¿Y CÓMO ES ESO POSIBLE?
Sandra Lucía Blanca Mª Carmen Chelo
GLEBA, Servicios Turísticos
Amadeo, modelo de Sitges (el lugar más pijo de toda España), quiere hacer algo diferente en sus vacaciones. Tiene una amiga,
Eli, que es bióloga; Ella ya le había hablado hace algún tiempo de la posibilidad de pasarlas en una zona de interior, aprovechando que ella se encuentra por allí realizando una investigación sobre los huevos de gallina durante el mes de junio. Amadeo -con miles de dudas- acepta, puesto que los desfiles de verano ya han terminado y, cuando Eli baja de Sitges a Consuegra –en la Provincia de Toledo- a continuar con su investigación, él baja con ella. Eli y Amadeo, se alojarán en la casa de Turismo Rural Carpe Diem, que es gestionada por Pedro y su esposa Carlota.
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Eli, recomienda a Amadeo que el turismo que realice sea involucrándose en las actividades económicas del municipio (aunque ella también tiene sus dudas sobre si ¡esa cuestión será posible!, (conociendo a Amadeo...). Eli conoce una empresa de reciente creación, que ofrece gestionar las actividades rurales de los turistas, además es una de las que colaboran con ella en el proyecto. Esta empresa, cuya gerente se llama Cecilia, fue quien le recomendó la casa rural donde se alojan y que, a pesar de no ser domótica, le ha gustado mucho a Amadeo.
Cecilia en su empresa, tiene diferentes actividades agrícolas y ganaderas junto con otros empresarios del sector primario, de manera que Amadeo va a poder elegir lo que quiera hacer, pero ¿qué quiere hacer Amadeo, que no ha visto el campo nunca más cerca que ahora?
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Eli y Cecilia, hablan con Amadeo y animado también por las amigas de Cecilia, y por las fechas en las que se encuentran, le proponen las siguientes: - Recogida, monda, tueste y envasado de azafrán (que a Amadeo le suena de los restaurantes gourmet donde lo usan en los platos) - Elaboración de la masa del mazapán, previo tratamiento de la almendra y posterior confección de las figuritas (que le regalan a él por navidad con envase de El Corte Inglés). “Éstas son actividades muy light”, le comenta Eli. “Te van a gustar Amadeo”. En fin, no queriendo asustarle mucho, también le ofrecen colaborar en las actividades ganaderas como el ordeño de cabras, vacas y ovejas para posteriormente elaborar el queso tierno que puede llegar a convertirse en ese otro ‘queso en aceite’ que le apasiona. A Amadeo, las cabras y las ovejas… bien, pero las vacas para él son demasiado grandes. A medida que pasan los días, se va dando cuenta que aparte del mundo glamuroso donde se mueve, hay otro paralelo en el que se realizan un montón de tareas muy interesantes y productivas, de las que se aprende y de las que él sólo conocía una pequeña parte: la leche que toma con el café, el queso que degusta, el azafrán que adorna y sabrosea los platos…
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Comienza a gustarme esta vida rural…
Su interés va aumentando y Eli y Cecilia, le animan para pasar un día de campo ‘entre olivos’. Amadeo duda, pero al final del día queda convencido. Para ello, hablan con Amalia, Carla, Mario y Javier que son propietarios -entre otros cultivos- de una pequeña extensión de olivar que explotan para su uso y el de sus clientes. Para Amadeo, la mañana fue dura pero productiva, recogieron aceituna en verde del árbol vareando, que, una vez en casa moltutaron y batieron hasta obtener la pasta de aceituna de la cual, mediante filtrados y la posterior decantación se extraerá el aceite. Éste proceso, le dejó encantado, y ¡eso que no había aceite aún! Mientras recogían la aceituna, Amalia y Mario le comentaron que ellos se ofrecían a acoger turistas, junto con Carla y Javier para enseñarles todos los cultivos de la zona y su posterior uso, por ejemplo, a parte de la aceituna, la siembra de trigo, recogida, limpieza, molienda y elaboración de pan con la harina. También le informaron de la siembra de otras legumbres y hortalizas, pues tienen viveros ecológicos. El problema al que se enfrentaban era que no todos los frutos tienen un proceso tan corto como la elaboración de aceite, y su recogida se efectúa después de 3, 4, 5 o más meses. Amadeo estaba alucinado, no podía imaginar que los productos que veía en el supermercado habían tenido un recorrido tan inmenso hasta llegar al punto de venta. Por las noches, comentaba con Eli todo lo que había hecho y también, lo cansado que estaba. 5
Cecilia, empresaria nata, sabía lo que le estaba costando a Amadeo el día a día, así que, cuando llegaba el fin de semana, le organizaba a él y a Eli, excursiones de relax por el entorno para que se llevase a su ciudad un conocimiento más profundo del mundo rural. -F I N-
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