¿QUE ES PENSAR? UNA APROXIMACION A SU RESPUESTA POR: LUIS ARTURO DIAZ D.
Matin Heidegger en su obra filosófica Ser y Pensamiento establece la diferencia entre el ser y el ontos o entes de los griegos. Uno es el Dasein o el - ser hay - que nosotros lo denominamos el hombre y; los entes u ontos son los demás objetos que existen en la naturaleza. El mundo cobra realidad a partir de la interacción de ese Dasein con los ontos. Algunas características que tiene ese Dasein según Heidegger son:
Es un ser arrojado a la existencia Es el ser cuyo destino es ser El hombre es consciente de que viene de la nada El hombre es el ser que se problematiza constantemente
Esas condiciones le hacen brotar al hombre la angustia como revelación de su auténtica condición, esa angustia le provoca una conciencia de temporalidad, la cual nos permite apropiarnos de un destino que nos aleja de la mediocridad y de la rutina. Además, le ofrecen dos formas de vida sobre las cuales este hombre debe optar: una vida auténtica y una vida inauténtica.
La vida inauténtica es aquella en la que nos comportamos como radicalmente finitos, muchas posibilidades se presentan ante nosotros, pero gracias a la angustia no podemos cumplir todas esas posibilidades. La existencia inauténtica consiste en un entretenerse con las cosas, un entretenerse en la trivialidad de las relaciones sociales o de los placeres estéticos, un olvido de la tragedia profunda de la existencia. La vida auténtica es correr el riesgo de equivocarnos y arrepentirnos y sentirnos culpables de lo que hemos hecho. Es vivir cada momento de nuestra vida ante nuestra mortalidad, es aceptar la temporalidad que somos; sin surtilugios y distracciones es lo que nos permite apropiarnos de un destino auténtico. La auténtica, en el cambio, la abrasión con la angustia, un vivir consciente de la fragilidad del existir, la presencia constante del destino último de la existencia: nada a través de la muerte.
La culpa nos hace presente el pasado, tal como nuestro ser hacia la muerte nos hace presente el futuro anticipándolo, por eso el hombre es propiamente mortal. La muerte es la posibilidad vivida de que no haya más posibilidades para mí, es la posibilidad de que mi mismo ser sea imposible, es decir, la muerte es la única posibilidad que impide el desarrollo de las demás posibilidades.
John Dewey ofrece un nuevo concepto frente al pensamiento como proceso y lo define como naturalismo humanista mediante el cual concibe la conducta humana a partir de una doble matriz:
Matriz biológica: porque el pensamiento es un producto de la evolución biológica. Matriz cultural: porque el pensamiento no es solamente un hecho biológico sino también comunicativo y social.
El pensamiento humano es el instrumento que la naturaleza en su evolución utiliza para pasar de una situación dada ambigua e inarmónica a una nueva situación en la cual la primera es reconstruida como en un plano más alto de realidad mediante un enriquecimiento de significado más coherente y provisionalmente más estable.
El hombre vive en riesgo, ambigüedad y crisis y conoce a partir de ello, por eso la acción para el hombre es un deber, aunque existen situaciones en que la fe optimista que apuntala ese deber parece desmentida por el desarrollo efectivo de los hechos. El factor más notable de la conducta humana es la inserción del ser humano en un todo social por medio del contacto con otros hombres, fundamentalmente por medio del lenguaje y el sistema de significados que en él se constituye. La comunicación es la más milagrosa de todas las ocupaciones humanas porque en ella se pueden compartir experiencias del mundo y consecuentemente los sistemas de valores. Todos los sistemas de valores tienen que ver con la búsqueda con la perpetuación del goce de un objeto. Lo deseado se convierte en valor cuando más durable sea su deseabilidad o el goce prometido. El juicio de valor surge cuando se verifican las condiciones que hacen nacer la duda acerca del valor de lo deseado o gozado, esta duda solo puede responderse racionalmente, pero la razón no es más que la idea generalizada en un continuo devenir y siempre rectificable. El principio de no contradicción (principios lógicos) es racional porque pensar de esa manera es más eficaz que pensar de otra. Así todo conocimiento remite a la experiencia y toda experiencia tiene una dimensión estética – armonización de una experiencia -. Teoría y práctica convergen en la experiencia (pragmatismo), el objeto es visto en su medio y guarda relación con los demás objetos, es algo complejo, pero ya no hay distinciones entre ciencia y moral se nos da la experiencia de la vida donde llegamos a resultados a conclusiones. El pensamiento está basado en esa experiencia. El naturalismo es la visión de una aventura del ser humano en el mundo, es una aventura dramática basada en la incertidumbre, no sabemos a qué atenernos y ese es un problema que nos afecta, estamos acechados por dificultades, por peligros y necesidades. El conocimiento no es un mero saber que contempla desinteresadamente el mundo, sino que pretende sacarnos de la incertidumbre, el conocimiento siempre pretende dominio, seguridad, no se pretende tener una comprensión de lo real sino un dominio de nuestra vida y un dominio de lo real. Por lo tanto, la validez del conocimiento se refleja en la práctica humana, con la que necesitamos salir adelante para romper nuestra incertidumbre, para saber a qué atenernos. La práctica valida el conocimiento. El pensamiento es una forma de conseguir unos resultados que necesitamos obtener para tener un dominio sobre la incertidumbre que nos es urgente y para eso es lo que sirve el esfuerzo de la filosofía, del conocimiento y la educación. Pensar es el resultado de la indefensión del hombre frente a su condición de ser limitado, es una condición se supervivencia y de sentido para darse un lugar en el mundo. Es la comprensión de la condición humana del hombre. Es salir de su estado de indefensión.