Productos quimicos

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Capítulo 4. Productos químicos 1 Productos químicos. Se estima en unos 20.000 los productos químicos diferentes que actualmente se manejan en los procesos industriales. La gran mayoría de ellos no presentan ningún tipo de peligrosidad en las condiciones normales de utilización; sin embargo, existe un importante grupo de productos, denominados Peligrosos, que manejados incorrecta o imprudentemente pueden provocar graves accidentes que potencialmente afectarán al hombre, al medio ambiente y a los equipos e instalaciones. Antes de especificar sus características, conviene fijar dos conceptos que, a veces, se manejan indistintamente: sustancia química y preparado químico.

1.1

Sustancia química.

Se considera una sustancia química los elementos químicos y sus compuestos en estado natural, y los obtenidos mediante cualquier procedimiento de producción (incluyendo los aditivos y las impurezas) Se excluyen los disolventes que pueden separarse sin afectar la estabilidad ni modificar su composición. Si una determinada sustancia química tiene algún parámetro físico-químico que pueda generar algún tipo de riesgo, se le denomina sustancia química peligrosa.

1.2

Preparado químico.

Es toda mezcla o solución que está compuesta por dos o más sustancias químicas diferentes. Si al menos una de estas sustancias estuviera catalogada como peligrosa, nos encontramos ante un preparado químico peligroso. Ambos tipos de productos químicos, sustancias y preparados, pueden generar cinco clases de efectos adversos:

Provocar incendios y/ o explosiones

Ser peligrosos para la salud humana

Ser corrosivos e irritantes

Ser peligrosos para el medio ambiente

Provocar deterioros importantes en materiales, equipos e instalaciones

2 Clasificación de los productos químicos en función de su peligrosidad. Los productos químicos se clasifican por razón de su peligrosidad en:

Extremadamente inflamables.

Fácilmente inflamables. 1


2.1

Inflamables.

Explosivos.

Comburentes.

Muy tóxicos.

Tóxicos.

Nocivos.

Corrosivos.

Irritantes.

Sensibilizantes.

Peligrosos para el medio ambiente.

Carcinogénicos.

Tóxicos para la reproducción.

Mutagénicos.

Sustancias extremadamente inflamables, fácilmente inflamables e inflamables

A este grupo pertenecen todas aquellas sustancias que son capaces de arder en presencia de un oxidante, (habitualmente el oxígeno atmosférico), cuando se les aporta una cierta energía de activación (llama abierta, chispas, etc.). El peligro potencial de estas sustancias es muy alto, ya que al encontrarse en un mismo lugar, y en unas condiciones determinadas, estas sustancias, junto con el oxígeno del aire y un foco de calor, pueden generar incendios. Como es sabido, las reacciones de combustión se desarrollan siempre en forma de vapor, es decir, para que una sustancia pueda arder es necesario que una fracción de la misma haya pasado a forma gaseosa. La mayor o menor facilidad de una sustancia para arder, dependerá básicamente de dos paramentos físico-químicos tan importantes como el punto de inflamación y el punto de ebullición.

Punto de inflamación: es la temperatura mínima, a partir de la cual una sustancia es capaz de desprender vapores suficientes para que, en contacto con una fuente externa de calor, se inflame.

Punto de ebullición: es la temperatura mínima a partir de la cual, un líquido hierve transformándose en gas.

Precisamente, estos parámetros son los utilizados para clasificar las sustancias en extremadamente inflamables, fácilmente inflamables o inflamables.

2


EXTREMADAMENTE INFLAMABLE F+

FÁCILMENTE INFLAMABLE F

Sustancias y preparados líquidos con punto de inflamación < 0ºC y punto de ebullición <= 35ºC

Sustancias y preparados sólidos que se inflaman en contacto con el aire a temperatura y presión normales

Sustancias o preparados sólidos que se inflaman espontáneamente en contacto con una fuente de ignición y siguen ardiendo al retirarla.

Gasolina Eter etílico Propano

Alcohol etílico. Alcohol metílico Tolueno

• •

Sustancias y preparados líquidos cuyo p.i. < 21ºC, que no sean extremadamente inflamables.

Sustancias y preparados líquidos cuyo punto de inflamación esté entre 21ºC y 55ªC.

INFLAMABLES

• • •

• • •

Gasoil Queroseno Ácido acético

Clasificación de las sustancias inflamables, según la normativa española

2.2

Sustancias explosivas

Son aquellas sustancias químicas que generan reacciones de combustión fuertemente exotérmicas con liberación de energía de forma rápida e incontrolada. Estas reacciones producen ondas de presión que se propagan a altas velocidades (normalmente superiores a 340 m/s). La energía liberada en una explosión puede adoptar la forma de calor, luz, sonido o choque térmico. Algunas sustancias químicas, pueden explosionar, no sólo por reacción exotérmica sino también por fricción, choque o rozamiento molecular, con lo que habrá que extremar las precauciones cuando se manipulen, almacenen o transporten (el ácido perclórico es un buen ejemplo de ello).

Clasificación de las sustancias explosivas, según la normativa española

2.3

Sustancias comburentes.

Son aquellas sustancias que pueden provocar reacciones de oxidación exotérmica cuando se ponen en contacto con sustancias inflamables en presencia de un foco de calor. Cualquier producto químico inflamable necesita de estas sustancias para poder generar incendios y/o explosiones.

3


Las sustancias comburentes tienen la propiedad de desprender oxígeno espontáneamente o bajo un ligero calentamiento. El comburente típico es el oxígeno, aunque existen otras sustancias que pueden provocar la oxidación de las sustancias inflamables.

Clasificación de las sustancias comburentes, según la normativa española

2.4

Sustancias muy tóxicas, tóxicas y nocivas.

Son aquellas sustancias que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden provocar riesgo para la salud extremadamente graves, tanto agudos como crónicos, e incluso la muerte, en el caso de las sustancias muy tóxicas o tóxicas, y riesgos para la salud limitados, en el caso de las sustancias nocivas. La diferencia esencial entre las sustancias muy tóxicas, tóxicas y nocivas, se basa en las consecuencias que puede originar su ataque al organismo humano. Los efectos más graves los producirán las sustancias muy tóxicas, mientras que éstos serán menos severos en las nocivas. Los datos de dosis letales (DL50) y de concentraciones letales (CL50) han sido obtenidos por experimentación en animales para, posteriormente, ser extrapolados a los seres humanos. Por tanto, para catalogar una sustancia determinada como muy tóxica, tóxica o nociva habría que conocer estos datos toxicológicos y compararlos con los valores legales.

Clasificación de las sustancias muy tóxicas, tóxicas y nocivas

2.5

Sustancias corrosivas e irritantes.

Corrosivas: Son aquellas que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden provocar la destrucción parcial o total de los tejidos vivos más afectados. 4


Irritantes: Son aquellas que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden provocar la irritación o inflamación de los tejidos vivos afectados. Una característica importante que no conviene olvidar de estos productos, es que, además de su acción destructiva sobre los tejidos humanos, pueden atacar y destruir todo tipo de materiales inertes, afectando a instalaciones industriales, suelos, equipos, máquinas, productos terminados, etc.

Clasificación de las sustancias corrosivas e irritantes, según la normativa española

2.6

Sustancias sensibilizantes.

Son sustancias que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden ocasionar una reacción de hipersensiblidad, de forma que una exposición posterior a esas sustancias dé lugar a efectos negativos característicos. En resumen, estas sustancias, tienen la capacidad de sensibilizar determinados tejidos u órganos y dejarlos más indefensos para ulteriores ataques de esa u otra sustancia Clasificación de las sustancias sensibilizantes, según la normativa española.

2.7

Sustancias carcinógenas.

Son aquellas que en caso de ser inhaladas, ingeridas o si penetran por vía cutánea, pueden inducir el desarrollo del cáncer o incrementar su frecuencia en el ser humano. 5


El nivel de carcinogénesis de una sustancia, se determina a partir de experimentación en animales para extrapolar posteriormente los resultados a seres humanos. La Reglamentación española distingue tres categorías de sustancias carcinogénicas.

Clasificación de las sustancias carcinogénicas según la normativa española.

2.8

Sustancias mutagénicas.

Son aquellas sustancias que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir alteraciones en el material genético de las células. Estas mutaciones pueden afectar a los genes (MUTACIÓN GENÉTICA) o a los cromosomas (MUTACIÓN CROMOSÓMICA), originando alteraciones en el funcionamiento normal celular que pueden provocar, en última instancia, el desarrollo del cáncer. Clasificación de las sustancias mutagénicas, según la normativa española.

2.9

Sustancias tóxicas para la reproducción.

Son sustancias que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir lesiones en el feto durante su desarrollo intrauterino o pueden afectar negativamente a la capacidad reproductiva masculina o femenina. La catalogación de este tipo de sustancias está en continua revisión y ampliación, a medida que se avanza en la experimentación con animales.

6


Clasificación de las sustancias tóxicas para la reproducción, según la normativa

2.10 Sustancias peligrosas para el medio ambiente. Son sustancias que eliminadas de forma incontrolada al medio ambiente natural, pueden provocar su deterioro. Nuestra legislación las clasifica en dos grandes grupos, según el tipo de ecosistema que pueda verse alterado:

Clasificación de sustancias peligrosas para el medio ambiente

2.11 Sustancias incompatibles. Una sustancia química considerada aislada o en condiciones normales de presión y temperatura, puede clasificarse como inerte o no peligrosa; sin embargo, si esta sustancia se pone en contacto con otra u otras sustancias, denominadas incompatibles, puede reaccionar violentamente con ellas y dar lugar a situaciones de gran peligrosidad. El desconocimiento de este hecho ha dado lugar, frecuentemente, a graves accidentes. Los efectos que estas incompatibilidades, pueden originar se pueden resumir en reacciones fuertemente exotérmicas, reacciones que generan productos químicos peligrosos y reacciones violentas con el agua. ⇒ Reacciones fuertemente exotérmicas. Hay determinadas sustancias químicas que al ponerse en contacto, originan reacciones exotérmicas, es decir, con gran desprendimiento de calor y un aumento incontrolado de temperatura; 7


según las condiciones de la reacción, pueden provocar incendios, explosiones, roturas de recipientes, ebullición de líquidos, aumentos incontrolados de presión, etc. Un ejemplo típico es la reacción del acetileno con metales como el cobre o la plata. ⇒ Reacciones que generan productos químicos peligrosos. La reacción de sustancias químicas incompatibles puede ocasionar, además de aumentos incontrolados de temperatura y presión, la aparición de otras sustancias peligrosas, (inflamables, explosivas, tóxicas, nocivas, corrosivas, irritantes, etc.) Como ejemplo, podemos citar la reacción de cianuros con ácidos generándose ácido cianhídrico altamente tóxico. ⇒ Reacciones violentas con el agua. Aunque de todos es conocida la inocuidad química del agua, si se pone en contacto con ciertas sustancias en determinadas condiciones, puede ser extremadamente peligrosa. Como ejemplo podemos citar la reacción fuertemente exotérmica con ácidos concentrados como el sulfúrico o su violenta reacción con metales alcalinos y alcalino-terreos que generan gran cantidad de calor y desprendimiento de hidrógeno altamente explosivo, (sodio metálico, por ejemplo).

3 Efectos de los productos químicos peligrosos. 3.1

Efectos negativos.

Los efectos negativos de los productos químicos peligrosos, pueden variar enormemente dependiendo de sus características, condiciones de utilización y metodología de manipulación. Lo verdaderamente importante es conocer los riesgos potenciales que se asumen y por tanto, prever sus consecuencias adoptando las medidas preventivas apropiadas en cada caso. Los efectos de este tipo de productos podemos resumirlos en:

Sustancias extremadamente inflamables, fácilmente inflamables e inflamables.

Sustancias explosivas.

Sustancias muy tóxicas, tóxicas, nocivas, tóxicas para la reproducción, carcinogénicas, mutagénicas y sensibilizantes.

3.2

Sustancias corrosivas e irritantes.

Sustancias peligrosas para el medio ambiente.

Sustancias extremadamente inflamables, fácilmente inflamables e inflamables.

Quemaduras de diversa consideración por contacto directo con las llamas.

Quemaduras por contacto con superficies calientes.

Quemaduras por salpicaduras de líquidos en estado de ebullición.

Intoxicantes y/ o asfixia producidas por el humo y los gases de combustión.

Como medidas preventivas básicas con este tipo de productos, recomendamos: 8


Mantenerlos en todo momento alejados de focos de calor, (llamas, chispas, etc.).

Almacenarlos en un lugar adecuado y bien ventilado.

Respetar la separación entre productos inflamables y comburentes.

Disponer de medios de extinción apropiados (extintores, BIE’s, instalaciones fijas, etc.).

3.3

Prohibición absoluta de fumar.

Sustancias explosivas.

Quemaduras por bolas o lenguas de fuego de la explosión.

Proyecciones de objetos de diverso material y tamaño.

Derrumbamiento de edificios e instalaciones.

Traumatismos por la onda expansiva.

Como medidas preventivas básicas recomendamos:

Evitar focos de ignición cercanos (llamas, chispas, etc.) y la formación de electricidad estática.

No provocar choques, golpes o fricciones en aquellos productos que explosionan por estos fenómenos.

3.4

No exponer al sol a aquellos productos sensibles a la radiación solar.

Evitar la acumulación de polvo (trigo, centeno, madera, etc.) con capacidad explosiva.

Prohibir fumar en las zonas de manipulación y almacenamiento.

Sustancias

muy

tóxicas,

tóxicas,

nocivas

para

la

reproducción,

carcinogénicas, mutagénicas y sensibilizantes.

Muerte, en los casos más severos.

Intoxicaciones o envenenamientos.

Lesiones en el feto durante su desarrollo intrauterino (en el caso de sustancias tóxicas para la reproducción).

Cáncer o aumento de su frecuencia en el ser humano (en el caso de las sustancias carcinogénicas).

Mutaciones genéticas o cromosómicas (en el caso de las sustancias mutagénicas).

Reacciones de hipersensibilización de órganos y tejidos (en el caso de las sustancias sensibilizantes).

La acción tóxica de este tipo de productos químicos se divide en: ¾

AGUDA: La dosis tóxica se recibe en un período de tiempo muy corto y su efecto es muy rápido e, incluso, fulminante. 9


¾

CRÓNICA: La dosis tóxica es acumulativa en el tiempo debido a la reiterada exposición a concentraciones pequeñas.

Las medidas preventivas más usuales son:

Aquellas sustancias que pueden penetrar en el ser humano a través de la vía respiratoria deberán manipularse en vitrinas específicas con extracción

forzada,

o en

su

defecto,

en

exteriores

o

lugares

perfectamente ventilados. Si es necesario, usar equipos de protección individual específicos.

Utilizar equipos de protección individual adecuados en caso de posible penetración del contaminante por vía dérmica (guantes, pantallas faciales, gafas, ropa adecuada, etc.).

Extremar las medidas de higiene personal (lavarse frecuentemente las manos, no fumar ni comer durante la manipulación, etc.)

3.5

Almacenarlos en lugares específicos y acondicionados adecuadamente.

Sustancias corrosivas e irritantes.

Destrucción total o parcial de piel y tejidos por contacto físico directo.

Reacciones inflamatorias e irritantes en el tejido pulmonar, si la vía de entrada es la respiratoria.

Reacciones inflamatorias e irritantes en la piel, por contacto físico con la sustancia.

Destrucción total o parcial de materiales (mesas, cables, equipos, etc.)

Como observamos, el principal riesgo de este tipo de sustancias es que se pongan en contacto directo con la piel, los tejidos, las mucosas o las células del ser humano, por ello, las principales medidas preventivas se basan en evitar la inhalación, el contacto dérmico o la ingestión accidental de estos productos. Se recomienda, por tanto:

Las sustancias corrosivas e irritantes susceptibles de emitir gases, vapores, aerosoles, polvos, etc., que puedan ser inhalados deberán manipularse en vitrinas con extracción o, si ello no fuera posible, en el exterior o en lugares bien ventilados. Si es necesario, se utilizarán EPI’s adecuados: mascarilla con filtro mecánico y/o químico, protectores faciales, gafas de seguridad, etc.

Evitar el contacto directo con la piel, las mucosas y los tejidos del trabajador utilizando guantes apropiados, gafas de seguridad, protectores faciales, etc.

Aunque la ingestión accidental de estas sustancias es infrecuente, se deberán extremar las medidas de higiene personal de los manipuladores, no se comerá ni fumará en los lugares de manipulación y se etiquetará convenientemente los recipientes que los contengan. 10


3.6

Sustancias peligrosas para el medio ambiente.

Daños de distinta tipología y magnitud para el medio ambiente acuático, la flora, la fauna, los microorganismos, la capa de ozono, etc. Las principales medidas preventivas son:

Eliminar o reducir al máximo los vertidos incontrolados de contaminantes al aire, al agua o al suelo.

Sustituir productos contaminantes por otros inocuos o no agresivos para el medio ambiente.

Tratar física, química o biológicamente las sustancias peligrosas antes de su eliminación al medio ambiente.

Mejorar los procesos donde pueden existir fugas, derrames, accidentes, etc., de productos peligrosos para el medio ambiente.

Concienciar, educar y motivar medioambientalmente a todos los integrantes de las empresas.

Implantar un adecuado sistema de gestión de residuos.

4 Vías de entrada y absorción de sustancias peligrosas. Entendemos por vía de entrada, aquella área anatómica a través de la cual penetra un contaminante en el ser humano, produciéndose bien un efecto local o la absorción del tóxico en el torrente sanguíneo para actuar posteriormente, en órganos o tejidos específicos. La vía de entrada de una sustancia agresiva, es de suma importancia tanto para predecir sus efectos potenciales como para analizar su riesgo toxicológico. Las sustancias químicas peligrosas pueden utilizar las siguientes vías de penetración:

4.1

Vía respiratoria.

Suele ser la vía de entrada más habitual de los contaminantes químicos en el organismo. A través de esta vía pueden penetrar polvos, humos, aerosoles, gases y vapores. Los contaminantes sólidos, especialmente el polvo, son vehiculados por el aire que inhalamos; las partículas de mayor tamaño quedan retenidas en las vías respiratorias altas y son eliminadas por la expiración o la expectoración; sin embargo, las partículas pequeñas pueden alcanzar el tejido pulmonar de los alvéolos. Los gases y vapores, al no tener forma física definida, penetran en el organismo a través del aire contaminado y quedan retenidos en unas u otras zonas pulmonares dependiendo de sus características físico-químicas, del volumen del aire respirado y del tiempo medio de permanencia del tóxico en el sistema respiratorio. Los aerosoles tienen un comportamiento intermedio entre las partículas sólidas y los gases y vapores, debido a su carácter mixto de materia particulada líquida.

4.2

Vía cutánea.

11


La piel constituye una barrera natural de defensa contra las agresiones externas, sin embargo, ciertos productos químicos tienen la propiedad de atravesar la epidermis y la dermis y alcanzar los capilares sanguíneos superficiales. La penetración dérmica de un contaminante dependerá de su concentración y de sus características físico-químicas, especialmente de su coeficiente de partición lípido/ agua. Algunos detergentes y disolventes industriales tienen la propiedad de dañar o eliminar la capa lipídica protectora y favorecer así ataques posteriores de otros contaminantes químicos.

4.3

Vía digestiva.

La posibilidad de intoxicaciones laborales por la vía gastrointestinal se reduce prácticamente, a acciones individuales derivadas de prácticas higiénico-sanitarias incorrectas, tales como beber, comer o fumar en el propio local de trabajo o con las manos sucias.

4.4

Vía Parenteral.

La penetración de sustancias puede producirse a través de las úlceras, heridas, inflamación de mucosas, etc. En estos casos la barrera natural de protección se ha visto alterada y el contaminante no tiene obstáculos para su ingreso en el torrente sanguíneo.

5 Identificación de sustancias y preparados peligrosos. Un factor clave para prevenir los riesgos en manipulación de sustancias y preparados peligrosos es conocer las características y peculiaridades de cada uno de ellos. Esta información debe ser conocida por cualquier persona implicada en su manipulación, almacenamiento y transporte, y facilitada obligatoriamente, según la normativa actual, por el fabricante, importador o suministrador de las mismas. La información sobre sustancias químicas peligrosas podemos englobarla en dos grandes NIVELES: básico y específico.

El NIVEL BÁSICO: proporcionado por los datos que aparecen en la etiqueta.

NIVEL ESPECÍFICO: más amplio y detallado, suministrado por fichas de seguridad, fichas toxicológicas, publicaciones especializadas en seguridad e higiene, etc.

5.1

Nivel básico de información.

Lo proporciona la ETIQUETA del envase original del producto, facilitando una primera información básica sobre la sustancia o preparado que vamos a manipular. Por su interés, vamos a comentar algunos aspectos interesantes de este tipo de información: La normativa obliga al fabricante, comercializador o importador de la sustancia a incorporar una etiqueta en sus envases, legible e indeleble, que especifique al menos en la lengua oficial del Estado, los siguientes puntos: a) Denominación de la sustancia. b) Nombre y dirección, incluido el número de teléfono, del responsable de la comercialización, bien sea el fabricante, el importador o el distribuidor. 12


c) Los símbolos e indicaciones de peligro. d) Las frases tipo indicadoras de los riesgos específicos, (FRASES R). e) Las frases tipo indicadoras de los consejos de prudencia, (FRASES S). f)

El número CEE, en caso de tenerlo asignado.

g) Algunas sustancias, (Anexo 7 del Real decreto 363/95 y modificaciones), además, la frase etiqueta CEE. Si desea ver su contenido, lo tiene disponible en el apartado BIBLIOTECA. Un ejemplo de etiquetado correcto se puede ver a continuación: Las dimensiones de la etiqueta deberán ser:

Toda la información que contenga la etiqueta destacará perfectamente del fondo, deberá leerse fácilmente y sin dificultad.

Un error muy frecuente en las empresas, es no mantener este nivel básico de información cuando se trasvasa de los recipientes originales a otros envases diferentes; normalmente estos nuevos envases no se etiquetan y la información preventiva inicial desgraciadamente se pierde.

5.2

Nivel específico de información.

A veces la información facilitada por la etiqueta de una sustancia No ES SUFICIENTE para evaluar los peligros potenciales de manipulación, almacenamiento o transporte.

13


En estos casos, es necesario recurrir a un nivel de información más detallado y completo que sirva a los técnicos de prevención y a los jefes de los departamentos para gestionar adecuadamente los riesgos que presentan estas sustancias. Este nivel específico de información nos lo facilitan las fichas de seguridad, las fichas toxicológicas, las publicaciones específicas, la normativa nacional y comunitaria, etc. A continuación, por su interés, destacamos: 5.2.1

Fichas de seguridad.

El responsable de la comercialización de una sustancia peligrosa, ya se trate del fabricante, del importador o del distribuidor, deberá facilitar obligatoriamente al usuario profesional una ficha de datos de seguridad que suministre aspectos técnicos esenciales para gestionar los riesgos derivados de su manipulación y almacenamiento. Estas fichas se entregarán, GRATUITAMENTE al usuario final cuando adquiera una sustancia o preparado peligroso; así mismo se le facilitarán las revisiones de esas fichas cuando haya modificaciones significativas que afecten a la seguridad, la protección de la salud o el medioambiente. La ficha de seguridad deberá incluir al menos, la siguiente información: a) Identificación de la sustancia y responsable de su comercialización b) Composición/ información sobre sus componentes. c) Identificación de los peligros. d) Primeros Auxilios. e) Medidas de lucha contra incendios. f) Medidas que deben tomarse en caso de vertido. g) Manipulación y almacenamiento. h) Controles de exposición/ protección individual. i) Propiedades físico-químicas. j) Estabilidad y reactividad. k) Informaciones toxicológicas. l) Informaciones ecológicas. m) Consideraciones relativas a la eliminación. n) Informaciones relativas al transporte. ñ) Informaciones reglamentarias. o) Otras informaciones. 5.2.2

Fichas toxicológicas.

Algunas entidades preventivas de prestigio, conscientes de la importancia de este tipo de información, han elaborado unas fichas toxicológicas donde aparece todo tipo de información técnica y preventiva sobre productos químicos de uso frecuente en formato muy similar a las fichas de seguridad. 14


Como ejemplo interesante mencionaremos las fichas editadas por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (www.mtas.es/insht) y la Asociación para la Prevención de Accidentes, (A.P.A.) 5.2.3

Otras fuentes de información.

Información interesante y específica sobre sustancias químicas peligrosas, podemos encontrar en:

Valores TLV de la American Conference of Governamental Industrial Hygienist (A.C.G.I.H.).

Valores MAK alemanes.

Fichas sobre transporte de mercancías peligrosas por carretera (T.P.C.), ferrocarril (T.P.F), vía marítima ( IMFG) o aérea (IATA).

Libros especializados de toxicología.

6 Almacenamiento de productos químicos. Tradicionalmente el almacenamiento de productos químicos no ha seguido criterios claros según sus incompatibilidades químicas. Lo habitual era primar otros factores tales como el consumo de productos, su accesibilidad, el tipo de envase utilizado, su peso e, incluso, se almacenaban por orden alfabético o por proveedores o marcas comerciales.

6.1

Criterios actuales de almacenamiento.

Actualmente están estableciéndose criterios más lógicos de separación de productos atendiendo a factores como su peligrosidad, sus características físico-químicas, sus incompatibilidades, la organización preventiva de la empresa, etc., que son bastante más eficaces y racionales desde la óptica de la prevención de riesgos laborales. De todas formas, no es fácil establecer un criterio único y homogéneo de separación y almacenamiento de productos químicos peligrosos, ya que muchas veces se desconocen con exactitud los riesgos que presentan, su reactividad y, en mayor medida, sus incompatibilidades. A continuación se propone un sistema de referencia que puede permitir minimizar el riesgo potencial del almacenamiento de este tipo de sustancias.

7 Actuaciones preventivas en el almacenamiento de productos químicos. Si aplicásemos al tema del almacenamiento de productos químicos la filosofía de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales deberíamos, en primer lugar, intentar evitar el riesgo y, si esto no es posible, reducirlo a niveles razonablemente aceptables. Siguiendo este criterio,

las

actuaciones

preventivas

básicas

a

desarrollar

almacenamientos podrían seguir la siguiente metodología:

Reducción de la cantidad de productos al mínimo indispensable.

Separación de productos químicamente incompatibles. 15

en

los


7.1

Reducción de la cantidad de productos al mínimo indispensable.

Por lógica pura, cuanta menor cantidad de productos peligrosos existan en los centros de trabajo, menor será la probabilidad de que se produzca un accidente. Por tanto, una primera norma básica de prevención será reducir al mínimo indispensable la cantidad de estas sustancias en las empresas. Esto se puede conseguir con un eficaz sistema de gestión de compras. Hay varias razones para que las empresas acumulen de forma innecesaria productos químicos en los almacenes.

Preocupación por el posible desabastecimiento de productos vitales para el proceso de trabajo, lo que implica grandes pedidos a los suministradores.

Gestión más sencilla de los stocks, puesto que se hacen pocos pedidos de grandes cantidades.

Motivaciones económicas: se obtienen mayores descuentos al realizar pedidos importantes, etc.

En contrapartida, la reducción de los stocks de productos químicos nos aporta como ventajas:

Menor concentración del riesgo.

Reducción de las consecuencias negativas en caso de accidente.

Menor número de efectivos humanos y de medios de intervención necesarios para atacar las posibles emergencias.

Mayor espacio físico disponible en las empresas al reducirse las áreas reservadas a almacenamientos y que se podrían dedicar a labores productivas.

Por todo ello, se aconseja planificar un sistema de gestión de pedidos que nos proporcione la garantía de abastecimiento para plazos razonablemente cortos; se recomienda disponer de la cantidad suficiente para al menos una o dos semanas como máximo al ritmo normal de consumo de la empresa. Ello nos exigirá cursar pedidos con mayor frecuencia y dedicar algo más de tiempo en registrar los pedidos pero, sin embargo, conseguiremos un almacenamiento más seguro y, a la vez, disponer de más espacio en los centros de trabajo para otras labores netamente productivas. Estos razonamientos son fácilmente rebatibles con una buena gestión de pedidos en las empresas, ya que podemos argumentar:

En la actualidad los suministradores de productos químicos tienen capacidad comercial suficiente para servir pedidos más pequeños con mayor periodicidad, evitando el temor empresarial a un posible desabastecimiento.

Almacenar grandes cantidad de productos acumula una gran tasa de riesgo para las empresas que no se compensa con hacer menos pedidos u obtener pequeños descuentos.

16


7.2

Separación de productos químicamente incompatibles.

Una vez gestionados adecuadamente los pedidos de productos químicos para reducirlos al mínimo indispensable, el segundo paso será racionalizar nuestro sistema de almacenamiento, separando los productos por familias incompatibles. Para ello, nos debemos servir de la información que obligatoriamente se facilita con estos productos y que aparece en su FICHA DE SEGURIDAD. En estas Fichas, además de parámetros físico-químicos de gran interés para la prevención de sus riesgos, pueden aparecer recomendaciones específicas sobre su forma correcta de almacenamiento. Este criterio de separación de productos químicos por familias incompatibles es válido para almacenamientos simples (por ejemplo, la disposición de reactivos químicos en las mesas de trabajo de los laboratorios o en los armarios de productos de las empresas) y para almacenamientos más importantes (almacenes generales de las empresas o grandes depósitos de almacenamiento de la industria química). En este punto puede ser muy útil consultar Reglamentos que establezcan criterios generales de separación de productos químicos, tales como los de clasificación, envasado y etiquetado de sustancias, (Real Decreto 363/95 y modificaciones en el Real Decreto 255/2003 y Real Decreto 99/2003) y el de preparados, (Real Decreto 10/78/93), o Reglamentos específicos, como el de Almacenamiento de Productos Químicos (RAPQ) y sus Instrucciones Técnicas Complementarias de desarrollo:

Almacenamiento de sustancias inflamables (ITC-MIE-APQ-001).

Oxido de etileno, (ITC-MIE-APQ-002).

Cloro, (ITC-MIE-APQ-003).

Amoniaco anhidro, (ITC-MIE-APQ-004).

Gases en botellas y botellones, (ITC-MIE-APQ-005).

Líquidos corrosivos, (ITC-MIE-APQ-006).

Líquidos tóxicos, (ITC.MIE-APQ-007).

Fertilizantes a base de nitrato amónico, (ITC.MIE-APQ-008).

En base a toda esta información Reglamentaria recomendamos separar físicamente los productos químicos en los siguientes Grupos: ⇒

GRUPO 1: sustancias susceptibles de producir incendios y/o explosiones.

GRUPO 2: sustancias comburentes u oxidantes.

GRUPO 3: sustancias peligrosas para la salud humana.

GRUPO 4: sustancias corrosivas e irritantes.

GRUPO 5: sustancias peligrosas para el medio ambiente.

17


La separación por familias, evidentemente, redundará en una mejora general del sistema de almacenamiento de las empresas; sin embargo, esta medida debe ir acompañada de un acondicionamiento específico de cada uno de los Grupos que así lo requieran. Algunos productos químicos no requieren sólo la separación física con respecto a otros, sino que necesitan, además, medidas preventivas adicionales de protección para minimizar sus riesgos.

8 Grupos de productos químicos. 8.1

Normativa

La normativa específica que aborda el almacenamiento de sustancias que puedan inflamarse y/o explosionar, la podemos encontrar fundamentalmente en: REGLAMENTO SOBRE ALMACENAMIENTO DE PRODUCTOS QUÍMICOS Y SUS INSTRUCCIONES TÉCNICAS COMPLEMENTARIAS: ∗

Almacenamiento de Líquidos inflamables y combustibles, (MIE-APQ-001).

Oxido de Etileno, (MIE-APQ-002).

Amoniaco anhidro, (MIE-APQ-004).

Gases en botellas y botellones (MIE-APQ-005).

Líquidos corrosivos, (ITC-MIE-APQ-006).

Líquidos tóxicos, (ITC.MIE-APQ-007).

Fertilizantes a base de nitrato amónico, (ITC.MIE-APQ-008).

Otras disposiciones con relación indirecta con el almacenamiento de estas sustancias son: ∗

Normas sobre instalaciones receptoras de gases combustibles.

Normas básicas sobre instalaciones de gas.

Reglamento de aparatos a presión.

Reglamento de aparatos que utilizan gas como combustible.

Reglamento sobre redes y acometidas de combustibles gaseosos.

La descripción pormenorizada sobre estas sustancias que exige la normativa, sería muy extensa y quedaría fuera del objetivo de este tema; sin embargo, se recomienda su estudio detallado a aquellas personas con responsabilidades en este tipo de almacenamientos en las empresas.

18


8.2

Medidas preventivas

El almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles constituye el caso más habitual en la industria química y en la mayoría de los laboratorios, vamos a extendernos en algunos aspectos interesantes de la Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-001 que regula este tipo de almacenamientos: MEDIDAS PREVENTIVAS. Una primera medida preventiva de carácter general radica en mantener este tipo de sustancias: 1. Separadas físicamente de cualquier sustancia comburente u oxidante (peróxidos, nitratos, oxigeno atmosférico, etc.). 2. Evitar cualquier foco de ignición (llamas, chispas de soldadura, electricidad estática, etc.). 3. Evitar golpes, fricción, choques violentos, etc., en aquellas sustancias susceptibles de explosionar en estas situaciones. La Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-001 sobre almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles los clasifica en 4 grupos de riesgo según un parámetro físico muy importante en estos productos: su punto de inflamación. Esta norma clasifica la peligrosidad de estas sustancias desde el grupo A (las más peligrosas), al grupo D (las de menos riesgo). Esta clasificación según su nivel de riesgo nos puede servir de referencia para extremar las medidas preventivas en las del grupo A y ser más suaves en las del grupo D. Las medidas preventivas específicas de almacenamiento de este tipo de productos dependerá, esencialmente, de sus características físico-químicas y de la cantidad de sustancia almacenada. A efectos meramente prácticos las podemos clasificar en:

Almacenamiento en recipientes fijos.

Almacenamiento en recipientes móviles.

8.3

Almacenamiento en recipientes fijos.

Este tipo de almacenamiento es desarrollado por la Sección Segunda, Capitulo I de la ITC-MIE-APQ-001. Regula el almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles en grandes tanques y depósitos, tanto atmosféricos como a presión. Fija requisitos tales, como características constructivas, sistemas de venteo y aliviaderos de presión, recipientes enterrados, distancias entre instalaciones y recipientes, obra civil, cubetos de retención, etc. Por su complejidad técnica y su especificidad, recomendamos su estudio a aquellas personas que tengan relación directa o indirecta con este tipo de almacenamientos, ya que su estudio pormenorizado queda fuera del objetivo general de este manual.

19


8.4

Almacenamiento en recipientes móviles.

La normativa exige una serie de requisitos a los almacenamientos de líquidos inflamables en recipientes móviles, entendiendo como tales a los que tienen capacidad unitaria inferior a 3.000 litros, como por ejemplo:

Recipientes frágiles, (vidrio, porcelana, gres, etc.).

Recipientes metálicos, (bidones de hojalata, chapa, aluminio, cobre, etc.).

Recipientes no metálicos ni frágiles (plástico, madera, etc.).

Recipientes a presión, (cartuchos y aerosoles).

MEDIDAS PREVENTIVAS GENERALES DE ALMACENAMIENTO.

Los almacenamientos en el interior de edificios dispondrán obligatoriamente de un mínimo de dos accesos independientes convenientemente señalizados. El recorrido máximo real al exterior o a una vía segura de evacuación no podrá superar los 25 metros. Los recipientes no deberán obstruir salidas normales o de emergencia ni serán obstáculos para las laborares de los equipos de extinción contra incendios.

La instalación eléctrica deberá cumplir las prescripciones particulares para las instalaciones con riesgo de incendio o explosión, (MIE-BT-026) del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.

Los almacenamientos en interiores dispondrán de ventilación natural o forzada adecuada, que elimine la posibilidad de acumulación de vapores inflamables.

Los pasos a otras dependencias diferentes deberán disponer de puertas corta-fuegos automáticas de RF-60.

20


El suelo y los primeros 10 centímetros de pared contados desde el mismo serán estancos a los líquidos, inclusive puertas y cualquier abertura del local.

Los edificios destinados al almacenamiento industrial deberán disponer de una instalación de pararrayos adecuada.

Los almacenamientos de los recipientes móviles podrán hacerse en:

Los armarios protegidos son aquellos que tienen una resistencia al fuego mínima de RF15. Estos armarios deberán llevar un letrero bien visible con la indicación inflamable. No se podrán instalar más de 3 armarios de este tipo en la misma dependencia a no ser que cada grupo de tres esté separado un mínimo de 30 metros entre sí. Si se almacenan productos de la clase A es obligatorio la existencia de ventilación exterior. La cantidad máxima por cada clase de líquidos que pueden almacenarse en un armario protegido son las siguientes:

Son aquellas salas destinadas exclusivamente para almacenamiento de este tipo de productos que se encuentran en los edificios o en parte de los mismos. Pueden ser de tres tipos: A- SALA DE ALMACENAMIENTO INTERIOR. Es aquella que se encuentra totalmente cerrada dentro de un edificio y no tiene paredes que den al exterior. Deberán tener una resistencia al fuego, una densidad máxima de ocupación y un volumen máximo permitido que aparece en el cuadro siguiente:

21


B- SALA DE ALMACENAMIENTO SEPARADA. Es aquella que encontrándose en el interior de un edificio, tiene una o más paredes exteriores. Este tipo de almacenamiento deberá proporcionar un acceso fácil para la actuación de los medios de extinción a través de ventanas, aberturas o paredes ligeras no combustibles. Este tipo de almacenamiento deberá cumplir las condiciones y características que aparecen en el cuadro siguiente:

C- SALA DE ALMACENAMIENTO ANEXO. Es aquella que sólo tiene una pared común con un edificio que tiene otro tipo de ocupación diferente. Igual que en el caso de los almacenamientos separados, deben cumplir las condiciones y características mencionadas en la Tabla 2.3.. La estructura, techos paredes, etc., que comuniquen con otras dependencias o edificios deberán tener una resistencia al fuego RF-120 y las puertas RF-60.

Son aquellos destinados al uso exclusivo de almacenamiento siendo su capacidad ilimitada. Este tipo de almacenes deben cumplir una serie de requisitos diferentes según se trate de almacenes interiores o exteriores. D- ALMACENAMIENTO INDUSTRIAL INTERIOR. Se consideran como tales los pabellones, edificios o partes de los mismos destinados específicamente a almacenamiento. Deberán cumplir los siguientes requisitos:

Deberán estar separados de otros edificios o límites de propiedad por una distancia mínima de 15 metros de espacio libre, o por una pared con una resistencia mínima al fuego de RF-120.

Estarán provistos de puertas automáticas de resistencia mínima al fuego RF-60.

Deberán respetarse las condiciones y requisitos que se especifican en el cuadro siguiente: 22


Los pasillos principales, tendrán un ancho mínimo de 2,5 metros, los pasillos laterales un mínimo de 1,2 metros y los accesos a las puertas, ventanas o conexiones un mínimo de 1 metro. La capacidad de almacenamiento de estos almacenes industriales, no estará limitada, pero deberán separarse en pilas, tal como se indica en la Tabla anterior, mediante un pasillo de acceso o una pila de materiales no inflamables ni combustibles cuya anchura mínima será de 1,20 metros. Cuando la superficie de almacenamiento supere los 2.500 m2, deberá sectorizarse la misma con cortafuegos RF-120 o cortinas de agua en secciones inferiores o iguales a 2.500 m2. E- ALMACENAMIENTO INDUSTRIAL EXTERIOR. Se considera almacenamiento en recipientes móviles en el exterior o en estructuras abiertas, cuando su relación superficie abierta/ volumen, es superior a 1/15 m2/m3 . Este tipo de almacenamiento, deberá cumplir las siguientes condiciones: Deberá cumplir las especificaciones del cuadro siguiente:

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Si el almacenamiento en el exterior se realiza adyacente a un edificio industrial de la misma propiedad, o bajo la misma dirección, se podrá agrupar un máximo de 1.000 litros de productos de la Clase B o C, si las paredes exteriores de dicho edificio tienen una resistencia al fuego RF-120 como mínimo y las aberturas de las paredes distan, al menos, 3 metros del almacenamiento. Si la capacidad global, supera las cifras antes mencionadas, deben separarse un mínimo de 3 metros del edificio. Caso de hallarse las paredes protegidas con cortina de agua o paredes de resistencia mínima al fuego RF-120, podrá reducirse esta distancia, previa justificación en el proyecto, hasta los 1,50 metros. El área de almacenamiento, tendrá una pendiente adecuada para evitar cualquier fuga hacia los edificios, o bien, estará rodeada de un resalte de 150 mm de altura mínima con un sistema de drenaje adecuado. La distancia de estos almacenamiento a estaciones de carga y descarga de cisternas de líquidos inflamables y de parques de almacenamiento de líquidos inflamables será, como mínimo, de 10 metros.

8.5

Instalaciones de protección contra incendios.

La Instrucción Técnica Complementaria APQ-001, sobre almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles, especifica las condiciones que deben cumplir las instalaciones de protección contra incendios en función del tipo de almacenamiento de que se trate. Esta ITC considera como instalaciones de extinción de incendios las siguientes:

Bocas de incendio equipadas, (B.I.E.’s).

Hidrantes.

Columnas secas. 24


Extintores móviles.

Sistemas fijos de extinción.

En la siguiente tabla, podemos observar las instalaciones que deben poseer estos almacenamientos en función de su tipología: Hay un hecho muy importante que no debemos obviar cuando consideramos el almacenamiento de los productos químicos inflamables, esto es, su compatibilidad o no con el agua. La razón es DOBLE:

El agua, es un elemento de vital importancia en prácticamente todos los procesos industriales, por lo que la posibilidad de fuga o derrame de esta sustancia es muy alta.

El agua, es un agente extintor fundamental en las labores de extinción de incendios y, por tanto, muy utilizada por las Brigadas contraincendios de las empresas y los Bomberos profesionales.

TIPO DE EXTINTORES BOCAS DE HIDRATANTES COLUMNAS SISTEMAS ALMACENAMIENTO INCENDIO (*) SECAS (*) FIJOS (*) ARMARIO SI Opcional PROTEGIDO

SALA INTERIOR

SI

SALA SEPARADA

SI

SALA ANEXA

SI

ALMAC.IND.INTERIOR ALMAC.IND.EXTERIO

SI SI

A partir de 50 m3 A partir de 50 m3 A partir de 50 m3 SI (***)

SI SI

(**)

Opcional

(**)

Opcional

(**)

Opcional

(**)

Opcional Opcional

Protección contra incendios en función del tipo de almacenamiento (*) Siempre que el agua sea el agente extintor adecuado (**) Cuando se almacene en edificios en pisos superiores a la planta primera (***) Cuando se disponga de instalación fija no será necesario instalar B.I.E

Ambos hechos, nos pueden introducir una nueva situación: aquellos productos químicos que sean incompatibles con el agua pueden provocar reacciones fuertemente exotérmicas y emisión de hidrógeno altamente explosivo. Como medidas preventivas básicas para minimizar el riesgo de este tipo de sustancias se propone:

Identificar perfectamente estas sustancias y aislarlas convenientemente de cualquier posible contacto con el agua.

Evitar pasos de tuberías y conductos de agua que accidentalmente puedan provocar fugas o averías.

25


Mantener el lugar siempre seco.

Emplear agentes extintores no hídricos, como polvo o anhídrido carbónico (a ser posible mediante instalaciones automáticas con rociadores).

8.6

Productos que pueden producir deflagraciones y/ o explosiones.

Por último, recordar que algunos productos químicos, en determinadas condiciones, pueden llegar a producir deflagraciones y/ o explosiones importantes cuando se almacenan de forma incorrecta o imprudente. TIPOS DE PRODUCTOS. Entre los casos más destacados podemos mencionar:

Productos químicos que en condiciones normales de presión y temperatura son estables, pueden convertirse en explosivos si se someten a presiones y/o temperaturas anormalmente altas. Los almacenamientos de estas sustancias, deben disponer de un riguroso control de este tipo de variables físico-químicas.

Algunos productos químicos, son inestables a temperaturas superiores a las ambientales, como es el caso de algunos peróxidos orgánicos e inorgánicos usados en la industria. Estos productos a temperaturas moderadas por encima de la ambiental se descomponen y generan reacciones explosivas. La medida preventiva más efectiva será, lógicamente, almacenarlos alejados de cualquier foco de calor y controlar la temperatura de almacenamiento constantemente.

Otros productos químicos, necesitan de un ambiente refrigerado para mantener su estabilidad. Pertenecen a este grupo sustancias muy volátiles o muy inestables a temperatura ambiente, por lo que requieren refrigeración para mantenerlos bajo control. Habitualmente se almacenan en frigoríficos estándar, en cámaras frigoríficas espaciales o en depósitos criogénicos. Estos productos pueden presentar dos tipos de problemas en sus almacenamientos: o

Si la sustancia es inflamable, puede ponerse en ignición por un chispazo del sistema eléctrico del frigorífico o cámara refrigerada.

o

Si falla el suministro eléctrico, puede subir la temperatura hasta niveles peligrosos para determinados productos.

CONSEJOS.

Utilizar frigoríficos o cámaras refrigeradas con instalación eléctrica antideflagrante.

Prever un doble sistema de alimentación eléctrica para los casos de fallo del suministro eléctrico habitual (un equipo auxiliar diesel, por ejemplo).

Los productos químicos susceptibles de explosionar por choque o fricción, deberán almacenarse en condiciones tales que se eviten vibraciones, golpes o choques con máquinas y vehículos, métodos de transporte inadecuados, caídas desde estanterías y anaqueles, etc.

Los productos químicos inflamables en estado sólido finamente pulverizados, pueden llegar a ser explosivos en presencia de un foco de ignición o chispas provocadas por la electricidad estática. Los almacenamientos de grano, carbón, café, etc., en los que el material esté en forma de polvo 26


deberán extremar las medidas para lograr una ausencia total de posibles focos de ignición y de zonas generadoras de electricidad estática. ACTUACIONES BÁSICAS EN CASO DE DERRAME.

Evitar que el producto se siga derramando.

Cortar inmediatamente todos los posibles focos de ignición (llamas, superficies calientes, fluido eléctrico, etc.).

Si es necesario, evacuar el almacén rápidamente según el Plan de Emergencia previamente establecido.

Ventilar a fondo el lugar, si es un local cerrado.

Absorber el producto derramado con arena, tierra o material inerte adecuado al derrame (nunca con serrín).

Procurar que el producto no penetre en lugares confinados (pozos, alcantarillas, sótanos, etc.).

No verter directamente al alcantarillado.

Trasladarlo rápidamente a un lugar seguro y eliminar los residuos peligrosos mediante tratamiento químico, biológico, incineración o depósitos de seguridad.

Tomar medidas correctoras para evitar nuevos derrames.

Recordamos, que las sustancias y preparados comburentes u oxidantes, son aquéllas que en contacto con otras, esencialmente las inflamables, originan reacciones fuertemente exotérmicas en presencia de focos de calor. En este grupo, están compuestos tan habituales en la industria, como el oxígeno atmosférico, los peróxidos o los nitritos. Medidas preventivas No existe Reglamentación especifica que aborde el almacenamiento de este tipo de productos. Sin embargo, y atendiendo a sus características físico-químicas, podemos dar algunas recomendaciones útiles para su almacenamiento.

Mantenerlos separados físicamente de cualquier producto químico inflamable o combustible.

Evitar focos de calor, chispas, llamas abiertas, etc. o golpes bruscos y violentos en los recipientes de aquellas sustancias y preparados comburentes que desprenden oxígeno espontáneamente o lo hacen bajo un ligero calentamiento (por ejemplo algunos peróxidos orgánicos).

Disponer dispositivos de seguridad adicionales en el caso de derrame accidental de estos productos (cubetos de retención, recogida de vertidos, utilizar material absorbente específico, etc.).

Estas medidas preventivas son extensibles tanto a grandes recipientes de almacenamiento (depósitos de oxígeno), como a las pequeñas acumulaciones en mesas, armarios y vitrinas de los laboratorios. 27


Este, es un grupo muy heterogéneo de sustancias, que tienen el denominador común de presentar efectos adversos para la salud humana. Incluimos en este apartado, las sustancias y preparados tóxicos, nocivos, carcinogénicos, mutagénicos, sensibilizantes, tóxicos para la reproducción, asfixiantes, etc. Medidas Preventivas. A- MEDIDAS PREVENTIVAS GENERALES DE ALMACENAMIENTO. ∗

Almacenarlos en un lugar adecuado y separado de zonas de paso habitual de personas.

Mantener una buena ventilación general de los almacenes.

Si alguna de las sustancias presenta un riesgo muy elevado deberá almacenarse bajo llave y con un control de acceso vigilado por el responsable del almacén.

Señalizar convenientemente la zona.

Comprobar inmediatamente cualquier rotura de envases, derrames, recipientes abiertos, fugas, etc.

Verificar, que ninguna sustancia de este grupo es incompatible con el agua. En caso de existir alguna, deberá tenerse en cuenta esta circunstancia cuando se produzcan fugas accidentales de agua o cuando exista la posibilidad de usar agua como agente extintor en un incendio que afecte al almacén.

B- MEDIDAS PREVENTIVAS ESPECÍFICAS El peligro potencial que presentan estas sustancias, es su posible penetración en nuestro organismo. Como hemos comentado, los contaminantes pueden introducirse en el hombre a través de 4 vías: respiratoria, cutánea, digestiva y parenteral. ⇒ Vía respiratoria:

Para evitar altas concentraciones de contaminantes en los almacenes se deberá mantener una buena ventilación general y, si no fuese suficiente, instalar extracción forzada.

En los transvases, manipulación de recipientes, etc., se utilizarán equipos de protección individual adecuados al contaminante manejado, (filtros mecánicos y/o químicos).

Como medida preventiva auxiliar se podría contemplar en el plan de emergencia la posibilidad de disponer de equipos de respiración autónomos para casos de siniestro y rescate de personas.

⇒ Vía cutánea:

No tocar directamente este tipo de productos; utilizar ropa y guantes adecuados cuando sea necesario manipularlos (especialmente en los derrames, las labores de limpieza y descontaminación, la retirada de recipientes rotos, etc.).

Una vez finalizados los trabajos, lavarse cuidadosamente las manos y las zonas que hayan estado en contacto con los contaminantes y desechar o desinfectar la ropa contaminada. 28


⇒ Vía digestiva:

No almacenar este tipo de productos químicos en recipientes diferentes a los originales. Si se realizan transvases en los almacenes, etiquetar correctamente los nuevos envases con un etiquetado legible y completo de los riesgos que presenta.

No comer ni fumar en los almacenes.

Mantener una correcta higiene personal.

⇒ Vía parenteral:

Evitar el contacto accidental de estos productos con mucosas y heridas sin proteger.

Si es necesario, usar gafas de protección para evitar la agresión de contaminantes con las mucosas oculares.

C- ACTUACIONES PREVENTIVAS BÁSICAS EN CASO DE DERRAME

Evitar que el producto se siga derramando.

Si no se puede detener la fuga, recoger el producto en recipientes herméticos y estancos.

Si es necesario, evacuar rápidamente el almacén de acuerdo con el Plan de Emergencia preestablecido.

Ventilar el lugar a fondo, si es un local cerrado (usar equipos de respiración autónoma si fuese necesario).

Absorber el producto derramado con arena, tierra o material inerte adecuado al derrame, (disponer de un stock de este material cerca de los almacenamientos de los productos más peligrosos).

Procurar que el producto no penetre en lugares confinados (pozos, alcantarillas, sótanos, etc.).

No verter nunca al alcantarillado este tipo de productos.

Trasladarlo rápidamente a un lugar seguro y eliminar los residuos peligrosos mediante tratamiento químico, biológico, incineración o depósitos de seguridad.

Tomar medidas correctoras para evitar nuevos derrames.

Pertenecen a este grupo, aquellas sustancias y preparados que, en contacto con los seres vivos, pueden ejercer sobre ellos una acción destructiva (en el caso de los productos CORROSIVOS) o reacciones inflamatorias (en el caso de los IRRITANTES). Normativa Como reglamentación específica sobre almacenamiento de este tipo de productos sólo disponemos de la Instrucción Técnica Complementaria MIE-APQ-006, que regula el almacenamiento de líquidos corrosivos. Dicha normativa los clasifica en tres clases: SUSTANCIAS CORROSIVAS 29


CLASE A

DENOMINACIÓN

CARACTERÍSTICAS

MUY CORROSIVAS

Provocan necrosis perceptible en el tejido cutáneo de los animales antes de 3 minutos

CORROSIVAS

Provocan necrosis perceptible en el tejido cutáneo de los animales entre 3 minutos y una hora

MENOS CORROSIVAS

Provocan necrosis perceptible en el tejido cutáneo de los animales a partir de una hora y hasta cuatro como máximo

B C

A- ALMACENAMIENTO. De forma análoga a otras Instrucciones Técnicas Complementarias de almacenamiento, la MIE-APQ-006, divide el tipo de almacén en dos grandes grupos: ⇒ Recipientes fijos. Esta ITC considera que un recipiente es fijo cuando no es susceptible de ser trasladado o cuando tiene más de 3.000 litros de capacidad. Toda su Sección 2ª, desarrolla las características que deben cumplir estos almacenamientos, especificando los requisitos exigibles a los tanques y depósitos, a las tuberías, a los sistemas de venteo y aliviaderos de presión, las distancias entre las instalaciones y los recipientes, condiciones de la obra civil, características de los cubetos de retención, etc.. Por quedar el estudio detallado de este tipo de recipientes fuera del objetivo de esta unidad didáctica, recomendamos su lectura detenida a aquellas personas con relación directa o indirecta con este tipo de almacenamientos.

⇒ Recipientes móviles. Son recipientes móviles para esta ITC, aquellos, cuya capacidad unitaria sea inferior a 3.000 litros. B- MEDIDAS PREVENTIVAS DE ALMACENAMIENTO EN EL INTERIOR DE EDIFICIOS. ∗

Dispondrán de un mínimo de dos accesos independientes señalizados.

El recorrido máximo real al exterior o a una vía de evacuación segura, no excederá de 25 metros.

Los recipientes, no obstruirán salidas normales o de emergencia, ni dificultarán las labores de los equipos de seguridad.

Se podrá disponer de una sola salida cuando la superficie sea menor de 25 m2 o cuando la distancia a recorrer para alcanzar la salida sea inferior a 6 metros.

No se almacenarán en una misma pila productos químicos incompatibles.

La instalación eléctrica, será adecuada a los productos almacenados y cumplirá la legislación vigente.

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Los almacenamientos en pilas de recipientes, deberán tener estabilidad y resistir los esfuerzos mecánicos de apilamiento.

Dispondrán de ventilación natural o, si fuese necesario, ventilación forzada.

El suelo y los primeros 10 centímetros de pared en todo el recinto, deberán ser resistentes y estancos a los líquidos corrosivos (incluso las puertas y las aberturas). Además, el suelo drenará a un lugar seguro.

C- MEDIDAS PREVENTIVAS GENERALES DE ALMACENAMIENTO. ∗

Deberán señalizarse convenientemente las zonas en donde se almacenen productos químicos corrosivos e irritantes.

Se evitarán proyecciones de líquidos corrosivos por rebosamiento o la manipulación incorrecta en tanques, depósitos, cisternas, mangueras y recipientes móviles.

Las zonas de almacenamiento, estarán convenientemente iluminadas cuando se manipulen líquidos corrosivos.

Se instalarán duchas y lavaojos de emergencia en las inmediaciones de los lugares de trabajo susceptibles de provocar salpicaduras. No distarán mas de 10 metros de dichos lugares, estarán libres de obstáculos y correctamente señalizados.

Sí, además de corrosivo o irritante, el líquido fuera inflamable, se tendrán que adoptar las medidas preventivas comentadas para el Grupo 1.

Teniendo en cuenta las características de los productos almacenados y el tipo de operación a realizar, el personal de los almacenes dispondrá de equipos de protección individual adecuados (gafas de seguridad, pantallas faciales, guantes, ropa especial, botas de goma, etc.).

Se formará convenientemente al personal del almacén, sobre las propiedades, características, riesgos intrínsecos, uso de equipos y prendas de protección, etc. de estos productos.

Se elaborará un Plan de Emergencia, que desarrolle las situaciones de alarma, intervención y evacuación en caso de siniestro.

Se establecerá un adecuado sistema de mantenimiento preventivo e inspecciones periódicas, que aseguren el mayor grado de seguridad posible en los almacenamientos.

D- ACTUACIONES BÁSICAS EN CASO DE DERRAME. ∗

Evitar que el producto se siga derramando.

Si no se puede detener la fuga, recoger todo el producto en recipientes herméticos y estancos anticorrosivos.

Si es necesario, evacuar el almacén rápidamente, según el Plan de Emergencia previamente establecido.

Ventilar el lugar a fondo, si es un local cerrado (usar equipos de respiración autónoma si fuese necesario). 31


Absorber el producto derramado con arena, tierra o material inerte adecuado al derrame (disponer de un stock de este material cerca de los almacenamientos de los productos más peligrosos).

Lavar la zona afectada con agua abundante, procurando no dirigir el chorro directamente al producto corrosivo para evitar salpicaduras.

Si se desprenden vapores corrosivos, se procurará absorber la nube con una cortina de agua finamente dividida.

Procurar que el producto no penetre en lugares confinados (pozos, alcantarillas, sótanos, etc.).

No verter directamente al alcantarillado.

Trasladarlo rápidamente a un lugar seguro y eliminar los residuos peligrosos mediante tratamiento químico, biológico, incineración o depósitos de seguridad.

Tomar medidas correctoras para evitar nuevos derrames.

Pertenecen a este grupo, sustancias y preparados químicos cuya utilización presenta, o puede presentar, un riesgo inmediato o diferido para el medio ambiente. Un ejemplo típico son los clorofluorcarbonados, (CFC), potenciales destructores de la capa de ozono. A- ALMACENAMIENTO. Su almacenamiento no presenta peculiaridades diferentes de las del resto de los grupos ya comentados. Un producto de este tipo, puede ser peligroso para el medio ambiente y, a la vez, inflamable, tóxico o corrosivo para el ser humano, por lo que sus condiciones de almacenamiento dependerán de sus características físico-químicas. B- REACCIONES INCOMPATIBLES . Lo que suele ser mucho más problemático, es cuando alguna sustancia de este grupo no es productiva ni económicamente rentable y se convierte en un subproducto o en un residuo sin valor alguno. En estos casos, la solución más fácil es eliminarlo sin ningún escrúpulo a la atmósfera, verterlo a un acuífero o enterrarlo directamente en el suelo. La resolución de este problema, se estudiará con más detenimiento en el tema correspondiente que versa sobre los residuos tóxicos y peligrosos

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