Hoy el mundo atraviesa por uno de los episodios con más cambios en materia social y económica, los cuales están afectando e influyendo en el comportamiento de la gente y en el desenvolvimiento comercial de todos los países, obligando a adaptarse a empresas, personas y gobiernos.
Las operaciones productivas y comerciales domésticas e internacionales se han visto entorpecidas por limitaciones operativas en los puertos, por la escasez de contenedores, por el aumento de las tarifas de los fletes de transporte marítimo y por los retrasos en la normal fluidez de la cadena de suministros.
El despegue del comercio electrónico ha significado para las empresas muchas dificultades y retos a nivel logístico, en temas de almacenamiento, control de inventarios y sobre todo en las entregas de última milla, aunque hoy en día las organizaciones ya empiezan a estar más preparadas.