La controversia "oscarizable"

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Impreso por mrosales el 03/22/2002 a las 10:39:04 PM horas

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PORTADA

LA PRENSA GRÁFICA

Marzo 24 de 2002

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LA PRENSA GRÁFICA

Marzo 24 de 2002

DOMINICAL

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TRES DÉCADAS DE PESADILLA

EL JUEGO DE NASH John Forbes Nash realizó el trabajo que le valió el premio Nobel de Economía en 1994, a la edad de 21 años. Era su tesis doctoral, de 27 páginas. Nash tomó la Teoría del Juego de John von Newman y Oskar Morgenstern y la convirtió en una poderosa herramienta de análisis económico. A grandes rasgos el trabajo de Nash explica una teoría en la que las interacciones entre jugadores son de naturaleza no cooperativa. Los contendientes –como los que podemos encontrar en una mesa de póker o en un ambiente de negocios competitivo– no pueden llegar

a acuerdos o coaliciones. Nash desarrolló un acercamiento universal para predecir la estrategia que los jugadores podrían adoptar bajo circunstancias óptimas. Ese acercamiento se ha convertido en una herramienta estándar en casi todas las áreas de la teoría económica. Otras disciplinas que han sacado provecho de los aportes de Nash a la teoría del juego son la biología evolutiva y las ciencias políticas. Sus colegas matemáticos consideran que éste es su trabajo menos importante, comparado con otros que ha realizado en matemática.

El matrimonio NashLardé comparte con familiares minutos antes del estreno, en un cine de San Salvador, de la película “Una mente brillante”. Foto de Salvador Meléndez.

La controversia “oscarizable”

Sylvia Nasar, autora de la biografía de Nash. Foto de AP.

John Forbes Nash nació el 13 Virginia, Estados Unidos. En

los 90, supo del rumor acerca de la nominación de Nash al Nobel por una tesis de 27 páginas que había escrito a los 21 años.

el libro de Sylvia Nasar “A

El fantasma de “Fine Hall”

de junio de 1928 en Bluefield,

beautiful mind”, uno de sus ex compañeros, Lloyd S. Shapley, resume su personalidad en esta frase: “Era odioso. Lo que lo redimía era su aguda, hermosa y lógica mente”. Ilustración/Revista “Cambio”.

Al indagar más sobre el tema, Nasar supo también que el hombre que había revolucionado la teoría de los juegos se la había pasado las últimas tres décadas entrando y saliendo de diferentes clínicas de reposo y deambulando por los corredores de Princeton, donde se le conocía como “El fantasma de Fine Hall”. Como consecuencia de su esquizofrenia, Nash creía que los extraterrestres se comunicaban con él por medio de mensajes; incluso alguna vez de-

clinó una oferta de trabajo porque, decía él, se iba a coronar emperador de Antártica. Fue, sin embargo, lo que Nasar describió como “el tercer acto” —la extraordinaria recuperación de Nash de su terrible esquizofrenia— lo que hizo de ésta una historia diferente. “De no haber sido por eso”, dice Nasar, “habría sido simplemente otra historia trágica de una vida arruinada por una enfermedad mental”. Un mes después, Nasar escribió un artículo para “The New York Times” titulado “Los años perdidos de un Nobel”. La cantidad de correspondencia que Nasar recibió de personas con enfermedades mentales, de sus fami-

liares y de lectores comunes y corrientes fue tal, que la convenció de escribir la biografía de Nash. El obstáculo más grande era que John Nash se negaba a concederle entrevista alguna. Cuando la conoció, después de publicado el artículo, se declaró en estado de “neutralidad suiza” con respecto al libro. Nasar supo que Nash se refería a ella por sus iniciales “S.N.” y les dijo a sus amigos que ella escribiría un libro sobre matemática económica. Sin embargo, no se opuso a que nadie hablara con ella. Hasta su esposa Alicia (que se había divorciado de Nash y aún convivía con él) cooperaba con Nasar. Alguna vez Nasar le preguntó a Alicia dónde creía él que ella estaba cuando las dos se reunían. “Él sabe”, dijo simplemente Alicia. Nasar desarrolló un profundo respeto por Alicia, quien apoyó a Nash durante toda su enfermedad, incluso cuando parecía poco probable que se recuperara. Vivían una vida llena de penurias. Alicia viajaba cuatro horas diarias a Manhattan para trabajar y sostenerlos económicamente. Cuando Johnny, su único hijo, desarrolló la esquizofrenia a los 15 años, Alicia se enfrentó a la posibilidad de tener que cuidar a dos hombres enfermos por el resto de su vida. Johnny hoy tiene 30 años de edad y vive aún en casa con sus

padres. Nasar dice que todavía se encuentra muy enfermo. Nueve meses después de publicado el libro en 1998, Nash invitó finalmente a Nasar a su casa e iniciaron una amistad que se mantiene hasta hoy. El libro ganó el premio National Books Critics Circle como mejor biografía y fue finalista para el premio Pulitzer. Sin embargo, lo único que Nash ha mencionado con respecto al libro es: “No es algo que yo habría escrito”. A pesar de que Nash hoy tiene 74 años, Nasar dice que su salud mental continúa mejorando. Desde que ganó el Nobel, ha dado discursos, recuperó su licencia de conducir y hasta se ha ganado una beca para hacer una investigación. Con Alicia se casaron nuevamente en 2000. “La primera vez que lo vi vestía de manera extraña y era evidente que estaba enfermo”, confesó Nasar. “Si usted lo ve hoy junto a otros matemáticos nos sabría distinguir quién es quién.” Nasar admite que algunas secuelas quedarán, que Nash nunca será el mismo. “Él reconoce que de vez en cuando escucha voces y que tiene pensamientos extraños. La diferencia es que ahora identifica los que no son importantes y es capaz de hacerlos a un lado porque tiene una vida, porque tiene una mente brillante.”

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Verónica Vásquez/Francisca Guerrero FOTOS: Vladimir Lara/AP ESCRIBE:

L 20 de diciembre de 2001, a unas semanas de realizarse la entrega de los Globos de Oro, el servicio de Internet “Drudge Report” (www.drudgereport.com) anunciaba una exclusiva sobre la película “Una mente brillante”, protagonizada por Russell Crowe. “Drudge Report” sostenía que los productores del filme eliminaron escenas homosexuales de Crowe en la película porque consideraban que el tema gay afectaría la taquilla. La nota enfatizaba que los “temas homosexuales encontrados en el libro (de Sylvia Nasar) ‘A beautiful mind’ habían sido deliberadamente eliminados de la versión cinematográfica”. A esta noticia se aferraron muchos de los medios sensacionalistas de Estados Unidos. A partir de ahí, comenzó la polémica: ¿la cinta reflejaba en un ciento por ciento la verdadera

personalidad de John Nash? La polémica se mantiene hasta ahora y, según los estudios Universal/Dreamworks, responsables de la cinta, ésta sólo ha sido concertada para desacreditar el filme ante la entrega de los premios Oscar, a realizarse hoy. El servicio de Internet extrajo un par de citas textuales tomadas del libro que, supuestamente, respaldaban la denuncia. Según “Druge Report”, en la página 169 de su libro, Nasar escribió: “Nash siempre creó amistades intensas con hombres, que tenían una cualidad romántica (...) Algunos se inclinaban a ver los enamoramientos de Nash como ‘experimentos’ o como simple expresión de su inmadurez”. El sitio web también apunta que muchas de las personas que rodeaban a Nash en el MIT concluyeron que el matemático y un compañero de estudios tuvieron un romance. “No escondían su

afecto, besándose enfrente de otras personas”, dice el libro. Aparte de la homosexualidad que, según “Drudge Report”, tenía el brillante matemático, se acusaba a Nash de haber sido un “padre miserable, que descuidó a sus hijos”, y que, además, en 1967 se proclamó –en una carta– “antisemita fanático”. A raíz de esto, el mismo Nash y su familia se han visto en la necesidad de aclarar su postura ante los medios internacionales. Hace una semana, en el programa “60 minutos” de la cadena estadounidense CBS, Nash aseguró que no era antisemita y explicó: “Tuve en épocas determinadas algunas ideas extrañas”. Russell Crowe, quien interpreta al genio en el filme, también ha expresado algunos comentarios a favor de Nash, respecto a las acusaciones de antisemitismo. Recordó que la autora de la biografía dijo en cierta ocasión que “el premio Nobel hizo estas declaraciones antijudías en una fase de demencia”. Debido a ello, los autores del guión no tomaron en serio la carta. Respecto a la supuesta homo-

sexualidad de Nash, su esposa, Alicia de Nash, dijo en “60 minutos”: “Lo conozco desde que tengo 20 años. Lo sabría”. Mientras que Sylvia Nasar, autora de la biografía, dijo en un chat conducido por M S N B C: “Nash tuvo algunas relaciones con otros hombres, pero la naturaleza exacta de las mismas, si usted lee el libro, no está clara”. Y agrega: “Ésa es la razón, por la que, como biógrafa, jamás lo llamo ‘homosexual’ o ‘bisexual’. Siento que eso va mucho más allá de la evidencia que cuidadosamente presento en el libro acerca de su vida”.

Y USTED, ¿QUÉ OPINA? ¿Qué piensa sobre la polémica relación entre la película “Una mente brillante” y la vida de John Nash y su esposa, la salvadoreña Alicia Lardé? Escríbanos: Revista Dominical de LA PRENSA GRÁFICA, Bulevar Santa Elena, Antiguo Cuscatlán, La Libertad. o a nuestro correo-e:

rdominical@laprensa.com.sv

“Las cosas en mi universidad, el Instituto de Tecnología de Massachusetts, y después todo Boston estaban comportándose de una forma extraña... Comencé a ver comunistas en todos lados... Empecé a creer que era un hombre de una gran importancia religiosa y a escuchar voces todo el tiempo. Escuchaba algo como llamadas telefónicas en mi cabeza, hechas por gente opuesta a mis ideas... El delirio fue como un sueño, del cual parecía que nunca iba a despertar.” Con estas palabras, John Forbes Nash describe la esquizofrenia paranoica de la que fue víctima por 30 años. Esta enfermedad se caracteriza porque el paciente sufre delirios o alucinaciones auditivas y tiene miedo de sufrirlas; por la expresión y compor tamiento desorganizados, conducta inhabitual y emociones disminuidas o inapropiadas. El psiquiatra salvadoreño Carlos Acevedo explicó que la esquizofrenia también va acompañada de síntomas afectivos, como tristeza, ansiedad y depresión, que pueden llevar al suicidio. Se desconoce lo que hace a una persona vulnerable a esta enfer medad. Se intuye que puede estar relacionada con la herencia genética; con problemas que pudieron ocurrir antes, durante o después del nacimiento o con infecciones virales en el cerebro. Lo usual es que la esquizofrenia aparezca entre los 18 y los 25 años, en los hombres, y entre los 26 y los 45, en las mujeres. En casos raros se presenta en la niñez o en la adolescencia. A John Nash, la enfermedad le comenzó a los 30 años. Algunos de sus colegas comenzaron a sospechar en las etapas tempranas de su dolencia que la conducta excéntrica de Nash estaba relacionada con problemas mentales.


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