laprensagrafica.com Jueves 15 de junio de 2017
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TEMA DELDÍA
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ARMAS Y COMPRADORES LA FISCALÍA DA CUENTA QUE 17 ARMAS ILEGALES, EN 16 TRANSACCIONES, FUERONVENDIDAS COMO LEGALES POR EL MILITAR EN RETIRO .
FGR: ASÍ FALSIFICABAN LAS MATRÍCULAS Un testigo criteriado (con beneficios judiciales a cambio de su declaración) con la clave “William” le contó alos fiscales quePocasangre Escobarse reunía habitualmente en una oficina de colonia Las Mercedes de San Salvador, donde funcionó la armería Rivera Hoover entre 2003 y 2006, para pactar la falsificación de las matrículas de armas, sobre todo fusiles, y poder comercializarlas legalmente. “William” dijo en su testimonio que Pocasangre Escobar le pagaba a Zavaleta Morán “un aproximado de $500 por arma”. Además, había ocasiones en las que también tramitaban licencias para portar armas de fuego, a un precio que oscilaba entre $100 a $150. La acusación fiscal da cuenta que Zavaleta Morán entregaba carnés en blanco, pero con un sello del Ministerio de la Defensa, para que fueran llenados a máquina de escribir por Pocasangre Escobar con datos de cualquier persona que aparecieraen el Registro de Defensa. En varios casos, afirma el testigo, ubicaban los nombres del mayor en calidad de retiro, de su esposa o de algún empleado. La idea, dijo, era lavar la primera matrícula del arma y realizar el traspaso al nuevo dueño, quien podría pagar entre $3,000 a $5,000 por cada matrícula que convertía en legal el arma de fuego. La FGR, en su primera acusación, no logró determinar la cantidad de matrículas que fueron lavadas en el periodo investigado. Tampoco pudo establecer cuántas armas fueron las extraídas del Registro con el aval de los militares encargados de resguardar las armas Zavaleta Morán y Peraza Cornejo. La FGR tampoco indagó otro nombre revelado por “William”y que también fue clave en la forma de lavar las matrículas de las armas de fuego, cuya procedenciaera ilegal:Mario InocenteDimas,según eltestigo, era el armero que le ayudaba a alterar los números de serie de las armas para venderlas como legítimas.
CASO 1
CASO 3
CASO 4
CASO 5
CASO 6
CASO 7
CASO 8
CASO 9
CASO 10
CASO 11
CASO 12
CASO 13
CASO 14
CASO 15
CASO 16
El 18 de noviembre de 2005, Pocasangre vendió a Ernesto Alfredo González Cortez una Uzi, calibre 9 mm, por $2,200. El 27 de enero de 2006, Pocasangre vendió a William Alberto Batres Arévalo un arma Jericho, calibre 9 mm, por $1,000. El 18 de enero de 2006, Pocasangre vendió a Salvador Orellana López un Smith & Wesson calibre 22 pulgadas, por $530.
FOTO DE LA PRENSA /ARCHIVO
CASO 2
El 25 de marzo de 2008, Pocasangre vendió el arma de fuego marca Colt a José Cristóbal Martínez Heredia, por $5,000.
HALLAZGO. UN JUZGADO ABSOLVIÓ A LA ÚNICA PROCESADA POR EL HALLAZGO DE UN ARSENAL QUE INCLUÍA UNA MÁQUINA RECARGADORA DE CASQUILLOS.
El 14 de diciembre de 2005, Pocasangre vendió a Douglas Cisneros Rodríguez un arma calibre 7.62.
CASO FINCA DE ASTURIAS
FGR pide repetir juicio por hallazgo de arsenal en residencial
El 29 de abril de 2005, Pocasangre le vende a Orlando Alberto Castro Alvarado una tipo pistola marca Uzi, por $2,800. El 26 de abril de 2005, vendió a Eulalio Ramírez por $3,100 una Akkar calibre 12 y una Bushmaster, calibre .223/5.56 por $800.
La Fiscalía General de la República (FGR) pidió a la Cámara de lo Penal de Santa Tecla que ordene repetir el juicio contra Katherine Sugey Gómez, absuelta del delito de uso y tenencia de arma de fuego. Ella trabajó como empleada doméstica en una vivienda ubicada en la residencial Finca de Asturias, de Santa Tecla, donde el 16 de abril de 2016 ocurrió una explosión. La Policía Nacional Civil (PNC) llegó ese día a la casa y encontró armamento de guerra, incluyendo una ametralladora M-60 y una recargadora de cartuchos. La FGR señala que el tribunal de Sentencia de Santa Tecla valoró pruebas que no estaban incorporadas. Esto debido a que el juez que conoció el caso resolvió que “la investigación tendría que haber ido por la línea de los dueños de las armas e investigar su relación con la narcoactividad”. Según consta en el expediente judicial, la PNC encontró documentos que señalan que Norma Molina, quien murió en la explosión porque manipulaba la pólvora, y Rafael Antonio Morán son los propietarios del armamento. Sin embargo, el ministerio público nunca apuntó su acusación contra ellos.
El 18 de enero de 2006, Pocasangre le vendió a José Luis Zometa Gutiérrez una Jericho 9 milímetros por $900. El 10 de febrero de 2006, Pocasangre le vendió a Miguel Antonio Rivas una Uzi calibre 9 milímetros por $2,200. El 12 de julio de 2012, Pocasangre le vendió a Mauricio Arturo Vilanova Vaquero una Keltec tipo carabina por $1,500. El 29 de agosto de 2005, Pocasangre le vendió a Daniel Quezada una Bushmaster calibre 5.56 tipo carabina, por $1,000. El 6 de marzo de 2006, Pocasangre le vendió a Boris Eduardo Méndez Portillo pistola Sig Sauer calibre 9 mm por $1,375. El 13 de diciembre de 2005, Pocasangre le vendió a Fernando Alexánder Martínez una Jericho 9 mm por $900.
Gabriela Cáceres judicial@laprensagrafica.com
El 20 de diciembre de 2005, Pocasangre le vendió a Jorge Cruz Díaz Bautista un arma Colt, calibre 9 mm, por $2,800. El 14 de octubre de 2005, Pocasangre le vendió a Tiendas Carrión un arma marca Uzi, calibre 9 mm, por $2,200. El 8 de marzo de 2005, Pocasangre le vendió a Julio César López Bonilla un arma Norinco, semiautomática, por $2,800.
FOTO DE LA PRENSA / ARCHIVO
y falsificar las matrículas de armas que estaban en poder del Registro, en calidad de decomiso o listas para ser destruidas, y luego comercializarlas como si estuvieran en regla en la armería Rivera Hoover, propiedad del mayor en calidad de retiro. La FGR también cuenta con información de que, con el aval del teniente coronel Zavaleta Morán, el mayor Pocasangre Escobar falsificaba carnés de matrículas antiguas de armas para dar la apariencia que estaban registradas desde tiempo atrás a su nombre, al de su esposa o al de empleados. Tras la obtención de la nueva matrícula, que lo situaba como supuesto dueño legítimo, podía venderlas sin problema. La información que tiene la FGR es que muchas de esas armas fueron vendidas a personas que después resultaron vinculadas al crimen organizado. Entre los clientes del mayor destacan Daniel Quezada Fernández, condenado por narcotráfico y lavado de dinero; Orlando Castro, procesado junto al exdiputado suplente WilverRivera porel delitode lavadode dinero y activos; y Douglas Cisneros Rodríguez, hermano de José Misael Cisneros Rodríguez, alias “Medio Millón”, señalado en 2013 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como cabecilla de una organización terrorista, por su supuesto nexo con la Mara Salvatrucha.
ARMAMENTO. CAJAS CON MUNICIONES Y TONEL DE PÓLVORA INCAUTADOS EN LA VIVIENDA. EN EL LUGAR HABÍA UNA RECARGADORA DE CARTUCHOS.