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LE PARADIS

LE PARADIS

Ice Impérial incorpora otra revolución: frente a la copa de flauta clásica, apuesta por una copa de vino blanco para que se abran todos sus aromas.

Los clásicos son eternos porque se adaptan a cada era. Es lo que ha hecho Moët & Chandon con Ice Impérial, el primer champagne creado para disfrutarlo con hielo.

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Por ÁLVARO RETANA

Hay mitos que parece que siempre han estado ahí, momentos determinantes en la historia de la humanidad que marcan un punto de inflexión y revolucionan su tiempo, aunque tienen su origen en la tradición más canónica y secular. Por ejemplo, la primera colección de Christian Dior en 1947, llamada Corolle por su silueta en forma de flor invertida, rebautizada después por Carmel Snow con el nombre de New Look, supuso un cambio radical en la moda femenina, recuperando la sensualidad y la pasión por el lujo que ha caracterizado a la Alta Costura francesa desde el siglo XVIII. Otro pilar del art de vivre galo, Moët & Chandon, acaba de hacer lo mismo con un ícono como el champagne, recuperando sus raíces más lúdicas, y llevándolo a un hedonismo mucho más contemporáneo con Ice Impérial, el primer —y único— champagne creado para ser disfrutado con hielo y, por supuesto, no en una copa de flauta, sino en una copa de vino blanco, que le permite florecer y abrir sus complejos aromas. Se trata de una propuesta à rebours, que respira libertad e irreverencia, pero que sin embargo es fiel al espíritu de la maison francesa de combinar excelencia, innovación y savoir faire. Pero en una versión actual que no se disfruta en hoteles imponentes con suelos de mármol, como en la Belle Époque, sino que se puede degustar en casa, solo o en la mejor compañía, sin necesidad de esperar a una ocasión especial; de hecho, cada día, si se sabe disfrutar, es una colección de momentos únicos y Ice Impérial ha sido diseñado con la intención de celebrarlos. Se trata de una nueva experiencia que combina las notas más frescas y divertidas de este elixir, que se distingue por su fruta viva, su paladar seductor y su madurez elegante. El perfil de los vinos seleccionados para el coupage se ha elegido minuciosamente según su aportación específica, donde prima el Pinot Noir (40-50%), que aporta intensidad frutal y frescura, pero también destaca la sensación rica y fundente en el paladar del Pinot Meurier (30-40%) y el refrescante fin de boca del Chardonnay (10-20%). Ice Impérial nace con la intención de ser tomado con hielo, que se va fundiendo en la copa aportando nuevos matices; pero eso no significa que durante su elaboración Moët & Chandon haya olvidado uno de los mandamientos fundamentales de una maison de lujo: sólo con las mejores materias primas se puede crear un producto extraordinario. Y este champagne es el mejor ejemplo, ya que entre el 20 % y al 30% de los vinos empleados para su confección son de calidad reserva y han sido seleccionados para mejorar el coupage y completar su intensidad, riqueza y constancia en el paladar. El resultado es un champagne que, aunque respeta los métodos tradicionales de esta Denominación de Origen, la lleva a otro nivel, más acorde a una época que sigue adorando la Haute Couture, pero sabe combinarla con las colecciones Resort sin perder un ápice de exclusividad. moet.com

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