Hace mucho tiempo en la tierra de los tehuelches, las ballenas tenĂan patas y vivĂan en los bosques profundos. Andaban de un lado para el otro pastando y aplastando a la gente con sus cuarenta mil kilos.
En la tierra de los tehuelches había zorros, maras, perros con los que los indios cazaban, flamencos, ovejas, guanacos, ñandúes y árboles.
Pero los tehuelches tenían un problema. Todo desaparecía. Los toldos, los quillangos de piel de guanaco, las familias a punto de almorzar se esfumaban misteriosamente. No quedaba ni las hojas del pehuén en las ramas. Los tehuelches pidieron ayuda a Elal, el héroe.
Elal fue a investigar c贸mo desaparec铆an las cosas y descubri贸 que cuando la ballena Goos bostezaba se tragaba todo lo que hab铆a cerca suyo.
Elal tuvo una idea, se convirtió en tábano y entró a la boca de Goos, la ballena. estaba muy oscuro y le clavó el aguijón en la garganta cinco veces hasta que le dió una molestia.
Con la molestia de la picadura la ballena carraspeó y tosió, expulsando todo lo que se había tragado, las maras, los zorrinos, los zorrinos olorosos, los ñandúes, las plantas con sus raíces y los indios con sus adornos de plumas, sus quillangos, sus boleadoras, sus mocasines.
Y entonces Elal pensó que el mar sería el mejor lugar para que viviera la ballena. Convirtió sus patas en aletas y la mandó a vivir en el mar. Y le dijo Goos, de ahora en adelante no comerás nada que sea más grande que un huevo de langostino enano. Por eso ahora las ballenas se alimentan de krill que junto con otros animalitos y pequeñas algas forman el plancton. pero eso sí pueden llegar a comer hasta trescientos kilos por hora. Ahora Goos es feliz en el mar y hasta salta por el aire.