas, no dudaba en apoamistad con un hijo de Miguel yar cuantas iniciativas de cade Unamuno, pues habían esrácter deportivo se le presentudiado juntos en Salamanca). tasen. Sin embargo, la que le propusieFormaban parte de su junta directiva ron los ex alumnos de Maristas San José Daniel Alonso Prieto (sustituido por Alque habían jugado en la Cultural era berto Sanzo a los pocos meses de la creaciertamente especial, pues ninguno de ción de Ademar), Luis Bengoa, Luis Garellos cursaba ya estudios en el colegio. cía Caño, Lamberto Martín Zotes y el que después sería popular escritor VicPor eso, el Hermano Marcelino pidió toriano Crémer. que el equipo de balonmano que entonNombres ilustres fueron los primeces daba sus primeros pasos tuviera el ros creadores de esta asociación, nomnombre de la Asociación de Ex Alumbres que ya en ese momento era ilusnos de Maristas y dependiera de ellos tres pero que, en algunos de los casos, en todos los aspectos. acabarían escribiendo algunas de las páResulta especialmente complejo figinas más destacadas de la historia de jar la fecha del nacimiento de aquel priesta ciudad y de esta provincia, del mismer Ademar, pues no existe documenmo modo que, décadas después, lo hatación y ni siquiera los integrantes de ría también el club de balonmano que la que fue la primera plantilla de la hisnació de aquella asociación y que hoy, toria del club tienen claro cuándo echó sesenta años después de aquello, se ha a andar el equipo. Tampoco llamaron la convertido en uno de los principales atención de los medios de comunicaLa Asociación de Ex Alumnos Maristas de León estaba formada por Luis García motivos de orgullo para los leoneses que ción locales en sus inicios, de modo que Caño, Daniel Alonso, Luis Bengoa, Lamberto Marín, Victoriano Crémer, Antonio han hecho del balonmano su verdadeno hubo reflejo en la prensa leonesa de Pariente, Moisés Puente, Baudilio Tomé, José Luis Cebada e Ismael Norzagaray. ra pasión. estos pioneros del balonmano por más que se profundice en las hemerotecas. Pero a buen seguro que fue en la segunda mitad de ción era en ocasiones la Copa de Otoño, que servía los cincuenta cuando surgió el equipo formado por para preparar la Liga en los meses de octubre y nola Asociación de Ex-alumnos de Maristas que acabaviembre, puesto que eran pocos los partidos que disría llegando a las más altas cotas del balonmano naputaban en la Liga. En la mayoría de las ocasiones cional e internacional y situando a la ciudad de León los equipos eran los mismos, como los que podían en la elite deportiva que otras especialidades le negaron. a Segunda División Nacional fue la primera ca- tomar parte en algún torneo de San Juan que con tegoría oficial en la que militó el equipo de ba- motivo de las fiestas de León se disputaba en un par lonmano del Ademar. Compartía clasificaciones y de jornadas como una parte más de la oferta deporEl primer Ademar partidos con otros equipos leoneses al ser una Liga tiva en esa Plaza Mayor que era la cancha de juego provincial en la primera de sus fases, para posterior- habitual, aunque la presencia del equipo del EspeLas actividades de la Asociación de ex Alumnos de mente medirse a algunos conjuntos de las provin- cialistas de Aviación hacía que el Campo de AviaMaristas San José no se limitaban al balonmano, ni cias limítrofes, cambiando en varias ocasiones du- ción también acogiera algunos encuentros. El nomsiquiera al deporte en general. La formaban antiguos rante las temporadas de la década de los sesenta la bre de Ademar ha pasado a la historia como el del estudiantes del colegio que, desde sus nuevas ocudistribución de los equipos y las zonas geográficas equipo de balonmano de León, pero en aquel mopaciones, pretendían que no se rompieran todos los en las que se dividía cada categoría. Otra competi- mento significaba muchas más cosas. vínculos entre las generaciones de leoneses que se

Los duros inicios en la modesta Segunda

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Camino del primer ascenso T

DAVID RUBIO

odo club tiene su historia y todo club tiene también su intrahistoria. La del Ademar, además de éxitos deportivos, gestas y mil y un detalles que demuestran que los valores de lucha, humildad, respeto por el rival y competitividad no se han perdido a lo largo de seis décadas, está plagada también de anécdotas. Desde sus primeros orígenes. Como ya se ha dicho, no es mucha la documentación que existe de los primeros pasos del club ni de la asociación de alumnos que habían abandonado el colegio Maristas San José, pero siempre se ha tenido la fecha de 1956 como el inicio del sueño ademaristas. Lo cierto es que, aunque entonces se dieron los primeros y fundamentales pasos para la creación del club, el equipo formado por aquellos pioneros del balonmano que se habían criado en el patio de la avenida Álvaro López Núñez no comenzó a participar en competiciones oficiales hasta la temporada 1960/61. El motivo por el que se considera 1956 como el año oficial de su nacimiento es ciertamente pintoresco. Fue en la década de los ochenta cuando el club, presidido por uno de los que había sido jugador y fundador del equipo, Ángel González, atravesaba un momento extraordinariamente delicado en lo económico. Tan delicado que estaba a punto de desaperecer. Los responsables de Ademar contaron entonces con un personaje fundalmental para el deporte en esta ciudad: Salvio Barrioluengo. Entonces ocupaba el cargo de concejal de Deportes del Ayuntamiento de León, y quiso ayudar, como después haría con otros muchos clubes, en

la medida de sus posibilidades. Lanzó una campaña de ‘Salvemos’, la que tantas veces en esta tierra se ha tenido que lanzar para llamar a la solidaridad de los más diversos temas (desde la Catedral a la montaña, por poner sólo algunos ejemplos), en esta ocasión ‘Salvemos el Ademar’. Para recaudar los fondos que se necesitaban, y que el consistorio leonés no podía ya aportar, decidió organizar un concierto de uno de los grupos que por entonces contaba con más seguidores en toda España: la Década Prodigiosa. Barrioluengo, cuenta Ángel González, quiso apelar al componente histórico para reforzar la llamada a la solidaridad, y las pri-

El Ademar abandonó la liga al creer que la OJE había comprado a un rival al que derrotó por 31-1 sas hicieron que en las papeletas se reflejara 1956 como el año del nacimiento del Ademar, que lo fue en parte, pero no a nivel oficial en lo que se refiere a su participación en competiciones reconocidas por la federación. Lo cierto es que en competición oficial y como tal, el Ademar echó a andar en la década de los sesenta, una época en la que los aficionados al balonmano aún no eran demasiados en la ciudad y los medios de comunicación no prestaban demasiada atención a este deporte. Por eso es tan difícil seguir los primeros pasos ade-

maristas, que en los setenta comenzaron, en cambio, a dar pasos en firme y a llamar la atención tanto de los periodistas como de otros muchos leoneses que, gracias a ellos, descubrieron este deporte. Con una selección de los chavales del equipo juvenil de los Maristas que se habían proclamado subcampeones de Europa en Burdeos (Benigno Castro, Antoñanzas, etc.) y algunos de los que se consideran fundadores (Ángel González, Roberto Paíno...) que ya por entonces empezaban a ser veteranos el Ademar debutó en competición oficial. Como ha sido seña de identidad del club desde su nacimiento, como no podía ser de otra manera defendiendo esos colores, se vivía la competición con mucha intensidad. Pasó en los enfrentamientos con el equipo de la OJE (ver página siguiente), que llegaron a costar incluso que Ademar fuera sancionado y no pudiera competir durante un temporada, y pasó después con otro de los patios en los que se vivía con tanta pasión el balonmano como en el de los Maristas: el del Colegio de Huérfanos Ferroviarios. Allí el equipo, nacido gracias al apoyo de otro sacerdote, en este caso Don Balbino, había crecido mucho en su primera temporada con jugadores como De la Fuente, Ferreras, Sabugo, Marcos, Suso, Sahelices o Pepe Sánchez, y sobre todo por el papel de su entrenador, que estaba llamado a convertirse en uno de los nombres fundamentales de la historia del balonmano en general y del Ademar en particular: Julián López. Visto ahora con el paso del tiempo, se puede decir aquello de que no hay bien que por mal no venga. La difícil situación económica que atravesaban los dos clubes, tanto el Ademar como el CHF («menos mal que no nos clasificamos para la fase ascenso, porque no hubiéramos podido asumir los gastos», decía el ya fallecido Julián López cuando recordaba su paso por el equipo de los huérfanos ferroviarios) hizo que en la temporada 75-76 se juntasen ambos equipos. En el caso del CHF, los problemas eran económicos; en el caso de Ademar, además, había que sumar que el hecho de haber estado apartados de la competición durante una temporada (por abandono de la misma durante su polémica rivalidad con la OJE) les obligaba a retomar la competición desde la Segunda División Provincial. Por

Un equipo para el ascenso.

Arriba, de izquierda a derecha: Federico Aja, Fernando Civera, Martín, (sin identificar), Antoñanzas, Ángel González y José Carlos Prada. Abajo: Soto, Horacio de Andrés, López, Beni, Burgueño y Carlos Alvado.

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este motivo, comenzaron las negociaciones con el CHF y los equipos se decidieron unir, aumentado considerablemente el nivel de competición y convirtiéndose en el rival a batir para el resto de los participantes. Aunque en muchas de las clasificaciones que se conservan se hace referencia únicamente al CHF, verdaderamente el equipo llevaba por nombre CHF-Ademar. De hecho, algunas crónicas se referían al «equipo marista» y otras crónicas al «equipo ferroviario». Comenzaron a caminar juntos en la 75-76 y esa temporada es la que marca el punto de inflexión en la historia del club. De la mano de Julián López, que había conseguido el título de entrenador nacional en un curso impartido por una leyenda de este deporte, Domingo Bárcenas, el equipo cuajó una extraordinaria campaña, una campaña en la que terminaron por proclamarse campeones provinciales, no sin ciertas dificultades puesto que en el camino se encontraron a un viejo conocido: la OJE. Si Ademar y CHF habían sumado esfuerzos, en el caso de la OJE los esfuerzos venían sumados desde todos los equipos de balonmano que tenía la organización repartidos por toda la provincia. OJE Villablino, OJE de La Bañeza y la OJE José Antonio. Completaban la categoría equipos como la Hullera Vasco-Leonesa de Santa Lucía, el Colegio Mayor San Isidoro y Telefónica de León. OJE León y CHF-Ademar empezaron a destacar sobre el resto, como todo el mundo esperaba. Los dos estaban al frente de la clasificación y los dos contaban sus partidos por victorias. Por eso, los enfrentamientos entre ambos eran considerados los más emocionantes de cuantos se disputaban en esta provincia. De la pasión con la que se vivían aquellos partidos ente OJE yAdemar-CHF nacieron, a buen seguro, muchos de los aficionados al deporte del balonmano en esta provincia. El primero de los partidos de aquella temporada entre estos dos equipos se disputó en el pabellón de los Maristas San José la mañana del domingo 11 de enero. La victoria fue para Ademar por 13-9, una ventaja que a la postre sería clave para que el equipo que entrenaba Julián López se convirtiera en campeón provincial y pudiera disputar la fase de ascenso a Primera. Formaron el equipo ademarista (o ferroviario, como se prefiera): De la Fuente, Castro, Suso, Recio, Pedro, Emperador, Marcos, Santos y Luis. Por parte de la OJE, Antoñanzas, Fidalgo, Ferreras, Humberto, Sahelices, Carlos, José, Santi, Cabello, Crespo y Dubla. Del partido de vuelta (el resto de la competición fue un paseo triunfal para ambos) se acuerdan bien todos los que lo jugaron: fue el Palacio de los Deportes el 28 de febrero de aquel año y la OJE, que no pudo contar con su jugador clave, Sahelices, nada más y nada menos porque se golpeó la cabeza con la puerta del vestuario, pudo remon-

ADEMAR 60 AÑOS

Con Julián. Arriba, de izquierda a derecha, Castro, Berlanga, Emperador, Marco, Otero y Julián (entrenador). Abajo, De la Fuente, Pastrana, Pedro Luis, Recio, ‘La Sueca’, Berlanga II y Suso.

tar la ventaja que durante casi todo el partido llevaron los ferroviarios/maristas y se terminó imponiendo por 17-16, una renta insuficiente que hizo que se proclamara ganador del campeonato y que disputara la fase ascenso a Primera Divisón Nacional el equipo del CHFAdemar.

Fase de ascenso Asociación Atlética Avilesina, Dominicos de La Coruña, La Salle San Rafael de Madrid, Santa Cristina de Pontevedra y Polideportivo Coca de Segovia: esos fueron los rivales del CHF-Ademar en la primera parte de la fase de ascenso. Aunque siempre se ha pensado lo contrario, al menos aquí, los jugadores del equipo leonés pudieron comprobar durante aquella fase final que en esta ciudad había mejores instalaciones deportivas, donde los clubes de balonmano disputaban habitualmente sus partidos en pabellones cubiertos. La mayoría de los partidos de aquella fase de ascenso se celebraron al aire libre, con frío, con viento... o con un sol aplastante, como fue también el caso en alguna de las ocasiones. Superada con victoria en todos los par-

tidos la primera fase, llegó la segunda y definitiva, que se disputó en el León en junio de 1976 con la participación del CB Ripollet (de Ripollet, Barcelona), La Salle Buelna (de los Corrales de Buena, Cantabria, que sustituía al verdadero ganador de su grupo: el San Salvador del Valle, descalificado por alineación indebida en varios partidos) y CB Juventud de Málaga. Se disputó por el sistema de liguilla, es decir, todos contra todos, y ascendieron los dos equipos mejor clasificados. El abono para los seis partidos costó 100 pesetas y 30 para los niños. Las entradas para cada uno de los partidos costaron 50 pesetas para los adultos y 25 para los niños. Tras su segundo partido de aquella fase de ascenso, Ademar era ya equipo de Primera División. Empezó venciendo al Ripollet y continuó imponiéndose a La Salle, por lo que, con los resultados que se dieron en el resto de emparejamientos, el último partido, celebrado el domingo 13 de junio entre los leoneses y el Juventud de Málaga, quedó simplemente para las celebraciones. Los héroes fueron De la Fuente, Otero, Castro, Ramos, Recio, Pedro, Emperador, Marcos, Santos, Ovidio, Suso, Alonso, Luis y Juanín Arias, con el mencionado Julián López en el banquillo.

ENTRE PARTIDOS

ivalidad

Especialmente intensos resultaban los enfrentamientos entre Ademar y OJE. Los dos equipos solían llegar al final de la competición fue igualados, y a principios de los setenta el gato se lo acabó llevando al agua la OJE, que debía ganar por un abultado marcador a su último rival: la Escuela de Ingenieros Agrónomos. El abultado marcador fue de nada más y nada menos que de 31 a 0, lo que fue denunciado por Ademar. La Federación dio la razón a la OJE, los ademaristas abandonaron la competición en señal de protesta... y lo pagaron muy caro.

OJE. Beaumier, Duglas, Carlos, Fidalgo, Roldán, Llamazares, Moral y Eduardo. Abajo, Crespo (sin identificar), Villalón, Ferrero, Antoñanzas y Cabello.

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De Provincial a División de Honor en 6 campañas Primer salto a la élite. A la sexta campaña en Primera División, el Ademar subió a la máxima categoría

JESÚS COCA AGUILERA

ólo seis años separaron el Ademar que peleaba por comenzar a crecer en las canchas de Provincial con el que se colaba por primera vez en la élite del balonmano español. Fueron las temporadas que estuvieron los leoneses en Primera División después del ascenso logrado en León tras vencer a Juventud, Ripollet y La Salle en la fase de ascenso; pues a la sexta fue la vencida y la campaña 1981-82 fue la del primer gran éxito. Y eso que era la primera que lograr el ascenso exigía un esfuerzo extra. Hasta entonces, quedar primero de grupo suponía automáticamente conseguirlo. Pero justo ese año había cambiado y debías superar también una fase de ascenso, que alargó la agonía e hizo insuficiente la exhibición que los leoneses habían protagonizado en la liga regular. Porque fue una temporada casi perfecta. De principio a fin. El proyecto apuntaba ya de por sí muy alto. Volvían a su casa históricos como Suso y Juan Arias, llegaban de División de Honor como refuerzos Martínez y el portero Juan Carlos; y se mantenía la columna vertebral que la pasada campaña ya les había situado toda la temporada en la zona alta de la tabla, con

históricos como Manolo Estrella, César o Fidalgo y con Julián López a los mandos desde el banquillo. Y las cosas salieron bien desde el principio. Pasaban las jornadas y el Ademar era un torbellino. La primera vuelta fue perfecta: 10 partidos, 10 victo-

Tras quedar primero en liga y segundo en la fase de ascenso, el Ademar se jugó a un partido con el Beti Onak subir y ganó 29-22 rias, todas ellas por tres o más goles de diferencia. Y la segunda no fue menos. De hecho, hasta la antepenúltima jornada, contaba sus resultados por victorias, si bien cayó en dos de los tres últimos partidos cuando la mente estaba ya más en la fase de ascenso. León se enganchaba cada vez más al balonmano, incrementándose partido a partido los espectadores que iban los domingos por la mañana al Palacio de Deportes, que llegó a registrar una entrada de 3.000 el

día en que debían medirse a su rival más directo por el primer puesto, el Naranco, que finalizó segundo a cinco puntos del conjunto ademarista y se metió también en una fase de ascenso que ni mucho menos fue un paseo. Cuatro equipos la jugaban. A leoneses y asturianos se les unían en la pelea los catalanes del Grupo Excursionista de Gerona y del Universitario de Barcelona. El formato era de liguilla a ida y vuelta. La gloria era sólo para el primero, la oportunidad de tener otra bala ante el segundo del otro grupo de la fase de ascenso quedaba reservada al segundo. Y la penúltima jornada llegaba siendo cosa de tres. Seis puntos tenía el Gerona, cinco los leoneses y cinco los asturianos. Pero ante los catalanes, y con mucha polémica, al Ademar se le escapaba el ascenso directo tras ser apalizado (34-21) en un partido en el que Julián López denunció que habían sido «tratados como delincuentes, la puerta de nuestro vestuario fue constantemente aporreada y a través de ella se oían frases amenazadoras e injuriosas». Sin embargo, el entonces llamado San Dimas Ademar no fallaba en el Palacio ante el Naranco y tras ganarle 22-18 se ganaba el derecho a jugarse el ascenso a la máxima ca-

LOS HÉROES DEL ASCENSO. La plantilla del Ademar que subió por primera vez a División de Honor. De pie, de izquierda a derecha: Villalón (presidente), Juan Carlos, Cloux, Javi, Corral, Fidalgo, Llorente, Tagarro, Arias, César y Julián (entrenador). Agachados: Crespo, Bernal, Láez, Pedro, Estrella, Campo, Suso y Ricardo.

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tegoría a una carta: ante el Beti Onak de Pamplona, a un par- rivales directos en ella acabaron terceros, sin ascenso ni protido y en campo neutral. moción y con duras críticas a los arbitrajes. Así pues, en Ferrol, aquel domingo 23 de mayo de 1982, No tan cerca estuvieron en la 1977-78, la primera tempoel Ademar tenía ante sí la opción de hacer historia. Y no fa- rada con dos equipos leoneses en Primera tras el ascenso del lló. Con exhibición de Estrella y de Suso, los leoneses levan- OJE Hispánico y que provocó que los dos derbis estuvieran taban en la segunda parte un partido que perdían de dos al llenos de tensión, polémica y trifulcas, acabando uno de ellos descanso y a base de contraataques vencían por un contun- con victoria por 15-11 del Ademar y otro con empate a 16. dente 29-22.El ascenso era una realidad. Y las celebraciones Un año después, en la campaña 1978-79, llegó la primera fueron a lo grande: aficionados recibiendo al equipo a su vuel- primera fase de ascenso a División de Honor. Pese a las nuta a León, recepción por parte de todas las autoridades loca- merosas bajas en la plantilla leonesa, consiguieron acabar en les, múltiples homenajes... La División de Honor por fin era segunda posición, si bien las derrotas con el ADA de Jaén y una realidad. El objetivo buscado desde aquella campaña el Anaitasuna de Pamplona les hicieron llegar ya sin opcio1976-77 en que se estrenaban en Primera División se había nes a la última jornada de la misma frente al Sarriá de Geconseguido por fin. rona. Fue la nota positiva de una temporada con claros y osQuedaba ya muy lejos aquel año curos, marcados éstos sin duda por del debut, en el que el equipo adela detención de dos jugadores ademarista se había presentado con un maristas y la condena posterior a uno equipo tremendamente joven (11 de La condena a un jugador por de ellos por pertenencia al Grapo. sus integrantes tenían menos de 22 pertenencia al Grapo o la La explosión del pivote César, que años) y que prácticamente suponía durante muchas campañas fue una una selección de los mejores jugado- agresión de aficionados en de las estrellas del Ademar, marcó la res de León. En esa campaña se creó Vigo marcó la ‘crónica negra’ temporada 1979-80, en la cual los leopor primera vez el equipo filial, se neses llegaron como líderes a finales eliminó del nombre la palabra CHF de enero, pero perdieron esa posición pasando a ser sólo Ademar más el nombre del patrocinador tras caer frente al Teucro y ya no la recuperaron, alejánque hubiese en ese momento, y se alcanzaron los 200 socios. dose definitivamente de él tras caer ante otro rival directo Con una victoria por 20-14 en Maristas ante el Zarautz co- como el Canteras de Las Palmas y llegando lejos del ascenmenzaba la andadura del conjunto entonces presidido por so a las jornadas finales. ¿La nota negativa que parecía acomJosé Luis Álvarez y en el que empezaba a brillar el más tarde pañar a cada temporada? Estuvo esta vez en el desplazamieninternacional con la selección española Manuel de Castro. to a Vigo para medirse al Chapela, donde algunos especEra el inicio de una campaña brillante y en el que, de for- tadores agredieron a los jugadores ademaristas y el partido ma inesperada, se acarició el segundo ascenso consecutivo, estuvo a punto de suspenderse; y en la renuncia como prepues se llegó a la última jornada con opciones de conseguir- sidente en la última jornada de Emilio Álvarez Prida. No fue mejor la campaña 1980-81. Con Demetrio Villalón lo pese a que en ese equipo sólo tenía sueldo el entrenador y que las bajas por lesión o por tener que cumplir el ser- de nuevo presidente y un déficit reconocido de 700.000 pevicio militar hicieron mella. A todo se sobrepusieron los leo- setas para un equipo que tenía un millón de presupuesto, el neses, que con 2.000 espectadores de media en sus encuen- Ademar cesaba ya a la segunda jornada a su entrenador Eduartros e incluso apoyo a domicilio como en la visita a La Salle do y llegaba a marzo ya lejos y sin opciones de pelear por el Ralpe de Bilbao donde se hizo el primer viaje organizado, lle- ascenso. Fue la calma tras la que llegó la tempestad. Un año garon a la última jornada vivos... pero tras no fallar sus dos después, el ascenso fue ya una realidad.

Dos pivotes de leyenda.

César, lanzando, y Juan Arias, al fondo, eran los pivotes de aquel equipo que logró el ascenso. Ambos ya fallecidos, fueron parte de la columna vertebral que llevó a León a la élite. El primero era imparable en tareas ofensivas, el segundo era el eje en la defensa.

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DESTACADOS

opa del Rey

Primera participación. El domingo 24 de abril de 1977 llegó la primera participación en la Copa del Rey, lo que supuso su estreno midiéndose en partido oficial con un equipo de División de Honor. Fue el Arrate Alfa de Éibar, un equipo de la zona media alta y al que los leoneses ganaron 19-16 en la ida... pero fueron eliminados tras caer 29-17 en la vuelta.

astro

Manolo Castro. Líder del Ademar que logró el ascenso a Primera División, éste central o lateral izquierdo llegó a ser llamado por la selección española júnior estando en León. Salido de la cantera de Maristas, el Hermano Tomás consiguió que se decantara por el balonmano en detrimento del fútbol, destacando por su visión de juego y militando tres años en el Ademar antes de irse al Grupo Covadonga y al Naranco.

strella

Manolo Estrella. Jugó 11 temporadas en el Ademar, siendo uno de los mejores jugadores de su historia y acabando año tras año entre los máximos goleadores. Logró dos ascensos con los leoneses a División de Honor y, en su debut en la máxima categoría en 1982, fue el tercero con más goles de la competición al anotar 185.

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Debut entre los ‘grandes’ lleno de contratiempos E

JESÚS COCA AGUILERA

n la temporada 1982-83, el Ademar se estrenó por fin con los grandes del balonmano español. 26 años después de su creación, el equipo leonés alcanzaba la élite y jugaba por primera vez en División de Honor. Sin embargo, lo que debía ser una gran fiesta, se convirtió en una una campaña lleno de claros y oscuros, pues estuvo llena de contratiempos. Se podría decir que, todo lo que podía pasarle al equipo ademarista, le sucedió. Y aún así, los leoneses llegaron hasta final de temporada con opciones de salvación. Sin embargo, tras la victoria por 24-22 frente al Michelín de Valladolid en la antepenúltima jornada, los resultados del resto de partidos le devolvían matemáticamente a la Primera División. Fue uno de los momentos malos. Que hubo varios. Pero también excelentes. Como el día del debut, que el calendario quiso que fuera ante uno de los mejores equipos del mundo, el Atlético Madrid, que a la postre se proclamó campeón de liga sin perder ni un solo partido en toda la temporada. Por ello, pensar en el milagro era un imposible y los colchoneros vencieron 11-26. Pero la grada fue una fiesta, con 3.000

asistentes, una recaudación de 300.000 pesetas y un ambiente sensacional. O el de la primera victoria del Ademar en la máxima categoría. Que se hizo de rogar hasta la decimosegunda jornada, la penúltima de la primera vuelta. A ella llegaban tanto los leoneses como el Anaitasuna con cero puntos, pero dirigidos por un magistral Ma-

El Ademar debutó en División de Honor frente al Atlético de Madrid, luego campeón, y logró su primer triunfo ante Anaitasuna nolo Estrella dieron la primera gran alegría a su público tras apalizar 24-12 a los navarros. Tardó en arrancar el equipo leonés y fue una lástima, porque a la postre fue lo que le alejó de la salvación pues con el paso de las jornadas fue a más. Así, sólo una semana después de su ‘estreno’, lograba también su primera victoria a domicilio tras imponerse

24-30 al Caja Madrid; y en los primeros compases de la segunda vuelta conseguían dos triunfos consecutivos lejos de León ante Marcol (27-31) y Tres de Mayo (28-34). El que no acabó con puntos, pero fue otro de los grandes momentos, fue la visita del FC Barcelona a León. Porque por León pasaba por primera vez el equipo más laureado y que reunía a media selección española ; y porque fue la primera vez en su historia en la que los leoneses tuteaban ante su público a un grande, algo que se acabaría convirtiendo en costumbre con el paso de los años. Con empate (13-13) llegaron al descanso para jolgorio de la grada, si bien en la segunda parte el Barça impuso la lógica y acabó ganando 24-32. La permanencia, que hasta navidad parecía impensable, no estaba tan lejos. Pero el margen de error ya no existía. Por eso, cuando a falta de cinco jornadas caían en León 18-21 ante un rival directo en la pelea por la salvación como el G.E.i.E.G. de Gerona, sufrían un mazazo ya definitivo para sus aspiraciones. Cruel destino casi inevitable tras todo lo que había pasado en las filas leonesas, con problemas económicos, abandono del presidente, dimisión del entrenador, múltiples quejas por los arbitrajes, viajes caóticos, partidos como local fuera de casa por motivos políticos, multas por invasión de campo... Cuando se pensaba que ya no quedaban más desgracias por pasar, otra aguardaba aún en el camino. Había llegado la primera piedra en el camino antes del inicio de temporada, cuando el máximo dirigente del ascenso, Demetrio Villalón, era trasladado por su empresa a Sevilla, lo que le obligaba a dejar el cargo y provocaba que Antonio Carretón ejerciera como presidente en funciones casi toda la temporada, puesto que la junta directiva no era capaz de reunir el número mínimo de socios para convocar elecciones. Le tocaría lidiar con una economía en la que los números no salían y que además se iba torciendo más y más con pequeños imprevistos. Como las 7.500 pesetas de multa que le cayeron al Ademar tras su debut en casa, puesto que cuando jugadores y árbitros se re-

Primer equipo en la élite.

Arriba, de izquierda a derecha: Miguel Ángel, Quique, Corral, Solabarrieta, Juanín Arias, Llorente, Sánchez, César y Villalón. Abajo: Pedro Martínez, Láez, Estrella, Juan Carlos, Villa, Campo, Ricardo y Caño. Ellos fueron los componentes del primer Ademar que militó en División de Honor.

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tiraban a vestuarios algún espectador saltó al campo y se preparó una tangana; o la reducción en la recaudación estimada debido a que dos partidos no pudieron celebrarse en el Palacio de Deportes al estar ocupado para que se llevaran a cabo mitines electores de cara a las elecciones de 1982. De hecho uno de ellos, el del Marcol valenciano, se jugó en Maristas; pero el de Granollers se acabó disputando directamente en tierras catalanas. Además, antes incluso de que el Ademar lograra su primer punto, llegaba un cambio obligado en el banquillo. El técnico del ascenso, Julián López, era expedientado por la directiva por no estar de acuerdo con su comportamiento, y éste respondía presentando su dimisión, por lo que asumía la dirección del equipo el jugador Miguel Ángel Fernández Fidalgo, el ‘Indio’. Tenía una compleja tarea por delante, pues debía jugar también a psicólogo ante las consecuencias de la delicada situación económica, pues el déficit ascendía ya al milón de pesetas en el mes de febrero. Eso provocaba situaciones como que a Canarias fueran los jugadores justos y estuvieran menos de 24 horas en

El déficit llegó al millón de pesetas, hubo cambio de presidente y de técnico, mitines le hicieron jugar 2 partidos de casa lejos del Palacio... las islas, pidiendo la plantilla la dimisión de la Junta Directiva que llevaba las riendas del equipo y acabando por cambiar ésta, que pasaba a ser encabezada por Antonino Martínez San Millán y tiraba de imaginación ante las penurias. Así, en esa recta final se organización partidos de fútbol sala y desfiles de moda cuya recaudación iba al Ademar, se abrió una cuenta corriente en un banco para que los aficionados pudieran donar dinero o se colocó como lema del partido ante el Bidasoa que ‘usted pone el precio’, provocando un lleno absoluto y 374.571 pesetas de recaudación. Todo eso dio de sí el debut en la élite. Juan Carlos y Ricardo en la portería; Villa, Pedro, Campo y Caño en los extremos; Miguel Ángel y Estrella de centrales; César y Juanín como pivotes; y Corral, Gabela, Manzano, Llorente y Solabarrieta de laterales, a los que a mitad de temporada se incorporó Pepes Sánchez. Ellos fueron los pioneros. Los primeros que pelearon por León con la élite del balonmano en una temporada, por todo, inolvidable.

Primer Ciudad de León. El Ademar de la campaña 77-78, pese a estar en Primera, se midió a Calpisa y Atlético en el torneo leonés. En él militaban míticos como Katanga (arriba, tercero por la izquierda)

El Torneo ‘Ciudad de León’, referencia nacional ntes incluso de llegar a la élite, el Ademar ya era una referencia nacional gracias a su Torneo ‘Ciudad de León’, por el que pasaron durante sus nueve ediciones varios de los mejores equipos de España e incluso del mundo. El Atlético de Madrid en seis ocasiones, el Calpisa en dos y el Zeleznicar yugoslavo en una fueron los vencedores de un campeonato por el que pasaron el Barcelona, la selección de USA, el Benfica, el Teka... Todo comenzó en 1977 bajo el impulso de Juanjo, presidente de la Federación Leonesa de balonmano, que acudió a la final de la Copa del Rey que disputa-

ban el Calpisa y el FC Barcelona para convencerles de que acudieran a León a jugar un torneo y consiguió su compromiso. Así empezó una tradición que, siempre una semana antes de comenzar la liga, reunía a cuatro equipos que en formato de semifinales y final los dos primeros años y el último, y de liguilla el resto, buscaban el torneo. Luchó y plantó cara ante ‘gigantes’ el conjunto leonés, pero ningún año pudo esquivar la lógica y siempre tuvo que conformarse con el cuarto puesto, excepto en el primer año en el que era el otro equipo leonés, el OJE, quien completaba el cartel. Sin embargo, las deudas acabaron terminando con el torneo. Cada año acababa con déficit y cada vez éste era mayor, pues el público dejó de responder como al inicio y así tras el de 1985, que dejó unas pérdidas de 900.000 pesetas, su historia llegó a su final.

RECUERDOS ÁNGEL GONZÁLEZ

El Hermano Domingo El que organizó el deporte en los Maristas San José fue el Hermano Domingo. Este hermano vino de Madrid, creo que expresamente, para preparar los equipos escolares para que se participase en los juegos Nacionales Escolares, cosa que se conseguía. El hermano Domingo nos enseñó a jugar a Balonmano a 7, que era el primer año que se jugaba a esta modalidad, para lo cual se construyó un campo de ceniza en el sitio que hoy ocupa el pabellón deportivo de los Maristas, donde empezamos a jugar los que sentíamos una afición por este deporte, luego echaron la planchada de cemento del patio central y pasamos a jugar allí. También nos enseñó a jugar a baloncesto y nos trajo como entrenadores a Armero, primero y de Madrid, y luego dos años a Pedro Ferrándiz, del que no hace falta explicar quien fue en el deporte de la canasta. Cuando salimos del colegio por haber terminado allí nuestros estudios que-

damos cada uno por un lado y después de jugar en un equipo del que no recuerdo el nombre pasamos a jugar en un equipo que crearon Ángel Fernández Córdoba, esta persona (Ángel González) y el Padre Víctor, capellán de la Cultural y profesor del Colegio Leonés, que influyó para hacer el equipo patrocinado por la Cultural y en el que nos juntamos jugadores de los Maristas y del Colegio Leonés. Terminada esa temporada pensamos que por qué no jugábamos con los Maristas que tendríamos un buen trato y empezamos las gestiones que llevé con el director del colegio San José de León, Hermano Marcelino, el cual y como no podía ser de otra manera me dijo que le dejara pensar como lo íbamos a hacer ya que no éramos alumnos del colegio, pasadas unas fechas volvimos a vernos y nos dio la solución: Jugar en la Asociación Ademar de los antiguos alumnos, poniéndonos como enlace entre

equipo y directiva al Hermano Gabriel, que había sido profesor de todos nosotros, y estuvimos de acuerdo. Luego en los juegos escolares, como sabíamos más nosotros que el que iba de encargado del equipo, primero el Hermano Manuel y después el Hermano Tomás, y la dirección la llevábamos nosotros mismos. Luego de constituirnos equipo dentro de la Asociación Ademar, que es una asociación a nivel mundial. En sus fines, entre otros, estaba hacer deporte, pero no era el fundamental de la asociación. Una vez fundado el equipo fuimos tirando y consiguiendo campeonatos, y lo éramos de toda Castilla y León y Galicia y Asturias. Y como la vida sigue esto siguió hasta nuestros días donde sin saber porque y con el esfuerzo de las diferentes directivas, esta vez solo del deporte, llegamos a las cotas que hemos llegado, y sigue…

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EL ASCENSO TIENE NUEVOS HÉROES. Plantilla que logró el regreso a División de Honor en la 84/85 con Julián López, Corral, Tomás, Javi Pérez, Sánchez, Miguel Arias, Juanín Arias y César (arriba); Enrique González, Gamboa, Estrella, Campo, Pradal, Ricardo, Recio, Láez, Algorri y Quique (abajo).

Dos años de camino para un fugaz regreso a la élite Un ascenso dominando y un descenso dramático. Ademar, que se quedaba a un punto de subir la temporada de su regreso a Primera, subió en su segundo año para descender de nuevo

JORGE ALONSO MACÍA

ugaz fue el primer paso del Ademar por División de Honor y así lo volvería a ser su regreso a la élite en la temporada 85/86 tras dos años en el ‘infierno’ de la Primera División. Lo cierto es que ese camino hacia la élite no fue fácil para el Ademar, y es que a pesar de las ilusiones renovadas que suponían la llegada de una nueva directiva dirigida por Agustín Nogal, la ausencia de candidatos durante varios meses y el vacío de poder no ayudaban a un club con complicaciones económicas tras su paso por División de Honor. Sin embargo, el Ademar demostró que la vinculación que se creó tanto con la ciudad como con todos los que pasaron por el club no era cualquiera, y tanto jugadores como algunos establecimientos de la ciudad perdonaron toda o parte de la deuda adquirida durante las temporadas anteriores. Borrón y cuenta nueva por tanto para tratar de asaltar de nuevo la División de Honor, algo que el equipo lograría en dos años siendo curiosamente el primero de ellos, el del fracaso, mucho más intenso que el del ascenso.

Y es que la 83/84 fue una temporada dramática plagada de lesiones, polémicas actuaciones arbitrales y problemas económicos en la que a pesar de todo el Ademar se quedó a un solo punto del ascenso.

La vuelta a Primera significó un borrón y cuenta nueva con varios negocios leoneses y jugadores perdonando su deuda al club Algunos de los nombres destacados en División de Honor se marcharon (Estrella al Teka, Solabarrieta al Tres de Mayo...) y el equipo se reforzó una vez más con varios juveniles salidos de Maristas (Pradal, Gamboa, José Luis Rodríguez y Terrón) que junto a Algorri reforzaron un equipo formado por Juan Carlos, Ricardo, Corral, Gabela, Llorente, Pedro Martínez, César, Campo, Juanín Arias, Sánchez y Laez, que demostraron desde el inicio su candidatura al ascenso.

Siete partidos tardó aquel Ademar en perder, logrando finalmente el liderato del grupo y su clasificación para la fase de ascenso con 16 victorias y solo 2 derrotas. Eran por tanto los leoneses favoritos para lograr la plaza en División de Honor, pero una derrota en el Palacio de los Deportes ante el Beti Onak (2227) comenzó a hacer que los números no cuadraran. El Ademar, que compartía grupo en la fase de ascenso y cedía un empate con el Leganés de un desconocido Manolo Cadenas, logró ganar en Navarra al Beti Onak pero ninguno de los dos falló más y el ascenso fue para el conjunto de Villava.

Un ascenso sin emoción Si la temporada anterior la afición leonesa vivía toda una decepción, la siguiente recuperaría la ilusión al lograr el Ademar el ascenso a División de Honor de forma más que clara. Era la 84/85 y el equipo, entrenado de nuevo por Julián López y formado por Gamboa, Quique, Campo, Recio, Tomás, Sánchez, Láez, Juanín Arias, el re-

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pescado Estrella, Pradal, Corral, Algorri, César, Miguel Arias, Javi Pérez y Gabela, lograba la plaza de ascenso directo al lograr el campeonato de su grupo aventajando en 10 puntos al segundo, el Clubasa Santander. ¿Las claves? Hacer del Palacio un fortín del que los leoneses no dejaron escapar un solo punto en toda la temporada. El Ademar logró el ascenso a falta de dos jornadas, dos partidos ante Lalín y Pontevedra que fueron todo una fiesta. Ya en las celebraciones (menos eufóricas que las de dos años antes), en el recibimiento del entonces alcalde Juan Morano y su concejal de Deportes, José María Rivas, el club hablaba de cuál sería el objetivo de cara a la siguiente temporada: tratar de consolidarse en la máxima categoría.

punto de pasar al grupo de los mejores y pasando a formar parte del llamado ‘A-2’, grupo de equipos peor clasificados de la primera fase, a pesar de haber plantado cara al ‘todopoderoso’ Barcelona o lograr ganar en el pabellón Huerta del Rey. No fue un momento fácil para el Ademar, que veía como el presidente Agustín Nogal dimitía por razones personales haciéndose cargo del club una Junta Gestora dirigida por Enrique García Álvarez. Por una circunstancia u otra, el equipo sumó seis derrotas en los últimos siete partidos de la segunda fase liguera, pasando a formar parte del ‘grupo de la muerte’ en el que de cuatro equipos, solo uno salvaría la categoría y en el que incompresiblemente, cada equipo jugaría tres veces con cada uno de sus tres rivales. En medio de un vacío de poder, sin nadie que organizase los dos meses de parón que vivió el equipo por la disputa del MunDe nuevo en División de Honor dial en Suiza, el Ademar afrontó la fase clave de la temporada Los aficionados leoneses que ya habían sufrido con el des- hundido anímica y económicamente ante la imposibilidad censo en la primera temporada del Ademar en la División de de encontrar un patrocinador. Plagados de bajas, el equipo leoHonor, no sabían lo que les esperaba nés solo pudo ganar un partido y emen la segunda experiencia del equipatar otro de esa última fase ante Sant po leonés en la élite del balonmano Fost, Caixa Valencia y Tres Coronas. nacional, un año en el que todo fue- El regreso a la élite fue todo Buena muestra de la situación del equiron malos tragos. es que al último encuentro en Caun drama para un equipo que po El club contaba con 1.100 socios en narias (segunda vez que viajaban los ese regreso a la División de Honor y compitió en la más extraña leoneses en su agónica situación tras una plantilla dirigida por Julián López de las ligas en la historia consumar allí mismo su regreso a Priy formada por Quique, Raúl, José Luis, mera), el conjunto leonés acudió con César, Corral, Recio, Fredy, Pradal, Misolo 8 jugadores, ya que salía más renguel Arias, Campo, Tomás, Gamboa, Javi Pérez, Juanín Arias, table pagar la multa por no llevar un mínimo de 12 jugadores Suso, Juan Carlos y Gabela. que el desplazamiento de los reservas hasta Las Palmas. Aquella temporada 85/86 la competición cambió su forEl técnico Julián López ni siquiera llegó a viajar a aquel mato hacia uno prácticamente inentendible. La liga consta- partido y es que a falta de dos para que concluyera la temporía de tres fases, una que enfrentaría a equipos a priori más rada y sin ninguna posibilidad matemática de mantener la fuertes con otros más débiles, la segunda con los equipos más categoría, el club destituyó al entrenador, al que sustituiría igualados y una tercera donde se jugaría tanto el campeón Ramiro García. «Si de verdad soy el responsable, tenían que como los tres equipos descendidos. A pesar de lo que ocurri- haberme echado mucho antes», llegó a asegurar López, que ría finalmente comenzó bien el equipo leonés la compe- achacó el descenso a la situación económica y la gran desmotición. En el primero de los grupos el Ademar quedaría encua- tivación que eso provocaba en sus jugadores. Lo único cierdrado con F.C. Barcelona, Sant Fost, Michelín Valladolid, El- to es que el Ademar se volvía a despedir de la máxima categorriaga Bidasoa y Cacaolat Granollers, quedándose a un solo goría por un largo espacio de tiempo, casi un década.

Raúl Martínez, un central cerebral.

Otro producto de la cantera de Maristas, fue una joya que Juan de Dios Román hizo debutar en la élite sin ser mayor de edad. Con el regreso del Ademar a División de Honor, Raúl volvió a León, fue referencia y llegó a ser internacional.

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DESTACADOS

arlos Burón

El que actualmente es toda una referencia para el atletismo nacional en la especialidad de lanzamientos, fue un preparador físico de lujo para el Ademar hasta la 84/85 a su vuelta de Madrid, donde había dado clase en los más pretigiosos centros. Con él el equipo leonés fue uno de los mejores en el apartado físico en el regreso del equipo leonés a Primera.

ristina Fernández Piñeiro

Los aficionados leoneses en los 80 recordarán a la colegiada gallega que provocó iras en muchas canchas de España, incluido el Palacio. Eso sí, no se puede decir que el Ademar no intentara ganarse su simpatía, y en su primer partido en León recibió un ramo de flores a manos del entonces presidente, Agustín Nogal, al ser la primera mujer que arbitraba al equipo. Ella arbitró el alirón de la 83/84 y también salió en otras ocasiones escoltada por la Policía.

a Bañeza

La localidad leonesa se convirtió en el lugar de exilio del Ademar en un partido de la temporada de su regreso a División de Honor. El Comité de Competición cerró el Palacio tras lanzarse desde la grada varios botes al árbitro y a jugadores rivales en la derrota de los leoneses ante Sant Fost. Así, el Ademar se fue a La Bañeza a disputar su partido ante el Tres de Mayo.

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Una interminable travesía por el desierto El Ademar toca fondo bajando hasta la tercera categoría nacional. Los leoneses pasaron por todas las penurias posibles hasta conocer el infierno en la 88/89 descendiendo a Primera División B

JORGE ALONSO MACÍA

arecía que las cosas no podían ir a peor tras el nuevo y dramático descenso del Ademar a Primera Nacional, pero lo que no sabían ni el club ni sus aficionados eran las penurias que deberían pasar en las siguientes ocho temporadas, tiempo que tardaría la entidad en renacer y eso sí, consolidarse de ahí en adelante como uno de los grandes no solo de España sino también de Europa. Pero en la temporada 86/87 nadie pensaba en otra cosa que no fuese mantener al club vivo de nuevo enla segunda categoría del balonmano nacional. El Ademar era un barco a la deriva tras la dimisión de Agustín Nogal, el relevo provisional de Enrique Álvarez y la imposibilidad de convocar una asamblea de socios de la que salieran unas elecciones. La deuda ascendía a los 9 millones de pesetas (un concierto de Víctor Manuel y Ana Belén en la plaza de toros trató de reducirla) y nadie quería hacerse cargo de ella, abocando al club a su desaparición. El Ademar se desengraba institucionalmente y el equipo también, perdiendo jugadores a los que llamaban equipos de superior categoría. Fue ahí donde apareció uno de los fundadores del club, Ángel onzález García. Él fue nombrado presi-

dente en unas elecciones en las que la suya fue la única candidatura. Un hombre de la casa que se hizo cargo del club con el único objetivo de completar la temporada en Primera División. El regreso de míticos como Manolo Estrella, Pablo Llorente o Fernando Algorri devolvió la ilusión a una afición necesitada de ella. Aquella temporada y junto a ellos formaron la plantilla Quique, Gamboa,

nómica del club. En lo deportivo, el equipo terminó la primera vuelta de la primera fase invicto, liderando su grupo por delante de Anaitasuna y San Antonio. Sin embargo, el Ademar no pudo luchar por el ascenso al sufrir una plaga de lesiones que obligó a viajar casi en cuadro al equipo durante gran parte de lo que restaba de temporada, aunque logró finalizarla con la mala noticia del adiós de Seur como patrocinador.

A perro flaco todo son pulgas

Al principio de la temporada 86/87 la deuda del club ascendía a los 9 millones de pesetas que hacía que nadie quisiera hacerse cargo de él Pollán, César, Juan Arias, Pradal, Campo, Tomás, Javi Pérez y Carlos Álvarez, todos ellos entrenados por Ramiro García, que fue sustituido tras solo un partido por Arturo Bascones. La temporada fue mejor de lo esperado, el club encontró un patrocinador y el primer equipo pasó a llamarse Seur Ademar, algo que mejoró la situación eco-

La 87/88 comenzó con la alegría del regreso de Julián López al banquillo del Ademar, el entrenador de todos los ascensos del equipo. Sin embargo Carlos Álvarez, que había comenzado a despuntar y la retirada de César y Campo bajaron el potencial de la plantilla, que aquel año formó con Pollán, Recio, Pradal, Tomás, Javi Pérez, Llorente, Gabela, Estrella, Algorri y Juanín Arias. Sin duda la temporada estuvo marcada por un difícil inicio con problemas internos. ¿El motivo? La gran oferta que el Arrate hizo a Gabela y la negativa del Ademar a darle la carta de libertad para marcharse. Sus compañeros le apoyaron, no entrenaron un par de días como protesta y terminó con la salida del extremo y una pequeña guerra interna.

Carlos Álvarez, ideas claras sobre la pista.

Otro de los productos de la cantera marista, que fue llamado por Juan de Dios Román para la selección junior en el año de vuelta del Ademar a Primera. Tras varias etapas fuera, el babiano regresó varios años después tras sonar todos los veranos como refuerzo.

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Sin embargo, ya desde el inicio del año las sensaciones fueron malas. Tres partidos necesitó el Ademar para ganar (26-21 ante el Oarso, que terminaría la primera fase como colista) y es que en los primeros nueve partidos los leoneses solo lograron otro triunfo más. La situación se complicaba con el paso de las jorDos nombres después recordados nadas en una temporada en la que por el día de Reyes se organizó un amistoso ante el Atlético de Macomo los de Isidoro Martínez y drid, con todos los gastos a cuenta del AyuntamienJuan Carlos Pastor coincidieron to de León con el objetivo de recaudar fondos para en León cedidos por el Valladolid el club. En ese partido Carlos Álvarez jugó con el Ademar después de que en pretemporada se especulase con su vuelta, si bien no regresaría al AdeFran, los ‘ascendidos’ de Segunda Gari, Villalón y Javi mar hasta varios años después. Las derrotas se sucedían, las bajas aumentaban, Corral además de los cedidos del Valladolid Pastor e Isidoro con un único fichaje, Velasco, procedente del y el presupuesto contaba con el dinero justo para pagar los viajes. El equipo ocupaba posiciones comTeucro y el regreso de un histórico como Corral. prometidas en una liga plagada de deudas que hicieron a la Federación plantearse incluso la suspensión de la competición. Una crisis que Julio de Paz no aguantó y presentó su dimisión, harto de no contar con todos sus pupilos en los entrenamientos y partidos por unas u otras razones. El club no aceptó la dimisión, y en su viaje a Canarias (de nuevo pagado por el Ayuntamiento) no solo cayó con el Canteras (30-25) sino que conoció que el partido de la primera vuelta que se le había dado por ganado al no presentarse el conjunto insular debía repetirse entre continuas contradicciones. Justo antes, un corro de lucha en el Palacio obligó al Ademar a jugar en Maristas ante el Teucro en un partido con incidentes al no poder entrar todos los aficionados a un pabellón en el que terminaron siendo mayoría los hinchas gallegos, que salieron de allí celebrando su ascenso tras apalizar a los locales (17-30). Así las cosas el Ademar debía ganar al Canteras si quería una plaza en la promoción y evitar el descenso directo. Entonces sí, los de Julio de Paz no dieron opciones a los canarios (31-21) y se jugarían en una liguilla en Toledo a un solo partido y ante Cajasur, Altea y Elda su permanencia en Primera. Sin dinero ni para pagar el viaje, AdeArriba, Manolo Estrella ante un portero poco ortodoxo. El capitán se fue en la mar perdió sus tres partidos y consu88/89 en medio de la crisis y regresó con la llegada de Ricardo de Dios. Abajo, maba la catástrofe con el descenso a la la cola que se formó en Maristas para ver el partido ante el Teucro. Primera División B.

Ese mal ambiente supuso la marcha del capitán Manolo Estrella al sentirse «descalificado por sus compañeros» y seguramente la retirada de Juan Arias. Así las cosas, la liga fue un espejo del vestuario. Sin embargo, no fueron todo malas noticias y el club recibió una donación de un grupo de empresas ‘anónimo’ de dos millones y medio de pesetas, que junto al regreso de Seur como patrocinador saldaron la amenaza de diez jugadores de no jugar su partido ante el Ereintza «al sentirse discriminados en el trato con ciertos integrantes del club, solicitando el incentivo mensual de 30.000 pesetas». El partido se jugó, el Ademar perdió (20-21), al Palacio solo acudieron 300 personas y el pensamiento en División de Honor pasó a ser el de evitar el descenso. En medio de todo, con la expulsión de Algorri acusado de agredir a un espectador en Pamplona tras el partido ante el Espárragos de Navarra (San Antonio), Julián López dejó el banquillo y la directiva puso a Ricardo de Dios, un clásico del balonmano leonés, al frente del equipo. Su llegada y el regreso de Manolo Estrella devolvieron la ilusión a la plantilla en un Ademar que tuvo que despedir hasta a su masajista para cuadrar las cuentas. En ese clima, Recio también se plantó y el club fichó a Isidoro Martínez, otro nombre clave en la historia del Ademar. No sería él el último fichaje procedente del Michelin Valladolid esa temporada, y es que con la baja definitiva de Recio, llegó a León un portero que no alcanzó la gloria en la portería pero sí en los banquillos: Juan Carlos Pastor, que llegaba cecido, entrenaba en Valladolid y venía a León solo a jugar los partidos o viajar. Entre lesiones y cambios, el equipo encadenó varias derrotas consecutivas que hicieron sufrir al equipo para lograr una permanencia que llegó con la victoria en casa del Ereintza (23-24).

El año de la catástrofe En un Ademar en el que todo eran problemas, parecía complicado que la situación fuese a peor, pero en la temporada 88/89 se demostró que sí que era posible. Ricardo de Dios fue sustituido por otro leonés, Julio de Paz. El club trató de reiniciarse de nuevo y Ángel González cambioó a casi toda su directiva.

En la cancha, la plantilla de aquel año vivió una gran limpia. Solo Pollán, Tomás, Estrella, Llorente, Tarrazo y Quique Iglesias se salvaron, y a ellos se unieron dos juveniles de Maristas como Horacio y

icardo de Dios

Tras varios años ‘al otro lado’ al frente del Leonés o de la OJE, un pionero del balonmano de la provincia tuvo su oportunidad al frente del Ademar en sus momentos más complicados. Dirigió al equipo en la 87/88 en la que logró la permanencia en Primera y cuando nadie quería hacerse cargo del equipo lo cogió aunque no pudo hacer nada por evitar el descenso a Primera B, categoría de la que saldría también él a la temporada siguiente. Él dio la cara por el Ademar en uno de sus peores momentos históricos. Murió a principios de noviembre del 2000, cuando tenía 59 años.

Todo por el balonmano. Ricardo de Dios (segundo por la derecha) charlando con Tarrazo,

Santi, Badeso y Horacio.

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Tres intentos fallidos tras pasar un año en el infierno Un ascenso. El Ademar, que fichaba sus primeros extranjeros, volvió a la categoría de Plata en 1990

JESÚS COCA AGUILERA

n ascenso para salir a la primera del infierno y tres intentos fallidos para regresar a la élite. Éso fue lo que le depararon al Ademar las temporadas disputadas entre 1989 y 1993, las primeras en las que el club contrató jugadores extranjeros. Y es que la mejor noticia fue que la travesía por Primera División B, donde el club no militaba desde 1976, sólo duró un año. Logró el club ademarista abandonarla en el campo, después de haber peleado por hacerlo antes de comenzar la temporada en los despachos, pues durante muchas semanas existió la posibilidad de que el recién descendido equipo leonés recuperara la categoría perdida en los despachos. Sin embargo, la Federación Española de Balonmano decidía darle al Elda la plaza que dejaba libre el Helios... y tras bastante rumorología sobre si los valencianos aceptarían o no el ascenso, al quedar encuadrados en el grupo de los equipos del norte, finalmente decidieron hacerlo y dejaron al Ademar en esa tercera división del balonmano. Era un año muy difícil. La Primera B era prácticamente igual de cara que la A, pues los desplazamien-

tos y honorarios de los árbitros que era lo que centraba los gastos eran muy similares; pero la vuelta a la esencia del club y las apuestas realizadas dieron resultado. Con una plantilla muy joven, en la que ningún jugador superaba los 23 años, se presentaba el Ademar en la competición. Fredy Marcos era el fichaje estre-

Tras un inicio de temporada irregular, el Ademar se metía en la fase de ascenso a Plata y subía tras culminar su pleno de triunfos con el 20-26 ante el Santa Coloma lla de los leoneses, que mantenían a gente fundamental como Pollán, Isidoro y Tarrazo; y subían de la cantera a jugadores luego históricos como Publio y Josines que eran desde el inicio ya muy importantes. A los mandos del equipo, al que Aluminios Jandri pasaba a dar nombre al convertirse en patrocinador, se po-

nía Ricardo de Dios. Pero la temporada, aunque tuviera final feliz, no fue ni muchísimo menos un paseo. Le costó arrancar al Ademar, que perdía dos partidos (con Cisne y Octavio a domicilio) y empataba otro (frente a la Redondela en León) en las cinco primeras jornadas. Le costaba adaptarse a los leoneses a una categoría donde cada desplazamiento a tierras gallegas suponía una encerrona, viendo cómo por ejemplo tras su victoria en Lalín los árbitros eran agredidos por espectadores y alcanzaban el vestuario gracias a la escolta de los jugadores locales, o en las visitas a Cangas no era raro que un espectador le quitara el balón a un extremo visitante sin que eso llamara la atención de los colegiados. Sin embargo, aunque como terceros de grupo, el Ademar alcanzó la segunda fase, donde las cosas mejoraron. Porque, tras el traspiés inicial que supuso caer 27-20 con el Canal de Isabel II, el equipo ademarista puso la directa y logró seis victorias seguidas, clasificándose para la fase de ascenso dos jornadas antes de culminar el grupo. Una alegría que, no obstante, era agridulce pues se conseguía justo tras la muerte del legendario César.

LA PLANTILLA QUE LOGRÓ SALIR DE PRIMERA B. Arriba: Pollán, Montoro, Óscar, Tarrazo, Santi, Tomás, Horario, Ricardo de Dios (entrenador) y el delegado Javi. Abajo: Luis Fermín, Fredy Marcos, Josines, Isidoro, Badeso y Kerman.

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Los primeros extranjeros.

Eduard Kuleshov (con el dorsal 11) y Alexander Poliakov (con el 14) fueron en la temporada 1990-91 los primeros extranjeros de la historia del Ademar. El rumano Sajenev, el serbio Goran Dzokic o el ruso Viktor Spanko fueron los siguientes. | M. PEÑA

No le pudo hacer un mejor homenaje la plantilla en la fase ron al filial y sólo uno llegó a debutar con el primer equipo definitiva. Con el lateral procedente del Lagisa Montoro como al ser su nivel inferior al esperado. ¿A nivel de resultados? El comienzo fue muy esperanzafichaje estrella (dos rivales quisieron impugnar el ascenso del Ademar por considerar que no se había cursado el plazo dor. Tras una mala pretemporada sin ninguna victoria y un legal para su ficha), el equipo leonés hacía pleno. Tres parti- empate ante el Avilés (26-26) en el debut, el equipo leonés dos y tres victorias, con el meta Pollán como estrella. Ga- enlazó una racha de seis triunfos en siete partidos que le conaba al rival más fuerte, el Granada, 21-23 en la primera jor- locaron lider y le convirtieron en claro candidato a la fase de nada; y, tras imponerse 29-25 al Zaragoza, vencía 20-26 al ascenso. Pero un bache a mitad de liga, con cuatro derrotas Santa Coloma en el choque decisivo que le daba el ascenso. en cinco encuentros, incluidas dos ante los dos grandes rivaSe soñaba con conseguir subir dos escalones en dos años les de la zona alta (27-29 con Naranco y 25-19 en Avilés), acaseguidos y recuperar la División de Honor, pero las dos pri- bó con sus esperanzas y le hizo deambular sin claros objetimeras campañas ni siquiera se consiguió jugar la fase de as- vos hasta final de temporada pese al salto de calidad que sucenso. En la 1990-91 se salía prácticamente con el mismo puso el fichaje en febrero del meta ruso Víktor Spanko, que equipo del año pasado en Primera B, si bien habría bastante les permitió terminar terceros. Más cerca estuvo de lograr el objetivo el Ademar en la temmovimiento durante la temporada tanto en jugadores como en el banquillo, en un año con muchos quebraderos de cabe- porada 1992-93 pese a un comienzo lleno de baches: por za. Porque la liga no pudo comenzar peor: los cuatro prime- los ocho meses que llevaban sin cobrar jugadores y entrenador al comenzar la liga, porque las ros partidos se saldaron con derrotas, obras de ampliación en el Palacio de tres de ellas (ante Galdar, Clubasa y Deportes le obligaron a jugar en el Iberduero) por más de ocho goles de Hispánico casi la mitad de los partidiferencia. Y los problemas no termi- En la 1992-93, el Ademar se ligueros y porque la Federación naron ahí. metió en la fase de ascenso. dos incluyó a los leoneses en el grupo de Fue protagonista en ellos uno de los andaluces, con el consiguiente los refuerzos, el del primer jugador pero no pudo rematar la extranjero que militaba en el Ade- faena pese a jugarse en León perjuicio económico para su debilitada economía. mar. Fue el lateral izquierdo Eduard Pero a todo se sobrepusieron los Kuleshov, ruso de 22 años que había y el Octavio le dejó sin gloria leoneses. También a la lesión de la sido descartado por el Arrate y que aterrizaba con la campaña ya iniciada. No le gustó mucho al referencia del equipo, el leonés Carlos Álvarez, que había técnico Ricardo de Dios, que declaró que «la primera vez que sido el fichaje estrella junto a Goran Dzokic, o a la derrota pude verle jugar ya tenía ficha, me parece un paquete», mo- por la mínima con el otro gran candidato al ascenso, el Guativo por el cual fue cesado por telegrama por la directiva pro- dalajara, por un gol en el tramo final del muchos años después técnico ademarista Rafa Guijosa, que daba los primeros vocando el malestar de los aficionados. Le sustituía a los mandos del equipo Juan Muñiz, y ade- coletazos de su carrera. Al final quedaron segundos, pudienmás se hacían otros dos refuerzos: otro ruso, Poliakov, y un do incluso reservar fuerzas en las últimas jornadas para una pivote asturiano: Moyano, que no acabaría la temporada. Me- fase de ascenso que conseguían que se disputara junto a Eijorarían los resultados, pero la irregularidad se mantuvo y el bar en León. Todo invitaba al oportimismo. Sobre todo cuando los dos Ademar no pudo pasar de la séptima posición. Tuvo eso sí opciones hasta la última jornada de meterse en la fase de ascen- partidos de la misma, que los leoneses debían disputar a doso, pero las cuentas dependiendo de terceros equipos no micilio, se saldaron con un triunfo (31-21) ante el Tres de Mayo y un empate (21-21) con Arrate. El Palacio decidía. salieron y el club leonés no pudo pelear por la gloria. Tampoco en la campaña 1991-92 el conjunto ademarista Pero el Ademar se estrelló. Sacó un empate(24-24) ante alcanzó la fase de ascenso. La afrontó el Ademar con prácti- Guadalajara gracias a una parada en el último segundo de camente la misma plantilla de la temporada anterior y con Calleja y, en un partido a ‘vida o muerte’, a ‘todo o nada’, claro color soviético, pues al hecho de que el CSKA Moscú frente al Octavio, perdía 21-24 y veía cómo los gallegos lofue el rival en la presentación se unió que tres jugadores ru- graban el ascenso y condenaban a los leoneses a una promanos (Sajenev, Didei y Motoc) pidieron asilo político tras moción ante un equipo de División de Honor en la que no jugar la Olimpiada juvenil en León, fueron contratados por tuvieron opciones. El Conquense, muy superior, ganó 24el Ayuntamiento como profesores de las Escuelas Deporti- 26 en la ida en el Palacio y goleó (33-20) en la vuelta en vas y entraron en la disciplina ademarista, si bien lo hicie- su cancha.

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DESTACADOS

migrantes

Perlas perdidas. Maristas no dejaba de sacar talentos, aunque a muchos el Ademar no pudo retenerlos e hicieron carrera fuera. Era el caso en esta época del extremo Dani Peñacoba, que hizo carrera en tierras gallegas y llegó a ser rival en fases de ascenso; y el central José Ángel Delgado Ávila, que hizo carrera y fue toda una institución en el BM Valladolid.

uan Muñiz

Primer técnico no leonés Este asturiano legó a mitad de la temporada 1990-91 para sustituir al destituido Ricardo de Dios, siendo el primer técnico no nacido en la provincia que dirigía al Ademar. No residía en León, sino que se desplazaba para los entrenamientos y a los partidos, y estuvo durante dos temporadas y media al frente, abandonando tras no lograr el ascenso en la fase de ascenso jugada en León en 1993.

olifacéticos

De un deporte a otro. Es habitual en edad escolar sobresalir en varios deportes, pero menos en profesionales. Sin embargo, en estas temporadas, jugadores del Ademar fueron tentados por el fútbol (Quique, llegó a jugar en el San Frrancisco) o el fútbol sala (Pollán); mientras que el equipo leonés probó con Morante, jugador de voleibol.

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El último ascenso. Arriba: Julián (utillero), Pollán, Buján, Cabero, Tomás, Javi (delegado), Juancho, Carlos Álvarez, Antúnez, Publio y Carlos Torío (médico). Abajo: Horacio, Josines, Montalvo, Mario, José Duarte (entrenador), Mariano Beaumier (segundo entrenador), Biro, Isidoro, López y Pablo. | M.PEÑA

El épico ascenso que dio comienzo a la leyenda Último ascenso a la máxima categoría. El 30 de abril de 1994 la victoria frente al Sarriá devolvía al Ademar a la máxima categoría del balonmano español, de la que ya nunca más ha vuelto a bajar

JESÚS COCA AGUILERA

n medio de una gran ‘tormenta’ interna, con problemas económicos y ‘guerra’ entre directiva y Ayuntamiento; con la afición cansándose tras varios intentos de promoción fallidos y propiciando las peores entradas en el Palacio de las últimas campañas; y después de meterse in extremis en la promoción de ascenso... el Ademar logró en la temporada 1992-93 la proeza de volver a una élite del balonmano español que desde entonces no ha vuelto ya a abandonar. Era en Granada, el 30 de abril de 1993, cuando el conjunto leonés culminaba su ascenso a la máxima categoría imponiéndose por 26-17 al Sarriá catalán. Fue un encuentro ‘sin color’. Lo dominó de principio a fin la escuadra ademarista, que era consciente de que ganando cumplía el objetivo y, con el veterano extremo López que anotó 13 goles como ‘estrella’, ‘barrió’ a un rival que no tenía ya opciones en esa fase de ascenso. ¿Los integrantes de aquella hazaña? Fueron los

porteros Imre Biro (uno de los pilares, sino el principal, fue el húngaro) y Mario; el fallecido Carlos Álvarez, el histórico pivote Juancho Pérez, el que luego fuera entrenador y entonces extremo Isidoro Martínez, el central Publio de Celis, el pivote valdeonés Buján, Montalvo, el extremo López, los laterales An-

El Ademar ganó todos los partidos de la fase de ascenso tras meterse en ella remontando dos goles en los últimos 30 segundos del encuentro final de la liga regular túnez, Cabero y el berciano Horacio, y el entonces juvenil Jorge García Vega, que debutó en la segunda jornada marcando 12 goles pero luego quedó KO por una grave enfermedad. Además, Fresno y Goran

Dzokic disputaron la primera mitad de la temporada, pero abandonaron el club por las deudas en navidades; y Josines, Pablo y Tomás subieron desde el filial en diversos encuentros. ¿A los mandos del equipo? Estaba el extremeño José Duarte, auxiliado por Mariano Beaumier; mientras que la ‘turbulenta’ presidencia la ostentaba Ángel González. Todos ellos llevaron al Ademar a ‘pasearse’ en una fase de ascenso que se disputó ‘a caballo’ entre Pamplona y Granada y en la que solventó con victoria sus cinco partidos. 19-25 al Tello de Toledo, 13-16 al Anaitasuna en su casa, 14-15 al Huétor Tájar granadino también ante su público e incluso, tras el ya relatado triunfo ante el Sarriá, 23-28 frente a un Cangas que se la jugaba. De hecho, donde sufrió y se acabó ganando medio ascenso el equipo ademarista, fue en la última jornada de la liga regular. Porque, aunque a tres jornadas para el final tenían casi hecho el pase, dos derrotas seguidas ante Gijón y Naranco le obligaban a puntuar en la última en la pista de un Canal de Isabel II

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que no se jugaba nada para no quedar KO. Y, ante apenas 50 espectadores y con sólo 30 segundos para el final, la debacle parecía un hecho, pues el Ademar perdía de dos goles. Pero el milagro se hizo. Con dos excluidos en los madileños, López ponía a uno a los leoneses; y en la defensa siguiente Juancho Pérez, con su habitual agresividad y ‘rozando’ la falta, forzaba una pérdida que propiciaba el contraataque; en el que Isidoro se topaba con el portero en primera instancia, pero López cogía el rechace y sobre la bocina daba el pase la fase de ascenso al Ademar. Con la moral recuperada, luego la siguiente ronda fue ese ‘paseo’ que acabó a la vuelta con ‘baño’ en la Plaza de Guzmán. Era el broche de oro a una temporada que estuvo llena de anécdotas, empezando por el peculiar estilo de juego que llevaba a cabo el Ademar y que haría llevarse las manos a la cabeza a cualquier aficionado que viera hacerlo a su equipo hoy en día. Y es que, una de las claves de volver a la Asobal, fue la defensa, y ahí el club utilizaba siempre una ‘5-1 india’, que es como se conoce a aquella en la que el avanzado intenta llegar a presionar a todas las posiciones de la primera línea. Esa figuraba la ocupaba Antonio Antúnez y la confianza en ella (y sobre todo en el portero Imre Biro) era tal que el equipo utilizaba esa Arriba: a la izquierda, Imre Biro, pieza clave en el ascenso, saca de puerta; y a la derecha un partido de la fase de ascenso en Granada. Abajo: los jugadores leoneses celebran el ascenso tras ganar al Sarriá. | M. PEÑA / R. ÁLVAREZ figura... hasta cuando estaba en inferioridad. No les preocupaba que el rival llegara a tirar por los extremos porque y un balón impactó en su rostro impidiendo incluso desde esa posición consideraban que las opciones del ción por conseguirlo fue enorme, como no podía ser de otra manera, y dado que ese último encuentro les que pudiera disputar el partido. Con el rival ‘jugánhúngaro de detenerlo eran muy grandes. dose la vida’ pues si ganaba jugaba la promoción de había tocado disputarlo a las diez de la mañana, se Pero además, si por algo estuvo marcado el año ascenso, el resultado parecía claro... pero aun así el fue por los problemas económicos, que dieron lugar Ademar ganó para desesperación de su rival viendo a la aparición de personas ‘salvadoras’ para la delicacómo lo hacían. da situación económica de los deportistas. Es el caso El portero húngaro Imre Biro era Eso sí, quienes pudieron presenciar todo esto en de ‘la señora María’, de la que cariñosamente en la pieza fundamental de una plantilla directo se cuentan con los dedos de una mano. Acosplantilla decían era el principal patrocinador. Y es en la que también estaban Vega, tumbrados a los grandes desplazamiento de aficioque esta mujer tenía un piso en la Avenida de Roma nados de ahora cuando el Ademar se ha jugado algo donde normalmente acogía a estudiantes y en el que Juancho, Isidoro, Cabero, López, importante, en aquella ocasión sólo había dos vivían cinco jugadores del primer equipo (Isidoro, Horario, Antúnez o Carlos Álvarez muy ‘leoneses’ en las gradas: los dos representantes de Juancho, López, Antúnez y Montalvo). Llegó un medios de comunicación que acudieron. momento en el que no tenían dinero para pagarla ni Son los recuerdos de una temporada mítica. De podría decir que los jugadores ademaristas no lo disla comida ni el piso y ella les adelantó lo de todo el un año en el que comenzaron a cimentarse los maputaron en las condiciones óptimas. De hecho, duaño. yores éxitos de la historia del Ademar, que estaban rante el calentamiento, Horacio se puso detrás de la ¿Más curiosa? Es sin duda la anécdota del último portería a simular los gestos que hacía el guardameta ya a la vuelta de la esquina. partido del año y primero tras el ascenso. La celebra-

orge García Vega

Toda una vida dedicada al balonmano. Fue en junio de 2015 cuando el central berciano Jorge García Vega dijo adiós a una larguísima carrera. Una despedida muy reciente de un jugador que no obstante ya estaba presente en el ascenso de 1994 a la Asobal. Era concretamente su primera temporada en el Ademar, siendo juvenil pues tenía sólo 17 años y debutando a lo grande: con 12 goles en una de las mayores palizas de la historia ademarista: 37-7 al Aranda. Sin embargo, los problemas físicos se le acumularon y en esa campaña del ascenso apenas jugó en el segundo tramo.

Vega, defendiendo en el centro con Juancho a la derecha, el año de su debut. | M. PEÑA

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Un descenso que no fue sino el inicio del sueño C

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asi igual de importante fue el regreso del Ademar a la ya llamada liga Asobal, como el cambio de presidente que se produjo antes del inicio de la temporada 1994/1995. Ángel González dejaba su cargo al exjugador Juan Arias tras ocho años al frente del club, un periodo lleno de críticas pero con un balance claro: cogió el equipo cuando nadie lo quería y lo dejó en la máxima categoría. Solo Arias se presentó a las elecciones, un personaje de sobra conocido por todos los ademaristas y protagonista de algunos de los mejores momentos de la historia del club hasta ese momento, historia que nadie podía imaginar hasta que punto llegaría en fechas no muy lejanas. En lo deportivo, la temporada debía ser la del asentamiento definitivo en División de Honor, asumiendo que no iba a ser para nada sencillo. Con apenas 200 socios, el objetivo era llevar al mayor número de gente posible al Palacio, algo que costó en esa primera temporada de vuelta a la élite. Se realizó publicidad, novedosas iniciativas, la creación de una mascota y sobre todo se logró un patrocinador que volvió a cambiar de nombre al equipo, el Prosesa Ademar.

Llego entonces el momento de elegir entrenador tras el anuncio de la marcha de Pepe Duarte. Entre los muchos nombres que sonaron se impuso uno, el de Jordi Álvaro, un hombre muy experimentado al que Isidoro Martínez acompañó como segundo tras ser jugador hasta la temporada anterior. La plantilla quedó finalmente conformada por Biro y Pasqui como porteros y Lamarca, Hermida, Bayo, López, Carlos, Buján,

El Ademar perdió innumerables puntos en los instantes finales, hasta el punto de que se hablara del ‘síndrome del último minuto’ Cabero, Publio, el juvenil Castresana, Montalvo, Vega y Kovalev, al que se uniría el pivote ruso Iuri Zsitnykov. Ya en los primeros encuentros se vio que el equipo estaba dispuesto a dar guerra, ganando los dos primeros partidos y cayendo de forma ajustada (26-24) en la pista del F.C. Barcelona en un partido en el que destacó el portero suplente del Ademar, un Xavi Pascual que

después se pondría al frente de la nave blaugrana. Eliminados por el Teka en Copa del Rey de forma clara, la mala suerte comenzó a ser una constante en esa temporada y se empezó a hablar del ‘síndrome del último minuto’ y es que en varias ocasiones el equipo leonés se dejaría puntos en los instantes finales que le condenarían a estar en el alambre durante todo el año. En esa circunstancia, unas declaraciones de Juan Arias asegurando que el equipo estaría en menos de cuatro años jugando en Europa parecían una auténtica locura... que no lo sería tanto. El equipo no fue capaz de ganar a rivales directos por la permanencia como Juventud, Gáldar, Granollers o Maristas de Málaga, lo que permitía al Ademar evitar los puestos de descenso pero con muy poco margen. Dos victorias ante Huétor (30-22) y Conquense (1820) parecía que aseguraban la permanencia, pero la lesión de Kovalev y una crisis de juego llevaron a que a falta de dos jornadas el descenso directo estuviera salvado pero la promoción sobrevolase el Palacio, algo que finalmente terminó ocurriendo. El Prosesa Ademar se jugó ante Juventud Alcalá al mejor de cinco partidos el evitar un puesto en la promoción de descenso. Los dos primeros partidos se disputaron en León, con una victoria para los locales y otra para los alcalaínos, un equipo en el que destacó la actuación de dos futuros nombres clave en la historia del club: Rafa Guijosa y Demetrio Lozano, que llevaban varios meses sin cobrar sus nóminas. Lo cierto es que la eliminatoria no volvió a León y es que Ademar cayó en sus dos partidos disputados en Alcalá, en medio de las protestas de los jugadores locales. Los leoneses se veían abocados a una eliminatoria a vida o muerte contra Cangas en la que ya no estaría Jordi Álvaro, destituido tras caer ante Juventud. Isidoro, hasta entonces segundo entrenador, fue el encargado de dirigir al equipo en ese doble partido, que en la ida ya puso las cosas muy difícil al Ademar, que perdió 26-22 en tierras gallegos. En la vuelta los leoneses buscaron la remontada ante un Palacio de los Deportes que se quedó pequeño para la ocasión, con 7.000 personas dentro y más

Vuelta a la élite con Jordi Álvaro al frente.

La campaña 94/95 significó el regreso del Ademar a la División de Honor, que era ya la Liga Asobal. Sufrió el equipo leonés para salvar la categoría, algo que lograría en los despachos gracias a la buena gestión de la directiva que ese año pasaba a presidir Juan Arias.

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de 1.000 fuera. Sin embargo, el mazazo fue enorme cuando el Ademar se quedaba a un solo gol de pasar la eliminatoria tras ganar 20-17 y no ser capaz de anotar en dos minutos y medio. León lloró un descenso que por entonces nadie sabía que nunca se iba a producir, y es que toda la suerte que faltó en la cancha se tuvo en los despachos. Los directivos ademaristas agotaron todas las posibilidades de mantener la categoría, a la espera de los problemas económicos que afrontarban varios equipos de Asobal. Alcalá, Alzira, Guadalajara y Conquense trataban aquel verano de 1995 de lograr los apoyos económicos suficientes para continuar compitiendo.

Tras consumarse el descenso en la promoción por un gol ante Cangas, la desaparición de Alzira sirvió para que el Ademar fuera repescado Antes de saber si el equipo volvería a Primera o seguiría en División de Honor, la directiva fichó a Manuel Cadenas como entrenador aunque la confección de la plantilla quedaba a expensas de la categoría en la que se jugara. Los equipos continuaban solucionando sus problemas y todas las miradas apuntaron a un Alzira con más de 100 millones de pesetas de deuda. Así, después de un largo culebrón, el equipo valenciano desapareció y Ademar recuperó la categoría, esta vez por méritos económicos gracias al buen trabajo de la directiva.

Andrei Kovalev.

El Ademar confió en otro ruso, Andrei Kovalev, para el lateral zurdo y cerró la temporada siendo el segundo máximo goleador de la plantilla por detrás de Hermida.

La plantilla del regreso. El Ademar de la campaña 94/95 estuvo formada por Biro y Pasqui como porteros y Lamarca, Hermida, Bayo, López, Carlos, Buján, Cabero, Publio, el juvenil Castresana, Montalvo, Vega y Kovalev, al que se uniría el pivote ruso Iuri Zsitnykov.

RECUERDOS HERMANO TOMÁS

Un éxito proporcional al esfuerzo realizado Siempre que pido algo para mi equipo pido que los éxitos sean proporcionales al esfuerzo que hacemos. Practicar un deporte siempre es saludable, y más para un joven, independientemente del resultado, sólo por los valores que se aprenden: respeto a los rivales, compañerismo, confianza en uno mismo... por sólo citar algunos de ellos. Pero los resultados, la superación personal o la ambición de cada uno, son también necesarios, y más si estamos hablando de un club que se codea con los mejores de su país. Cuando el Ademar volvió para quedarse ya siempre en la élite del balonmano español se cumplió mi deseo: el éxito era proporcional al esfuerzo. Con modestia, pero con señorío, se anduvo un camino no siempre fácil. El club entero había pasado por momentos difíciles, momentos

superados gracias al esfuerzo, sacrificio y amor al Ademar de algunas personas. Estamos ahí, con los mejores. La semilla se convirtió en Ademar y el Ademar en uno de los mejores equipos de Europa. Quiero que estas líneas estén envueltas en aroma de gratitud. Ha habido de todo: aspiraciones cumplidas, alegrías, luchas, éxito y algún fracaso que pudo servir de lección. Cuando veo el equipo entre los mejores creo que es el momento de recordar a muchos nombres que son fundamentales en la historia de este club, a los que se debe en buena medida el éxito alcanzado: Aventino Castellanos, Agustín Nogal, Emilio Álvarez Prida, Enrique Álvarez, Ángel González o Juan Arias es recordar nom-

bres muy importantes para el Ademar. Personalmente, quiero hacer una mención especial a Juan Arias, por su larga y exitosa trayectoriam, dando seguridad y triunfos a un deporte y a una afición única en España. Ese es nuestro mejor tesoro, nuestra afición. En ella veo el reflejo de nuestros esfuerzos, el premio a muchos años de sacrificio, la transformación de un club modesto que es capaz de estar entre los grandes con un estilo propio, con muchos menos medios, pero con más ilusión que nadie por dar una alegría a lo mejor del patrimonio del Ademar: la afición que se ha conseguido crear y la gran cantidad de jugadores que han nacido como tales en esta tierra o que se han perfeccionado llevando el escudo del Ademar en el pecho.

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De rozar el descenso a ser uno de los ‘grandes’ Tras lograr la permanencia en los ‘despachos’ el Ademar logró en solo dos temporadas no solo asentarse en la Asobal sino clasificarse por primera vez para la Liga de Campeones

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in duda el verano de 1995 fue uno de los más intensos para el Ademar. Tras confirmarse la desaparición del Alzira y la repesca del equipo leonés para la liga Asobal, lo único que tenía claro el club es que Manolo Cadenas iba a ser el entrenador e Isidoro su segundo. A marchas forzadas se tuvo que confeccionar una plantilla llamada a ser la del asentamiento definitivo del club en la división de honor, algo que se cumpliría con creces gracias a una plantilla que a pesar de hacerse contrarreloj, parecía contaba con las suficientes garantías para afrontar la temporada. Manolo y Torrego fueron los porteros y como jugadores de campo iniciaron la temporada Jorge García Vega, Alemany, Skrbic, Publio, Kovalev, Rubiño, Demetrio Lozano, Buján, Franch, Cabero, López, Castresana y Jiménez. Por tanto, algunos jugadores de la última temporada, otros veteranos que tratarían de evitar la novara de la misma y el pivote serbio Skrbic como gran referente. Con unos 1.000 socios y con la directiva siempre buscando atraer a más gente al Palacio se inició una temporada en la que en solo seis encuentros logró igualar la cifra de puntos total de la temporada anterior. El equipo de Cadenas comenzó a caracterizarse por una férrea defensa que permitía correr una y otra

vez al contraataque,las que serían para siempre las señas de identidad del club, con el citado Skrbic y Alemany como referencias esa temporada. No perdió el Ademar su primer partido hasta la séptima jornada (30-27 ante el Teucro) de una temporada en la que los compromisos internacionales afectaban por primera vez a sus jugadores, motivo de orgullo y también una circunstancia que le obligó a te-

El Ademar jugó su primera Copa Asobal en la 95/96, temporada en la que lograba su billete europeo en la Copa del Rey que acogió León ner presente a la cantera con un Juanín García que entraba en las primeras convocatorias de Cadenas. Los resultados eran buenos y el equipo se clasificó para su primera Copa Asobal, en la que los leoneses cayeron en semifinales ante el F.C. Barcelona en su primera aparición entre los grandes. La segunda vuelta fue más irregular, especialmente con una dolorosa derrota en el Palacio ante el Va-

lladolid (25-31) con 3.000 espectadores en las gradas. Sin embargo, en los últimos compases de la liga el Ademar recuperó su juego y pudo ser finalmente sexto, un puesto histórico que en principio no daba derecho a debutar en Europa al equipo leonés, aunque con Teka y Granollers en las finales de Recopa y EHF, que daban motivos para soñar. Un sueño que se convirtió en realidad en casa, y es que la Copa del Rey llegó a León para cerrar el curso 95/96 y si el Ademar lograba eliminar al Teucro en primera ronda confirmaría que su sexta plaza liguera le aseguraría un hueco en la City Cup de la siguiente temporada. Un gol de Aleix Franch en el último segundo dio una victoria (27-26) que hizo estallar el Palacio. Ademar caería en semifinales de nuevo ante el Barça (2628), pero lograría el tercer puesto ante Granollers (2322) en una Copa que se llevó el Elgorriaga Bidasoa. León se había enganchado definitivamente al balonmano.

El año del debut europeo Con todo lo ocurrido meses antes, la temporada 1996/1997 se presentaba como una de las más ilusionantes de la historia del Ademar, al que Prosesa continuaba dando nombre. Ambiciosos, el año no

Manolo Cadenas, el líder del mejor Ademar.

A pesar de estar ya consolidado, el técnico de Valdevimbre no llegó al club leonés hasta 1995 y lo hizo para liderar a un equipo que pasó en dos años de ser ‘repescado’ tras bajar en la cancha a disputar su primera final, su primer partido en Europa o ser por méritos propios uno de los ‘grandes’ del país.

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solo sería el del debut europeo, sino el de la conso- Nettelstedt alemán remontó los seis goles de ren- creer a pesar de rozarlo en varias ocasiones. Fue en lidación del equipo leonés como uno de los ‘gran- ta que el Ademar se llevó del Palacio en la ida en lo Santander, en la Copa Asobal, cuando en un partido des’ del balonmano nacional. Para ello la plantilla que supuso el primer viaje europeo del equipo a la épico que se resolvió en los penaltis el Ademar elise renovó profundamente apostando descaradamen- ciudad de Lübeck. minó de nuevo al Barcelona en semifinales. En el parte por la juventud. Llegaron a León Manolo Colón, tido por el título los leoneses se encontraron a los anJota Hombrados, Pérez Canca, Benés o Fernando fitriones, el Caja Cantabria, que batió al Ademar 30Hernández. Junto a ellos Cadenas abrió la puerta a En la 96/97 además de ser segundo 22 en un mal partido de un Cadenas que aseguró que la cantera y dio la oportunidad a jugadores del filial próxima final no la perderemos». en liga, el Ademar llegaba a la final «laEn como Garabaya, Marne o Juanín García, que supiela liga, con sufridas victorias y alguna que otra de la Copa del Rey, en la que caía ron aprovechar sus oportunidades. derrota el Ademar logró asentarse en un segundo El Trofeo George Marrane en Francia fue no solo ante el Caja Cantabria (30-22) puesto que celebró con su afición en la victoria ante el inicio de las pretemporadas del Ademar en el exuno de los grandes como Bidasoa (33-26). No todo tranjero, sino una muestra de lo que disfrutaría la fueron alegrías aquel año, y es que poco antes el méafición leonesa aquel año. Tras la eliminación el equipo se centró no solo en dico del club y antiguo jugador Fernando Algorri faEn el debut liguero los leoneses barrieron al San la liga (el Palacio se llenó para ver una histórica vic- lleció en un accidente de tráfico que puso al club de Antonio en Pamplona (23-29), llevándoles a los pri- toria ante el Barça por 27-26), sino en tratar de lograr luto. meros puestos de la tabla que ya no abandonarían has- por primera vez un título en el que no terminaron de Para finalizar la temporada quedó una Copa del ta el final. El Ademar no supo Rey en la que el Ademar tenía lo que era perder hasta la undépresente aquella frase de Cacima jornada (28-23 en la visidenas. Sin embargo, el equita a Bidasoa) más allá de un empo no pudo ni siquiera llegar pate en Barakaldo, terminando a la final y es que tras elimila primera vuelta en el segunnar a Bidasoa en cuartos (26do puesto logrando de nuevo 31), fue eliminado por el Barmeterse en la Copa Asobal. celona en la semifinal en un Entre tanto, el equipo deencuentro muy igualado, debutaba en Europa ante el Strocidido en la prórroga y con volou Nicosia chipriota, si bien una polémica actuación arbies cierto que los dos partidos tral, conformándose los leode la eliminatoria se jugaron neses con un nuevo tercer en León para ahorrar costes, puesto tras ganar la final de algo habitual en las primeras consolación a Gáldar. experiencias del Ademar en A pesar de la encarnizada competición continental. Los batalla de aquella temporada de Cadenas ganaron claramencon el club blaugrana, ellos le te los dos partidos y en la sidieron una de las mejores noguiente ronda se encontraron ticias a los leoneses. El equial Dinamo Astracán, que tampo en el que por entonces desbién llegó a León para jugar los tacaba Iñaki Urdangarín se dos partidos de una eliminaproclamaba campeón de Eutoria que el Ademar volvió a ropa y eso daba acceso a la Liga vencer fácilmente. Pronto se de Campeones al subcampeón de la liga Asobal: el Prosesa daría cuenta el equipo de que Ademar León, que cumplía un sueño esas dos eliminatorias fueron un espeApuesta por la juventud. Para asentarse entre los ‘grandes’ el Ademar en el que hacía muy poco tiempo abjismo en la dureza del Viejo Continenvolvió a apostar por la juventud de jugadores como Demetrio Lozano. solutamente nadie creía. te y es que en cuartos de final el Tus

ragan Skrbic

El carácter ganador del pivote serbio era del que quería impregnar Manuel Cadenas al equipo cuando llegó al Ademar, por lo que no dudó en fichar al balcánico. Previo paso por Alcobendas y Alzira, fue en León donde Skrbic se convirtió en una estrella del balonmano a nivel mundial, siendo para muchos el mejor pivote de la historia. En su segundo año en León, el segundo también para el entrenador de Valdevimbre, logró más de 200 goles, lo que le alzó al título de máximo goleador de la liga y le sirvió también para ser nombrado como el mejor jugador extranjero de la Asobal. Conectó desde el principio con la afición ademarista y su conexión con Pérez Canca le ayudó a conseguir una marca que parece inalcanzable para un jugador de segunda línea (aunque también era el encargado de lanzar los siete metros). Tras su marcha de León no perdió el contacto con Cadenas. Jugó en el Hameln y en Nordhorn alemanes, en el Celje (con quien vino a León en eliminatoria de Copa de Europa) y luego en el F.C. Barcelona hasta su retirada, donde en sus últimos años volvió a coincidir con el técnico recordando una y otra vez aquellas temporadas en las que Skrbic hizo grande al Ademar y el Ademar a Skrbic.

Skrbic, talento puro. El pivote serbio se dispone lanzar en los seis metros durante un partido en el Palacio de los Deportes.

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El equipo ademarista cumplía y contaba por triunfos sus partidos en casa, pero no era capaz de ganar a domicilio. Sólo ante el penúltimo clasificado, el Cangas, conseguían vencer los de Cadenas, que cerraban la primera vuelta pinchando a domicilio con Altea (27-26), Bidasoa (25-20) y San Antonio (23-23). No obstante, la segunda vuelta dio inicio con cuatro triunfos seguidos, uno de ellos 32-24 en casa frente al Ciudad Real, en un partido marcado por el hecho de que Rafa López fue subido desde el filial ante la plaga de lesiones leonesas y se enfrentó a su padre, el mítico ex jugador del Atlético de Madrid Rafael López León, que entrenaba a los manchegos. Sin embargo, cuando parecía que podía llegar otro bache tras caer por la mínima en Valladolid y de seis en casa con el FC Barcelona, el Ademar sacó su raza para lograr el primer triunfo de su historia en Santander ante el Cantabria (22-25), dando inicio a un buen final de temporada en el que sólo cayeron en Gáldar y entraron en el ‘playoff’. ¿El rival? Era el potentísimo San Antonio. Con Zupo Equisoaín a los mandos, la muralla Buligan en portería, dos tremendos extremos como Mainer y Ambrós, el lanzador Villaldea, el duro pivote Errekondo... una constelación de estrellas y con la ventaja del factor campo. Pero las cosas no pudieron empezar mejor. Porque en un excelente encuentro, según las crónicas el mejor de la temporada, los de Cadenas asaltaban el Universitario. Mandando de principio a fin, con un Hombrados espectacular en portería, un Canca marcando a su antojo el ritmo del partido y anotando nueve tantos, y Lozano y Panadero ‘martilleando’ a su rival desde nueve metros y terminando con nueve y seis goles respectivamente; el Ademar acababa imponiéndose por 25-29 para poner de cara la eliminatoria. El inexpugnable Palacio debía decidir. El Ademar

A un paso de la final Temporada 1997-98. En el estreno del ‘playoff’ por el título, el Ademar quedó tercero y perdió la eliminatoria con el San Antonio

JESÚS COCA AGUILERA

a temporada 1997-98 fue la primera en la que el título de la liga Asobal se decidió con un ‘playoff’ que disputaban los cuatro primeros clasificados, siendo al mejor de tres partidos las semifinales y de cinco la final. Y el Ademar se quedó a las puertas de disputarle el campeonato al FC Barcelona. A un paso de la final se quedaron los leoneses, que consiguieron meterse en esa última fase tras confirmarse como uno de los grandes y corroborar el segundo puesto de la campaña pasada con un nuevo puesto en el pódium de honor, esta vez un peldaño más abajo pues terminaron en tercera posición. Ahí finalizaron la liga regular los de Manolo Cadenas, tras sobreponerse a las lesiones en el comienzo de liga y a la fatiga que provocaba la competición europea cuando las jornadas pasaban. Con 1.500 socios, 500 más que el año anterior, demostrando que León se volcaba cada vez más con el balonmano; comenzaba una temporada en cuyo inicio jugadores claves como Fernando Hernández, Fernando Benés, Jose Javier Hombrados o Pérez Canca pasaron en algún momento por la enfermería. Pero nada de eso frenaba a los leoneses, que solventaban con cuatro victorias y un empate (29-29 en la pista de un Ciudad Real que aún no era el ‘gallo’ que sería en temporadas posteriores) las cinco primeras

jornadas. Una extraordinaria defensa, un muro en portería con Hombrados y un Demetrio Lozano sensacional, que demostraba que era ya uno de los mejores laterales de España, lideraban a un Ademar que hacía morder el polvo a Granollers (28-23), Chapela (16-24), Naranco (31-25) y, en la quinta jornada, 3126 al Valladolid, en el que era el partido 100 de los leo-

El Ademar recuperó el factor cancha al ganar en Pamplona con Hombrados y Canca estelares; pero el San Antonio asaltó el Palacio y sentenció por la mínima en su casa neses en la Asobal, y al cual llegaban tras 549 días seguidos sin perder en el Palacio. Un dato brutal y que hablaba por sí solo del ‘coco’ en que se habían convertido los leoneses y el infierno que suponía visitar León. Sin embargo, a la sexta, llegó la derrota. No pudo dar la ‘campanada’ en el Palau Blaugrana la escuadra ademarista y cayó 33-26. Y, aunque se rehicieron de ello ganando 28-24 al que había sido su bestia negra la pasada temporada, el Caja Cantabria; llegó entonces un gran bache a domicilio.

UN PIVOTE QUE DEJÓ HUELLA. Ha tenido extraordinarios pivotes el Ademar, pero Manolo Colón es uno de los más recordados. En la campaña 1997/98, a la que pertenece la imagen lamentándose de una ocasión fallada ante el Bidasoa, fue nombrado segundo mejor jugador júnior de la Liga Asobal. | MAURICIO PEÑA

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osé Javier Hombrados

Por el Ademar han pasado varios de los mejores porteros del mundo, pero él es uno de los más queridos pues fue referencia fuera y dentro de la cancha. Mientras militó en León, a donde llegó en la campaña 1996-97 tras haber pasado ya por Atlético, Teka y Teucro, se convirtió en uno de los mejores guardametas de la liga, volviendo a la selección española para ser el perfecto lugarteniente de Barrufet. Y cuando las circunstancias hicieron que abandonara las filas leonesas al terminar su contrato en el año 2000, por una oferta astronómica e irrechazable del Portland San Antonio, lo hizo como un auténtico caballero. Y es que, antes de recibir la proposición navarra, había llegado a un acuerdo verbal con la directiva ademarista para renovar con los leoneses, pero antes de culminar nada apareció por el medio el San Antonio. Sin embargo, aun sin haber nada firmado, Hombrados exigió a su nuevo club que tendría que pagar su cláusula de rescisión si quería hacerse con sus servicios, para que así el Ademar sacara algún beneficio. Así lo hizo y la afición leonesa nunca lo olvidó, recibiéndole con tremendas ovaciones en sus vueltas al Palacio.

había volteado el favoritismo. Pero quedaba rematar la faena. Y los leoneses no lo hicieron. 4.000 espectadores poblaban las gradas. Pero llegó la gran decepción. Faltó serenidad y el San Antonio, que parecía muerto, ‘resucitó’. Los leoneses, tras una primera parte muy igualada (11-12), en la que habían llegado a mandar hasta de dos tantos, desaparecieron tras el descanso. La defensa no funcionaba, la portería no aportaba, Errekondo y Kisselev eran imparables, Buligan una pesadilla, la defensa navarra que rayaba la violencia ante la permisividad arbitral un muro infranqueable. Y el equipo ademarista ni siquiera tuvo opción de llevarse el partido. Perdió 21-28 y dejó el pase a expensas de volver a ganar en Navarra.

Hombrados intenta detener un penalti durante un derbi en Valladolid. | MAURICIO PEÑA

Canca, el cerebro de este Ademar, lanza durante un encuentro.

Y cerca lo tuvieron, pero se quedaron a las puertas. Lucharon como leones y llegaron con opciones hasta el final del encuentro pese a ir siempre a remolque, pero salió cruz y perdieron 25-24. A base de garra, defensa y el mejor Demovic, el Ademar, que había llegado a perder de cuatro goles en la primera mitad, devolvía las tablas en la segunda(14-14). Mas un parcial de 4-0, que ponía al San Antonio cinco arriba a falta de 8 minutos, era mortal... aunque ni así tiraron la toalla los de Cadenas. Así, Lozano metía cuatro goles seguidos, la defensa mixta sobre Kisselev cortocircuitaba el ataque navarro y el Ademar se ponía a sólo un gol... pero un tanto de Alberto Martín a falta de 15 segundos era la sentencia. La final de la liga debería esperar.

DESTACADOS

lgorri

Primera insignia de oro. Entre los grandes centrales que pasaron por las filas del Ademar está Fernando Algorri, pieza clave en el segundo ascenso a División de Honor y que era de los que destacaba por hacer mejores a sus compañeros. En enero de 1997 fallecía tras sufrir un accidente de tráfico, y el club le concedía la primera insignia de oro de su historia.

ozano

176 goles en su adiós. La temporada 1997-98 fue la última de Demetrio Lozano en el Ademar. Tres años en los que pasó de la joven promesa de 20 años que llegaba del Alcalá a uno de los mejores jugadores de la selección español y del Barcelona al que se fue desde León. En su último año, lideró con 202 goles en 32 partidos a la escuadra ademarista.

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Conexión Valladolid - León. El extremo fue muy importante durante las cinco campañas en que estuvo en León antes de irse al Barcelona y pese a sufrir una grave lesión en la temporada 1997-98. Además, fue fichado por los leoneses al Valladolid, inaugurando un trasvase con muchos nombres entre pucelanos y leoneses que siguieron Perales, Juancho, Torrego, Vega, Parrondo, Belaustegui...

uropa

Destino en pretemporada. El Ademar ya era una referencia y los grandes torneos veraniegos empezaban a querer contar con los leoneses. Así, en la temporada 1996-97 se habían estrenado con victoria ante PSG o Montpellier en la Challenge George Marrane; y en la 97-98 se llevaron el triunfo ante el todopoderoso Kiel y el Braga en la prestigiosa Schlecker Cup.

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Otro subcampeonato de liga. La plantilla hace piña en septiembre, antes del arranque de la campaña 1997-98. Colón, Juanín, Fernando Hernández, Torrego, Juancho, Vega, Canca, Hombrados, Entrerríos, Panadero, Demovic, Garabaya, Sancho y Marne estaban presentes en aquel equipo. | LÓPEZ

Primera final en una temporada para el recuerdo

FC Barcelona en el Palau, aunque acabaran perdiendo 33-31, demostrando que iban a más. Llegaba un invierno intenso pese a no haber partidos. Por lo bueno, como la convocatoria de hasta cuatro ademaristas a la vez por la selección española; y por lo malo, pues las salidas nocturnas hacían que la directiva expedientara a cuatro jugadores por ser vistos de fiesta a altas horas de la madrugada. Y el inicio de la segunda vuelta mostaba una versión mejorada del Ademar. Pese a que los fallos en los lanzamientos de penalti provocaban que no pasaran del empate en Ciudad Real (aún no el equipo todopoderoso de años posteriores pero ya acababa cuarto) y el derbi en Valladolid también se saldaba con una igualada; el equipo de Cadenas no mordía el polvo en las primeras 11 jornadas, saldando sus otros 9 partidos con 9 victorias, incluida una tremendamente contundente (22-31) en la pista del San Antonio tras una exhibición tremenda de Hombrados. A falta de dos jornadas, el Ademar ya tenía asegurada la segunda plaza, lo cual propiciaba que estuviera pensando más en Europa y cayera 24-23 con el Cantabria; pero no impedía que diera un susto al FC Barcelona, empatando 27-27 en el Palacio para llegar de la mejor manera posible al ‘playoff’ por el título. Se repetía la semifinal del año pasado. Ademar y San Antonio volvían a encontrarse en un duelo que, de tanto repetirse en citas claves durante estos años, se convertiría en un clásico. Y esta vez sí, el Palacio decidió. Si la campaña anterior habían dejado escapar ante su público la final, esta vez no dieron opción en ninguno de los dos partidos jugados en León. En el primero vencieron 30-21, gracias sobre todo a una primera parte impresionante que terminaron ya con esos nueve goles (20-11) de ventaja que provocaron que los últimos 25 minutos los equipos actuaran ya con suplentes pensando en el siguiente partido. Y, en él, en Navarra, fue el San Antonio quien se llevó el gato al agua. No fue el día de los leoneses, muy desatinados en el lanzamiento e incapaces de frenar a Villaldea (que terminó con 11 goles) y de superar al

Temporada 1998/99. ElAdemar acabó segundo la liga y superó en semifinales al San Antonio, pero el Barça fue muy superior en la final

JESÚS COCA AGUILERA

a temporada 1998-99 fue histórica para el Ademar. Quedaría ese año en el recuerdo porque fue en el que llegaron los dos primeros títulos ademaristas en la Copa Asobal y la Recopa de Europa, pero es que además los leoneses estuvieron muy cerca de rematar la faena en la liga Asobal. Porque los leoneses, que fueron claramente de menos a más a lo largo de la temporada, consiguieron plantarse por primera vez en la final de la liga Asobal, donde el FC Barcelona fue demasiado rival e hizo que tuvieran que conformarse con el segundo subcampeonato de su historia. Hubiera sido la guinda de un equipo que al menos quedó esta vez el primero de los motales. A ello ayudaron sin duda dos fichajes de campanillas: el del lateral asturiano Alberto Entrerríos, que acabaría siendo uno de los más grandes del balonmano español, y el del pivote Juancho Pérez, un auténtico ‘muro’ en defensa que regresaba a la que había sido su casa. Hombrados y Torrego en portería; Demovic, Kraljic, Panadero, Canga y Vega en primera línea; Juanín, Manuel Sancho, Fernando Hernández y Benés (que estuvo todo el año lesionado) en los extremos; y Colón y Garabaya en el pivote. Ellos completaban la plantilla del

Ademar ese año en el que por primera vez consiguieron superar los 2.000 socios. Gáldar, que durante muchas campañas fue un equipo que en Canarias se le atragantó al Ademar, le arrebató un punto ya en el primer partido a los leoneseses; que lograban no obstante luego cinco triunfos seguidos que le permitían coliderar la liga con el FC Barcelona. Sin embargo, el juego no convencía y llegaban los primeros pinchazos, que tenían consecuencias. En cuatro jornadas, los de Cadenas sumaban dos derrotas a domicilio ante conjuntos de la zona media como Chapela y Teucro, y ante el gran rival por el segundo puesto, el San Antonio, en casa, lo que llevaba a la directiva a sancionar económicamente a Demovic y Kraljic por su bajo rendimiento, llegando a apartar a éste del equipo. Pero tras la derrota ante los navarros, en la que Alberto Entrerríos había marcado 13 goles, comenzaba el despegue. Primero cumplían en la visita al colista Barakaldo y luego, en un encuentro vital ante un Cantabria que también estaba situado en la zona alta, ganaban 30-28 tras complicarse un choque que habían dominado casi por completo en la recta final pero ser rescatados por un gol en el último minuto de Juanín. Además, cerraban la primera vuelta plantando cara al

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meta Feschtchenko, y que tras irse por delante al descanso (12-13) se vinieron abajo en la segunda mitad, en la que llegaron a ir cinco abajo y terminaron cayendo 29-27. Pero los de Cadenas no iban a desaprovechar la oportunidad. Con Torrejo de estrellla inesperada, Canca manejando el partido, Juancho imponiendo su ley atrás y Panadero letal, cogían ya en la primera parte del tercer partido una renta de seis goles y la administraban para ganar 29-22 sin sufrimiento en la recta final. El éxito estaba conseguido. Y en la final ante el ‘todopoderoso’ FC Barcelo-

Juancho y Alberto Entrerríos dieron el salto de calidad a un equipo que fue de menos a más na el milagro nunca fue una opción. Se jugaba al mejor de cinco partidos y el primero, el único a la postre en el que los leoneses tuvieron opciones, invitaba al optimismo. Porque, en el ecuador de la segunda mitad, el resultado era de empate (18-18), y sólo el acierto de Svensson en los instantes finales permitió que el Barça diera primero (27-24). Pero fue un espejismo. Porque ya en el segundo partido aguantaron la primera mitad (al descanso caían sólo de un gol) pero se vinieron abajo en la segunda y perdieron 37-30 ante un equipo catalán liderado por Guijosa y Masip; y en el tercero, ni el factor cancha pudo impedir que los de Valero Rivera, que había desatado la polémica acusando de violentos a los leoneses, ganaran 24-30 proclamándose campeones.

Alberto Entrerríos y Juancho, los fichajes del Ademar en la temporada, a la izquierda en los duelos con el FC Barcelona; Juanín, que ya marcaba diferencias, a la derecha intentando una vaselina. | MAURICIO PEÑA

Otro bronce en el último ‘playoff’

Temporada 1999/00. El Ademar terminó de nuevo segundo la liga regular, pero el San Antonio se vengó esta vez y le eliminó en semifinales

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on muchos cambios en su plantilla y también en la competición arrancaba el entonces llamado Caja España Ademar la campaña 1999/00. Hasta siete bajas habían tenido los de Cadenas (se fueron Demovic, Garabaya, Marne, Torrego, Vega, Panadero y Kraljic), siendo el gran refuerzo el portero Kasper Hdvit e incorporando también a los laterales balcánicos Bojinovic y Saric, al entonces jovencísimo central Víctor Álvarez y a un central contrastado y de totales garantías como el internacional Salva Esquer. Con esos mimbres afrontó Cadenas una temporada en la que el ‘playoff ’, el último que hubo en una liga Asobal que desde entonces siempre ha tenido sólo liga regular, se ampliaba a ocho equipos y pasaba a tener también por tanto cruce de cuartos de final. Y en la post-temporada se plantó el Ademar tras mostrarse de nuevo tremendamente sólido en una liga regular en la que por segundo año consecutivo y tercero en su historia finalizaba segundo. 19 victorias, cuatro empates y tres derrotas fue el balance de la es-

cuadra ademarista, a la que sólo el Cantabria, el Valencia y el Barça fueron capaces de tumbar. Pero el primer cruce ya deparó dos grandes batallas y mucho sufrimiento para pasar. El Ciudad Real, séptimo de la liga regular, donde los de Cadenas le habían ganado de ocho (32-24) en León y de cuatro (24-28)

El Ademar ganó con sufrimiento y en dos partidos dramáticos al Ciudad Real en cuartos; y no tuvo opciones en ninguno de los dos frente al San Antonio en ‘semis’ a domicilio, vendió muy cara su derrota. En el primer partido en el Palacio fueron venciendo de cuatro tantos en la primera mitad, aunque de la mano de un gran Alberto Entrerríos el Ademar reaccionó y le dio la vuelta a un encuentro que se le volvió a complicar pese a ponerse cuatro arriba en la segunda parte, y al que en-

tró con uno de ventaja al último minuto en el que un tanto de Esquer puso el definitivo 26-24. Y si duro fue el primer partido, de infarto fue el segundo en tierras manchegas. Igualado de principio a fin, con constantes alternancias en el marcador y sin que ningún equipo cogiera diferencias por encima de los tres goles, el choque entró con empate a los últimos 30 segundos tras un gol de Trives. Pero ahí apareció el brazo de Canca, que con todo el mundo esperando el lanzamiento de Entrerríos se sacaba un tiro que sobre la bocina daba el triunfo (2930) al Ademar y le metía en semifinales. Pero en ellas esta vez el San Antonio, a quien habían ganado los dos partidos en la liga regular, se vengó y le eliminó con autoridad. Fue clave el primer partido en León, donde ante 6.000 espectadores los navarros se escaparon en los primeros minutos gracias a su impenetrable 6-0 en defensa y llegaron cinco arriba al descanso; siendo la segunda mitad un querer y no poder de los leoneses, que liderados por Entrerríos y Fernando Hernández llegaron a ponerse a dos, pero no pasaron de ahí y acabaron perdiendo 23-27. No hubo vuelta atrás, pues en Pamplona el Ademar llegó uno abajo al descanso, pero se vino abajo tras él y acabó perdiendo por 28-22.

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Y el Ademar tocó el cielo Histórico título La temporada 2000-2001 el equipo leonés destronó al FC Barcelona y ganó la liga / Perdió tres puntos en las tres primeras jornadas y sólo uno más hasta ser campeón

JESÚS COCA AGUILERA

asper Hvidt y Armand Torrego en la portería; Antonio Cartón, Juanín García, Krivoschlykov y Carlos Lima en los extremos; los pivotes Manolo Colón, Juancho Pérez y Héctor Castresana; y en la primera línea Csaba Bartok, Víctor Álvarez, Alberto Entrerríos, Iker Romero y el especialista defensivo Iñaki Órdoñez, a los que se unió en las últimas jornadas de liga el inigualable Magnus Andersson, y con el apoyo en algunos encuentros de los jóvenes Alejandro García (Nano) y Carlos Prendes. Esos hombres, a las órdenes de Manolo Cadenas e Isidoro Martínez y con Juan Arias de presidente, fueron los héroes que llevaron al Ademar al mayor logro de toda su historia. Porque, en la temporada 2000-01, el conjunto leonés tocó el cielo al proclamarse campeón de liga. En una campaña en la que, después de tres en las que un ‘playoff’ decidía al ganador final, se decidía el vencedor sólo por la liga regular, la escuadra ademarista conseguía destronar a uno de los mejores FC Barcelona de la historia, que llevaba cinco títulos ligueros consecutivos, y alcanzar la gloria.

Con 46 puntos, resultantes de lograr 22 victorias, dos empates y dos derrotas, el Ademar se llevaba una competición que sentenciaba matemáticamente en la penúltima jornada, en un inolvidable choque en el Palacio de Deportes frente al Portland San Antonio. Y es que aquel sábado 16 de junio de 2001 nunca se le borrará de la memoria a todos los amantes del balonmano en León. La fiesta estaba preparada. Con dos

El Ademar se proclamó campeón el sábado 16 de junio de 2001, en la penúltima jornada, tras ganar 34-23 al San Antonio en el Palacio partidos por disputarse, los leoneses le sacaban tres puntos alBarça. Ganando, el título estaba hecho. Pero enfrente estaba el tercer clasificado, un conjunto navarro con quien llevaban mil y una batallas en los años anteriores; y en el horizonte, en caso de pinchazo, una

última jornada a vida o muerte ante el rival por el título en el Palau Blaugrana. Pero no hubo opción a las dudas ni a los nervios, porque el Ademar arrasó. Con un ambiente absolutamente espectacular, con más de 5.000 personas poblando hasta las escaleras de las gradas y un ruido ensordecedor, con los ánimos y cánticos más las castañuelas que a la entrada repartió el club, los de Cadenas sólo mantuvieron 10 minutos la emoción. A ellos, el choque llegó 4-3. Pero ahí comenzaron a abrir brecha los de Cadenas, liderados por un impresionante Alberto Entrerríos (lideró a su equipo con nueve goles) y cogiendo antes del minuto 20 una renta de seis goles que mantuvieron al descanso (17-11). El choque estaba encarrilado, pero faltaba rematar la faena y, tras estar la diferencia en torno a esos seis tantos hasta el ecuador de la segunda mitad, por fin ahí el equipo leonés daba otro tirón con el que se iba de 10 (30-20), permitiendo que la fiesta empezara mucho antes del pitido final y que todos los jugadores fueran protagonistas en un día tan especial, marcando de hecho al menos un gol todos los hombres de campo que entraron en convocatoria.

Csaba Bartok levanta el título.

El Ademar recibió en el primer partido de la temporada siguiente en el Palacio el título de campeón de liga. En la imagen, el central húngaro Csaba Bartok levantando la copa, con los jugadores detrás aplaudiendo, con especial cara de alegría para los que la habían conseguido, como Órdoñez (con los brazos en alto al lado de la mascota) o Kasper y Torrego. | REPORTAJE GRÁFICO: MAURICIO PEÑA

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Al final, victoria por 34-23 y fiesta por todo lo alto. La inició Iker Romero, que a falta de cinco segundos lanzaba el balón a la grada (lo cogió un aficionado, que lo guardará como un tesoro) y la siguieron los hinchas, que invadieron por completo la pista, manteando a Cadenas y dando los jugadores la vuelta de honor a hombros de sus propios seguidores. No acabó ahí ni mucho menos la celebración, pues del Palacio se fueron los jugadores en el techo de un autobús hacia la Fuente de Santo Domingo, aclamados por decenas de miles de leoneses que salieron a las calles, y terminaron con un interminable baño en el lugar de celebración de los títulos.

Cuando menos se esperaba

nuevas provocaron un mal inicio de temporada. De hecho, en las tres primeras jornadas de liga el Ademar perdía tres puntos, dejando escapar sólo uno más en las 22 jornadas siguientes hasta proclamarse campeón.

El Ademar, con muchas caras nuevas y tras perder varios pilares, perdió en Galdar y empató con Granollers en el inicio antes de poner la directa Así el conjunto ademarista, que había comenzado con un triunfo por 29-20 frente al Cantabria; perdía en el choque siguiente por 31-29 en una de sus canchas malditas, la del Gáldar canario, y empataba des-

pués en un Palacio que siempre presentaba buenas entradas (el Ademar ya era, con 2.2000 socios, el segundo equipo de la Asobal con más abonados, sólo superado por el Cangas) frente al Granollers. Sería el encuentro ante el equipo catalán, que terminó 25-25, el único pinchazo que tendrían ante su público y llegó con polémica, pues es recordado por el gol que a falta de cinco segundos la colegiada Cristina Fernández Piñeiro (a la que en León no se tenía excesivo cariño) anulaba a Carlos Lima por considerar que estaba pisando. Pero, de ahí al final, todo fue sobre ruedas. Hubo cuatro victorias muy cómodas (ganaron de seis o más goles a domicilio al Octavio y el Zaragoza y en casa al Altea y el Cangas) y luego un partido que supuso un punto de inflexión por la forma de imponerse en él y el rival que había enfrente.

Fue el final de campaña soñado... y completa y absolutamente inesperado a principios de temporada. Porque si hubo un arranque de campaña en el que nada hacía presagiar algo así, fue el de esta 2000-01. Primero, por los movimientos realizados durante el verano. Porque los leoneses perdían a los que probablemente eran dos de sus tres mejores jugadores, el meta José Javier Hombrados y el central José Luis Pérez Canca, además de a otros dos muy importantes: Fernando Hernández y Salva Esquer; y los fichajes para relevarles eran jugadores que aún no estaban ni mucho menos a ese nivel. Así, quienes llegaban eran el meta Torrego; el pivote Castresana, cuya intención era abandonar el balonmano y acabó jugando primero en el filial y luego en el primer equipo; un jovencísimo Iker Romero acompañado de otras promesas como Cartón y Víctor Álvarez; y tres veteranos como Órdoñez, Lima y Bartok, a los que se uniría a las pocas jornadas del inicio Krivoschlykov y en el tramo final el genio sueco Andersson. Y segundo, porque tantas caras La colonia asturiana. Cartón, Víctor Álvarez, Alberto Entrerríos y Prendes, con el póster de campeones de liga.

agnus Andersson

Es imposible encontrar un jugador que marcara más a la grada en menos partidos que lo que lo hizo Magnus Andersson. El maravilloso central había logrado con Suecia cuatro oros en Europeos (en uno de ellos fue el mejor jugador); cinco medallas en Mundiales (dos ganados); y tres metales en Juegos Olímpicos. Y, en la recta final de su carrera, su intención de ser entrenador una vez que se retirara hizo que quisiera ver cómo trabajaba Cadenas y el Ademar le convenciera para que jugara con ellos los últimos 7 partidos, en los que los leoneses se jugaban el título de liga. Y su papel fue importante para alcanzar el objetivo. De hecho, apenas unos minutos después de su debut, todo el pabellón se había rendido ya a su magia, a su juego y a su forma de ser, para la que sirve como ejemplo que se quiso quedar en un segundo plano en las celebraciones al considerar que era un éxito de los que llevaban todo el año. Su influencia fue tal, que muchos de los compañeros que coincidieron esos meses con él le nombran como el mejor jugador con el que han jugado nunca.

Ídolo de la afición. En sólo dos meses Magnus, en la imagen firmando autógrafos sobre el póster de la plantilla, pasó a ser uno de los jugadores idolatrados por la grada.

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Fue el derbi en el Huerta del Rey ante un Valladolid que tenía un ‘equipazo’ (Malumbres, Parrondo, Davis, Pisonero, Raúl, Chema y Belaustegui formaban un tremendo siete inicial) y en cuadro por las lesiones (Romero se había ‘roto’ para cinco semanas y Bartok y Ordóñez estaban entre algodones), que hacían que Cadenas sólo usara nueve jugadores de campo y necesitara experimentar. Pero los leoneses dieron una exhibición. Con Juanín de improvisado central y Colón empezando las jugadas en el lateral antes de desdoblarse al pivote, llegaron seis arriba al descanso (10-16) y, con un Kasper estelar y un Lima soberbio, supieron sufrir cuando el Valladolid apretó en la recta final para acabar venciendo 27-29. Y todo superando el peliagudo ambiente, con intentos de agre-

tándose en ataque ante la escasez de efectivos, el equipo jugando muchos minutos con cuatro extremos, Castresana siendo un muro en defensa y Entrerríos siendo decisivo como siempre, el Ademar vencía 2620 al equipo que lideraban Marino Ortega y Julio Fis. Tras ganar a Valencia y Bidasoa, llegó un parón navideño que los leoneses afrontaron en cuadro (Argilés se llevó a Entrerríos y Colón al Mundial, Romero y Castresana estaban lesionados y Juanín había sufrido un accidente de tráfico), un hándicap importante pues tras él llegaban dos citas claves: la visita al San Antonio y el choque con el FC Barcelona en León. Pero ambos se saldaron con triunfo. 24-27 ganaron en Pamplona, donde hasta entonces nadie lo había hecho. Con Kasper saliéndose y una gran defensa, en

final los blaugrana se pusieron a uno, pero el despertar de Bartok y dos zambombazos de Iker Romero abrieron la renta a cinco y permitieron llevarse el triunfo sin sufrir al final. Curiosamente, tras superar a los dos mejores equipos de la liga, llegó el único error que aún tuvieron los de Cadenas en la pista del Cantabria, que ése año fue noveno. Pese a los 12 goles de Iker Romero, incluidos los tres últimos, los leoneses empataron 23-23... y gracias, pues llegaron a ir perdiendo de cuatro goles en la segunda mitad de un partido muy polémico, con rojas para Colón y Romero en el Ademar y Ávila en los cántabros, y enfrentamiento a la conclusión entre Juancho y Tuchkin. Pero de ahí al final todo fueron triunfos... y casi to-

El triunfo (27-29) en Valladolid, plagados de lesiones que hicieron que Juanín fuera central y Colón lateral, fue un punto de inflexión

En sólo siete días, el Ademar ganó 24-27 al San Antonio y se puso por primera vez líder tras imponerse 28-25 al FC Barcelona en el Palacio

Tras abrir con empate en Cantabria la segunda vuelta , ganaron de 3 o más goles sus últimos 9 partidos antes de proclamarse campeones

sión a los aficionados leoneses desplazados (a los que hicieron pagar las entradas más caras y situaron donde las más baratas, en el palomar del pabellón) e incidentes en la retirada de los jugadores ademaristas a vestuarios. Pero mereció la pena sufrir, porque además de los dos puntos la victoria dio un empujón moral a un equipo que tras ese choque se reforzaba con el extremo Krivoschlykov, que daba comienzo a una larguísima carrera en León, y que tenía otro partido vital siete días después en el Palacio. Les visitaba el Ciudad Real, que ya empezaba a ser un ‘grande’ en toda regla y que llegaba con un José Luis Pérez Canca que recibía una atronadora ovación del que hasta un año antes era su público. Pero no hubo más alegrías para sus manchegos. Con Ordóñez sol-

la que Colón y Ordóñez secaron a Jackson Richardson y Iakimovic, los leoneses se iban cuatro arriba (8-12) al descanso y ya no volvían a perder la delantera en la segunda mitad. Y eso que en ella el San Antonio se puso a uno y el choque se volvió loco (Juancho vio la roja y tanto Zupo como Cadenas fueron descalificados), pero Alberto Entrerríos se echó el equipo a sus espaldas y le dio el triunfo en los últimos minutos. Llegaba el ‘Dream Team’ de Valero al Palacio con el liderato en juego. El lleno estaba garantizado desde días antes y el Palacio fue una olla a presión al que el Ademar llevó a la locura. Porque pese a la exhibición de Nagy, que acabó con 11 tantos, los leoneses vencieron 28-25 un choque en el que dominaron de principio a fin (ganaban ya de cuatro al descanso) pero en el que tuvieron que sufrir, pues a 15 minutos para el

dos cómodos. Porque excepto el 27-29 de Granollers, con quien se tomaban la revancha como ya habían hecho antes (35-29) con el Gáldar, todas las victorias hasta ser campeones fueron por tres o más goles Así, los de Cadenas vencían por ejemplo 26-29 al Cangas el mismo día en el que el Barcelona empataba en Valencia, haciendo que la renta se elevara a tres puntos que les permitían poder ganar sin depender del choque directo con los catalanes; y se ganaba 2924 al Valladolid y 24-32 en Ciudad Real. Todo para llegar a ese día para la historia contra el San Antonio. Al partido que valió el título y, de paso, dejó una imagen para la historia: el pasillo del Barça en el último partido, que por cierto vencieron 30-24 los de Valero Rivera. Una derrota que a nadie le importaba. El Ademar ya había hecho historia.

Celebración en Santo Domingo. La plantilla del Ademar, subida en el techo del autobús rodeada de seguidores festejando el título.

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Arriba, Alberto Entrerríos habla en el balcón de San Marcelo mientras Juancho le baña en champán y ante la mirada de Castresana, Juancho y Juanín. Abajo: a la izquierda el homenaje en el Ayuntamiento y a la derecha Ordóñez y Cartón celebran el título en el autobús en el que llegaron a Santo Domingo.

DESTACADOS

arlos Lima

Suizo enamorado de León. Se sacó muchos conejos de la chistera Cadenas, pero pocos tan increíbles como el extremo suizo, a quien incorporó cuando ya estaba retirado y acabó siendo clave en el título (tuvo un 78% de efectividad y eso que tiraba muchas veces sin ángulo aprovechando su gran salto). Tanto le gustó y marcó León, que regresó tiempo después de irse para celebrar su boda en la Catedral.

ric Gull

Una ‘bala’ que no se usó. Antes de despuntar como uno de los grandes ‘bombarderos’ del mundo del balonmano, el argentino estuvo esta campaña en León. Le hubiera venido a las mil maravillas a un Ademar que jugaba además sin zurdo en la primera línea, pero problemas burocráticos hicieron que aunque entrenara con la plantilla no pudiera llegar a debutar.

ker Romero

Llegar y besar el santo. Sólo estuvo una temporada en León, pero fue fundamental en el título de liga. Había llegado como una joven promesa desde el Valladolid, con quien durante toda la campaña se estuvo en disputas judiciales pues reclamaban derechos de formación, pero acabó de explotar en León, de donde se fue al final de la campaña al pagar su cláusula de rescisión el Ciudad Real.

lberto Entrerríos

Máximo goleador. En su última temporada en León, pues al año siguiente le reclutó el Barcelona, el asturiano fue el líder ofensivo de los de Cadenas, anotando casi siete tantos de media. Dejó en lo más alto al equipo tras tres exitosas temporadas, en las que llegó del Naranco con la difícil misión de sustituir a Lozano, pero incluso superó el nivel de su predecesor.

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El ‘hasta luego’ de una leyenda. Juanín García dejó el Ademar en 2005 tras haber sido pieza fundamental junto a Cadenas de la mejor época de la historia del club. Su salida por sorpresa al Barcelona fue todo un ‘shock’ para la afición leonesa, que lo homenajeó en su despedida. | MAURICIO PEÑA

El Ademar, uno de los grandes

mente por los kilómetros hechos en la liguilla de la Liga de Campeones, lo que también sumó para que los leoneses no pudieran de nuevo con el Portland en Pamplona en un partido en el que Hombrados fue clave. Aún así, la buena noticia la puso Manolo Cadenas, que anunció pocas fechas después que renovaba su contrato con el Ademar para las siguientes tres temporadas. Sin embargo, la visita de Barcelona a León, que parecía marcaría las opciones ligueras para unos y otros, se lo llevaron los blaugrana por la mínima.

Tras alzarse con la liga el Ademar se asentaba como uno de los principales equipos del país, habitual en Europa y sumando más El Ademar era habitual entre los títulos a sus vitrinas, un ciclo en el que el equipo se sobreponía a primeros puestos ligueros aunque su desmantelamiento verano tras verano con la salida de Juanín nunca pudo volver a disputar un

JORGE ALONSO MACÍA

ue el Ademar era ya un grande de Europa lo demostraba el sentimiento general de que en la temporada 2001/2002, todo lo que no fuera conseguir un título iba a ser una decepción. Casi nada para un equipo que hace solo unas pocas temporadas estaba en Primera Nacional. De ahí en adelante, las siguientes temporadas fueron una historia similar en la que el Ademar debía reinventarse verano tras verano al perder a sus estrellas y aún así continuaba entre los puestos de honor tanto a nivel nacional como internacional. Un periodo que duraría cinco años al menos con el principal artífice del mejor Ademar de la historia, Manolo Cadenas. La temporada posterior al título logrado en 2011 empezó de la mejor manera posible, recibiendo el trofeo logrado la campaña anterior en el Palacio de

los Deportes. Csaba Bartok levantaba al cielo un título que hacía enloquecer a la afición leonesa. La plantilla sufrió cambios: se fue Juancho y llegó Errekondo, se fichó a Belaustegui, Marne, Raúl Entrerríos, Krampau y al ruso Lvov y se marcharon Iker Romero y Alberto Entrerríos a Ciudad Real y Barcelona respectivamente. Disputó el Ademar el único título en el que nunca había estado, la Supercopa de España, en la que cayeron ante el Portland San Antonio en Tudela (24-26). A pesar de ello, el equipo logró cuatro victorias de forma consecutiva para abrir la liga haciéndose con un liderato que perderían tras caer en Valladolid (27-25) y no recuperarían perdiendo ante el Ciudad Real (31-27). El mes de noviembre se convirtió en uno de los más intensos para el equipo aunque fuera simple-

título con claridad, siendo juez del mismo en múltiples ocasiones

El desgaste que supuso la Liga de Campeones, en la que el Ademar cayó en cuartos ante el Vezprem, hizo que los de Cadenas no pudieran pasar del empate en León ante el Valladolid en un partido con más ganas que acierto. Se hicieron varios cambios en la plantilla y dejaron el equipo Kamprau, Lvov e Iñaki Ordóñez y llegaron dos prometedores noruegos: Kristian Kjelling y Stian Vatne. La derrota en la visita al Pilotes Posada (26-24) parecía que despedía a los leoneses de la lucha por la liga, pero fue ahí donde comenzaron a verse los primeros destellos del que parecía un genio del balonmano. Kjelling deslumbró con once goles en su primer partido con la camiseta ademarista. Las derrotas inesperadas se continuaron produciendo alejando al Ademar del título, si bien sus en-

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frentamientos contra los equipos de la zona alta decidieron la liga. Los leoneses ganaron al Ciudad Real en un partido en el que Kjelling brilló y Dujshebaev y Cadenas vivieron un enfrentamiento que perduraría en el tiempo. También le ganó Ademar a Portland y vencieron en Barcelona, donde nunca antes había ganado para terminar la liga tercero y demostrar que era capaz de todo. Ese buen momento se prolongaría en el último torneo del año y la última opción de alzarse con un título para el Ademar, que acabaría levantando la Copa del Rey en Benidorm.

La Plaza de Toros, llena La temporada siguiente se inició con el Hostal de San Marcos acogiendo la gala de presentación de la liga Asobal acompañando a la Supercopa que disputaron el Ademar y el Portland en la Plaza de Toros de León, que supuso el récord de espectadores en un partido de balonmano. A pesar del apoyo, 11.000 personas, los de Cadenas cayeron claramente (2733) tras una muy mala segunda parte. Aquel año lo más destacado en el apartado de fichajes fue la llegada del croata Petar Metlicic, que contribuyó positivamente a que el Ademar lograra de inicio en liga siete triunfos consecutivos que le dejaron en solitario al frente de la tabla. Sin embargo, el equipo leonés cayó en Ciudad Real (32-28) y los manchegos le arrebataron el título, algo que unido a la siguientederrota ante el Barça apartó a los de Cadenas de la carrera por el título. También el Portland superó al Ademar, dejándoles fuera incluso de la Copa Asobal. Kasper Hvdit estuvo cuatro años en León y se fue siendo uno de los jugadores más queridos por la afición. Fue uno de los Pronto quedó también eliminado de muchos guardametas que el Ademar exportó a la élite. | MAURICIO PEÑA Europa el Ademar, que se centró en la liga aunque fuera para apartar al CiuFue ya en la segunda vuelta, en la que en una sedad Real del título tras ganarle en León (26-23) y dismana el Ademar se jugó prácticamente sus opcioputar quizás el mejor partido de la temporada nte el El Ademar se sobreponía año tras nes de liga. El Ciudad Real llegó a León para tratar Barcelona en el Palacio (29-29). Además, otro empaaño al desmantelamiento de sus de despedir a los de Cadenas de la liga, pero venciete ante el San Antonio sirvió al equipo leonés para plantillas con la llegada de nuevos ron por un solo tanto gracias a un tanto de Curuviterminar con plaza de Liga de Campeones. jóvenes valores que veían en León ja y a un Juanín espectacular. Ese triunfo dio esperanzas de lograr un título de liga que se esfumaron Un paso atrás una plataforma hacia la élite después de que el Valladolid ganara en León y el equipo ademarista empatara en Santander ante el El Ademar volvió a apostar por la juventud de cara a la siguiente temporada. Llegaron Jorge Martínez punto para lograrlo. En el primero, perdió en León Caja Cantabria centrándose en una Recopa de Eutras irse Torrego, Curuvija, Roberto García Parron- ante el Portland y en el último, un Valladolid que ropa que se saldaría con éxito. Sin embargo, en liga aún dio más alegrías el equido y Uros Zorman. Además, el club lograba su obje- no se jugaba nada ganó por un gol a los de Cadenas tivo durante muchos años, llegar a los 3.000 socios. relegando al equipo a la Recopa de Europa para ce- po de Cadenas a la afición y es que la contundente victoria en el Palacio ante el Barcelona (35-27) fue A pesar de un inicio esperanzador pronto se vio rrar un año negro después de tantos éxitos. el mejor partido de la temporada del Ademar con Kjeque el Ademar no iba a luchar por el título de liga tras lling dando espectáculo. En el último encuentro una contundente derrota en casa del Teucro (28-23) El adiós de Juanín liguero el Ademar sería juez del título y es que el y en Barakaldo que centraron las esperanzas de la temporada en Europa, que también se cerró de for- Fueron muchos los nombres que sonaron para sus- Portland llegaba a León necesitando la victoria para ma dramática tras remontar el Celje 13 goles de ven- tituir a Kasper en la portería, pero finalmente fue llevárselo, algo que lograría (24-27) en un partido taja en el partido de vuelta en uno de los peores re- el joven noruego Ole Erevik el elegido. Además lle- para las despedidas. Se dijo adiós a Vatne, Erevik y cuerdos de la historia moderna del Ademar. gó Viran Morros en un equipo que presentó pocas Metlicic, si bien lo que la afición ademarista no saAsí las malas noticias se acumulaban al anunciar novedades respecto a la temporada anterior. bía es que aquel sería el último partido en el Palacio Julio Muñoz su retirada del balonmano y llevaron Ya desde el principio el Ademar demostró que de una leyenda del club, Juanín García Lorenzana. Fue en el último partido de la temporada, ya en a hablar antes que nunca de movimientos en la plan- aquella temporada quería resarcirse de la anterior. tilla. Renovaron Juanín y Entrerríos y Kasper anun- Las victorias ante Teucro y Valladolid y un empate la Copa del Rey, cuando sin que nadie supiera nada ció que se marchaba, marchándose a hombros del a 31 en Ciudad Real. La primera derrota llegó de he- algunos de los jugadores de la plantilla no pudieron Palacio en su último partido. cho en el Palau Blaugrana, 13 jornadas después del contener las lágrimas ante el desconcierto general. Llegó a León una leyenda, Staffan Olsson, para inicio, y la siguiente ante el Portland después de El motivo no era otro que el adiós del extremo, que tratar de ayudar al Ademar a lograr una plaza de Liga que dos ademaristas (Juanín y Raúl Entrerríos) vol- unos días después anunciaba su salida al F.C. Barcede Campeones. El equipo fue ganando partidos y vieran del Mundial de Túnez con una medalla de lona cerrando una etapa en su carrera y en la historia del Ademar. llegó a las dos últimas jornadas necesitando solo un oro colgada del cuello.

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¡A luchar!... sin Cadenas El equipo leonés fue poco a poco cambiando de ciclo renovando a jugadores que son ya leyendas del club e iniciando una nueva etapa tras la marcha de Cadenas al final de la 2006/2007

JORGE ALONSO MACÍA

a temporada 2005/2006 obligó a los aficionados del Ademar a cambiar varios de sus cromos más preciados. Juanín, Metlicic o Vatne ya no estaban en una plantilla a la que llegaron Ivo Díaz, Laluska, Stranovsky y Marouene además de un Mirko Alilovic cuyo fichaje se hizo de rogar pero terminó llegando con la liga ya comenzada. Jorge Martínez y Yeray Lamariano completaban la portería en una plantilla en la que continuaban Curuvija, Krivoshlykov, Roberto García Parrondo, Perales, Garza, Kjelling, Viran Morros, Raúl Entrerríos, Colón (que asumió la capitanía tras la salida de Juanín), Castresana y Prendes. El equipo de un Cadenas que había renovado por una temporada más ya vio en los primeros partidos de liga que la liga iba a ser un objetivo casi imposible. La derrota en el Palacio ante el Atlético de Madrid en la jornada 4 (32-35) y ante el Granollers (2930) y un empate ante el Arrate (32-32) demostraron que los objetivos iban a tener que ser otros a pesar de firmar victorias de prestigio como las de Valladolid o San Antonio. Se vivió en el mes de noviembre uno de los momentos más esperados desde la salida de Juanín del Ademar en lo que sin duda ha sido uno de los momentos más desagradables de la historia más cercana del club leonés. Ocurrió en el regreso del extre-

mo a León por primera vez con la camiseta del F.C. Barcelona. La división de opiniones en la grada con la que era una leyenda del club junto a la polémica que protagonizaron Castresana, el presidente Juan Arias y Manolo Cadenas tras cambiarle Juanín la camiseta al primero y afearle los segundos la conducta al pivote.

Sigurdsson, Jakobsen, Martins, Garralda, Saric o Aguinagalde llegaron a un Ademar que muchos señalaban como el mejor de la historia al menos por plantilla Fue la muestra de que ese no era el año del Ademar y en lo general fue una temporada decepcionante. El equipo fue incapaz de encadenar buenos resultados seguidos y eso, unido a que poco a poco se fueron conociendo las marchas de nuevo de jugadores importantes (Kjelling, Prendes, Roberto, Jorge, Curuvija y Yeray) minaron la moral de la afición. A pesar de todo, los leoneses llegaron con opciones de finalizar al menos cuartos a las últimas jornadas, si bien una derrota en Pamplona ante el San Antonio terminó de dinamitarlas. El equipo no

pudo pasar de superar una quinta plaza que ya tenía certificada en la última jornada, despidiendo el año en un partido en el Palacio ante el Bidasoa que se saldó con derrota (31-33) y que fue la imagen perfecta de aquel decepcionante año. El resultado, fuera de la Champions League y de vuelta a una Recopa que por otra parte traía buenos recuerdos al club. Además, antes de que terminara la competición y dado lo malo de los resultados deportivos que no llevaron al equipo ademarista a cuajar buenas actuaciones en ninguna de las cinco competiciones que disputó (la Supercopa de Europa se celebraba en 2005 en León), llevó un año más a hablar de fichajes muy pronto. El club comenzaba a realizar un esfuerzo importante con el objetivo de olvidar la que en otros tiempos hubiera sido una época de bonanza y en la realidad era una crisis.

Una apuesta a todo o nada Tan ilusionante parecía la temporada 2006/2007 que eran inevitables durante la pretemporada las comparaciones con el equipo que seis años antes se había alzado con el título liguero. Las salidas eran de peso, pero las llegadas también lo eran. Al proyecto del Ademar, con un Cadenas en su último año de contrato, se le unían el pivote islandés Sigfus Sigurdsson, el lateral Roland Schlinger, el

MAGIA DESDE EL EXTREMO. En la temporada 2005 llegó a León un joven Martin Stranovsky que estuvo hasta 7 temporadas en el Ademar. Desde el principio se le vio como el sustituto de Juanín y fue clave en muchos de los logros de la época. | MAURICIO PEÑA

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central Claus Jakobsen, el extremo portugués Ricardo Martins, el veterano lateral derecho Mateo Garralda, el extremo Santiago Urdiales, el portero Saric y el joven pivote vasco Julen Aguinagalde. Nombres de peso que se unían a los de Entrerríos o Stranovsky y llevaban a hablar de todo un ‘dream team’, quizás la mejor plantilla de la historia del club. Sin embargo, pronto se vio que estar arriba iba a costar sangre, sudor y lágrimas. Tras una sencilla victoria en Logroño en la primera jornada, el Ademar caía en el Palacio y en un disputado partido ante el Atlético de Madrid, que sería al final campeón de liga (26-27). El equipo leonés demostró que mimbres para hacer algo grande existían, como demos-

La salida de su mano derecha, Isidoro, o lo ocurrido tras el adiós de Juanín fueron algunos de los motivos por los que Cadenas aceptó la oferta del Barcelona tró la victoria (31-27) unas semanas después en León ante un gris F.C. Barcelona. Sin embargo, el Ademar se tuvo que conformar con dos empates en Valladolid y en León ante el Torrevieja, que unidos a la derrota en Pamplona ante el San Antonio (33-30) dejaban a los leoneses en la tercera posición provisional al término de la primera vuelta. Fue ahí cuando llegó la noticia que definitivamente dejó lo ocurrido hasta entonces en un segundo plano y le dio a lo que quedaba de temporada una nuevo significado: Cadenas no seguiría en el Ademar al final de temporada. El técnico de Valdevimbre había meditado mucho su salida en una decisión en la que pesaron mucho todo lo ocurrido tras la salida de Juanín o la marcha del que fue su mano derecha, Isidoro Martínez. Así se lo comunicó al presidente Juan Arias, que asumió

La magia sobre el parqué la puso durante cuatro temporadas (2002-2006) Kristian Kjelling. | M. PEÑA su adiós y buscó un recambio de garantías. Las opciones del Ademar de hacerse con el título liguero pasaban por recuperar los puntos que se había dejado en esa primera mitad de liga ante Atlético y San Antonio, y ya en el primer duelo ante los rojiblancos el equipo leonés se despidió del título tras perder por un solo gol en Vistalegre (32-31). Corría el mes de abril cuando, en un hecho poco habitual, el Ademar presentaba oficialmente al que sería su técnico la siguiente temporada. Muchos nombres fueron los que sonaron pero fue finalmente el de Jordi Ribera el que se impuso, firmando por dos años.

Además, el Ademar cayó en Barcelona, volvió a empatar en Torrevieja y a pesar de ganar al San Antonio en la penúltima jornada de liga (30-26) no pudieron asaltar la segunda plaza teniendo que conformarse con la tercera plaza final y un billete para la Liga de Campeones tras ganar en la última jornada en Arrate. Cadenas se marchaba dejando al Ademar en la máxima competición europea. «Es la mejor despedida posible», aseguraba, y es que después de haber perdido dos finales a poco más podía optar el leonés abriendo paso a una nueva era en el club con sus mismas señas de identidad.

anolo Cadenas

No pudo el técnico de Valdevimbre cerrar su primera etapa en el Ademar con un título, pero sí lo hizo dejándolo en la élite nacional y europea. Manolo Cadenas cerraba en 2007 un ciclo de doce temporadas que coincidian con la mejor parte de la historia del club. En ese tiempo fue capaz de otorgar al Ademar una identidad propia y reconocible que hoy por hoy perdura, asentarle primero en la élite, asomar la cabeza después entre los nombres principales del balonmano nacional e internacional y por último lograr los primeros títulos del club. Una liga, una Copa del Rey, una Copa Asobal y dos Recopas de Europa duermen en las vitrinas del Ademar cada noche gracias en buena parte al entrenador que pone para cualquier nuevo inquilino del banquillo leonés el listón prácticamente en el cielo y cualquier comparación será siempre injusta. El Ademar es Cadenas y Cadenas es el Ademar por lo que la relación entre ambos parece que no terminará nunca. Manolo Cadenas da instrucciones durante su penúltima temporada en León. | MAURICIO PEÑA

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Tiempo de cambios, tiempo de incógnitas Nuevo entrenador, nueva directiva. Jordi Ribera se estrenaba en el banquillo del Ademar y una temporada después Juan Arias dimitía y daba el relevo en la presidencia a Carlos Pollán

JORGE ALONSO MACÍA

n el inicio de la temporada 2007/2008 más que a la cancha los aficionados miraban al banquillo. El inquilino durante las últimas doce temporadas, Manolo Cadenas, había dejado su sitio a Jordi Ribera, que afrontaba el reto de dirigir al Ademar en la que los medios definían como «la liga más dura de la historia». Eso sí, el nivel de exigencia era el mismo, lograr al menos un título en un año en el que la ‘fuga de talentos’ continuó. Se fueron Viran Morros, Raúl Entrerríos u Óscar Perales pero llegaron Ruesga, Aguirrezabalaga, Sarmiento o Valçic, que junto a los que continuaban (Saric, Jakobsen, Garralda, Stranovsky...) conformaban una plantilla de garantías. Sin embargo, pronto se vio que ese equipo iba a ser capaz de lo mejor y de lo peor, y si lograba empatar ante los dos equipos que finalizarían en el primero y segundo puesto de la liga, F.C. Barcelona y San Antonio y vencer al hasta entonces invicto Ciudad Real en el primer gran partido de la era Ribera (29-25), de poco valieron esos puntos tras ceder ante Octavio y Torrevieja en casa (32-33) con un penalti fallado sobre la bocina por Jakobsen. Tras esos tres grandes partidos, el Ademar vol-

vió a las andadas dejándose puntos ante La Rioja y Arrate, apartándose de la lucha por la liga pero metiéndose en la Copa Asobal y con opciones de luchar en la segunda vuelta por una plaza en la Liga de Campeones. La batalla en particular era con el San Antonio, y el Ademar salió bien parado en la segunda vuelta logrando finalmente el tercer puesto por detrás de

El relevo en la directiva se producía en 2009 al presentar Juan Arias su dimisión tras quince temporadas al frente del club ademarista Ciudad Real y F.C. Barcelona. Precisamente uno de los partidos marcados en rojo de esa segunda mitad de liga fue la visita de los blaugrana al Palacio de los Deportes en el regreso de Cadenas. Alilovic y una excelente defensa sirvieron al Ademar para ganar (25-24) en un ambiente hostil y con cruce de declaraciones entre el que fuera entrenador del Ademar y el presidente Juan Arias.

Los leoneses lograban la plaza de Champions en la penúltima jornada dejando el último partido de liga ante el Teka Cantabria para regalarle la permanencia a los visitantes y para despedir a los muchos jugadores que habían anunciado que no seguirían. Era el día de la despedida de Saric, de Garralda, de Laluska, de Valcic, de Sigurdsson, de Urdiales de Jakobsen... una limpia en una plantilla que un año más debía volver a reinventarse.

Un año de dudas... superado Dada la cantidad de bajas que el Ademar tuvo que asumir, el equipo se presentó en la segunda temporada de Jordi Ribera con hasta nueve caras nuevas que de nuevo volvían a asumir la obligación de ganar un título. Llegaron Álamo, Bicanic,Buntic,Tchernov, Ortigosa, Vega, Carou, Novelle y Kos, que generaron ciertas dudas entre la afición al ser un año de ‘transición’. Inició la liga el Ademar ante un recién ascendido, el Alcobendas que entrenaba Rafa Guijosa (2920). Fue el primero de una buena racha, en la que los leonses solo cedieron un punto ante el San Antonio. Fue así hasta que visitara el Palacio un F.C.

Danijel Saric.

El portero bosnio es la perfecta imagen del jugador que llega al Ademar como promesa y sale siendo estrella. Fueron solo dos años los que estuvo en León, el último de ellos en la que seguramente ha sido la mejor portería de la historia del club con Mirko Alilovic. El guardameta siempre ha recibido una ovación en su vuelta.

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Barcelona que devolvió a la realidad a los de Jordi Ribera (24-28). Eso, unido al serio correctivo que le infringió el Ciudad Real en tierras manchegas (3320) alejó al Ademar del título liguero en un mes de diciembre que, por otra parte, pasó a la historia del club tras lograr los leoneses la Copa Asobal y con ello una plaza para la siguiente edición de la Liga de Campeones. Fue un periodo de júbilo para la afición leonesa, que sin saberlo afrontaría una segunda mitad de liga complicada en parte por lo deportivo, en parte por lo que ocurriría fuera de la cancha. La relajación que suponía tener el objetivo de la temporada cumplido al final de la primera vuelta y con la liga ya lejos, se dejó ver ya en la vuelta ante el Alcobendas, que vencía a los de Ribera (24-23) ya en el mes de febrero. Sin embargo, el protagonismo pasó entonces a los despachos solo tres días después de ese partido en el Pabellón de los Sueños. Manolo Cadenas era despedido en Barcelona y en el Ademar las aguas bajaban revueltas al no cobrar el club una subvención por parte del Ayuntamiento. Esa razón, unida al desgaste de quince años de mandato, llevaban a que el presidente Juan Arias anunciase su dimisión y el inicio de un proceso electoral. En lo deportivo, San Antonio, Antequera, Barcelona y Ciudad Real ganarían a los leoneses en esa segunda mitad de liga que dejaba al Ademar finalmente en el quinto puesto liguero. La derrota ante los manchegos (35-26) con una gran polémica arbitral sirvió para que despedir la temporada y que el Palacio en pie despidiera a Juan Arias. Carlos Pollán, Carlos Álvarez y Jesús López fueron los tres candidatos en esas elecciones que tuvieron lugar al final de la temporada proclamándose vencedor el primero por un estrecho margen de Tres candidatos, un vencedor. En la imagen de arriba, Carlos Álvarez, Jesús López y Carlos Pollán, candidatos nueve votos que abría una nueva etapa a la presidencia en 2009. Abajo, Martin Stranovsky, uno de los más destacados en aquellos años. | MAURICIO PEÑA en el Ademar.

uan Arias

De pivote a presidente, Juan Arias falleció en 2014 habiendo dedicado su vida al Ademar. Lo hizo primero como jugador en un deporte al que entró de rebote tras jugar a baloncesto y a rugby formando parte de la plantilla que ascendió por primera vez en la historia a División de Honor. Lo logró en un partido en el que Arias jugó con el menisco roto, buena muestra de su carácter. A pesar de jugar unos años en Valladolid, su regreso a León sirvió para que siguiese estando involucrado en el Ademar, a pesar de que siempre aseguró que nunca hizo nada para posicionarse como presidente: «Un día fui a dejar a mi hija a Maristas, me cogió el hermano Tomás y...». Era la época más negra del Ademar, un club del que nadie quería hacerse cargo a mediados de los 90. Lo hizo él, y primero desde una gran gestión económica y después desde la deportiva le llevó a llenar las vitrinas de títulos y convertirse en una de las referencias no solo del balonmano nacional sino también del europeo. Lo hizo sobreponiéndose a las continuas marchas de jugadores, la desaparición de patrocinadores y mil y una complicaciones más durante quince años. Es la historia de una persona que no se puede explicar sin hablar del Ademar, ni la del Ademar sin hablar de Juan Arias, una circunstancia que es la mejor manera de resumir la vida de ambos.

Una vida dedicada al Ademar. Juan Arias, durante una entrevista en su última etapa como presidente del club al que dirigió durante quince temporadas. | MAURICIO PEÑA

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Ribera, cuatro temporadas en León. El técnico catalán se marchaba de León en 2011 devolviendo al Ademar a la ‘Champions’ y con un torneo en su haber, la Copa Asobal que ganó el equipo leonés al Barcelona en el Palau Blaugrana. | MAURICIO PEÑA

La ‘era Ribera’ llega a su fin

nio (34-24) y a Granollers (31-30), que alejaban del título al Ademar. Esta situación se refrendó en la visita del Barcelona a León (24-30) y en la de los de Jordi Ribera a Ciudad Real (37-31), en un partido en el que destacaron Losert en portería y un chaval salido del filial llamado Ángel Montoro. El inicio de la segunda vuelta llegó revuelto al Ademar, ya que el club comunicaba en el mes de enero que Jordi Ribera no continuaría a la vez que firmaba a Isidoro Martínez, ex jugador y eterna mano derecha de Manolo Cadenas durante su estancia en León e in-

El técnico catalán dejaba el club en 2011 devolviendo al Ademar al tercer puesto liguero tras dos años sin lograrlo El Ademar recuperaba el tercer

JORGE ALONSO MACÍA

a tercera temporada de Jordi Ribera debía ser la de la confirmación. Manteniendo el bloque de la temporada anterior pero con Prce y Doder obligados a cubrir las importantes bajas de Sarmiento y Aguinagalde. A pesar de que el equipo inició la temporada antes de tiempo obligado a jugar un torneo previo a la Liga de Campeones para lograr una invitación a la fase final de la competición, el inicio de liga para los leoneses fue fatídico logrando solo un punto en los tres primeros partidos. A pesar de empatar en Barcelona o ganar a San Antonio, el Ademar se dejó puntos ante La Rioja o Antequera que dejaban a los de Jordi Ribera terceros aunque muy lejos de la lucha por el título de liga de cara a la segunda mitad de liga. Las pocas noticias positivas, el debut de jóvenes jugadores como el de un José Mario Carrillo que debutaba ante el Lábaro Toledo en el último partido de la primera vuelta. Poca historia más tuvo esa temporada con Ciudad Real y Barcelona luchando por el título y el Ademar

por la Liga de Campeones. El equipo leonés terminó finalmente cuarto, lo que no le daba acceso a esa competición y más tarde le obligaría a jugar la EHF por primera vez en su historia desde el cambio de nombre de una Recopa que traía grandes recuerdos a los leoneses. A destacar también el ascenso del filial a División de Honor Plata, todo un hito para el club.

El fin de un proyecto, el inicio de otro La temporada 2010/2011 se planteaba como exigente para un Ademar que aspiraba a volver a ser la sombra de Ciudad Real y Barcelona y a jugar al menos la final de la EHF. Objetivos ambiciosos para una plantilla reforzada en gran parte por la obligación de las bajas (Alilovic, Bicanic, Prce y Entrerríos). Llegaron al Ademar Juan Andreu o Carlos Ruesga, apuestas que llevaron a los leoneses a ganar todo en las siete primeras jornadas que invitaron a soñar a una afición que sufrió especialmente las derrotas en dos salidas consecutivas a Pamplona ante el San Anto-

puesto en una agónica última jornada en la que venció al Valladolid a domicilio en la despedida de Jordi Ribera

cluso técnico ‘interino’ durante un tiempo como entrenador para la siguiente temporada. Sin embargo, Ribera aún tenía una misión por cumplir en la segunda vuelta de la liga: lograr la tercera plaza y devolver al equipo a la Champions, algo que logró de la más épica de las maneras. Todo quedaba en el aire en la última jornada, en la que el Ademar debía ganar en Valladolid para lograr el objetivo de la temporada. ‘Sueño o pesadilla’, titulaba la previa de ‘La Crónica’ aquel 21 de mayo. Los leoneses, el Granollers y el propio equipo pucelano se jugaban una plaza europea y otra para el torneo previo. En un partido en el que el Ademar siempre llevó la iniciativa pero en el que tuvo que sufrir, vencía 2728 y cerraba la etapa Ribera con los mejores mimbres posibles para el relevo en el banquillo.

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De lo más alto al inicio de la crisis El Ademar se codeó con la élite europea meses antes de estallar la crisis económica en el club, en la que fue la temporada del regreso de Isidoro y el último proyecto de postín

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omo tantas veces en la historia del Ademar, la distancia entre la gloria y el infierno volvió a ser mínima en el año 2012. Aquella temporada el equipo leonés rozó un hito del que solo el drama le separó: la clasificación para la Final Four de la Champions League. De ahí, de lo que casi fue un hito deportivo, se pasó a hablar mucho más de lo que ocurría fuera de la cancha con la economía como protagonista en lo que derivaría en una crisis que a punto estuvo con terminar con el club un poco más adelante. Esa temporada 2011/2012 significaba el regreso de Isidoro Martínez al Ademar y el de la ilusión a la afición, que veía en él el perfil que permitió a Cadenas llevar a la gloria al club unos años antes. Dejaron el club Javier Ortigosa,Denis Buntic, Mikel Aguirrezabalaga, Ricardo da Costa o Jorge GarcíaVega, pero llegaron al Ademar nombres que conformaban una plantilla muy potente con las novedades de Rafa Baena, AntonioGarcía o Adrien diPanda. El equipo leonés, al menos en liga, dio desde el inicio la sensación de que era capaz de lo mejor y también de lo peor, dejándose de nuevo puntos antes de llegar a los enfrentamientos directos con los ‘cocos’ de la competición un año más, F.C. Barcelona y Atlético de Madrid. Cayó el Ademar ante Aragón y Valladolid y empató en Antequera en tres salidas consecutivas que ya le ponían cuesta arriba el título liguero, algo que terminó por confirmarse tras caer en el Palau Blaugrana (38-31) y en el Palacio ante el Atlético de Madrid (3139) para cerrar la primera vuelta. Curiosamente esa misma semana fue capaz el Ademar de vencer al club rojiblanco en la Copa Asobal de León que perdería en la final ante el Barcelona, algo que dejaba claro que ese Ademar estaba capacitado para dar la sorpresa a un partido a cualquiera.

Caimán, una mascota especial. El mastín fue presentado en 2011 como la nueva mascota del Ademar, un perro con sello leonés para un equipo con su carácter. | MAURICIO PEÑA La segunda mitad de liga, con la Champions como gran protagonista, dejó la competición doméstica en un segundo plano en la que a pesar del ruido fuera de la cancha el Ademar cumplió para cerrar el año de nuevo como el tercer equipo de España. Ruido porque el Ademar comenzaba a sentir muy de cerca el ataque de la crisis económica, que en el mes de mayo llevaba a una gran mayoría de jugadores a convocar una huelga para el último partido de liga ante el Atlético de Madrid que finalmente se desconvocó mayoritariamente con alguna excepción. En aquel momento se le debían varias mensualidades a los jugadores de la plantilla, que se sumaban en el caso de los que continuaban desde la temporada pasada. Eso, unido a la solicitud del concurso de acreedores por parte de dos

jugadores y algún que otro lío en los juzgados dejaba al Ademar en una situación crítica a la que se sumaba un último problema antes de terminar la temporada. Tras el último partido de liga en casa ante el F.C. Barcelona, Isidoro Martínez anunciaba que no seguiría en el Ademar a pesar de tener firmada una temporada más. La pitada del Palacio hacia el técnico en ese último encuentro ya que Denis Krivochlykov no era convocado en su despedida de León fue la razón esgrimida por Isidoro (que mantenía una tensión con el extremo con cruce de declaraciones incluido tras comunicarle en enero su no renovación) para dejar el club, que pensaba ya en un proyecto mucho más austero para la siguiente temporada con el único objetivo de asegurar la viabilidad de la entidad.

Isidoro, un año difícil pero exitoso. No ganó ningún título en su regreso al Ademar, pero Isidoro firmó una gran temporada a pesar de los problemas económicos que comenzaban a ahogar al club. A un paso de la final de ‘Champions’ y tercero en liga, el vallisoletano es habitual en el Palacio. | M. PEÑA

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Un paso atrás para poder seguir vivos El Ademar, ahogado por la economía, llegó a temer por su liquidación, algo que la afición se negó a que ocurriera y que poco a poco fue salvando con un concurso de acreedores

JORGE ALONSO MACÍA

a temporada 2012/2013 no apuntaba a ser fácil para el Ademar incluso antes de comenzar. Las deudas acumuladas el año anterior, en el último gran proyecto ademarista, obligaban a reducir el presupuesto en más de un 50% para poder hacer frente a ellas y evitar que la ya delicada situación del club fuera a peor. Un proyecto modesto que tuvo como gran contrapunto el regreso de Manolo Cadenas a León. El técnico de Valdevimbre fue el gran motivo para que la masa social no diera la espalda al club y no solo eso, sino que la aumentara. La plantilla se tuvo que reformar por completo pero aún así era aspirante al tercer puesto. Siguieron nombres como Carou o Ruesga y los refuerzos fueron o cedidos que estaban de vuelta (Nantes y Juan Castro) o jóvenes balcánicos por los que el Ademar apostó casi a ciegas como Vranjes, Golubovic o Vrazalic. A pesar de las circunstancias de ese nuevo proyecto, el Ademar demostró sobre la cancha que no iba a renunciar a estar entre los primeros de la Asobal. A pesar de ‘pinchar’ en canchas como Cangas, Cuenca o Granollers, el buen hacer de los jugadores de Cadenas en una situación más que complicada permitió al equipo leonés clasificarse incluso para

la Copa Asobal y mantener vivo el objetivo de ser terceros. Y es que según pasaban los meses, lo extradeportivo comenzaba a pesar sobre lo que ocurría en la cancha. A la deuda acumulada de las temporadas anteriores se le unía la que comenzaba a generarse en la corriente, llevando a la plantilla a dejar de cobrar sus nóminas y abocando al club a su desaparición con un ‘debe’ de en torno al millón de euros. Fue ahí cuando la afición del Ademar demostró por qué está considerada como la mejor del país y a través de iniciativas como ‘SOS Ademar’ comenzó a tratar de recaudar fondos para ayudar al club y más en concreto a los jugadores de la plantilla que comenzaban a vivir momentos difíciles. Venta de papeletas con sorteos de motos, de camisetas firmadas por exjugadores del club, una carrera popular, una fiesta... fueron algunas de las ideas que un grupo de aficionados leoneses gestionó y con la que el total de la ciudad se volcó para solventar los problemas más inmediatos. En ese contexto crítico, el Ademar instaba el concurso de acreedores en el mes de noviembre y tras cuatro meses de búsqueda de soluciones por parte de la junta directiva, éstas no llegaron y en el mes de marzo entraba voluntariamente en un proceso concursal buscando la supervivencia del club.

Poco más de un mes después, el presidente Carlos Pollán presentaba su dimisión y una gestora liderada por Jesús López se hacía cargo del club hasta la convocatoria de nuevas elecciones una vez finalizada la temporada, ya que en las convocadas en mayo finalmente no hubo candidatos. Mientras tanto, en la cancha, los ‘guerreros’ de Cadenas continuaban en plena pelea por la tercera plaza que quedaba para la última jornada de liga en el duelo directo entre Ademar y La Rioja que se llevaron los visitantes (30-32) en un partido en el que la grada se volcó con un equipo que a pesar de no lograr la clasificación para la Liga de Campeones se dejó durante toda la liga la vida por el equipo y finalizó cuarta en el proyecto más modesto del club

A pesar de los problemas en la economía, el Ademar cuajó una gran temporada tras declararse el concurso de acreedores en el club en los últimos años. Las lágrimas se apoderaron de jugadores, cuerpo técnico y afición por el futuro inicierto que rodeaba a la entidad. Cayetano Franco era el único aspirante a las elecciones que debían de celebrarse el 17 de julio, si bien esta situación aceleró los trámites y llevó al empresario leonés a hacerse cargo del club en un momento crítico y con el objetivo inmediato de buscar apoyos para evitar el descenso administrativo y después poder asumir poco a poco las deudas que podrían instar a los acreedores a pedir la liquidación del Ademar algo que se fue consiguiendo con un proyecto deportivo ajustado a las posibilidades, pocas, que tenía el club.

Una nueva realidad Con los plazos del concurso de acreedores definidos y marcando la situación económica de un club que seguía descubriendo deudas con jugadores, em-

Una plantilla entregada a su afición. Si la temporada 2012/2013 fue difícil, el apoyo de la afición tanto en lo deportivo como fuera de la cancha fue impagable. En la imagen, todo el grupo se fotografía con la grada tras el último partido del año. | MAURICIO PEÑA

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Dani Gordo en el banquillo y Cayetano Franco en los despachos fueron las grandes novedades de la temporada 2013/2014, cuando el Ademar vivía un momento muy complicado y tuvo que apostar por un proyecto mucho más modesto que le permitiera continuar con vida. presas y administraciones que hicieron que al final de esa primera temporada de concurso no se pudieran amortizar los cerca de 130.000 euros comprometidos en ese primer plazo, aunque eso sí, con la viabilidad económica del club totalmente asegurada, todo un alivio para la afición. En ese contexto, el poder seguir compitiendo era casi el mejor premio en lo deportivo, con una plantilla corta aunque competitiva que buscaba seguir al menos en competición europea. La desbandada tras la última temporada fue general con las bajas de Ruesga, Goñi, Vranjes, Cabanas, Vrazalic, Golubovic y so-

bre todo la de Manolo Cadenas. La alternativa en el banquillo fue para Dani Gordo, que había formado parte del último cuerpo técnico y viviría su estreno en Asobal. Además, llegaron Víctor Alonso, Vejin, Almeida, Ricardo Díez y Rogelio Llamazares. Sin embargo, no fue una temporada sencilla para el Ademar, que si algo sacó en positivo fue la irrupción de los jóvenes, de nombres como Mario López, Diego Piñeiro o José Mario Carrillo que debían liderar este periodo de ‘transición’ del club leonés desde la cantera. La no clasificación para la Copa Asobal tras una

crisis al final de la primera vuelta servía para que todo el mundo asumiese la nueva realidad del Ademar, en la que al menos aquel año, no iba a terminar entre los cuatro primeros, aunque sí como quinto clasificado y con un puesto en Europa para la siguiente temporada tras dos buenos meses finales de competición que se vieron enturbiados por una derrota en el último partido en el Palacio de los Deportes ante ante un Valladolid que lograba media permanencia en León. Sirvió ese partido para homenajear y despedir a los jugadores que dejaban el equipo, especialmente a Gonzalo Carou y Matej Asanin.

OS Ademar

La afición, al rescate del Ademar. Son muchas las temporadas de crisis que el Ademar ha vivido a lo largo de la historia y siempre, de una manera u otra ha conseguido salir de ellas. En este caso, la difícil situación económica que atravesaba el equipo en 2013 y que obligó al club a entrar en un concurso de acreedores llevó a un grupo de aficionados ademaristas a impulsar una iniciativa llamada ‘SOS Ademar’ que tuvo como objetivo, en un principio dar a conocer al mayor número de gente posible la situación que atravesaba el club y después, iniciar numerosas iniciativas que contribuyeron al menos a paliar la situación que vivían algunos de los jugadores de la plantilla ademarista tras varios meses sin cobrar sus nóminas. La venta de tazas, bufandas o la subasta de camisetas firmadas por exjugadores del Ademar que se volcaron con la intención de salvar al que fuera su club. Al final, la asociación fue capaz de entregar al club nada menos que 32.995 euros, 24.495 de ellos entregados directamente a la plantilla y 8.500 para los trabajadores de un club que una vez más demostró de qué está hecha su afición.

La iniciativa SOS Ademar tuvo como objetivo recaudar fondos para ayudar prioritariamente a la plantilla. En la imagen, durante una rueda de prensa. | MAURICIO PEÑA

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Una firma para la historia. La llegada de Abanca al Ademar supuso todo un soplo de aire fresco para un club que necesitaba tener un poco de tranquilidad en lo económico. En la imagen, Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco (matriz de Abanca) firma el acuerdo en presencia de la plantilla. | MAURICIO PEÑA La siguiente temporada comenzaba con el mismo objetivo que la anterior, clasificarse para Europa, y con el mismo guión: el del concurso de acreedores. El adiós de Reale como patrocinador complicó las cosas a la Junta Directiva del Abanca Ademar, que aquel año volvía a apostar por la juventud salvo excepciones como el regreso de Mikel Aguirrezabalaga o la presencia de Jorge García Vega y Rogelio Llamazares. Sin embargo, pronto el Ademar encontró un ‘compañero de viaje’ que uniera su nombreal del equipo, el de Abanca, que pasaría a ser el patrocinador principal del equipo en un principio por un año aunque el acuerdo se alargaría finalmente al menos hasta 2018. Todo un soplo de aire fresco en lo institucional en pleno concurso de acreedores, que aún continuaba dejando problemas al club tras anunciarse el mismo proceso para la Fundación Ademar, la que en su día fuera el orgullo del club. En lo positivo, el con-

La Fundación Ademar entraba también en preconcurso de acreedores tras haber sido en sus inicios uno de los orgullos del club curso de acreedores del club comenzó a amortizarse con normalidad cumpliendo los plazos para el mismo. Lamentablemente, en lo deportivo la temporada fue una de las peores del ya Abanca Ademar en los últimos años. El equipo finalizaba la liga en séptimo lugar, su peor clasificación en Asobal en 20 años y se quedaba por primera vez en 19 temporadas fuera de competición europea. El equipo que un año más entrenó Dani Gordo no fue capaz de ganar fuera de casa en una vuelta completa, lo que dilapidó cualquier opción de los leoneses. Mellado, Vejin, Almeida o Yeray Lamariano (que había llegado a mitad de temporada) se despidieron del club que buscaría en el verano una profunda renovación para volver a luchar por Europa.

Yeray Lamariano. El guardameta regresó por unos meses en 2015 a la que había sido su casa durante cinco temporadas dejando un gran recuerdo. | MAURICIO PEÑA

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La ilusión asoma por el Bernesga La mejora de la situación económica del club junto al regreso de emblemas como Juanín o Carou y la llegada de Guijosa al banquillo hacen soñar a la afición con algo grande

JORGE ALONSO MACÍA

irar al pasado para volver a hacer grande al Ademar es la hoja de ruta que parece haber tomado el equipo en la temporada 2015/2016. El compromiso de Abanca como patrocinador a medio plazo suavizó la situación económica del club, que volvió a crear una plantilla muy competitiva con el único objetivo de devolver al equipo a competición europea. El principal cambio estuvo en el banquillo con Rafa Guijosa, un viejo conocido del Palacio aunque siempre como rival. Junto a él, la gran novedad fue

José Mario Carrillo anunciaba su marcha y recibía el homenaje del club y la afición en su último partido en el Palacio de los Deportes sin duda el regreso de Juanín García a su casa, esa que había dejado diez años antes tras haber formado parte de la mejor época de la historia del Ademar. Además, también se sumaron viejos conocidos como Gonzalo Carou que unidos a Fede Vieyra o Juanjo Fernández completaron una plantilla muy competitiva. Tras un inicio dubitativo con una victoria justa en casa ante Huesca en el estreno de la liga, un empate en Guadalajara y una derrota en el Palacio ante el Sinfin, el Ademar fue poco a poco conjuntándose y creciendo hasta el punto de devolver al equipo a una final a cuatro de la Copa del Rey o luchar has-

Relevo en el banquillo. Rafa Guijosa llegó al Abanca Ademar para liderar una nueva era en el club con las que fueron las señas de identidad que llevaron a la gloria al equipo. | MAURICIO PEÑA ta el último momento por una tercera plaza que finalmente terminarían logrando en una apretada disputa con el Granollers. El último partido que se disputó en el Palacio esta temporada sirvió para que el Ademar rindiera un homenaje muy especial a José Mario Carrillo, que abandonaba el club tras toda una vida balonmanística en él buscando nuevos horizontes tras haberse repartido los minutos con Juanín ese año. El Palacio de los Deportes se convirtió en la segunda vuelta en un fortín inexpugnable como an-

taño y es que las señas de identidad que Rafa Guijosa imprimió en el equipo volvían a ser esa defensa agresiva y el contraataque que en su día imprimera Manolo Cadenas en el ADN del Ademar. Además, el club leonés se encontró con una posibilidad que hacía muchos años, la de fichar antes de que acabara la temporada reforzando su plantilla para la siguiente temporada con nombres jugadores contrastados como Sebastián Simonet o jóvenes con mucha proyección como Alejandro Costoya o David Fernández.

Una dolorosa despedida. La última temporada, por el momento, de José Mario Carrillo en el Abanca Ademar era la 2015/2016 en la que tras brillar compartiendo extremo con otra leyenda como Juanín García tomaba la decisión de buscar nuevos horizontes y retos en el extranjero. | MAURICIO PEÑA

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Una foto para la historia.

El capitán del Ademar recibe de la Infanta Cristina la Copa Asobal de 1998. Con toda España esperando que en vez de Canca fuera Urdangarín, su ya esposo, el receptor del trofeo, el Ademar se encargó de aguarle la fiesta a los fotógrafos.

Un torneo para siempre especial Copa Asobal. La competición que reúne a los mejores equipos de la primera vuelta de la liga supuso en 1998 el primer título de la historia del Ademar, que lo volvió a conquistar en Barcelona muchos años después, en 2011

JORGE ALONSO MACÍA

i hay una competición que a pesar del cuestionamiento que ha tenido a lo largo de su aún corta historia levanta especialmente la ilusión de la afición ademarista esa es sin duda la Copa Asobal. El torneo que enfrenta al final de cada año natural a los tres mejores equipos de la primera vuelta de la liga y al anfitrión tiene un hueco especial en la historia del Ademar. Lo tiene por varios motivos, como puedan ser que León sea la ciudad que más veces lo ha acogido, que sea el único trofeo junto a la Recopa de Europa que las vitrinas del club guardan por repetido... aunque sin duda el principal es que fue el primer título que el club leonés logró en su historia. Fue en 1998 cuando después de varios tiros al palo León celebraba por fin un título de ‘su’ Ademar. Y llegó quizás cuando menos se esperaba, después de haber perdido dos finales en las anteriores dos ocasio-

nes ante el Caja Cantabria y con no demasiadas buenas sensaciones en las semanas previas. Zaragoza acogió aquella edición de la Copa Asobal, que enfrentó en semifinales a los leoneses con el San Antonio y al F.C. Barcelona con el Caja Cantabria. El Ademar fue el encargado de abrir el torneo con la presencia de la plantilla de la Cultural y Deportiva Leonesa en la grada, que aprovechaba su partido en Calahorra para animar al otro equipo leonés. Los de Cadenas lograron llegar a la final tras ganar 31-28 al conjunto navarro, en un partido en el que la actuación de Torrego, la dirección de Canca y la defensa 5-1 fueron claves en un partido de muchas alternativas en el que se impuso el mayor poderío físico de los leoneses. Así, el equipo llegaba a una nueva final con toda la ciudad pendiente de la radio y de la televisión en un 20 de diciembre de 1998 que para siempre pasó a la historia del club. El Ademar llegaba a su tercera final

consecutiva de Copa Asobal esta vez ante el F.C. Barcelona de Valero Rivera en el que militaba un Iñaki Urdangarín que esperaba ser el protagonista en las portadas al día siguiente, y es que en la grada se encontraba la Infanta Cristina, su ya esposa, para entregar el trofeo al capitán del equipo vencedor. Sin embargo, el que aparecería en esa foto no sería él, sino José Luiz Pérez Canca. El partido que dio al Ademar su primer título fue espectacular. Los leoneses vencían 30-31 tras una prórroga en un partido donde los dos pudieron ganar. Juancho, Entrerríos y Panadero anotaron cada uno 7

Los dos triunfos ademaristas en la Copa Asobal se consiguieron ante el FC Barcelona en la final, el segundo en el Palau Blaugrana goles, los dos primeros sumando en defensa junto a Garabaya y Colón para complicarle mucho la vida a los blaugrana. Canca se encargaba de salvar cualquier defensa que Rivera planteaba y el eso llevaba a que el equipo nunca dejara de creer en remontar un partido en el que siempre fueron por detrás. Los sesenta minutos de partido terminaban finalmente en empate (30-30) y en el añadido un solo gol de Panadero y una defensa numantina le daban el primer título de su historia al Ademar. Alberto Entrerríos era elegido mejor jugador del torneo y Armand Torrego, mejor portero. Ni media hora después del final del partido medio millar de leoneses se agolpaban en Santo Domingo y, a pesar del intenso frío, decidían bañarse en la fuente. El día después fue el de las celebraciones: el equipo salió al balcón de San Marcelo a festejar con tres millares de leoneses un título que era toda una realidad. La

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plantilla y el propio Cadenas probaron también el agua de Santo Domingo en unos festejos que estuvieron a la altura de algo que León nunca había conocido: un título nacional en un deporte de equipo.

Una década para volver a celebrar Desde luego que tras aquella fiesta pocos hubieran pensado que iban a tener que pasar diez largos años para celebrar de nuevo una Copa Asobal. Lo cierto es que antes de 2011, el Ademar solo había llegado a otra final de este torneo, y fue el año anterior en Valladolid ante el Ciudad Real (25-23 perdieron los leoneses). Aquel año el torneo lo acogía el Palau Blaugrana de Barcelona, con el equipo local enfrentándose en la semifinal al Ciudad Real de Dujshebaev que había ganado los últimos cinco títulos en lo que todo el mundo consideraba una final anticipada y que terminaron llevándose el anfitrión. El Ademar por su parte, llegaba a una nueva final tras eliminar al San Antonio (3126) en un gran partido en defensa del equipo que entrenaba Jordi Ribera. Así las cosas, la final estaba servida con claro favoritismo para el F.C. Barcelona pero con un Ademar que confiaba en poder dar la sorpresa y vencer a un equipo en el que militaban dos personas que habían sido parte importante del primer título de Copa Asobal de los leoneses: Manolo Cadenas y Juanín García. Y vaya si confiaba. El equipo leonés pasaba por encima del anfitrión en una lección de balonmano ante un Palau Blaugrana que enmudeció tras presenciar un partido que no entraba en casi ninguna quiniela. En apenas 10 minutos el Ademar ya había logrado una ventaja de 4 goles (2-6) que no hizo sino aumentar hasta llegar a los 9 tantos. Sarmiento y Stranovsky terminaron con 8 goles y Krivochlykov con 6 en un recital ofensivo en el que Mikel Aguirrezabalaga o Bicanic no se quedaron atrás secundados en defensa por los Alilovic, Aguinagalde, Chernov, Castresana o Carou.

CADENAS, MANTEADO. Entrerríos, Isidoro, Hombrados y Juanín sujetan al entrenador Manolo Cadenas tras lograr el primer título de la Copa Asobal en Zaragoza. Cambiaron los nombres pero no variaron las celebraciones por parte de los aficionados, que se acercaron en masa (alrededor de 4.000 personas) a Santo Domingo con gritos de júbilo y algún que otro recuerdo al seleccionador nacional, Valero Rivera, que coincidiendo con el título ademarista daba la lista para el

Mundial sin ningún jugador del equipo leonés en ella. A esos cuatro millares de personas se les unieron unos pocos más en los festejos del día después, con el equipo saliendo de nuevo al balcón de San Marcelo con una plaza abarrotada que volvía a vibrar una década después.

EL ASALTO DEL PALAU. La plantilla del Ademar y el cuerpo técnico celebran el título de la Copa Asobal logrado en Barcelona.

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León, hogar de la Copa Asobal Una cita habitual. El Palacio de los Deportes es el pabellón que más veces, seis, ha acogido el trofeo de mitad de temporada, dejando algunos momentos para la historia

JORGE ALONSO MACÍA

eón es por méritos propios la casa del balonmano en España. Lo es porque es una de las pocas ciudades donde un partido de este deporte es reclamo y porque cuenta con una de las aficiones más entregadas a él. Eso ha valido para que la ciudad, y más concretamente el Palacio de los Deportes, hayan sido cese de innumerables eventos relacionados con el balonmano y uno de los más recurrentes ha sido la Copa Asobal. Hasta en seis ocasiones (lo hará seguro una séptima con opción a una octava) ha acogido León el torneo de mitad de temporada que reúne a los tres mejores equipos de la primera vuelta de liga y al anfitrión. Sin embargo, el Ademar tiene una deuda con su afición y es que a pesar de contar con dos títulos, nunca ha conseguido levantar el trofeo en casa. Dos veces lo tuvo cerca el equipo leonés, que cayó derrotado en la final en ambas, no pudiendo pasar de la semifinal en las otras cuatro. Curiosamente, la primera vez que la Copa Asobal llegó a León en la Navidad de 1997, fue cuando la ciudad más se ilusionó con el que pudo ser el primer título de la historia del club y que finalmente se retrasó un año. Entonces, el Ademar de Cadenas eliminó en la prórroga de la semifinal al Portland San Antonio ante 5.000 espectadores y llegó a la final soñada ante un Caja Cantabria que el año anterior había vencido en ese mismo partido pero en Santander a los leone-

ses. Sin embargo, la presión pudo con el equipo y tras una mala primera parte los cántabros revalidaron el título en uno de los tragos más amargos que ha tenido que pasar la afición ademarista. Cuatro años tardó en volver la Copa Asobal a León, una circunstancia que hizo que la ciudad acogiera aún con más ganas un torneo que por otra parte se disputaba en medio de una de las etapas más glorio-

No ha tenido suerte el Ademar en las copas celebradas en casa, aún con la final de 2011 ante el FC Barcelona en la retina de todos los leoneses que llenaron el Palacio sas de la historia del Ademar. Sin embargo, en aquella ocasión el equipo leonés cayó a las primeras de cambio ante el San Antonio en un partido en el que nada se pudo reprochar a un equipo que lo dio todo pero que cayó víctima del imparable brazo de Jovanovic en una Copa que se terminaría llevando el Barcelona. Aún más tiempo tuvieron que estar los aficionados leoneses sin volver a vivir una cita como la Copa Asobal, que se paseó por varias localidades españo-

las con más pena que gloria. Así en 2006 volvió a León con un San Antonio que volvió a ser verdugo del Ademar en las semifinales, con el Ciudad Real como gran dominador y celebrando en el parqué del Palacio su cuarto título consecutivo. No regresó hasta 2011 la Copa a León, y lo hizo en lo que pareció ser el perfecto plan de revancha por parte del F.C. Barcelona, a quien aún le escocía el título que el Ademar se había llevado tres años antes del Palau Blaugrana. Los culés eliminaban al Cuatro Rayas Valladolid en la semifinal y los leoneses hacían lo propio en un espectacular partido ante el Atlético de Madrid (28-27), un equipo que ese mismo año ganaría la Copa del Rey y sería subcampeón de liga y de Europa. La final esperada estaba servida. El Palacio de los Deportes se llenó para ver de una vez por todas al Ademar levantando una Copa Asobal en casa, quizás la más difícil de todas. Pero no pudo ser. El equipo de Isidoro Martínez lo dejaba todo en la cancha, e incluso disponía de hasta dos balones para forzar la prórroga, pero terminaba cayendo por la mínima (28-27) en un torneo inolvidable en el que el Ademar a punto estuvo de coronarse como ‘matagigantes’. Ya en 2014 y en medio del regreso a la hegemonía del F.C. Barcelona, el fracaso de público que suponía la Copa Asobal en sus diferentes sedes hizo que tanto Federación como Liga se planteran la opción de asignar a una ciudad una organización plu-

UNA AFICIÓN ENTREGADA. El Palacio siempre se ha entregado a la Copa Asobal, en la imagen en la edición de 2001. | M. PEÑA

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LA COPA ASOBAL EN LEÓN

Dos finales en casa, dos disgustos

1997

No ha tenido suerte el Ademar en las Copas Asobal de León. Como anfitriones han llegado a dos finales, en 1997 y 2011 ante Caja Cantabria y Barcelona respectivamente y en las dos cayeron los leoneses ante su afición. | MAURICIO PEÑA

rdangarín

Expectación en la grada. San Antonio, Barcelona, Caja Cantabria y Ademar participaron en un torneo en el que más que el balonmano la presencia de Urdangarín y la infanta Cristina, que se acababan de casar, despertó la expectación.

2001 2006 2011

rianual que terminara con el quebradero de cabeza que suponía la asignación de la sede. Fue ahí cuando apareció de nuevo León como garantía de éxito, erigiéndose definitivamente como la casa del balonmano nacional, aunque en ese primer año solo se otorgara la organización para una edición. Comenzando a salir de una profunda crisis económica que tambaleó los cimientos del club, la Copa suponía una fuente de ingresos para el Ademar, quizás el único equipo de España para la que la organización podía otorgar beneficios. Además, deportivamente posibilitaba el regreso del Ademar a la élite y la vuelta a la ilusión de una afición que que-

LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA. En la imagen de arriba la final de la primera Copa Asobal disputada en León, abajo, la última de 2015. | M. PEÑA / D.MARTÍN

ría volver a vivir finales. Sin embargo, el Fraikin Granollers acabó pronto con las ilusiones ademaristas en un título que nuevamente y sin discusión alguna se llevó el F.C. Barcelona. El año siguiente, el Ayuntamiento de León y el Ademar terminaron acordando con Asobal y Federación la celebración de la Copa en 2015, 2016 y una más opcional, estableciendo definitivamente a la ciudad como el hogar de la competición. En la primera de ellas el equipo ya entrenado por Rafa Guijosa se quedaba a las puertas de volver a acceder a una final tras caer en ‘semis’ ante el Naturhouse La Rioja (30-32), con un nuevo éxito blaugrana en la final para festejar su quinto título consecutivo.

evancha

El Barcelona se venga. En un espectacular torneo del Ademar, que eliminó al potente Atlético en las semifinales, los blaugrana se vengaron de la final que los leoneses les habían ganado en casa tres temporadas antes en un partido dramático.

2014 2015

stabilidad

Un contrato plurianual. Ayuntamiento de León y Abanca Ademar ofrecieron a Federación y Liga Asobal la organización durante tres temporadas de la Copa Asobal, algo que finalmente lograron convirtiendo a León definitivamente en el hogar del torneo.

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¡Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí! Magia noruega El Ademar ganó en mayo de 2002 en Torrevieja su única Copa del Rey tras derrotar por 31-28 en la final al Ciudad Real con un espectacular Kristian Kjelling

JESÚS COCA AGUILERA

orrevieja. 19 de mayo de 2002. Es otra de las fechas que ningún aficionado del Abanca Ademar podrá olvidar. Otro de esos días de gloria de la escuadra ademarista. Fue aquel en el que se puso el broche de oro a cuatro días mágicos y se logró el primer y único título de Copa del Rey que hasta el momento los leoneses tienen en sus vitrinas. La victoria por 31-28 frente a la selección mundial que era ya por entonces el Ciudad Real dio el título a los de Manolo Cadenas. Era el tercer paso necesario para llevarse el trofeo. O en realidad, en el caso leonés, el cuarto, pues el primero se dio en el mes de febrero, cuando las bajas de Kamprau y Lvov por bajo rendimiento, y de Iñaki Ordóñez por una lesión que le obligaba a abandonar, provocaron el fichaje de los noruegos Stian Vatne y Kristian Kjelling, pues sobre todo el segundo sería decisivo. El Bidasoa, que acabó octavo la liga regular, fue el primer rival de los leoneses en Torrevieja, donde se estrenaba pabellón y el ambiente en las gradas brilló por su ausencia durante todo el torneo. Y el Ademar superó el primer escollo sin excesivos problemas. No brilló en ataque, pero su exhibición defensiva y la extraordinaria actuación de Kasper fue suficiente para imponerse por 24-19. De hecho, el encuentro fue aún más cómodo de lo que indica el resultado final, pues los ademaristas vencían ya de cuatro (12-8) al descanso y de siete (1710) recién iniciada la segunda parte. Kjelling, con nueve goles, lideró el ataque de los leoneses, que recurrieron a los lanzamientos de Belaustegui para sol-

ventar el problema en el que un Bidasoa liderado por Patrick Cazal a punto estuvo de meterles pues se llegaron a colocar a tres(20-17) en la recta final. Lo obligatorio, que era pasar la primera ronda, estaba conseguido. Ahora tocaba soñar. Primero con el estreno en una final. Luego con el título. Y las ‘campanadas’ de los cuartos ayudaban a creer y hacían aumentar las esperanzas. Porque en ellos ‘mordían el polvo’ tanto el Barcelona a manos del Valladolid como el Portland San Antonio, a quien el Altea sorprendía y eliminaba en los penaltis, convirtiéndose en el rival de los leoneses en semifinales.

la roja directa. ¿El resultado? Que durante casi un minuto, el Ademar estuviera con sólo dos jugadores de campo, Bartok y Juanín, y Kasper de portero, solventando aun así la situación con una demostración de manejo de balón de ambos. Los leoneses llegaron a estar tres goles abajo. Tocaba remar. Y lo fueron haciendo poco a poco, con un nombre destacando por encima del resto. Fue el del extremo Juanín García, a quien por entonces se empezaba a pedir ya para la selección donde Guijosa y Urdiales le cerraban el paso, y que completó un partido estratosférico y con 11 goles lideró a un equipo

El Ademar eliminó al Bidasoa en cuartos (24-19) con un Kasper estelar y al Altea en semifinales (29-26) con Juanín de estrella

Rolando Uríos, Talant Dujshebaiev o Iker Romero lideraba la selección mundial que era el Ciudad Real al que ganaron 31-28 en la gran final

Los leoneses eran favoritos. Pero los alicantinos no eran ni mucho menos una ‘perita en dulce’. El que luego sería central ademarista, Claus Jakobsen, era el motor de un equipo que tenía a un portero de primer nivel como Norklit, al histórico ex FC Barcelona David Barbeito, al muro defensivo Jorgensen que luego sería pieza clave del San Antonio... Y hubo que sufrir, sobre todo en la primera parte. En ella se vivió un momento clave. Kjelling era excluido, Belaustegui se le unía y las protestas de Cadenas provocaban primero los dos minutos y luego

que tuvo también como grandes protagonistas al central Pérez Marne, enorme en la dirección, al defensor Vatne, un muro en el 6-0, y de nuevo como en los cuartos al meta Kasper. Con ellos ‘tirando del carro’ el Ademar llegaba ya por delante (14-13) al descanso, cogía pronto cuatro goles de renta en la segunda parte gracias a los tempranos tantos de Belaustegui y conseguía mantener esa diferencia ante un Altea con menos físico que no aguantaba su ritmo de juego y acababa cayendo finalmente por 29-26.

Plantilla campeona. De pie Vatne, Kjelling, Raúl Entrerríos, Kasper, Torrego, Colón, Prendes; y agachados Marne, Krivoshlykov, Juanín, Castresana, Cadenas, Cartón, Belaustegui e Isidoro eran los jugadores y técnicos que consiguieron la Copa del Rey. | REPORTAJE GRÁFICO: J.M.LÓPEZ / MAURICIO PEÑA

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Lo más difícil estaba por llegar. La nómina de jugadores del Ciudad Real era para echarse a temblar. Rolando Uríos, Talant Dujshebaiev, Iker Romero, Pérez Canca, Mariano Ortega... Pero el Ademar no se amedrento. Mandó de principio a fin, sin conseguir romper en ningún momento el choque pero sin perder la delantera en los minutos finales para acabar imponiéndose por 31-28. Final feliz a un partido épico. Porque la garra que caracterizaba a los leoneses se vio en su máxima expresión, peleando cada balón como si fuera el último y decisivo. También porque tuvieron que sobreponerse a los problemas físicos de una de sus estrellas, Juanín, que acabó cojeando. Y por encima del resto, porque se vivió una de las mayores exhibiciones que ha dado un jugador del Ademar en una pista de balonmano: la de un colosal Kristian Kjelling, que terminó con 13 goles, muchos de ellos realmente imposibles e incluidos cuatro seguidos para sentenciar

el triunfo en la recta final cuando el Ciudad Real se acercaba. El noruego fue el líder, pero hubo otros muchos protagonistas. Desde el segundo técnico Isidoro Martínez, que tuvo que dirigir al equipo ante la sanción

El Ademar sólo fue dos veces por detrás en la final, en la que Kjelling estuvo colosal con 13 goles y brillaron Bartok, Vatne y Colón de Cadenas; al central Bartok, soberbio en la dirección en la que se quedó solo tras ver Marne la roja en el minuto 35; o a la portentosa actuación en el centro de la defensa de Colón y Vatne. Con ellos consiguió el Ademar llevarse un par-

tido en el que el Ciudad Real sólo mandó dos veces en el marcador (con el 0-1 y el 8-9) y los leoneses llegaron a coger una renta de cuatro goles con el 20-16, tras el que vino un parcial de 0-4 manchego que devolvió el 20-20 al tanteador. Era un momento crítico, pero respondió el Ademar marcando tres goles seguidos que fueron decisivos, pues de ahí al final los manchegos hicieron la goma pero no llegaron a volver a empatar y permitieron que la fiesta comenzara ya en el último minuto. Ahí se inició, pero se alargó mucho en el tiempo. Desde el chapuzón de la plantilla leonesa en la fuente situada frente al pabellón de Torrevieja, a los 2.000 leoneses que el mismo domingo se dieron cita para darse un baño en Santo Domingo o los miles y miles que se citaron el día siguiente en San Marcelo, donde desde el Ayuntamiento el equipo ofreció la Copa a la afición, acabando todos juntos tras los discursos en la fuente. La histórica ocasión lo merecía.

Arriba, la plaza de San Marcelo llena de aficionados ademaristas mientras la plantilla ofrecía la Copa desde el balcón del Ayuntamiento; abajo, a la izquierda Kristian Kjelling, el héroe de la final, saluda a los seguidores leoneses; y a la derecha Manolo Cadenas se baja cantando del autobús ante los gritos de ánimo de la gente.

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La imagen de la desesperación. Alilovic y Dalibor Doder, uno apoyado en cada poste, se lamentan desolados a la conclusión de la final de Antequera, donde el Barcelona superó al Ademar en la prórroga. | MAURICIO PEÑA

Dos veces a un paso de la gloria En Altea y Antequera El Ademar llegó a la final en 2007 y 2010, pero el Barcelona ejerció de verdugo y le dejó sin el título

JESÚS COCA AGUILERA

la primera fue la vencida para el Ademar, que se había llevado el título en su estreno en una final de la Copa del Rey. Pero después ha habido otras dos ocasiones en las que se ha quedado a un paso de la gloria, llegando hasta el último partido pero siendo incapaz de rematar la faena. Fue en 2007 y en 2010, con Altea y Antequera como sedes del evento y con el mismo verdugo en las dos ocasiones: el FC Barcelona. Había empezado con un triunfo épico la primera de esas dos ediciones coperas. Saric y Alilovic en portería; Stranovsky, Ricardo Costa, Krivoschlykov y Santi Urdiales en los extremos; Aguinagalde, Castresana y Sigurdsson como pivotes; Viran Morros de especialista defensivo; y Garralda, Perales, Jakobsen y Raúl Entrerríos en la primera línea, con Cadenas en el banquillo, conformaban aquel equipo, que empezaba su andadura con un derbi frente al BM Valladolid que acabó siendo dramático. Durante 55 minutos, los leoneses estuvieron por detrás en el marcador. Llegaron a estar prácticamente muertos. Parecían desahuciados. Sierra era un muro en la portería, el brazo de Muratovic se antojaba imparable. Y la diferencia crecía y crecía. De cinco (12-17) perdía al descanso el Ademar, de ocho llegaron a caer en algunos momentos de la segunda mi-

tad. Pero los leoneses nunca se rindieron. Y la constancia tuvo premio. A base de paradas de Saric y goles de Jacobsen (acabó con 12), los de Manolo Cadenas resurgían y mucho tiempo después forzaban el empate (30-30) que llevaba el partido a la prórroga. Pero el tiempo extra tampoco decidía nada, porque se mantenía el empate (35-35) que obligaba a

so y abrió la renta hasta los ocho en el arranque de segunda mitad, sentenciando pronto el choque y permitiendo guardar fuerzas y dosificar energías. Por segunda vez en su historia, el Ademar estaba en la final. Y en ella, el FC Barcelona fue un ciclón que no le dejó ni soñar. 20 minutos duró la ilusión, que se chocó de bruces con la impresionante actuación del que luego fuera portero ademarista Venio Losert. A ese instante de encuentro llegaron los leoneses empatados (10-10) en el marcador. Pero 17 larguísimos minutos sin marcar un gol hicieron que los blaugrana, con Iker Romero y Juanín como referencias ofensivas, se marcharan ya siete arriba (17-10) al descanso, llegando a ganar hasta de 10 en la segunda parte, en la que los de Cadenas ya no pudieron volver nunca a meterse en el partido y cayeron por 33-27.

Tercera final, segunda derrota No pudo ser esa vez, pero tres años después, en 2010, el Ademar se plantó de nuevo en su tercera final buscando su segundo título. Sólo cuatro jugadores (Alilovic, Costa, Castresana y Krivochlykov) permane-

El Ademar inició las dos Copas ganando en cuartos al Valladolid, en 2007 en la tanda de penaltis tras remontarle ocho goles

El Barcelona no dio opción en 2007 (33-27). Los leoneses se toparon con Losert, estuvieron 17 minutos sin marcar y llegaron a ir 10 abajo

decidir el pase con lanzamientos de penalti, en los que el Ademar no fallaba ni un solo tiro y el convertido por Garralda le daba el pase a semifinales ante la euforia de la plantilla. El sufrimiento extremo en cuartos fue seguido de un ‘paseo’ en semifinales, donde los leoneses aplastaron por 30-21 al Algeciras. Con un Perales imparable liderando el ataque con 10 goles, los andaluces sólo estuvieron en partido hasta el minuto 15, al que llegaron ganando 8-9. A partir de ahí el Ademar puso la directa, llegó con seis de ventaja (18-12) al descan-

cían en la disciplina ademarista desde aquel 2007. El meta Álamo, los centrales Vega y Doder, el extremo Ortigosa, el pivote Carou, y los primeras líneas Vega, Buntic, Mikel Aguirrezabalaga, Chernov, Prce y Bicanic completaban el equipo, que ahora dirigía Jordi Ribera. Y de nuevo el inicio del camino fue el mismo, un duelo en cuartos contra el eterno rival, el Valladolid. Y otra vez fue un partido muy igualado, aunque esta vez sin necesidad de tiempo extra. 28-26 vencieron los leoneses en una cita con sabor a vengan-

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za, pues apenas tres días antes los pucelanos les habían apalizado en liga, ganándoles de siete tantos en un encuentro clave de cara a la clasificación para la Champions. Pero el Ademar tuvo un cambio de cara total, ayudado e impulsado por la decisión del técnico pucelano Juan Carlos Pastor de salir de inicio con suplentes. No desaprovechó el regalo el conjunto leonés, que con Castresana imparable en seis metros (firmó seis dianas), Alilovic acertado en portería y Buntic machacando desde nueve metros, se fue pronto en el marcador, yéndose cinco arriba (15-10) al descanso y ganando hasta de seis (22-16) en la segunda mitad. Sin embargo tocó sufrir, pues con un parcial de 1-6 el Valladolid empató (2626) a falta de tres minutos, pero Buntic y Krivoschlykov sentenciaron. Al final, victoria de dos en cuartos...

Tras derrotar al Ciudad Real en ‘semis’, el Ademar cayó en 2010 por 38-35 en la prórroga con el Barça y también en semifinales, donde esperaba el ‘coloso’ Ciudad Real con el papel de claro favorito. Pero, una vez más, el Ademar ejercía de ‘matagigantes’ y le vencía 26-24. Lo hizo gracias a un arranque de encuentro sensacional, que le permitió marcharse 11-3 de salida, llegando siete arriba (15-8) al descanso. Sin embargo los manchegos, con Joan Cañellas y Julen Aguinagalde asumiendo responHéctor Castresana, Denis Buntic, Dalibor Doder y Mikel Aguirrezabalaga siguen las evoluciones del juego detrás del técnisabilidades, empezaban la segunda parco Jordi Ribera durante la final de 2010 ante el FC Barcelona celebrada en Antequera. | MAURICIO PEÑA te con un parcial de 0-5 y, tras reaccionar Ademar y volver a coger renta, engando a ponerse incluso dos arriba antes de que Iker dosaban otro 0-5 en la recta final y se ponían 25- empate a 31 el tiempo reglamentario. Las paradas de Saric y los goles de Iker Romero y forzara el tiempo extra, al que se llegaba gracias a 24 a sólo un minuto para la conclusión. Parecía que se le escapaba de las manos al Ademar lo que tanto Juanín (firmaron 13 y 9 respectivamente) fueron que un gol de Sarmiento se dio como fuera de tiemle había costado ganar, pero un tanto de Jorge Gar- una condena para la escuadra ademarista, donde el po. Sin embargo en la segunda parte de la prórroga, a cía Vega, que había sido el mejor junto a Doder y a indiscutible protagonista fue Ricardo Costa con diez. Con el portugués como líder se rehízo la escuadra cuyo intermedio se había llegado con 34-33 en el los guardametas, daba a los de Ribera el billete para ademarista en un partido en el que llegó a perder de tanteador, un Saric inconmensurable durante todo la gran final. Allí volvía a esperar el FC Barcelona. ¿Sería posi- cinco en la primera parte, se fue cuatro abajo (16-12) el tiempo extra imponía su ley y aprovechando una ble dar dos campanadas en dos días? Pues cerca, muy al descanso y, tras ser expulsado Rutenka por una exclusión ademarista el Barça abría brecha y se llecerca estuvo. Sólo en la prórroga hincó la rodilla el agresión precisamente sobre Costa, fue limando y vaba el título. El Ademar volvía a quedarse con la Ademar, que acabó perdiendo 38-35 tras acabar con limando la renta has ta darle la vuelta al partido, lle- miel en los labios.

Los dos años que León coronó al campeón Sede de la final. En 1996 el Palacio acogió la fase final, con el Ademar cayendo en semifinales y el Elgorriaga saliendo ganador

J.C.

n dos ocasiones León ha visto decidirse la competición copera. La primera acogió sólo la final, cuando aún se llamaba Copa del Generalísimo y el Ademar era un equipo que jugaba en Provincial pero empezaba a hacer que el balonmano sonara con fuerza en León. Fue en la temporada 1971-72 y de tierras leonesas salió como campeón el FC Barcelona, que ganaba su primera Copa tras imponerse 15-9 al Marcol.

Pero la primera gran cita de la afición leonesa fue en la campaña 1995-96. Aquel año, el del asentamiento ademarista en la Asobal tras haber descendido la temporada anterior pero ser salvado en los despachos, para León fue todo un acontecimiento saber que recibiría a los ocho mejores equipos de España. Además, el papel del Ademar desató la locura entre la grada, pues los leoneses se metieron en semifinales tras derrotar 27-26 al Teucro en cuartos de fi-

nal. Era un choque con premio doble, pues ganarlo daba acceso a disputar por primera vez Europa, concretamente la Copa City, y los leoneses lo sacaron adelante gracias a un gol de Aleix Franch en el último segundo. De hecho, estuvieron cerca de dar la gran sorpresa en semifinales, donde zarandearon al FC Barcelona de Iñaki Urdangarín y compañía, aunque acabaron cayendo por 26-28, finalizando terceros tras imponerse 23-22 al Granollers en la final de consolación. No obstante no fueron los blaugrana los que levantaron en el Palacio de Deportes el trofeo, sino Elgorriaba Bidasoa, que le venció por 21-20 en la final.

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¡Campeones!. Canca, Panadero, Juancho, Demovic, Fernando Hernández, Hombrados, Garabaya, Colón y Juanín tocan la copa y celebran en el vestuario el título logrado en 1999, el primero europeo de la historia del Ademar. | J.M.LÓPEZ

Y el Ademar reinó en Europa Dos títulos de la Recopa. El equipo ademarista ganó en 1999 tras apalizar en la vuelta de la final en León al Cantabria y en 2005 tras barrer al Zagreb en los dos encuentros

JESÚS COCA AGUILERA

os veces reinó el Ademar en Europa. Dos títulos europeos guardan los leoneses en sus vitrinas. Dos Recopas, la segunda competición más importante del panorama internacional antes de fusionarse con la EHF y el torneo fetiche de los leoneses a lo largo de su historia. Dos grandes éxitos que llegaron en finales con claro sabor leonés y sin apenas lugar para la emoción. Fue el primero en el año 1999. Meses antes, los leoneses habían ganado el primer título de su historia al llevarse la Copa Asobal. Sólo fue el aperitivo. A la primera fue la vencida. Y es que ése era el año de su debut en la Recopa, siendo su tercera participación en Europa. Las primeras eliminatorias fueron un paseo. Comenzaron goleando 32-21 y 39-19 al Shiauliai lituano en la primera eliminatoria en que entraron en liza, que como era habitual en aquellas rondas en esos tiempos vio cómo los dos partidos se jugaban en León. La misma circunstancia se produjo en la segunda, esta vez frente al Athinaikos griego, que se saldó con otras dos palizas (30-14 y 29-20). En definitiva, que la competición de verdad comenzó en cuartos de final. En ellos les tocó a los de Cadenas viajar a Ankara para medirse al Cancaya turco. Y fue rival en la ida, donde aun así dejaron la eliminatoria encarrilada al imponerse 26-27, pero no en la vuelta, donde se llevaron un severo rapapolvo de León, pues el Ademar venció de 17 goles (33-16). Un guió muy similar se vivió en semifinales. El rival era el Skopje. El viaje a Macedonia, una inmersión

en un territorio que se preparaba para la guerra, por lo que los leoneses aterrizaron en una ciudad plagada de soldados preparándose para el conflicto en Kosovo que no tardaría en iniciarse. Una situación atípica que no afectó al equipo ademarista, que se impuso por 27-29 en la ida y en la vuelta, con un Palacio de Deportes lleno hasta la bandera con 5.000 gargantas que no pararon de animar, le endosaron un tremendo 35-20 que les metía en la primera final europea de su historia. Allí esperaba otro equipo español: el Caja Cantabria. Por el lado que invitaba al pesimismo, su ‘verdu-

con tomar una ventaja importante, los leoneses echaron mano del coraje para recortar diferencias en los últimos minutos y acabar perdiendo por un solo gol (20-19). El Palacio dictaría el campeón. A mitad de semana ya no quedaba ni una entrada, provocando que existiera incluso reventa. Los leoneses saltaban a la pista con una camiseta de ‘Ánimo, Margarita’, en honor a la lanzadora Margarita Ramos, que por aquel entonces sufría una grave enfermedad de la que afortunadamente se recuperó. Y de principio a fin fueron un ciclón. Se esperaba un partido igualado, pero el Ade-

Tras superar al Shiaulai lituano, el Athinaikos griego, el Cancaya turco y el Skopje macedonio el Ademar remontó en León (32-23) al Cantabria el 20-19 de la ida

En 2005 el Ademar ganó de 12 en la ida y de 6 en la vuelta al Zagreb en la final, sufriendo sólo en cuartos frente al Hamburgo que a punto estuvo de remontarle en León

go’ en los dos años anteriores en la final de la Copa Asobal; por el del optimismo,un rival al que ya habían ganado los dos partidos ese año en la liga regular, donde los cántabros habían sido quintos y los leoneses segundos, lo que les hacía partir como favoritos. La expectación era máxima. 400 leoneses viajaron a Santander para el primer ‘round’, del que el Ademar consiguió salir vivo. Porque tras un choque muy tenso, con las defensas siendo casi insuperables por los ataques y el Cantabria amenazando por momentos

mar mandó siempre y se impuso por 32-23. El título era suyo. Hombrados, Rogelio y Torrego como porteros; y Benés, Marne, Sancho, Canca, Juanín, Fernando Hernández, Panadero, Alberto Entrerríos, Colón, Garabaya, Juanjo, Kraljic, Demovic y García Vega como jugadores de campo, con Cadenas e Isidoro a los mandos. Ellos fueron los artífices de un éxito que celebraron a lo grande en la fuente... de Guzmán, pues la de Santo Domingo estaba sin agua. Seis años hubo que esperar hasta que el Ademar

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Arriba, a la izquierda, Hombrados dedica el título europeo con el trofeo con la Recopa en la mano al público, que a la derecha anima en el Palacio durante una de las finales, en las que no hubo ni un hueco libre. Abajo, los jugadores del Ademar celebran la Recopa en la fuente de Guzmán. | J.M. LÓPEZ | MAURICIO PEÑA volvió a levantar un trofeo. Sólo dos hombres: Juanín y Colón, además de los técnicos Cadenas e Isidoro, repetían. Los metas Jorge Martínez y Erevik, y los jugadores de campo Metlicic, Krivoschlykov, Kjelling, Raúl Entrerríos, Vatne, Prendes, Castresana, García Parrondo y Curuvija completaban ese año la plantilla que realizó una competición perfecta. En realidad, sólo sufrieron en los cuartos de final. Paliza tras paliza se sucedieron las tres primeras rondas. En el estreno, el equipo ademarista se impuso 2838 y 35-19 al Torggler Group Merano italiano; después aplastó al Bosna Sarajevo, 33-42 en tierras bosnias y 43-28 en León; y en la tercera ronda se ventiló al Karvina tras imponerse 30-38 en la República Checa y 38-28 en el Palacio. Pero el siguiente rival era ya un ‘coco’. Esperaba a los de Cadenas el Hamburgo alemán. Se decía que era la final anticipada y se demostró que así era. La nómina de estrellas del rival , lleno de algunos de los mejores jugadores de la década, asustaba: Tomas Svensson, Pascal Hens, Bertrand Gille... Pero el Ademar no se amilanó y ganó 25-29 en la ida. Parecía hecho pero

aún tuvo que sufrir, pues en la vuelta los alemanes no se rindieron y acabaron imponiéndose por 25-27, llegando a ganar de tres goles y estando por tanto a un solo gol de la remontada en dos instantes de la segunda mitad. Superó ese momento crítico el Ademar y no volvió a tener más. En las semifinales el Izvidac Ljubuski

Sólo dos jugadores: Juanín García y Manolo Colón, además de los técnicos Cadenas e Isidoro, estuvieron en los dos títulos bosnio no fue rival. Los de Cadenas encarrilaron la eliminatoria en León (37-30) y no la dejaron escapar en la vuelta, donde volvieron a ganar, esta vez 33-38. En la final esperaba el RK Zagreb. Y además con la vuelta en el infierno croata. ‘Estrellas’ que aún brillan y entonces empezaban a despuntar como Igor

Vori, Horvat, Drago Vukovic o Spoljaric militaban en el rival. Un poderoso enemigo al que el Ademar empequeñeció en León. De 12 goles. Sí, de 12, ganaron los leoneses. 37-25 fue el resultado final víctima de una pletórica segunda parte, pues al descanso la renta era sólo de uno (1615). Pero a base de ‘latigazos’ de unos espectaculares Metlicic y Kjelling (firmaron 8 y 11 goles respectivamente) y de contraataques, sobre todo en el cuarto de hora final (al minuto 45 vencían 27-22), consiguieron imponerse por esa definitiva diferencia. Ha sufrido remontadas en su historia aún peores el Ademar, pero no fue el caso. Las 4.000 personas que se dieron cita en el Palacio de Deportes para ver en una pantalla gigante la vuelta disfrutaron con una nueva exhibición leonesa, pues los de Cadenas también vencieron en el Dom Sportova de Zagreb, esta vez 25-31 en un choque que ya ganaban de seis tantos a los 20 minutos, lo que les permitió disfrutar a lo grande el merecido título, tanto sobre la pista croata primero, como en Santo Domingo y en San Marcelo con su gente el día siguiente.

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Los jugadores del Ademar, con Juancho a la izquierda y Cartón a la derecha, desolados tras perder la final de la Recopa con el Flensburg en 2001. | MAURICIO PEÑA

Con la miel en los labios en dos finales dramáticos Finales de Recopa perdidas. Un penalti fallado por Entrerríos evitó la remontada ante el Flensburg en 2001, un gol a falta de 10 segundos impidió ganar la final al Hamburgo en 2007

JESÚS COCA AGUILERA

os finales europeas ha perdido el Ademar. Como las dos que ganó, también fueron en la Recopa. Pero si bien los títulos llegaron en eliminatorias sin apenas historia, las dos veces que los leoneses se quedaron con la miel en los labios fue en finales dramáticos. De esos que tardan mucho tiempo en olvidarse. Que hacen imposible aguantarse las lágrimas y por más que pasan los años no se van de la cabeza. El primero de ellos sucedió en 2001. El del título de liga. Los leoneses acariciaron el doblete, porque en su segunda participación en la Recopa de nuevo alcanzaron la gran final. Tras eliminar a un viejo conocido como el Cancaya turco en la primera ronda, al Dunkerke francés en la segunda y al Sintelon serbio en cuartos, ganando todos los partidos de esas eliminatorias, el sorteo deparó un derbi para la semifinal. Ademar y Valladolid, los dos eternos rivales, los dos equipos que habían disputado mil y una intensas batallas, se veían las caras por un puesto en la gran final. Pero en la práctica, apenas hubo emoción. Porque en un partido soberbio, los leoneses dejaron vista para sentencia la eliminatoria al imponerse 36-24, siendo recordada esa cita por ser aquella en la que un joven aficionado saltó al campo y enseñó el trasero a los seguidores pucelanos, armándose una tremenda polémica. Se calentó mucho la vuelta pero tampoco hubo color en ella, porque el Ademar se impuso 22-33. León volvía a estar a dos pasos de un título. Enfrente un ‘coloso’, el Flensburg, que impuso su ley en Alemania, donde fue muy superior y cogió una renta de

siete goles (32-25) que parecía insuperable. Pero a punto estuvo el Ademar de lograr la machada. Con Kasper convertido en un muro y la defensa a un tremendo nivel, los leoneses ganaban de seis a falta de 30 segundos. Atacaba el Flensburg, pero el danés paraba y los ademaristas montaban la contra... que acababa con Colón siendo agredido en seis metros para que no marcara. Penalti y exclusión. Con 11 segundos por jugarse, marcar era tocar con los dedos el título. Allí se dirigió Alberto Entrerríos, que lanzó... y falló. Al final, defendiendo en campo contrario, el Flens-

último, en semifinales, al Zagreb con una tremenda remontada. Porque tras perder 26-20 en tierras croatas; los leoneses supieron darle la vuelta a la eliminatoria y meterse en la final de forma dramática. Tras llegar a ir incluso tres goles abajo en esa vuelta, un penalti forzado por Castresana lo metía Stranovsky, ya con el reloj a cero, para dar la clasificación al Ademar al suponer la victoria por 30-23. En la final esperaba la constelación de estrellas que era el Hamburgo. Los hermanos Gille, Pascal Hens,

En 2001 los leoneses, tras eliminar en semifinales al Valladolid, estuvieron a punto de remontar siete goles al Flensburg

Un penalti de Stranovsky con el reloj a cero hizo que el Ademar se metiera en la final de 2007, en la que el coreano Yoon les hundió

burg aún marcaba otro gol y ganaba el título al caer 24-19. El sueño se esfumaba de la forma más cruel. Un guión de película... y muy similar al de 2007. Otra vez un equipo alemán, en esta ocasión el Hamburgo, era el ‘verdugo’ en la final. Otra vez ésta se decidía en los último segundos. En ella se plantaban los leoneses tras tumbar al Besiktas turco (43-26 y 47-23, pues se jugaron los dos encuentros en León), al Sandefjord noruego (otra vez con ambos choques en la capital leonesa saldados con triunfo por 31-26 y 41-27), al Silkeborg danés (30-36 para sentenciar en la ida y 28-27 en la vuelta), y por

Torsten Jansen... y, por encima del resto en esa final, el ‘gigante’ coreano Yoon, imparable en los 120 minutos de final. Diez metió el lateral asiático en la ida, en la que los leoneses cayeron 28-24; y otros 10 en la vuelta, incluido el que les dio el título. Porque en un gran partido el Ademar, con Claus Jakobsen de líder, lograba un parcial de 7-1 en la recta final que les ponía a falta de cuatro minutos con un 35-30 que les daba el título. Y mantenía los cinco a falta de 10 segundos, cuando Yoon marcaba el tanto que ponía el definitivo 37-33 que volvía a dejar sin la gloria a León.

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Sin consuelo. Martin Stranovsky, Viran Morros y Ricardo Costa, tras la derrota ante el Hamburgo en 2007. | MAURICIO PEÑA

Once veces con los mejores de Europa Los cuartos, el tope en la ‘Champions’. El Ademar se quedó cuatro veces a un paso de las ‘semis’ y cayó en octavos las otras 6 / Las remontadas de Celje y Berlín forman la ‘historia negra’

J.C.

nce veces ha participado el Ademar en la ‘Champions League’, la mejor competición de clubes del mundo. Once ocasiones, desde su estreno en la temporada 1997-98 hasta la última vez que la disputó en la 2011-12, en las que salvo en una de ellas siempre ha superado la primera fase de la competición. Fue en la 2010-11, con Jordi Ribera al frente, la única vez que el Ademar no pudo superar el grupo de clasificación, en el que el Rhein Neckar Lowen que ejercía como anfitrión se llevaba el gato al agua. El resto, los leoneses siempre han avanzado pasos en la competición. En seis de sus participaciones se quedó en octavos de final. En las otras cuatro, a sólo un paso de semifinales, pues cayó en cuartos. Fue en sus tres primeras (1997/98, 1999/2000 y 2001/02) y en la última cuando el conjunto ademarista llegó más lejos que nunca. Y si no pudo pasar de ahí fue por dos remontadas que forman parte principal en la ‘historia negra’ del club. Dos veces en las que una eliminatoria que parecía sentenciada en León, con 13 y 11 goles de renta, acababa en tragedia. Celje en dos ocasiones, Veszprem y Berlin fueron los ‘verdugos’ en octavos. Pero es que los eslovenos protagonizaron también en 2003, en octavos, una de esas jornadas fatídicas. 38-25 había ganado en la ida el Ademar con una mágica actuación en la que Raúl Entrerríos y Manolo Colón brillaban por encima del resto. Pero en la vuelta, con Kjelling y Metlicic en la grada y el Celje estrenando pabellón, ganaban 34-21 con Vugrinec y Rutenka estelares y se acababan proclamando campeones de aquella Champions.

Los jugadores se tiran en plancha para celebrar una victoria europea. | J.M. LÓPEZ Parecía que algo así no podía volver a pasar. Pero sucedió. Fue hace apenas cuatro años. Enfrente estaba el Fuchse Berlin, que ‘mordía el polvo’ en León

por un contundente 34-23. Sin embargo, en la vuelta, los alemanes ganaban 29-18 y dejaban a los de Cadenas sin el histórico pase a la ‘final four’.

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Fichajes para volver a mirar arriba. Costoya, en la imagen realizando un lanzamiento en el Palacio, es uno de los fichajes realizados esta temporada, junto a Simonet y David Fernández, que dejan claro que el Ademar vuelve a apuntar muy arriba| MAURICIO PEÑA

Un futuro para recuperar el esplendor del pasado Con la competición europea de nuevo disputándose en el Palacio, los próximos años se presentan prometedores para un Ademar que está diciendo adiós a los problemas que comprometieron su continuidad y le permiten soñar con regresar a estar entre los mejores

JORGE ALONSO MACÍA

espués de unos años donde los aficionados del Ademar han sufrido más que disfrutado por temas que además poco tenían que ver con el balonmano y que dejaron la vida del club pendiente de un hilo, el sesenta aniversario del mismo es un perfecto momento no solo para mirar hacia trás sino también para hacerlo de cara al futuro. Una vez el equipo se ha asentado económicamente y cuenta con el apoyo de un patrocinador de la talla de Abanca que supone toda una garantía en un balonmano nacional maltrecho en una tendencia que parece continuará próximamente, el Ademar puede considerarse como un privilegiado en una liga Asobal en la que su segundo equipo durante las últimas temporadas no sabe cuál será aún sufuturo al decir adiós el que ha sido su patrocinador principal los últimos años. Es por eso que con estos mimbres, la afición ademarista puede ilusionarse con su equipo en las próximas temporadas, empezando por esta 2016/2017 en la que se verán los primeros brotes verdes que suponen un primer paso para recuperar el esplendor del pasado.

Es por eso que este año el Ademar regresará a competición europea después de no hacerlo la pasada, la primera en las últimas diecinueve. La Copa EHF regresará al Palacio de los Deportes y el equipo de Rafa Guijosa no quiere conformarse con simplemente estar. Los leoneses entrarán en la tercera ronda de

En liga, las expectativas son también altas con la que es sin duda la mejor plantilla de la historia más reciente del club, marcada por presupuestos muy ajustados que pese a todo han tenido al Ademar siempre como referente nacional. Unos pequeños detalles en forma de tres refuerzos sirven para dar con-

Con la tranquilidad que supone contar con estabilidad en la parcela económica, el club quiere subir poco a poco peldaños para volver a ser referencia en el futuro

Con la cantera siempre como base del club, jugadores leoneses que ya están en la primera plantilla serán protagonistas en los próximos años que deben ser de éxitos

competición por lo que solo deberán afrontar una eliminatoria para pasar a una fase de grupos que aseguraría balonmano europeo a los aficionados durante buena parte del año. Eso sí, esa eliminatoria que el equipo debe afrontar puede ser de mucho nivel, y es que el sorteo puede deparar tanto un choque donde el Ademar sea el gran favorito y pueda pasar con cierta facilidad, como uno en el que los leonese se encuentren con alguno de los mejores equipos de Europa.

tinuidad a la estructura que ha vuelto a hacer que la ciudad se ilusione con el balonmano con Rafa Guijosa a los mandos de la nave. ¿El objetivo? Asaltar el segundo puesto de la liga, que por otra parte en la temporada 2017/2018 no dará acceso directo a la Liga de Campeones, ya que España solo contará con una plaza para la misma y por lo que el segundo clasificado quedará a expensas de una invitación para la principal competición europea.

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Para lograrlo, Ademar mantendrá sus señas de identidad, una defensa con garra y un poderoso contraataque al que por otra parte habrá que ver como afectan las nuevas reglas puestas en marcha por la IHF de cara a esta temporada. Además, Ademar continuará apostando por los jugadores de la tierra, con una importante parte de la plantilla salida de la cantera marista que continúa dando alegrías en categorías inferiores preparándose para el salto a Asobal. La mejor muestra de ello es que esta temporada habrá nada menos que seis jugadores de la tierra en la plantilla, algunos de ellos que ya lo han sido todo en el club como Juanín que tratarán de dirigir a los que deben serlo en el futuro como Mario López, Jaime Fernández, Javier González o Javi García. Ellos serán a buen seguro protagonistas de un futuro ilusionante en que el objetivo será que el Palacio de los Deportes recupere tardes gloria como aquellas que hicieron al Ademar lo que es hoy en día: un histórico del balonmano nacional y europeo.

Arriba, la plantilla del Ademar en la presente temporada junto a su nuevo autobús. Abajo, el joven extremo leonés Mario López, una de las perlas de la cantera ademarista, se dispone a realizar un lanzamiento. MAURICIO PEÑA

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Un equipo para empezar a soñar Con unos pequeños retoques respecto a la pasada temporada el Abanca Ademar presenta este año un equipo de muchas garantías para afrontar los ambiciosos objetivos

Su debut en Asobal fue uno de los más fulgurantes de los últimos años en la liga, siendo nombrado mejor portero de la competición y siendo pieza clave para Rafa Guijosa.

El guardameta barcelonés buscará en su tercera temporada en León seguir creciendo para, junto a Cupara, conformar una portería de muchas garantías en cualquier situación.

Uno de los júniors de oro ademaristas compaginará de nuevo el filial con el primer equipo, con el que ya debutó la temporada pasada y con el que quiere continuar creciendo.

Desde que debutara con 18 años en Asobal con el Ademar el extremo ha crecido año tras año y solo las lesiones le han parado. Ahora, sano, está llamado a dar un paso más.

El asturiano vivirá su segundo año en León esta vez sin la presión que supuso la ausencia de Mario López durante muchas jornadas la última temporada aportando eficacia y contraataque.

El argentino será un año más y ya por séptimo en las filas del Ademar en dos etapas diferentes, uno de los capitanes y referentes del equipo.

ladimir Cupara

Dorsal: 16 Edad: 22 años (19/02/1994) Lugar de nacimiento: Belgrado (Serbia) Posición: Portero Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: Estrella Roja

avier González Teijón

Dorsal: 12 Edad: 20 años (07/01/1996) Lugar de nacimiento: León Posición: Portero Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: ULE Ademar

acho Huerta

Dorsal: 20 Edad: 26 años (21/10/1989) Lugar de nacimiento: Oviedo Posición: Extremo derecho Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: Gijón

acho Biosca

Dorsal: 1 Edad: 21 años (17/07/1995) Lugar de nacimiento: Barcelona Posición: Portero Temporadas en Ademar: 3 Equipo de procedencia: F.C. Barcelona

ario López

Dorsal: 3 Edad: 21 años (19/09/1994) Lugar de nacimiento: León Posición: Extremo derecho Temporadas en Ademar: 5 Equipo de procedencia: ULE Ademar

onzalo Carou

Dorsal: 7 Edad: 37 años (15/08/1979) Lugar de nacimiento: Buenos Aires (Argentina) Posición: Pivote Temporadas en Ademar: 7 Equipo de procedencia: Istres

Supo responder siendo la principal referencia en los seis metros para el equipo y con la llegada de Carou se ha destapado siendo una de las grandes promesas del balonmano nacional.

Debutó la temporada pasada en la liga Asobal y ya contó con minutos para demostrar su talento, algo que seguro volverá a repetir incluso ganando más protagonismo durante este año.

iego Piñeiro

Dorsal: 10 Edad: 21 años (12/12/1994) Lugar de nacimiento: Vigo Posición: Pivote Temporadas en Ademar: 6 Equipo de procedencia: Octavio

avi García

Dorsal: 29 Edad: 21 años (19/05/1995) Lugar de nacimiento: León Posición: Pivote Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: ULE Ademar

ADEMAR 60 AÑOS 63

Miércoles 14.09.2016 LA NUEVA CRÓNICA

El extremo leonés continuará batiendo récords en la liga Asobal y volverá a Europa con su equipo, el Ademar, además con papel protagonista.

El año de su alternativa, por fin será miembro de pleno derecho del primer equipo y dispondrá de minutos de forma continua para subir un escalón.

Menos presionado que la pasada temporada al tener un relevo natural en su posición, el argentino volverá a ser referencia en la primera línea.

Uno de los debutantes, jugará su primer año en liga Asobal con el objetivo de sumar experiencia y aportar minutos de calidad en los descansos de Fede Vieyra.

uanín García

Dorsal: 6 Edad: 39 años (28/08/1977) Lugar de nacimiento: León Posición: Extremo izquierdo Temporadas en Ademar: 11 Equipo de procedencia: La Rioja

ede Vieyra

Dorsal: 11 Edad: 28 años (02/07/1988) Lugar de nacimiento: Buenos Aires (Argentina) Posición: Lateral derecho Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: Istres

ebas Simonet

Dorsal: 4 Edad: 30 años (12/05/1986) Lugar de nacimiento: Buenos Aires (Argentina) Posición: Central Temporadas en Ademar: 1 Equipo de procedencia: Ivry

aime Fernández

Dorsal: 17 Edad: 19 años (27/01/1997) Lugar de nacimiento: León Posición: Extremo izquierdo Temporadas en Ademar: 3 Equipo de procedencia: ULE Ademar

avid Fernández

Dorsal: 14 Edad: 20 años (14/04/1996) Lugar de nacimiento: Valladolid Posición: Lateral derecho Temporadas en Ademar: 1 Equipo de procedencia: At. Valladolid

cacio Marqués

Dorsal: 18 Edad: 22 años (26/01/1994) Lugar de nacimiento: Sao Paulo (Brasil) Posición: Central Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: ADC Metodista

Seguramente el fichaje estrella del nuevo Ademar, Sebas Simonet llega a León a aportar garra y a ser la extensión de Guijosa sobre la cancha.

Sin duda la noticia más negativa de la pretemporada ademarista ha sido la grave lesión del central brasileño, muy castigado en su estancia en León. Volverá más fuerte en febrero.

El ‘arma secreta’ de Guijosa la pasada temporada para ‘desatascar’ partidos ya es más conocida y este año volverá a contar con muchos minutos para demostrar de lo que es capaz.

Una de las apuestas seguras del Ademar la pasada temporada cuya garra y aporte tanto en defensa como en ataque serán claves para un Ademar del que ya ha asumido su ADN.

odrigo Pérez

Dorsal: 8 Edad: 20 años (14/10/1995) Lugar de nacimiento: León Posición: Central Temporadas en Ademar: 3 Equipo de procedencia: ULE Ademar

eo Santos

Dorsal: 13 Edad: 22 años (03/05/1994) Lugar de nacimiento: Maringa (Brasil) Posición: Lateral izquierdo Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: EC Pinheiros Tras lograr el sueño de ser olímpico en los Juegos de su país Leo Santos afronta su segundo año en León dispuesto a continuar en la línea ascendente de la pasada temporada.

uanjo Fernández

Dorsal: 15 Edad: 23 años (18/02/1993) Lugar de nacimiento: Ciudad Real Posición: Lateral izquierdo Temporadas en Ademar: 2 Equipo de procedencia: Nimes

lejandro Costoya

Dorsal: 37 Edad: 23 años (06/05/1993) Lugar de nacimiento: Avilés Posición: Lateral izquierdo Temporadas en Ademar: 1 Equipo de procedencia: Anaitasuna Largamente pretendido por el Ademar, por fin el asturiano vestirá la camiseta del equipo leonés y será una nueva amenaza en la primera línea para los equipos rivales.

MIร RCOLES 14.09.2016

La Nueva Crรณnica