Leoleo 390

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SEPTIEMBRE 2022- N.° 390

7-10 AÑOS

EXPERIMENTO ¿Cómo funcionan los ojos?

Un extraño compañero

LLEGADA

LOS JUEGOS El país de las fábulas

EL RINCÓN DE LA MAGIA

REGALO: ¡un póster de la pitón reticulada!


Ilustración: Sophie Leullier.

SUMARIO P. 57 La terrible Adèle Mal aliento P. 58 Correo

P. 3

El cuento Un extraño compañero

P. 67 Suscríbete

Póster:

P. 52 Los juegos de Buenamina El país de las fábulas P. 55 El rincón de la magia

Participa en el

concurso del mes:

«Mi caja secreta»

¿Te imaginas que pudieses llevar en la mochila una cajita secreta, igual que Germán en el cuento de este mes? ¿Qué meterías dentro? Envíanos el dibujo de tu caja secreta (con tu nombre, apellidos, dirección y un teléfono de contacto), antes del 30 de septiembre de 2022, a: leoleo@bayard-revistas.com.

Sortearemos un lote de libros con los tomos 1, 2 y 3 de la colección Anatol Lapifia de la editorial Kómikids.

Ha ganado el concurso «Me hace reír», de mayo de 2022: Lucía Modrego Romeo, de Zaragoza. ¡Enhorabuena!

Foto: Agus-AdobeStock.

P. 48 El experimento ¿Cómo funcionan los ojos?

P. 59 El cómic de Anatol Lapifia Vuelo acrobático


© Bayard Presse–J’aime lire 536–Cuento: Alexandra Garibal; ilustraciones: Sophie Leullier–septembre 2021. Traducción: Juan Carlos Chandro.

¡Es injusto! ¡En tercero de primaria, a Ana la han separado de sus mejores amigas! Y, además, su compañero de pupitre es un chico nuevo bastante raro.

Un extraño compañero

3


4


1

capítulo

El nuevo de 3.º B Me llamo Ana y este curso empiezo tercero. Como al principio de cada curso, mi sueño es que me toque en la misma clase que a mis superamigas Rosa y Sonia. ¡Nos conocemos desde infantil! Por desgracia, esta mañana, al ver las listas de alumnos colocadas en la verja del colegio, me he llevado una gran decepción. Rosa y Sonia están juntas en 3.º A; pero yo estoy sola en la clase de la profesora Delia, en 3.º B. ¡Es muy injusto! 5


Después de abrazar a mis amigas y quedar en vernos en el patio durante el recreo, voy a mi clase con el corazón encogido.

Delia, la profesora, me pide que me siente junto a un chico al que nunca había visto en el colegio. —Buenos días —me saluda amablemente—. Me llamo Germán Gaia, soy nuevo. Le contesto: —Bienvenido, Germán. Yo soy Ana. El chico añade sonriendo: —Encantado, Ana. Me gusta tu nombre. 6


Observo a Germán de reojo mientras saca sus cosas: con su pelo negro, negrísimo, y sus ojos verdes casi fosforescentes, se diría que viene de otro planeta. ¡Además, tiene una forma muy rara de sacar las cosas! Vacía todo lo que lleva en la mochila: cuadernos, estuche, hojas, canicas… Y todo se desparrama por la mesa y cae al suelo.

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Me agacho para recoger una goma, un bolígrafo, tres lápices de colores… Al levantarme, veo una cajita bajo mi silla. Alargo la mano para alcanzarla, pero mi nuevo compañero la atrapa rápidamente y exclama: —¡No! ¡ESO no lo toques! Miro a Germán extrañada. Su reacción ha sido muy, pero que muy rara… 8


Más tarde, cuando suena el timbre del recreo, espero a que Germán salga de clase y meto la mano en su mochila para buscar la caja misteriosa. La encuentro, la abro despacito… y casi lanzo un grito: ¡dentro hay una ENORME araña viva! Cierro la caja horrorizada.

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Bajo las escaleras corriendo para reunirme con mis dos amigas. Tengo muchas ganas de hablarles de mi extraño compañero y de contarles la aventura de la araña. A Rosa le da tanto asco como a mí, pero Sonia bromea: —Una vez, mi hermano trajo su ratón al cole. ¡Al muy tontorrón no se le ocurrió que iba a roer todos sus cuadernos! Y añade: —La verdad es que tu compañero parece un poco raro. ¡Espero que nos sigas contando sus aventuras!

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Después del recreo, Germán vuelve a clase con los codos despellejados. Me cuenta que se ha caído en el patio. Como aún sangra un poco, le doy un pañuelo de papel para que se limpie y le digo: —¡Has debido de hacerte mucho daño! —¡No es nada! —responde con una sonrisa—. ¡Ya se pasará! 11


Luego saca su botella y se bebe unos buenos tragos. Cuando la deja, veo manchas de un extraño líquido verdoso alrededor de su boca. Se limpia con el revés de la mano, y arrugo la nariz: ¿qué bebida será esa?

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Empieza la clase. La profesora nos dice: —Mañana habrá un control de matemáticas para comprobar vuestro nivel.

Germán se hunde en la silla y resopla: —¡Oh, no! ¡Socorro! ¡Soy un negado en mates! —¡Todo irá bien! —digo para tranquilizarlo—. ¿Cuál es tu asignatura favorita? —Sociales —responde. Sonrío. Sociales también es mi asignatura preferida. Mi nuevo compañero parece algo raro, pero es simpático. Si no tuviera una araña escondida en la mochila, hasta podría hacerme amiga suya… 13


El nuevo compañero de Ana parece simpático… ¡aunque bebe un curioso líquido verde y lleva una araña viva en la mochila!

capítulo

2

Raro, muy raro Al día siguiente, cuando llego a mi sitio, saludo a mi compañero con un alegre «¡Hola, Germán!». Pero él me responde «Hola, Nina», sin ni siquiera mirarme. Gruño enfadada: —¡Oye, que me llamo Ana, no Nina! Germán levanta rápidamente la cabeza y se pone colorado: —¡Ay, sí! Perdón, Ana. ¡Es que estoy muy nervioso por el control de mates! Luego saca su botella y bebe un trago. ¡Puaj! Veo que hoy el líquido es rosa oscuro. 14


La profesora nos reparte los exámenes y empezamos. Durante el control, lanzo algunas miradas a Germán: está superconcentrado. Para ser tan malo en mates, no parece que le cueste mucho resolver los ejercicios. ¡No levanta la vista de la hoja!

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Al cabo de un rato, Germán se incorpora y se quita el jersey. Casi me caigo de espaldas al darme cuenta de que… ¡sus codos están intactos! ¡No hay ni rastro de las heridas de ayer! ¡Ni un rasguño, NADA !

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Me desconcentro por completo y pierdo el hilo del examen. Siento mucho calor en la cara, me tiemblan las manos y docenas de preguntas se amontonan en mi cabeza: ¿cómo ha cicatrizado tan rápido? ¿Por qué me dice que es un negado en mates y responde, según parece, a todas las preguntas? ¿Quién es realmente este misterioso compañero que esconde una araña en la mochila y bebe esos extraños mejunjes verdes y rosas?

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Cuando la profesora recoge los exámenes, en mi hoja no hay casi nada escrito. Genial… Germán me sonríe y dice: —Pues, al final, no era tan difícil. Me las he arreglado bien. ¿Y tú, Ana? Refunfuño «¡Uf, ya se verá!», lo dejo plantado en su sitio y bajo las escaleras de dos en dos para salir al patio a respirar aire fresco.

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Al ver a Rosa y Sonia, corro hacia ellas para contarles los últimos descubrimientos sobre mi misterioso compañero. Pero están tan contentas que no me dejan decir ni una palabra. Rosa exclama: —¡Nuestra profesora no puede venir esta tarde! ¡Así que, en vez de trabajar, vamos a ver una peli! —¡Es guay! —grita Sonia. Las miro a las dos. Estoy enfadada. ¡Yo también preferiría ver una peli en vez de estudiar! Pues no les voy a contar nada sobre mi extraño compañero, para que se chinchen, hala.

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Al volver a clase tras el recreo, la profesora está frente a mi pupitre y el de Germán. Cuando llega mi compañero, Delia lo felicita: —Como eres nuevo, he corregido primero tu examen. Has sacado un 10. ¡Muy bien! Germán le da las gracias y se sienta muy sonriente. ¡Me hierve la sangre! ¡Ayer me dijo que era un negado en mates y hoy saca un 10! Lo miro con el ceño fruncido y veo que se está bebiendo un sorbo de la botella. De pronto, me viene una idea a la cabeza: ¿y si lo que hay en esa botella es una poción mágica?

20


21


¡Qué fuerte! Germán le dijo a Ana que en mates era un negado, ¡y ha sacado un 10 en el examen! ¿Y si su botella contiene una poción mágica?

capítulo

3

Un inquietante descubrimiento La primera semana de cole siempre como en casa para contarle a mamá cómo me va en los primeros días. A mediodía, al salir del cole, estoy confusa. No logro quitarme de la cabeza las rarezas de Germán. 22


Mientras comemos, estoy tan concentrada en mis pensamientos que mi madre se preocupa: —¿Qué te pasa, cariño? Estás muy pálida. ¿Quieres ir a descansar un poco a tu cuarto? Murmuro un «Sí, mamá», me levanto de la mesa sin tocar el postre y corro a encerrarme en mi cuarto. 23


Para poner mis ideas en orden, me tumbo en la cama con una libreta y un lápiz. Luego, anoto el nombre y el apellido de Germán y todos los datos que conozco sobre mi misterioso compañero:

—Nombre: GERMÁN. Apellido: GAIA. —Araña en la mochila. ¿Por qué? —Codos heridos ayer; curados hoy = ¿magia? —Malo en mates, pero saca un 10. ¿Cómo es posible? —Bebida verde o rosa en su botella = ¿poción mágica?

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Releo despacio mis notas arrugando la frente. «GERMÁN GAIA, GERMÁN GAIA…». Mecánicamente, escribo todas las letras de su nombre y de su apellido mezclándolas: GERÁN AMIGA… MIAGA GERÁN… MAIGA NEGAR… De repente, lanzo un grito y me levanto de un salto: ¡las letras de GERMÁN GAIA forman las palabras MAGIA NEGRA! Pero entonces… ¡eso significa que Germán es un brujo!

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Sin perder un minuto, agarro mi mochila, me despido con un «¡Hasta luego, mamá!» y vuelvo corriendo al cole. Los brujos pueden ser buenos o malos. ¡Debo descubrir, sí o sí, a qué tipo pertenece Germán! Voy tan ensimismada en mis pensamientos que corro por la acera sin mirar hacia delante. De pronto, en el cruce de la avenida de los Arces, choco con alguien y me caigo al suelo.

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Balbuceo «¡Perdón!» y tiendo la mano al chico que me ayuda a levantarme. ¡Pero la retiro enseguida al darme cuenta de que la persona con la que me he chocado es Germán! —¡Ah…! ¡Ho… hola, Ana…! —tartamudea—. No te había reconocido. ¿Qué tal? Suelto en voz baja «Bien, bien», me levanto a toda prisa y corro hacia el cole preguntándome qué hacía Germán tan cerca de mi casa. ¿Me habrá seguido? ¿Habrá adivinado que he descubierto su secreto?

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Llego al patio del cole tan sofocada que necesito unos minutos para recobrar el aliento. Tengo la sensación de que el corazón me late en la cabeza. ¡Y entonces veo a Germán hablando tranquilamente con Medhi bajo el castaño del patio! ¿Cómo lo ha hecho para llegar antes que yo? ¡Y ni siquiera está cansado!

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También veo a Rosa y Sonia y voy hacia ellas. He decidido contárselo todo pero, en ese momento, suena el timbre y los alumnos se dirigen a sus clases. Me coloco detrás de Germán y Medhi para escuchar lo que hablan. Entonces Jorge, otro compañero de clase, se acerca a Germán, le da su botella y le dice: —Toma, te la has dejado antes en el comedor.

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Al escuchar estas palabras casi me desmayo. ¡A la hora de comer, Germán estaba en dos lugares diferentes a la vez: en la calle conmigo, y en el comedor con sus amigos! Ya no hay duda ninguna: mi compañero es un brujo ¡y, además, un brujo que puede dividirse en dos !

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Ana está segura: ¡Germán es un brujo! Las letras de su nombre forman «magia negra» y puede desdoblarse en dos… ¿Qué puede hacer Ana?

capítulo

4

Ana investiga La tarde es un verdadero suplicio para mí. Soy totalmente incapaz de atender a la profesora y de concentrarme. No hago más que vigilar a Germán de reojo. Estoy segura de que va a usar sus poderes en clase de un momento a otro. 31


A las cinco, al salir del cole, me decido: voy a seguir a Germán hasta su casa. Tengo que averiguar por qué un brujo se esconde entre los alumnos de mi clase y qué está tramando. Espero a Rosa y a Sonia para que me acompañen, pero me dicen que tienen que ir a clase de baile… ¡Lo había olvidado por completo! No puedo esperarlas… ¡Da igual, seguiré a Germán sola! Respiro despacio mientras espero que salga mi compañero. Cuando atraviesa la puerta, le dejo unos metros de ventaja antes de empezar a seguirlo.

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Camina tan deprisa que tengo que correr para no perderlo de vista. Con el corazón a toda velocidad, lo sigo bajo los arces. De pronto, sin previo aviso, Germán se para y se da la vuelta. ¡Tengo el tiempo justo para agacharme tras unos cubos de basura! Me quedo ahí escondida, en alerta, esperando que mi compañero no me haya visto y se acerque para lanzarme un hechizo. Los segundos pasan, interminables.

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Pero Germán no aparece, así que me atrevo a mirar por encima de mi escondrijo. Lo veo en el preciso momento en que gira la esquina de la calle de las Acacias. Me levanto de un salto y corro para alcanzarlo.

Al llegar a la esquina, miro a derecha e izquierda… Nada. ¡No veo a nadie! Germán el brujo se ha evaporado. ¿Se ha vuelto invisible? ¿Se ha dado cuenta de que lo sigo?

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Doy unos pasos de un lado a otro dudando si continuar recto o meterme por la callejuela de un poco más abajo. Cuando casi he decidido retroceder y marcharme a mi casa, veo que Germán sale de una panadería con un bollo de chocolate en la mano. ¡Uf, he recobrado su rastro! Espero a que camine un poco y retomo la persecución.

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Germán se mete por la callejuela. Siento un escalofrío: ¡está desierta! Si por casualidad el brujo me descubre, podrá lanzarme un hechizo sin que nadie pueda ayudarme. Intento alejar esa terrible idea de mi pensamiento y cierro los ojos unos segundos.

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Cuando los abro de nuevo, veo a Germán parado delante de una verja. La empuja, entra en un jardín, abre una puerta y se mete en la casa. Así que aquí es donde vive el brujo…

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Desde la calle, observo la casa durante un rato. Después me cuelo con decisión en el jardín. Me acerco con pasos silenciosos a una ventana. A través del cristal, veo a Germán sentado merendando en la cocina. En el instante en que me pongo de puntillas para ver mejor, noto que una mano se posa con fuerza en mi hombro y oigo una voz que dice: —Vaya, vaya, Ana. ¿Me estás espiando?

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Ana quiere descubrir las intenciones del brujo. Al salir del colegio, lo sigue hasta su casa… ¡pero Germán la descubre!

capítulo

5

¡Dichosos brujos! Horrorizada, reconozco la voz de Germán a mi espalda… ¡Pero Germán está delante de mis ojos, en la cocina! Giro la cabeza muy lentamente y me topo cara a cara con un segundo Germán. Me dice muy sonriente: —¡Venga, entra, que ya has descubierto nuestro secreto! 39


Todavía asombrada por la doble visión, lo sigo al interior de la casa. En la cocina, me encuentro frente a dos chicos que se parecen como dos gotas de agua: Germán y Alfredo, su hermano gemelo.

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Antes de que me dé tiempo a decir «¡Uf!», Alfredo empieza a hablar. Me cuenta que sus padres aprovecharon el cambio de ciudad para matricularlos, a él y a Germán, en dos colegios diferentes. Querían que no los confundieran todo el tiempo y también que cada uno tuviera sus amigos. Germán añade: —Alfredo y yo vimos que era la oportunidad ideal para ayudarnos el uno al otro. Por ejemplo, mi hermano es muy bueno en mates; en cambio, a mí no me gustan nada. ¡Así que, cuando lo necesitamos, nos intercambiamos!

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Ante mi cara de sorpresa, Germán me explica con una sonrisita tímida: —¡Pero no contábamos con que fueses tan buena detective! Alfredo continúa: —Germán me había dicho que su compañera se llamaba Ana, claro. Pero cuando lo he sustituido en tu clase esta mañana, me he hecho un lío y te he llamado Nina. Luego, he visto que me mirabas de forma rara cuando la profesora me ha dado la nota del control de mates, ¡y me he dado cuenta de que sospechabas algo!

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Al comprender mi error, me echo a reír y le digo a Germán: —¡Eso lo explica todo! ¡Entre la desaparición de las heridas en los codos y que estabas al mismo tiempo en el comedor y en la calle, estaba segura de que eras un brujo! Alfredo me explica que, a la hora de comer, tenía consulta con el logopeda, no muy lejos del sitio donde nos tropezamos. Entretanto, Germán estaba en el comedor. ¡Todo aclarado!

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Aunque, de todos modos, aún me quedan algunos puntos por aclarar. Le pregunto a Germán por qué lleva una araña en la mochila. Y a los dos qué son esos misteriosos líquidos que beben y que yo creí que eran pociones mágicas. Alfredo se parte de risa y me explica: —La verdad es que mi hermano es un poco raro. ¡Le gusta tanto observar a las arañas que tiene una como mascota y siempre la lleva con él! Germán continúa: —Y papá nos prepara todos los días zumos de nuestras frutas favoritas: de frambuesa para Alfredo y de kiwi para mí.

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Después de todas estas emociones, me toca a mí sorprender a los gemelos. Les enseño que he descubierto que, colocando las letras de GERMÁN GAIA en diferente orden, se puede leer MAGIA NEGRA. Asombrados, exclaman a la vez: —¡Guau! ¡Cómo mola!

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Enseguida decidimos formar un club de espías. Dos astutos gemelos y una inteligente detective… ¡Está claro que entre los tres formaremos un gran equipo! Y, aunque por ahora no se lo digo a Alfredo y a Germán, pienso que pronto seremos cinco, con Rosa y Sonia. Cuando se lo cuente todo a mis amigas, seguro que solo desearán una cosa: ¡unirse a nuestro club !

Fin

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El experimentoO ¿Cómo funcionan los ojos? Los ojos nos permiten ver todo lo que nos rodea. ¡Sin embargo, en cada ojo hay una zona por la que no se ve! Te explicamos cómo descubrirla…

1 Tápate el ojo izquierdo, acércate

a esta página y mira el punto rojo de arriba.

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2 Aléjate despacito sin dejar de mirar el punto rojo.


¡Increíble! En cierto momento, el punto verde desaparece y vuelve a aparecer. ¡En cada ojo, hay una zona por la que no se ve! Se llama punto ciego. Es por donde el ojo se une al cerebro.

Empieza otra vez, tapándote el ojo derecho. Esta vez, mira el punto verde de arriba. Encontrarás el punto ciego de tu ojo izquierdo.

El punto ciego no nos molesta porque tenemos dos ojos. Lo que un ojo no ve, lo ve el otro.

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¡Gracias a los dos ojos, tu vista es más eficaz! El siguiente experimento te permitirá comprobarlo. Necesitas: Un lápiz

1 Tápate un ojo y pídele a alguien que sujete el lápiz delante de ti. 2 Intenta tocar la punta del lápiz acercando el dedo por un lado. Es curioso: con un solo ojo, resulta un poco más difícil tocar la punta del lápiz.

¡De hecho, no sabes a qué distancia exacta está el lápiz! Con los dos ojos, lo consigues sin problemas.

Los dos ojos nos permiten percibir las distancias: con ellos vemos en relieve. 50


Para ver, los ojos necesitan luz. La luz entra en su interior por una especie de ventana redonda situada en el centro de cada ojo. El círculo negro del centro se llama pupila. Es por donde entra la luz en el ojo.

La parte coloreada se llama iris.

¿Te has fijado en que la pupila cambia de tamaño?

Cuando hay mucha luz, la pupila se encoge para impedir que entre demasiada luz en el ojo y nos deslumbre.

Cuando hay poca luz, la pupila se agranda para dejar entrar más luz. Así podemos ver incluso cuando está oscuro.

© Bayard Presse-Youpi 400-Idea y texto: Erik Franck; ilustraciones: Rémi Saillard; fotos: Rebecca Josset-janvier 2022.

¿Lo sabías?

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El país de Ordena los quesos

A

de los cuervos de menor a mayor.

LLEGADA E

C

B

D

Marca el camino de la liebre pasando por todas las zanahorias, y el de la tortuga pasando por las lechugas.

Solución: Ordena… C-B-D-E-A.

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las fábulas

Descifra

tres famosas frases de Samaniego siguiendo el código.

A= O=

_ L _SN _ M _ _ RT _,

, E = , I= ,U=

,

L_ C_B_D_ _ L R_ B_ . L_

PR _ D_ NT _

C_ _T_L_ L_

M _ CH _

V_ L_.

TR _ _ C_ _ N, A_ N _S

S_ Ñ_ D_ ,

D_ T_ ST_ BL_ .

Busca 7 diferencias

entre el ratón de ciudad y el ratón de campo.

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Soluciones: Descifra… «Al asno muerto, la cebada al rabo». «La prudente cautela mucho vale». «La traición, aun soñada, es detestable». Busca… El sombrero, las gafas, los bigotes, la boca, el reloj, la taza, el calzado.


Ordena las imágenes

A

B

C

D

E

Encuentra la sombra del zorro y la cigüeña.

1 2

3

4

5 Solución: Ordena… B-D-C-A-E. Encuentra… La sombra correcta es la n.º 2.

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© Bayard Presse-J’aime lire 536-Idea: Anne-Sophie Chilard; ilustraciones: Auriane Bui-septembre 2021.

de la rana que quiere ser tan grande como un buey.


El rincón de la magia New Africa-AdobeStock y Sergiy1975-AdobeStock

Imágenes misteriosas

Ilusión óptica Mira fijamente el centro de la imagen mientras cuentas hasta diez. Luego mira fila por fila las espirales. ¿Te parece que giran? ¡Es una ilusión óptica de falso movimiento!

Para ver las imágenes misteriosas, pon encima tu plantilla mágica (está en la página 3) con las líneas en vertical, y muévela muy despacio de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

E N I G M A

lotan-Shutterstock.

Con tu plantilla mágica podrás verlos por separado.

Mireia lleva dos monedas en el bolsillo. Entre las dos, suman tres euros, pero una de ellas no es de un euro. ¿Qué monedas son? Solución:

Solución: Una moneda es de un euro. La otra moneda es de dos euros.

Idea, texto y selección de imágenes: Consuelo Cuevas. Imágenes misteriosas: Javier López.

Estos dos objetos se ocultan entre sí… ¿Cuál ves primero?

Para leer la solución, pon tu plantilla mágica sobre el texto, con las líneas en vertical, y muévela despacio de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. ¡Atención, empieza por el texto rosa!

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© Clément Devaux

Por fin, las historias de Anatol llegan a las librerías.

¡Ya en librerías!


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El correo de Leoleo

<<Hola, soy Lina y tengo 6 años. Me gusta mucho Leoleo y, sobre todo, Ariol. También me gusta ir de paseo con mi cachorro Simba, como en mi dibujo >>.

<<Hola, me llamo Antea y tengo 7 años. Me gusta mucho leer, y me encantan Adèle y Anatol. Mi papá también leía Leoleo y tengo su colección >>.

<<Hola, me llamo Ewa y me encantaría

que publicaseis esta foto de mi perro. Se llama Tucci. Hace poco tuvo una infección y estaba muy mal, pero ahora está muy bien >>.

<<Hola, me llamo Andrés y tengo 7 años. He creado mi propia revista de Leoleo : os mando una foto. Por cierto, me encanta Leoleo >>.

Leoleo. Edita: Bayard Revistas. Tel.: 91 405 70 10. Delegación en Barcelona: Bayard Revistas. Apartado de correos 20036 / Codired 0827094. 08024 Barcelona. Atenció al Subscriptor: 93 218 24 76. Consejero Delegado: Emmanuel du Boisbaudry. Redactora Jefa: Consuelo Cuevas. Directora de Arte: Lucía Molina. Maquetación: Javier López. Departamento comercial y actividades de fomento de la lectura en los colegios: Teresa García. Tel.: 91 405 70 33. C. electrónico: comercial@bayard-revistas.com. Directora financiera y Atención al Cliente: Marina Vilaplana. Director de Producción: Alberto García-Asenjo Galindo. Directora de Desarrollo: Cristina Cuadrillero. Tel.: 91 405 70 22. C. electrónico: ccuadrillero@bayard-revistas.com. ISSN: 0214-2627. Depósito legal: M-9730-2012. © J’aime lire, Bayard Presse. Redactora Jefa: Delphine Saulière. © Youpi, Bayard Presse. Redactor Jefe: Bertrand Fichou. Distribución: SGEL. Imprime: Reyper y Grupo Impresa. Impreso en España. Suscripciones: Bayard Revistas.

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58


Vuelo acrobático

Ayer por la tarde vimos a tu loro en el centro.

Fue sobre las tres, y parecía que tenía prisa.

¿Queréis tomarme el pelo, o qué?

09/21

59


¡ Te aseguro que era ¡ yo te aseguro Y él ! que estuvo toda

Intentamos atraparlo y perdió esto. ¿Pero qué dices? ¡Eso es una pluma de paloma!

¿Estabas en tu casa a las tres?

Estuve en el museo con mis padres, de dos a cuatro.

¿Lo ves? ¡Coincide! ¡Seguro que se fugó de la jaula!

¡Ya te dije que no nos creería! ¡Pues se va a enterar! ¡TOC

¡TOC

!

60

No.

!

¿Fugarse Herodoto? ¡Imposible! ¡Su jaula está cerrada con un candado de 6 cifras!

la tarde en su jaula!

Encontraremos pruebas…


Son las cinco y se van al conservatorio.

¡Aquí estamos, Herodoto!

¡Hala! ¡Se sabe el código de 6 cifras!

¿Qué?

CLIC CLIC

¡Pues no pierde el tiempo! ¡Ya ha pillado el candado con el pico !

INC ¡CL ! 61


¡Corre! ¡Le sacaremos una foto!

¡Vaya! Estoy a contraluz. ¿Dónde está?

FLOP OP FL

¡A ver!

¡Allá arriba, en el cielo! ¡CLI ¡CLIC! C! ¡C LIC !

¡Oh, no! Está muy lejos…

62

¡Olimpia nos dirá otra vez que es una paloma!

Entonces voy a fotografiar la jaula vacía para convencerla …


Al día siguiente.

Y pensar que Olimpia dice que he fotografiado otra jaula…

Menos mal que todas las tardes tiene actividades…

Es una cabezota, sí.

¡FLOP !

! ¡FLOP

Esta vez le demostraré que su loro se escapa cuando le da la gana.

¡Y ya ha escapado!

¡Rápido, que ya ha abierto la jaula!

¡FLOP!

Va en dirección suroeste.

¡FLOP!

Vamos a trazar su trayectoria.

63


¿Ves lo que yo veo?

¡La trayectoria pasa por encima de Gama Natura.

¡Seguro que va allí!

¡Lo atraparemos!

Más tarde.

¡Mira, una pluma!

GAMA NATURA

Te dije que estábamos en la buena pista .

64

¡Habrá entrado por el conducto del aire!


¿Lo ves?

O PARA LAS AVES TOD

¡Chis!

¡FLOP!

Vuelve a salir por el conducto. FLOP

FLOP

FLOP

FLOP

¿Qué ha pillado?

COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS

Es vitamina B6.

¡Eso sí que es un vuelo acrobático!

65


Mas tarde.

¡Olimpia, ya sabemos lo ando que hace tu lorocacu no estás en sa !

¡Roba frascos de vitamina B6 en Gama Natura!

¿No era lo que le dabas para mejorar su memoria…

… pero dejaste de dárselo porque lo pedía todo el tiempo?

sible …

¡ Pfff! Impo

Eso significaría que ha vuelto y se ha encerrado en la jaula él solito.

Además, ¿dónde esconde los frascos, eh?

¡HIP!

fin

66

© Bayard Presse-J’aime lire 536-Guion: Anne Didier y Olivier Muller; ilustraciones: Clément Devaux-septembre 2021.

¿?


© Bayard Presse-J´aime lire 482-Ilustración: Nicolas Hubesch-mars 2017.

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Regalo de bienvenida: la mochila con ruedas de Anatol


EL MINITEST 1. Las mejores amigas de Ana se llaman… A Marta y Marilia B Rosa y Sonia Ilustración: Sophie Leullier.

C Sonia y Selena

DE BUENAMINA 4. Ana cree que Germán es… A un extraterrestre B un brujo C un vampiro 5. La parte coloreada del ojo se llama… A iris B arcoíris C siri

2. Germán guarda en su mochila… A un ciempiés B una araña C un escarabajo

A vitamina B6 B vitamina T8 C vitamina D2

A en las rodillas B en las pantorrillas C en los codos

Ilustración: Clément Devaux.

3. Germán tiene heridas…

6. El loro de Olimpia roba…

Para encontrar las soluciones, mira las páginas: 1-p. 5; 2-p. 9; 3-p. 11; 4-p. 25; 5-p. 51; 6-p. 65.


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