CONCLUSIÓN

Relacionando una vez más a Moneo y Artigas, identificamos que realizaron las dos obras que tomamos para analizar como principales referencias en sus países de origen. Esto no es un dato menor debido al bagaje de conocimiento que poseían del contexto previo a las mismas y que en cierto punto facilita el compromiso y entendimiento del mismo.

A su vez, ambos tienen ideologías de izquierda e, inmersos en sistemas capitalistas, buscan denunciar la opresión que ejerce. Por este motivo Vilanova Artigas se identifica con el estilo brutalista. Con la creación de la Escuela Paulista muestra la fortaleza y el progreso del país con la llegada del hormigón y el acero. Gracias al uso de esta tecnología permite aplicar decisiones proyectuales que antes no eran posibles, como minimizar el contacto del edificio con el suelo: “una piedra en el cielo”. Por su parte, Moneo comenta que no posee un estilo personal (pero notamos que utiliza la lógica estereotómica en la mayoría de sus obras) ya que sus convicciones son diferentes a las de Artigas, su proceso mental sucede en los dibujos y en la relación estrecha con el pasado. En contra del atropello sobre lo preexistente, los dos arquitectos trabajan en sus contextos de manera sensata. Para ellos es muy importante la esencia del lugar para implantar cada una de sus obras de la manera más adecuada. “El lugar como primer material con el que se cuenta, la primera piedra, la trama sobre la que proyectar nuestros pensamientos arquitectónicos” (MONEO, Japón, junio 1992) Esto sucede en el caso de Artigas a través de los proyectos inclusivos, espacios para el encuentro de todas las clases sociales y la lucha social. Estos espacios se construyen con la intención de visibilizar a los trabajadores de la construcción, por este motivo no oculta al hormigón, es una

decisión proyectual: “En mi opinión, el papel del arquitecto no consiste en una acomodación; no se debe cubrir con una máscara elegante las luchas existentes, es preciso revelarlas sin temor.” (ARTIGAS, Sao Paulo, 1981) En el caso de Moneo, entendemos que se da a través del respeto por la arquitectura precedente y la historia del lugar, acto muy revolucionario en un contexto de modernismo y progreso. Como pudimos analizar a través de sus obras, volvemos a mencionar que esto se vincula con que no pretende que las mismas destaquen como piezas emblemáticas e innovadoras sino más bien que se correspondan con los procesos históricos y locales del sitio. Esta postura comprende una cosmovisión opuesta a la que persiguen ciertas ideologías o utopías desarrollistas que generalmente pregonan el universalismo. En este sentido, el mismo Moneo anuncia: “El cliente y su influencia me interesan como fuerza que saca a la obra del estrecho contexto de la élite de los arquitectos, en la que algunas obra quedan a veces atrapadas. Cada vez me

interesan más las obras que son capaces de conectar con un amplio

espectro social; las obras que no son autosuficientes, que no se hacen solo para los entendidos” (MONEO, España, 1994) Las ideologías que poseen también se vieron fortalecidas, además de por sus estudios, a través del aprendizaje de quienes les sirvieron de influencia a lo largo de sus carreras. Ambos seguían a Frank Lloyd Wright, quien era referente de la arquitectura orgánica y la integración de la naturaleza. Ellos pensaban que Wright representaba la expresión arquitectónica de la libertad, por ende lo mencionado puede observarse en sus obras. En el caso de Moneo es interesante observar que sus otros referentes, Sáenz de Oiza (trabajó con él) y Bruno Zevi (además es historiador y crítico, fundamental para Moneo con su relación con el entorno y la continuidad histórica), también seguían a Wright.

A modo de conclusión, los dos arquitectos creen de esta manera en las ideas operando a través de sus obras directamente sobre los contextos

materiales y sociales en los que se insertan. Asimismo, en ambos casos exaltan al hombre en cuanto a su manera de habitar y transitar los espacios, reflexionando, teorizando y trabajando sobre temáticas como la circulación, la fluidez espacial, la técnica y la tecnología en el caso de Artigas y la sensibilidad, la luz y la materialidad en el caso de Moneo.